VIAJE POR EL REINO DE LEÓN ( CON

PASADAS POR EL REINO DE CASTILLA )





La verdad es que una sensación de entrañable curiosidad me invade cada vez que me dispongo a viajar por las tierras de España. La Real Hermandad Sacramental de la Soledad, de este mi pueblo de Bollullos de la Mitación, como viene siendo costumbre, se dispuso a organizar una expedición aprovechando el “ Puente de la Inmaculada “. Claro que uno tiene que celebrar el Día de la Inmaculada; pero, como comprenderán, nada tiene que celebrar el día de la constitución….





Aquella misma tarde había hablado con “ mimulus “ ( De www.hispanismo.org ) y ella me adelantaba el viaje de Aus Migratories. Sea como fuere, el caso es que salieron un par de autobuses desde la Plaza de la Cultura a eso de la 1 de la madrugada, ya el día 7 de Diciembre del 2006. Gente de todas las edades, aunque lo cierto es que lo mayormente predominante fueron los matrimonios ya más que estables. Como un servidor de ustedes es un viejo prematuro, se siente a gusto en este ambiente, y más teniendo en cuenta que son gente de pueblo. La inmensa mayoría de Bollullos de la Mitación, y algunos de Coria del Río, pueblo donde me unen ciertos lazos de sangre, por el origen de mi bisabuela, Dª Dolores Reinoso Palma. Llegaron mis tíos Curro y María a casa y pronto nos dispusimos, con maletas e ilusión, a ir hacia la Plaza de la Cultura. Allí nos encontramos con el paisanaje, con unas caras que anunciaban sueño. Fue montarnos en el autobús, y tomar en seguida el micrófono la guía, Miriam, del equipo de Viajes Triana; que en seguida nos comentó generalidades sobre el viaje, nos presentó a la conductora, Dª Gardenia, y nos deseó lo mejor. Yo me senté casi al final, antes que los niños y al lado de un buen amigo, D. José Moreno Romero, conocido en el pueblo como “ el Nene “, que tiene ya 72 primaverillas. Amigo de mi tío Ramón y como él, andante de los primerizos días del C. D. San Martín. ¡ Benditos sean esos viejos de las Españas, pozos de sabiduría, llaves del trabajo, armas de la experiencia, castizos por derecho !






Allí, entre conversaciones y chascarrillos, un servidor intentó echar las primeras cabezadas. Pude distinguir el camino, ya bien salidos del pueblo, entre el Ronquillo, el Real de la Jara y Santa Olalla ( Ahora provincias de Sevilla y Huelva; según la Tradición, el mismo Reino de Sevilla ); hasta Zufre, también parte sevillana, hoy parte de Extremadura. Ya comenzaba la ansiada Ruta de la Plata. De ahí a la actual provincia de Badajoz, por Llerena. Entramos por Monesterio, por Montemolín….Y al pasar por este lindo lugar, acordéme del título que ostentaba el Rey D. Carlos VI de las Españas. Fuente de Cantos, Calzadilla de los Barros, Villafranca de los Barros….Todo encubierto en la misteriosidad de la noche. En esto que paramos en una venta ya en la provincia de Cáceres. Allí, unos cuantos nos asombramos de la presencia de un zorro ( “ Maese Raposo “ lo llamaba Félix Rodríguez de la Fuente ), y comenzó la discusión sobre si estaba domesticado o su aparición era espontánea y hambruna; que era lo que pensábamos mi señor padre y yo entre otros….Al final no pudimos resolver aquel enconado enigma. Yo, la verdad es que me llevé una muy grata impresión, ya que no veía un zorro desde que era pequeñajo ( Sí, porque aquí donde me ven, un buen día yo también fui pequeño….), cuando existía en Bollullos el Bar de los Cazadores, donde también se hacían peleas de gallos. Estábamos cerca de Plasencia, y hacía todo un ventazo. Fue un “ puente “ muy frío en general. Y yo, que dada la oscuridad y que en el autobús no se nos encendía luz alguna, apenas pude admirar aquellos paisajes sino en ese misterio ya mencionado. En aquellos momentos, también tuve ocasión de disfrutar de una flamenca conversación con el cantaor Manuel Calero, hablar de las letras, como la de su guajira “ Caña de Hiel Anciana “; despotricando del “ flamenquito “ y del mal gusto en general que tanto impera, y de la poca defensa de nuestros cantes, de esa música que como dice mi correligionario D. Juan Manuel Rodríguez, resulta ser la más rica del Occidente. De los distintos tipos de soleá, de la soleá apolá, de los Cantes de Levante, de los que también existen en la Extremadura del Sur y en Murcia….¡¡¡ Cómo me gusta aprender de los cantaores por derecho !!! Nunca se cansa uno de esto. Yo le exponía mis símiles….Una novela de aventuras, en un momento dado, puede leérsela uno de corrido; pero la poesía es para leer cada verso lentamente ( Si es buena claro, no hablamos de las mías ), para degustarlo profundamente, enterarse, empaparse….Eso pasa con el flamenco. Una canción pegadiza se la puede aprender uno de dos “ escuchadas “. El flamenco no. Es para escuchar cada tonada, cada alto y bajo, cada cadencia de guitarra, cada letra….Es como el buen jamón, que hasta en el corte hay que fijarse; y luego que te pongan hamburguesa…..Manuel, primo de mi madre, sonreía asintiendo.





A la amanecida, me di cuenta de una cosa: Me había sentado encima de las gafas, con lo cual la patilla derecha pasó a mejor vida….Estando ya en la actual provincia de Salamanca ( Habíamos llegado al Reino Leonés ) y allí degusté un calentito café. Había algún portugués por allí, y disfruté de una buena conversación con Manuel Calero, cantaor flamenco por derecho de mi pueblo; y además que somos familia, de esa saga insigne de los Calero. Terminada la parada ( Duraban estas paradas una media hora, poco más o menos ) las indicaciones leían a Parada de Rubiales, Cañizal, Fuentesauco….Entrando ya en las actuales provincias de Zamora y Valladolid: Vadilla de Guareña, Alaejos, el Arroyo de la Reguera, Siete Iglesias, Nava del Rey; el ferrocarril que va de Medina del Campo a Zamora, el Canal de Pollos, Tordesillas….Ya pude vislumbrar aquellas filas de árboles desnudos; algo de verde en los campos, alguna zarza, algún pino….Pero en general, como en toda la Piel de Toro, una desertización acusada. No obstante, ya me comunicaron gentes de la familia Orleáns-Bragança que, viniendo del Brasil en el avión, veíase la Península Ibérica con tonos rojos y marrones….¡¡¡ Qué triste !!! Y los llamados “ ecologistas “ ( Ecolo-jetas en verdad ) mamando de las subvenciones del estado capitalista y jugando a ser rojetes….¡¡¡ Cuando el comunismo ha destrozado campos y ríos enteros; habráse visto algún régimen más contrario a la naturaleza en todos los sentidos !!! En fin….





El paisaje que me iba encontrando era típicamente fluvial, un tímido verdor en el solar. En aquellos pueblos se veían filas de casas algo desordenadas, pero en el fondo bien puestas. Pasamos San Miguel del Pino. En el trayecto advertí la presencia de varias casas de putas. Dejamos Velliza, Villamarciel y Geria; las urbanizaciones de El Montico y Panorama….¡¡¡ Y yo que creía que eso de las urbanizaciones sólo pasaba en Marbella….!!! Pasamos por Simancas, donde Miriam parlamentónos sobre el Archivo General, y pudimos ver la presencia de bellas torres. ¡ Qué tonos grisáceos tan bonitos tiene la arquitectura de aquellos pagos en general ! Pasamos por Tudela de Duero, el Arroyo Ciguñuela….Era la Autovía de Castilla.




