Me parece muy interesante este tema que has abierto sobre cuestiones etnográficas. Desconocía esto de la poca rentabilidad económica de la raza tudanca. Como urbanita, me resulta complicado comprender la fidelidad de estos campesinos a esa raza vacuna. Pero por principio tienen mi admiración aquellas personas que no se mueven únicamente por el criterio de rentabilidad económica.
En lo del lobo ya sabes que te doy la razón. Por un lado, es la ciudad que intenta imponerle al campo su forma de entender la vida. Y en esto me sitúo con la gente del campo, pues son la entraña de la nación. Pero por otro lado hay un componente teológico que puede pasar desapercibido a primera vista.
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