SUEÑOS DE LIBERTAD
En Londres escribe muchas cartas de agradecimiento, en especial a Catalina II y a Potemkin. Estalla entre tanto la Revolución Francesa, la Bastilla es tomada el 14 de julio y entre tanto Miranda ordena sus ideas y piensa en sus experiencias en todos los países que ha recorrido y en particular revisando sus anotaciones de sus diarios de viajes observa cómo los Estados Unidos eran un ejemplo de lo que podrían ser las colonias americanas de España al ver como las gentes tenían una nueva esperanza pasada la guerra de Independencia, que se sentía un ambiente de libertad, confianza en un futuro promisorio y se iba dando la consolidación de las instituciones políticas y sociales, con una producción y optimismo, como resultado de esa nueva vida. Le explica en Londres a su amigo el ex Gobernador Thomas Pownall, la situación de esos territorios de la américa española y logra una entrevista privada con el Primer Ministro William Pitt, a quien expone durante tres horas la conveniencia de que Inglaterra apoye la Independencia Americana, luego le envía un memorial con numerosos anexos sobre la realidad de las colonias y el sistema allí vigente. Mantiene correspondencia con su amigo norteamericano el General Henry Knox, para entonces, Secretario de Guerra de los Estados Unidos, mantiene conversaciones con altos dignatarios y se entrevista de nuevo con el Ministro Pitt con asistencia de Lord Greenville sobre el proyecto de emancipación y en reuniones posteriores, se analizan los problemas militares que de ello pudiesen surgir. 46
Redacta Miranda un proyecto de Constitución para la América liberada y se lo presenta al Ministro Pitt. Entre tanto hay un peligro de una guerra entre Inglaterra y España, pero este se arregla mediante un Acuerdo y esto desmotiva a Miranda que escribe: “He sido vendido por un Tratado de Comercio con España”.
Va transcurriendo el tiempo y en 1791, Miranda se dedica a acentuar sus relaciones sociales en Londres, escribe al Ministro Pitt solicitándole la devolución de los documentos que él aportó y que son de gran interés para Inglaterra y pide una pensión por toda la información suministrada por él que sin duda ha servido a los ingleses para mover sus fichas en el tablero del ajedrez geopolítico de la época. El Ministro le ofrece 500 libras pero Miranda dignamente le responde que no es el dinero lo que le hace falta, que lo que importa en verdad, es la Independencia de América. Entre tanto, Miranda conoce al Embajador de Francia Talleyrand, por quien se entera de la situación de Francia en esos momentos.
En 1792, Pitt le devuelve parte de los documentos a Miranda y le envía 800 libras. Reclama Miranda la devolución de todos los documentos y reitera que lo importante es la libertad de América y que el dinero “No ha sido nunca mi objetivo”. Ha cambiado de planes y lo que le niega Inglaterra, lo ve más próximo a conseguirlo con Francia y sin pensarlo mucho, sale de Londres hacia París, llevando varias cartas de recomendación para autoridades del gobierno, para el Alcalde de París Pétion, para los Diputados a la Asamblea Brissot, Gensonné, Masenet, del partido girondino. Conoce varios Ministros pero pronto se da cuenta que Francia revolucionaria, no está en condiciones de pensar en la emancipación de América y aunque desea regresar a Londres, su destino será otro. El Alcalde Pétion le propone que se quede en Francia y que se incorpore al Ejército Revolucionario, después Francia podrá pensar en América! Acepta Miranda y recibe el grado de Mariscal de Campo y lo primero que hace es comunicárselo a la Emperatriz Catalina a través del Embajador ruso Voronzoff, pero al saberlo, Catalina se indigna y le retira su apoyo pues se siente muy ofendida.
