Capitanía de Pernambuco:
Por Cristine Delphino
En el año de 1534, el Brasil paso a ser “fatiado” por los portugueses en el famoso episodio de las Capitanías Hereditarias. El 10 de marzo, la Capitanía de Pernambuco (conocida también como Nova Lusitânia), paso a tener como donatário al noble portugués Duarte Coelho Pereira, que ocupaba la posición de capitán y gobernador. Luego, fueron fundadas dentro de Pernambuco las villas de Igaraçu (Igarassu) y Olinda.
Las villas eran colonizadas por los europeos, indios y negros, los dos últimos pueblos fueron hechos esclavos. El papel de Duarte Coelho era el de colonizar, explorar las tierras y recaudar impuestos. En la región fueron construidos varios ingenios, ya que la tierra era fértil y la caña de azúcar fue muy bien adaptada al suelo.
La Capitanía comenzó a prosperar y eso llamo la atención de los holandeses, que encabezados por el Conde Maurício de Nassau, invadieron toda la región, más allá del Paraíba y del Rio Grande del Norte, durante los años de 1630 a 1654. Se fijaron entonces en Recife, primero debido a su geografía plana y segundo, por haberle pegado fuego a la ciudad de Olinda.
El dominio holandés fue positivo para la región, porque ellos planearon y construyeron calles y puentes, a través de grandes nombres de profesionales de la Europa de la época, dando a Recife el aire de una ciudad, lejos del papel que tuviera antes como un puerto para exportar la producción local.
En 1645 se dio inicio al largo proceso de expulsión de los holandeses de las Capitanías, la llamada Insurrección Pernambucana, que duró aproximadamente diez años, hasta que el primero mes de 1654 completamente agotados, los holandeses se rindieron dejando las regiones en pleno desarrollo, como la ciudad de Recife que contaba con los comerciantes y mascates y todavía con todo el vapor de la producción de caña de azúcar en Olinda, habitada por los dueños de ingenios.
La paz no volvió a reinar por mucho tiempo. Los señores de ingenios que ocupaban Olinda creían que tenían dinero para toda la vida, hasta que la crisis del azúcar en el mercado externo echó todo a perder. Ellos entonces se hallaron en el derecho de pedir dinero a los comerciantes de Recife, ya que creían que Olinda era la principal ciudad. Los comerciantes que de bobos no tenían nada, fueron a pedirle a los portugueses la libertad de Recife y el reconocimiento del lugar como una villa, lo que luego fue acatado. A los señores del ingenio no les gustó eso y decidieron intervenir dando inicio a la Guerra dos Mascates, en 1710. El conflicto duró cerca de 1 año, y por primera vez la palabra “República” fue mencionada en el país, pues los líderes del movimiento querían que Pernambuco se convirtiera en una República. La Guerra termino debido a las intervenciones de las autoridades coloniales. En el mismo año, Recife pasó a ocupar igualmente la misma posición de Olinda. De esa forma, quedó claro que el comercio tenía más poder capital que el de la producción colonial.
Pernambuco todavía fue escena de diversos conflictos, como la Revolución Pernambucana, la Confederación del Ecuador y la Revolución Playera.
Después de la Proclamación de la República en el Brasil, el estado invirtió en el desarrollo industrial y de infraestructura, teniendo en la actualidad como fuente principal económica: el turismo, por las bellas playas de su territorio.
http://www.historiabrasileira.com/
Marcadores