Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 1 de 1
Honores1Víctor
  • 1 Mensaje de ALACRAN

Tema: El abrazo al marxismo por curas de formación estricta. Estudio psicológico-social

  1. #1
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,163
    Post Thanks / Like

    El abrazo al marxismo por curas de formación estricta. Estudio psicológico-social

    El sorprendente fenómeno de clérigos (obispos incluidos) que de buenas a primeras se pasaban a las filas del marxismo, escandalizando a diestro y siniestro (algunos hasta colgando los hábitos y ya de paso liándose con alguna tipa), era propio más bien de las pasadas décadas de los años 60 y 70. Aquí, con algo de retraso, se dan razones psicológicas de tamaña aberración, que parecería radicar en el rígido esquema mental de los afectados, ambivalente para todo tipo de dogmatismo.

    "...CRISIS DE FE POR CONTACTO CON EL MARXISMO

    ...Numerosos cristianos, cuando descubren el marxismo, se adhieren de manera entusiasta al compromiso político y acaban convirtiéndose en militantes dogmáticos. Recién conversos -algunos con una formación marxista superficial, en forma de catecismo- manifestando el iluminismo típico de los que se creen en posesión de la verdad, consideran un deber personal difundir por todos los rincones, sin ningún espíritu crítico, la línea oficial del partido en que militan. Suelen ser antiguos creyentes intransigentes, éstos que pasan del dogma religioso más extremo al dogma político más extremo cuando se comprometen en asuntos Temporales. J. Borja y J. Solé-Tura enumeran varios aspectos de esta intransigente actitud: “el partido-iglesia y la concepción mesiánica del partido; la concepción mítica de la revolución como momento de revelación de la sociedad a sí misma; la realización del comunismo como salvación de la humanidad o verdadero paraíso; el hecho de formar parte del pueblo, o de la clase elegida; el militante como misionero; los textos sagrados de los clásicos del marxismo-leninismo, etc., todo ellos contiene fuertes reminiscencias religiosas y puede convertirse fácilmente en actitud dogmática y en comportamiento sectario”.

    Un caso muy claro lo constituirían aquellos sacerdotes que han sido fanáticos defensores de la ortodoxia católica y, más tarde, pasan a convertirse en apasionados militantes de grupos de extrema izquierda. F. García Salve encuentra la raíz de este proceso en que “como venimos de curas, uno se lanza hacia los trotskistas. Un cura tiene ideas trotskistas porque es más idealista, porque es un poco utópico y un poco anarquista.

    Algunos sacerdotes, después de abandonar su religión, llegan a utilizar El Capital como Libro Sagrado para interpretar la realidad, con la misma prepotencia y autoridad con que predicaban la Palabra de Dios desde el púlpito. Haciendo un fácil juego de palabras, se podría decir que muchos seminaristas empezaron leyendo a Marcos y Lucas, y acabaron estudiando a Marx y Lenin. Una conversión que ha sido meramente de contenidos, pero no de talante personal, pasando de una actitud integrista católica a otra actitud integrista, esta vez atea. Contrarios a toda forma religiosa, muchos sacerdotes abandonaron una religión dogmática para sustituirla por otro dogmatismo, conservando la misma actitud intransigente y sin ser capaz de romper los monolitismos que separaban a ateos y creyentes.

    En referencia a estos trasvases, un cristiano militante obrero llama la atención sobre cómo “al igual que los años 40 y 50, llevar medallas y hacer ciertas prácticas para los cristianos era obligatorio y triunfalista, ahora ponerse ciertas ‘etiquetas’ es cosa parecida (continuamos siendo escolásticos). Conozco a curas que hace meses arremetían contra los que difundían a ‘Marta Harneker’ y hoy son más marxistas que nadie. Se les llena la boca hablando de ‘opciones...’, ‘contradicciones...’, cuando no calumnian a otros. No es fácil ser marxista”.

    Nos encontramos ante una mera conversión de principios universales que no contribuye a analizar las zonas oscuras de la realidad social. Según detecta J. I. González Faus, “la necesidad de dogmas, en un mundo tan complejo y plural como el nuestro, se ha hecho tan acuciante como antaño la necesidad de amuletos, de fetiches o de ídolos”.