El 6 de septiembre sale de París para incorporarse al Ejército del Norte que se encuentra bajo el mando del General Dumouriez y el 20 de septiembre se da la batalla de Valmy contra los ejércitos prusianos, que son derrotados. ¡Miranda es uno de los triunfadores de Valmy! Dumouriez lo elogia y el caraqueño es ascendido al grado de Teniente General. Para entonces Miranda es ya conocido en París por sus capacidades, cultura, conocimientos en diferentes disciplinas y por su habilidad militar, razones por las que es llamado a consultas a la capital francesa sobre una expedición a El Caribe a fin de fortalecer las posesiones de Haití y pasar luego a las posesiones españolas. Miranda contesta con la presentación del plan que le presentó a Pitt; solo que ahora quiere que actúen Francia y los Estados Unidos y no Inglaterra.
Retorna al frente de batalla y Dumouriez le confía el comando del ejército del Norte, con el cual Miranda toma la ciudad de Amberes. Es su segunda victoria. El Rey Luis XVI ha sido ya condenado a la guillotina, lo mismo que su esposa María Antonieta.
Entra el año de 1793 y Miranda asume el mando del ejército en Bélgica, se le ordena apoderarse de Maastricht y tiene allí su primer fracaso. Dumouriez decide entonces tomar el mando directo y es derrotado en la batalla de Neerwinden. Allí comienzan una serie de intrigas contra Miranda cuya resultante es el relevo del mando y se le exige que se presenta ante la Convención Nacional para ser juzgado. Miranda acusa a Dumouriez de ineptitud y de preparar traición a la República y no estaba equivocado, pues el 3 de abril Dumouriez se pasa al bando de los austriacos. Las sesiones de acusación son nueve en total y Miranda se defiende con elocuencia y argumentos concretos, siendo absuelto y sacado en hombros por el pueblo. Pide que se le paguen sus sueldos y se instala en una mansión, pero los jacobinos toman el poder con Robespier y comienza la persecución contra los girondinos y el terror en París, varios amigos de Miranda son guillotinados y a él le encierran en la prisión de La Force, donde permanece año y medio con peligro de ser guillotinado y allí conoce a Delfina Custine. Miranda emplea el tiempo en leer y en enviar inútilmente cartas a la Convención, entre tanto cae Robespier y es guillotinado a fines de julio. Exige su libertad pero no es escuchado y se le acusa ahora de ser agente del Rey de España, para el restablecimiento de los Borbones en Francia.47
En 1795 sale en libertad el 15 de enero y en los salones de la Marquesa de Custine, conoce a Fouché y a otros personajes. Le pagan parte de lo adeudado y vive con lujo y publica un escrito que titula “Opinión del General Miranda sobre la situación Actual de Francia y los Remedios Convenientes a sus Males”. A mediados del año se encuentra en los salones de París con Napoleón quien era 19 años menor que Miranda. Cree entonces Napoleón que Miranda es un espía de España y de Inglaterra y dice: “Es un Quijote que no está loco; tiene fuego sagrado en el alma”. El escrito último le acarrea problemas y enemistades y La Convención ordena su arresto, por lo que Miranda se oculta y envía comunicaciones de protesta. Lo apresan a fines de noviembre pero luego lo ponen en libertad. El Ministro de Policía, pide su expulsión de Francia, pero Miranda se oculta y vive en la clandestinidad todo el resto del año y en enero de 1796 publica su defensa en el Journal de París, no cede, combate, protesta por el allanamiento de su hogar, que ha quedado a cargo de su ama de llaves, la fiel Françoise Potier. El gobierno decide a fines de abril, no seguir persiguiéndolo y recibe la infausta noticia de la muerte de Catalina de Rusia que le causa dolor y se publican algunas noticias incipientes sobre la sublevación en Venezuela de José Leonardo Chirinos a quien condenan a muerte los españoles.48
Bajo el seudónimo de “Un suscriptor” sostiene en Le Journal de París una polémica con Sebastián Mercier, que había atacado a los filósofos y hace la defensa sobre todo de Voltaire.
