Es curioso, nunca se habla de rabinos pederastas, imanes pederastas, o incluso pastores protestantes pederastas. ¿No hay ningún caso?
Curas pederastas
JUAN MANUEL DE PRADA
HUBO épocas en que los cristianos se acogieron a la disciplina del arcano, ocultando las cosas de la religión a los paganos, pues comprobaban que, por mucho que se esforzasen en explicarles los misterios de su fe, los paganos lo entendían todo del revés y propalaban, por ejemplo, que la Eucaristía consistía en comerse a un niño crudo y otras aberraciones semejantes. Ando en estos días preparando una antología de artículos del gran Leonardo Castellani, a quien últimamente tanto cito, para que los muchos lectores que en estos meses me han preguntado por él puedan disfrutar a la vuelta del verano en una edición accesible de quien, sin duda alguna, es el mejor escritor católico en español del siglo XX; y, entre el bosque de artículos suculentos que Castellani dio a la prensa, me tropiezo con uno titulado «¡Al arcano de nuevo!», en el que con su habitual gracejo propone volver a aquella disciplina de los primeros cristianos, viendo que los señores incrédulos de nuestra época se obstinan en creer que Jesús estuvo enamorado de María Magdalena o que la burra de Balaam se llama así porque milagrosamente una vez baló. Tratar de aproximar la religión a ciertas personas contaminadas por las más rocambolescas mistificaciones lo considera Castellani trabajos de amor perdidos; y propone jocosamente que, en lugar de deslomarnos escribiendo tratados de apologética que rechazarán (aunque luego crean en el espiritismo, o en el Progreso, o en cualquier otra chorrada, pues ya se sabe que cuando se deja de creer en Dios se empieza a creer en cualquier cosa), nos dediquemos a hacerles creer las trolas más jacarandosas. Por ejemplo: que al Papa todos los cristianos deben adorarlo como Dios; o que la Santísima Trinidad la componen la paloma del Espíritu Santo, el Cordero de Dios y el Buey de Belén. Trolas que, indudablemente, se tragarán; pues nadie hay más crédulo que un incrédulo profesional.
Me he acordado de este artículo desternillante de Leonardo Castellani mientras seguía el tratamiento informativo que se ha hecho de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Sydney. El Papa Benedicto XVI ha dicho allí muchas cosas hermosas, incisivas o clarividentes; pero a la prensa sólo le interesa resaltar que ha vuelto a mostrar su vergüenza por los abusos perpetrados por ciertos curas pederastas. O, dicho más exactamente, a la prensa le importa un bledo que Benedicto XVI haya mostrado su pesar por estas conductas abominables, o que haya declarado que el sufrimiento de las víctimas es el suyo propio (pues, en el fondo, a la prensa le importan un bledo tales víctimas). A la prensa le interesa únicamente resaltar que los curas son pederastas; ni siquiera que haya unos pocos curas pederastas que denigran su ministerio, entre tantos miles de curas que cada día lo dignifican y exaltan, sino que los curas son pederastas por naturaleza. Pues, cuando se trata de envilecer a la Iglesia, una golondrina sí hace verano; y de nada sirve que por cada cura pederasta haya mil curas que alivian la miseria de millones de niños, que alumbran el porvenir de millones de niños, que desveladamente trabajan por salvar su infancia desvalida. Todos estos curas nada importan; o importan tanto que se oculta su mera existencia. Pues, si se divulgara, se correría el riesgo de que la gente bienintencionada pensase que tal vez los pocos curas pederastas que desgraciadamente existen entre tantísimos curas admirables son una ilustración de aquella parábola del trigo y la cizaña que nos contó Cristo.
