En Inglaterra por ejemplo, tienen que cerrar pubs de siglos de tradición por culpa del alcohol. Una pena.
Cierto que pequeñas cantidades de alcohol son recomendables,que una copa en un bar no hace daño,pero el alcohol también tiene su grado de adicción y es bien sabido el mal que causa en mucha gente.El tabaco por si mismo no incita a la violencia,en tanto el alcohol,y se ve a diario en las calles con los botellones,causa violencia y molestias a los demás.
En Inglaterra por ejemplo, tienen que cerrar pubs de siglos de tradición por culpa del alcohol. Una pena.
“La verdadera fe es incolora, por decirlo así, como el aire y el agua; medio transparente a través del cual el alma ve a Cristo. Nuestros ojos no ven el aire y de la misma manera nuestra alma no se detiene a contemplar su propia fe. Cuando, por consiguiente, los hombres toman esta fe como si dijéramos en las manos, la inspeccionan curiosamente, la analizan, se absorben en ella, se ven forzados a materializarla, a darle color para que pueda ser tocada y vista. En otros términos, sustituyen a ella, colocan sobre ella, cierto sentimiento, cierta impresión, cierta idea, cierta convicción, algo en fin en que la atención pueda prenderse. Cristo les interesa menos que lo que llaman ellos sus experiencias. Los vemos trabajando para seguir en sí mismos los signos de la conversión, la variación de sus sentimientos aspiraciones y deseos: los vemos ponerse a conversar con los demás sobre todo esto. ”. John Henry Newman
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Movimiento antitabaco en la Alemania nazi
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La Alemania nazi inició un fuerte movimiento antitabaco,1 después de que los médicos alemanes fueran los primeros en identificar la relación entre fumar y cáncer de pulmón.2 3 Este descubrimiento llevó a la primera campaña pública antitabaco de la historia moderna.4
Los movimientos antitabaco crecieron en muchos países desde inicios del siglo XX,5 6 pero tuvieron poco éxito, excepto en Alemania, donde la campaña fue apoyada por el gobierno tras la llegada de los nazis al poder.5 Fue el movimiento antitabaco más poderoso en el mundo durante los años 1930 e inicios de los 40.7 La dirigencia del Partido Nacional Socialista condenó el acto de fumar8 y varios de los líderes nazis criticaron abiertamente el consumo de tabaco.7 La investigación sobre el tabaco y sus efectos en la salud prosperó bajo el régimen nazi9 y fue la más importante de este tipo para la época.10 La aversión personal de Adolf Hitler hacia el tabaco11 y las políticas reproductivas de la Alemania nazi fueron algunos de los factores motivadores detrás de esta campaña contra el tabaco, que estuvo asociada tanto con el antisemitismo como con el racismo.12
La campaña antitabaco nazi incluyó la prohibición de fumar en tranvías, buses y trenes urbanos.7 Asimismo, promovió la educación sanitaria,13 limitó las raciones de cigarrillos en la Wehrmacht, organizó conferencias médicas para los soldados y aumentó el impuesto al tabaco.7 Los nazis también establecieron restricciones a la publicidad del tabaco y a fumar en espacios públicos, restaurantes y cafeterías.7 El movimiento antitabaco no tuvo gran efecto en los primeros años del régimen nazi y el uso del tabaco se incrementó entre 1933 y 1939,14 pero su uso por parte de personal militar declinó de 1939 a 1945.15 Incluso para fines del siglo XX, el movimiento antitabaco en la Alemania de la posguerra no ha alcanzado la influencia de la campaña antitabaco nazi.14
Preludio
Contenido
Existía un movimiento antitabaco en Alemania a inicios del siglo XX, por el cual se organizó el primer grupo antitabaco en el país denominado Deutscher Tabakgegnerverein zum Schutze der Nichtraucher (Asociación alemana contra el tabaco para la protección de los no fumadores). Establecida en 1904, esta organización existió solo por un breve período. La siguiente organización antitabaco, la Bund Deutscher Tabakgegner (Federación alemana de opositores al tabaco) fue establecida en 1910 en Trauntenau, Bohemia. En 1912, se fundaron otras organizaciones antitabaco en las ciudades de Hanóver y Dresde. En 1920, se formó una Bund Deutscher Tabakgegner in der Tschechoslowakei (Federación alemana de opositores al tabaco en Checoslovaquia) en Praga, luego de que Checoslovaquia fuera separada de Austria al final de la Primera Guerra Mundial. Asimismo, en 1920, se estableció en Graz la Bund Deutscher Tabakgegner in Deutschösterreich (Federación alemana de opositores al tabaco en la Austria Alemana).16
Estos grupos publicaron revistas que abogaban contra el uso del tabaco. La primera de tales revistas en idioma alemán fue Der Tabakgegner (El opositor al tabaco), publicada por la organización bohemia entre 1912 y 1932. El Deutsche Tabakgegner (Opositor alemán al tabaco) fue publicado en Dresde de 1919 a 1935 y fue la segunda revista sobre este tema.17 Las organizaciones antitabaco también estaban en contra del consumo de bebidas alcohólicas.18
Razones
Actitud de Hitler hacia el tabaco
Hitler alentó a sus colaboradores más cercanos a dejar de fumar.
