Es curioso, me puedo equivocar, pero parece que los dos países europeos más orgullosamente cristiano-romanos son eslavos: Hungría y Polonia. Son ellos los únicos que parecen no renunciar a su identidad histórica, y tienen mención expresa a sus raíces cristianas en sus Constituciones.
En Austria no sé muy bien de qué pié cojean.
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