Y de nada sirve que el Papa exprese su pesar ante conductas tan abominables como aisladas y exija que la justicia humana las castigue; de nada sirve que haya mostrado su disposición a limpiar la suciedad que se refugia en el seno de la Iglesia con soluciones dolorosísimas ante las que no le ha temblado jamás el pulso; de nada sirve que haya extremado su celo y reclamado a los obispos que extremen el suyo, vigilando la conducta de sus sacerdotes y seminaristas. A la prensa sólo le interesa propalar que los curas son un hatajo de pederastas; y mañana dirá, si es necesario, que se comen crudos a los niños. Saben que cuentan con una clientela crédula que, por cerrazón de inteligencia o suciedad de corazón, está dispuesta a tragarse sus trolas. Quizá haya llegado el momento de volver a la disciplina del arcano, como pedía Castellani.
http://sevilla.abc.es/20080721/opini...807210317.html
Es curioso, nunca se habla de rabinos pederastas, imanes pederastas, o incluso pastores protestantes pederastas. ¿No hay ningún caso?
Ni pederastas del PSOE ni del PP ni del PNV ni de Batasuna.
Sólo a los sacerdotes (de los sin sotana) parece ser a los que les gusta.
Por supuesto que existen casos entre los protestantes, pero no se les da publicidad. Es sabido que los Testigos de Jehová tienen prohibido a sus seguidores denunciar los casos que se den entre ellos. Y ya sabemos en manos de quién está la prensa. En el acta 17 de los Protocolos de los Sabios de Sion dice que tomarán la precaución de "desacreditar a los sacerdotes y desorganizar por este medio su misión". Ya lo están haciendo.
Tampoco hay que ponerse a buscar sacerdotes pederastas protestantes y cosas por el estilo ¿Acaso no os acordáis del bar de alterne para homosexuales Arny? Recordar que unos artistas progres se vieron involucrados en un escándalo con menores de edad. Gays, conocidos sociatas, como Gurruchaga o Jesús Vázquez, se libraron por tener amigos poderosos en las altas instancias, porque, aunque por aquellas no gobernaban los socialistas (1997 o así), ya se sabe que a la PSOE no la tose nadie, ni en la oposición (usted no sabe con quien está hablando).
¿Hubieran corrido igual suerte de haber sido gente involucrada con la Iglesia o simplemente que le hicieran la contra al discurso progre? Respuesta: ahora estarían en la celda de un penal viendo pasar los días.
No me importa si son católicos, protestantes o judíos. A la trena todos ellos.
Nuestro sistema legal y judicial es una vergüenza. ¿Sabían que en España no existe el crimen por Pederastia?
A la Iglesia del vaticano II no le hacen falta curas pederastas para desprestigiarse. Lo hace ella solita.
Detodas formas en los USA el tema ha estado muy explotado por determinadas iglesias protestantes, pues convenia destruir todo lo "catolico".
Se ha llagado incluso a mentir en casos como el de un ex-sacerdote católico que mientras fue sacerdote jamas abuso de nadie y que años despues de dejar la Iglesia y montar una rara secta protestante abusó de cientos de niños. Pues bien ese elemento ha sido siempre considerado como católico aunque ya habia dejado el ctolicismo muchos años atras.
"El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de Castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geografico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
Todavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia."Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica" .España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Catalunya. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo."
Marcelino Menéndez Pelayo.
Bergoglio vuelve a hacerle el juego al Sistema contra la IglesiaEl Vaticano cae en la trampa del sistema y el Papa hace de altavoz de ella.
Entre el clero el problema no es la pederastia o la pedofilia (no así entre médicos, profesores, entrenadores, políticos liberales, familiares, ....). No le meten mano a una niña de dos años.
El problema de la Iglesia Católica (infinitamente menor proporcionalmente que en el protestantes, judíos, ortodoxos, profesores, entrenadores, políticos liberales,..) es el homosexualismo.
De manera abrumadora los escándalos se producen con adolescentes postpúberes varones. Pero como para el discurso cultural dominante del Sistema la sodomía es buena y el clero no debe ser célibe, según los valores del sistema no se podría denunciar.
Entonces apelan a la repugnancia que existe en la sociedad todavía al abuso de menores cuando esos menores lo son legalmente pero no sexualmente
Y el Papa hace el juego con sus declaraciones dando la impresión de un problema de pederastia en la Iglesia
Anotaciones de Pensamiento y Critica: De nuevo, más memes de Anotaciones
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
Todos los curas, obligados a inscribirse en el Registro Central de Delincuentes Sexuales
por el Padre Custodio Ballester
A todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, hace que les pongan una marca en la mano derecha o en la frente; de modo que el que no lleve la marca con el nombre de la fiera o con los numerales de su nombre, no pueda comprar ni vender (Apocalipsis 13,16).
