Diez claves para entender Chipre
ANTONIO FRAGUAS | 29/03/2013 |
Ese país que muchos sólo conocen por Eurovisión y del que tanto se habla hoy en los periódicos y radios de España, Chipre, es un lugar muy peculiar desde el punto de vista histórico, cultural y político. Siguiendo la discutible teoría del ‘choque de civilizaciones’ de Samuel P. Huntington, por Chipre pasan al menos tres líneas de fractura entre civilizaciones. En realidad, no se puede entender bien qué se juega no ya Europa, sino Occidente, en Chipre sin conocer 10 claves de las que casi ningún medio habla y que hacen que lo que ocurra en la pequeña isla del Mediterráneo tenga implicaciones geopolíticas, económicas y religiosas a escala global.
1. Un país tutelado…
La República de Chipre existe desde 1960. Antes estaba bajo dominio británico y todavía antes pertenecía al Imperio Otomano. Su independencia fue acordada y tutelada por tres Estados garantes: Reino Unido, Turquía y Grecia. Chipre pertenece a la Commonwealth y conserva algunas costumbres de Reino Unido. Londres mantiene dos bases militares en terreno que sigue perteneciendo a Reino Unido.
2. …y dividido
Es conocido que el norte de Chipre fue invadido en 1974 por Turquía, como respuesta al intento de un grupo de grecochipriotas de extrema derecha (nacionalistas griegos) que, aliados con el Gobierno golpista de Atenas -la Junta- buscaban la anexión de Chipre a Grecia. La llamada ‘Énosis’. Actualmente, la denominada ‘zona libre’ de la isla es en la que opera la República de Chipre, reconocida internacionalmente y miembro de pleno de derecho de la ONU. El tercio ocupado se autodenominó República Turca del Norte de Chipre (RTNC), un territorio sólo reconocido por Turquía, que ocupa ese territorio desde la invasión. Ankara ha ‘importado’ al norte de Chipre población de Anatolia para intentar alterar el equilibrio demográfico histórico de la isla (70% grecochipriotas, 30% turcochipriotas).
3. Ser chipriota es (casi) imposible
En Chipre muy poca gente del total de su población (que ronda el millón de personas) define su nacionalidad simplemente como ‘chipriota’. No existe un ‘nacionalismo chipriota’ ni una identidad nacional chipriota. En general los chipriotas que sólo se definen como ‘chipriotas’ han sido represaliados cuando no depurados. No son bien vistos por los nacionalistas de uno y otro lado. La mayoría de sus habitantes se consideran o griegos o turcos y eso pese a que grecochipriotas y turcochipriotas comparten rasgos culturales comunes, algunos de origen árabe, también comunes a países de Oriente Próximo. Rasgos que no se hallan ni en Grecia ni en Turquía. Además, en Chipre, como antigua colonia británica, perviven usos y costumbres como circular en coche por la izquierda. Reino Unido, además de Grecia, funciona en buena parte como ‘metrópoli’ educativa para los estudiantes chipriotas. Por otra parte, durante la Guerra Fría no era infrecuente que jóvenes chipriotas fueran a estudiar a Rusia y a la R.D.A.
4. La ‘familia’ ortodoxa tira mucho
La religión mayoritaria entre los chipriotas de origen turco es el islamismo; entre los de origen griego, el cristianismo ortodoxo. Chipre tiene su propia Iglesia ortodoxa nacional. Durante siglos, tanto en Grecia como en Chipre, territorios a menudo invadidos por potencias extranjeras, la Iglesia ortodoxa ha jugado el papel de aglutinador del sentimiento nacional. En cierto modo, “ser griego” ha sido durante siglos sinónimo de ser “cristiano ortodoxo”. Entre los países ortodoxos, Rusia, Serbia, Grecia, Chipre, etcétera, existe una hermandad, a veces inconsciente, en la que el concepto de ‘Occidente’ no siempre está bien visto. Rusia no sólo ayuda al Gobierno grecochipriota (2.500 millones de euros en 2011) por su histórica necesidad de una base permanente en el Mediterráneo. Chipre no pide ayuda económica a Rusia simplemente porque Moscú se muestre receptivo. Ambos países se sienten parte de una comunidad, la ortodoxa, ajena –cuando no enfrentada– a Occidente. Es el mismo tipo de psicología colectiva que explica la posición que mantuvieron Grecia y Chipre respecto a Serbia durante la última guerra de los Balcanes. No es raro encontrar monjes y símbolos nacionales rusos, serbios, etcétera, en los monasterios chipriotas. La relación es, salvando las distancias y las asimetrías, parecida a la comunidad de países iberoamericanos, incluida España. Para la mentalidad centroeuropea más cuadriculada, Chipre y Grecia son elementos ‘orientalizantes’, difíciles de entender.
