A finales de 1284 o principios de 1285, cuando los franceses preparaba su invasión y Don Pedro III su resistencia, dirigió éste a Pedro Salvatge (sin duda su trovador familiar) el siguiente canto en lengua occitana provenzal:
Peire salvagge den greu pessar
Me fa estar
Dius una maizó
Las flors que say vólon passar
Senes guardar
Dreg ni razó;
Don prec asselhs de Carcasés
E d'Ajenés
Et als Guascós prec que lor pes
Si flors me fan mermar de ma tenensa;
Mas tal cuia sai gazanhar perdó
Qu'el perdós li er de gran perdició.
E mos neps que flor sol portar,
Vol cambiar
Do no-m sab bo,
Son senhal, et auzem comtar
Que-s fai nomnar
Rey d'Aragó,
Mas cuy que playsdo cuy que pes
Los mieus jaqués
Se mesclarán ab lor tornés
E plass'a Dieu qu'el plus dreyturier vensa;
Qu'ieu ja nulh temps per bocelh de Bretó
No laysarai lo senhal del bastó
E si mi dons al cor cortés.
Ples de totz bes,
Salvagge, valer mi volgués
E del seu cor me fes qualque valensa
Per enemicx no-m calgra garn izó
Ni desplegar pennol ni confaló.
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
No es el único rey aragonés que escribió en esa lengua, copio lo que la Gran Enciclopedia Aragonesa on line dice sobre literatura medieval occitana en Aragón:
En el Aragón medieval se usó en ciertas ocasiones como lengua escrita, además del aragonés, el catalán y el castellano, otra lengua románica originaria del sur de Francia: el occitano. Importada por algunas colonias de francos que se instalaron en Aragón como consecuencia de hechos de armas o del comercio, en Huesca y en Zaragoza fue absorbida muy pronto por el romance autóctono, pero en Jaca pervivió como lengua hablada hasta el siglo XIII (y aún más, hasta el XVI, en otras ciudades del Camino de Santiago como Pamplona y Estella). Reflejo escrito de esa lengua son algunos importantes documentos jaqueses, especialmente los Establimentz de Jaca y diversas redacciones del Fuero de Jaca , no sólo realizadas en esta ciudad, sino también en Huesca.
Por otra parte, desde muy pronto se detecta la presencia de juglares y trovadores ultramontanos, en su mayor parte occitanos, al servicio de los monarcas aragoneses. El espíritu de cruzada de la Reconquista, las peregrinaciones a Santiago de Compostela y el mismo ambiente cortesano atrajeron a los trovadores a Aragón y a otros reinos de la Península. En Aragón, el influjo de la poesía occitana fue temprano e intenso (no tanto como en Cataluña, pero más que en Castilla). Entre otros, tuvieron estancias prolongadas en la corte aragonesa los trovadores occitanos Peire Rogier, Peire Vidal, Peire Raimon de Tolosa, Gausbert de Poicibot, Paulet de Marselha. En la corte de Alfonso II destacan Giraut del Luc y Bertran de Born.
Este ambiente propició el que los mismos príncipes aragoneses compusieran poesía en lengua de oc: entre 1162 y 1410, al menos siete miembros de la familia real, según I. Cluzel. Destaca Alfonso II, del que se conoce una cansó, y Pedro III. También hubo trovadores aragoneses que compusieron en occitano. El más importante y conocido es Thomás Périz de Fozes, del que se conocen dos poemas, escritos, según M. de Riquer, en provenzal literario muy correcto. Peire de Monzó no está bien identificado (A. Ubieto piensa que se corresponda con un tal Pedro Bernardo) ni tiene con seguridad atribuida ninguna composición. Peire Salvage ha sido considerado generalmente como catalán, aunque todos los indicios parecen indicar que fue aragonés, descendiente de una familia occitana asentada en Jaca, según J. A. Frago. Intervino en 1285 con un sirventés en una contienda poética junto con otros cuatro trovadores, mientras guerreaban los ejércitos reales de Francia y Aragón. Fueron, sin embargo, más importantes los trovadores navarros, especialmente Guillem de Tudela, autor de la Cansó de la Crozada en el segundo decenio del siglo XIII.
Hay que considerar, por último, la posibilidad de que la Chanson de Sainte Foy (canción de Santa Fe), poema narrativo compuesto entre los siglos XI y XII, de autor desconocido y una de las primeras obras poéticas de la lengua de oc, se escribiera en Aragón, en Ribagorza concretamente, hipótesis mantenida por A. Ubieto. Su redacción se ha situado en el sur de Francia, en Cataluña o en Navarra. A. Soutou (1970) piensa que se escribió en la abadía de Conques y que su tipo de occitano es el provenzal de Rouergue.
• Bibliog.: De Riquer, M.: «Thomás Périz de Fozes, trovador aragonés en lengua provenzal»; A.F.A., III, Zaragoza, 1950, pp. 5-23. Id.: «La Littérature provençale à la cour d’Alphonse II d’Aragon»; Cahiers de Civilisation Médievale, II, Poitiers, 1959, pp. 177- 201. Id.: Los trovadores. Historia literaria y textos; 3 vols., Barcelona, ed. Planeta, 1975. Cluzel, I.: «Princes et troubadours de la Maison royale de Barcelone-Aragon»; B.R.A.B.L., XXVII (1957-58), pp. 321-373. Molho, M.: El Fuero de Jaca; Zaragoza, Inst. de Estudios Pirenaicos, 1964. Ubieto, A.: «Poesía navarro-aragonesa primitiva»; E.E.M.C.A., VIII (1967). Frago, J. A.: «Literatura navarro-aragonesa»; Historia de las literaturas hispánicas no castellanas, ed. Taurus, Madrid, 1980, pp. 221-276.
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