El Decretazo
La Ley Orgánica 1/1996, de Protección Jurídica del Menor, modificada por la Ley 26/2015 y la Ley 45/2015 de voluntariado, establecen la obligación de que se aporten certificados negativos del Registro Central de Delincuentes Sexuales para todos los profesionales y voluntarios que trabajan en contacto habitual con menores.
Por eso, llama la atención que el Decreto 23/16 firmado por el arzobispo de Barcelona D. Juan José Omella de 20 de septiembre de 2016 vaya más allá y disponga que, para que no haya ninguna duda de la plena colaboración de la Iglesia con la sociedad civil, se aplique en el ámbito diocesano la normativa del Estado. En su virtud, dice el decreto, todas las entidades diocesanas que dependen de la archidiócesis de Barcelona (delegaciones, parroquias, asociaciones, fundaciones, movimientos, Cáritas…) están obligados a cumplir inmediatamente con la normativa estatal sobre protección a la infancia y adolescencia en la medida en que su actividad comporte contacto habitual con menores de edad, incluyendo en este concepto el trato ocasional relacionado con la actividad pastoral.
El Estado puede pedir, dentro de sus atribuciones, todos los certificados que quiera, aún a costa de convertirse en un estado policial donde ya no exista la presunción de inocencia, sino la de culpabilidad. Pero, ¿qué necesidad tenía el Sr. Arzobispo de decretar la aplicación de una norma estatal en el ámbito eclesiástico? ¿Quién le ha asesorado para meter a todos los sacerdotes en el Registro Central de Delincuentes Sexuales como si el sacerdote fuese per se sospechoso de pederastia? ¿O acaso va con el orden sacerdotal la irrefrenable inclinación a la pederastia? ¿Cómo es eso?
La misma Agencia Española de Protección de Datos en su informe 0401/2015 interpreta que para considerar “trabajo habitual con menores”, es necesario que el puesto de trabajo implique por su propia naturaleza y esencia, un contacto habitual con menores, siendo los menores los destinatarios principales del servicio prestado. No siendo necesario presentar el certificado en aquellas profesiones que, teniendo un contacto habitual con el público en general, entre los que pueden encontrarse menores de edad, no estén por su naturaleza exclusivamente destinados a un público menor de edad. ¿Está el sacerdocio por su naturaleza exclusivamente dirigido a un público menor de edad? Pareciera que no. No todos los sacerdotes tienen ese trato habitual. La mayoría de ellos tratan con todos los feligreses por igual, pequeños y mayores y bastante más a estos últimos.
El certificado
Sin embargo el decreto se refiere a todos: clero parroquial (párrocos, vicarios, adscritos y diáconos) que tenga contacto habitual u ocasional o no lo tenga nunca. También los seminaristas y los catequistas. Es decir, ¡todo bicho viviente! Para todos ellos es necesario que obtengan el certificado negativo cuando comience el curso 2016/17, e inmediatamente -los sacerdotes- entregarán una copia del mismo a la Secretaria General del Arzobispado de Barcelona.
Por cierto, ¿qué hay de la Fundació Escola Cristiana? ¿Y de los profesores de religión? El decreto los señala genéricamente: laicos que trabajan en las entidades diocesanas enumeradas. Enumeradas con puntos suspensivos… pues no los nombran directamente. Y ellos sí que tienen trato habitual con menores. Y en un territorio especialmente conflictivo a estos efectos como lo es la escuela. Únicamente se señala directamente a los clérigos, hasta el punto de que las penas canónicas que enumera el artículo 6 del decreto se refieren casi exclusivamente a ellos: a los curas y a los diáconos, y a nadie más.