5. Cuestión de símbolos
En el subconsciente colectivo de la mayoría de grecochipriotas subsiste el deseo de ‘Énosis’ (unión) con Grecia alimentado por un miedo cerval a una invasión de Turquía, una potencia militar de primer orden. En todos los colegios públicos de la República de Chipre ondean dos banderas, la chipriota y la griega, al igual que las banderas turca y la de la autodenominada RTNC ondean en la escuelas de la zona ocupada. El himno nacional de la República de Chipre es el himno de Grecia. La Constitución chipriota permite que la comunidad griega celebre el Día Nacional de Grecia y la turca, el de Turquía. De hecho no es raro que jóvenes grecochipriotas cumplan parte de su servicio militar (obligatorio) en Grecia y que jóvenes griegos lo hagan en Chipre. El jefe supremo del Ejército chipriota es Konstantinos Bisbikas, nacido en Grecia y teniente general del Ejército griego. Con todo, Turquía y Grecia pertenecen al mismo club militar: la OTAN. Chipre no.
6. ¿Parte de la UE está ocupada por Turquía?
Pues algo así. La entrada de Chipre en la UE en 2004 supuso de hecho que un trozo de la Unión Europea esté ocupado por Turquía y, además, por Reino Unido, que conserva los territorios de las citadas bases militares. En Chipre, por otro lado, opera desde 1964 UNFICYP, la primera misión de ‘cascos azules’ que creó la ONU en su historia. Su objetivo es evitar la violencia entre las comunidades greco y turcochipriota. La UNFICYP está formada por soldados de Argentina, Australia, Austria, Bosnia-Herzegovina, Canadá, Croacia, El Salvador, Hungría, India, Irlanda, Italia, Montenegro, Países Bajos, Perú, Eslovaquia, Ucrania y Reino Unido.
7. Otras filias y fobias vecinales
Pese a que Chipre e Israel son los países de la zona con un nivel de vida y un sistema pluripartidista homologable, en general, los Gobiernos de la República de Chipre no han sintonizado con su vecino. Sin embargo, sí lo han hecho con Líbano, Siria… La razón, entre otras, hay que encontrarla en la buena sintonía que ha habido tradicionalmente entre Turquía e Israel (hasta la llegada de Erdogan a Turquía). Hay otro motivo, de raíz más histórica. Serbia, Grecia y Chipre, por un lado, y muchos países árabes, por otro, comparten un pasado de dominación por el Imperio Otomano (o sea, turco).
8. Una misteriosa red
En 2001 el Parlamento Europeo elaboró un informe en el que expresa sus sospechas de que una de las bases británicas, la de San Nicolás, pertenece a la Red Echelon de control global de la información. Esa red es un consorcio militar formado por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Es capaz de interceptar comunicaciones de satélite, teléfono móvil, fijo, correos electrónicos, etcétera. No olvidemos que Chipre es un observatorio privilegiado para monitorizar todo lo que ocurre en Oriente Próximo, en especial el conflicto árabe-israelí.
9. ¿Y el dinero?
En 2006 la Bolsa de Chipre tuvo la genial idea de unir su plataforma de operaciones a la de la Bolsa de Atenas. Desde entonces la suerte de un mercado bursátil ha corrido pareja a la del otro. Prácticamente todos los bancos griegos tienen filiales en Chipre y viceversa. Cuando los bancos matrices de Chipre vieron cómo sus filiales griegas empezaban a perder dinero enviaron unos 4.500 millones de euros para refinanciarlas. Lo perdieron todo, el equivalente a un 25% del PIB del país, con la quita sobre la deuda griega. Fuentes del ministerio de Economía chipriota calculan que, de los alrededor de 17.000 millones de euros que necesita ahora Chipre, 8.000 millones los ha perdido en Grecia.
10. Aquí huele a gas
La gran esperanza de la isla se cifra en un nuevo yacimiento de gas natural. Antes de agosto se sabrá a ciencia cierta cuánto gas hay (las estimaciones hablan de 200.000 metros cúbicos). Nicosia calcula que de su explotación podrá obtener 80.000 millones de euros, pero la extracción comenzará, como muy pronto, en 2018. A la troika ese gas no le sirve como garantía, prefiere que se comprometan recortes sociales antes de ofrecer el dinero para el rescate chipriota. Quien sí ha mostrado su interés en el gas chipriota es ¿lo adivinan? Rusia.
Marcadores