Adolf Hitler era un gran fumador en su vida temprana: solía fumar entre 25 y 40 cigarrillos por día; pero dejó el hábito al concluir que era un derroche de dinero.11 En años posteriores, Hitler consideró el hábito de fumar como «decadente»15 y «la ira de los pieles rojas contra el hombre blanco, en venganza por haberles dado licores fuertes»;11 por ello, lamentaba que «se hayan perdido tantos hombres excelentes por envenenamiento con el tabaco».19 No estaba contento con que tanto Eva Braun como Martin Bormann fueran fumadores y estaba preocupado por el hábito frecuente de Hermann Göring de fumar en lugares públicos. Se molestó cuando fue encargada una estatua que retrataba a Göring fumando un cigarro.11 A menudo, Hitler es considerado el primer líder nacional en abogar en contra de fumar.20
Hitler desaprobó la libertad del personal militar de fumar y, durante la Segunda Guerra Mundial, el 2 de marzo de 1942, dijo que «fue un error, rastreable a la dirigencia del ejército de la época, al inicio de la guerra». También sostuvo que «no era correcto decir que un soldado no podía vivir sin fumar». Prometió poner fin al uso del tabaco en el ejército tras el fin de la guerra. Hitler, personalmente, incentivó a algunos amigos cercanos a no fumar y premió a aquellos que dejaron de hacerlo; sin embargo, la aversión personal de Hitler hacia el tabaco fue solo uno de varios catalizadores detrás de la campaña antitabaco.11
Políticas reproductivas
Las políticas nazis reproductivas fueron un factor significativo detrás de la campaña antitabaco.21 Se consideraba que las mujeres que fumaban eran más vulnerables a padecer envejecimiento prematuro y pérdida de atractivo físico; eran vistas como inadecuadas para ser esposas y madres en una familia alemana. Werner Huttig de la Oficina de Política Racial (Rassenpolitisches Amt) del Partido Nazi dijo que la leche materna de una fumadora contenía nicotina,22 una afirmación que se demostró correcta en investigaciones modernas.23 24 25 26
Martin Staemmler, un médico prominente durante el Tercer Reich, opinaba que las mujeres embarazadas que fumaban tenía una alta tasa de abortos espontáneos y aumentaban la posibilidad de dar a luz niños muertos. Esta opinión fue respaldada por una conocida higienista racial, Agnes Bluhm, cuyo libro publicado en 1936 expresaba la misma postura. La dirigencia nazi estaba preocupada por este tema debido a que quería que las mujeres alemanas fueran lo más fértiles posible. Un artículo publicado en una revista alemana de ginecología en 1943 sostenía que las mujeres que fumaban más de tres cigarrillos por día presentaban más posibilidades de no tener hijos, comparadas con las mujeres no-fumadoras.27
Investigación
La investigación y los estudios sobre los efectos del tabaco en la salud de la población estaban más avanzados en Alemania que en cualquier otra parte del mundo, para cuando los nazis llegaron al poder.7 La relación entre cáncer de pulmón y el tabaco fue probada en primer lugar en la Alemania Nazi,19 28 29 al contrario de la creencia popular que los científicos estadounidenses y británicos fueron los primeros en descubrirla en los años 1950.19 El término «fumador pasivo» (Passivrauchen) fue acuñado en la Alemania Nazi.4 Los proyectos de investigación financiados por los nazis revelaron que fumar tenía muchos efectos desastrosos para la salud.30 La Alemania nazi promovió la investigación epidemiológica sobre los efectos nocivos del uso del tabaco.1 Hitler en persona otorgó apoyo financiero al Wissenschaftliches Institut zur Erforschung der Tabakgefahren (Instituto científico para el estudio de los peligros del tabaco) en la Universidad de Jena, dirigido por Karl Astel.15 31 Fundado en 1941, fue el instituto antitabaco más importante de la Alemania nazi.31