Y en eso que entramos en Parquesol, el Sur Pucelano. Miriam nos explicó las “ leyendas “ acerca de los orígenes de la nomenclatura vallisoletana: Del origen celta de Valladolid y del francés “ Pucela “; de cuando caballeros del lugar fueron a la Francia para ayudar a Santa Juana de Arco, y vinieron hablando de “ puselles “. Vimos el Zorrilla, el estadio del Real Valladolid Deportivo; también conocido como el campo de la pulmonía o algo así. Y es que no es broma; el frío de estas tierras no es nada cobarde.




Antes de llegar al hotel, Gardenia se aventuró por una ruta peligrosa; y acabó arrancando un pivote. La policía nos tuvo que indicar el mejor acceso ante la sorpresa de algunos lugareños. Llegando al Hotel Olid Meliá, me di cuenta de que había desbloqueado malamente el teléfono móvil, con lo cual pasé alguna fatiguita hasta que logré recuperar el PUK o cómo demonios se llame….Llegamos a Pucela, aquella bonita ciudad leonesa del Pisuerga, a eso de poco antes del mediodía.




Fuimos a ver el Museo Nacional de Escultura, sito cerca de la Iglesia de San Pablo, del IES Zorrilla, de la estatua de Felipe II….¡ Qué bonitos tonos grises ! Noté la Flor de Lis en no pocos blasones de la ciudad vallisoletana. El Museo radica en el antiguo Palacio de Villena, del siglo XVI. Allí pudimos deleitarnos con esculturas y algo de pintura; con las obras de Juny, Berruguete, etc. Temática fundamentalmente religiosa. También pudimos ver la exposición de Toros y Toreros y el Belén napolitano. La verdad es que con tanto gordo con cara de tonto y ridícula vestimenta roja venido del mundo protestante se excita uno con el tamaño arte católico tan típico del Reino de Nápoles. Así como se admira la dureza y realismo de las esculturas taurinas. Luego, nos indicaron la cercanía a una nave triste y moderna, que albergaba la Escultura Procesional; los pasos de dicho museo. La verdad es que la imaginería es distinta de la que un sevillano está acostumbrado a ver. Las formas suelen ser más grandotas, y los pasos menos cuidados, o sea, menos acicalados. No obstante, no se desmerecen en absoluto. Fue harto interesante. Y todo ello lo veíamos con no poco cansancio.






Y es que, hablando más del Museo Nacional de Escultura, podemos decir que su creación se remonta al año de 1933, en plena II República. En la sede elegida para su acomodo, esto es, el Colegio de San Gregorio, reunióse un magnífico conjunto de obras que, procedentes de instituciones eclesiásticas desamortizadas de Valladolid y su entorno, constituyeron el núcleo inicial de su colección. Por tanto, es una obra del inmenso y sacrílego latrocinio que liberales ( Por supuesto que de derechas ) y comunistas han logrado hacer del XIX al XX; con el consiguiente empobrecimiento de la Iglesia y el Campesinado, para el fortalecimiento de la burguesía y la “ clase política “. Unos pocos que le siguen robando a muchos, como hoy en día….Así las cosas, la colección de este Museo Nacional de Escultura permite realizar un completo recorrido por la plástica española y algo del resto europeo en sus más variados registros: Un amplio muestrario de materiales ( Madera, bronce, piedra o barro ), técnicas ( Modelado, talla, vaciado ) y géneros escultóricos ( Retablos, sillerías, pasos procesionales o monumentos funerarios ); son el soporte de diversos y complejos programas iconográficos transmitidos a través de lenguajes artísticos diferenciados ( Gótico, Renacimiento, Manierismo, Barroco y Rococó ). En la Sala I se inicia la visita al Museo con una selectiva muestra de escultura y pintura gótica del siglo XV. La escuela flamenca e hispano-flamenca están representadas por obras de gran calidad entre las que destacan los retablos de la Vida de la Virgen y de San Jerónimo; éste último obra de Jorge Inglés, o la silla de coro de Rodrigo Alemán. De las Salas II a la IV vemos expuesta la obra de los dos autores más destacados del Manierismo Expresivo, Alonso Berruguete y Juan de Juny. Del primero se muestra una selección de piezas pertenecientes al retablo mayor del monasterio de San Benito el Real de Valladolid, destacando del segundo el extraordinario conjunto funerario del Entierro de Cristo encargado por Fray Antonio de Guevara. De las Salas V a VIII nos encontramos la obra de Gregorio Fernández, el máximo exponente del Barroco “ Castellano “ del tercio central del siglo XVII. Está presente con algunas de sus más conocidas creaciones: El Cristo Yacente y los grupos procesionales de la Sexta Angustia y el Camino del Calvario. Las particularidades del foco escultórico andaluz son apreciables en la obra de destacados artistas, como la de Martínez Montañes, hijo del Reino de Jaén; Alonso Cano, Pedro de Mena y José de Mora. De las Salas X a XIII se muestra el Primer Renacimiento a través de las obras de Felipe Vigarny y Diego de Siloé en contrapunto con las realizadas, ya en clave manierista, por Alonso Berruguete y sus seguidores en la primera mitad del siglo XVI. El último manierismo en su doble vertiente, romanista ( Esteban Jordán ) y cortesana ( Pompeo Leoni, Antonio Moro ), completa la visión del siglo sirviendo de enlace a las primeras manifestaciones barrocas, como Rubens o Gregorio Fernández. De las Salas XIV a XVII nos encontramos con escultura barroca del siglo XVIII, definida a través de una cuidada selección de artistas y obras de los principales centros peninsulares: Madrid ( Villabrille y Ron, Salvador Carmona ), Murcia ( Francisco Salzillo ); amén de Pedro de Sierra. El recorrido por el Palacio de Villena concluye con la visión de un par de originales conjuntos escultóricos: La colección de toros y toreros, y el magnífico Belén napolitano….





Los sugerentes espacios de la Capilla del Colegio de San Gregorio se utilizan para contextualizar un interesante conjunto de piezas entre las que destaca el retablo del convento de La Mejorada de Olmedo, obra de Alonso Berruguete, la sillería del Monasterio de San Francisco de Valladolid, realizada por Pedro de Sierra en el XVIII; y una variada representación de escultura funeraria de estilos y tipologías diversas. La presentación del resto de la colección en el Palacio de Villena se ha realizado siguiendo un criterio de ordenación cronológica que ofrece dos alternativas de visita complementaria: En la Planta Baja se muestra una selección de las obras y autores más significativos del Museo, adscritos a un trío de periodos estilísticos concretos: El Gótico Final, el Primer Manierismo y el Barroco del siglo XVII. La Primera y la Segunda Planta retoman nuevamente el criterio cronológico para profundizar en dos periodos que presentan una mayor complejidad de lenguajes artísticos: El siglo XVI y el siglo XVIII.






De allí seguimos caminando por Valladolid, por la Plaza Mayor, por la casa donde nació Felipe II, etc. Y al llegar al Hotel Olid Meliá, me di cuenta que en la puerta del mismo figuraba una placa de la logia masónica conocida como los Rotarios o algo así; los cuales se reúnen allí los lunes….Ya los masones cada vez se esconden menos. Otra cosa que llamóme la atención fue que en el mismo Valladolid había bastantes pegatinas del regionalismo leonés. Era una pegatina morada, con el escudo leonés, y abajo la leyenda “ País Llionés “….¿ No sería mejor, como defiende Chao, la bandera blanca, que es la tradicional ? ¿ No sería mejor REINO DE LEÓN, como reivindica aquel colectivo ciudadano que organizó aquella manifestación tan interesante….? Es más, es que León, por encima de geografía ( Si nos atenemos a un significado de “ país “ ), es Reino, alma mater Hispaniae, nada menos.