…Fue tanta su lucha por la libertad, fueron tantos sus sacrificios en la Revolución Francesa, en la que llegó a mandar una fuerte columna que en su reconocimiento Napoleón I en el Decreto que ordenaba la erección del Arco del Triunfo de L´Etoile y el cual no fue terminado sino en 1836, bajo Luis Felipe, aparece el nombre de este esclarecido combatiente americano, en letras de Alto Relieve, en la cara del norte de este monumento, que los siglos y a pesar de las desventuras de Francia, aún han respetado.49
Transcurre 1797 y van llegando a París emisarios de diferentes sitios de Hispanoamérica, para recibir instrucciones conspirativas, todos pertenecientes a la masonería y Miranda celebra reuniones secretas con ellos, su permanencia en París se debe sobre todo al entendimiento revolucionario, se le persigue de nuevo y decide retornar a Londres. El 22 de diciembre los emisarios de América, en el “Acta de París”, confieren a Miranda el poder necesario para las gestiones encaminadas a lograr la Independencia de América con el apoyo de Inglaterra y de los Estados Unidos. Con debida anticipación es enviado el cubano Pedro José Caro, para preparar el ambiente en los sectores oficiales. Al año siguiente Miranda llega de nuevo a Londres, ha salido de París disfrazado. Es recibido por el Ministro Pitt de una manera muy diferente. El Miranda que ha llegado, trae el grado de general del Ejército Francés, reanudan las negociaciones y le entrega el Acta de París que le confiere la representación de América, presenta con ella numerosos documentos nuevos, informes y un proyecto para un gobierno provisional. Usa Miranda ahora este título “ Nos, don Francisco de Miranda, natural de la ciudad de Santiago de león de Caracas, Agente Principal, Comisario y Comandante General en lo militar de las provincias, Villas y Ciudades del Continente Hispanoamericano”. Su plan es continental; su conciencia es continental; su revolución es continental. Reanuda relaciones con el Embajador Voronzoff y desde Londres envía nuevos emisarios de la revolución, entre ellos a O´Higgins.
En 1799, publica la Carta a los españoles americanos, del ex jesuita peruano Juan Pablo Viscardo, muerto en Londres el año anterior. Es una página incendiaria contra España y entre tanto le traiciona el Secretario del Acta de París, Dupérou, quien vende documentos a Fouché y al Embajador de España en Viena.
Napoleón da el golpe de Estado del 18 brumario y toma el poder de Francia como Cónsul. Las consecuencias del ascenso de Napoleón perjudican gravemente los planes mirandinos; Inglaterra empezará a ocuparse solo de Francia y entre tanto su viejo amigo y mentor, el General Juan Manuel de Cajigal le escribe desde Madrid para informarle que Miranda ha sido declarado inocente y que en adelante se le considerará “un fiel vasallo de Su Majestad, El Rey” ¡16 años después! Qué ironía, cuando lleva adelantado gran parte de su trabajo en contra de los dominios de España en América. Todo esto ad portas de un nuevo siglo, donde Miranda desea retornar a Francia y entrevistarse con Napoleón, pues cree que con el apoyo de este, puede lograr la independencia de las colonias españolas en América. Toma a su servicio a la inglesa Sara Andrews, en quien tendrá más tarde dos hijos. Presiona enérgicamente ante el Ministro Pitt, sin éxito. Caro, el enviado a Londres antes del Acta de París, traiciona y delata ante la Corte de Madrid los planes de Miranda y con dificultad obtiene pasaporte para salir de Inglaterra. Llega a París el 28 de noviembre y de inmediato le informa a Fouché quien funge como Ministro de Policía, visita a sus amigos y a Delfina de Custine quien es ahora amante de Fouché.
Pero pasan tan solo cuatro meses y Fouché lo encarcela acusándole de espionaje. Se defiende aduciendo su proyecto de independencia de América, hecho que disgusta a Francia, ahora aliada de España. Se da la orden de expulsión y Miranda sale de Francia a fines de marzo hacia Holanda. Un mes más tarde arribará a Londres y encontrará que Pitt ha caído y que ha sido reemplazado por Addington. Entre tanto ha llegado a Francia, fugitivo de Venezuela por conspirar con Picornell, Gual y España, un venezolano que será eminente y recordado: Simón Rodríguez.
