Nuevamente sólo hacer la aclaración de que éste tema fue hecho para los Novo hispanos en México, yo sé que los Españoles son bastante más conocedores de la historia así que algunas partes podrán parecerles aburridas u obvias, pero creedme en mi país son desconocidas muchas cosas que vosotros dáis por sentadas. En fin, os pido un poco de paciencia y si os animáis a leerla aunque sea por las reflexiones ojalá podamos seguir discutiendo del tema.


La revolución Criolla: sus antecedentes en España


Primeramente haré un resumen breve de la situación en Europa de aquella época y sobre todo de la madre patria.


Ubiquémonos en el año: es 1808. La revolución Francesa tenía tiempo de haber terminado y había dejado sentir su influencia intelectual en todo el mundo y sobre todo en América con los derechos universales del hombre y el ciudadano; Napoleón se encontraba en su mejor etapa y con una reciente (aunque corta) alianza con Rusia, aparecía en verdad como un emperador invencible. En España la ineptitud de Carlos IV había hecho que su consejero, Manuel Godoy, tomara las riendas del gobierno desde 1793 e incluso dicen las malas lenguas de las buenas gentes, las riendas de la reina (¡ay papa!).


Godoy firma desde 1807 el tratado de Fontainebleau con Napoleón, donde se acuerda que napoleón podrá pasar por España para tomar ocupación de Portugal que es aliado de Inglaterra y así repartirse el territorio de Portugal entre Maria luisa la reina de España y el mismo Godoy. Sin embargo las intenciones de napoleón son llevar a cabo un masivo bloqueo continental contra Inglaterra y así simplemente decide ocupar también España.

100 000 soldados franceses penetran en España y toman sus principales ciudades y fortalezas. Godoy muy tarde se percata de su error, y en un intento por proteger la realeza española, planea el escape de los reyes hacia la nueva España; sin embargo el pueblo español se percata de esto y lleva a cabo el motín ó sublevación de Aranjuez, donde el ministro Godoy es finalmente encarcelado y Carlos IV es obligado a abdicar a favor de su hijo Fernando VII; pero Fernando VII gobierna de manera ficticia pues napoleón lo reconoce solo como príncipe de Asturias, además de que las tropas francesas “aliadas” tenían ocupadas como mencione antes las principales ciudades y fortalezas. Para colmar el plato, una vez pasado el “susto” de Aranjuez, Carlos IV pide a napoleón intervenir en la disputa por la sucesión con su hijo pues afirma su abdicación fue obligada y por tanto invalida, además pide protección para él, la reina y hasta Godoy quien es trasladado a Paris. Así se concertó una reunión en bayona, donde el emperador toma prisionero al seudo-rey y tras presiones lo obliga a abdicar nuevamente a favor de su padre Carlos IV. Ocurrió esto el 1º- de mayo de 1808, el 2 de mayo muy temprano de mañana mandan 2 carruajes al palacio real en Madrid, uno para la infanta María Luisa y otro para el infante real Antonio, los madrileños que estuvieron siempre recelosos de sus “aliados franceses” (recuerden que en un principio llegaron como aliados) se dieron al fin cuenta de sus intenciones, se levantaron todos en armas para proteger a la familia real y al grito de “¡traición, traición! ¡Mueran los franceses! ¡Vasallos a las armas!” comenzaron en ése momento la guerra de independencia española. Tiempo después el 7 de julio llegaría a bayona José Bonaparte para ser nombrado rey de España y las Indias de occidente.


Situación en la Nueva España a raíz de la invasión a la madre patria:


Antes quisiera hablar también de los factores internos que promovieron el descontento de los Criollos novo hispanos con la madre patria, es bien sabido que la razón principal fue la marginación a la que fueron sometidos por parte de los españoles peninsulares para no poder acceder a los puestos de interés político; sin embargo hay otro factor de mucho peso y de suma importancia: la Real Cédula de Consolidación de Vales. Ésta cedula de la que seguro no muchos habrán oído hablar, trataba de lo siguiente:


