Tlaxcala, el gran aliado
Publicado el 12 febrero, 2019 por laamericaespanyola
Tlaxcala, el gran aliado de los españoles en México, sin cuyo concurso difícilmente se hubiera visto el triunfo de Hernán Cortés y su pequeño ejército, se encontraba en guerra soterrada con Tenochtitlán cuando llegaron los españoles a las costas del Golfo de México en 1519.
Imperio méxica y estados independientes en 1521
Aunque Tenochtitlán había perdido la última batalla en 1504, tenía cercada a Tlaxcala y sometida a un bloqueo económico, impidiéndole el acceso a la sal del lago Texcoco y a otros alimentos y productos provenientes del intercambio comercial con los pueblos del Golfo y Centroamérica, así como con los del valle de México.
Entre los siglos XIV y XV,Tlaxcala (Tlaxcallan, Texcalticpac, Texcallan, Teochimecas) se había distinguido como una de las culturas más importantes de Mesoamérica. Disfrutaron de una etapa de bonanza, gracias al comercio con los pueblos de la costa del Golfo de México y del Océano Pacífico, así como con Centroamérica. A través de este comercio los tlaxcaltecas obtenían cacao, cera, textiles, pigmentos, oro y piedras preciosas, pieles finas, plumas de aves exóticas, sal, etc.
Simultáneamente al esplendor de Tlaxcala, los tenochcas realizaban una serie de conquistas convirtiendo a muchos pueblos en tributarios, quedando Tlaxcala y otros cuantos señoríos fuera del control político de México-Tenochtitlán.
La integración de la Triple Alianza entre Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan en 1455, da origen a las llamadas “guerras floridas”, con el propósito religioso de obtener prisioneros y sacrificarlos a sus dioses. Los enemigos seleccionados para estas justas bélicas fueron Huejotzingo, Cholula y Tlaxcala. Para el hitoriador mejicano Alfredo Chavero: “los pueblos del Anahuac, y principalmente los méxicas, habían llegado a un grado de fanatismo inconcebible; y su religión les obligaba a sacrificar gran número de hombres a sus ídolos, en las continuas fiestas que celebraban”.
Con las guerras floridas también comenzó una hostilidad hacia los comerciantes deTlaxcala, quienes ya no pudieron transitar por las rutas comerciales, al ser maltratados y despojados de los bienes que comerciaban por los tenochcas.
La ciudad de Tenochtitlán en esa época, era gobernada por Moctezuma Ilhuicamina, que exigió tributo a la República de Tlaxcala, lo que significaba vasallaje y sometimiento que no aceptaron los tlaxcaltecas, dando inicio a una larga enemistad que desembocó en permanentes enfrentamientos bélicos.
Tlaxcala y Tenochtitlán surgieron en el mundo indígena como dos concepciones políticas diferentes que a la larga chocarían inevitablemente. Tlaxcala desarrolló un sistema de ciudades-estados que conformaron una República, mientras que México-Tenochtitlán se convirtió en un imperio.
Durante muchos años los enemigos de Tlaxcala intentaron incursionar en su territorio, sin lograr conquistar un solo palmo de terreno. A su vez, Tlaxcala no pudo ir más allá de sus fronteras, hasta que los méxicas en el año de 1504, conjuntamente con sus aliados huexotzincas y cholultecas, lanzaron una ofensiva bajo el reinado de Moctezuma II, siendo derrotados ante el empuje de los tlaxcaltecas; un segundo ataque también fue desarticulado, teniendo que replegarse los méxicas y sus aliados.
Cuando Hernán Cortés penetró en su territorio por la cañada que hoy se conoce como La Mancera, Tlaxcala estaba organizada en cuatro señoríos Tepeticpac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuixtlán.
A pesar de haber enviado varias embajadas de paz a los gobernantes de Tlaxcala, estos atacaron por primera vez en Teocanzingo a los españoles por medio de las huestes del señor de Tecoac, un pequeño señorío de Tlaxcala. El 2 de septiembre de 1519, Xicohténcatl el joven atacó de nuevo a Cortés en el desfiladero de Teocantzingo, con resultados adversos. Al día siguiente combatió en los llanos del mismo lugar, sin que viesen coronados sus esfuerzos las armas tlaxcaltecas.
Ese año, el Consejo de Tlaxcala estaba formado por: Maxixcatzin, señor de Ocotelulco considerado como el señor principal, Xicohténcatl el viejo jefe de Tizatlán,Lahuexolotzin jefe de Tepeticpac y Citlalpopocatzin jefe de Quiauixtlán.