Después de la pitanza, había una visita programada por Valladolid; pero un servidor de ustedes estaba tan derrotado que, igual que mi señor padre, decidió echarse una profunda siesta. Mi madre sí que se animó a ir, y nos dijo que mereció la pena. Pero la flojera nos pudo. Luego, un buen rato por los Salones del Hotel y la cena; algo de paseo por Valladolid y a acostarse, pues había que estar en planta pronto para otro día turístico. Aunque después de la siesta, me fui con mi señor padre, mi señor tío Curro Lora Pichardo y D. Marcos Hernández a degustar la comida pucelana. Muy cerca del Olid Meliá se encuentra el Bar-Restaurante La Hogaza, donde de buenos vinos de la tierra se pasó a las mollejas de lechazo. Todo muy rico, y nada caro, la verdad. Y de ahí, al salón de fumadores del hotel. En ese trayecto adquirí el nuevo número de La Aventura de la Historia donde aparece un reportaje sobre el General Cabrera. No es del todo objetivo ni mucho menos, pero no deja de ser interesante; además que incluía un número sobre la Historia del Reino de Valencia. Ya estamos acostumbrados a la normativa puritana los leprosos tabaquistas.





El día 8 de Diciembre del 2006, después de un copioso desayuno frutal-almibarado, rematado por un donut de chocolate y un café con leche, salimos del Hotel Olid Meliá para encontrar el autobús; donde estaba presta Gardenia. Íbamos rumbo a Tordesillas y para Zamora. Y más cabezadas en el autobús….





Nos dirigimos hacia Tordesillas. Allí pasamos por la Plaza Mayor en un día más bien nublado, donde pude disfrutar de conversaciones con mi antiguo vecino, el instruido ex marino D. Antonio Enrique De Amores. El Convento, donde quedan unas diez clarisas, me gustó mucho. Allí todavía se erigen orgullosos los blasones de Carlos I de España. Aunque la guía no supo explicarme por qué el escudo de Felipe V figuraba incompleto; diciéndome que ya esos reinos igual no pertenecían a España….Y eso no tiene nada que ver, y lo vemos en los escudos completos de los primeros Borbones; o en el del Reino de Nápoles en el siglo XVIII; los escudos reales no se ceñían a lo “ actual “ y respetaban los “ pactos de familia “. En fin….En el antiguo lugar de oración se conservaba el Escudo Real de Felipe II. Artesanía mudéjar también.






A posteriori, nos dirigimos hacia el Castillo de Simancas. Miriam nos explicó la leyenda de la Reconquista de esa nomenclatura, que luego D. Antonio Enrique la refrendó pero de otra forma más veraz….Aquel castillo impresionóme, y con todo y con eso, no pudimos verlo del todo, pues están pendientes las obras de restauración. En la entrada del castillo, hay una emotiva placa, referente al siglo XVII, a Felipe II y a Hugo O´Donnell, escrita en castellano y gaélico….Recordé la vieja hermandad hispano-irlandesa; hoy tan confundida por los nacionalismos….Y D. José Anguiano Calvo, cada vez que veía una de estas magníficas construcciones, decía: “ ¡ Tomad, arquitectos modernos....! “ . La placa en cuestión dice así: “ EL 10 DE SEPTIEMBRE DE 1602 EL NOBLE IRLANDÉS, HUGO O`DONNELL, PRINCIPE DE TÍR CHONAILL, MURIÓ EN ESTE CASTILLO DE SIMANCAS CUANDO SE DIRIGÍA A VALLADOLID PARA PEDIR MÁS AYUDA MILITAR AL REY FELIPE III DESPUÉS DE LA DERROTA DE LAS FUERZAS ESPAÑOLAS E IRLANDESAS POR UN EJÉRCITO INGLÉS EN LA BATALLA DE KINSALE EN IRLANDA “. Me pareció muy emotiva. Aquella grandiosa fortaleza, en medio de aquel recio frío y aquel bonito pueblo….El tipismo español, vaya. No pudimos ver el Archivo General de Simancas, y es que la falta de tiempo fue algo que nos acució en todos nuestros recorridos prácticamente.





De ahí nos dirigimos a Zamora, uno de los tesoros urbanos más preciados de la Corona de León. Allí nos dividimos los grupos tal y como estábamos en los autobuses, con una guía para cada cual. A nosotros nos tocó ( En el grupo de Miriam ) una guía muy simpática, la verdad. Rubia de bote, con una cara que a mí parecióme algo bonita. Y es que, cuando viajo por el Norte, noto que las mujeres suelen ser menos agraciadas físicamente. D. Marcos Hernández Gutiérrez, de estirpe carlistona, 50% soriano, me suele decir que las mujeres de por allá son “ caballunas “….No sé si esto es “ chovinismo sevillano “, manías mías sin sentido alguno; pero así me lo parece; probablemente, con toda la injusticia del mundo. Entramos en Zamora y la guía nos recordaba que el frío del día no era nada para lo que suele hacer allí por aquellas fechas. Entramos por la “ Muralla de la Traición “ ( Donde tuvo su protagonismo Bellido Dolfos ) y en seguida admiramos la Iglesia de San Isidoro. La guía nos explicaba la presencia del Cid Campeador en Zamora, donde se hizo caballero. Aquel Caudillo Castellano se “ entrenó “ en tierras leonesas. Recorriendo aquellas callejuelas, con esos artes que se cruzan, lo románico, lo gótico, lo mudéjar….¡ Cuánta riqueza; cuánto patrimonio popular ! La Historia ante nosotros; y más en la cuna de lo que fue la batuta del ideal del Hispanicvm Imperivm. De allí fuimos a la Catedral, donde también se aprecian los variados estilos que conforman la tradición artística zamorana. La misma cúpula, que un arquitecto francés hizo de estilo bizantino. Dentro se cruza del Románico al Gótico. Allí en la catedral había un escudo, en el techo, de los Reyes Católicos, pero la rubiasca guía me matizó que ese escudo también fue utilizado por Carlos I en sus primeros días. En la Catedral se recoge, asimismo, la tradición cofrade zamorana. Como también la devoción a San Cristóbal. La guía nos explicó sobre cómo se mantiene la silenciosa austeridad de las procesiones. De que ella había estado en Sevilla y Málaga en Semana Santa y nos hablaba de las diferencias; eso sí, sin nada de “ chovinismo zamorano “ por su parte. En Sevilla, alguna hermandad de pueblo y El Silencio, la mater et magistra que tanto admiró Miguel de Cervantes Saavedra, son quizá las que mantienen ese noble estilo cofrade. También vimos el Puente del Duero y la Iglesia de la Magdalena.