Las nuevas conversaciones de Miranda con el gobierno británico se hacen a través del Ministro del Gabinete Nicolás Vansittart, uno de los más importantes y fieles amigos del caraqueño en Inglaterra. Presenta Miranda, por petición del Ministro un Programa de Gobierno provisional para América, un Reglamento Militar y una Proclama “A los pueblos del continente colombiano, alias Hispanoamérica”. Remite una lista de armas, equipos, transportes, para una expedición de 15.000 hombres. Y llega a presentarle al gobierno una propuesta para una expedición que iniciaría en dos semanas. Su tenacidad no tiene mengua, ha superado todos los límites de la obsesión. ¡Pero la diplomacia internacional va por otros rumbos y Francia, Inglaterra, España y Holanda firman un tratado de paz en Amiens!
Para 1803 se rompe este Tratado, la paz de Amiens es simplemente una paz entre gobiernos hipócritas y vuelven a producirse en Londres las reuniones de Miranda con Vansittart y otros integrantes del Gabinete. Redacta Miranda otro memorando que sugiere abrir operaciones por Trinidad. Pero el Ministro Addington no se decide y finalmente el día 17 de agosto se le comunica a Miranda oficialmente que no habrá ataque a las colonias de España, porque este país se ha declarado neutral. Miranda presiona a todos cuanto puede y entre tanto nace su primogénito Leandro hijo del ama de llaves Sara el 9 de octubre.
Ya en el año siguiente iniciando, Haití declara su independencia de Francia y las tropas de Napoleón han sido derrotadas. Pitt vuelve al Ministerio y Miranda señala el peligro que representa Napoleón para América. Este se corona Emperador en Notre Dame y muere su amigo Alexander Hamilton en un duelo, Miranda lamenta mucho su muerte pues además era uno de los que le ayudaría a la causa libertaria de América.
Entra 1805, un año determinante en varios sentidos. Hace Miranda nuevos intentos de convencer al gobierno británico y habla con varios amigos, pero encuentra indecisión en el Ministro Pitt. En agosto entre tanto Simón Bolívar acompañado por su maestro Simón Rodríguez, jura en el Monte Sacro de Roma, independizar a Venezuela. En Trafalgar los buques de la Armada Británica destruyen las Armadas de Francia y España coaligadas y fallece el Almirante inglés Horacio Nelson en el combate naval. Trafalgar significa para América, que España se quede sin Flota para afrontar la revolución de sus colonias y tardará diez años en reponer sus buques, para la expedición de Pablo Morillo contra Venezuela y la Nueva Granada. Mientras tanto Napoleón afronta con éxito las coaliciones europeas en su contra y cansado de esperar y decidido a no detenerse, Miranda solicita a Pitt permiso para trasladarse al Nuevo Mundo. Pitt exclama: “Si el dinero tuviese importancia para Miranda, podríamos intentar detenerlo, pero es inútil pensar en esto: sus ideales están por encima de estas consideraciones” Otorga el permiso y ordena que se le entreguen 1.600 libras. Miranda decide entonces, hacer su testamento y compra una imprenta.
El 2 de septiembre parte hacia New York, con el nombre falso de Míster Martin, le acompaña su secretario Tomás Molini, ¡la travesía dura dos meses! Entra inmediatamente en actividad: necesita buques, armas, pertrechos, hombres. Samuel G. Ogden aporta $20.000 dólares, otros comerciantes $2.500 y se traslada a Washington a fin de tomar contacto con el gobierno y solicitar bien ayuda, bien autorización indirecta de modo que su empresa no sea obstaculizada. Jefferson es el Presidente y le recibe enseguida, pero le dice que los Estados Unidos no pueden romper su amistad con España, país que ayudó a la Independencia. El ex Vicepresidente Aarón Burr y otros políticos le traicionan e informan de cuanto saben al Embajador Español Irujo.
