Inesperado giro para el 2 de junio alemán
El autor de la muerte del estudiante Benno Ohnesorg, en 1967, resultó ser un agente doble del Este
BERLÍN.– En la historia de la República Federal Alemana, que hoy cumple sesenta años, el 2 de junio de 1967 fue un día importante. Tirando del hilo de aquella jornada se llega lejos. El Sha de Persia, aquel "rey de reyes" hijo de un sargento pronazi, visitaba Berlín Oeste. Representaba a las tiranías apoyadas por Occidente en el mundo, y los estudiantes se congregaron frente a la Ópera para protestar. Jóvenes iraníes con traje y corbata que aclamaban al Sha, agredieron a los estudiantes con los palos de sus pancartas. La policía les dejó hacer. Agentes de civil participaron en la carga. Karl-Heinz Kurras era uno de ellos. Corría la sangre. En la dispersión del tumulto, Benno Ohnesorg, un estudiante de románicas miembro de una comunidad evangélica, recién casado y que esperaba un hijo, caía mortalmente herido por la pistola de Kurras. Fue una escena sin testigos. Las circunstancias nunca se aclararon. Kurras salió absuelto de diversos procesos, los políticos justificaron con saña aquel desastre y el policía fue trasladado de sección.
Aquel suceso tuvo un fuerte impacto para la generación del 68. Contribuyó al nacimiento de la llamada "oposición extraparlamentaria"(APO) y a la creación de grupos violentos. Uno de ellos tomó el nombre de "Movimiento del 2 de junio". Los abogados en el juicio contra Kurras fueron Horst Mahler, después fundador de la "Fracción del Ejército Rojo", alias Banda Baader-Meinhof, y Otto Schily, luego fundador de "Los Verdes" y Ministro del Interior con el Canciller Gerhard Schröder, que, a su vez fue abogado de Mahler... El cadáver de Benno Ohnesorg fue trasladado a Hanover por una de las carreteras de tránsito que comunicaban Berlin Oeste con la Alemania Occidental. La RDA eximió del pago del tránsito y de todo control al cortejo. Su prensa honró al estudiante "víctima del militarismo".
Ahora, informó el canal ZDF, en los archivos policiales de la antigua Alemania Oriental, un bosque de papel de 180 kilómetros de longitud, se han encontrado, casualmente, unas fichas que documentan que el policía Kurras era su confidente desde 1955 y miembro del Partido Comunista de Alemania Oriental (SED) desde 1964. En abril de 1955 el hombre se dirigió al este para solicitar ingresar en la policía de allá, por ideas. En la policía le convencieron para que sirviera como agente doble. Kurras suministró a la RDA informes sobre actividades de la policía del oeste, nombres de confidentes y agentes del espionaje alemán-occidental. Tenía una cámara de fotos de bolsillo y se encontraba en un café con una mujer que era su contacto con la Stasi. Tras la construcción del muro se comunicaba por radio y recibió algún dinero. El policía retirado, que hoy tiene 82 años y vive en Berlín, lo niega todo. Hace dos años dijo que no se arrepentía de haber disparado contra el estudiante.
Las fichas no indican que la muerte del estudiante le hubiera sido encargada al infiltrado por sus mentores. Mas bien al contrario. Las instrucciones posteriores impartidas al agente fueron; "destruir el material, cesar la actividad, interrumpir el contacto". La RDA, señalaba el documento, "considera el suceso como una desgracia muy lamentable".
Inesperado giro para el 2 de junio alemán
Última edición por Arnau Jara; 23/05/2009 a las 05:42
Vita hominis brevis:ideo honesta mors est immortalitas
Que no me abandone la Fe,cuando toque a bayoneta,que en tres días sitiamos Madridy en otros quince la capital, Lisboa.