Transitando hacia el Puente del Duero tuve una agradable conversación con la guapota guía. Comenzaba yo ( Dada mi afición al politiqueo ) rondándole el terreno sobre el leonesismo en Zamora….A lo que ella me respondió que eran 4 gatos, que allí se sentían muy castellanos y españoles, y que esa lengua inventada que pregonan no se habla allí….Entonces yo le hablé de la tradición sociopolítica zamorana, encuadrada en el Fuero Juzgo, que no era otro que el Libro de los Jueces de los Reyes de León; muy diferente a la situación castellana. Al final convenimos que Zamora se encuadra en lo leonés; si bien, distintas acepciones sobre la lengua no serían del todo correctas. Como me recuerda Paco ( De www.hispanismo.org ), distinta es la situación de las Comunidades Forales Castellanas de los territorios León; cosa que ellos compartían con los vascongados. Y es que yo mismo le hablaba de la influencia del leonés en según qué áreas rurales sevillanas. Que Zamora se regía por el Fuero Juzgo, y de que en base institucional, tiene más en común con los Reinos de Toledo o Sevilla que con Castilla. Y de cómo Oliveira Martins estudió en el XIX la hermandad de los romances galaico-portugueses y astur-leoneses hacia el Sudoeste de la Piel de Toro; a partir de las Cortes de los mismísimos Fernando III el Santo y Alfonso X el Sabio; Reyes donde siempre prevaleció lo leonés. La guía también me afirmaba de la hermandad de Zamora con los pagos portugueses. En la misma provincia de Zamora, hay un pueblo donde no existe esa artificial frontera, Rionegro, donde hablan castellano y portugués, y donde, como buena gente de pueblo, han acabado con esas obsesiones fronterizas-lingüísticas y etc. del nacionalismo. ¡ Viva la gente de pueblo ! Lo leonés no se ciñe a la burocratización de las lenguas ni a esa obsesión estatalista. Le hablé yo de la hermandad que también tienen los pagos de los Reinos de Sevilla y los Algarves, y de cómo palabras y modismos que aún mantienen las personas mayores de mi pueblo, que entroncan con las formas de hablar asturianas, según ella apreció. A la guía probablemente le dirán que tiene que decir que allí el leonesismo es cosa de 4 gatos, que en Zamora se sienten muy castellanos….La realidad es que el leonesismo ya es la tercera fuerza política de Zamora. Y la realidad es que el leonesismo, si bien en la UPL tiene algunos tics que intentan asimilarse a los nacionalismos antiespañoles, tiene una médula salvable, como el regionalismo valenciano, y a la cual el tradicionalismo debería estar atento, como lo estuvo el asturianista Vázquez de Mella en su día. El leonesismo podría reivindicar más la influencia de lo leonés en la Tradición, en todos sus ámbitos, y por supuesto reivindicar la lengua, pero no encerrarse en copiar a los liberales decimonónicos en la estructuración del Estado.




De allí nos dirigimos hacia la estatua de Viriato, donde la guía nos explicaba el verdadero marco de la Lusitania, que en absoluto se ciñe sólo al actual Portugal; y yo le quité la palabra de la boca; aquello de “ Roma no paga traidores....”. Cerca de allí nos enseñó la escultura del Merlú, un típico instrumento presente en la madrugada cofrade de Zamora. La guía, asimismo, defendía la calidad del queso zamorano, y hablóme de cómo muchos manchegos iban a por la leche que dan las ovejas de allá….En frente del Merlú se sitúa la Panadería D. Carlos; un bonito nombre real….Donde intenté engullirme un dulce de chocolate que yo creía más bien bizcocho….¡ Cuál fue mi sorpresa al notar que aquello era “ chocolate macizo “, y que no fui capaz de comerlo entero ! ¡ Con lo que yo he sido….!





Los campos que podían verse alrededor eran verdes, más bien llanos. Las cepas que yo veía me parecían más pequeñas que las del Reino de Toledo. Algún paisano me decía que esta diferencia se debía a la vejez de las cepas. La amabilidad de las gentes zamoranas es impresionante. Unos viejecitos se ofrecieron, sin conocernos de nada, a acompañarnos a ver los pasos de Semana Santa; pero un servidor estaba cansado y con frío. Las calles aquellas conservan, con todos sus matices, muy bien el núcleo urbano tradicional. La noche las envuelve en una mágica aura donde parece que el tiempo se detiene, o donde vemos la lógica continuidad celtibérica, desde Viriato a los Reyes Cristianos. La verdad es que me encantó Zamora. Máxime cuando allí aún no parece haber hecho demasiados estragos la especulación urbanística. Se me quedó en la memoria, entre otras cosas, aquella Calle del Postigo….De allí nos fuimos al autobús, rumbo a Valladolid. Y seguí disfrutando de aquellos campos y llanuras en la noche, envueltos en una capa de frío que uno que tiene que soportar las calores hasta Noviembre agradece. Y con eso, nos fuimos a la cena, al cigarrito y a la cama. Las calefacciones de los hoteles me superan. Se pasa del frío a una calor casi extrema. Así que no pocos cigarros me los fumé al aire libre, en la puerta del Olid Meliá, disfrutando del aire vallisoletano.





El día 8 de Diciembre amaneció con frío, como ya estábamos acostumbrados. Mi querida hermana me informaba que en el Reino de Sevilla también el viento se dejaba notar. Aún campeaban las otoñales hojas alrededor del monumento a Felipe II, en frente del IES Zorrilla, en aquellos céspedes. También nos dimos cuentas que están preparando la nueva sede de las Cortes de Pastilla y Jabón….Todo un engendro antitradicional como es Comunidad de Madrid, La Rioja, Andalucía, Extremadura, Euskadi, Cantabria, Castilla-La Mancha, etc. Así le lució el pelo a los constitucionalistas, sin respetar un ápice la tradición territorial, como lo vienen haciendo los liberales desde el XIX, desuniendo lo que estaba junto, arrejuntando lo que no estaba y centralizando a modo de taifas y caciques para que una minoría de políticos chupen a todo pasto sin límites para el abuso de poder. Lo de siempre….Los diversos camareros se quedaban atónitos y risueños ante los diminutivos imposibles de la sevillanía, empezando por pedir “ un tintito “ y etc.






Ya montados en el autobús, pasamos La Cistérniga. Los pinos se dejaban entrever por el suelo verdoso; así como las viñas en tierra carma; aproximándose al Río Duero. El solano era de justicia. Allí, entre buenos cerros y alguna escarcha, pasamos por la señalización de Peñafiel. Ya D. Paco me recordó que el nombre lo debe por su fidelidad a Castilla. Y es que el Sur y el Sureste de la actual provincia de Valladolid son parte de Castilla, siendo el resto de León. Pasamos por el Señorío de la Serna y sus grandes vinos; por Torrederos, sus grandes casas grisáceas con tejas coloradas, ante una llanura verdosa. Pasamos por la Bodega-Cooperativa San Roque de la Encina. Y volvimos a recordar las cepas de La Mancha, más viejas y gordas. Por Fresnillo de las Dueñas vimos cerros blancos, las Bodegas Valdeviñas. Era nuestro camino hacia el Reino de Castilla, concretando hacia El Burgo de Osma, sede del Obispo de Soria. Allá por donde también anduvo el Ruy Díaz de Vivar. Dejamos San Esteban de Gormaz. Se veían pinos en tierras más bien pobretonas. Un letrero nos indicaba la cercanía de Alcubilla del Marqués.





Al bajarnos en El Burgo de Osma, acudimos por aquellas empedradas calles hacia la Catedral Gótica. Impresiona el ver que lo que hoy parece un pueblo pequeño tenga tanta “ solera institucional “ cuanto menos, por así decirlo. La Catedral estaba llena de Cruces de Malta, y de blasones hidalgos y cardenalicios. Color gris predominante, como pasa en la Catedral y las calles colindantes de esa zona de Sevilla. Austeridad percibida en la misma Misa. Transitamos por aquella calle hacia el actual Edificio de Turismo, con sus torres de pizarra. Allí cerca, la Plaza Mayor, con la Casa Consistorial. Calles donde abundaba la buena carnicería ( Morcilla, chorizo, panceta, torrezno….Y mejor no sigo, porque se me hace la boca agua ). Dimos la vuelta a la Catedral, siguiendo ese itinerario empedrado tan característico.





Y es que la tierra del Burgo es tierra de luz, de arte. Allí espera al visitante un cielo azul sobre los sabinares y el suelo rojo. Y el frío. Una luminosidad que ofende; porque en Soria ofende el sol, se regala la nieve, no se rebaña el plato sino que se allega y en los atajos se atrocha, porque así lo quiere el habla….Por un ramal a la derecha, desde la carretera de Valladolid llega a Catalañazor. Tiene su encanto, como otros tantos pueblos y ciudades de esta Monarquía, en conservar el sabor tradicional con todos los matices que se quieran. Al gris acompaña un tono beige. Con el gran rosetón. Pasando por el Palacio del Virrey y por la estatua de San Pedro de Osma. Rancio abolengo hispánico, tierra de Reconquista contra el moro.





