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Tema: Potencialidad Hispanoamericana

  1. #1
    Avatar de Josean Figueroa
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    Potencialidad Hispanoamericana

    Este hilo trata sobre las bases presentes y las proyecciones futuras de una Hispanoamérica unificada como potencia global.

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    Como se observa en el mapa de ingreso per cápita, Hispanoamérica es en términos globales una región geopolítica con ingreso medio, mayor que el de China e India (las reputadas 'potencias de futuro'). Es decir, si China es una potencia en la actualidad, una Hispanoamérica unida lo sería igualmente por su presente peso económico. Si se observa el conjunto de Asia, el llamado 'eje de la economía del futuro' en su totalidad, se observa el mayor nivel económico y la uniformidad.

    La posición geográfica, bioceánica, es una ventaja sobre India y China. Se nota su aislamiento de otras zonas, lo que le otorga una protección natural (no es suceptible a invasiones por tierra), y la aleja de conflictos diplomáticos (en la actualidad es la zona con menos conflictos diplomáticos con otras zonas).

    Continúa...
    Esteban y Sabinum dieron el Víctor.

  2. #2
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    Esquemas reunificatorios Hispanoamericanos:

    - Esquemas globales:


    • Comunidad Iberoamericana de Naciones: Foro de consensuación geopolítica que inclue a Hispanoamérica e Iberia

    • CELAC: Comunidad de Estados Latino-Americanos y del Caribe - Foro presidencial que incluye a todos lo estados independientes.

    • Parlatino: Parlamento Latinoamericano - Foro de coordinación parlamentaria que incluye a todos los estados Hispanoamericanos - localizado en Panamá.

    • ALADI: Asociación Latinoamericana de Integración - Sistema de integración comercial que incluye a casi todos lo estados.

    • SELA: Sistema Económico Latinoamericano - Foro de análisis y proyección económica

    • CEPAL: Comisión Económica Para América Latina - Institución de las Naciones Unidas que analisa y presenta propuestas económicas.

    - Esquemas sub-regionales

    • UNASUR: Unión de Naciones Suramericanas - Sistema de integración del continente sud-americano, en lo político e infraestructura.

    • Mercosur: Mercado común del sur - Area de integración comercial - incluye a Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay.

    • Comunidad Andina de Naciones: - Area de integración comercial - incluye a Peru, Bolivia, Colombia y Ecuador.

    • SICA: Sistema de Integración Centro Americano - Esquema de integración económico-político centroamericano.

    • ALBA: Alianza Bolivariana de América - Area de integración profunda basada en la complementariadad económica.

    • Alianza del Pacífico - Area de integración profunda que incluye a México, Colombia, Perú, Chile y Panamá (pronto a Costa Rica) área de libre comercio.
    Sabinum dio el Víctor.

  3. #3
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    México será potencia mundial en 2020, según Goldman Sachs :: El Informador

    Según este analista de Goldman Sachs México será la séptima economía del mundo en 2020... veremos dentro de siete años...

  4. #4
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    Lo muevo a Hispanoamérica.
    Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.

    Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI


  5. #5
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    800px-2013_UN_Human_Development_Report_Quartilessvg.png

    índice de desarollo humano

    Nótese como Hispanoamérica supera a Asia y es comparable a Europa del Este incluyendo a Rusia.
    Esteban dio el Víctor.

  6. #6
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    “¿Podría Hispanoamérica ser una superpotencia?” , el nuevo post del jurista español José Ramón Bravo



    Publicado el 4 de abril del 2013 | 10:02 am



    Archivado en:

    Una rápida mirada a la historia reciente y a la situación actual de las repúblicas hispanoamericanas podría fácilmente provocar una sonrisa de escepticismo ante esta pregunta: ¿podría Hispanoamérica ser, algún día, una verdadera superpotencia?

    Cierto es que ningún país hispanoamericano ostenta una posición de liderazgo en la ciencia, ni en la economía, ni en la política, ni en lo militar. Ninguno de ellos puede competir, individualmente, con cualquiera de las grandes potencias que hoy día dominan las relaciones internacionales: en primer lugar Estados Unidos, pero también de forma creciente China, y según muchos analistas, en un futuro no muy lejano también India, Rusia o Brasil, entre otros posibles. Se podría argumentar que la “falta de talla” frente a los mencionados gigantes sería el principal obstáculo, pero lo cierto es que los Estados hispanoamericanos, considerados cada uno por separado, están aún muy por detrás de países bastante más pequeños, que fueron grandes potencias decisoras en el pasado y ya han dejado de serlo, o dejarán de serlo durante este siglo: Alemania, Francia, Gran Bretaña, España, Portugal… e incluso Japón.

    Ahora bien, en la Historia humana, si bien hay ciclos y períodos regresivos, a pesar de todo existe evolución, y no hay más que comparar el mundo de hace, por ejemplo, 1.000 años con el de hoy en día. Como acertadamente nos recuerda Raúl Linares Ocampo, experto en el campo de sistemas complejos y dinámica no lineal, el futuro “no es una proyección en línea recta del presente, pues en tal caso no habría evolución”. Hay que recordar la importancia de esta afirmación, especialmente frente a los “escépticos recalcitrantes” de Hispanoamérica, que, siempre que se les plantea la hipotética posibilidad de una unión hispanoamericana, invariablemente responden que esto es ya “imposible”, pues una vez constituidos los Estados como los conocemos hoy en día, ya no hay vuelta atrás.

    Sin embargo, conviene recordar que la actual división del mundo en diversos Estados soberanos es un fenómeno histórico muy reciente. Salvo en el caso de las Estados-nación más antiguos y consolidados: Francia, Gran Bretaña, España, Portugal y pocos más, la inmensa mayoría de los otros “países” que hoy aparecen en el tablero del mundo son creaciones políticas que a lo sumo tienen algo más de un siglo y medio de vida, y en muchos casos tan sólo unas décadas. Una minucia si uno considera la Historia de la humanidad globalmente, incluso la Historia moderna, la que se inicia después de la Edad Media. Casi ningún Estado africano actual existía antes de 1950. Lo mismo puede decirse de la mayoría de Estados asiáticos actuales, incluidos algunos de los más importantes hoy día: la India sólo obtiene su independencia de Gran Bretaña en 1947, e Indonesia sólo es reconocida en 1949. Es decir, la mayoría de los países que hoy tenemos en el mundo sólo han existido durante algo más de medio siglo. En comparación con ellos, podría parecer que los Estados hispanoamericanos tienen una historia bastante más larga, pero lo cierto es que, aunque las guerras separatistas se inician a principios del siglo XIX, las fronteras actuales no se definirán hasta bien avanzado el siglo, y en varios casos se producen fragmentaciones subsiguientes –producto generalmente del imperialismo anglo-estadounidense- hasta finales del XIX e incluso el siglo XX. Los Estados Unidos consiguen que Panamá se separe de lo que quedaba de Colombia en fecha tan tardía como 1903. Por otro lado, varios Estados no ven reconocida su independencia hasta varios años después de haberla declarado. Por ejemplo, España no reconoció la independencia de México hasta 1836… ¡veintiséis años después de haberse declarado teóricamente independiente! En resumen, la “historia” de nuestras malogradas repúblicas, se remonta, en el mejor de los casos, a menos de dos siglos, y en varios otros casos, a poco más de un siglo. Poca “tradición” si se compara con los más de 300 años de unidad del Estado Indiano o Reino de Indias (América hispana) que dominó la economía y la geopolítica mundial durante tres largos siglos: XVI, XVII Y XVIII.




    La superpotencia estadounidense era, hace poco más de doscientos años, a finales del siglo XVIII, un país de muchísima menor extensión que hoy en día, sólo una estrecha lengua de tierra pegada a la orilla atlántica de América del Norte, y contaba con menos de 3 millones de habitantes. Era una simple colonia de Inglaterra, una tierra de granjeros relativamente pobre y que ni siquiera contaba con una unidad política, pues estaba constituida por trece colonias separadas entre sí por fronteras. En comparación, la España americana era un inmenso territorio veinte o veinticinco veces mayor, más cohesionado políticamente, más poblado, con más recursos, con una poderosa marina y ejército que controlaban los dos mayores océanos del mundo -Atlántico y Pacífico-, un buen número de universidades (algunas fundadas ya en el siglo XVI) y una potente moneda, el real de a ocho, también llamado “peso fuerte” o “dólar español”, que gracias al amplio uso que tuvo a finales del siglo XVIII en Europa, toda América y el Extremo Oriente, se convirtió en la primera divisa de uso mundial, y en la primera moneda de curso legal en los Estados Unidos hasta que una ley de 1857 desautorizó su uso. Muchas de las monedas actuales, tales como el dólar canadiense, el dólar estadounidense o el propio yuan chino, así como monedas de Hispanoamérica y de Filipinas están basadas en el real de a ocho. Esta es una prueba histórica, entre otras muchas, de que los hispanos, de hecho, fuimos una superpotencia y tuvimos una posición dominante en el comercio mundial durante más de tres siglos.

    No hay espacio en este artículo para entrar en las numerosas vicisitudes históricas que llevaron a Estados Unidos a convertirse en una formidable superpotencia partiendo de tan modestos orígenes, mientras que la América hispana, que lo tenía todo para dominar el continente y haber impuesto su política y sus intereses en el resto del mundo, terminó fragmentándose y reduciéndose en territorio, hasta acabar dividida en las 18 pequeñas repúblicas de hoy día, fácilmente dominadas por Estados Unidos. Lo importante es comprender que la evolución histórica de ambas entidades –la América anglosajona y la América hispana- es totalmente opuesta en uno y otro caso, e igualmente opuestos son los resultados obtenidos desde el punto de vista del desarrollo económico y político. Mientras que la América inglesa optó por unirse y expandirse, sin renunciar a su cultura anglosajona de origen, la América hispana renegó de su componente cultural español y se automutiló a sí misma, fragmentándose y debilitándose cada vez más, siguiendo un camino de creciente empobrecimiento e inestabilidad que llega hasta nuestros días. Si consideramos estos factores, parece que la alternativa de la reunificación en un solo Estado no parece tan mala solución después de todo. Como escribió el argentino Jorge Abelardo Ramos, nuestra América “no se encuentra dividida porque es ‘subdesarrollada’ sino que es ‘subdesarrollada’ porque está dividida”.

