Madrid, 31 julio 2008. A la progresiva destrucción de la antaño importante industria aeronáutica española y la reducción constante de los efectivos y la operatividad del Ejército del Aire, puede sumarse ahora la desaparición gradual de las líneas aéreas de bandera, Iberia, en beneficio de los especuladores y de la decadente y financieramente débil compañía británica British Airways. Es la misma historia que vivimos desde el acceso al poder del actual Jefe de Estado, Juan Carlos, y la desgraciada anexión de España al Mercado Común Europeo, hoy Unión Europea. Recordemos, por ejemplo, el desmantelamiento de la próspera compañía Spántax, pionera de los vuelos chárter a los Estados Unidos de Norteamérica, por parte de personas del entorno del Jefe del Estado constitucional.

El confidencial digital Hispanidad publica hoy los siguientes datos:

Iberia y British Airways debaten el emplazamiento de la sociedad tenedora

Blesa no incrementará la inversión en Iberia-BA

Técnicamente, la fusión entre Iberia y British Airways consiste en la creación de una nueva sociedad que será la tenedora del 100% de las acciones de ambas compañías. De esta manera se mantienen ambas marcas y se permite que ambas sociedades sigan cotizando en los mercados de Madrid y Londres. Además, según ha señalado el presidente de Iberia, Fernando Conte, ambas compañías seguirán conservando sus respectivas sedes sociales.

Pero lo que todavía no está claro es la ubicación de la sociedad tenedora. Si se situará en Londres, daría mucho cante y evidenciaría que se trata de una fusión por absorción. En Madrid, British Airways no está dispuesta. ¿Y si se colocara en Dublín, donde los impuestos son sustancialmente más bajos que en cualquiera de los estados? Eso significaría maximizar la factura fiscal, pero una merma de ingresos para el Estado español y la Comunidad de Madrid muy potente.

Por otra parte, el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ya ha anunciado que no incrementará su participación en la resultante, con lo que seguirá siendo el accionista mayoritario de la resultante, pero menos mayoritario que en Iberia. Mucho menos.

Más: Conte rechaza la comparación con Air France-KLM porque entonces se trataba de una fusión de una compañía fuerte y una débil. No es el caso, afirma, porque Iberia tiene una estructura financiera fuerte. ¿Y BA? No tanto. Tiene serios problemas para financiar el fondo de pensiones de sus pilotos. Y por otra parte: ¿cuál será el futuro operativo de Iberia? Desde el SEPLA se advierte que si se deja a Iberia exclusivamente con las líneas hispanoamericanas, será su ruina.

Y un último apunte: ¿Hemos financiado los españoles a través de AENA las inversiones en la T4 para que ahora sean disfrutadas por el capital extranjero? La operación, se mire por donde se mire, no puede ser menos estratégica.

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Agencia FARO