Nuestra religión es católica, es decir, universal. Por eso todos pueden estar integrados en la gran familia de Cristo. No hay griego ni judío, varón ni mujer ni otras diferencias. Estas cosas no pasaban en las colonias protestantes anglosajonas, donde se despreciaba y exterminaba a los nativos. Ni se preocupaban por conservar lo que había de bueno en el mundo indígena. Hasta tiempos muy recientes no se han hecho estudios etnológicos y culturales en EE.UU. o Australia. Pero desde el primer momento, misioneros como Fray Bernardino de Sahagún escribían verdaderas enciclopedias sobre los indígenas y hasta se transcribían textos religiosos indígenas como el Popol Vuh, del mismo que la Iglesia conservó por su valor cultural muchas obras de los también paganos griegos y romanos. Y volviendo al tema del hilo, los mismos cuadros de castas constituyen un detallado estudio etnológico que tampoco tiene igual al norte del Río Bravo.