'Censurado': lo que los millonarios no quieren oír
Nick Hanauer durante su charla en el TED (YouTube)
El pasado mes de marzo, el fundador de Amazon y gear.com
Nick Hanauer, uno de los inversores más importantes de Estados Unidos, apareció en la conferencia organizada por el Technology Entertainment and Design ante un acaudalado público formado por algunos de los más importantes empresarios estadounidenses y afirmó:
“Si es verdad que mantener bajos los impuestos de los más ricos produjese más puestos de trabajo, hoy en día estaríamos saturados de ofertas de trabajo”. Sin embargo, no ha sido hasta hace unos días que el popularmente conocido como TED, reputado organismo dedicado a la organización de charlas dirigidas a las elites –la entrada más barata cuesta 7.500 dólares–, decidió no publicar el vídeo de su participación, al considerarlo inapropiado, polémico y partidista.
A pesar de la fama y reputación del norteamericano, su conferencia no ha superado el filtro de
Chris Anderson, máximo responsable del TED y el encargado de seleccionar aquellas que formarán parte de la página web de la organización. A pesar de la negativa de Anderson, el discurso y su presentación en PowerPoint pronto aparecieron
en la página web de The Atlantic y se difundieron por toda la web. El vídeo puede
verse en YouTube. Rápidamente, las acusaciones de censura comenzaron a aflorar en diversos blogs, periódicos y foros.
Entre otras controvertidas ideas, Hanauer defendía el aumento de los impuestos entre las clases más pudientes de Estados Unidos, ya que no son ellas sino
la clase media, emprendedora y consumidora al mismo tiempo, la que produce más puestos de trabajo.“He comenzado o ayudado a empezar docenas de negocios y he contratado a montones de gente. Pero si nadie hubiese tenido dinero para comprar lo que ofrecíamos, todos estos negocios habrían desaparecido y con ellos, los puestos de trabajo”, señalaba el inversor.
“Eso es por lo que puedo decir con confianza que los ricos no crean trabajo ni hacen negocios, ni grandes ni pequeños”.
La charla fue considerada
“demasiado política”.
¿Qué hace especial el caso de Hanauer? Que se trataba de un inversor de éxito, aplaudido unánimemente por sus grandes logros, dirigiéndose a un público formado por grandes fortunas. Y que, por si fuera poco, apelaba a su propia experiencia como empresario para justificar una mayor igualdad fiscal.Sin embargo, bajo el hipotético rupturismo de Hanauer, no se oculta un revolucionario reparto de la riqueza ni un ataque indiscriminado a los dueños del capital, sino precisamente un camino de salida ante la crisis que, según él, pasa por fortalecer las clases medias y bajas en cuanto que son las que consumen los productos que los empresarios crean para ellos. Y a pesar de esto,
gran parte del público se sintió aludido, señalado y molesto por las afirmaciones del licenciado en Filosofía por la Universidad de Washington.
¿Censura o falta de interés?
“Demasiado política”. Esa fue la razón ofrecida por Chris Anderson para justificar su decisión de no admitir la controvertida participación de Hanauer en la página web de
TED. Algunos partidarios del empresario de Seattle han contraatacado recordando que el propio Anderson no ha dudado en invitar en repetidas ocasiones a varios políticos, y otros han indicado que es una mera excusa para censurar un comentario incómodo. Por su parte, el propio Hanauer ha asegurado
“aceptar la decisión. Él es el dueño, así que decide lo que comparten”.
Una afirmación que bajo su apariencia de cordialidad, sugiere que siguen siendo los dueños de los canales de difusión, como Anderson, los que deciden los mensajes que llegan al gran público.
Por su parte, el propio Anderson ha contestado airadamente ante la polémica que se ha suscitado, en una nota de prensa que ha titulado
La Historia Real. El organizador se escudaba en las notas mediocres que había recibido la charla entre el público presente para justificar la desaparición de la misma de la parrilla del TED. Lo cual puede tener dos lecturas muy diferentes: en primer lugar, que efectivamente se trataba de una intervención mediocre y carente de interés (al menos, para el público habitual de la organización). En segundo lugar, que el público del TED, conformado generalmente por
empresarios de primera línea, no tenía ningún interés en oír lo que Hanauer tenía que decirles.
Anderson añadía en su nota que los argumentos proporcionados por Hanauer eran
“explícitamente partidistas y poco convincentes”. Según el curador de TED, disponen de una cantidad tan amplia de conferencias para utilizar que sólo publican
“aquellas que son especiales de verdad. Para ofrecer una visión sesgada y egocéntrica de la realidad, ya tenemos el resto de los medios de comunicación”. Y recordaba que Hanauer se había tomado muy mal la decisión de no subir su intervención a la red, y que había amenazado con hacerlo por su cuenta. Que es lo que finalmente ha ocurrido.
Por su parte,
Forbes publicaba el pasado fin de semana un artículo de opinión escrito por
Tim Worstall que, bajo el nada equívoco título de
La ignorancia de Nick Hanauer, sugería que la reacción del inversor era poco menos que una pataleta.
"No es que sea mediocre, es aún peor que eso, el producto de la ignorancia", señalaba el británico, que terminaba pidiendo al empresario que se documentase antes de su siguiente charla.
Una polémica candente
Las opiniones vertidas por Hanauer en su intervención en el TED se encuentran en una línea no tan distinta a otras manifestadas por diversas figuras de releavancia, de
Mark Zuckerberg a
Bill Gates, y que sin embargo han sido calificadas como poco ortodoxas entre determinados círculos. Anderson considera que
“muchos empresarios y emprendedores se sentirán insultados por el argumento de Hanauer de que muchos multimillonarios sólo contratan más empleados como último recurso”.
Esa es exactamente la tesis que mantiene el emprendedor, según la cual, la búsqueda de la eficiencia y la rentabilidad a toda costa han llevado a considerar la contratación como un mal menor:
“cualquiera que haya llevado alguna vez un negocio, sabrá que contratar gente es lo último a lo que recurrimos, sólo en el caso de que la demanda del consumidor sea demasiado alta”. Por lo tanto, el emprendimiento de clase media, de dimensiones más limitadas, ayudaría a la creación de un mayor número de puestos de trabajo. Para Hanauer, se trata un paradigma alternativo que determinados intereses han querido ocultar y se defiende recordando que
“hace siglos, también se decía que el Sol giraba alrededor de la Tierra”.
Will Smith respondió ante la propuesta de Hollande:
“Dios bendiga a América”. Su opinión se encuentra en sintonía con lo que el partido demócrata está proponiendo como respuesta al debate público. En esa línea se encuentra la ley del impuesto millonario impulsada por
Barack Obama el pasado septiembre, la llamada
“regla Buffett”, que buscaba aumentar a un 30% el impuesto mínimo pagado por aquellos que cobraban más de un millón de dólares el año. Sin embargo
, dicha propuesta se encuentra en punto muerto al haber sido bloqueada por el partido republicano el pasado mes de abril en el Senado.
“Dios bendiga a América”
Recientemente, el célebre escritor de novelas de terror Stephen King
publicaba en el Daily Beast un artículo titulado “cobradme más impuestos, me @%&# en la leche’”, en el que se preguntaba “¿cómo es posible que no esté pagando el 50% en impuestos?” Y ello, a pesar de gastar aproximadamente unos cuatro millones de dólares el año en obras de caridad. El escritor, conocido por su incorrección política, aseguraba que a lo largo de su vida había conocido a muchos ricos (él mismo reconocía ser uno de ellos), y que
“preferirían rociar sus miembros con gasolina, coger una cerilla, prenderse fuego y bailar al ritmo de ‘Disco Inferno’ antes que pagar un céntimo más en impuestos”.
La pasada semana, el actor
Will Smith se encontraba en plena gira promocional de
Men In Black III (Barry Sonnenfeld, 2012) cuando apareció en el programa de
Laurent Delahousse.
En mitad de la entrevista, el periodista preguntó al actor qué le parecía la propuesta de Barack Obama de cargar con un 30% los impuestos de los niveles más altos de renta, a lo que el célebre intérprete respondió de manera positiva, recordando que le parecía lo más justo para su país. Y cuando se le insistió subiendo el porcentaje al hipotético 75% propuesto por el presidente de la República Francesa
François Hollande, la superestrella
palideció, se rió con nerviosismo, recordó que se trataba de algo muy diferente y concluyó con un divertido, pero sincero, “Dios bendiga a América”. Señal de que todos estamos dispuestos a colaborar… Pero hasta cierto punto.
Marcadores