El pueblo y el Rey: algunas reflexiones cortas desde mi muro de facebook.



“¿Quiénes son los autores de esta revolución? ¿No son los blancos, los ricos, los títulos de Castilla y aun los Jefes militares al servicio del Rey?”-Bolívar. 1817.
Las “clases dirigentes” de latinoamérica se sienten exiliadas en su propia patria, añorando Wall Street, París, Londres, Dubai o hasta Beijing. Existe una “casta feudal” de pacotilla formada por la oligarquía plutocrática surgida en la independencia -algunos hasta con apellido inglés- que formó un engendro capitalista en nuestros países. La “elite” -sin tilde y pronuciado como en inglés- no ha hecho más que prevaricar, y el pueblo llano, siempre aliado del Rey en otras épocas ha sido quien ha tenido que pagarlo todo. Antes existía algo llamado pueblo, pueblo llano -ahora solo nos queda la masa- descendientes de españoles humildes y de indios del estado llano. Hay muchos que tienden a confundir la reivindicación de la monarquía como una aspiración aristocratizante o esnobista, cuando en realidad es la aspiración de la resturación de una sociedad orgánica y más justa. Agualongo en Pasto, Huachaca en Perú, y el “Púñug” Camacho en Guaranda lo atestiguan, gente llana y simple, mestizos e indios que lucharon y murieron por su Dios, por su Patria y por su Rey en la Gran Guerra Civil Hispanoamericana también llamada Guerra de la Independencia. Uno de los inspiradores de las “luces” de Bolívar: Montesquieu -ícono de la revolución francesa- opinaba así de los negros: “No puede concebirse la idea de que Dios, quien es un ser muy sabio, haya puesto un alma buena en un cuerpo todo negro. Es natural pensar que el color lo constituye la esencia natural de la humanidad…” Con razón Bolívar se odiaba a sí mismo: “Nuestra propia sangre es nuestra ponzoña” llegó a decir el Libertador. Para su información: las últimas guerrilas realistas durante la independencia en rendirse fueron: 1839, capitulación de las guerrilas realistas indias del Perú. 1845, rendición y exterminio de las guerrillas negras, pardas y mulatas dirigidas por un indio en Venezuela. 1861, derrota de los últimos reductos realistas de Sudamérica en la región india de Araucanía al sur de Chile -nunca incorporada al Imperio Hispano curiosamente-. En el Reino de Quito, y corroborando las palabras de Bolívar (“¿No son los blancos, los ricos, los títulos de Castilla y aun los Jefes militares al servicio del Rey?”) fue mínimo el porcentaje de la hidalguía, de la aristocracia y aún de la nobleza que abrazaron la Causa de la Monarquía y del Rey, el 90% de estos fueron los más firmes sostenedores de la independencia. Esas fueron las bases de la república, una élite sin dirigente y sin guía, y bien señaló Platón, la aristocracia sin guía, degenera en oligarquía: ‎”Hemos perdido todo nuesto tiempo y dañado nuestra obra; hemos acumulado desacierto sobre desacierto y HEMOS EMPEORADO LA CONDICIÓN DEL PUEBLO, que deplorará ETERNAMENTE nuestra inexperiencia” -Simón Bolívar. 1828.

Por Francisco Núñez Proaño.

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