Franz H. Müller en 1939 y E. Schairer en 1943 usaron por primera vez los métodos epidemiológicos de caso-control para estudiar el cáncer de pulmón entre los fumadores.15 En 1939, Müller publicó un informe en una reputada revista sobre cáncer en Alemania, en el cual sostuvo que la prevalencia de cáncer de pulmón era mayor entre los fumadores.1 Müller, descrito como el «padre olvidado de la epidemiología experimental»,32 era miembro del Nationalsozialistisches Kraftfahrkorps (NSKK) y del Partido Nazi (NSDAP). La disertación de Müller de 1939 fue el primer estudio epidemiológico controlado del mundo sobre la relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Además de mencionar la creciente incidencia de cáncer de pulmón y muchas de las causas detrás de él, tales como polvo, gas desechado por los automóviles, tuberculosis, rayos X y contaminantes emitidos por las fábricas, el documento de Müller señaló que «la significancia del humo del tabaco ha sido empujado más y más al primer plano».33
Los médicos del Tercer Reich eran conscientes de que fumar ocasionaba cardiopatías, consideradas como las enfermedades más serias causadas por fumar. El uso de la nicotina fue, algunas veces, considerado como causante de crecientes tasas de infarto agudo de miocardio en el país. En años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los investigadores consideraron a la nicotina como un factor detrás de la insuficiencia cardíaca padecida por una cantidad significativa de personal militar en el Frente Oriental. Un patólogo del Heer examinó a 32 soldados jóvenes que habían muerto de infarto de miocardio en el frente y documentó en un informe de 1944 que todos ellos eran «fumadores entusiastas». Citó la opinión del patólogo Franz Buchner sobre los cigarros como «un veneno coronario de primer orden».22
Medidas
Los nazis utilizaron varias tácticas de relaciones públicas para convencer a la población alemana de no fumar. Revistas de salud reconocidas como Gesundes Volk (Pueblo saludable),30 Volksgesundheit (Salud del pueblo) y Gesundes Leben (Vida saludable)34 publicaron advertencias sobre las consecuencias de fumar para la salud30 34 y se publicaron afiches que mostraban los efectos dañinos del tabaco. Los mensajes antitabaquismo fueron enviados a los centros laborales,30 a menudo, con la ayuda de las Juventudes Hitlerianas y de la Liga de Muchachas Alemanas.12 30 34
La campaña antitabaco llevada a cabo por los nazis también incluyó educación sanitaria.13 28 35 En junio de 1939, se formó una oficina contra los peligros del alcohol y el tabaco y la Reichsstelle für Rauschgiftbekämpfung (Oficina para la lucha contra las drogas intoxicantes) también ayudó en la campaña antitabaco. Se publicaron artículos en defensa del antitabaquismo en las revistas Die Genussgifte (Los estimulantes recreacionales), Auf der Wacht (En la mira) y Reine Luft (Aire limpio).36 De estas revistas, Reine Luft fue el principal periódico del movimiento antitabaco.7 37 El Instituto para el estudio de los peligros del tabaco de Karl Astel en la Universidad de Jena compró y distribuyó cientos de reimpresiones de Reine Luft.37
Tras reconocer los efectos nocivos de fumar sobre la salud, se promulgaron varios artículos de legislación antitabaco.38 A fines de los años 1930, se vivió una creciente implementación de las leyes antitabaco. En 1938, la Luftwaffe y la Reichspost impusieron una prohibición de fumar. También fue prohibido fumar en instituciones de atención sanitaria, en varias oficinas públicas y en casas de reposo.7 Se prohibió que las parteras fumaran mientras estaban en ejercicio de sus funciones. En 1939, el Partido Nazi declaró fuera de la ley fumar en todas sus oficinas y Heinrich Himmler, entonces jefe de las Schutzstaffel (SS), restringió el hábito de fumar al personal policial y a los oficiales de la SS mientras estuvieran de servicio.39 También se prohibió fumar en las escuelas.30
En 1941, se prohibió fumar en los tranvías de 60 ciudades alemanas.39 También se prohibió fumar en los refugios antiaéreos; sin embargo, algunos refugios contaban con habitaciones separadas para fumar.7 Se tomó especial cuidado para impedir fumar a las mujeres. El presidente de la Asociación Médica en Alemania anunció que «las mujeres alemanas no fuman».40 No se concedió tabaco a las mujeres embarazadas ni a las menores de 25 o mayores de 55 años en las cartillas de racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial. Las restricciones para la venta de productos con tabaco a las mujeres fueron impuestas en la industria hotelera y en la venta de alimentos.39 Las