    Si Hispanoamérica volviera a estar unida como ya lo estuvo durante tres largos siglos, cumpliría todos los requisitos para convertirse en una superpotencia y, de hecho, sería difícil encontrar un rival capaz de superarla en potencial. Territorialmente, sería, con sus 11,44 millones de Km2, el Estado más extenso de Occidente y el segundo del mundo tras Rusia, pero con la ventaja de que su población sería casi tres veces mayor que la de Rusia. En cuanto a población, sólo sería superada por China e India, pero, frente a estas tendría la ventaja de poseer un territorio más amplio y mayor “espacio” para habitar, además de mayores recursos naturales, sobre todo marinos y forestales. Entre las desventajas de una despoblada Rusia y una superpoblada India, Hispanoamérica se encontraría en un punto óptimo. Sus kilómetros de costa la situarían en el segundo lugar del mundo, sólo después de Canadá, pero con la ventaja de que Canadá es mucho menos poblado y la mayor parte de su territorio es gélido y no apto para la habitación humana. Su territorio se extendería de norte a sur a lo largo de 10.000 Km., uniendo dos hemisferios y dos océanos: ningún Estado del mundo tendría esa ventaja geoestratégica, ni siquiera futuras uniones de Estados como Europa unificada o una hipotética Liga Árabe unida. Hispanoamérica está culturalmente unida por un mismo idioma, uno de los más poderosos factores de cohesión nacional, pues más del 90% de su población tiene como lengua materna el español. La religión aplastantemente mayoritaria es el catolicismo. Ninguna gran potencia actual exhibe una cohesión comparable: Europa, Estados Unidos, China, India o la propia Liga Árabe. Hispanoamérica contaría con el canal de Panamá y la posibilidad de construir un canal en Nicaragua, un elemento estratégico de enorme importancia para el control del tráfico marítimo mundial. Su población, al ser producto del mestizaje secular entre europeos (sobre todo españoles) e indígenas, también poseería una homogeneidad comparativamente ventajosa respecto a posibles conflictos étnico-religiosos de otras potencias: India, Estados Unidos, China… Aunque comparada con los países más desarrollados aparece como más atrasada, lo cierto es que es bastante más rica que la mayoría de los países de Asia y sobre todo de África. Ya hoy día la suma de los PIB hispanoamericanos a paridad de poder adquisitivo supone la tercera o cuarta mayor economía, pero si estuviera unida en un solo país el nivel de desarrollo y la renta per cápita aumentarían exponencialmente, debido al enorme mercado unificado, los niveles de inversión y las economías de escala. La lengua y cultura de Hispanoamérica, gracias al elemento “europeo”, son “exportables” al resto del mundo, que podría adoptarlos con mucha más facilidad que, por ejemplo, la complicada escritura china, hindú o árabe, o las costumbres musulmanas. Por ejemplo, el español sería rápidamente accesible a millones de personas que hablan lenguas de origen indoeuropeo, lo que incluye no sólo a las lenguas latinas, sino también a las germánicas, eslavas o indoiranias. No puede decirse lo mismo del árabe, el chino o las lenguas africanas.

    Hispanoamérica tiene todo esto y mucho más, pero, por desgracia, no existe políticamente en el mundo, es una gigantesca Nación “invisible” que no cuenta para nada por la sencilla razón de que no está constituida en un solo Estado, sino en mini-repúblicas insignificantes y vulnerables.

    Y todo ello necesariamente nos obliga a hacernos, una vez más, la eterna pregunta: si todo lo tenemos para ser libres y fuertes, si en realidad somos una misma Nación desde el Río Bravo hasta la Tierra de Fuego, desde México hasta Argentina, entonces ¿por qué nos empeñamos en seguir divididos, débiles y empobrecidos?


    José Ramón Bravo

    Jurista y escritor español



    Hispanoamérica Unida | Por la creación de un Estado hispanoamericano

    hispanoamerica@terra.com



    _______________________________________


    Fuente:

    “¿Podría Hispanoamérica ser una superpotencia?”, el nuevo post del jurista español José Ramón Bravo - UCV Satelital TV
    Kontrapoder y Sabinum dieron el Víctor.

  7. #7
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    Las megalenguas: apertura, libertad, fortaleza


    “en un mundo de colosos y megafusiones, es necesario ser grande y fuerte si se desea no ser engullido, si se aspira a estar en una posición fuerte para negociar adecuadamente los intercambios con el mundo. Es el caso de Brasil. No el de Hispanoamérica, archipiélago de 19 Estados. La megalengua española —40% de los hablantes del continente— puede ser el cemento de una construcción política que nos genere una escala adecuada”




    Las grandes lenguas de América. El español (en color verde) es la lengua más hablada: más del 40% de toda la población del continente. Sin embargo, la posición de Hispanoamérica en el mundo es débil porque no está constituida como una sola Nación soberana e independiente, sino dividida en muchas repúblicas.


    Artículo de Carlos Leáñez Aristimuño, lingüista y profesor del Departamento de Idiomas de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, publicado el 6 de agosto de 2009 en la bitácora “Hablo luego existo”.




    Hay alrededor de siete mil lenguas en el mundo: 81,6% de ellas abarcan menos de 100.000 almas, 55,1% menos de 10.000, 25,7% menos de 1.000, 8 % menos de 100. Vehiculan casi exclusivamente tradición e identidad. Constituyen, como toda lengua, un tesoro de la humanidad. Pero sus hablantes jóvenes las abandonan a medida que se alejan de los campos y las aldeas en pos de las luces de la ciudad: la población urbana mundial pasará del 40% hoy al 80% en 2.025. Las urbes fagocitan multilingüismo y secretan monolingüismo: el equipo de la ciudad, densamente agrupado y en comunicación constante requiere un código común capaz de acometer las más disímiles y complejas tareas. Resultado: todos los estudiosos parecen coincidir en que a finales de siglo serán menos de mil las lenguas sobrevivientes. Lo anterior —con justicia— ha encendido multitud de alarmas en nombre de la diversidad lingüística… pero se suele dejar de percibir que las megalenguas, como las grandes urbes, son fuentes extraordinarias de apertura, libertad y fortaleza. Y la nuestra es una megalengua que agrupa 400 millones de hablantes.

    Ocupémonos antes que nada de la apertura que posibilita nuestra inmensa urbe. Es el español el segundo idioma hacia el cual más se traduce, tal como nos lo indica el Index Translationum de la UNESCO. Es decir que quien nuestra lengua domina tiene un amplísimo mirador sobre la humanidad. Pero también es el español una plataforma de lanzamiento para llevar nuestros aportes al mundo: es el sexto desde el cual más se traduce. Traemos, llevamos. Nos enriquecemos y enriquecemos. Nos transformamos y transformamos.

    En la aldea, el control social es fácil, fuerte y homogeneizante. En la gran urbe, dificultoso, débil y permite una inmensa variedad… sin perder un mínimo de puentes. Jorge Luis Borges coexiste con Augusto Roa Bastos, Hugo Chávez con Álvaro Uribe, las vanguardias con los anacronismos, lo occidental con lo autóctono, el todo mientras las pieles se mezclan. Las megalenguas como la nuestra, al crear macrocomunidades, facilitan la libertad y dan el código de base para permitir el intercambio amplio, el cual da frutos de diversidad muchas veces imposibles —y con frecuencia prohibidos— en pequeñas comunidades.

    Por último, en un mundo de colosos y megafusiones, es necesario ser grande y fuerte si se desea no ser engullido, si se aspira a estar en una posición fuerte para negociar adecuadamente los intercambios con el mundo. Es el caso de Brasil. No el de Hispanoamérica, archipiélago de 19 Estados. La megalengua española —40% de los hablantes del continente— puede ser el cemento de una construcción política que nos genere una escala adecuada.

    Apertura, libertad y fortaleza son atributos a los cuales los hispanoamericanos debemos aspirar. Tenemos la inmensa fortuna de que la locomotora de la lengua está allí, lista para propulsar a los vagones de la política y la economía. Enganchémoslos.






    ________________________

    Fuente:

    Las megalenguas: apertura, libertad, fortaleza | Hispanoamérica Unida

  8. #8
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    Y no contamos o señalamos los territorios hispanicos que los hijos de la perfida albion nos robaron en la infame e injusta guerra Mexico-estadounidense!
    Algun dia los recuperaremos como el rio recupera su viejo cauce, ya hay una "RECONQUISTA" irreversible, es cuestion de tiempo!

  9. #9
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    ¿Un bloque hispano? ¿Por qué no?


    June 20, 2016

    Agustín Gómez










    Que la Hispanidad es un hecho irrefutable es una realidad. Es cierto que para el mundo anglosajón, fundamentalmente Inglaterra y a la zaga Estados Unidos de Norteamérica, esto es un hecho contra el que tienen que lidiar constantemente para quitarle valor.

    El reconocimiento de la Hispanidad, de los Hispánico y de lo Español supone para Estados Unidos tener que desempolvar su pasado Hispano por delante de su pasado anglosajón. En su historia fundacional los norteamericanos obvian la parte más importante, la que el 80% del territorio actual de su país era España. Y lo obvian interesadamente. La población actual del país, o más bien, la que pertenece a la etnia predominante y dirigente, es de origen británico, principalmente Inglés, y de ahí han heredado el odio desaforado por todo lo que suene a español. Lo llevan en su ADN.

    Por suerte, este no es un sentimiento en alza, si no más bien en franca disminución. Los estados que tuvieron un marcado pasado español sienten que es legítimo honrar su pasado hispánico, como ocurrió a lo largo del año 2015 en el estado de Florida, un estado con un pasado español glorioso.

    En el fondo, la debilitación de España siempre ha estado en las agendas de los imperios advenedizos. Si no de qué el interés en difuminar la importancia de España en la historia del mundo. Si no de qué la admiración soterrada que sienten por nuestra herencia. Si no de qué el deseo de tenernos controlados. Ese deseo es la base por que el Reino Unido no quiere ceder la soberanía de Gibraltar. Saben que mientras dominen La Roca van a poder campar a sus anchas por la costa española. Y los españoles se lo permitimos.

    Quizá si los españoles de un lado y otro del Atlántico, de África y del Pacífico nos uniéramos de nuevo podríamos conseguir equilibrar la lucha que parece de dos. El mayor logro de los dos bloques antagónicos, OTAN y Rusia, es hacernos creer que la Guerra Fría terminó. Nada más lejos de la realidad. Seguimos inmersos en conflictos en los que los dos grandes bloques tratan de ganar terreno al contrario.

    Quizá es necesario un nuevo bloque transversal en el planeta, que no se trata de un bloque con motivación militar como lo es la OTAN, sino mas bien una unión entre hermanos que comparte cultura e historia. Un bloque hispánico tendría presencia en Europa, América, África y Asia (sudeste asiático), lo que le aseguraría un futuro económico envidiable.