El 2 de febrero de 1806 zarpa el buque Leander hacia Jacmel, en Haití, capitaneado por Thomas Lewis. El hijo de su gran amigo Smith viaja entre los voluntarios compañeros de Miranda; llevan suficiente tripulación y armas.
El Acto Histórico se define así: Ninguna nación quiere apoyar a Miranda en la Independencia americana, el líder se lanza solo a la hazaña, abre operaciones de guerra personalmente, inicia aunque de manera modesta una gran guerra. Madrid, Venezuela, Cuba, son informados inmediatamente de la partida de Miranda. ¡Lo aguardarán! A los 15 días arriban a Jacmel, donde adquiere las goletas Bee y Bacchus. De allí siguen hacia Aruba y parten hacia el puerto venezolano de Ocumare donde pretenden desembarcar pero son atacados por dos buques mucho más robustos de la Armada española que solo dejan a flote a la Leander que sigue hacia Bonaire. Las dos goletas son capturadas con 60 hombres que son trasladados a Puerto Cabello. Diez son condenados a muerte y los demás a prisión y trabajos forzados por varios años. Son los primeros mártires de la emancipación, casi todos norteamericanos. Miranda avanza a Barbados y llega a Trinidad el 7 de junio. El jefe de las Fuerzas Navales Británicas Almirante Alejandro Cochrane le ofrece a Miranda todo su apoyo, también el Gobernador de Trinidad, Hislop.
El 25 de julio salen de Trinidad el Leander y nueve buques más y se les une otra Fragata, llegando los 11 buques a la Vela de Coro desembarcando la tripulación y tomándose el fortín el 2 de agosto. Marchan hacia la ciudad de Coro con Miranda como Jefe; encuentran la ciudad abandonada por la mayoría de los moradores que han huido por temor y presión de las autoridades españolas. Se combate a orillas del río y hay muertes entre los patriotas, se distribuyen proclamas y se retorna a los buques, partiendo rumbo a Aruba.
Miranda ha demostrado que se podía desembarcar en tierra continental americana. Su hazaña constituye un gran anuncio a todos los revolucionarios. Avanza hacia Barbados y llega a Trinidad el 8 de noviembre.
Entrado 1807, se le informa que su amigo Popham, ha comandado una expedición inglesa y se ha apoderado de la ciudad de Buenos Aires; condena esa acción que no la considera independizadora y espera inútilmente auxilios de Inglaterra o de Estados Unidos y al cabo de casi un año, decide retornar a Londres.
El 31 de diciembre de 1807 entra a Portsmouth y es recibido triunfalmente con repique de campanas, al día siguiente, primero de enero de 1808, entra a su casa de Grafton Street y conoce a su segundo hijo, Francisco, nacido el 27 de febrero de 1806. Se pone enseguida en contacto con los Ministros y autoridades que le dan un buen recibimiento. ¡Han visto de lo que era capaz!
Entre tanto Napoleón invade España y abdica Carlos IV y su hijo Fernando en Bayona. Miranda comunica de inmediato a todos los Cabildos de América para que se constituyan en poder independiente y presiona ante Inglaterra para que apoyen la revolución americana.
El Gabinete Inglés está ahora decidido y le nombra al General Arthur Wellesley para que comande la expedición, con la Armada que se encuentra en Cork. Pero como siempre, se atraviesa el destino: Los sublevados españoles contra Napoleón y contra su hermano José (Pepe Botellas), que ha sido designado Rey de España, piden auxilio a Inglaterra. Para los ingleses lo primero es destruir a Napoleón y se ordena que la Armada de Cork, en vez de ir a América en expedición libertaria, parta a España, lo que acontece en julio. Miranda se enfurece, se siente frustrado, protesta, pero nada puede hacer y exige la devolución de todos sus papeles. Entra en conferencia con Wellesley y su presión ahora es directa sobre los americanos.