películas antitabaco dirigidas a las mujeres eran mostradas públicamente. Las discusiones sobre el tema de fumar y sus efectos fueron publicados en los periódicos. Se tomaron medidas estrictas sobre este particular y un departamento distrital de la Organización nacionalsocialista de células de fábricas anunció que expulsaría a todas sus miembros mujeres que fumaran en público.41 El siguiente paso en la campaña antitabaco llegó en julio de 1943, cuando se ilegalizó fumar en público para los menores de 18 años.12 34 39 Al año siguiente, también se ilegalizó fumar en buses y en trenes urbanos,15 bajo iniciativa personal de Hitler, quien temía que las controladoras fueran víctimas de los efectos nocivos del tabaco como fumadoras pasivas.7
El 7 de diciembre de 1941, Heinrich Hunke, presidente del Consejo de publicidad, estableció restricciones en la publicidad de productos de tabaco.42 Los avisos publicitarios que retrataban el acto de fumar como inofensivo o como una expresión de masculinidad fueron prohibidos. También fue prohibido ridiculizar a los activistas antitabaquismo,43 así como el uso de afiches publicitarios en vías ferroviarias, en zonas rurales, estadios y otros espacios públicos. También se prohibió la publicidad por altavoces y correo.44
Dos soldados alemanes fumando en un trinchera durante la Operación Barbarroja, inicios de 1942.
Las restricciones para fumar también se introdujeron al interior del Wehrmacht. Las raciones de cigarrillos para los soldados fueron limitadas a seis al día. A menudo, se vendieron cigarrillos extra a los soldados; sin embargo, estos se restringieron a 50 por persona cada mes.7 A los soldados adolescentes que servían en la 12.ª SS División Panzer Hitlerjugend, compuesta por miembros de las Juventudes Hitlerianas, se les dio golosinas en lugar de tabaco.45 El acceso a los cigarrillos no fue permitido para el personal auxiliar femenino de la Wehrmacht. Se concertaron conferencias médicas para persuadir al personal militar para que dejaran de fumar. Una ordenanza publicada el 3 de noviembre de 1941 elevó los impuestos al tabaco en, aproximadamente, 80–95% sobre el precio al menudeo, convirtiéndose en el mayor alza de los impuestos al tabaco en Alemania hasta más de 25 años después del colapso del régimen nazi.7
Efectividad
La campaña antitabaco inicial fue considerada un fracaso y, de 1933 a 1937, hubo un rápido incremento en el consumo de tabaco en Alemania.14 La tasa de fumadores en Alemania aumentó incluso más rápido que en la vecina Francia, donde el movimiento antitabaco era pequeño y mucho menos influyente. Entre 1932 y 1939, el consumo de cigarrillos per cápita en Alemania se incrementó de 570 a 900 por año, mientras que las cifras correspondientes a Francia fueron de 570 a 630.7 46
Las compañías fabricantes de cigarrillos en Alemania llevaron a cabo varios intentos de debilitar la campaña antitabaquismo. Así, publicaron nuevos diarios e intentaron retratar el movimiento antitabaco como «fanático» y «no científico».7 La industria tabaquera también intentó responder a la campaña gubernamental nazi para impedir que las mujeres fumaran y utilizó modelos en sus avisos publicitarios.40 A pesar de las regulaciones gubernamentales, muchas mujeres en Alemania fumaban regularmente, incluyendo las esposas de muchos oficiales nazis de alto rango. Por ejemplo, Magda Goebbels fumaba incluso cuando fue entrevistada por un periodista. Las ilustraciones de moda que mostraban a mujeres con cigarrillos fueron a menudo publicadas en publicaciones prominentes, tales como Beyers Mode für Alle (Beyers Moda para todos). La portada de la popular canción Lili Marleen mostraba a la cantante Lale Andersen cogiendo un cigarrillo.41
Los nazis implementaron más políticas antitabaquismo a fines de los años 1930 y, para los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, la tasa de consumo de tabaco declinó. Como resultado de las medidas antitabaquismo implementadas en la Wehrmacht,7 el consumo total de tabaco por parte de soldados decreció entre 1939 y 1945.15 Según una encuesta llevada a cabo en 1944, el número de fumadores se incrementó en la Wehrmacht, pero el consumo promedio de tabaco por el personal militar declinó en 23,4% comparado con los años inmediatos antes de la guerra. La cantidad de personas que fumaba 30 ó más cigarrillos al día disminuyó de 4,4% al 0,3%.7
