Y podrán rezar en ella judíos y musulmanes, según informó TeleMadrid hace unos días. Toda una muestra del cachondeo en que algunos han convertido los templos cristianos. Supongo que ya no habrá problemas para que cualquier sacerdote católico celebre misa en La Meca sobre La Kaaba o, quizás, por qué no, en el Templo de Jerusalem.