En la época virreinal no existían bancos en la Nueva España, así que si alguien requería un préstamo (situación muy común en el campo) recurría a la Iglesia, institución que a cambio de la firma de un vale, mediante hipotecas de bienes raíces, daba un préstamo “blando”, esto es de largo vencimiento y con intereses del cinco o seis por ciento anual al solicitante (ni el banamex en sus buenos tiempos). Se calcula que en 1804, año en el que entró en vigor la cédula, el noventa por ciento de las propiedades rurales novo hispanas estaban endeudadas con la Iglesia. Pues bien, a través de la Cédula de Consolidación de Vales lo que hizo la Corona fue quitarle a la Iglesia estos adeudos e intentar cobrarlos en un muy breve lapso de tiempo bajo la amenaza de que a quien no pagara se le quitarían sus propiedades; lo interesante aquí es que el capital cobrado no era destinado a la iglesia si no al propio estado español. Muchos deudores temerosos se apuraron en mal vender otras posesiones para poder saldar su deuda sin tener conocimiento de que el monto total de los vales que el gobierno español tenía en sus manos superaba en varios millones de pesos al total del circulante en Nueva España; en pocas palabras, no había suficiente dinero en el virreinato para pagar la totalidad de los adeudos.


Aquí una página donde podrán leer textualmente lo que contenía la ésta tan afamada Cedula de Vales:


http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/1Independencia/1804CDR.html



Los Criollos, españoles americanos, orgullosos por haber nacido en un continente tan rico como éste tenían que soportar grandes cargas fiscales y, además, eran marginados de los puestos importantes en la política, el clero y la milicia. No es de extrañar que tuvieran sentimientos encontrados ya que si bien se sentían orgullosos por su ascendencia española y por haber nacido en América, también se encontraban enojados pues siendo los verdaderos señores de estas tierras, eran hechos a un lado en lo que se refiere a los puestos importantes. Sin embargo, este enojo no hizo (en la mayoría de los casos) que los criollos albergaran ideas independentistas pues, al final de cuentas ¿por que querrían independizarse de España si ellos se consideraban españoles?; la demanda más importante que tenían los españoles americanos era que se les diera la oportunidad de ostentar los cargos relevantes en el virreinato, y poder llevar así las riendas de la tierra donde nacieron.


Nos ubicaremos una vez más en el año de 1808. Las graves noticias del motín de Aranjuez y de la abdicación de Carlos IV llegaron a la nueva España hasta el 8 de junio de 1808. Estas noticias son recibidas con cierto jubilo al saberse libres de Godoy caído en desgracia, y creer que Fernando VII sería un mejor rey que su padre; sin embargo el 14 de julio de 1808 se conocieron noticias aún mas sorprendentes, la abdicación de Fernando VII a favor de napoleón, la familia real presa en bayona y el levantamiento del 2 de mayo en Madrid contra los invasores Franceses y la sangrienta represalia contra los insurrectos. Una vez conocidos todos éstos sucesos en la nueva España la atmósfera se tornó intranquila y el nerviosismo se sentía en las diferentes capas sociales.


La “Real audiencia de México” contra “el Ayuntamiento de la ciudad de México”


El virrey de la nueva España José Maria Iturrigaray recibe de la audiencia de México (portavoz de los españoles) una solicitud en la que se propone el desconocimiento de la intervención francesa en España; también se exige que sea suspendida la aplicación de la cedula de vales, pero el virrey las rechaza. Por su parte los españoles se preparaban para desconocer a Iturrigaray debido a su amistad con Godoy (como entenderemos, no era una figura muy querida por el pueblo español)

El 19 de julio de 1808 Juan francisco de Azcarate y francisco primo de verdad, miembros del ayuntamiento de la ciudad de México (representante de los Criollos), presentaron ante el virrey una propuesta en la cual se demandaba, que ante la ausencia de monarca español, el ayuntamiento de México quedara como representante de la nueva España y ratificara a todas las autoridades.