    Este es el momento de olvidar las mezquindades que el mundo anglosajón trató de inculcar allí donde no hizo mella, cual Joseph Goebbles, a base de repetir una mentira lo fueron convirtiendo en una falsa verdad. Los españoles fuimos descubridores, que no conquistadores. Los españoles no matamos a más indigenas que a otros europeos en nuestras batallas, la guerra era el modus vivendi de la época.

    Llegados a este punto es interesante recordar que la América precolombina era un territorio inmerso en disputas territoriales y étnicas similares a las que podían ocurrir en la Europa u Oriente Medio medieval, incluso más cruentas. La teoría del indígena bueno per se fue intencionadamente introducida por los anglosajones para contrarrestar la influencia hispánica y hacerse ver a ellos mismos como defensores de los indígenas. El paso del tiempo ha demostrado que sólo lo hicieron por sus propios intereses y que juegan con la población de la América no USA como si fuera su cortijo privado. Ya lo dijo Monroe; "America for the americans", América para los americanos, que es como se autodenominan los norteamericanos estadounidenses, para el resto de habitantes del continente utilizan gentilicios, en muchas ocasiones despectivos.

    Soy un convencido de la necesidad de un nuevo bloque hispano, de que deberíamos admitir a nuestros hermanos hispánicos dentro del seno de España. Que España se refiere a todos y no sólo al país que ostenta ese nombre actualmente. Que necesitamos un nuevo rodamiento territorial que de cabida a las distintas sensibilidades territoriales. Que podemos ser muy grandes. Que todo puede empezar por Puerto Rico.

    Muchas gracias.




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  10. #10
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    Con mucho cuidadín. Cualquier proceso que conlleve abrir puertas a la migración masiva quedaría abortado a las primeras de cambio.

    No hay que ser iluso.

    Cita Iniciado por Mexispano Ver mensaje
    ¿Un bloque hispano? ¿Por qué no?


    June 20, 2016

    Agustín Gómez










    Que la Hispanidad es un hecho irrefutable es una realidad. Es cierto que para el mundo anglosajón, fundamentalmente Inglaterra y a la zaga Estados Unidos de Norteamérica, esto es un hecho contra el que tienen que lidiar constantemente para quitarle valor.

    El reconocimiento de la Hispanidad, de los Hispánico y de lo Español supone para Estados Unidos tener que desempolvar su pasado Hispano por delante de su pasado anglosajón. En su historia fundacional los norteamericanos obvian la parte más importante, la que el 80% del territorio actual de su país era España. Y lo obvian interesadamente. La población actual del país, o más bien, la que pertenece a la etnia predominante y dirigente, es de origen británico, principalmente Inglés, y de ahí han heredado el odio desaforado por todo lo que suene a español. Lo llevan en su ADN.

    Por suerte, este no es un sentimiento en alza, si no más bien en franca disminución. Los estados que tuvieron un marcado pasado español sienten que es legítimo honrar su pasado hispánico, como ocurrió a lo largo del año 2015 en el estado de Florida, un estado con un pasado español glorioso.

    En el fondo, la debilitación de España siempre ha estado en las agendas de los imperios advenedizos. Si no de qué el interés en difuminar la importancia de España en la historia del mundo. Si no de qué la admiración soterrada que sienten por nuestra herencia. Si no de qué el deseo de tenernos controlados. Ese deseo es la base por que el Reino Unido no quiere ceder la soberanía de Gibraltar. Saben que mientras dominen La Roca van a poder campar a sus anchas por la costa española. Y los españoles se lo permitimos.

    Quizá si los españoles de un lado y otro del Atlántico, de África y del Pacífico nos uniéramos de nuevo podríamos conseguir equilibrar la lucha que parece de dos. El mayor logro de los dos bloques antagónicos, OTAN y Rusia, es hacernos creer que la Guerra Fría terminó. Nada más lejos de la realidad. Seguimos inmersos en conflictos en los que los dos grandes bloques tratan de ganar terreno al contrario.

    Quizá es necesario un nuevo bloque transversal en el planeta, que no se trata de un bloque con motivación militar como lo es la OTAN, sino mas bien una unión entre hermanos que comparte cultura e historia. Un bloque hispánico tendría presencia en Europa, América, África y Asia (sudeste asiático), lo que le aseguraría un futuro económico envidiable.

    Este es el momento de olvidar las mezquindades que el mundo anglosajón trató de inculcar allí donde no hizo mella, cual Joseph Goebbles, a base de repetir una mentira lo fueron convirtiendo en una falsa verdad. Los españoles fuimos descubridores, que no conquistadores. Los españoles no matamos a más indigenas que a otros europeos en nuestras batallas, la guerra era el modus vivendi de la época.

    Llegados a este punto es interesante recordar que la América precolombina era un territorio inmerso en disputas territoriales y étnicas similares a las que podían ocurrir en la Europa u Oriente Medio medieval, incluso más cruentas. La teoría del indígena bueno per se fue intencionadamente introducida por los anglosajones para contrarrestar la influencia hispánica y hacerse ver a ellos mismos como defensores de los indígenas. El paso del tiempo ha demostrado que sólo lo hicieron por sus propios intereses y que juegan con la población de la América no USA como si fuera su cortijo privado. Ya lo dijo Monroe; "America for the americans", América para los americanos, que es como se autodenominan los norteamericanos estadounidenses, para el resto de habitantes del continente utilizan gentilicios, en muchas ocasiones despectivos.

    Soy un convencido de la necesidad de un nuevo bloque hispano, de que deberíamos admitir a nuestros hermanos hispánicos dentro del seno de España. Que España se refiere a todos y no sólo al país que ostenta ese nombre actualmente. Que necesitamos un nuevo rodamiento territorial que de cabida a las distintas sensibilidades territoriales. Que podemos ser muy grandes. Que todo puede empezar por Puerto Rico.

    Muchas gracias.




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  11. #11
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    martes, 13 de septiembre de 2016


    HACIA UN MOVIMIENTO HISPÁNICO


    Imagen de www.youtube.com





    Por Antonio Moreno Ruiz

    Historiador y escritor



    En septiembre del 2011 un servidor llegaba al Perú. Como otros tantos ibéricos, hastiado por el desempleo y la falta de expectativas, crucé el charco buscando oportunidades, lleno de sueños y ganas, siguiendo la estela que muchos otros hijos de la Piel de Toro e islas adyacentes han seguido durante siglos. En mi caso, yo soy historiador y especializado en América, así que juzgué que, como no hay mal que por bien no venga, o era en ese momento o nunca cruzaría el charco. Y así hice. Y acá sigo luego de mil historias y, mal que bien, construir un bagaje.

    El escritor colombiano Gabriel García Márquez, en una entrevista que le realizara Televisión Española en 1995 (1),decía que con el tiempo veríamos de nuevo a los españoles volviendo a emigrar a América. Sin duda, más sabe el diablo por viejo que por diablo, porque que sepamos, Gabo no era profeta y sin embargo acertó de pleno. Pero como pusimos de relieve el historiador quiteño Francisco Núñez del Arco y un servidor en Quito fue España (Historia del realismo criollo), es paradójico que a dos siglos de las dizque independencias, se diga (¿desde el subconsciente?) “son españoles iguales a nosotros”. Pues si todos somos españoles, ¿por qué nos separamos? O mejor dicho: Ya que nos separamos o nos separaron, ¿por qué no reconocer el error, luego de doscientos años en los que nos volvemos a encontrar continuamente?

    Hablando de Francisco, cuando este gran amigo, colega historiador y hermano en la Hispanidad me pidió prologar su mencionado libro (2) no sentí ilusión, sino lo siguiente. Ni que decir tiene que acepté sin reservas, pues no en vano, fui testigo más o menos casual del comienzo de esta epopeya, lo cual me confería una responsabilidad no exenta de nerviosismo. Porque si ha habido algo que me haya obsesionado hasta la extenuación dentro de mi carrera, ése ha sido el periodo de las "independencias".

    Con Francisco había tenido contacto por internet por mediación de unos amigos argentinos. Y lo pude conocer en persona en Lima, cuando yo estaba recién llegado, allá por octubre del 2011. Como todos los octubres, la Ciudad de los Reyes se revestía de morado para celebrar al Señor de los Milagros y ambos pudimos departir entre el centro histórico, Miraflores y Barranco de lo divino y lo humano, copando la centralidad de nuestras conversaciones el tema de las independencias en particular y la Hispanidad en general.

    Desde que conozco a Francisco, podemos decir que nuestros muertos nos han asistido. Y me explico: En estos últimos cinco años, hemos perdido a un trío de grandísimos maestros e inspiradores de nuestras labores a contracorriente: José Manuel González, de Argentina; Luis Corsi Otálora, de Colombia; José Antonio Pancorvo, de Perú. Y eso sumado a otras pérdidas no menos sensibles de familiares en particular y seres queridos en general. El dolor nos ha acompañado aun en las alegrías. Y la vida ha seguido pasando y, si algo hemos percibido, es que nuestros muertos no nos han dejado solos. Los anhelos que al principio parecían poca cosa, a día de hoy forman parte de una realidad que trasciende los tiempos a través de los hechos. Hemos ahí la eternidad. Hemos ahí la vida. Y esta visión contracorriente de nuestra historia no va a parar. Empezó en Hispanoamérica y acá se va a seguir desarrollando.

    Luego de todas las vicisitudes vividas hasta ahora, compartimos el que si hay algo serio que nos queda en este mundo, es la defensa de lo hispánico desde un punto de vista integral, acompañándonos de trascendencia y complejidad, con hondas hechuras metapolíticas que han de bordear el duro, cruel y surrealista contexto que nos ha tocado vivir/padecer; pero con la alegría de llevar la verdad por delante y de formar parte de lo auténticamente nuestro. Lo bueno, lo justo, lo verdadero y lo necesario. Lo que vale la pena. Lo que nos queda. Lo que hemos de poner en movimiento luego de dos siglos de mentiras y errores.

    Ojo: Poner en movimiento y adaptado a los tiempos que nos ha tocado vivir, que conste. Que bien sabemos que no se puede volver al pasado; que el pasado no vuelve, que sí. Pero si nos mienten descaradamente sobre él, nunca tendremos futuro. ¡Y nos negamos a eso! Y menos cuando quienes dominan son tan ramplones.

    Nuestra conciencia sabe que somos un pueblo cautivo, engañado y alienado, pero dos siglos de mentiras acá y acullá ya llegan a su fin. Sobre las ruinas que nos infringieron otros y que nos infringimos nosotros mismos, habrá de rebrotar una luz radiante e imperiosa; acaso la misma que supo seguir la grandeza del sol y formar tierra a través de los caminos del mar, juntando las columnas de Hércules con el Pacífico Norte, las Antillas y las profundidades de los Andes; diciéndole al mundo cómo era realmente y prolongando un animoso e inquebrantable espíritu hasta límites insospechados. Y para entendernos a nosotros mismos, y por ende, amarnos, este gran libro viene como anillo al dedo. Sin leyendas negras. Sin leyendas rosas. Sin tregua para traidores y endófobos. Sin dejar indiferentes. Dándole voz a los injustamente silenciados, cuando no vilipendiados. Haciendo historia. Nuestra historia.