    Con esta manera tan infantil de entender la religiosidad resulta lógico que los fieles de ayer sean los infieles de hoy, operándose en ellos la radicalización propia de los conversos cuando logran desprenderse de los prejuicios impuestos por su antigua religión; como el mismo Faus denuncia, “para mostrar hasta qué punto increíble han superado la alienación, repiten a cada paso ‘¡joder-hostia!’ [sic.] igual que el congregante mariano decía ‘Sagrado corazón de Jesús en vos confío’ y mostraba con ello hasta qué punto estaba apartado del pecado”. Se trata de cristianos que han sido formados en una religión dogmática y ritualista, ausente de cualquier tipo de reflexión crítica y auténtica vivencia evangélica de la fe. En ese estado de cosas, trasladan su opción al marxismo cuando, desengañados de un dogma religioso, necesitan sustituirlo por un dogma político que tenga respuesta para todo. A estos recién nacidos “progresistas”, con objeto de no desembocar en el nihilismo como el siguiente paso de su trayectoria vital, les serían de suma utilidad despojarse de melancolías y sentimentalismos, pues -según aconseja V. Rodríguez- ” la elección del socialismo no puede ser sólo por decepción y frustración que ni siquiera esté objetivamente fundada. Ha de ser por convicción en sus virtualidades propias, por fe en sus posibilidades y por el atractivo que ejerza
    sobre los hombres de hoy”.

    Muchos cristianos, en plena crisis como creyentes, se desvinculan de la Iglesia Católica. Este hecho, tomado en sí mismo, no comporta una consecuencia negativa en orden al crecimiento de su fe. Los problemas surgen en los antiguos miembros que veían a su Madre como la única institución salvadora. Y entonces, cuando se pasan al bando de los descreídos, conservan la misma actitud monopolizadora e intransigente ante cualquier intento de pluralismo institucional. No comprendiendo la relación dialéctica que se establece entre fe y política, creen que lo auténticamente importante es la militancia: en la lucha sindical, en las organizaciones del partido. Alfonso C. Comín detecta este comportamiento en la “tipología del militante comunista que es o ha sido sacerdote o religioso, con más frecuencia que en el caso del militante de procedencia laica. Y ¿por qué? Porque, de alguna manera, no ha superado un cierto dualismo y no han llegado a redescubrir que las tareas que hacemos como cristianos en el seno de la sociedad y en el seno de la propia Iglesia pueden ser también tareas transformadoras y revolucionarias. De alguna manera, piensan que lo único que realmente ‘va a misa’ desde el punto de vista revolucionario es lo que hace el partido”.

    Estos militantes establecen una analogía con la Iglesia a la que en su día pertenecieron y consideran al partido como su nueva iglesia; un ejemplo podría ser el caso de F. García Salve: “no he salido de los jesuitas por tener fobia a las instituciones, como tal, ya que no soy un anarquista, sino por que veo que esta organización está metida con el capitalismo, y yo me meto en otra, en el lado opuesto totalmente, en una institución que cree en la lucha de clases, en la cual yo también creo".

    Hay que hacer constar que la reproducción de estructuras semejantes a las eclesiásticas, dentro de las organizaciones marxistas, no sólo es achacable a los cristianos que militan en ellas. Alfonso C. Comín admite la semejanza existente entre la Iglesia Católica y los regímenes comunistas, sobre todo porque ambos ejercen una defensa inflexible del dogma y de la jerarquía: “cuando el cristiano empieza a interrogarse por su papel en la lucha de clases -además de los obstáculos propios de la formación anticomunista recibida- ha encontrado y aún encuentra dificultades para venir al partido procedentes de nuestras posiciones. El Partido ha aparecido durante mucho tiempo como otra Iglesia, con su Vaticano, con sus dogmas propios, con su papa afincado en Moscú”.

    La reflexión que hace M. Siguan respecto a estas similitudes resulta muy certera: “para el comunismo un hombre da sentido a su vida en el momento en que se incorpora al partido y asume su proyecto histórico. A la afirmación lapidaria de Agustín de Hipona: ‘Fuera de la Iglesia no hay salvación’ se corresponde la más retórica de Lenin: ‘El que se separa de la línea del partido cae en la cloaca de la historia’. Para los militantes cristianos, el hecho de haber optado por un compromiso político que, en la mayoría de los casos ha llevado al enfrentamiento con la jerarquía de la Iglesia, les debería volver alérgicos a cualquier tipo de organización basada en una estructura de autoridad..."

    (Daniel Fco. Alvarez Espinosa, 2006)

    https://www.google.es/url?sa=t&rct=j...6GITLv9kPf31oB
    Última edición por ALACRAN; 30/03/2018 a las 00:36
    Pious dio el Víctor.
    "... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
    Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Seminario de formación: Podemos: ¿populismo o marxismo?
    Por Hyeronimus en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 8
    Último mensaje: 11/11/2017, 16:44
  2. Curas pederastas
    Por Hyeronimus en el foro Religión
    Respuestas: 10
    Último mensaje: 07/10/2016, 02:37
  3. La rebelión de los curas
    Por Hyeronimus en el foro Crisis de la Iglesia
    Respuestas: 2
    Último mensaje: 26/11/2014, 13:36
  4. Los curas rojos
    Por Anorgi en el foro Religión
    Respuestas: 5
    Último mensaje: 24/04/2010, 05:47
  5. Un abrazo
    Por Seneka en el foro Presentaciones
    Respuestas: 4
    Último mensaje: 31/05/2006, 17:00

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •