Desconocia de este pintor.
Es pintor clasico... como yo, y casi de la misma edad.
El año pasdo salio a la venta su segundo libro (por poco más de 30€), si te va bién???
Desconocia de este pintor.
Es pintor clasico... como yo, y casi de la misma edad.
Llevo cierto tiempo observando y en cierto modo, analizando la obra de Ferrer Dalmau. No acaba de convencerme, no digo que pinte mal,
pero desde mi punto de vista me temo que carece de originalidad. Como botón de muestra, prefiero a Elizabeth Butler, ella si que era original. Me gustaría dejar claro que conozco bastante bien la pintura, la equitación, y, por supuesto la vida militar. Es necesario hacer un estudio adecuado y encajar las piezas en condiciones antes de afirmar la genialidad de un artista. Es preciso ser rigurosos.
Bienvenido al foro Jazoran.
Que bueno que conozcas bastante bien de pintura, equitación y vidas militar.
Todos temas de interés.
Esperamos tus aportes.
Cordiales saludos.
Bienvenido, Jazoran. Butler no pintaba mal tampoco. De todos modos, en tanto que sea verdadero arte, los gustos son subjetivos. Ser original no está mal, pero para mí lo importante en el arte es el talento, independientemente de que se innove o no.
Iniciado por jazoran;86872[B
¡Benvingut!
Precisamente hablando de pintura, para gustos los colores, fíjese que a mi personalmente me gusta el color del Rioja de los 80's, el lustre de las damas cuando les da el sol, y el azul de la camiseta del Barça..........con esto quiero decir que la polémica existe, y como siempre esta servida, unos con el sevillano y otros con el pacense................
Mi honor, la lealtad,
mi fuerza, la voluntad,
mi fe, la catolicidad,
mi lucha, la hispanidad,
mi bandera, la libertad,
mi arma, la verdad,
mi grito... ¡despertad!
mi lema... ¡¡Conquistad!!
Es un gran pintor y, por lo que me han dicho, una grandísima persona. Si tiene calidad y además lo dedica a un concepto tan especial como el que trata en el contexto actual, qué más podemos pedir.
Seguramente pediré en lámina firmada éste dedicado a la División Azul, para decorar mi recién estrenado salón:
10.jpg
Estimado Garcia Morato:
Que cuadro estupendo!
No lo conocía.
Tiene un realismo impresionante.
El helado clima de las estepas rusas.
El cielo presagiando nuevas tormentas.
El entierro de las botas en la nieve.
El agotamiento de los soldados.
Los muertos congelados a la vera del camino.
Y esa voluntad de hierro de los Combatientes Europeos contra los orcos bolcheviques, de seguir adelante pese a todo y contra todo.
Porque así lo juraron, porque su Honor es su Fidelidad!
Y finalmente -es sin duda un cuadro magnífico- porque se trata de la Epopeyica y Gloriosa División Azul!
Una curiosidad, de que se trata tu reciente estrenado salón?
Hola, Juan Vergara. Me encanta toda la obra de Ferrer Dalmau, y mi único lamento al respecto es no disponer de los caudales necesarios para comprarle 4 o 5 cuadros más. Eso sí, como falangista que soy, seguro que entiendes bien que me decante por éste. En efecto, es maravilloso, estéticamente brillante, crudo, realísimo...una pincelada histórica fascinante y un sentido homenaje a aquellos españoles que lucharon contra el comunismo en las estepas de Rusia. Entre ellos, mi abuelo, del cual conservo documentos, cartas y medallas de entonces, que guardo como el más sagrado de los tesoros.
El recién estrenado salón no responde más que a una recién estrenada vivienda, je je. Y quiero hacer de mi comedor, poco a poco, un pequeño museo entre la biblioteca, militaria y otros elementos. Mi mujer es una santa, otra me tiraría por el balcón, junto a todo lo demás ja ja.
Un saludo!
Vale!
Que bueno que conserves esas reliquias de tu abuelo!
Y que orgullo y honor ser nieto de un Divisionario!
En enhorabuena por tu museo -con el deseo que siga creciendo- y por tu santa mujer!
No tengo palabras.
Recopilación de su obra:
Augusto Ferrer-Dalmau 'El Pintor De Batallas'
Entrevista a Augusto Ferrer Dalmau en la televisión de Castilla y León (2010):
Militia est vita hominis super terram et sicut dies mercenarii dies ejus. (Job VII,1)
Batalla de San Marcial: un cuadro, Guipúzcoa y España
La fecha, como casi todo lo histórico-militar, ha pasado inadvertida en España. Dos siglos del Martes Glorioso de la Batalla de San Marcial. Un 31 de agosto de 1813 aconteció en tierras de la Guipúzcoa la batalla decisiva que significó a la postre el fin napoleónico en territorio de Vascongadas y Navarra.
Enfrentó a las huestes gabachas del temible mariscal Monsieur Nicolas Jean de Dieu Soult con el Cuarto Ejército español, gallego para más seña, al mando del general Don Manuel Alberto Freire de Andrade y Armijo, apostados sus hombres en primera línea en los campos de Sorueta y Enacoleta (III división), alturas de San Marcial (parte de la V) e Irún y Fuenterrabúa (VII división). Eran tiempos aquellos de alianzas con Portugal y Reino Unido para frenar el delirio napoleónico en España, úlcera posterior del Sire. Y Sir Arthur Wellesley andaba por allí, «of course».
Cuadro de la batalla de San Marcial de Augusto Ferrer-Dalmau
Fecha inadvertida, como hemos dicho. Y más con la que llueve dos siglos después en tierras de Guipúzcoa y su capital, San Sebastián, ciudad arrebatada al francés tras la Batalla de San Marcial, donde sus fiestas rinden solo homenaje a los terroristas (bomba lapa y tiro en la nuca, nunca se olviden). Nada de la españolidad indiscutible de su Historia.
Pero dejemos la política y vayamos al campo de batalla que estos días puede el viajero visitar, por su riesgo y cuenta: 161 oficiales y 2.462 soldados españoles muertos (unos 4.000 fueron los franceses que murieron en la batalla). Ingleses y portugueses apenas tuvieron bajas.
EXPOSICIÓN DE FERRER-DALMAU EN SAN SEBASTIÁN E IRÚN
Es precisamente esta Batalla de San Marcial la que ha querido recrear en su último cuadro el pintor barcelonés Augusto Ferrer-Dalmau, quien recientemente rindiera tributo a los soldados españoles en Afganistán con “La Patrulla”. Una obra que se pudo visitar en el Palacio de Miramar de San Sebastián, “un cuadro que ha contado con el mecenazgo de la familia Aperribay” y se expone ahora hasta finales de octubre en el Museo Oiasso de Irún, posteriormente formara parte de los fondos del Museo del Ejercito en Toledo. También se presentará en Madrid.
Y Sir Arthur Wellesley andaba por allí. El Duque de Wellington quien contempló la batalla desde su atalaya para luego referirse en estos términos al Ejército español y sus huestes gallegas en una arenga en el Cuartel de Lesaca, un 4 de septiembre de 1813:
«Guerreros del mundo civilizado: Aprended a serlo de los individuos del Cuarto Ejército que tengo la dicha de mandar. Cada soldado de él merece con más justo motivo el bastón que empuño. Todos somos testigos de un valor desconocido hasta ahora; del terror, la muerte. La arrogancia y serenidad, de todo disponen a su antojo. Dos divisiones fueron testigos de este combate original sin ayudarles en cosa alguna y esto por disposición mía para que se llevaran una gloria que no tiene compañera. Españoles: Dedicaos a imitar a los inimitables gallegos, distinguidos sean hasta el fin de los siglos por haber llegado en su denuedo hasta donde nunca nadie llegó. Nación española premia la sangre vertida por tantos cides. Diez y ocho mil enemigos con una numerosa artillería desaparecieron como el humo para que no os ofendieran jamás». Proceso de creación de la Batalla de San Marcial por Augusto Ferrer-Dalmau
Estamos en esas fechas, si visitan la buena tierra de Guipúzcoa ya saben, acuérdense de que hace dos siglos aconteció aquel Martes de Gloria en la Batalla de San Marcial. Pásense por el Museo Oiasso de Irún, donde el óleo forma parte de la muestra «Tratados de Paz». Y contemplen el cuadro: a la izquierda de la composición, soldados franceses en retirada; a la derecha, bayonetas españolas empujando, la bandera de la noble Infantería española… muertos, sangre, barro. En la altura, la ermita de San Marcial. Humo y pólvora. Cañón.
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«Mi Bandera» o el otro 14 de febrero: un cuadro para la Infantería de Marina
El próximo día 27, aniversario de la Infantería de Marina, se presentará el cuadro del pintor Augusto Ferrer-Dalmau titulado «Mi Bandera», donde representa al granadero Martín Álvarez en la batalla del Cabo de San Vicente (14 de febrero de 1797) defendiendo la bandera de su navío el «San Nicolás de Bari» cuando toda la tripulación estaba muerta o malherida.
Aquí os lo dejamos, para celebrar a nuestro modo el otro 14 de febrero, el cuadro:
«Mi bandera», del pintor barcelonés Augusto Ferrer-Dalmau
Según la crónica de un oficial inglés testigo de la batalla:
«[...] En el barco español “San Nicolás de Bari” queda algo por conquistar. Sobre la toldilla arbola la bandera española, cual si todavía el barco no se hubiese rendido. Un oficial inglés que lo observa va a ella para arriar la bandera. Antes de llegar un soldado español, de centinela en aquel lugar, sin apartarse de su puesto, le da el alto, el oficial no le hace caso y se acerca, el sable del centinela lo atraviesa con tal fuerza que lo queda clavado en la madera de un mamparo.
[...] Un nuevo oficial y soldados se acercan y el centinela no logrando desasir su sable de donde se hallaba pinchado, coge el fusil a modo de maza y con él da muerte a otro oficial y hiere a dos soldados. Da después un salto desde la toldilla para caer sobre el alcázar de popa donde lo acribillan a tiros los ingleses. Nelson que ha presenciado la escena se aproxima al cadáver silencioso Y ordena que se le envuelva en la bandera que había defendido con tanto ardor».
Pero el centinela Martín Álvarez no estaba muerto, sino muy mal herido. Lo curaron y lo llevaron a Lagos, en el Algarve al sur de Portugal y de allí hacia España.
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«El Camino Español»: morenos, barbudos y con mala leche
Esteban Villarejo
El pintor Augusto Ferrer-Dalmau ha presentado este miércoles en el Palacio Real de Valladolid el cuadro «El Camino Español», en compañía del escritor Arturo Pérez-Reverte.
Se trata de una obra que versa sobre la ruta de los Tercios entre España y Flandes, un corredor militar que tenía en el puerto de Barcelona uno de sus hitos, camino de Génova y Milán, para llegar más tarde hasta Bruselas, siempre por zonas aliadas y nunca por mar, para evitar tormentas y la enemistad de Francia e Inglaterra, las dos orillas del necesario y desechado paso por el Canal de la Mancha.
Para el académico y escritor del «Capitán Alatriste», el cuadro de Ferrer-Dalmau «no es un homenaje a la parafernalia bélica y a la gloria militar, sino al español de a pie, tanto al de ayer como al de hoy, que a veces se cargaba al hombro un mosquete, una alabarda o una pica como una manera de ganarse la vida» (nos informa Efe). «¿Cómo sería la España de entonces para preferir alistarse en vez de quedarse en su tierra?», añadió Pérez-Reverte.
Momento de la presentación del cuadro por encargo de la Asociación Retógenes Amigos de la Historia Militar / HERAS
«Eran tipos pequeños, morenos, barbudos, con mucha mala leche, temidos y odiados pero muy disciplinados bajo el fuego enemigo. Adornados también por el orgullo y la crueldad propia de la raza». Así se refirió Pérez-Reverte a aquellos soldados españoles, herederos de los Tercios del Gran Capitán.
El cuadro de Ferrer-Dalmau refleja un instante de los soldados camino de la célebre derrota de Rocroi (1643, Francia), una de las más dolorosas de los tercios españoles.
«El Camino Español», de Augusto Ferrer-Dalmau
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Ferrer-Dalmau dona una estatua de Blas de Lezo al Museo Naval
El artista Augusto Ferrer-Dalmau donará este viernes una estatua del teniente general Blas de Lezo y Olavarrieta al Museo Naval. El acto, que tendrá lugar a las 12:00 horas, será presentado por el escritor Arturo Pérez-Reverte y lo presidirá el almirante director del museo, José Antonio González Carrión.
Aquí os dejo algunos bocetos del trabajo de este pintor de batallas, ahora también metido al trabajo de la escultura, quien subraya su “obsesión” por retratar un Blas de Lezo “guerrero y orgulloso”.
Estatua y bocetos
Escultura de Blas de Lezo
Ficha técnica:
AUTOR: AUGUSTO FERRER-DALMAU
ESCULTURA BLAS DE LEZO
OBRA ORIGINAL FIRMADA: AUGUSTO FERRER-DALMAU
FUNDICIÓN A LA CERA PERDIDA. PATINAS EFECTUADAS A MANO
MEDIDAS: 67 CM ALTURA. BASE 25 X 25 CM
MODELADO y AMPLIACIÓN DEL MODELO: J. G. GARCÍA CALVO y F. LOZOYA MONLEÓN
DIRECCIÓN TÉCNICA: EDICIONES & ESCULTURA HISTÓRICA
FUNDICIÓN: ARTURO DEL OLMO-FUNDICIONES EN BRONCE. ARGANDA-MADRID
SE PRESENTA LA ESCULTURA EN UNA AMPLIACIÓN ESPECIAL Y ÚNICA EFECTUADA SOBRE EL MODELO ORIGINAL Y DESTINADA AL FONDO DEL MUSEO NAVAL DE MADRID.
Ferrer-Dalmau dona una estatua de Blas de Lezo al Museo Naval | Por Tierra, Mar y Aire
Nueva obra de Augusto Ferrer-Dalmau:
Por España y por el Rey. Gálvez en América
Artículo de la sección de cultura del ABC: Con Gálvez en la toma de Pensacola (1781) en el lienzo de Augusto Ferrer-Dalmau
Una imagen más para la historia, y para nuestra memoria, la de este cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau que presidirá la gran exposición «Bernardo de Gálvez y la presencia de España en México y Estados Unidos» que abrirá sus puertas en la Casa de América próximamente. Es una ventana a uno de los grandes episodios, aunque todavía poco conocido, de la ayuda que nuestro país prestó a las Trece Colonias para independizarse de Inglaterra. El público lo podrá contemplar en Madrid a partir del próximo día 4 de diciembre, como una de las más destacadas piezas de la muestra. El lienzo, de 180 por 150 centímetros, se titula: «Por España y por el Rey: Gálvez en América» y recoge una escena de la batalla de Pensacola.
El cuadro representa, en palabras del pintor, «uno de los ataques británicos a las posiciones españolas que cercaban Pensacola, intentando romper el cerco, y su puesta en fuga dejando sus muertos y bandera abandonados en el parapeto hispano». La exposición dedicada al héroe español de la independencia de EE.UU. está comisariada por el teniente coronel José Manuel Guerrero Acosta y ha sido posible gracias al patrocinio de Iberdrola.
¿Por qué ha elegido ese título? Ferrer-Dalmau, conocido como el pintor de batallas por su especialización en renovar la imaginería de los hechos militares de la historia de España, comenta a ABC que lo escogió «porque ese siempre ha sido el grito de guerra de nuestros ejercitos a lo largo de los siglos, y porque con este lema los españoles hemos hecho grandes proezas militares». Según subraya, «quizás la disciplina no esté entre nuestras mayores virtudes, pero sí la lealtad».
Historia de los contendientes
El pintor ultima la figura de GálvezEl lienzo resume, con la brillante técnica de Ferrer-Dalmau, la complejidad de aquella época y de aquella sociedad en una sola imagen, pero nos cuenta varias historias. Primero el héroe: «He pintado a Galvez en lo alto del parapeto, orgulloso, firme y sereno, viendo como huye el enemigo -nos relata el pintor de batallas-. Sus soldados, al igual que Gálvez, muestran la suciedad el sudor y el polvo en sus uniformes, y muchos pequeños detalles, que nos permiten viajar en el tiempo hasta esa época».
Augusto Ferrer-Dalmau explica con pasión esta historia íntima de cómo ha logrado representar aquel momento, casi parece que ha estado allí, por la intensidad de su relato. Se lo comentamos y se ríe: «Casi me parece a mí lo mismo a veces, después de tanto tiempo documentando e imaginando la escena y el contexto histórico». Gracias a la ayuda del experto en uniformes Luis Sorando Muzas, la fidelidad de todo lo que aparece en el cuadro es notable.