De allí al autobús, prestos para Peñafiel. Para esa parte castellana que hoy pertenece a la provincia de Valladolid, inserta en ese engendro insufrible de la Comunidad de Pastilla y Jabón, que por lo pronto, no tiene derecho a ser comunidad histórica o realidad nacional que se sepa….Allí seguimos sumergiéndonos en el color gris de la arquitectura, piedra sobre piedra. Y un servidor aprecia que todo lo moderno añadido, desde las barandillas que parecen papel de plata, es basuril. Nos preguntábamos que, cómo aquellas gentes de siglos pasados, con muchos menos medios, eran capaces de tan genial arquitectura, y que los arquitectos modernos no pasen del amasijo de cristal y hierro….Allí, desde lo alto del imponente castillo, encumbrado en zona montuosa, daba la imagen de inaccesible, y más para una tropa enemiga por poderosa que fuere; allí veíamos los sembrados cerealísticos: La cebada, el trigo; y la vid; como me señalaba D. Antonio Enrique de Amores. La guía nos hablaba de la importancia del Infante Don Juan Manuel en la zona. Vimos, en el término de Peñafiel, la plaza donde se celebran los encierros, donde apenas tuvimos tiempo para degustar un café.





De allí otra vez el autobús. ¡ Menudo día ! La programación de Viajes Triana de ese día no me gustó nada. Porque si bien el almuerzo fue en Aranda de Duero, ni me enteré de donde fue, y si no llega a ser por los apuntes de mi libreta, que me ayudan a la memoria, apenas asimilé lo que vi, todo tan rápido….Y de allí a uno de los mayores timos de la Historia, que nos fue ofrecido, sin apenas comerlo ni beberlo, en las Bodegas Arzuaga Navarro….Allí, continuando en el paisaje, nos insertamos en aquella bodega que se mantiene en la denominación de Ribera del Duero. Una atractiva guía, bien y modernamente vestida, aunque algo caballuna de nariz y boca, ojos muy grandes y bonitos, nos introdujo en todos los pormenores de la bodega. Desde el almacén hasta las barricas. Explicándonos el proceso de elaboración del vino, las barricas, el tipo de uva, los controles realizados dentro de la denominación de origen Ribera del Duero, etc. Nos dijeron que las barricas costaban harto caras, y que ellos las viejas suyas se las vendían a Jerez, porque para el tipo de vino que allí se hace conveníales ( A los jerezanos, digo ). No sé por qué, pero a mí la mayoría de aquellos comentarios me parecían embustes. 6 euros por cabeza costó la visita. En mi caso, si se hubieran dado cuenta antes, igual hubieran cobrado el triple. Como obsequio, no gastaron ni 2 botellas de vino para los componentes del par de autobuses bollulleros. Un poco de chorizo y morcilla también. A mí la broma no gustóme nada. Y es que ya tenemos pensado unos pocos crear la denominación “ Ribera del Majalberraque “ ( El arroyo que cruza mis queridos pagos ) , para dar vuelta a los autobuses forasteros por las bodegas del pueblo, contarle unos cuantos embustes, que degusten el mejor mosto del mundo ( Que esto es una verdad como un templo ) y uno se lo lleva calentito. Porque por lo visto de esto último se trata principalmente. Le tratan a uno como si fuera extranjero, con esta clase de mentiras consentidas por tal de algo de pitanza. Y parece que a uno le gusta….





Aquella noche llegamos al hotel un poco reventados. Y no sé por qué, invadióme una extraña sensación, algo así como el ansia del caminante que tan bien dejaron en su poesía desde Rosalía de Castro hasta Antonio Machado. Me duché, en aquel espacioso baño que radicaba en la habitación que compartía con mis padres ( Hasta mi señor padre andaba quejándose de mis ronquidos….) y me dispuse a dar un paseo en solitario por la noche pucelana. El paseo fue lacónico; pues a las 21.30 estaba dispuesta la cena. En mi reunión, poca comida sobraba, pues para ello yo ponía mi atención para dejar los platos vacíos. Y allí, con mi chaqueta de cuero adornada con el pin de la Flor de Lis con el Sagrado Corazón de Jesús ( Adquirido en el Bazar Carlista. En la otra chaqueta llevaba el Águila Bicéfala con la Borgoñona Cruz de San Andrés, también adquirida en nuestro bazar ) me di el gusto de pasear por la Calle de Felipe II, la Iglesia de San Pablo, el Colegio de Santa Teresa de Jesús, la Casa del Sol….Si bien no alejéme mucho por miedo al poco tiempo y a mi innato despiste, que veo que no es mucho menor del de mi padre o el de mi tía María. Me embriagué en aquel ambiente frío. Porque si bien Valladolid, y sobre todo a raíz del invento del 1978, se ha pensando como “ ciudad moderna “, conserva ese regusto tradicional que enamora al curioso. Con sus tabernas llenas, una seguridad severa acompaña al visitante; cosa que no puedo decir de Sevilla ( Lo de la seguridad digo….). Ese ambiente gris me recuerda, asimismo, al empedrado de los alrededores de la Catedral de Sevilla ( De la que nunca me cansaré; me pasa lo mismo con El Escorial ) , la Plaza del Triunfo, la Plaza de San Francisco, etcétera.





Después del agradable paseo, teñido de mi particular “ romanticismo “, a la copiosa cena. Y luego, al saloncito de leprosos; esto…de fumadores. Y el purito correspondiente en la puerta del Olid Meliá, con una jocosa conversación con mi padre, con Marcos Hernández y Manolito Pérez. Comentando también, con Marcos Hernández, la nefasta placa que mal adornaba el hotel; esa de los Rotarios….





Buena noche pasé releyendo a Cabrera y al Reino de Valencia en La Aventura de la Historia. La mañana no sería tan fastidiosa, pues nos permitían dormir una horita más….Algo es algo. El viaje del sábado era programado enteramente en León. La verdad es que así debería ser, con paseos libres antes y después de las visitas guiadas. Es como mejor uno puede enriquecerse, absorbiendo lo que está en los sentidos. Y más en las preciosidades que uno encuentra por la querida Hispania, que más nos valiera conocer toda nuestra patria antes que salir al extranjero.






Así, después de mi frutal y chocolateado desayuno, nos dispusimos a partir de Pucela hacia la capital de su Reino: La ciudad de León. Dejamos a un lado Zaratán. La tierra que se veía era escarpada, había poco verde. Pasamos por un polígono industrial que señalaba a Villanubla; más allá de aquel mesón-parador, se veían los efectos del “ desarrollismo “, que tanto contamina a nuestros amados pagos. Se veía la señal de Medina de Rioseco. Y el aeropuerto de Villanubla, la base aérea, entre algunas verdes torbiscas. El día era más bien soleado, con tímidas nubes negras que no cumplieron del todo su amenaza. Así íbamos camino de Villalba de los Alcores. La sequedad de la tierra se dejaba notar ante los postes de telégrafo y el asfalto; ante aquella señal que nos indicaba que León radicaba a 95 kilómetros de distancia. Por ahí llegamos a Berruecos, a la señal de Aguilar de Campos, entre aquellos pinos desnudos. Las señales de Benavente, donde se apreciaba poca población; y más adelante, Sahagún. Miriam seguía con su dulce y sevillana voz. Ya en las Bodegas Arzuaga Navarro habíamos tenido una interesante conversación. La muchacha es pequeñita, con un trasero muy respingón, lo cual le proporciona un tipillo de pizpireta muy agraciado, condimentado con unos ojos grandes y una boca sensual. Pasamos por Albires, y seguíanse viendo burdeles, tales como un tal “ Club Golden “. Alumbrábanos las señalizaciones que indicaban la proximidad de Valencia de San Juan, Mansilla de las Mulas, Reliegos….Entre campos ricamente encharcados, las señales de Cistérniga, de Vega de los Árboles, el paso por Villamoros; en este último pueblo, sus afueras estaban recubiertas de musgo. Boñar, Puerto de San Isidro….Y la señal de Boñar la vimos porque pasamos por Puente de Villarente, a ocho kilómetros ya de León. Pasamos la señalización de Sanfelismo, el Restaurante “ Las Pallozas “, Villaturiel, Valdelafuente, Golpéjar de la Sobarriba, Corbillos, Valdefresno….Hasta que ya entramos en León, donde el río bordea un altozano.