Año 1930 1935 1940 1944 Alemania 490 510 1.022 743 Estados Unidos 1.485 1.564 1.976 3.039
Las políticas antitabaco nazis no estuvieron libres de contradicciones. Por ejemplo, las políticas Volksgesundheit (Salud del pueblo) y Gesundheitspflicht (El deber de estar saludable) fueron impuestas paralelamente con la distribución activa de cigarrillos a las personas que los nazis vieron como grupos «que se lo merecían» (soldados en el frente de batalla, miembros de las Juventudes Hitlerianas). Por otra parte, se negó el acceso al tabaco a los grupos estigmatizados, tales como los judíos o los prisioneros de guerra.47
Asociación con antisemitismo y racismo
Además de las preocupaciones por la salud pública, los nazis estuvieron fuertemente influenciados por la ideología;30 específicamente, el movimiento fue influenciado por los conceptos de la higiene racial y pureza del cuerpo.48 Los líderes nazis creían que estaba mal que la raza superior fumara30 y que el consumo de tabaco equivalía a una «degeneración racial».49 Los nazis veían el tabaco como un «veneno genético».48 Los higienistas raciales se oponían al uso del tabaco por temor a que «corrompiera» el «plasma alemán original».50 Los activistas nazis antitabaco, a menudo, intentaron retratar el tabaco como un «vicio» de los africanos «degenerados».48
Los nazis sostenían que los judíos eran responsables de introducir el tabaco y sus efectos nocivos. La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Alemania anunció que fumar era un vicio insano propagado por los judíos.50 Johann von Leers, editor del Nordische Welt (Mundo nórdico), durante la ceremonia inaugural del Wissenschaftliches Institut zur Erforschung der Tabakgefahren (Instituto científico para el estudio de los peligros del tabaco) en 1941, proclamó que el «capitalismo judío» era responsable por la difusión del uso del tabaco en Europa. Afirmó que el primer tabaco en suelo alemán fue traído por judíos y que ellos controlaban la industria tabaquera en Ámsterdam, el punto principal de entrada en Europa de Nicotiana.51
SOY FUMADOR, y el artículo de mas arriba es un motivo mas para considerar que el saludable hábito de fumarse un buen cigarrillo después de comer, con un buen licor... es pura resistencia contra la barbarie del NOM y el nazismo.
¡¡VIVA EL TABACO!!
En esto del tabaco soy un marxista convencido...
En esto del tabaco soy un marxista convencido...
A favor, aunque yo prohibiría la fabricación del tabaco, sinceramente. Algo que no es bueno para la salud no debería estar permitido.
Yo no soy fumador y muchas veces me veo afectado por los fumadores, tengo que estar mucho tiempo en espacios cerrados cerca de personas que fuman y realmente me hace daño.
Desde un punto de vista jurídico esa ley podría considerarse injusta si prohíbe terminantemente fumar. Desde luego que una persona adulta tiene derecho a fumar y sabe los daños que le ocasiona a su salud, por lo tanto esa es una conducta autoreferente que no podría ser prohibida por el estado. Pero el fumador no tiene derecho a afectar la salud de terceros que no desean fumar y por lo tanto el estado puede reglamentar su derecho de fumar para proteger el derecho a la salud de los no-fumadores. Nuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás.
Saludos
Estoy casi de acuerdo con todos.Os lo aclaro,he votado que si a la ley del tabaco,es cierto que nos la imponen por la fuerza,también la velocidad en la carreteras y autopistas ,el precio de los peajes y otras muchas cosas que no voy a enumerar por no ser pesao(alguien tendra que legislar digo yo ).no podemos confiar en la buena fe del fumador y que te respete(en este mundo habemos gente pa to).Y otra cosa que no cuadra, si me dices que fumar mata,que me puedo quedar impotente, y luego me lo vendes se me queda cara de tonto.Os imaginais llegar a una charcuteria y el letrero encima de los quesos o los jamones este producto puede matarte o perjudicar seriamente su salud,llega un impector de sanidad y te cierra el negocio en dos minutos.
