El papel de México en los últimos tiempos
El papel de México en los últimos tiempos (Noviembre 2010)
José Alberto Villasana
Muchos lectores de GOLGOTAonline conocen ya el tema del papel de México en los Últimos Tiempos”, por lo que no pretendo explicar aquí en qué consisten, pero se consternan al contemplar el panorama que a diario nos ofrecen los noticieros y periódicos, preguntándose si esto no señala más bien lo contrario. México es un Estado fallido donde la corrupción, el envilecimiento y la impiedad van triunfando.
Desde la óptica agustiniana me permito afirmar que no, pues es precisamente el desbordarse del mal el que sirve como condición para el más radical triunfo del bien. Es el famoso paradigma del “mysterium iniquitatis”.
Pero, además, es preciso señalar desde este momento que México es uno de los pocos países, sin duda el que más, donde todavía se conserva la Fe, y donde todavía existe algo de la institución familiar, a pesar de todos los ataques que tánto la han debilitado. ¿Alguien protegerá México en estos momentos? Baste decir que la imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe se está entronizando en muchos hogares de clase muy alta y de clase indígena, así como de comunidades y grupos.
Por ende, los recientes ataques contra la vida, el matrimonio y la familia, han ocasionado como reacción, nunca antes vista, de defensa de esos valores, por parte de indiviuos e instituciones que se están comprometiendo. Nuevamente San Agustín y la tesis de que en las crisis surgen los más grandes adelantos.
La Mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza, objeto de la visión que tuvo San Juan hacia el año 96 de nuestra era, prefigurando la aparición que Ella misma tuvo en México en 1531, nos puede hace pensar que México tiene relación con lo que sigue en la visión joánea: la Mujer es perseguida por la serpiente y tiene que huir al desierto para refugiarse y asegurar la victoria del Hijo.
Tal vez por ello Jaques Lafaye, en su obra “Quetzalcóatl y Guadalupe, retomando predicaciones y sermones del Siglo XVIII, comenta: “La Vírgen María, aparecida en su imagen de Guadalupe, dotó a los mexicanos de un carisma de identificación con la Mujer del Apocalipsis. Al referirse a las profecías atribuidas al apóstol San Juan, dejaba ver en la mariofanía del Tepeyac, el anuncio del Fin de los Tiempos, a los cuales subsistirá la Iglesia parusíaca de María. Del mismo modo que Dios había elegido a los hebreos para la encarnación de su Hijo Jesús, del mismo modo María, la redentora del Final de los Tiempos, la que triunfará sobre el reino del Anticristo, quiso elegir a los mexicanos”.
Tenemos que estar seguros. Dios está realizando la más grandes maravillas sobre la Tierra y los mexicanos somos testigos privilegiados de ello, si bien nunca hay que esperar verlo reflejado en la prensa. Se está restableciendo el equilibrio y la armonía perdidos por la culpa original y personal de los hombres. Estamos volviendo a lo más esencial, que es el amor de Dios. Por la extraordinaria dádiva del Espiritu Santo conferida por Dios, Jesús y María su Madre están llevando a plenitud la obra comenzada hace dos mil años. Desde luego no imaginemos un México en donde todos sus habitantes se han convertido universal e integralmente. Será una realidad reducida y paulatina, pero finalmente es la levadura evangélica que fermenta la masa.
Si bien México y el mundo están teniendo una colosal sacudida, y la tendrán aún más fuerte, es sin duda la sacudida que precede al despertar, es el rompimiento de la oscuridad que cede a la aurora, es el embate que genera la luz esplendorosa que finalmente renovará todas las cosas. Dichosa era nos ha tocado vivir.
¡ VIVA MÉXICO VIVA SANTA MARÍA DE GUADALUPE VIVA MÉXICO !
Adelante soldado de Cristo
Hasta morir o hasta triunfar
Si Cristo su sangre dio por ti
No es mucho que tu por ÉL
Tu sangre derrames.
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