    Todos hemos andado en mundillos ideológicos. Todo el mundo ha sido joven. Y todos hemos salido decepcionados. Y al final, convergimos en la hispanidad. Tenemos ansias de saber y amar mejor nuestra historia, pero también tenemos ansias de construir y de renovar. Y no es algo que esté en el papel, es una realidad. En el tiempo que llevo en este continente, veo que cuando se juntan los criollos, son en verdad un mismo país. Lo mismo se puede decir de andinos o negros, o de otras tantas “etnias” que pululan por la vastedad del Nuevo Mundo. Las fronteras republicanas de principios del siglo XIX no se corresponden con la realidad, y corresponden al mismo y terrible patrón de las “fronteras redefinidas” que Lenin diseñó para la Unión Soviética, sobre las cenizas del Imperio Ruso; así como los anglosajones y la Francia republicana contribuyeron a la atomización de las tierras que estaban bajo el Imperio Austrohúngaro. Los anglosajones fueron muy aficionados a promocionar la dizque “libre autodeterminación de los pueblos” para, acto seguido, aprovechar y agrandar sus colonias. ¿Cómo se explica que –como dice Francisco Núñez del Arco- los británicos aún posean una treintena de enclaves coloniales en el continente americano? ¿Alguna vez se ha visto al indigenismo denunciar eso?

    Además, ¿para qué sirven las rivalidades entre las repúblicas hispanoamericanas? Mejor dicho: ¿A quién benefician? ¿A quién/quiénes han beneficiado todas las guerras que ha habido desde la mismita secesión? ¿Quién estuvo detrás de la Guerra de la Triple Alianza? ¿Y de la Guerra del Salitre? ¿Y de la Guerra del Chaco?

    ¿No nos damos cuenta que la mano anglosajona está detrás? ¿Que desde los tiempos de Cromwell se considera a las Españas como el enemigo providencial? ¿Qué ya en el siglo XVIII trazaron su plan para humillar a España, fracasando estrepitosamente en el intento de invasión de Cartagena de Indias?

    Gran Bretaña y Estados Unidos dirimieron sus diferencias durante todo el siglo XIX, pero entendieron que nada ganaban peleándose. Y llegó un día que ya no se pelearon más. Nosotros no hemos entendido este punto. No entendemos que Gran Bretaña sigue siendo un imperio que, si se sale del euro, va a tener sus recursos en un circuito con Canadá, Australia, Nueva Zelanda y etc. Gran Bretaña tiene una Commonwealth, y eso no se desmonta tan fácil. Justamente lo que quiso hacer la Monarquía Hispánica desde que el conde de Aranda advirtió a Carlos III que mejor era planificar una independencia pacífica instalando príncipes españoles en cada virreinato y estableciendo una fuerte alianza diplomática, económica y militar. América ya era autosuficiente, mas no por ello muchos americanos deseaban seguir siendo españoles. Por eso mismo, ya en la época de Carlos IV, se fue a materializar esta idea instalando un príncipe-virrey -en cada virreinato- con un equipo de gobierno en forma de “soberanía feudal” (3), de tal manera que no hubiera habido traumas, asentándose una lógica estabilidad que no estaría reñida con mantener unos lazos más que sólidos con la madre patria. Pero nada de eso se hizo. Y como advertía el gran pensador ruso Alexander Solzhenitsyn, cada vez que los zares hacían reformas beneficiosas para el pueblo ruso, los revolucionarios se encabritaban y preparaban los atentados más atroces, pues no podían permitir quedar deslegitimados tan obviamente. Ellos siempre fueron conscientes de que no eran “filántropos”, sino destructores. Y algo muy similar ocurrió en la América Española a principios del siglo XIX: La invasión de Napoleón fue tremendamente aprovechada por los traidores que ya estaban a las órdenes de los intereses británicos. Y entre estos traidores no sólo hubo hispanoamericanos, sino también peninsulares, revolucionarios ibéricos que escogieron América como su campo de experimentación; al igual que a día de hoy hacen muchos secuaces del partido ultraprogre Podemos, asesores de políticos de Venezuela, Ecuador o Bolivia. A esos los indigenistas no los acusan de colonialistas tampoco.

    Fijémonos: Quien quiso mandar la gran expedición para ayudar a los realistas americanos en 1820 (que hubieran terminado de aplastar a los insurgentes) fue el novohispano Lardizábal, y el que la frustró y dio el golpe liberal que dio al traste con la política española fue el peninsular Riego, el mismo que murió arrepentido y abjurando de lo que había hecho.

    En resumidas cuentas: Los liberales no quisieron un nuevo orden político que respetara la esencia y la tradición y nos partieron en mil pedazos, llegándonos hasta el alma. Ahora, se impone el retomar esa vocación imperial supranacional, no porque se haya de volver al pasado, sino precisamente porque el pasado se truncó con alienados y sangrientos artificios, y porque el presente ha demostrado la inutilidad de todos esos estados, incluyendo el “español”. Y en América probablemente sería esto más fácil que en España, que es una sociedad destruida y avejentada. Con todos los problemas que tiene América, no deja de haber un gran poso cultural común, siendo el idioma acaso lo más evidente. No hay entusiasmo por el bicentenario de las “independencias”. Hay un caldo de cultivo hispanista muy interesante. Hay que saber aprovecharlo.

    Como decimos: Nos adaptamos a los tiempos que nos ha tocado vivir. Desde la base, con las realidades entrañables y perceptibles que saltan a la vista, desde el folclore o la gastronomía a otros temas de enjundia. No queremos ser una opereta.
    Cuidado con cierto pseudohispanismo (4) que está echando para atrás a gente potencialmente buena y noble que, con lógica, se acerca al ideal hispánico que ha de estar en movimiento.

    Es una pena que no tengamos un medio común en todos los sentidos. Porque la corriente está ahí, viva y coleando, pero nos falta darle fondo y forma y materializarla. Y para eso, hemos de ponernos al tanto en tener nuestros propios medios comunicativos, forjando nuestro propio estilo, siempre basado en lo nuestro, en lo orgánico. Lo tenemos todo para eclosionar. Es cuestión de ponerse y de tomárselo en serio.

    Amigos: En este maldito y enloquecido mundo de la globalización, no hay causa más noble que la hispánica. Hace tiempo escribí sobre cuáles creía que debían ser las directrices geopolíticas del hispanismo (5). Ahora veo más claro que nunca que lo que hay es que desarrollar el hispanismo en nuestra América. Desde el Nuevo Mundo, vayamos hacia un movimiento hispánico, siendo conscientes de que los realistas criollos resistieron solos, sin ayuda, y durante buena parte del siglo XIX así lo hicieron. No hay que esperar nada de España sino más bien al contrario: Probablemente se la pueda empujar mejor desde el otro lado del charco. La identidad no se puede borrar. Fijémonos que los godos, que estuvieron tres siglos en la Península, siempre llamaron “romanos” a sus habitantes. Paradójico es que luego los españoles fuéramos conocidos como “godos”, y todavía hasta hoy… ¡Y los moros nos siguen llamando “rumíes”! Y es gracias a esa identidad que España se reafirmó durante los siglos. Por eso es ahora el turno de los hispanos de América ante los siglos, porque en ellos está el calor y el dolor. Con la fe que mueve montañas, esto no ha hecho más que empezar.


    ¡Vamos!




    NOTAS:

    (1) Véase:












    (2) Algunos enlaces al respecto:


    QUITO FUE ESPAÑA: HISTORIA DEL REALISMO CRIOLLO ...



    ANTONIO MORENO RUIZ: MIS LECTURAS: "QUITO FUE E





    Antonio Moreno Ruiz - Timeline | Facebook










    (3) Término usado por el ministro Godoy, tal y como expone Núñez del Arco. Sin duda no fue el mejor político de la historia de las Españas, pero de haberse consumado el plan, tendríamos una Comunidad Hispanoamericana fuerte que en nada envidiaría a la Commonwealth británica.





    (4) Recuérdese:


    CUIDADO CON EL PSEUDOHISPANISMO







    (5) Artículo íntegro:


    24.1. Dimensiones geopolíticas del Hispanismo.
    Antonio Moreno Ruiz [1-8].


    24.1 - Revista La razón histórica





    Publicado por

    Carlos Marrero en 11:12 Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest






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    RAIGAMBRE: HACIA UN MOVIMIENTO HISPÁNICO
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    ¿Qué lugar ocuparíamos en el mundo los hispanos unidos?


    Por Redacción -


    27 septiembre, 2016








    ¿Te has puesto a pensar el lugar que nos correspondería en el orden mundial si de repente todos los países hispanos decidieran unirse realmente en un bloque económico y político?


    No, ¿verdad?

    Pues el Fondo Monetario Internacional sí que lo ha calculado y los resultados que arrojan son espectaculares, según el artículo que Wikipedia consagra al tema.

    Recordemos que el producto interno bruto (PIB) a precios nominales es la suma de todos los bienes y servicios finales producidos por un país en un año.

    Por su parte, Hispanoamérica es un concepto cultural sin existencia política real, pero que engloba un territorio integrado por diecinueve países, que suman en total una población cercana a los 400 millones de habitantes. En la mayoría de ellos, el español es idioma oficial.

    El PIB de esa abstracción metafísica es de 3.689.675 dólares y está situado en el 5° lugar a nivel mundial.








    No vamos a discutir aquí, si Iberoamérica incluye o no a Brasil. El FMI no lo hace, y por las mismas razones en la operación tampoco se incluye a España ni a Portugal.

    Christine Lagarde y la entidad que dirige, en manos de nuestros enemigos históricos, no lo hacen por una razón muy sencilla. De haberse atrevido, la entelequia con 7.291.216 dólares de PIB, ocuparía el 4° lugar mundial, detrás de China pero por encima de Japón. Los Estados Unidos de América y la Unión Europea, campeones absolutos en la materia seguirían a la cabeza, pero ¿qué importa? Las cifras son irrefutables.

    ¿Os imagináis que un día los hispanos podamos sentarnos a la mesa otra vez con las grandes naciones de este mundo?

    Los números dan, pero hace falta la voluntad política y una Visión.




