LA GAITA GALLEGA


(ECO NACIONAL)

Cuando la gaita gallega
el pobre gaitero toca,
no sé lo que me sucede
que el llanto a mis ojos brota
Ver me figuro a Galicia
bella, pensativa y sola
como amada sin amado,
como reina sin corona
Y aunque alegre danza entone
y dance la turba loca
la voz del grave instrumento
suéname tan melancólica
a mi alma revela tantas
desdichas, penas tan hondas,
que no sé deciros
si canta o si llora.


Recuérdame aquellos cielos
y aquellas dulces auroras
y aquellas verdes campiñas
y el arrullo de sus tórtolas
y aquellos lagos, y aquellas
montañas que al cielo tocan,
todas llenas de perfumes,
vestidas de flores todas
donde Dios abre su mano
y sus tesoros agota;
más, ay, cómo me recuerda
también que hay allí quien dobla
en medio de la abundancia
al hambre la frente torva,
no acierto a deciros
si canta o si llora.


Suenan y cruzan mi espíritu
puras, risueñas y hermosas
las sombras de los cien puertos
de que Galicia es señora.
Y lentamente pasando,
como ciudades que flotan
van sus cien naves soberbias
al ronco son de las olas
más, ay, como en ellas veo
como el oro de sus costas
sus tiernos hijos desnudos
que miran triste a Europa
pidiendo su pan amargo
a la América remota
no acierto a deciros
si canta o si llora


Pobre Galicia... Tus hijos
huyen de ti o te los roban
llenando de íntima pena
tus entrañas amorosas
Y como a parias malditos
y como a tribus de ilotas
que llevasen en el rostro
sello de infamia y deshonra
ay, la patria los olvida
la patria los abandona
y la miseria y la muerte
en su hogar desierto moran
Por eso, aunque en son de fiesta
la gaita gallega se oiga,
no acierto a deciros
si canta o si llora.


Espera, Galicia, espera
lleva la cruz que te agobia
regando con sangre y lágrimas
esa vía dolorosa
Tendrás sed... Hiel y vinagre
te darán con mano pródiga
y con corona de espinas
cetro de caña con mofa
pero los tiempos se acercan,
y cuando suene tu hora,
feliz subirás y grande
a la cumbre de la gloria
Hoy, si la gaita gallega
el pobre gaitero toca,
no acierto a deciros,
si canta o llora.



-Ventura Ruiz Aguilera

RAIGAMBRE