Los Criollos reaccionaron con premura como “voz y cabeza” del reino novo hispano, los criollos del ayuntamiento conocían bien sus leyes castellanas, ya que la nueva España era un reino perteneciente a castilla, al igual que Andalucía, Navarra, o las provincias Vascas; como ellas decidieron reunir una junta de representantes del reino para gobernarlo a nombre del rey cautivo. DE NINGUNA MANERA CONSIDERABAN COLONIA A LA NUEVA ESPAÑA, ya que se sabían un reino con fueros y privilegios desde la época de Carlos V y Juana de castilla. Así lo proclamaron entusiastas los habitantes del real de minas de Guanajuato cuando desfilaron por las calles gritando ¡viva castilla, viva la Nueva España, viva Guanajuato! sus tres lealtades.


De hecho la propuesta del ayuntamiento se basaba en la ley y no era revolucionaria, pero la real audiencia sospecho que podría tratarse de un intento de independencia por parte de la nueva España y se opusieron a ella con inusitado vigor. Por su parte Iturrigaray, convencido de que pronto llegaría su relevo del cargo, se inclinó por la propuesta de los criollos, ya que estos le pedían que se quedara como miembro de la junta directiva. Según testimonios de la época el virrey había considerado que lo mejor que podía hacer para calmar los ánimos y la creciente inquietud que reinaba por doquier, era apoyar “una junta mexicana a imitación de las de Sevilla y Oviedo”. Luego se propone la integración de un congreso a fin de que las autoridades de la nueva España se hicieran cargo de la solución de los problemas de la metrópoli y que se tomaran medidas para frenar el descontento entre los propietarios causado por el decreto de la consolidación de vales.


El 28 de agosto se conoció en México la noticia del levantamiento del pueblo español en contra de los franceses; la noticia conmovió a los novo hispanos, hubo regocijo, cohetes y celebraciones. El pueblo entusiasmado, ENVIO AYUDA A LOS PATRIOTAS ESPAÑOLES.


El Fraile Melchor de Talamantes y Primo de Verdad, en representación de los criollos y ante la postura intransigente de la audiencia, advierten la necesidad de que la nueva España se independice de la metrópoli, pero reconociendo a Fernando VII como rey de España y de las colonias, ya que el pueblo español lo reconocía. Pero, mientras el rey estuviera prisionero, el pueblo español seria el depositario del poder, y no José Bonaparte. Pero al no llegar a un acuerdo, el ayuntamiento y el virrey rompen sus relaciones con la audiencia y se convoca a un congreso para que en este se definan las posiciones políticas.


La audiencia de México (españoles) rechaza que sea el ayuntamiento de la ciudad de México (criollos) el que gobierne lo cual da origen a un enfrentamiento entre ambas facciones. El 1º- de septiembre se emitieron convocatorias a todas las capitales de provincia para que mandaran a sus representantes y así crear la junta propuesta. Alarmados, los españoles peninsulares decidieron dar un golpe violento a tal proyecto.


La ilegítima destitución del virrey


La noche del 15 de septiembre de 1808, una situación inaudita y nunca antes visto en la historia novo hispana ocurre: un grupo de 300 individuos entraron con violencia al real palacio, sorprendieron a la guardia de infantería y a la caballería de Michoacán. Gabriel de yermo, rico hacendado de la región de Cuernavaca, encabezo el golpe de estado con el que los españoles destituyeron al virrey Iturrigaray que fue aprehendido junto con su esposa Inés de Jáuregui y los hijos de ambos. El virrey y sus 2 hijos mayores fueron encerrados en el convento de Betlemitas; La Virreina con los más pequeños fue llevada al convento de san Bernardo. Al día siguiente, 16 de septiembre, el público conoció una proclama del real acuerdo, cuyos miembros se habían opuesto a la soberanía popular defendida por los miembros del ayuntamiento:


Habitantes del pueblo de México, de todas las clases y condiciones, la necesidad no esta sujeta a las leyes comunes. El pueblo se ha apoderado de la persona del Excelentísimo virrey, ha pedido imperiosamente su separación por razones de utilidad y conveniencia general”


¡¡¡ Los fieros opositores a la soberanía popular y a la reunión de una junta de novo hispanos justificaban el atentado contra un virrey legitimo, como obra y petición DEL PUEBLO AL QUE DESPRECIABAN!!! Sin embargo aún así temían las represalias que el verdadero pueblo pudiera tener y nombraron “virrey” a un militar de 80 años Pedro Garibay; el y otros se dedicaron a patrullar día y noche por la ciudad para evitar una “conmoción popular”. El arzobispo de México Francisco Javier lizana y la inquisición aprueban la destitución del virrey. Se ordena la captura de Francisco Azcarate, primo de verdad y Talamanes. De esta manera fracasa el intento por lograr pacíficamente la independencia de la nueva España.