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    ¿Qué lugar ocuparíamos en el mundo los hispanos unidos? | DLM

  13. #13
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    Muy cierto. Y, además, habría que pensar en las sinergias que indudablemente podríamos producir y que incrementarían estos valores. Pero no es solo en lo económico o político donde debemos poner la mirada. Creo que el gran José Vasconcelos da en el clavo:
    “Nosotros no seremos grandes mientras el español de la América no se sienta tan español como los hijos de España. Lo cual no impide que seamos distintos cada vez que sea necesario, pero sin apartarnos de la más alta misión común. Así es menester que procedamos, si queremos que la cultura ibérica acabe de dar todos sus frutos…”
    Es lo hispánico lo que hay que defender y promover primero. Ese es el valor que nos hará fuertes y unidos.
    Reciban un cordial saludo.
    Mexispano y Leolfredo dieron el Víctor.

  14. #14
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    Como bien dice el historiador quiteño Francisco Núñez del Arco, existe una suerte de pseudohispanismo que en verdad es un nacionalismo colonialista atragantado. "Los españoles fuimos y les dimos". No, a ver, en todo caso, fueron nuestros tíos, que son los padres de los hispanoamericanos. Y no sólo ellos, pues en América también había estructuras civilizatorias que fueron aprovechadas, reitero, por los antepasados directos de los hispanoamericanos, los mismos que con su sangre, su talento y su sudor labraron el Nuevo Mundo.


    La Monarquía Hispánica no hizo colonialismo difusionista, sino que fue un imperio autárquico que interactuó especialmente a través de sus principales puertos.


    No acabemos imitando los tópicos del indigenismo, por favor.



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    Fuente:


    https://es-la.facebook.com/permalink...13868212144988
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    La necesidad histórica de la Comunidad Iberoamericana

    Por
    Agustín Lozano -

    31 octubre, 2016





    No existe ningún gran proyecto (geo)estratégico de integración del mundo iberoamericano



    Agustín Lozano, miembro del Instituto para la Integración de Iberoamérica.



    La situación actual del mundo iberoamericano vendría caracterizada por una identidad de fondo (cultural, social, lingüística) de carácter orgánico pero también por una acusada fragmentación política.
    Existen proyectos de integración que tienen un marcado carácter político (CELAC, ALBA, UNASUR, MERCOSUR, las Cumbres Iberoamericanas) pero no existe ningún gran proyecto (geo)estratégico de integración del mundo iberoamericano que vaya más allá de estas iniciativas señaladas, sin dudas necesarias, pero parciales y fragmentarias, siempre a expensas de contingencias políticas y sin continuidad o visión de largo alcance. Esta situación persiste aunque en distintos grupos sociales y políticos existe la clara convicción de que las naciones iberoamericanas sólo podrán superar su situación de dependencia y actuar con soberanía en el mundo globalizado si permanecen y actúan unidas como Comunidad.


    El mundo hispánico fue un proyecto cultural (metapolítico) y universal


    ¿A qué se debe esta fragmentación política? Pueden aducirse varias razones.
    Habría que llamar la atención, hoy como ayer, acerca de los intereses de terceras potencias (en particular, del mundo anglosajón, Inglaterra primero y posteriormente los EEUU, quizás China en un futuro próximo) en mantener el mundo iberoamericano desunido y fragmentado. No se dejaría así mismo de señalar la falta de acuerdo sobre el significado y alcance de la Hispanidad. La idea de Hispanidad es hoy un centro de polémicas, en tanto intersectan en el día de la Hispanidad o 12 de octubre elementos dispares como puedan ser la Virgen del Pilar, el descubrimiento de América, el día de Colón o el día de la resistencia de los pueblos indígenas. Pero a nuestro juicio existe otra razón que tendría más que ver con la peculiar morfología histórica de la Hispanidad. El mundo hispánico, el resultado del mestizaje cultural y étnico del elemento indio, ibérico y africano, antes que ser una nación más, equiparable a las de su entorno, fue un proyecto cultural (metapolítico) y universal (católico) de fraternidad entre comunidades, en la que se afirmaba la igualdad esencial de todos los hombres en las circunstancias más adecuadas para mantener y valorar su diferencia.

    Siendo esto así, habría que decir que el ideal que sustentaría la Comunidad Iberoamericana no se deja contener fácilmente en el molde del estado nación surgido de la derrota del imperio español y del fin del Antiguo Régimen. Desde el mundo iberoamericano, la idea de nación —y al margen de su discurso legitimador, esto es, liberal, conservador, progresista, constitucional, revolucionario, etc.—es una reducción que estaría incluida dentro del concepto de Comunidad Iberoamericana, que es una realidad política más compleja. Y sin embargo y he aquí la dificultad y contradicción, en nuestro presente, el estado-nación soberano es la realidad política de la que hay que partir; es la entidad, al menos de iure, desde la cual se hace la política.
    Es en este molde político en el que la idea de una Comunidad Iberoamericana, como proyecto político, ha naufragado y no se ha podido adaptar para mantener su vigencia y actualidad renovada. Y decimos esto sin negar el éxito (relativo) en la conformación de las naciones políticas iberoamericanas y en el proceso de modernización acorde a los parámetros de la ideología ilustrada propia del orden occidental.

    En este presente, ¿qué lugar hay para la Comunidad Iberoamericana? ¿Podría ser cierta esa afirmación del mandatario chino Deng Xiaoping: Se dice a menudo que el siglo XXI será el siglo del Pacífico, pero yo creo que podría ser también el siglo de América Latina?

    Las naciones hispanoamericanas
    ya tienen la experiencia de dos siglos como naciones soberanas, recluidas en su identidad nacional (constitucional, revolucionaria, progresista o conservadora, recuperando en elemento indígena…). Pero esta situación no puede ser calificada como satisfactoria. Las naciones iberoamericanas aparecen a la deriva y sometidas al acoso y la acción política, social y cultural de otras naciones e imperios que sí actúan como tales. De continuar así, pocas opciones de futuro quedan abiertas para el mundo iberoamericano.

    Definimos la necesidad histórica de la Comunidad Iberoamericana como una necesidad crítica, ofreciéndose como derivación del curso histórico de las generaciones que la anteceden y en función de una idea que pueda orientar de alguna manera un determinado curso de acción política, sin conocer necesariamente el fin al que se dirige. Esta es la alternativa iberoamericana, lejos de cualquier pretensión panhispánica esencialista o entendida como una «reespañolización de América» o la vuelta a un pasado imperial ya fenecido. Aquí partimos, lo hemos dicho, de la soberanía e independencia de los pueblos iberoamericanos y de los intereses que ellos puedan tener en vivir dentro de una Comunidad Iberoamericana frente al imperialismo yanqui u otras alternativas políticas.


    la alternativa iberoamericana intentaría comprometerse con seguir dando figura reconocible a una multiplicidad de identidades y de unidades comunitarias


    La alternativa iberoamericana puede ser, en principio, compatible con unidades o formas políticas y comunitarias diferentes a las del estado-nación canónico actual (sin que ello suponga renunciar a la actual forma estatal y las necesidades a las que tiene que atender). Así, la alternativa iberoamericana puede ser compatible con identidades políticas que no se deriven, en exclusiva, de esta referencia estatal nacional y que incluyan, por lo tanto, otras referencias identitarias. En definitiva, la alternativa iberoamericana intentaría comprometerse con seguir dando figura reconocible a una multiplicidad de identidades y de unidades comunitarias, formalmente políticas, sin que pierdan sus rasgos pero integradas en una realidad superior, proclamando su igualdad esencial pero sin negar ni anular sus diferencias. Este orden complejo puede, a su vez, conservar, restaurar y transformar las instituciones precedentes, mientras promueve y crea instituciones comunes a todo el orbe iberoamericano.

    En el pasado, los patriotismos locales y el sentido de pertenencia a la Monarquía Hispánica, lejos de oponerse, se conjugaron inexorablemente en la formación histórica del ideal hispano. Hoy en día, los patriotismos locales y nacionales no deberían oponerse sino conjugarse con la existencia de la Comunidad Iberoamericana.


    Porque somos de la Guajira, mejicanos, cuzqueños, navarros, guatemaltecos, del Algarve, españoles,…somos iberoamericanos; somos iberoamericanos porque somos valencianos, cubanos, cruceños, portugueses, chilenos, del Alentejo,…


    Hay que desmontar y reconstruir, a la luz del criterio de la unidad iberoamericana, las estructuras ideológicas del nacionalismo particularista y fraccionario y del indigenismo latinoamericano


    El mayor obstáculo histórico-ideológico de la Comunidad Iberoamericana consistiría entonces en desmotar y reconstruir, a la luz del criterio de la unidad iberoamericana, las estructuras ideológicas del nacionalismo particularista y fraccionario y del indigenismo latinoamericano, en tanto que figuras ideológicas establecidas como contrapunto crítico del hispanismo esencialista. Su forma histórica, así como el papel a desempeñar por cada país iberoamericano, habrá de irse ofreciendo en el curso de su propio desarrollo. La razón política de la Comunidad Iberoamericana sólo puede ser la razón del internacionalismo iberoamericano planteado contra el nacionalismo o cualquier forma de particularismo antihispano.




    _________________________

    Fuente:

    La necesidad histórica de la Comunidad Iberoamericana | Diario de la Marina
    Última edición por Mexispano; 02/11/2016 a las 21:18

  16. #16
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    La mayor parte del mundo cree que Iberoamérica es una región pequeña, pobre, corrupta, violenta, sometida a dictaduras, sufriente y fragmentada en múltiples países, y que todo esto hace que no surjamos.

    Vamos por partes.

    ¿Pequeños? La región tiene un tamaño dos veces mayor que el de China, el de los EE.UU o el de Australia; es más de cuatro veces mayor que la UE; y es siete veces más grande que India. Poblacionalmente, los más de 600 millones de habitantes somos el doble que los de EE.UU. y más de los 500 millones de la UE; solo nos supera China.

    ¿Pobres? Unidos seríamos la quinta economía del mundo, con un ingreso per cápita similar al promedio mundial; un 50% más alto que el chino y más de tres veces superior al de India. Asia y África son por lejos las regiones más pobres del mundo.

    ¿Corruptos? Según el último índice de percepción de la corrupción, la región está levemente sobre el promedio mundial, ocuparía el puesto 72 de 167 países medidos, por lo que no podría considerársele especialmente corrupta y estaría muy cerca de Turquía, Italia y Sudáfrica.

