Creo que es un error seguir considerando a Sarkozy, o en su defecto a Rajoy, como el "mal menor". En primer lugar, supone aceptar su dialéctica y su hábil entramado de justificaciones. Además, si bien no está claro que sean el "mal mayor", sí que está claro, por lo menos para mí, que no son el "mal menor". Mal menor sería, por ejemplo en Francia, Le Pen o De Villiers. No Sarkozy.