Las primeras horas antes del almuerzo eran “ libres “, ante lo cual, la curiosa sevillanía se desperdigó en grupos por aquella bellísima ciudad. Por la Plaza de Regla, en los alrededores de la catedral, ante las contentas tiendas. Nosotros fuimos al antiguo Hospital de San Marcos, ahora “ reciclado “ en Parador, donde pude degustar un rico té, y donde díme cuenta que la camarera poco sabía ante mi vivaracha curiosidad. Allí, al lado de la Iglesia de Santiago, en lo que había sido el Hospital del Peregrinaje, que era de aquella Orden de Cruz y Espada. Hablando con un conserje, éste díjome que los rostros que se veían en la fachada eran Caballeros de Santiago. Y es que creo recordar que en su “ repartición “, la Orden de Santiago por las tierras de León adoptó el nombre de “ San Marcos “ mientras que en Castilla fue “ Uclés “. Anduvimos por la Calle Ancha, hacia el Barrio Húmedo, que no es tanto como lo pintan, la verdad. Por la Oficina de Información de Turismo. Pasamos por la casa donde habitó Juan Del Enzina. En frente de la Catedral vimos cómo radicaba la casa solariega de D. Francisco Fernández Blanco de Sierra y Pambley. Pasamos por la Calle del Cardenal Landázuri.





Y el almuerzo fue en el Restaurante “ Catedral “. Fabada y carne, o mejor dicho, carnuza; creo que era terneril. Más unas natillas, que en mi caso, fueron un trío. ¡ Menuda panzaburra se me puso !





Al poco después de comer, fui a por café con mi señora madre. Y allí nos esperaba Miriam y la guía de nuestro paisano autobús, la cual no sé como se llamaba. Yo diría que era una muchacha como de “ cara antigua “. Más bien rellenita, como a mí me siguen gustando las hembras, muy blanca de piel, con una naricilla graciosa, ojos marrones, pelo castaño claro, labios harto finos y con unas curvitas generosas, más en las piernas y en el trasero que en lo pectoral propiamente dicho. Asimismo, gastaba un acento muy comedido. Allí nos arrejuntamos alrededor de aquel frío severo ( El termómetro andaba oscilando entre los tres y los cuatro grados ). Cayó algo de lluvia que no llegó a cuajarse en nieve; y mi tío Curro, que estuvo trabajando algo más de un año en la bellísima San Sebastián, me advertía que aquello no era “ txiri-miri “. La explicación que él me dio del “ txiri-miri “ me recordó a lo que cierta amiga limeña me dice sobre la garúa de allá. A esto que vino la guía, a la que esperé sentado en la Plaza de Regla con Manolito Pérez, Lorenza Bernal, Víctor Hernández Domínguez y alguno más. Y la guía que llegó era la mujer caballuna por excelencia. La verdad, miren ustedes, no es chovinismo hispalense. Por aquellas españolas tierras, claro que también hay mujeres guapas. Eso sí, por el Sur noto yo como más variedad de rasgos, y que éstos están mejor definidos. Tanto en las rubias como en las morenas, de los ojos oscuros a los ojos claros, y en las voluptuosas formas de los traseros sobre todo, que allí no noto. Esta guía empezó con chistes malos. El grupo se arremolinaba y ella quería que estuviéramos todos delante, argumentando que su espalda era muy bonita pero que así se la escuchaba menos….Este triste comentario ya erizó los ánimos de D. José Anguiano Calvo, el cual advirtió desde primera hora que esta mujer, cuyos hocicos y dientes se asemejaban peligrosamente a una yegua en toda regla, no iría al grano y que no sería agradable del todo….





Entramos en aquella preciosa Catedral, que de las que he visto en España, es la que mayor parecido guarda con la de Sevilla; si bien me han dicho que, junto a la de Burgos, son las “ segundonas “ dentro del monumental gótico. ¡ Qué grande nuestra arquitectura religiosa ! Paseando entre aquellas piedras, entre aquellas gentes, se da cuenta uno de por qué Viggo Mortenssen dice encontrar en el leonés una especie de “ prototipo español “ que le ha ayudado mucho ( No en el acento, que más bien se asemeja a Marlon Brando en “ El Padrino “ y ni eso ) para “ Alatriste “ Aquel carácter recio pero acogedor, entre aquellas construcciones típicas, entre aquel clima severo, donde nadie parece doblegarse; en fin….




Ya en el Museo de León, nos mostraron la Biblia de Azcárate. Fuimos hacia la Basílica de San Isidoro. Bellísimas las románicas pinturas del Panteón Real de León, representando la vida de Jesucristo. Se nos anotó la ampliación del Claustro de San Isidoro en el siglo XVIII. Allí estaba la veleta ( Gran gallo ) del siglo XII, que había permanecido entre 4 y 5 años para la restauración, aunque al final se ha decidido hacer una réplica exacta y dejar aquélla allí. Las inscripciones de Doña Urraca y Doña Elvira fueron destruidas por las infames tropas bonapartistas; aunque está expuesto su contenido. Así como nos informó la caballuna del por qué de la presencia de las reliquias de San Isidoro de Híspalis en León. En el Museo de León adquirí una biografía de San Isidoro de Sevilla y un libro sobre el dialecto leonés. No fue el de Menéndez Pidal, pues valía 16 euros; un precio nada módico.





Fuimos hacia la Plaza de San Isidoro, viendo el escudo de los Austrias vacío….Ya en la Catedral la caballuna demostróme no saber nada de escudos. Nos explicó el sentido de la Puerta del Perdón en San Isidoro, verdadero sentido para los agotados peregrinos, las indulgencias concedidas en Santo Año Jacobeo….La verdad es que supone un “ ahorro “ de 350 kilómetros, siempre y cuando esté justificado. Nos explicó el origen de una columna que invita al estilo corintio de Roma….Pero que data del 1968. Nos habló de la fiesta del foro y la oferta.




Saliendo de allí, pasamos por la casa donde nació Guzmán el Bueno, aquel héroe de Tarifa y que poseyó tierras en mi pueblo….La caballuna ni siquiera advirtiólo. Estábamos por la Calle del Cid. Íbamos camino a la “ Casa Botines “ ( Castellanización de un apellido catalán; pues fue una familia catalana la que asocióse con una familia leonesa para ese proyecto ), con sus cúpulas de pizarra….Que según la caballuna, parecía una peculiaridad de otro país…..Otros hablan del Rh negativo…..Allí nos explicó la arquitectura de Gaudí, de sus influencias románticas tardías, de sus resabios medievalescos, aunque si no llega a ser por un humilde servidor, no hubiera reseñado el San Jorge que corona el edificio, que ahora es la sede social de Caja España y que antaño perteneció a la industria textil. Enfrente está la escultura de Antoni Gaudí, aquel insigne catalanista tradicional ( Por ende, un hispanista, como diría Menéndez Pidal ), en uno de los bancos. Y es que Gaudí ha sido uno de nuestros últimos grandes genios arquitectónicos, que tanto se echa de menos al tener en cuenta los amasijos basuriles del “ desarrollismo “. Estábamos entre 3 y 5 grados. Había nevado, según la caballuna, a 20 kilómetros de León, pues ella así lo percibió cuando corría por el monte ( Escena tétrica puede resultar a un paisano el encontrarse a un espécimen de ese porte, corriendo por el monte…..)




