A nivel regional, un ejemplo: Valencia. (Se supone que será parecido en el resto de España)
"La sociedad ha cambiado de manera notable con la llegada de inmigrantes a la Comunitat Valenciana, que traen sus ideas y creencias e intentan ponerlas en práctica en armonía con el entorno que les recibe. Así, ortodoxos, luteranos y anglicanos solicitan en ocasiones la cesión de iglesias católicas para celebrar algunos de sus ritos, contando con la aprobación del obispo correspondiente, aunque hay párrocos que se saltan este paso. El Arzobispado, como en el caso de Vallada, llegó a pedir por escrito la máxima colaboración con el colectivo ortodoxo.
Las relaciones con el mundo musulmán también existen, aunque por las evidentes diferencias en las creencias no es posible una cooperación mayor. No obstante se sigue intentando, según afirman fuentes arzobispales. El imán de la mezquita Méndez Núñez de Valencia, Abdul Rahim, destaca la ausencia de conflictos. “Las creencias de la religión islámica son respetar al otro, en las prácticas religiosas no hay conflicto, mantenemos un diálogo de mente abierta. Diálogo y más diálogo, el vínculo es amistoso, sin barreras en la mente. Todos somos hermanos”, señala Rahim. La comunidad islámica abogó recientemente en un congreso en Torrent por enseñar su religión en los colegios públicos para lograr la integración a través del conocimiento de la cultura musulmana.
Oraciones por la unidad
Los intentos por aproximar posturas entre los cristianos empiezan a dar sus frutos. El pasado mes se celebraba en la diócesis de Orihuela-Alicante una semana de oración por la unidad de los cristianos, al igual que en otras demarcaciones. Hay por ejemplo iglesias ortodoxas más próximas al catolicismo que otras.
En esta provincia se encuentra la parroquia de Nuestra Señora de la Almudena de Benidorm, que es cedida a los anglicanos cuando lo solicitan. En Calpe está el santuario de Nuestra Señora de la Merced, también a disposición del culto anglicano. En Torrevieja, la parroquia de la Inmaculada es utilizada por anglicanos, así como por la iglesia luterana sueca, finlandesa y noruega. La iglesia ortodoxa del patriarca de Rumanía celebra algunos actos en la ermita de San Crispín de Elche. La parroquia de San Fulgencio ofrece sus locales a los anglicanos, y Santa Marta, entre Torrevieja y Santa Pola, deja los suyos a los ortodoxos del patriarcado de Constantinopla.
En la diócesis de Segorbe-Castellón figura el caso de Viver, donde el párroco de Nuestra Señora de Gracia, Juan Vicente Vaquerizo, atiende en casos puntuales a los ortodoxos de la zona en la celebración de su Pascua. Cuando llegó el primer grupo de rumanos a Castellón se cedió la catedral de Santa María a un pope ortodoxo para celebrar bautizos. El obispo de Castellón hizo lo propio con los ortodoxos rumanos en una capilla del colegio mayor femenino Domus Mariae. Estuvieron allí hasta que les construyeron la parroquia ortodoxa de San Nicolás, en el polígono de Rafalafera. En la festividad de este santo invitan al delegado diocesano de Ecumenismo, José Burgos, a participar en la Divina Liturgia.
Velas ortodoxas
El Arzobispado de Valencia cuenta con varios ejemplos de cooperación interconfesional. El anterior párroco de San Bartolomé Apóstol de Vallada, José Estellés, cedió la iglesia hace unos años a los búlgaros ortodoxos, que tienen en ella un pequeño rincón en el lateral izquierdo con imágenes de la Sagrada Familia, Nuestra Señora del Perpétuo Socorro y un cuadro de Jesús pintado por un búlgaro. El templo es antiguo, ya tuvo reformas importantes en el siglo XVII. Presenta una mezcla de estilos, predominando el barroco de su altar mayor y de las capillas.
Tal y como señala su actual párroco, Ángel González, acude gente a poner una vela, tradición muy arraigada entre el colectivo de ortodoxos búlgaros, que cuenta con 300 personas en Vallada de las que un 10% participa en actividades religiosas, “les encanta llenar un espacio con candelas pequeñas por devoción”.
Tienen un fuerte vínculo con Cáritas parroquial, a cargo de Ernesto Perales, que promovió una escuela infantil para que los niños aprendieran español. Según declara su responsable, “si no se ha continuado colaborando en actividades religiosas es más culpa nuestra que de ellos. Cabe la posibilidad de retomarla”.
Gergana Teneva, Geri, es ortodoxa búlgara. Participó con su marido en varias celebraciones en la iglesia de Vallada. “Cuando llega la Navidad y la Pascua casi todos vamos, son nuestras fiestas más grandes, incluso viene gente de fuera. Normalmente vamos cuando tenemos tiempo, hay una muy buena relación con los católicos”, señala, a la vez que se muestra orgullosa de que su marido interviniera traduciendo la misa católica mientras ella tocaba el piano. También hubo lecturas en búlgaro, todo en la más perfecta armonía.
El párroco que respondió la petición de la jerarquía de que se prestara la máxima colaboración a los ortodoxos. José Estellés señala que la idea comenzó cuando Cáritas ayudó con comida, ropa y vivienda, pero también en la religión. “Se les ofreció la posibilidad de acudir a la iglesia. Desde el Arzobispado nos dijeron en un documento escrito que les dejáramos utilizar sus iconos y trajeron una pintura con un santo búlgaro. Nos pidieron celebrar su Pascua”, afirma.
La Asociación de Países del Este de Castellón, presidida por Ángela Plácsintar, es otro ejemplo de integración. Cuenta con rumanos, húngaros, polacos y checos que vienen a trabajar en la construcción y la agricultura. Ha intervenido en la Ofrenda a la patrona, la Virgen del Lledó, y se están pensando hacerlo también en el pregón. Su participación con trajes regionales rumanos causó cierto malestar en un reducido número de personas, mientras que por contra, en Rumanía, se pusieron vestidos castellonenses que fueron admirados."
Los templos católicos se abren a ortodoxos, anglicanos y luteranos a causa de la masiva inmigración. lasprovincias.es
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