Para 1809 la incitación de Miranda para que se formen Juntas de Gobierno empieza a dar resultados concretos. América le obedece a Miranda, el revolucionario. Las Juntas de Chuquisaca y de Quito son las primeras. Miranda toma nexo especial con los americanos residentes en Londres y así conoce al guayaquileño José María Antepara.
En todas estas acciones se ve la mano de la masonería que ayudaba activamente a la conspiración que Miranda lideraba en contra de España en América y fueron muchos los correos humanos que fueron y vinieron trayendo y llevando información valiosa para los planes que el precursor presentaba ante los Ministros ingleses y 1810, es el año de la insurrección en América. Se constituyen Juntas de Gobierno en México, La Paz, Caracas; Buenos Aires, Santafé, Santiago de Chile, Asunción, Guatemala y Santo Domingo. Era estrategia y sabiduría política aprovechar el debilitamiento de España donde gobierna un Consejo de Regencia que América no reconoce. Este Consejo declara a los hispanoamericanos Hombres Libres. Ya es tarde. América se alza entera contra España ¡Miranda ha triunfado en su labor de treinta años! La Junta de Caracas envía a Londres tres comisionados: Simón Bolívar, Luis López Méndez y el secretario Andrés Bello; quienes deberán conferenciar con el Gobierno Británico para obtener su apoyo. El introductor es Miranda que ha creado ya un gran ambiente con la publicación entre marzo y mayo de la revista “El Colombiano”.
Nada se consigue en concreto, pero Bolívar logra que Miranda retorne a Venezuela. Se adelanta Bolívar y Miranda llega a Caracas el 13 de diciembre; parte de su familia ha muerto, solo vive una hermana, María Antonia y en algunos sectores de los mantuanos encuentra hostilidad, le defiende el grupo de Bolívar que es poderoso y la Junta le nombra Teniente General de los Ejércitos de Venezuela.
El dos de marzo de 1811 se instala el Congreso Constituyente de Venezuela y Miranda concurre como Diputado de la población de El Pao. Antes ha sido presidente de la “Sociedad Patriótica” Centro de la conspiración contra España y manera de encubrir los trabajos de logia para adelantar las tareas que deberían llevar a cabo los patriotas.
El Congreso declara la independencia de Venezuela el 5 de julio y Miranda está allí para firmar el Acta. Gran parte de la Constitución, es obra suya, se adopta la bandera por él inventada e izada por primera vez en su expedición de 1806. Valencia se declara contra la Independencia y Miranda la somete militarmente. Propone que sigan las acciones contra Coro y Maracaibo, ciudades que también se han opuesto a la independencia, pero se niegan los mantuanos de Caracas y él se reincorpora al Congreso y se firma la nueva Constitución el 21 de diciembre y Miranda aunque la firma, deja constancia de sus objeciones al pie de la firma.
TESTAMENTO DE MIRANDA
Londres 1 de agosto de 1805
Disposición Testamentaria
Hallándome a punto de embarcarme para la América, con intento de llevar a debido efecto los Planes-Políticos en que tengo empleada gran parte de mi vida; y considerando los graves riesgos y peligros que para ello será indispensable superar; hago esta declaración a fin de que por esta se cumpla (en caso de fallecimiento) esta mi voluntad.
Los bienes y derechos de familia que tenga en la ciudad de Caracas Provincia de Venezuela, mi Patria – los dejo a beneficio de mis amadas hermanas, sobrinos y deudos, a quienes afectuosísimamente deseo toda prosperidad.
Tengo en la ciudad de París en Francia, una preciosa Colección de Pinturas, Bronces, Mosaicos, Gouaches, Estampas (Según los catálogos y legajos) que paran en poder de Mr. Clericaux d´Auteville – y de su yerno Mr. Le Grand Arquitecto de la ciudad de París; y del abogado Mr. Chauvaux La Garde mi defensor y amigo. Así mismo me debe la nación francesa por mis sueldos y gratificaciones en tres campañas que serví la República a mi costa comandando sus ejércitos (según cuentas de la Tesorería Certificación de Ministros de la Guerra Servan, Pile, etc…) unos diez mil Luises por la parte que menos; hasta el año 1801, en el mes de marzo que el infame Bonaparte me honró como el Directorio, con una especie de ostracismo y yo voluntariamente renuncié la Francia , como nación envilecida y subyugada por los hombres más perversos de la Revolución Francesa!