La desvergüenza de este affaire es que por evitar emitir un certificado positivo de mala conducta, es decir por seguir enmascarando los casos flagrantes, públicos y notorios de aquellos que realmente están implicados en algún caso de perversión, todos los curas estemos obligados a obtener un certificado negativo de mala conducta, porque así todos somos iguales y por tanto, al ser todo cura sospechoso de pederastia, todo cura se ha de molestar en demostrar que no es pederasta. ¿Y eso cómo se demuestra? Y si se trata de un certificado preventivo, que no es garantía de nada pues en él sólo constaría que el interesado no ha tenido una condena en firme, pero no que ha sido investigado o imputado… ¿por qué no un certificado de inclinación sexual hetero u homo o bisexual? Si lo que buscamos es prevención y la mayoría de delitos sexuales contra menores han sido cometidos por homosexuales hechos y derechos… ¿no sería mejor prevenir desde la realidad de una inclinación sexual definida? Por tanto, certificado de inclinación sexual obligatorio para los sacerdotes. ¿Qué tal el invento?
Y un paso más en la prevención, poniendo el acento en la vigilancia. ¿Qué han estado haciendo nuestros obispos y cardenales al respecto? Disimular y entrar en expedientes eternos, que es tanto como consentir. Ahí está la impunidad de la Casa de Santiago y de los amigos del padre Alfredo Rubio de Castarlenas. ¿Y es por tapar toda esa basura por lo que hemos de constar todos los curas en el Registro Central de Delincuentes Sexuales? ¡Ah!, que es para decir que no lo somos. ¿Y por qué no incluyen en él a los abogados, a los jueces, a los médicos, a los policías, a los asistentes sociales? Hombre, ¡cómo vas a comparar! En relación con la pederastia, los medios lo han dejado clarísimo: ser cura es ya ser sospechoso. De ahí la necesidad de tenernos a todos fichados. ¡A que sí, señor Vicario Judicial!
El autor
Pero no, D. Juan José Omella no ha sido ni el artífice ni mucho menos el inductor de esta medida. Lo considero un verdadero padre de los sacerdotes como para pensar ni un solo instante que esta medida hubiese sido idea suya. No. Fue mosén Santiago Bueno, Vicario Judicial y Presidente del Tribunal Eclesiástico, el que llevado de su celo purificador de corte inquisitorial, redactó ese decreto, entre beatorro y amenazante… Si miramos de dónde proceden los excesos de los inquisidores, nos encontramos siempre con lo mismo: sobreactuación para alejar de ellos toda sospecha de connivencia con el mal que persiguen. La Srta. Mª Montserrat Romaguera, abogada y responsable de la Asesoría Jurídica del Arzobispado, fue la encargada de presentar la perentoria necesidad del certificado negativo.
Pues bien, parece que el alegato de la comisionada fue tan efectivo que convenció a D. Juan José y a los vicarios episcopales -parece que a regañadientes- para que finalmente el Arzobispo decretara la obligación del clero barcelonés de demostrar su pureza racial.
La elocuente perorata de la jurisconsulta: que si la tolerancia cero, que si el Papa lo exige, que si el Estado lo requiere, que si las denuncias, que si las indemnizaciones, que si otros obispados ya lo han hecho… les hizo mella. Acogotó de tal manera al Consejo de Gobierno, que decretaron con prontitud el certificado negativo: no sé si como placebo para el ataque de ansiedad que provocó la apasionada letrada, o como carnaza narcotizante para tranquilizar la conciencia de alguien y cubrirle, al menos económicamente, las espaldas. El mentor de la jurista podía respirar aliviado. Lo había conseguido.
La sospecha
Lo que resulta bochornoso es que para camuflar a aquellos de los que se sabe positivamente que se les va la mano, todos los demás tengamos que demostrar nuestra inocencia. Con este decretazo admitimos que, por definición, el hecho de ser sacerdote lo convierte a uno en sospechoso de pederastia y debe, por tanto, demostrar que no lo es. Certificado negativo y todos contentos: Santiago Bueno, el Ministerio de Justicia y Puigdemont. Y es que todo el conjunto adolece de una sobreactuación sospechosa.