Aunque el Consejo estuvo dividido respecto a la estrategia a seguir con los españoles y sus aliados totonacas que los acompañaban, finalmente optaron por cesar en sus ataques.
Pudo más el temor a los méxicas y a su posible alianza con Hernán Cortés, que mantener una guerra que les estaba produciendo un alto desgaste; y vieron además la oportunidad justamente contraria, la de aliarse con ellos y derrotar a sus viejos enemigos, los méxicas.
La paz se hizo en el cerro de Tzompantepec el 7 de septiembre de 1519, concertada en términos de una alianza amistosa entre dos naciones.
Entrada de Cortés en Tlaxcala
Los tlaxcaltecas aceptaron el reconocimiento de vasallaje respecto de Carlos V, soberano de España y a cambio Hernán Cortés les ofreció participar en la dominación de Tenochtitlán, además de respetar la autonomía y las formas de gobierno de su República.
También los tlaxcaltecas aceptaron adoptar la religión católica y se comprometieron a ayudar en la conquista y pacificación del territorio. Esa alianza daría a Tlaxcala a lo largo de los años, una cohesión e identidad cultural de carácter excepcional con respecto a los pueblos conquistados que más tarde configurarían la Nueva España. La celosa defensa de su autonomía a través de los tiempos, también se manifestó al final de la dominación española, cuando se resistió a ser anexionada a Puebla durante el proceso de Independencia.
Hernán Cortés refiriendose a Tlaxcala en su segunda carta de relación a Carlos V, octubre de 1520, decía: “...porque es muy mayor que Granada y muy mas fuerte y de tan buenos edificios y de muy mucha mas gente que Granada tenía al tiempo que se ganó, y muy mejor abastecida de las cosas de la tierra, de maíz, aves, caza, pescado de los ríos y otras cazas buenas de mantenimiento…“
Las ventajas de la alianza hispano-tlaxcalteca pronto se dejó sentir cuando ocurrió la matanza de la nobleza de Cholula, en la que además de la esperada venganza tlaxcalteca, les dotó de sal, oro, algodón, etc., artículos de los que habían sido privados por el bloqueo.
Fue la primera vez que castellanos y tlaxcaltecas lucharon en el mismo bando. Cortés les había sugerido que para diferenciarse de los cholutecas, pusieran en sus cabezas unas guirnaldas con sus habituales cintas blancas y rojas. Así lo hicieron, y a partir de ahora combatirían juntos en numerosas batallas. Los españoles aportaban los caballos, las armas de fuego, la estrategia y el indomable espíritu de sus hombres. Los tlaxcaltecas añadían el número, la lealtad, el conocimiento del entorno, su exitosa tradición guerrera y un admirable valor que se ganó el respeto de los españoles desde el primer momento. Ambos se habían embarcado en un ambicioso y arriesgado proyecto que no tenía vuelta atrás.
Dos años mas tarde, el 13 de agosto de 1521, cayó la gran Tenochtitlán a manos de los españoles y sus nuevos aliados que sumabán mas de 100.000 guerreros; en las nuevas conquistas y descubrimientos que emprendióHernán Cortés contaron con ellos, quienes desde la pequeña República se diseminaron por todo el país y Centroamérica.La rivalidad y el encono entre Tlaxcala y Tenochtitlán, fue descrita por el cronista deTlaxcala, Desiderio Hernández Xochitiotzin, quien comentó que:
“la noticia de la caída de Tenochtitlán fue trasmitida por correos-corredores al día siguiente al medio día. El acontecimiento provocó una asamblea en la que los tlaxcaltecas acordaron nombrar a la Virgen María, patrona de la nación tlaxcalteca“, y también que: “en honor de este acontecimiento llamaron a su improvisada iglesia y más tarde al convento que se construiría en la ciudad de Tlaxcala de nuestra Señora de la Asunción, para que cuando ésta subiera al cielo, llevara en sus santos y venerables manos, el acto de gracia a su divino hijo y éste a su vez, entregara al eterno padre, como presente, el derrumbe de la ciudad del demonio que era Tenochtitlán“.
Una vez consolidada la ocupación de la Nueva España, el territorio fue dividido en cinco provincias mayores (México, Michoacán, Coatzacoalcos, La Mizteca y Tlaxcala). La provincia era gobernada por un alcalde mayor, del que dependían los cuatro senadores de Tlaxcala. A finales del siglo XVI, el gobierno español elevó la alcaldía mayor a Gobernación con facultades para ejercer actos de justicia. Desapareció el Senado tlaxcalteca y en su lugar, los senadores fueron nombrados alcaldes mayores.