¿Qué fue del virrey Iturrigaray aquel que apoyó el legítimo movimiento Criollo original?


Pues bien, presos el virrey y su familia, el real acuerdo decidió enviarlos a san Juan de Ulúa y embarcarlos a España. Conducirlos hasta Veracruz no fue tarea fácil pues el gobierno de Garibay no estaba reconocido aún por el ejército de jalapa que estaba compuesto principalmente por Criollos y se temía pudieran facilitarle la fuga al virrey. Salieron de Michoacán el virrey y sus 2 hijos mayores como prisioneros, en 2 coches con escoltas a las 3 de la mañana del 20 de septiembre. Tan importante pudo haber sido éste personaje para brindarle la legalidad necesaria a éste el primer movimiento Criollo que se ordenó a la escolta que lo llevaba “asesinen al virrey antes de que éste pueda ser liberado” ¡asesinar al virrey! Tal vez ahora no nos suene tan impresionante, pero en aquélla época en que el rey era el poder hecho carne prácticamente, podemos decir que el virrey era el “otro yo” del rey, y la segunda figura en cuanto importancia y segunda autoridad, y por eso es increíble todo lo que éste virrey tuvo que soportar. Salieron las escoltas con el virrey preso en el navío español “san justo“(que irónico) el 6 de octubre de 1808; junto a ellos iban los primeros caudales que nueva España enviaba para ayudara la España invadida por los Franceses.


Vicente Iturrigaray hijo del virrey nos cuenta cómo este atentado contra su padre y familia fue el primer eslabón de una carrera de errores cometidos por autoridades impuestas, sin legitimidad alguna, por un puñado de particulares. “la descomposición social del país en que unos magistrados (la real audiencia) se abrogaron el derecho de aprisionar al representante de la autoridad del rey de España, y esto supuestamente en nombre del soberano. Lo que hicieron con mi padre motivó, 2 años después, día por día, hora por hora, la proclamación de la independencia” y en efecto, durante la noche del 15 al 16 de septiembre de 1808, los conjurados penetraron en el palacio del virrey; en la del 15 al 16 de septiembre pero de 1810, fue llamada la población a la insurrección contra la autoridad de los españoles, como si dios hubiera querido que el castigo empezase a la hora que ese cometió el crimen.


fui preso” escribió en España el ex virrey “por un corto numero de tumultuosos”. Ya en España Iturrigaray fue exonerado de los cargos en su contra, pero sus vienes fueron confiscados y murió en 1821, poco antes de que se consumara la independencia de México. Escribió su hijo Vicente “un humilde ataúd recibió los despojos mortales de quien había gobernado el imperio más rico de mundo” La Nueva España…




Las consecuencias de la usurpación del poder ó el golpe de estado al virrey


Las consecuencias de lo acaecido a Iturrigaray fueron fatales para la dominación española. El resentimiento Criollo por el maltrato a un Virrey dispuesto a reconocer su lugar como pueblo autónomo pero parte del imperio español, el maltrato a los licenciados Francisco Primo de Verdad y Francisco de Azcarate, aprehendidos por haber solicitado la reunión de una junta gobernadora de la Nueva España TOTALMENTE LEGITIMA, las misteriosas e injustas muertes en prisión del licenciado Verdad y el Fraile de Talamantes, azuzaron la rebelión. El gobierno ilegitimo de Garibay y de la Audiencia, y la actitud arrogante y altanera de los funcionarios públicos, sólo acrecentaron la indignación popular y sobre todo: la Criolla.


