Los italianos están cansados de su clase política, muy proclive a la ineficiencia, el derroche y la corrupción. El hartazgo es profundo y se concentra en una palabra que constituye todo un manifiesto: "Vaffanculo". Beppe Grillo, un humorista genovés de 59 años, organizó el pasado día 8 el "Vaffanculo Day", una jornada de protesta genérica contra los políticos. Para su sorpresa, unas 50.000 personas acudieron a su mitin en la plaza mayor de Bolonia, y más de 300.000 firmaron un documento de apoyo. Grillo, cuyo blog ( www.beppegrillo.it ) es el más visitado del país, con más de 100.000 entradas diarias, dio este domingo un nuevo paso: patrocinó bajo la sonora marca "vaffanculo" el lanzamiento de candidaturas cívicas, sin conexión alguna con partidos políticos, para las elecciones municipales. "Los ciudadanos tienen la palabra", proclamó el cómico. Los comicios se celebrarán en la primavera del 2008 en ciudades como Roma, Brescia y Treviso. "La revolución debe comenzar por los Ayuntamientos", sentencia Grillo. "Los Ayuntamientos deciden la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Pueden envenenarnos con incineradoras o promover la recogida selectiva de basura. Hacer parques para niños o puertos para los especuladores. Construir aparcamientos o asilos. Privatizar el agua o mantenerla bajo su control".

No resulta necesario traducir "vaffanculo". La crudeza de la expresión se ajusta al estilo fogoso de Grillo y capta a la perfección el profundo descontento de gran parte del país transalpino. Por un lado, el humorista propone medidas sensatas para depurar el Parlamento: limitar el mandato a dos legislaturas (por aquello de evitar que la política se convierta en una profesión), permitir la elección directa con listas abiertas y prohibir el escaño a quien haya sufrido una condena penal en firme (en un país donde hay 23 señorías con antecedentes judiciales). Ésas fueron las exigencias básicas del llamado "V-Day". Por otro lado, el furor de Grillo y su masiva audiencia llevan consigo una potente carga de demagogia y conservadurismo antipolítico, que extiende sus críticas al sistema de partidos, a los medios de comunicación y a las instituciones. "Tenemos que destruir los partidos, son el cáncer de la democracia. Tenemos que apropiarnos nuevamente de la política", clamaba el showman en el mitin de Bolonia, haciendo entrar en delirio a sus seguidores. No en vano, las estadísticas revelan que nueve de cada diez italianos no se fian de sus políticos. Y ahí está La casta, un libro escrito por dos periodistas del Corriere della Sera que denuncia los escandolosos privilegios y corrupciones de los representantes del pueblo transalpino (los mejor pagados del mundo) y del que ya se han vendido más de 750.000 copias.

La coalición gubernamental de centro-izquierda, incómoda ante un fenómeno que se nutre sobre todo de sus propias bases, intentó el sábado lo imposible: integrar la protesta. Beppe Grillo fue invitado a la fiesta de L'Unità, tradicional quermés heredada del Partido Comunista Italiano. Y heló las sonrisas de los organizadores en cuanto subió al palco. Cargó contra el ministro de Asuntos Exteriores, el ex primer ministro Massimo D'Alema, que se había permitido calificar de "fascismo latente" el "fenómeno vaffanculo", y no dejó títere con cabeza. El público, más de 9.000 personas, aplaudió hasta el delirio. El acto concluyó con un "vaffanculo" gritado por miles de gargantas. Los políticos tienen motivos para estar preocupados: una encuesta que ayer publicaba el Corriere della Sera destaca que el 17% de los italianos votaría seguramente por el movimiento V, mientras que un 33% afirma sentir simpatía hacia él.

El fenómeno no se detendrá, sin embargo, aunque nadie invite al humorista. Hace mucho que Beppe Grillo (cuyo nombre significa literalmente Pepito Grillo, como la "conciencia" de Pinocho) no aparece por ningún canal de televisión. En 1986 fue vetado de la RAI por un chiste: el entonces primer ministro, el socialista Bettino Craxi, viaja a China y es invitado a un banquete. Uno de sus ministros le pregunta: "Bettino, ¿es verdad que hay mil millones de chinos, y son todos socialistas?". "Sí", responde Craxi. "Pero si son todos socialistas", le interroga de nuevo el ministro, "¿a quién roban?". Grillo fue proscrito de la televisión pública. Craxi murió 14 años después en su exilio tunecino de Hammamet, convertido en un símbolo de la corrupción política. Algunas apariciones televisivas posteriores, en la extinta TelePiú, fueron igualmente cruentas. Desde el 2002, Grillo permanece lejos de la pantalla. Para alentar sus campañas (contra las incineradoras de basuras, contra la invasión de Iraq, contra las empresas farmacéuticas, contra Telecom Italia, contra la clase política) bastan las actuaciones, los mítines y su popularísimo blog.

Beppe Grillo no está exento de contradicciones. Para empezar, el buen criterio político: en 1994 recomendó que se votara a Silvio Berlusconi. Para seguir, los antecedentes penales: en 1980 fue condenado a 15 meses de cárcel por homicidio involuntario, tras provocar un accidente de circulación en el que murieron una joven pareja y su hijo. Para concluir, la austeridad: acaba de vender su Ferrari y su yate, poco congruentes con los "ideales vaffanculo". Grillo, por tanto, es oportunista como los políticos a los que critica, no podría dedicarse a la política según el criterio de los antecedentes limpios, y vive muy por encima de los apuros económicos del italianito de a pie. "Estoy de acuerdo con que mandemos a que les den por ahí a los políticos, pero no podemos rebajarnos a su nivel formando unas listas cívicas", se quejaba un seguidor suyo en un comentario escrito en el blog de Grillo. Sin embargo, el popular cómico no descenderá directamente a la arena política, pues asegura que ese no es su objetivo. Se limitará a dar el certificado de garantía e idoneidad a las candidaturas que reúnan los requisitos de transparencia y moralidad que el movimiento V exige. En los próximos días, la lista completa de requisitos será publicada en su página web en forma de una plataforma común a la que pueden adherirse los ciudadanos que deseen entrar en el Gobierno de sus respectivas ciudades. Grillo y sus colaboradores analizarán todas las listas y decidirán cuáles contarán con su apoyo.

Vídeo del mitin de Bolonia: http://www.youtube.com/watch?v=HPzzPNcApFw