Sic Semper Tyrannis
Benno Ohnesorg, 2 Junio 1967
Su nombre significa despreocupado. Benno Ohnesorg, estudiante de veintiseis años, está a punto de acabar su tesis de final de carrera. Se ha casado el mes pasado, su mujer espera un hijo. En este 2 de junio de 1967, se presenta, como otros miles, delante de la ópera de Berlín oeste para protestar contra la representación especial de la Flauta mágica, ofrecida al shah de persia y a la emperatriz Farah. Los diarios de prensa controlados por Axel Cesar Springer anuncian que Berlín espera la mayor manifestación de protesta desde 1932. Los cascos prusianos son más numerosos que cuando la visita del presidente Kennedy. Las pancartas denuncian el régimen iraní y cada consigna es reforzada con el lanzamiento de huevos rellenos de pintura que estallan contra las fachadas acristaladas de la nueva ópera. Rudi Dutschke, el líder del movimiento, mechón negro y ojo brillante, subido a una valla tiene, megáfono en mano, un discurso vindicador. Las leyes de excepción son abucheadas, el parlamento ridiculizado. Los cascos prusianos a caballo reciben la orden de cargar sobre la masa en la calle Bismarck por ambos lados a la vez. Es un sálvese quien pueda generalizado. Ohnesorg se refugia junto con algunos amigos en el patio interior de un edificio. Este es el testimonio de Erika S***:
“El hombre de la camisa roja [Ohnesorg] tenía la cara girada hacia la calle desde el patio interior del edificio en el número 67 de la Krummestrasse, detrás de un VW. Llevaba en la mano un trapo blanco, intentaba visiblemente alcanzar la calle. Dos funcionarios de uniforme que se encontraban detrás del coche con la porra en la mano intentaban impedírselo (…) Y entonces desde la parte oscura del patio ha aparecido un grupo de personas de paisano y policias sujetando de pies y manos a otro jóven. Entre el momento en que he visto al hombre de la camisa roja y la evacuación del segundo han pasado unos segundos. En ese preciso instante mi visión estaba completamente despejada. Entre el hombre y yo, estimo una distancia de unos seis u ocho metros. De pronto, un funcionario de uniforme ha asestado por detrás un golpe con la porra en la cabeza del hombre de la camisa roja. La víctima se ha desmoronado lentamente sobre sí misma y los dos policias han venido por cada lado de la VW para golpear entre tres al hombre tendido en el suelo. Un policia le pisaba la mano y el brazo derecho, mientras que los otros le daban patadas en el estómago. Mientras que esto pasaba, he oído una detonación que en un primer momento no he tomado por un disparo. Por eso no sé en qué momento ha sido el disparo. Me he acercado al hombre que yacía en el suelo y me he inclinado sobre su izquierda. Cuando he levantado los ojos sobre los funcionarios, les he rogado suavemente que: “no me peguen, por favor, llamen una ambulancia”. El policía que se encontraba a la izquierda del hombre de la camisa roja se ha dirigido lentamente hacia la calle (…). He buscado una herida y la he encontrado cerca de la oreja derecha. De esta oreja también caía sangre. Le he tomado el pulso, estaba muy débil, le he abierto un párpado pero no le he visto la pupila. He pensado que tenía una fractura de cráneo. Sus labios se movían, y he supuesto que quería decir algo. Me he acercado, pero no he percibido más que un estertor.”
Quien disparó, K***, se sintió amenazado cuando alojó una bala en la cabeza de Ohnesorg. La muerte de éste –a pesar de su nombre sibilino- provoca nuevas manifestaciones, además de una reunión extraordinaria del Senado de Berlín en presencia de los rectores de las dos universidades. Al jefe de los cascos prusianos se le despacha dándole las gracias, pero cualquier tipo de concentración es prohibida. Los estudiantes ocupan entonces los anfiteatros y preparan una discusión sobre la democracia. Para el funeral de Ohnesorg, se organiza un cortejo desde Berlín a Hannover a través del corredor de Alemania del este. El movimiento de protesta se extiende a otras universidades alemanas. Se ataca sobre todo al periódico Bild que tiene una tirada de cuatro millones y medio de ejemplares. El mismo desde donde Axel Cesar Springer denuncia diariamente el peligro que suponen los estudiantes. Por ejemplo, este Rudi Dutschke: ¿por qué no vuelve a la Alemania oriental de dónde ha escapado?
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