El 31 de julio de 1814, Miguel de Lardizabal Uribe, ministro del rey Fernando VII, envió una real orden al virrey Félix María Calleja, para que ordenara una investigación del “verdadero origen de los alborotos y sediciones” que había y seguía sufriendo la nueva España. Le indicaba que enviara las memorias y documentos recopilados sobre las causas de los sucesos políticos de 1808. Calleja nombró una comisión totalmente parcial: 2 españoles y 2 Criollos. Pero el documento según el historiador Ernesto Lemoine “En vez de convencer al público de que el verdadero origen de la insurrección de 1810 y las malas consecuencias que había acarreado al país se debía alas conductas de Iturrigaray y del ayuntamiento de 1808, revelaba claramente que el origen arrancaba del golpe de estado consumado por Yermo y la Audiencia; y que 13 años de padecimientos, desolación y sangre se habrían evitado de no haber ocurrido aquél atentado.”


Es triste reflexionar sobre ése acontecimiento del pasado; El atentado usurpador triunfó sobre un proyecto legal, triunfó sobre la posibilidad de un dialogo entre el ayuntamiento, el virrey y la Real Audiencia. La violencia utilizada en 1808 destruyó aquél año el proyecto de una emancipación tersa y pacífica. El dialogo fue roto por los españoles peninsulares; el resentimiento y la ira Criolla al saberse traicionados por los que consideraban sus hermanos iguales de sangre se difundió por todo el reino. Desde aquél septiembre de 1808, la ciudad de México y el reino de la Nueva España eran gobernados por una autoridad ilegítima. ¡Muera el mal gobierno! Gritarían las tropas de Allende y el padre Hidalgo en 1810 refriéndose al gobierno de la ciudad capital, NO A ESPAÑA, Que en aquélla época seguía victima de el imperio Francés invasor.


Lo cierto es que las tristes consecuencias de aquélla pérfida noche de 1808, fueron los cientos de miles de muertos entre 1810 y 1821; las numerosas viudas, la infinidad de huérfanos y lisiados de una guerra civil que se gestó aquél 15 de septiembre de 1808 en el Real Palacio. La violencia contra la autoridad legítima; el engaño en querer atribuir al pueblo la aprehensión del virrey; las represalias y la persecución de los Criollos del ayuntamiento; la desconfianza generada entre la población a raíz del atentado en el Real Palacio; la impunidad de los actores intelectuales y ejecutores de la prisión del Virrey; el odio soterrado de los novo hispanos contra sus hermanos de sangre los españoles peninsulares ó “gachupines”, a quienes culpaban de la muerte del lic. Verdad y el fraile Melchor de Talamantes, todo ello sentó las bases para que el estallido de la insurrección en 1810 fuese de las más violentas y radicales que haya visto la humanidad y peor aún, auténtica FRATERNIZIDA.


Resumiendo, lo sucedido en septiembre de 1808 impidió que nuestra independencia se consiguiera sin tanta sangre derramada, sin tantas poblaciones devastadas, ranchos y haciendas quemadas, sin caminos ni puentes destruidos, sin tantas familias divididas por una cruel guerra civil; porque es fácil decir que lucharon “españoles contra mexicanos” lo difícil es entender que eran los hijos contra los padres; en fin sin tantas venganzas y odios entre combatientes. 11 años de violencia, con la presencia de los 4 jinetes del Apocalipsis recorriendo la nueva España: el hambre, la peste, la guerra y la muerte debilitaron y pusieron en serio peligro la viabilidad del México independiente, patria nuestra que no encuentra hasta ahora la justicia social, aun anhela la unión de todos sus hijos, la conciliación de fondo con nuestra querida madre patria y un bienestar para todos los mexicanos.


Bibliografía:


Muchos datos fueron obtenidos de varios artículos de la revista.-


relatos e historia de México” año 1, num. 1 de septiembre 2008


Principalmente en el ensayo “botafuego de la revolución” redactado por Guadalupe Jiménez Codinach dra. En historia por la universidad de londres


Otras fuentes:


la aventura de la historia” año 10, num. 111; revista de publicación española
historia de iberia vieja” num. 37 también de origen español
historia universal de la época contemporánea” libro de historia; autores: Secco Ellauri/ Daniel Baridon
historia de México” libro en su segunda edición; autor: Héctor Barroy Sánchez