EL SACRAMENTO DE LA EXTREMAUNCIÓN
INTRODUCCIÓN AL CAPÍTULO[1]
Deben los párrocos hablar muchas veces a los fieles de la Extremaunción, por dos razones: • porque al traerles el recuerdo de las postrimerías, los llevará a reprimir los malos apetitos (Eclo. 7 40.); • porque así darán gracias a Dios de que, al salir de esta vida, les facilite por este sacramento el camino del cielo, así como les franqueó la entrada a la vida de la gracia por el Bautismo.
Nombre de la Extremaunción, y por qué es verdadero sacramento
[2] Este sacramento se ha llamado Extrema unción, porque ésta debe administrarse la última de entre todas las unciones que encomendó a su Iglesia el Señor, nuestro Salvador. Por este motivo, fue también llamado por nuestros mayores Sacramento de la Unción de enfermos y Sacramento de moribundos.
[3] La Extremaunción tiene razón propia de sacramento, como se deduce de las palabras del apóstol Santiago, con que lo promulga: «¿Está enfermo alguno de entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con óleo en nombre del Señor; y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le aliviará, y si se halla con pecados, se le perdonarán» (Sant. 5 14-15.). Al afirmar el Apóstol que en virtud de esta unción se perdonan los pecados, claramente manifiesta que es sacramento. Y ésta fue siempre la doctrina de la Iglesia Católica, expresada por varios concilios y definida finalmente en Trento (Dz. 907-908 y 926.).
[4] Aunque este sacramento se confiere con muchas unciones, acompañadas cada una de su respectiva oración, no son varios sacramentos, sino uno solo, siendo las diferentes unciones las partes o elementos de un solo todo; pues todas ellas constituyen un solo signo, y producen la cosa única que significa..
Sujeto de la Extremaunción[9] 1º
Sujeto remoto. —
Este sacramento sólo puede ser administrado a quien cayó en pecados después del bautismo, y
se halla tan gravemente enfermo, que se teme el fin de su vida;...
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