Re: ¿Repartimos carnets de católicos “tradicionales”?
Explorando por encima el sitio del que sale el artículo me encuentro este otro enlace sobre un tema que se ha tratado aquí en diversas ocasiones:
GuÃ*a imprescindible para un católico tradicional
Trata de asistir a la Misa Tradicional y este artículo lo firma un sacerdote. Muy bien, está muy bien la recomendación, pero de ahí a ser perfecto hay un gran trecho.
-. "¿Cómo os va en la misión allá en Eritrea? ¿os llegaron los víveres? ¿ y las medicinas, qué tal?
-. RESPUESTA: bueno, más o menos nos vamos apañando, los pobres niños están empezando a ganar peso, pero los adultos siguen igual. Además, con los medicamentos no nos apañamos, porque en todas las cajas pone: "tómese después de cada comida"
Así pasa en numerosísimas ocasiones: y si no hay parroquias ni cerca, ni de lejos, donde se celebren Misas Tradicionales ¿qué hacemos? ¿No vamos a misa? Esto de dichas recomendaciones tiene su guasa, porque hay un Tercer Mandamiento que dice: "Santificarás las Fiestas", y otra que se dice en MATEO 18:20, "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."
Tengo un amigo afortunado que tiene una parroquia a doscientos metros de su casa en la que se dice Misa Tradicional (aunque no a todas horas lo son), pero yo tengo que andar en el coche tres horas, ida y vuelta, para poder asistir a una de tales misas. ¿Qué hago? ¿no ir? me parece escandaloso que se pueda siquiera insinuar algo semejante. Tengo verdadera curiosidad por saber qué le preguntará Dios a este tipo de personas cuando rindan cuentas.
Además, ¿acaso es que la Eucaristía tampoco es válida si la misa no se dice en latín? ¡Cuidado! porque los caminos del Infierno están empedrados de buenas intenciones. Lo importante está en el interior de cada uno, en la comunión personal con Dios, no sólo en las apariencias externas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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