Sin duda no logré expresarme con la claridad que hubiera deseado, pero reitero mi sincera admiración y alegría por los logros que en España se han logrado, en educación, tecnología y economía. La universidad de Madrid por ejemplo tiene un excelente plan de intercambio con mi alma mater, y seguramente con muchísimas casas de estudio importantes alrededor del mundo; los medios de transporte y en general el nivel de vida en España son obviamente de primer mundo, su gran industria y diversidad en turismo le aseguran un lugar importante entre las poderosas economías europeas; todos estos logros de un pueblo trabajador que jamás se dejó vencer ante la adversidad.

Mi observación se dirige al hecho de que hoy día vemos mas a la economía como algo etéreo y lejano que debe mantenerse y alimentarse a toda costa que a un sistema desarrollado para el bienestar de los pueblos. Tampoco quise insinuar que hubiera una relación directa o excluyente entre avance tecnológico y espiritualidad, simplemente que preferiría lo segundo a lo primero. Las empresas transnacionales son justamente eso, empresas que no conocen de nación y por tanto de fidelidad ni memoria histórica, yo la verdad desconocía la empresa Talgo que parece ser una honrosa excepción, pero en general las grandes empresas llevan implícita una deshumanización que da miedo. Espada de doble filo esta rampante economía cuyo bienestar a llevado oleadas de inmigrantes a la madre patria y los exige año tras año para poder mantenerse en su nivel de producción, como si se tratara de una especie de huitzilopochtli moderno exigiendo la vida de seres humanos en aberrante sacrificio par su supervivencia. La economía y la tecnología deberían servir al pueblo español y desde mi punto de vista es mas bien una de las causas de su quebranto.

Acerca de lo que dijo o no dijo el embajador, pues simplemente trataba de indicar la linea de pensamiento estadounidense y lo que ellos consideran dignos de elogio. Tal vez mi error fue dejarme llevar por la emoción y sin querer desvié el tema original de nuestro hermano Limeño y me fui por las ramas, por ello pido una disculpa, son cosas que le pasan a uno cuando comienza a escribir y le embarga la emoción. Les envío un saludo cordial a todos los hermanos defensores de la hispanidad y un abrazo en nuestro Señor Cristo Jesús desde México, en resumen de mis mensajes simplemente diré ¡ESPAÑA, NACIÓN GRANDE ENTRE LAS GRANDES!