Y después de un rico capuccino, a por el autobús (Recordando mi agraciada estancia en los Madriles con Víctor Ibáñez e Ignasi Mora, le contaba a mi señor padre la cruzada “ anécdota “ de la nomenclatura capuchina ). Al parecer, Gardenia andaba como “ inspirada “ y nos quiso deleitar con películas….La primera era de maricones…..¡ Qué raro ! ¿ Que no ? Al menos, me ayudó para dar alguna cabezada. Noté que pasamos Mansilla Mayor. De ahí, también por Santas Martas. La película de moñas, debido a eso que llaman problemas técnicos, suspendióse. Así que al poco nos obsequian con una “ yanquiada “: “ Lost in Space “, uno de cuyos protagonistas resulta ser el mismo “ Joey Tribbiani “ de la serie “ Friends “. Mucho efecto especial y mucha “ modernura “ barata, con las ridículas “ sublimidades “ de turno. A un lado dejamos Santa Cristina del Madrigal, mientras que las señalizaciones nos avisaban de la cercanía de Burgos y Valladolid. Entre alguna cabezadita, vi que entrábamos por Villalar de Campos, que pasamos por las cercanías de Villamuriel, Medina de Rioseco; entre aquella bonita y grisácea arquitectura. Pasamos por la Mudarra….






Y así, de esta guisa arribamos a la ciudad leonesa del Pisuerga. Esa noche no teníamos pensado cenar en el hotel, pues queríamos degustar aquella urbe que apenas habíamos palpado. Paseando, pasamos por la casa del Oficial Antonio de Medina y Castro, un Héroe de la Guerra del Marruecos ( 1921 ), en la Calle Almirante. En ese momento acordéme de la placa que aún figura en la Iglesia de San Martín de Tours, allá en mi pueblo, donde uno de los caídos fue un hermano de mi bisabuelo, esto es, D. José Sánchez Vela. Pasamos por la Plaza de la Rinconada, la Calle de la Manzana, la Plaza Mayor, que estaba adornada con luces y no sé qué….Fuimos a dar un garito cuyo nombre no recuerdo. Y entonces noté una afición extraña de la gente mayor: El insistir no en tapear, sino en comer de pie….Nos pusieron un bandejón variado, y eso que antes ya había hincado el diente en mollejas de lechazo. Pero no soporto esa incomodidad gratuita. Si bien podemos decir que ningún bar o mesón de Pucela pudiere andar vacío, ello no me resultaba problemático para seguir buscando….De ahí nos fuimos a seguir tapeando, donde un buen chorizo ya me dejó listo de papeles, y donde pudimos celebrar, gracias a la gentileza de un camarero pro-culé, el triunfo del Sevilla sobre el Real Madrid. Acabamos cantando el himno de nuestro centenario ( Ya se adhirió al grupillo José Manuel Cano ) por las vallisoletanas rúas. Y de allí fuimos a parar a algo raro entre las rarezas….¡¡¡ Un sitio flamenco en Valladolid !!! Y prácticamente por casualidad, después de haber dejado atrás varios pubs y cafés. Allí nos dimos cuentas que los retratos señalaban que habían cantado los más grandes, los había desde Antonio Mairena hasta el Camarón de la Isla, pasando por José Menese, Maite Martín, Miguel Poveda; y un larguísimo etcétera. Allí cayeron capuccinos, tés y cubatas. Un buen rato agradable, resguardándonos del frío de la noche vallisoletana, que andaba por un grado. Y estuvimos hablando con alguien que supuse sería el dueño….Dios mío, qué grata sorpresa fue aquélla, con su buen tablao al fondo….Y un cartel muy bueno, que aún conservo, del Abono Temporada 2006-2007; desde Octubre a Marzo allí cantan Carmen Linares ( Miguel Ochando a la guitarra ), Diego Clavel ( Paco Cortés a la guitarra ), el Agujetas ( Antonio Soto a la guitarra ), Víctor Monge “ Serranito “ ( Concierto de guitarra flamenca ), Luis de Córdoba ( Merengue de Córdoba a la guitarra ), Curro Piñana ( Antonio Piñana a la guitarra ), Miguel de Tena---Ganador de la Lámpara Minera del 2006---( Antonio Carrión a la guitarra ), Chano Lobato ( Con Paco Cortés a la guitarra )…..¡ Ahí es nada ! Allá por la Plaza Fuente Dorada, número 8. Que se meta donde mejor le quepa la Junta Jacobino-Almohade el patrimonializar este arte hispano y universal. Que no es sólo andaluz. Que tiene sus ramificaciones por la Extremadura del Reino de Toledo y por el Reino de Murcia, tan legítimas como todas. Aunque el supuesto dueño pensaba que estaría bien que alguien se ocupare de conservar el cante, eso no puede ni debe hacerlo el Estado. De hecho no lo hace, nunca lo hizo y jamás lo hará. Le interesa más promocionar el malamente llamado “ flamenquito “ y otras bazofias. Quienes debemos luchar por esto somos los aficionados. Como hace el cantaor Manuel Calero ( Que formaba parte de la expedición bollullera ) por mi pueblo; por ejemplo.




Así coronamos aquella noche, con un día que fue más bien tranquilo por una ciudad bellísima. Lástima que esté llenita de tanto mod, con sus ridículas vestimentas, sus ridículas y masónicas banderas, sus ridículos pelitos; en fin, mejor no sigo porque me caliento….Es que esto de las modas judaicas de las burguesías anglosajonas me supera.




Dormí como un lirón, y no me acusaron de roncar. Apenas me dio tiempo a leer algo. La televisión era un asco, como de costumbre. Una de las cosas buenas que tienen estos viajes es que apenas se ve televisión. Y, bueno; aquella noche ya resultaba ser la última. Habían sido unos días ajetreados, pero muy dulces. Mientras más años cumplo, más me convenzo de que resulta una dulce joya el viajar por tierras de España. Me gustaría, eso sí, que en caso de ir programados, como fue nuestro caso, pues el ser “ más lento “ por así decirlo. Que el viaje se centrase, a lo mejor, en una provincia. O que cada día se visitare una; para que se pueda empapar uno mejor de lo que percibe por los sentidos.





Y de esta guisa levantóse uno por la mañana. Como que del Noroeste teníamos que regresar al Sudoeste. Si no me equivoco, los 800 kilómetros no nos lo quitaba nadie. Con un grado bajo cero amanecimos. Y nada; así fuimos el grupo del Olid Meliá, al autobús, para ya encontrarnos con el otro núcleo bollullero para ir de regreso a la patria chica. Si nuestro hotel radicaba más o menos hacia el centro pucelano, el de ellos estaba como a las afueras. O eso parecíame….Lo bueno se hace poco de durar. Pero también es bueno regresar al terruño. Lo malo era que ya se acababa el puente. Gracias a Dios, el personal se acordó más de la Inmaculada que de la constitución.