Ese deseo de pureza sexo-racial a la que aspiran ciertos jerarcas de la Iglesia, parece desmontar aquello de que la mujer del César además de ser honrada y casta debe parecerlo. Ya no debe parecerlo, ¡sino que ha de demostrarlo! Algunos se cubrirán de gloria, aunque la infamia manche a los demás. Que denuncien a los que de verdad son un peligro para los menores -¿es que todavía no los conocen?- y así sí que ganarán credibilidad. Y que dejen tranquilo al mayoritario resto de un clero que bastante pena tiene con sufrir además de la sospecha de la sociedad, inducida por la pasividad de unos líderes ausentes, la pena de vivir su sacerdocio en un tiempo tan calamitoso como éste.
Padre Custodio Ballester Bielsa
Todos los curas, obligados a inscribirse en el Registro Central de Delincuentes Sexuales
Pues estoy en total desacuerdo con el P. Custodio Ballester. Me parece una medida muy positiva que se exija el certificado de penales a todas las personas que tratan profesionalmente con niños. Si esto se extiende a los curas, mejor que mejor. Así de paso limpiamos el clero de pederastas y homosexuales, porque es una vergüenza la gentuza que se ha dejado entrar en los últimos 70 años. No entiendo que al P. Custodio Ballester esto le parezca mal. Y no entiendo que desde una página "tradi" se critique esa medida, cuando para acusar al Papa de ser amigo de los homosexuales están los primeros.
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
El problema es común ya para cualquier actividad. Ciertamente estamos viviendo en un Estado policial, y el principio de presunción de inocencia hace tiempo que "caducó", por mucho que se diga que a los delincuentes hay que tratarlos de "presuntos" o que alguien está siendo investigado cuando se han abierto diligencias, y otros muchos eufemismos. La realidad es que del eslogan "Hacienda somos todos", el "todos" ha pasado a "presuntos defraudadores"; el conductor al volante ya es siempre sospechoso de "borracho y/o drogata", y según sea la hora del día más sospechoso o menos, y da igual la edad, porque de soplar, lo que es soplar en el aparatito, no se libran ni los octogenarios.
¿Qué es lo que está pasando? A priori eso que quienes estamos en las antípodas de la acción del Estado sin ser anarquistas ni ácratas, denunciamos al comprobar objetivamente que el Estado ha pasado de estar al servicio del ciudadano, a servirse del mismo para sus fines y mantenimiento. Pero el Estado está constituido por individuos que controlan los resortes del Poder y han llegado a ello con la inacción de la mayoría. De los cuatro curas maricones malcontados, hemos pasado a esta situación inaudita e inconcebible, digna de recurrir a todas las instancias judiciales habidas y por haber, nacionales e internacionales. Pero no, nadie en la Iglesia moverá un dedo para combatir semejante monstruosidad. Y, sin embargo, esto se parece mucho al famoso "certificado de penales" tan al uso durante el franquismo. Además, la medida tiene otros efectos nocivos y altamente tóxicos. Se trata de una forma más de limitar el acceso de los niños a la catequización, pues ¿quién les va a preparar para la primera comunión?
Así, una medida necesaria para preservar a los niños, se convierte en una práctica malvada e injusta. Ya veremos si la medida se aplica también a todos los maestros y el profesorado de secundaria y, por qué no, a los médicos, enfermeras y demás personal sanitario, por supuesto a los psicólogos que tratan con menores, conductores de transporte escolar, personal de cocina y comedores, por qué no, también personal de limpieza si en las aulas o en los hospitales hay menores cuando pasan las escobas. Y tampoco deberían librarse los pilotos y azafatas cuando reciben la responsabilidad de transportar a menores con el permiso oportuno. ¿Y qué decir de los vendedores de zapatos, vestidos o pantalones, en las secciones infantiles de los grandes almacenes y tiendas del ramo? Se me ocurre que la medida debería ser aplicada a todo el personal de justicia de menores. En resumen, sin duda siendo una medida necesaria, se han pasado tres telediarios con ella. Por ejemplo, hasta la propia denominación, Registro Central de Delincuentes Sexuales, es peor que el registro de vagos y maleantes.
P.D. Por supuesto, que no se libre ni un sólo maricón o lesbiana de semejante aplicación para todo, dado que los mayores índices de pederastia se dan entre esos colectivos, ¿o es que desconocen cuál era el sistema educativo en la Grecia clásica, tan del gusto de los LGBT?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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