    ¿Violentos? Hay, al menos, tres miradas a la violencia: la guerra, la represión y la delincuencia. Respecto a conflictos bélicos, durante el siglo XX la región más violenta del mundo fue, por lejos, Europa, con alrededor de 50 millones de muertos, y le siguió Asia, con 16 millones; ambos en cálculos muy conservadores. El índice de violencia bélica de nuestra región estuvo inmensamente por debajo de los de Europa, Asia y África. Por otra parte, si miramos la violencia por represión durante el siglo XX, muy por delante de nuestros más insignes tiranuelos estuvieron los regímenes totalitarios de Asia y Europa que sumaron 68 millones de muertos. Ahora bien, respecto a la delincuencia, el índice de homicidios aparece especialmente alto en la región en los últimos años, pero está fuertemente influenciado por los países en los que el narcotráfico arrecia y, en el gran total, los índices de mortalidad por violencia en Iberoamérica son insignificantes comparados con los de otras regiones y países.

    ¿Sometidos a dictaduras? El índice de democracia muestra que nuestra región está bastante por sobre el promedio mundial, solo un país permanece sometido a un régimen totalitario (2% de la población de la región) y cuatro países mantienen regímenes híbridos cuestionables (12% de la población de la región). Como se puede ver la democracia es preferida y usada por el 86% de los iberoamericanos como forma de gobierno.

    ¿Sufrientes? En el índice de felicidad global, 15 de los 20 países de Iberoamérica están dentro del 25% más alto del mundo, entre 143 países medidos. Esto es reconocido abiertamente por sus habitantes.

    ¿Fragmentados? Efectivamente. De todo lo que el resto cree de nosotros, esta es la única realidad. Creemos que la unidad es un sueño, pero uno quijotesco, que quienes lo persiguen terminan febriles, consumidos y desilusionados, y es común oír que será imposible que ocurra. Pero es solo una más de las mentiras que nosotros mismos aceptamos. La unidad está latente en el espíritu de los habitantes de la región, como un eco de antiguos tiempos, y las oportunidades son inmensas.

    NOTAS: en este análisis Iberoamérica no incluye a España ni a Portugal; UE es antes del Brexit; para los datos de violencia bélica, Europa considera a la ex URSS. Datos tomados de “Nuestra hora”, Raúl Rivera; Happy Planet Index 2012; UNODC Intentional homicide, count and rate per 100,000 population (1995 - 2011); Democracy Index 2015; Freedom in the World Index 2016; Worldmapper.com.
    Kontrapoder y Mexispano dieron el Víctor.

  17. #17
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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    LO HISPÁNICO ES UNA FORTALEZA: CECILIA ANSALDO

    (Entrevista publicada ayer en la edición impresa de diario El Comercio de Quito)


    LA GUAYAQUILEÑA CECILIA ANSALDO ESTUVO EN QUITO PARA DAR UNA CONFERENCIA SOBRE 'EL QUIJOTE DE LA MANCHA'. DURANTE SU ESTADÍA SE DIO UN TIEMPO PARA CONVERSAR, CON ESTE DIARIO, SOBRE LA HISPANIDAD.


    Guayaquil, 1949. Desde marzo del 2015 es Miembro Correspondiente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Tiene una licenciatura en Lengua Española, Literatura y Ciencias de la Educación por la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. Tiene una maestría por la Universidad Casa Grande. Recibió la Medalla al Mérito concedida por la Alcaldía de Guayaquil.

    GABRIEL FLORES REDACTOR (O) gflores@elcomercio.com



    La catedrática, ensayista y crítica literaria guayaquileña Cecilia Ansaldo estuvo, hace dos semanas, en Quito. Participó en un conversatorio en la Feria del Libro y dio una conferencia en la Academia Ecuatoriana de la Lengua sobre 'El Quijote de la Mancha', su libro favorito y una de las mejores herencias culturales de la hispanidad.

    Minutos antes de su intervención, en una de las salas del segundo piso de la Academia, Cecilia Ansaldo desmenuzó, con una voz que a ratos se volvía un vozarrón, sus ideas sobre la hispanidad, un concepto que en algunos sectores de la sociedad quiteña es considerado como alienante.


    ¿Qué es lo primero en lo que piensa cuando escucha la palabra hispanidad?

    Pienso en orígenes, en raíces y en un componente de nuestra cultura y mestizaje. Pienso también en conflicto, porque la hispanidad no llegó en términos pacíficos a nuestro territorio. Supuso un choque de culturas, una devastación, y una conflagración enorme para nuestros aborígenes. Con el paso del tiempo espero que esa palabra nos remita a armonía.


    ¿Cabe hablar de la hispanidad en un mundo cada vez más globalizado?


    El mundo está globalizado pero no creo que por eso pierda sus componentes más privativos. Los países hispanohablantes somos tan numerosos y tenemos 500 años de una historia tan caudalosa y significativa que no se van a diluir en las infinitas conexiones de lo globalizado. Podemos aspirar a unas sintonías culturales de entendimiento donde lo local no se pierda en lo global.


    ¿La hispanidad nos propone una idea específica de ver el mundo?

    Los idiomas traen consigo una manera de ser y una personalidad psicológica. El concepto de hispanidad es más grande que un idioma. Arrastra consigo una manera de ver el mundo que está trazada por las mezclas. Con los españoles llegó un pasado más caudaloso y remoto. Somos latinidad e hispanidad. En esa idea específica de ver el mundo siento que sobresalen nuestros conflictos, nuestra especie de lentitud y de dureza para entendernos y dialogar entre nosotros. Esa especie de tendencia a remarcar las fronteras.


    ¿Cómo ha influido la hispanidad en la identidad ecuatoriana?


    En la Real Audiencia de Quito lo español era lo modélico, era la paternidad, aquello que teníamos que imitar para hacernos dignos de ser tomados en cuenta por la metrópoli. Ese espíritu de imitación se rompe, no lo suficiente, con la Independencia. Cuando el Ecuador se conforma como país, como república, se subvierte el concepto de hispanidad. Hubo un momento de resquemor contra lo hispano. Estábamos demasiado heridos y sojuzgados. En el siglo XXI aspiramos a entendernos con España y a entendernos con nuestras raíces.


    ¿La contraparte de lo hispano sería lo indio?

    Creo que la contraparte de lo hispánico sería lo mestizo, porque lo indígena en estado puro es un sector reducido de nuestra comunidad. Un sector que de todos modos está integrado a la convivencia republicana y que por tanto está contaminado, entre comillas. Para mí lo contrario es lo mestizo.


    ¿Qué hemos ganado con esta idea de hispanidad en nuestra sociedad?


    Hemos ganado ingredientes de identidad. No creo que un latinoamericano se sienta lejos ni divorciado de lo hispano. Nuestra lengua se ha fortalecido al mismo tiempo que es autónoma. La Real Academia de la Lengua admite diferentes usos del español en los países de América Latina y eso es un gran logro para nosotros.


    ¿Qué hemos perdido con esta idea de hispanidad?

    Perdido creo que poquísimo. Si sobrevivieran los complejos de identidad respecto de lo español y si todavía nuestra sociedad estuviera escindida por conceptos de clase, de raza o de fidelidad a los orígenes, allí tendríamos un sesgo negativo. Con el desarrollo del mestizaje eso se quedó atrás.


    ¿Qué diferencia a la sociedad hispana de la sociedad francófona o anglófona?

    La sociedad anglófona nos gana en pragmatismo y la sociedad francófona nos gana en el poder de tradición de una cultura autóctona propia sin transiciones y sin cruces. Creo que el mundo hispánico tiene mucho por desarrollar. Los procesos de emigración de los últimos años nos tienen que haber favorecido. Creo que nuestro migrante que se fue a España regresa con unas dosis de la cultura hispánica renovada y rejuvenecida donde la mezcla es lo primordial.


    ¿Lo guayaquileño o lo quiteño son formas locales de la hispanidad?

    Nuestros apellidos, nuestras tradiciones de mesa y nuestras fechas religiosas, solo por mencionar unos ejemplos, tienen un entronque directo con España. Tal vez Guayaquil, por su condición de puerto, ha sido más proclive a las influencias de otras culturas y de otras lenguas y eso nos ha hecho más abiertos y comunicadores, y a ustedes más interioristas y más cerrados. Muchos gobiernos y estilos políticos han escindido un camino hacia la igualdad y hacia la proximidad. En los últimos años adolecemos de un rebrote regionalista que nos hace daño y que nos separa.


    ¿Ese imaginario de que el guayaquileño es abierto y de que el quiteño es cerrado no se ha invertido en los últimos años?

    No he visto señales suficientes para decir que aquí hay más apertura (Quito) y que Guayaquil se haya cerrado.


    ¿Qué es lo más atractivo de las adaptaciones latinoamericanas de esta idea de hispanidad?

    Que cada uno tiene sus particularidades. Por ejemplo, Colombia está más cerca a Ecuador en sus maneras de ser y de sentir que Argentina y eso tiene explicaciones históricas y sociales muy claras. Chile, por otro lado, es más europeísta y Bolivia es más andino.


    ¿Por qué la lengua, en este caso el español, marca tanto a una sociedad?


    Porque la lengua lo es todo, porque pensamos en un idioma y sentimos en un idioma. Una de las grandes fortalezas de la hispanidad es contar con una lengua común. Cosa que no pasa, por ejemplo, con el europeísmo.


    ¿Fortaleza que excluye a Brasil?

    Brasil se queda un poco al margen por la necesidad de las traducciones para aproximarse a nosotros y nosotros a ellos. Eso los hace ser un poco un país isla. Lo mismo nos pasa con culturas que nos son más distantes.


    ¿Cree que la hispanidad es alienante?

    No. Creo que como en los casos de los árboles familiares, los individuos están obligados a revisar quiénes son sus padres, quiénes fueron sus abuelos y sus generadores. Cada ciudadano lo debería tener claro. España y lo hispánico nos aproxima a otros y por lo tanto es una fortaleza y no una debilidad.




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    Fuente:


    El Comercio - XalokPaper

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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    La Unidad de la América Indo-Española


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    Mariátegui, fotografiado por José Malanca en 1929.


    “El proceso de formación de los pueblos indo-españoles tuvo, en suma, una trayectoria uniforme (…) Pleitos absurdos y guerras criminales desgarraron la unidad de la América Indo-española (…) La América española se presenta prácticamente fraccionada, escinda, balcanizada (…) Sin embargo, su unidad no es una utopía, no es una abstracción (…) De una comarca de la América española a otra comarca varían las cosas, varía el paisaje; pero no varía el hombre”


    Artículo del escritor, periodista y pensador político José Carlos Mariátegui, publicado por primera vez en “Variedades” (Lima, 6 de diciembre de 1924).