Y por ultimo,el tabaco es malo tambien para las embarazadas puede provocar malformaciones en el feto, o incluso el aborto asi que en ese acpecto el gobierno también proteje la vida
Ja, ja, ja........ así que, "en ese aspecto el gobierno también proteje la vida". Parafraseando a Groucho (Marx), perdoneme que no me levante de mi asiento para ovacionarle, pero es que me estoy muriendo de la risa. Con que el gobierno... TAMBIÉN, en ese aspecto, está protegiendo la vida... jeje... ¿...y en cuales otros "aspectos" supone usted, también, que nuestro gobierno, la está protegiendo...?. Podría enumerarme uno solo de ellos?.
Perdone por la cita "marxista", pero como ya dije, en este tema del tabaco... yo me confieso enteramente marxista (pero de Groucho).
Un saludo en Cristo
Última edición por jasarhez; 03/12/2012 a las 00:13
Me agrada que te haga reir mi comentario el buen humor relaja el cuerpo y el alma.
Yo queria decir con la palabra tambien, que al igual que otros organismos , organizaciones o personas en ese acpecto el gobierno tambien proteje la vida,de los nacidos y de los que naceran,por que imagino que si estaras de acuerdo conmigo en que los fumadores se envenenan poco a poco (o mucho a mucho segun la cantidad que fumen)
Hombre, yo soy fumador desde los 17 años que encendí mi primer pitillo a escondidas de mi padre, que siempre fué antitabaco (de los de toda la vida) incluso en tiempos en que estaba muy mal visto el serlo... No tengo ni idea si me estaré envenenado por dentro o no lo estaré tanto como la propaganda dice. De momento, hoy me duele un poco la rodilla porque hice un mal movimiento... y no me atrevo a ir al médico porque creo que están en huelga, en defensa de la sanidad pública. Pero, lo crea o no lo crea, a mis algo mas de cincuenta añitos... sinceramente me siento perfectamente de salud, y habré de morirme cuando Dios lo quiera. De verdad, no me asusta esa fecha, y lo único que deseo es estar en gracia de Dios para ese día.. ahh... eso sí y seguir teniendo un lugar en el hospital público de la Seguridad Social (Dios quiera que siga existiendo para ese lejano día...) y que, aunque sea en los servicios y a escondidas, antes de morirme pueda echarme algún que otro cigarrillo.
Creo que hay que ver menos la tele (ese vicio sí que envenena). Yo me quité hace años y... oiga... no sabe Vd. lo bien que noto que me sienta. Por si aún no lo ha probado, se lo recomiendo. Verá como hasta deja de repetir tantísimas consignas como estas que dice de que el gobierno, prohibiendo el tabaco, está protegiendo la vida.
Apague la tele y enciéndase un cigarrillo, oiga... ese es una de las acciones mas antisistema, porque recuerde: con Franco se podía fumar en todos sitios (hasta en las consultas médicas) y estábamos todos tan sanísimos gracias, entre otras cosas... a los buenos alimentos de precio tasado oficialmente y a aquella magnífica sanidad de titularidad pública que había.
Última edición por jasarhez; 05/12/2012 a las 23:29
Perdona que te corrija,que el tabaco mata no es propaganda del gobierno, esta probado y demostrado,pregunta a cualquier medico y te lo dira.
Ademas no todos los medicos van a ser afines a una idea politica o partido,imagino que los habra para todos los gustos.Por otra parte estoy de acuerdo contigo en dos cosas: la primera es que con franco se fumaba en todos lados y los españoles de aquella epoca parecen tener una salud de hierro (incognitas de la vida) y la segunda es que moriremos cuando dios quiera.Yo a mis cincuenta y poco no he fumado jamas.
Sera por eso que no le encuentro sentido a llenarse los pulmones de humo.Haciendo un poco de humor sobre el tema,tengo un amigo que dejo de fumar y con el dinero que ahorraba del tabaco dice que paga la letra de un coche nuevo, esa es la parte mala que me toca yo no podre cambiar de coche
Un saludo
Qué me vas a contar a mi, si convivo con una de ellos... (mi mujer es galena o galeno, como se diga ahora, que yo no me aclaro con estas cuestiones del "género").
Y si te sirve de consuelo, tenemos un coche del año la pera que nos va de maravilla y nos lleva al campo todos los domingos. No queremos ni plantearnos comprar uno mas moderno. Estamos con él encantadísimos...
Última edición por jasarhez; 07/12/2012 a las 01:37
De vez en cuando es preciso rescatar viejos hilos...
