Pero las iglesias episcopales y anglicanas no son católicas, aunque externamente parezcan más próximas que las evangélicas.

Aunque San Pablo (no Pablo a secas, que hay muchos pablos) aconsejó escoger lo bueno y desechar lo malo, excelente consejo, eso tampoco quiere decir que haya que ǘer la religión como carta de un restaurante o como un supermercado en el que se puede elegir este producto y no tomar aquel. Y eso es lo que pasa en el protestantismo, que cada uno se ha hecho una religión a su gusto. Por eso hay tantas iglesias, confesiones, sectas y grupos. "Yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de fulano, yo de mengano". Y cada uno interpreta la Escritura a su manera, cuando ya advertía San Pedro que no se puede hacer una interpretación propia personal (2ª Pedro 1,19-21). Por eso hay tanta confusión. No hay unidad. ¿Está Cristo dividido? Claro que no. El Cuerpo Místico de Cristo, su Iglesia, es uno, no treinta y tantos mil.