Poca gana había de dormir. Estaba como inquieto. Seguía con mi libreta, acordando, asimilando; todo lo que se había disfrutado, de aquellos Reinos de las Españas; principalmente del de León. La primera parada fue en Mozarbez, cerca de Monterrubio de la Sierra. Poco tiempo, apenas un cafelillo y lugar para ir al servicio. Ya en adelante, se veían buenas vacas por Buenavista, a 50 kilómetros de Béjar. ¡ Qué hermosos ganados quedan por las tierras de Salamanca ! Le hacen a uno acordarse de los cantes de Rafael Farina. Los paisajes resultan entrañables. Aquellos cerritos verdes, donde también pasamos por Beleña….Había muchas encinas. ¡ Por fin pude disfrutar a la luz del día de ese bellotero paisaje; que se va uniendo a la Extremadura del Sur ! Ese paisaje seguía hasta La Maya, Castillejo, Pedrosillo….Así nos encontramos con el Embalse de Santa Teresa. Más adelante, otra vez los vacunos, esta vez ante una severa llanura. Andábamos a 9 kilómetros de Guijuelo ( Precedente fama jamonera ), casi llegando a Pizarral. Por allá se veían parcelas y una casa; siguiendo el ritmo del rodeo de piedra, con sus vacas. Cerca se estaba de Cabezuelo de Salvatierra y de Aldeavieja de Tormes. La “ montuosidad “ precedía a Guijuelo y a Nava de Béjar---¡ Acordéme de los Béjar de Villamanrique de la Condesa !---. Allí, los robles ante los cerros….¡¡ Qué árbol tan viejo y fuerte, al que tanto versara Antonio Machado Ruiz !! Los montes, ante La Covatilla. La cercanía de Béjar y Valdesangil. La proximidad de Ciudad Rodrigo, el Viaducto del Río Cuerpo de Hombre, donde por sus alrededores algún caballo pastaba plácidamente, ante la sombra de aquellos recios montículos. ¿ Todavía existe lo bucólico en la Madre Hispania ? La respuesta parece ser afirmativa. Aunque aquí, ya muy pronto, cuando nos pidan aceitunas, papas, tomates o uvas, les daremos ladrillos y cementos….¡¡¡ Maldito “ desarrollismo “; ya auspiciado por los tecnócratas franquistas !!! ¡¡¡ Maldita sociedad burguesa, ora capitalista ora marxista, que desprecia al campesino, que se olvida de la tierra, que soberbia se cree saberlo todo….!!! En fin….





Cercanía de Cantagallo; la Ruta de la Plata. O la Autovía de la Plata, para ser más modernos. ¡ Qué cuernos tan grandes se veían en aquellas vacas ! Aunque no sé yo si en el ser humano los hay iguales o todavía más hermosotes. El Puerto de Béjar lo teníamos entonces cerca. 924 metros. Baños de Montemayor, el Viaducto de La Mata, Hervás….Ya entrábamos en la actual provincia de Cáceres. Si la memoria no me falla, una pequeña parte sería del Reino Leonés, siendo el resto del Reino Toledano. El Río Ambroz, La Granja, La Jarilla, Oliva de Plasencia, Ahigal….Y el ferrocarril de Salamanca-Plasencia. Todo eso a través de un autobús, donde a veces las piernas se engarrotaban, entre las divertidas conversaciones y anécdotas, ante el aje de la sevillanía rural. Yo hablaba con mis paisanos, en especial con José Moreno, el Nene; que era mi vecino de viaje, con Juan José el Rubio. ¡¡¡ Cómo me gusta empaparme del sabio anecdotario de estos benditos viejales !!! Y tiempo le faltaba al Nene para entonar algún fandango, alguna soleá o alguna bulería. ¡ Ole ! A la porra el reguetón y los McDonalds. Me dicen que soy antiguo hasta para fumar. Eso será….Y entre los montes, Plasencia…..





El Río Jerte, Pozuelo de Zarzón; caminito de Pardala…..Todo lleno de borregos. ¡ Cómo me hace recordar eso a mi abuelo Juan José ! ¡ Qué le gustaba al hombre ese paisaje con ese continente ganadero ! Siempre me lo recuerda mi madre, y mis tías. Entramos por las zonas más viejas del pueblo de Monesterio, donde notamos el mercado de abastos. El almuerzo fue por la Extremadura del Sur, aunque no recuerdo ni dónde. Papas con bacalao, carne de ternera y tarta de no sé qué. ¡¡¡ Cómo me puse !!! Y es que en mi casa somos de plato único, precedido de tapeo. Esto de primer plato y segundo plato lo vivo poco. Pero lo disfruto igual.




Después del almuerzo sí que pegan las cabezadas. Aunque había que tener cuidado. José Álvarez ( Hermano Mayor de la Real Hermandad de la Soledad ) andaba intentando pintar la cara a los dormidos. Y atrás del todo, los niños ( Los Anguiano Domínguez ) y su incansable actividad. Yo me quedaba helado de la habilidad que tienen los niños para las nuevas tecnologías….¡¡ Si de chico tenían algunos la Nintendo y otros la Master System de Sega y nos aburríamos; lo que queríamos era jugar en la calle, al fútbol, al escondite, a tirar petardos, a tirarnos piedras….!!! ¡ Cómo se pierde todo….!





Ya nos íbamos adentrando hacia el Reino de Sevilla. No obstante, ya de antes inclusive, pues se le quitó parte de lo que actualmente se considera Extremadura. Y es de que de hecho aún el castillo de Fregenal de la Sierra pertenecía al Ayuntamiento de Sevilla. Pasamos por Santa Olalla del Cala, por su mercado municipal. Donde se confunden las actuales provincias del sur de Badajoz, Huelva y Sevilla….Lo que viene siendo el Reino de Sevilla, vaya. El Real de la Jara, Almadén de la Plata, Zufre, El Ronquillo….¡ Qué lindos pueblos ! Otra vez Gardenia dio rienda a las películas. Esta vez fue “ Ante el amor y el juego “, béisbol y Kevin Costner. Dentro de la “ yanquiada “, no me resultó mala del todo. Allí, ante la cuesta de la media fanega. Los caminos de Aracena y Portugal ( Los Algarves ). Las Pajanosas ( Aldea de Guillena, Ruta de la Plata aún ), Gerena, el Arroyo de los Molinos; hacia La Algaba y Santiponce, para ya entrar en la Autovía SE-30, directitos a la Comarca del Aljarafe. Se me pasó el tiempo rápido, a pesar de la incomodidad que mi vasto cuerpo me proporciona en los autobuses. Allí estaban esperando las familias bollulleras. De los primeros que vi, a mi primo Juanma y su pileña novia, mi mejor compañía navideña y de siempre. Y de camino con las maletas a casa, a mi Plaza de Cuatrovitas de mi alma, el remate de la Calle Larga, con esa Iglesia de San Martín de Tours al lado.




Les adelanto que una de las cosas que preparé en este viaje fue un nuevo bodrio poético, “ Españoles de Portugal “, que ya tendrán el disgusto de sufrir. Y que me encanta viajar por mi Patria. Que me gustan mucho las tierras del Norte, como me gusta mi Sur de mi alma. Lo que sí echo de menos en el Sur es, quizá esos pueblos antiguamente empedrados. Echo de menos más frío y menos calor. Y con lo de los tópicos sobre las mujeres no me hagan el más mínimo caso. Lo que yo sí quisiera es que, tanto Viajes Triana como otras agencias, programaran mejor los viajes. Menos sitios y más cosas. Que el tiempo no parezca ahogar en un “ puente “. Con todo lo malo que puede haber, estas iniciativas de las hermandades de mi pueblo, como fue el año pasado con la Hermandad de Cuatrovitas hacia Cuenca y Teruel, en el “ puente de Andalucía “, no son nada caras ( En este caso, 400 euros por cabeza ) y, gracias a esto, mucha es la gente que puede ir conociendo más y mejor su España querida. Me hice fotos, así que si esperan un poco, podrán sufrir el ver mi cara estropeando los bellos monumentos y paisajes del Noroeste Hispánico. No olviden supervitaminarse y mineralizarse.






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