Con respecto al tema del tabaco, yo siempre mantuve la tesis de que las leyes y las campañas prohibicionistas se trataban mas de un gran experimento social a nivel planetario que una auténtica preocupación por la salud de los súbditos del sistema.
Releyendo el libro de Daniel Estulin, "LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDERBERG", he recordado estas palabras de su autor:
En otras palabras, al margen de la malignidad para la salud de las personas de esa planta que se fuma, ¿de verdad nadie es capaz de darse cuenta de ésto?. A mi me parece tan claro como que dos y dos son cuatro... o quizás cinco.El refuerzo positivo se está aplicando al estilo de los conocidos libros 'Un mundo feliz', de Aldous Huxley, y Walden Dos, de B. E Skinner: darle algo positivo a la gente cuando cumple las normas impuestas por el Club, pero cerrando cualquier posibilidad de que estas normas se analicen o cuestionen. Los amos del mundo intentan hacer que la gente se sienta «buena» y «responsable» cuando hace lo que ellos disponen; durante los últimos treinta años la población se ha vuelto cada vez más obediente y sumisa (por ejemplo, vemos últimamente cómo se está promoviendo el voluntariado, elogiando y «heroificando» a los que se unen a él, aunque su fin último sea reducir el malestar provocado en la sociedad por el desempleo y así prevenir los «disturbios sociales»). Para saber hasta dónde pueden llegar sin que la población se subleve, están realizando múltiples experimentos, como la actual campaña contra el tabaco.
Que la gente fume o no, no es algo tan importante para los gobiernos como parece. Mucho más nefasto para la salud de la población son los gases que sueltan los coches, contra los que no se hace nada. Aunque los técnicos que aplican las campañas antitabaco crean fervientemente en su necesidad, desde arriba es sólo un experimento más sobre la sumisión de la población, y sobre el que deben estar bastante contentos con los resultados: observen lo que ocurre en el metro o en el AVE si a algún «loco» se le ocurre encender un cigarrillo. En seguida será observado como si se tratara de un leproso y alguien se le acercará para decirle educadamente que está prohibido fumar. Observen también la cara de satisfacción de quien hace el comentario: la misma que cuando sacaba una buena nota en el colegio o cuando ayuda a alguien: la satisfacción de haber cumplido con su deber y de sentirse «apropiado» para formar parte del sistema.
¿Pueden ustedes recordar si esta actitud era habitual hace veinte o treinta años?. A un nivel mucho más profundo dentro de la sociedad civil hay un pacto, un pacto de silencio y pasividad y la mayoría deciden callar y seguir con sus cómodas rutinas cotidianas: lo que ocurra no les afecta. Pero el problema es que sí les afecta. La batalla se está librando en este preciso instante y la dictadura global -el Gobierno Mundial Único- va ganando terreno día a día.
Un abrazo
¿...Pueden ustedes recordar si esta actitud era habitual hace veinte o treinta años...?
______________________________
P.D.: Todos los días nuestros científicos sociales realizan constantemente diversos experimentos con cobayas humanas para comprobar el grado de aceptación y sumisión de las personas a las órdenes dadas.
Un ejemplo bastante conocido: "Milgram Experiment" (Español)
Última edición por jasarhez; 03/07/2013 a las 00:09
Si que es verdad que el tabaco "mata lentamente" y es un vicio tonto. Pero hay tantas cosas igualmente nocivas... Podríamos hacer una lista completa y después del tabaco yo pondría las subidas de la tensión arterial que nos provocan políticos, chorizos, "sindicaleros" y demás recua nacional.
Y el hecho de no haber fumado jamás es algo fantástico para ti, te felicito. Pero lo del coche es verdad, puedes creer a tu amigo, pues yo hice igual y ya acabé de pagarlo hace tiempo. y, eso si, no se parece nada, nada, nada, al que nos enseña Jasarhez . La pena es que llevas tiempo sin conectarte.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Nunca he fumado cigarrillos, no me gusta su olor, pero cuando en Chile se implantó la ley contra el tabaco, comencé a fumar pipa (esto hace unos meses). La pipa se diferencia del cigarrillo porque no se puede fumar sin una preparación —hay que darse el tiempo— además que el humo no se aspira, el fumador de pipa fuma pipa porque le gusta el sabor a la mezcla del tabaco, además que por no tener aditivos se apaga a menudo y hay que volver a encenderla constantemente. El cigarro le da mala imagen al tabaco.
Fumo una pipa una vez a la semana, el día sábado (ayer degusté un Dunhill 965 exquisito) el que acompañado con una agradable conversa es fenomenal.
