La Ciudad Hispánica o hispanica urbis in brasiliam es como se ha denominado a un tipo de ciudad cuyo diseño se heredero tanto del modelo de construcción castellana como portuguesa.
Características de la ciudad hispánica

La arquitectura de la ciudad hispánica se inspira en la tradición romana del Jesú. Las aldeas y reducciones tiene como centro a la plaza comunitaria donde la Iglesia tiene un papel predominante, aunque las poblaciones tienen un programa más sencillo -las casas se sitúan alrededor de la plaza, en cuyo centro se colocaba el pelourinho (símbolo de justicia) y una cruz-.
En la ciudad hispánica, se sigue el modelo de trazado castellano –se toma como base la plaza para hacer la ciudad que se deslumbra como infinita-, pero se diferenciaba de éste en que la tarea de la plaza se especializaba –como el poder civil-.
El trazado portugués evolucionará a una zona privilegiada entre el mar y la tierra.

Historia del Brasil hispánico

El Brasil estaba dividido en capitanías feudales sin más nexo en común que el gobierno lisboeta. No sería hasta 1549 cuando se creó el Estado do Brasil y se tomará a Salvador como capital, ampliándola y fortificándola según el proyecto de Diogo Dias.

En 1581, Felipe II sería nombrado rey por las Cortes de Tomar a cambio del mantenimiento de la autonomía portuguesa. A causa de este compromiso los territorios americanos de ambas coronas llevarían una actitud diferenciada como el mantenimiento de la esclavitud indígena en Brasil (abolida en el Imperio castellano de las Indias –reinos de Indias- en 1542).

Los objetivos de la Corona de Portugal en Brasil durante el periodo de la Unión Ibérica serían: detener el contrabando luso-castellano, localizar minas de oro y plata en Brasil, incrementar la producción de azúcar y el control de las rutas del Amazonas y la Plata. Algunos de éstos no serían compartidas por Castilla.
En política comercial, el nordeste brasileño cobrará importancia en la producción de azúcar –entre 1580 y 1628 el número de ingenios azucareros pasará de 66 a más de 130- y al final de la época de azúcar en Brasil rondarán los 300.
Durante esta etapa la ciudad de Salvador se consolidará como centro del comercio de esclavos
La defensa del territorio se completará con la fundación de una serie de ciudades a lo largo de la segunda década del siglo XVII –aunque iniciada en 1590-.
En lo relativo al Río de la Plata se diluirán las fronteras pero los conflictos serán contantes hasta los tratados de San Ildefonso.
El contrabando se mantuvo hasta la restauración portuguesa y sólo vio algunas excepciones como la liberalización de Buenos Aires y la creación de una aduana seca en Córdoba

Los objetivos que se propuso la Corona de España fueron: la consolidación del eje Sur de Brasil y de los límites fronterizos con Castilla –como puente del viaje al Pacífico por el estrecho de Magallanes-. Esto se hace mediante la fundación de São João Batista de Cananeia (1600) y de Iguape (1635)en la Costa sur de Ilha Comprida y mediante la consolidación del camino tupi de Peabiru y del acceso a Piratiniga.

Con la Unión, se produjo la racionalización de los trazados de las principales ciudades, la consolidación del estado de Marañón –con capital propia en 1621-, la consolidación del nordeste -con la fundación Filipeia y una serie de ciudades satélite- y del interior –con las misiones- y la construcción de un frente costero seguro y sólido.
Esta época también vio el auge de las banderias, que lograron conquistas una gran cantidad de territorio a los indígenas. Sin embargo, también atacarían a los indígenas de las reducciones de guaraníes viéndose obligada la Corona a armar a los jesuitas que lograron importantes victorias como las de Caaçapamirim (1638) y Caaçapaguaçu (1639).

La consecuencia más notable de la unión –aparte de la pérdida de territorio por parte de Portugal- fue que Brasil logró –a pesar de infringir el Tratado de Tordesillas- aumentar el territorio en Brasil y su política expansionista permitió que en el siglo siguiente logrará incrementar su territorio en lo que hoy es el 80% del actual Brasil.
Historia de la ciudad hispánica

Anteriormente, las ciudades respondían características que permitían la colonización como presencia de aguas tranquilas, indios pacíficos y tierras cultivables.

La falta de una estructura de ciudades anterior a la colonización o de una estructura social y económica, sumado al paso de un estado feudal a uno moderno, implicó que la dificultad de la urbanización fue más difícil en Brasil que en los virreinatos indianos. Por esta complejidad, los 60 años de dominio de dominio filipino están caracterizados por la hegemonía política de la ciudad de Salvador y por la económica del territorio de Pernambuco.

Los nuevos asentamientos serian regulados por un cuerpo de ordenanzas para la regulación de los nuevos asentamientos. La ciudad se convertirá en un complejo ente planificado desde la cuadrícula a la planificación. La ciudad brasileña se caracterizará por tres pilares: el clima brasileño, la cultura cabocla y la presencia de misiones, colegios, iglesias e incluso la idealización de Brasil como paraíso bíblico.

La Corona española define un marco para la vida en común desde la perspectiva organizativa. Sus Ordenanzas son, de hecho, una recopilación de antecedentes del urbanismo español, portugués y americano; y un intento de encuadrar de manera definitiva un proceso de estructuración urbana.
Estas ordenanzas permitieron la creación de un nuevo tipo de ciudad conocida como la ciudad hispánica.
A partir de 1640, el estilo hispánico se irá consolidando hasta 1822 año de la Secesión del Brasil y proclamación del Imperio-. Esto será posible debido a la pérdida de los territorios africanos y asiáticos –productores de azúcar- y a la defensa frente a Castilla; lo que fomentará las incursiones bandeirantes y la fundación de ciudades en el interior; y gracias a la política de urbanización del marqués de Pombal –quién logra para la corona las últimas capitanías en manos de particulares, convierte el Estado en Virreinato y transfiere la capital a Rio de Janeiro –con fuertes reformas urbanísticas-, promueve la ambiciosa reforma antes mencionada- y diversifica la agricultura desenvolviendo la industria brasileña a partir de los yacimientos de joyas y metales preciosos.