Madrid, 22 octubre 2005. Como había anunciado FARO en despacho anterior, el curso del Círculo Tradicionalista Antonio Molle Lazo ha continuado este sábado veintidós con una visita al Museo Nacional del Prado a la exposición El Palacio del Rey Planeta. Felipe IV y el Buen Retiro. Dos decenas de socios y amigos del Círculo pudieron disfrutar de una hermosa exposición organizada para conmemorar el cuarto centenario de Felipe IV el Grande (1605-1665), conocido como el Rey Planeta, pues durante su reinado la gloria militar española conoció esplendorosos episodios de expansión y civilización. En ella se reconstruye una de las empresas artísticas más emblemáticas de su reinado: el Palacio del Buen Retiro.

El palacio fue ornamentado con una extraordinaria colección de pinturas, encargadas en Madrid, Roma y Nápoles. En tan sólo diez años (1633-1643) se adquirieron con destino a esta residencia unas 800 obras de artistas españoles y franceses tan importantes como Velázquez, Zurbarán, Ribera, Poussin, Claudio de Lorena, Lanfranco o Domenichino, muchas de las cuales pasaron después (tras la destrucción parcial del Buen Retiro durante la guerra contra Napoleón) a engrosar los fondos del Museo del Prado.

La muestra, dividida en cinco secciones, propone un recorrido por los diferentes ámbitos pictóricos del Buen Retiro, rescatando el concepto de serie con el que las pinturas fueron concebidas en el siglo XVII. Entre los espacios evocados destaca el Salón de Reinos, el recinto más representativo y emblemático del Buen Retiro, cuyo conjunto decorativo puede contemplarse reunido por primera vez desde que fue desmontado en el siglo XVIII.


Además dado el interés y la vinculación con el mundo del teatro -una manifestación más del hispánico ideal de la unión de las armas y las letras- que Felipe IV manifiesta a lo largo de su reinado, se pudo disfrutar durante la visita de la representación de "El Rey se divierte", que reunía piezas de varias obras de don Pedro Calderón de la Barca.

La colección reúne, además de las esculturas y pinturas sobre la Roma clásica (las cuales se ocupaban de los grandes momentos de la vida pública de un emperador: el triunfo militar, máxima expresión de su autoridad, y el funus, las ceremonias asociadas a su muerte; algunas de las cuales se exhiben por primera vez, restauradas para esta exposición) que adquirió el Rey, las obras más representativas de todo su reinado. Poseen un innegable trasfondo político, en la medida que representan multitud de episodios de gloria de los invictos tercios españoles, en concordancia con el impulso misionero y civilizador de la Monarquía Católica. La bandera de la Cruz de Borgoña victoriosa es un motivo recurrente en muchos cuadros.

En resumen, una excepcional muestra que el Círculo Molle Lazo anima a visitar a sus simpatizantes y amigos; permanecerá abierta hasta el próximo 27 de noviembre. El precio de la entrada al museo es de 6 €, con descuentos para estudiantes hasta 25 años y para familias numerosas.

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