Dejo así mismo en la ciudad de Londres en Inglaterra mis papeles, Correspondencias Oficiales con Ministros y Generales de Francia en tiempos que comandé los Ejércitos de la República y también varios mss. Que contienen mis viajes e investigaciones en la América, Europa, Asia y África con objeto de buscar la mejor forma y plan de gobierno para establecimiento de una sabia y juiciosa libertad civil en las colonias H. Americanas; que son a mi juicio los países más bien situados y los pueblos más aptos para ello, de cuantos yo tengo conocidos – quedan estos cerrados y sellados en 30 cajas de cartón – (más 1 portafolio de cuero que está en poder de Mr. Clerissaux en París). Más mi correspondencia y negociaciones con los Ministros de S. M. B. desde el año 1790 hasta el presente día, acerca de la Independencia absoluta y del establecimiento de la Libertad Civil en todo el Continente H. Americano; en los propios términos que la Francia lo hizo con los Estados Unidos de América – están igualmente cerrados en 4 portafolios de cuero, con mi sello.
Ítem una biblioteca de libros clásicos griegos, latinos, italianos, franceses, ingleses, alemanes, portugueses, y españoles como consta del Catálogo II (serán todos unos seis mil volúmenes).
Ítem los muebles y adornos de la casa en que vivo N° 27 – Grafton Str.: con alguna plata y loza, según el Catálogo I.
Dejo por encargados y albaceas en esta ciudad de Londres a mis respetables amigos Jhon Turnbull Esq. Of Guildford St. (Por su falta Peter Turnbull su hijo) y al muy honorable Nich. Vansittart a quienes suplico se encarguen de mis asuntos durante mi ausencia – y de la ejecución de esta mi última disposición en caso de fallecimiento.
1° Todos los papeles y mss. Que llevo mencionados, se enviarán a la ciudad de Caracas (en caso de que el país se haga independiente, o que un comercio franco abra las puertas de la provincia a las demás naciones – pues de otro modo sería lo mismo que remitirlos a Madrid) a poder de mis deudos o del Cabildo y Ayuntamiento, para que colocados en los Archivos de la ciudad, testifiquen a mi Patria el amor sincero de un fiel ciudadano – y los esfuerzos constantes que tengo practicados por el bien público de mis amados compatriotas.
A la Universidad de Caracas se enviarán en mi nombre los libros clásicos griegos de mi biblioteca, en señal de agradecimiento y respeto por los sabios principios de Literatura y de moral cristiana con que alimentaron mi juventud; con cuyos sólidos fundamentos he podido superar felizmente los graves peligros y dificultades de los presentes tiempos.
2° Toda la propiedad que queda en Londres y en Francia (según llevo expresado anteriormente) se aplicará a la educación y beneficio de mi hijo natural Leandro, que dejo especialmente recomendado a mis albaceas y amigos, pues queda en la tierna edad de 18 meses y sin más protección de deudos o parientes.
3° Las 600 Libras que dejo a Mr. Turnbull para ir pagando la renta y gastos de mi casa (según el arrendamientos de 10 libras anuales) se entregarán en la parte restante a mi fiel ama de llaves – Sara Andrews a quien dejo igualmente los muebles de mi casa N° 27 – Grafton Street, La Palta, loza de la misma casa, etc…
P.S.
A mi estimado amigo el muy honorable Nich Vansittart dejo por memoria la colección de cartas y mapas geográficos que están en un cofre hecho para el efecto – y a Mr. Turnbull los dos grabados de Morghen de la Transfiguración y el Cenáculo que están en la sala principal – y dos cuadros de los que están en París a su elección –
(Por su falta su hijo Peter Turnbull).
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