Comparto una reflexión, de @fgarcialarrain a pocos días del inicio de la ley en Chile. El texto está sacado de :
El Diario Ilustrado: marzo 2013
Texto:
No quedan muchos que fumen pipa. ¿Será una señal de la decadencia de Occidente? Puede parecer una pregunta exagerada, pero aunque no sea inmediatamente evidente, le mostraré al despreocupado lector, cómo la pipa, aunque en forma muy pequeña, es una afirmación de la civilización y la cultura.
¿Cómo puede ser esto si el tabaco mata? Cierto, pero al final todos acabaremos en la tumba y quizás no esté demás tener a mano un memento mori. Al prender su pipa y recordar su mortalidad, el fumador recuerda que en esta vida no se encuentra el fin último: el olvido de esta verdad puede rebajar al hombre a la más espantosa frivolidad, como lo demuestra la movilización de ingentes recursos contra el tabaco, habiendo males mucho peores contra los que se hace poco y nada.
Pero eso no es todo. Para tener civilización, nos dice el profesor Pieper, compatriota de Bach, es necesario el ocio (se entiende que ocio no es un no hacer nada, sino actividad intelectual, contemplativa de la verdad, la belleza y el bien), y la pipa, por su misma naturaleza, lleva a separarse de la actividad directamente productiva que es la negación del ocio.
Nadie puede fumar una pipa en apuros, como quien se fuma un cigarrillo entre clases o reuniones, para retomar luego su lugar en el frenesí cotidiano. Para fumar una pipa llena de tabaco hay que estar dispuesto a hacerse el tiempo y en ese tiempo se ponderan la vida y los hombres, como lo hicieron fumadores de pipa como Tolkien, Lewis, Eliade, Einstein y tantos otros.
La pipa tiene, además, sus propias virtudes; por ejemplo es generosa. El tabaco de pipa, a diferencia del de cigarrillo, es aromático y place a toda persona de buen gusto. La experiencia universal de los fumadores de pipa es que el fumador goza y los demás también con él.
Es cierto que la cultura puede perdurar, e incluso florecer, sin que los hombres fumen sus pipas, pero no puede haber pipas sin ella. Por eso, todo aquel que enciende su pipa con una llama brillante y exhala una nube de humo dulce y oloroso que sube al cielo, se rebela en contra de la barbarie y afirma la bondad de vivir humanamente, sabiendo que algún día volverá al polvo de dónde salió.
Fumar no es pecado en sí mismo, sino su exceso; mientras no se tenga total certeza que voy camino a la muerte por fumar, no se puede reprochar moralmente esa costumbre. Desde luego que se supone que cada uno es responsable de sus actos, y que tendrá la madurez para tomar la mejor decisión, pero dicha decisión es del individuo, no del Estado.
Yo también, en mis tiempos mozos, era un asiduo fumador de tabajo de pipa. Y tenía una pequeña colección de pipas, aunque solo una de ellas era mi preferida. Lamentablemente, tuve que abandonar ese excelente hábito y pasarme a los cigarrillos porque a las personas con las que vivía, a pesar de utilizar un tabaco magnífico, con un olor excelente, decían que les molestaba el humo. Y comprobé que el del cigarrillo (todavía no había comenzado la campaña de 'convencimiento masivo' a la que mas tarde nos sometieron) no decían que les molestara de igual manera. Hoy supongo que les molestará tanto el humo de la pipa como el de los cigarrillos, pero esa es otra historia y tiene mucho que ver con la estupidez humana y la propaganda...
De todas formas, confieso que estoy planteándome recuperar de nuevo mi vieja pipa y regresar a su magnífica compañía. Supongo que tendremos que seguir soportando los constantes comentarios, miraditas y prohibiciones variopintas, pero ya que vamos a molestar a los amantes del 'aire limpio de la ciudad' (ja, ja... ¡qué risa!) de una manera o de otra, al menos me daré el gustazo de recuperar el hermoso ritual de cargar la pipa, apretar el tabaco con el atacador, encenderla lentamente, darle unas buenas bocanadas que llenen la habitación de humo, hacer que prenda... y luego disfrutar lentamente de ese placer inmenso que supone una buena pipa. ¡Era magnífico!
Y para los que se animen, aquí les pego este vídeo educativo, a la par que ilustrativo de su uso:
A favor. Fumar es perjudicial tanto para el que fuma como para que está al lado.
El que se quiera enfermar que lo haga solo.
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