    Los pueblos de la América española se mueven, en una misma dirección. La solidaridad de sus destinos históricos no es una ilusión de la literatura americanista. Estos pueblos, realmente, no sólo son hermanos en la retórica sino también en la historia. Proceden de una matriz única. La conquista española, destruyendo las culturas y las agrupaciones autóctonas, uniformó la fisonomía étnica, política y moral de la América Hispana. Los métodos de colonización de los españoles solidarizaron la suerte de sus colonias. Los conquistadores impusieron a las poblaciones indígenas su religión y su feudalidad. La sangre española se mezcló con la sangre india. Se crearon, así, núcleos de población criolla, gérmenes de futuras nacionalidades. Luego, idénticas ideas y emociones agitaron a las colonias contra España. El proceso de formación de los pueblos indo-españoles tuvo, en suma, una trayectoria uniforme.

    La generación libertadora sintió intensamente la unidad sudamericana. Opuso a España un frente único continental. Sus caudillos obedecieron no un ideal nacionalista, sino un ideal americanista. Esta actitud correspondía a una necesidad histórica. Además, no podía haber nacionalismo donde no había aún nacionalidades. La revolución no era un movimiento de las poblaciones indígenas. Era un movimiento de las poblaciones criollas, en las cuales los reflejos de la Revolución Francesa había generado un humor revolucionario.

    Mas las generaciones siguientes no continuaron por la misma vía. Emancipadas de España, las antiguas colonias quedaron bajo la presión de las necesidades de un trabajo de formación nacional. El ideal americanista, superior a la realidad contingente, fue abandonado. La revolución de la independencia había sido un gran acto romántico; sus conductores y animadores, hombres de excepción. El idealismo de esa gesta y de esos hombres había podido elevarse a una altura inasequible a gestas y hombres menos románticos. Pleitos absurdos y guerras criminales desgarraron la unidad de la América Indo-española. Acontecía, al mismo tiempo, que unos pueblos se desarrollaban con más seguridad y velocidad que otros. Los más próximos a Europa fueron fucundados por sus inmigraciones. Se beneficiaron de un mayor contacto con la civilización occidental. Los países hispano-americanos empezaron así a diferenciarse.

    Presentemente, mientras unas naciones han liquidado sus problemaselementales, otras no han progresado mucho en su solución. Mientras unas naciones han llegado a una regular organización democrática, en otras subsisten hasta ahora densos residuos de feudalidad. El proceso del desarrollo de todas las naciones sigue la misma dirección; pero en unas se cumple más rápidamente que en otras.

    Pero lo que separa y aísla a los países hispanoamericanos, no es esta diversidad de horario político. Es la imposibilidad de que entre naciones incompletamente formadas, entre naciones apenas bosquejadas en su mayoría, se concerte y articule un sistema o un conglomerado internacional. En la historia, la comuna precede a la nación. La nación precede a toda sociedad de naciones.

    Aparece como una causa específica de dispersión la insignificancia de los vínculos económicos hispano-americanos. Entre estos países no existe casi comercio, no existe casi intercambio. Todos ellos son, más o menos, productores de materias primas y de géneros alimenticios que envían a Europa y Estados Unidos, de donde reciben, en cambio, máquinas, manufacturas, etcétera. Todos tienen una economía parecida, un tráfico análogo. Son países agrícolas. Comercian, por tanto, con países industriales. Entre los pueblos hispanoamericanos no hay cooperación; algunas veces, por el contrario, hay concurrencia. No se necesita, no se complementan, no se buscan unos a otros. Funcionan económicamente como colonias de la industria y la finanza europea y norteamericana.

    Por muy escaso crédito que se conceda a la concepción materialista de la historia, no se puede desconocer que las relaciones económicas son el principal agente de la comunicación y la articulación de los pueblos. Puede ser que el hecho económico no sea anterior ni superior al hecho político. Pero, al menos, ambos son consustanciales y solidarios. La historia moderna lo enseña a cada paso. (A la unidad germana se llegó a través del zollverein. El sistema aduanero que canceló los confines entre los Estados alemanes, fue el motor de esa unidad que la derrota, la post-guerra y las maniobras del poincarismo no han conseguido fracturar. Austria-Hungría, no obtante, la heterogeneidad de su contenido étnico, constituía, también, en sus últimos años, un organismo económico. Las naciones que el tratado de paz ha dividido de Austria-Hungría resultan un poco artificiales, malgrado la evidente autonomía de sus raíces étnicas e históricas. Dentro del imperio austro-húngaro la convivencia había concluido por soldarlas económicamente. El tratado de paz les ha dado autonomía política pero no ha podido darles autonomía económica. Esas naciones han tenido que buscar, mediante pactos aduaneros, una restauración parcial de su funcionamiento unitario. Finalmente, la política de cooperación y asistencia internacionales, que se intenta actuar en Europa, nace de la constatación de la interdependencia económicamente de las naciones europeas. No propulsa esa política un abstracto ideal pacifista sino un concreto interés económico. Los problemas de la paz han demostrado la unidad económica de Europa. La unidad moral, la unidad cultural de Europa no son menos evidentes; pero sí menos válidas para inducir a Europa a pacificarse.)

    Es cierto que estas jóvenes formaciones nacionales se encuentran desparramadas en un continente inmenso. Pero, la economía es, en nuestro tiempo, más poderosa que el espacio. Sus hilos, sus nervios, suprimen o anulan las distancias. La exigüidad de las comunicaciones y los transportes es, en América indo-española, una consecuencia de la exigüidad de las relaciones económicas. No se tiende un ferrocarril para satisfacer una necesidad del espíritu y de la cultura.

    La América española se presenta prácticamente fraccionada, escinda, balcanizada (1). Sin embargo, su unidad no es una utopía, no es una abstracción. Los hombres que hacen la historia hispano-americana no son diversos. Entre el criollo del Perú y el criollo argentino no existe diferencia sensible. El argentino es más optimista, más afirmativo que el peruano, pero uno y otro son irreligiosos y sensuales. hay, entre uno y otro, diferencias de matiz más que de color.

    De una comarca de la América española a otra comarca varían las cosas, varía el paisaje; pero no varía el hombre. Y el sujeto de la historia es, ante todo, el hombre. La economía, la política, la religión, son formas de la realidad humana. Su historia es, en su esencia, la historia del hombre.

    La identidad del hombre hispano-americano encuentra una expresión en la vida intelectual. Las mismas ideas, los mismos sentimientos circulan por toda la América indo-española. Toda fuerte personalidad intelectual influye en la cultura continental. Sarmiento, Martí, Montalvo, no pertenecen exclusivamente a sus respectivas patrias; pertenecen a Hispano- América. Lo mismo que de estos pensadores se puede decir de Darío, Lugones, Silva, Nervo, Chocano y otros poetas. Rubén Darío está presente en toda la literatura hispanoamericana. Actualmente, el pensamiento de Vasconcelos y de Ingenieros son los maestros de una entera generación de nuestra América. Son dos directores de su mentalidad.

    Es absurdo y presuntuoso hablar de una cultura propia y genuinamente americana en germinación, en elaboración. Lo único evidente es que una literatura vigorosa refleja ya la mentalidad y el humor hispano-americanos. Esta literatura – poesía, novela, crítica, sociología, historia, filosofía – no vincula todavía a los pueblos; pero vincula, aunque no sea sino parcial y débilmente, a las categorías intelectuales.

    Nuestro tiempo, finalmente, ha creado una comunicación más viva y más extensa: la que ha establecido entre las juventudes hispano-americanas la emoción revolucionaria. Más bien espiritual que intelectual, esta comunicación recuerda la que concertó a la generación de la independencia. Ahora como entonces la emoción revolucionaria da unidad a la América indo-española. Los intereses burgueses son concurrentes o rivales; los intereses de las masas no. Con la Revolución Mexicana, con su suerte, con su ideario, con sus hombres, se sienten solidarios todos los hombres nuevos de América. Los brindis pacatos de la diplomacia no unirán a estos pueblos. Los unirán en el porvenir, los votos históricos de las muchedumbres.



    _________________________

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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

    La reunificación de nuestra América

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    “Muchos piensan que es una Utopía. Cierto. Una Utopía es una realidad de mañana. Otros piensan que es imposible, dada la infinidad de nuestros problemas. Pero el futuro no es una proyección en línea recta del presente. Si así fuera, no habría evolución. Todo depende de que seamos capaces de transformar las imposibilidades de hoy en las posibilidades de mañana. Sí podemos”




    Muralla de Cartagena de Indias


    Artículo publicado por el Instituto Bolívar bajo el título “¿Qué significa reunificación?” (19 de agosto de 2004)



    La Idea de la Reunificación


    Una Idea, no es una ocurrencia, es un pensamiento que se ha llevado a la madurez en forma tal que contenga, por lo menos en germen, la realización.

    La Idea de la Reunificación es un pensamiento que surge cuando el movimiento de la Independencia va fraccionando el Estado Indiano continental, y es un pensamiento que la historia ha llevado a la madurez hasta darle la virtud de inexorable.

    Muchos piensan que es una Utopía. Cierto. Una Utopía es una realidad de mañana.

    Otros piensan que es imposible, dada la infinidad de nuestros problemas. Pero el futuro no es una proyección en línea recta del presente. Si así fuera, no habría evolución. Todo depende de que seamos capaces de transformar las imposibilidades de hoy en las posibilidades de mañana. Sí podemos.


    ¿Qué es Nuestra América?

    Es la América mestiza y trigueña como los Libertadores, que posee una lengua, una cultura y un destino comunes, y que tiene una sola Patria, como Bolívar decía.


    ¿Qué fue el Estado Indiano?

    Fue el Estado continental de la Época Indiana o colonial o virreinal. Gigantesco cuerpo político que se extendía de Méjico a Chile, que era centralmente legislado a través del Consejo Supremo de las Indias, y cuya economía era globalmente dirigida según el principio del equilibrio general, que repartía el proceso de producción según la ventaja comparativa o las necesidades de cada región, dirigía las corrientes mercantiles, y administraba las finanzas en modo a colmar el déficit de algunas regiones con el superávit de otras; practicaba una geopolítica de alcance universal que cogobernaba el mundo pues en la rivalidad de las grandes potencias de la época (España, Francia, Inglaterra) el Estado Indiano era el As que el imperio hispano detentaba. La Independencia lo fraccionó en unidades menores, incapaces de conservar la soberanía, y que están hoy a merced de los gigantes que gobiernan el mundo globalizado. Ningún país de Nuestra América, grande o pequeño, puede por sí solo sustraerse a su dominio. Sólo el conjunto tiene la posibilidad. De ahí que la Reunificación sea un imperativo. El mandato imperativo de la historia y de los Libertadores.


    ¿Qué significa Reunificación?

    Significa la constitución de un nuevo gigante, que nos dé voz y voto en la asamblea de gigantes que gobiernan el mundo. Se realizará a través de una Larga Marcha de generaciones. Las generaciones presentes deben iniciarla. Cada generación tiene la responsabilidad de adelantar la tarea y de entregarla reforzada a las siguientes. Hasta la consumación. La forma que tomará este gigante es competencia y responsabilidad de las lejanas generaciones que consumen la tarea. Lo que importa es la esencia: la constitución de un gigante salvador.