Catedral de Tlaxcala 1537
Estos a su vez, tenían la facultad de nombrar un gobernador indígena, quien conjuntamente con los regidores designados por los caciques, integraban el Cabildo o República de Naturales.
En 1524, la Orden Franciscana inició la edificación en Tlaxcala de doce conventos, entre los cuales se encuentra la Catedral de la Virgen de la Asunción de Tlaxcala, una de las cuatro primeras del continente americano.
S Francisco, Tepeyanco 1542
La fundación y erección de la capital Tlaxcala sobre un terreno donde no existía población indígena tuvo lugar el 3 de octubre de 1525 con el nombre deSanta María de la Nueva Tlaxcala y también con el de Tlaxcala de Nuestra Señora de la Asunción. De esa manera los españoles consolidaron su alianza con los cuatro señoríos, dándole en la capital unidad a los mismos. Alguno de los restantes conventos fueron el de Santa María de la Concepción, San Francisco en Tepeyanco, San Luis Obispo en Huamantla, San Judas y San Simón en Calpulalpan y el convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles en Chiautempan.
En 1527 Tlaxcala se constituye en la primera sede episcopal de Nueva España y Fray Julián Garcés es su primer obispo.
San Judas y S Simón, Calpulalpan 1569
Tlaxcala conservó por los siglos venideros su gobierno indígena y sus tierras; se les concedió el poder de portar armas, montar caballos y anteponer el título de don a sus nombres. La ciudad fue la primera urbe indígena que recibió un escudo de armas y título de ciudad (1535). El nombre de Santa María de la Nueva Tlaxcala permaneció hasta 1932 en que fue cambiado por el de Tlaxcala de Xicohténcatl. También fue la sede del primer obispado de la Nueva España.
San Luis Obispo,Humantla 1641
El escudo de armas fue otorgado por el emperador Carlos V por medio de una real provisión expedida en Madrid, el 22 de abril de 1535, como respuesta de la Corona de España a la solicitud del gobernador Diego Maxixcatzin, de la cabecera de Ocotelulco, en nombre de la ciudad de Tlaxcala.
Su texto dice así: “… por la presente hacemos merced y queremos y mandamos que ahora y de aquí adelante la dicha ciudad de Tlaxcala se llame e intitule la leal ciudad de Tlaxcala y que haya y que tenga por sus armas conocidas un escudo, el campo colorado y dentro de él un castillo de oro con puertas y ventanas azules, y encima del dicho castillo una bandera con un águila negra rampante en campo de oro; y por orla,en cada unode los dos lados de ella, un ramo de palma verde, y en lo alto de la dicha orla tres letras que son una I, una K, una F, que son las primeras letras de nuestros nombres y del príncipe D Felipe, nuestro muy caro y muy amado nieto e hijo, y entre estas letras dos coronas de oro, y de la parte de abajo dos calaveras de hombres muertos y entre ellas dos huesos de hombres muertos atravesados a manera de aspa que vuelvan a color amarillo; la cual dicha orla tenga el color de plata según que aquí van figuradas y pintadas, las cuales dichas armas damos a la ciudad por sus armas ídem ya señaladas para que las puedan traer y poner y traigan en sus pendones, sellos y escuadras y banderas y en las otras partes y lugares que quisieren por bien“.
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El castillo del campo de gules, en el cual se encuentra ubicada la bandera con el águila es símbolo de fortaleza y poder, grandeza y sabiduría. Suele ser un símbolo del Reino de Castilla, que por extensión lo es a menudo de la Corona de Castilla y los reyes de España. El águila de sable que porta en el pabellón, de oro, es un símbolo del Sacro Imperio Romano Germánico.
Las dos primeras letras corresponden a las iniciales de su madre la reina Juana y de Carlos V, mientras que la tercera alude al infante Felipe II de España, heredero del trono. Entre los espacios de las iniciales destacan las dos coronas reales que corresponden a los monarcas citados. En el borde inferior se observa en el centro dos huesos amarillos cruzados a manera de aspas, y en los extremos dos calaveras, los ramos de palma verde simbolizan la gloria y grandeza de España, y grandeza y gloria de Tlaxcala.
Basílica de Ocotlan, Tlaxcala 1687-1790
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