«Vemos diferentes atuendos: el Regimiento de Navarra, el más numeroso de cuantos participaron en el cerco, con sus uniformes blancos con vueltas rojas, hoy recreados por la famosa Asociación “Granaderos de Galvez” -nos cuenta-. Y luego están los fieles infantes americanos del Fijo de la Luisiana, con sus puños azules. También el tambor y un artillero con sus casacas azules y rojas, defendiendo su pieza tras el asalto, ¡y no te olvides de mentar a los voluntarios ligeros catalanes!».
Sangre catalana
Lo pide y lo explica así: «He querido dejar constancia de la presencia del 2º de Voluntarios de Cataluña, con el soldado de azul con divisa amarilla que hay a la derecha, pues nosotros, los catalanes, a lo largo de la historia de España, hemos estado presentes en todas las contiendas regando con nuestra sangre los campos de batalla igual que nuestros compatriotas y muchas veces como voluntarios». Ahí es nada, con la que está cayendo.
Fragmento del cuadroGálvez creó el primer ejército interracial, o multicultural, y en el cuadro está un soldado negro: «Es del Batallón de Morenos de La Habana, que eran hombres libres, que solían llevar un atuendo peculiar de color rojo, pero que en campaña lo ocultaban bajo un casacón azul y que combatieron allí junto con los hispanos», recuerda el pintor.
Para los aficionados a la historia, cabe añadir que las diferentes secuencias del proceso de carga y disparo del fusil de sílex están presentes en diferentes figuras. Licencias se ha tomado: «A uno de los soldados lo pinté con el casco de pluma, entonces ya en desuso, porque representa a un veterano. Y también he puesto bigote al fusilero catalán, dándole un aspecto mas fiero, pese a que ya solo estaban autorizados a llevarlo los granaderos y la caballería».
En la muestra se podrá ver el mapa original utilizado en la conquista de Pensacola y numerosas piezas de archivos y museos, además de una maqueta interactiva.
Un culto soldado español del XVIII
En la introducción al catálogo que prepara el comisario de la exposición, José Manuel Guerrero Acosta, se subrayarán rasgos de la personalidad y dotes de mando de Gálvez que no son los más conocidos: «Su carácter era abierto y jovial y era aficionado a la música, compositor de tonadillas, y espectador frecuente del teatro y los toros». Pero también era un conocedor de los avances técnicos del XVIII como los aerostatos. «Como militar, fue apreciado por sus subordinados» -continúa Guerrero Acosta- y muy favorable a emplear la fuerza proporcionadamente. «Cabe destacar la importancia que concedió Gálvez a evitar cualquier daño a la población y propiedades en Pensacola, exigiéndoselo al gobernador británico nada más comenzar el ataque y tomando medidas para evitarlo por parte de la artillería y Armada españolas». Un territorio poco poblado hacía valioso cualquier bien existente.
También destaca el comisario que, «siguiendo las instrucciones directas del rey Carlos III, expulsó a los británicos del Golfo de México y ayudó estratégica y económicamente a las Trece Colonias norteamericanas en su independencia». Esta exposición tratará de mejorar el recuerdo de todos esos hechos decisivos en el nacimiento de la primera democracia en el Nuevo Mundo.
Entrevista a Augusto Ferrer-Dalmau. Un pintor de batallas
Entrevista a D. Augusto Ferrer Dalmau, pintor español de linaje catalán, especializado en la historia de nuestra patria, concretamente en los hechos heroicos de nuestros ejércitos a lo largo y ancho de la historia de España. El autor desentraña con pinceladas de artista de genio los valores propios de los grandes hombres y gestas que hicieron historia en todas las épocas; el valor, el heroísmo la religiosidad, el patriotismo, la religiosidad, la fidelidad, el honor, la destreza, la resistencia a lo inaguantable como propio del español, el amor a un ideal, el amor a Dios…
El pueblo español siempre ha estado unido a la Cruz de Cristo y ello se refleja muy bien en las batallas épicas de nuestros grandes soldados llevando el Evangelio a tierras lejanas e inhóspitas con un celo y un pundonor admirable y fuera de lo común. Legiones de soldados y religiosos acompañan su pintura, una pintura profundamente española arraigada en la voluntad de un hombre por dar a conocer retazos de la historia de una gran nación: nuestra amada España.
Entrevista a Augusto Ferrer-Dalmau. Un pintor de batallas | Adelante la Fe
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