    ¿Qué es la República Criolla?

    Es la república erigida sobre la derrota de los Libertadores y que se ha mantenido hasta hoy. Sus características esenciales son: autodenigración, división, entrega.

    La autodenigración es la conjunción del antiindianismo de la conquista con el antihispanismo de la independencia, la negación, la denigración, la contraposición suicida de los orígenes, que practica precisamente el mestizo, el portador de ambos orígenes. Sobre esta base de autorebajamiento la República Criolla ha implantado el axioma de la superioridad del anglosajón y de la inferioridad congénita del mestizo.

    La división ha convertido el poder del Estado Indiano en la impotencia de nuestros actuales países. La conjunción de la autodenigración con la división ha tenido por efecto la servil dependencia del extranjero, la entrega global: material, cultural y espiritual.

    La República Criolla es el autor de nuestra desunión, sujeción, impotencia y miseria. Pero nosotros somos responsables de que aún exista.


    NUESTRA TAREA


    Doscientos años de República Criolla son suficientes. Ha llegado el momento de iniciar la marcha de generaciones hacia una América Nuestra reunificada, soberana, auténtica y solidaria.La fuerza de la unión nos hará soberanos y capaces de orientar nuestro destino según nuestra propia voluntad.

    La autenticidad nos permitirá afirmar rotundamente con Manuel Ugarte: “somos indios, somos españoles, somos latinos, somos negros, si queréis, pero somos lo que somos y no queremos ser otra cosa”; y nos permitirá desarrollar una cultura propia, acorde a nuestro ser indolatino, “sin mendigar modelos” como Bolívar decía.

    En base a la solidaridad ordenaremos nuestra sociedad según la visión latina del Hombre como hermano del Hombre, que Bolívar reivindicaba al decir “mi corazón ama a los hombres porque son mis hermanos”. Combatiremos la visión materialista y neoliberal del Hombre como lobo del Hombre, y que ha hecho del dinero la medida de todas las cosas, para restituir al Hombre rehumanizado como la medida de todas las cosas, y enarbolar la divisa que José Vasconcelos flameó en el continente: “Por mi Raza hablará el espíritu”.


    _________________________

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    Re: Potencialidad Hispanoamericana

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    LAJE Y MÁRQUEZ COMO ESTRATEGIA HISPANA

    Publicado: 27 Abril 2017





    Escribe: Antonio Moreno Ruiz.-
    El mes de abril del 2017 va a ser recordado por mucho tiempo. La eclosión de los ensayistas argentinos Agustín Laje y Nicolás Márquez, autores de “El libro negro de la nueva izquierda”-entre otros-, nos deja un panorama bastante interesante. Con ánimo de ser exhaustivos, podemos decir lo siguiente:

    -El Perú se confirma como vanguardia contra la ideología de género. Desde la manifestación “Con mis hijos no te metas” hasta las conferencias y presentaciones de Laje y Márquez no han pasado ni dos meses y ni las más optimistas previsiones hubieran acertado en la aceptación, así como en el vigor, la rapidez y la concreción de esta sana reacción. En todo ello ha jugado un papel importante el comunicador Mauricio Málaga Fuenzalida (1), de cuya amistad me honro y, como nobleza obliga, su papel reivindico. Por motivos laborales no he podido asistir pero gracias a Dios que está youtube (2), y viendo los múltiples vídeos, no puedo sino afirmar el exitazo.

    -Los papelones de Ariana Lira y el “wikipediano” Pablo Sánchez en la PUCP, así como la teta frustrada de Patricia del Río y la rajada por la espalda “feisbukera” (permítanme ciertos neologismos, pues no sólo de neologismos progres vive el hombre) de Alejandra Costa de RPP, nos confirman que los progres se han visto absolutamente desbordados. Antiguamente, tener un amigo rojo era al menos tener alguien con quien poder conversar, porque el rojo solía venir leído de casa. A día de hoy, tener un amigo progre es caer en un perenne aburrimiento aliñado de vergüenza ajena. Están piconazos pero justamente por su bajísimo bagaje cultural y su cerril sectarismo, que los hace impotentes ante una avalancha de verdades contrastadas.

    -Como bien dice Agustín Laje: El marxismo cultural no quiere debatir. Entre otras cosas, porque cuando debate, queda en ridículo por su falta de argumentos. Pero de todas formas, ¿para qué debatir, teniendo grandes maquinarias políticas, financieras y mediáticas a su entero servicio? Prefieren no perder el tiempo y esbozar su lenguaje pedantesco e insultante, imponiendo su tiranía en los más variados ámbitos. De hecho, muchos progres peruanos han querido censurar los diversos eventos sobre su propia ideología, y también hay quien ha amenazado de muerte inclusive. Pero de nada les ha valido, puesto que se han encontrado con una piedra en el zapato: El Perú. Y parece ser que también el Paraguay. Al menos de momento. Y el momento parece que puede durar.

    Y naturalmente que se puede discrepar. Yo de hecho discrepo de la visión que Laje y Márquez ofrecen sobre el liberalismo. Pero lo cortés no quita lo valiente. Como Laje y Márquez, opino que, aun con las diferencias, siempre hay que mantener el debate con educación y libertad. Cosa que nunca hacen los progres. Unos progres cada vez más dictatoriales y envalentonados y que, reitero, nunca se hubieran esperado tener al Perú como enemigo.

    Laje y Márquez admiten la discrepancia. Los progres no.

    Por cierto: Aquellos otros que decían que al menos la izquierda bolivariana suponía un freno para la ideología de género, no sé si lo dirán por el gaymonio de Ecuador, el programa “Transgénero” de la televisión chavista, o todas las leyes implementadas por los Kirchner, Lula y Dilma, al rimbombante son del “orgullo gay”. O el aborto para pobres de la Bolivia de Evo. Recordando al general Odría: Hechos, no palabras.

    -A los progres hay que tratarlos como lo que son: Estafadores. Y no se exige seriedad o coherencia a un estafador sino que se lo desenmascara. “El libro negro de la nueva izquierda”, de una forma práctica, concisa; con una documentación y una bibliografía (3) soberbias, con una forma de escribir ordenada, amena y contundente, da en el clavo. Adaptado a los tiempos que nos han tocado y de frente.

    -La venida de Laje y Márquez demuestra que en el Perú se pueden hacer grandes cosas, y que si muchas veces las cosas funcionan mal o directamente no funcionan, es porque desgraciadamente se han adquirido muy malos hábitos y parece que hay muchos que no tienen el más mínimo interés en mejorar una situación que no es buena. No sé el tiempo que me quede en el Perú, pero al menos he visto que se ha hecho la diferencia y ojalá que esta excepción sirva para confirmar la regla para una futura mejoría.

    -Una última e hispanista reflexión: La gira de Laje y Márquez por Colombia, Chile, Perú y Paraguay, confirma a su vez, que necesitamos una estrategia hispana. Que de hecho, gracias a que hay algo preexistente, todo ha salido tan bien de la Argentina al Perú. En el mundo de la globalización, tenemos que tener voz y voto. Hace poco, los argentinos Adrián Salbuchi y Enrique Romero, desde su canal TLV1 (4), llamaban con su proyecto a la unidad iberoamericana. El filósofo argentino Alberto Buela coincidía con su colega español Gustavo Bueno (5) en que España se había equivocado en su proyecto europeísta, y que tenía que haber mirado más a América. Yo también veo que la América Hispana se ha equivocado queriendo mal imitar a los Estados Unidos. Ha llegado la hora de reconocer nuestros errores. Y no hablo de volver al pasado, sino de construir un futuro comenzando por el orgullo de la lengua de Cervantes; la misma lengua que se engrandece con la poesía gauchesca de José Hernández, la raza de las águilas y los leones de Amado Nervo, la salutación del optimista de Rubén Darío y los caballos de los conquistadores de José Santos Chocano. Con todo lo que se habla de geopolítica en nuestro tiempo, no hay mejor geopolítica que la Hispanidad. Esta conciencia, esta mentalidad, va calando entre las más diversas adscripciones ideológicas. Y de hecho, antaño los rojos y hogaño los progres han sido hispanistas a su manera. Muchos revolucionarios españoles hicieron en América lo que no pudieron hacer en España, y así, México estuvo muy influenciado por los republicanos españoles desde los años 30 (como luego lo estaría la Cuba castrista); al igual que los fundadores del partido ultraprogre Podemos han influido como asesores en la política de Venezuela, Ecuador o Bolivia. ¿No es hora, pues, de que nos unamos desde la batalla cultural hasta la económica o la política? Hay que darle fondo y forma a esta bandera que nos está pidiendo ser ondeada con mayor fuerza entre todos. Y acá se han visto los buenos resultados que puede generar.

    En fin, enhorabuena a todos los que han hecho posible este maratón contra el marxismo cultural. La ideología de género existe pero se ha visto colapsada. Sus malas artes no han funcionado y todo lo que han conseguido es que “El libro negro de la nueva izquierda” se venda más y mejor. Sigamos en la brecha. No permitamos esta locura liberticida y surrealista. Por nuestra gente, por nuestra cultura, por nuestros hijos.



    NOTAS:

    (1)Para seguir el programa de Mauricio:

    https://www.facebook.com/ElFinDelMun...ricio/?fref=ts


    (2)Algunos vídeos de las conferencias de Laje y Márquez en Lima disponibles en YouTube:

    https://www.youtube.com/watch?v=GPct7AQgIys

    https://www.youtube.com/watch?v=KwjW6WsEjDg&t=314s

    https://www.youtube.com/watch?v=Es5N7YnE4jU

    https://www.youtube.com/watch?v=R3uW77bbMEc&t=817s

    https://www.youtube.com/watch?v=cnp82z2Y_qQ

    https://www.youtube.com/watch?v=7kZ1MYkOXfY


    (3)Entre la bibliografía (y en los agradecimientos) está mi colega argentino Cristian Rodrigo Iturralde, cuyo papel intelectual reivindico. Asimismo, recomiendo:

    Politicamente Incorrecto

    https://www.youtube.com/watch?v=Cwe7uf77qlU

    https://www.youtube.com/watch?v=fSys0bTA-Pc


    (4)TLV1:

    https://www.youtube.com/user/CanalTLV1


    (5) Sobre Gustavo Bueno:

    GUSTAVO BUENO, GENIO Y FIGURA - La Abeja




    _________________________

    Fuente:


    LAJE Y MÁRQUEZ COMO ESTRATEGIA HISPANA - La Abeja
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