EPÍLOGO
Se avecina un año trágico para Miranda, el 23 de febrero de 1812 el Congreso se traslada a Valencia, nueva capital federal, contra la opinión de Miranda. Se elige nuevo triunvirato y el nombre de Miranda aparece en décimo lugar. El 26 de marzo, Miranda está en Caracas. Se produce un gran terremoto en el país y hay más de veinte mil muertos. El clero y los pro monárquicos pregonan “El Castigo de Dios” por haberse sublevado los patriotas contra las legítimas autoridades españolas. Hay pánico en las gentes y en los ejércitos indisciplina. Las tropas de Miranda se pasan al bando contrario en pleno combate, hay descontento general y varias sublevaciones y el Poder Ejecutivo le entrega a Miranda las facultades extraordinarias, el Congreso clausura sus sesiones.
A fines de abril Miranda nombra al Coronel Bolívar como Comandante de la Plaza de Puerto Cabello, donde está almacenado el parque. Bolívar es traicionado y pierde la Plaza. El español Domingo Monteverde desembarca en Coro, procedente de Puerto Rico e inicia la ofensiva española hacia el centro, apoderándose de Siquisiqui y Carora. Miranda entre tanto en su Cuartel General en Maracay, trata de retomar a Valencia evacuada por los patriotas. Quiere disciplinar sus tropas, pero aumentan las deserciones y hay choques con las fuerzas de Monteverde, lo que hace que Miranda deba retirarse hasta La Victoria. Monteverde trata de tomarse La Victoria por asalto y Miranda toma su espada y combate personalmente con su Cuerpo de Lanceros rechazando a los realistas durante ocho horas. ¡Ha reaparecido el héroe de Valmy! Se sublevan los esclavos de Barlovento, no hay salvación. Celebra en La Victoria una Junta que le autoriza capitular y esta se firma en San Mateo el 25 de julio.
Debe licenciar a su ejército y previamente le paga a la tropa, encarga entonces a Leleux que se ocupe de su archivo llevándole a la Guaira y embarcándolo en la Corbeta inglesa Sapphire, lo que se cumple y el archivo se salva.
Miranda se dirige a Caracas y luego a La Guaira, Monteverde ocupa Caracas y en La Guaira le instan a que se embarque en la Sapphire, pero prefiere quedarse a dormir en tierra. Hay un traidor en todo ello y es el Comandante Militar de La Guaira, Manuel María de las Casas, quien ha estado en comunicación permanente con Monteverde y planea entregar la Plaza y apresar a Miranda. Se vale del descontento de los oficiales a quienes les ha parecido inaceptable la capitulación, entre ellos Bolívar y a las tres de la madrugada entre el 30 y el 31 de julio, le despiertan y le apresan estos oficiales. Se han sublevado estos inferiores contra el Jefe! Miranda despectivamente exclama: “No saben hacer sino bochinche” y se entrega. Le llevan a la cárcel de El Castillo. Arriban entonces las tropas españolas, con el Comandante Javier Cervériz y los presos pasan a poder de España. Miranda al cabo de treinta años de persecución, cae al fin prisionero. Sus planes habían sido, salir de Venezuela, dirigirse a la Nueva Granada donde contaba con Nariño, para volver a la guerra en Venezuela con refuerzos neogranadinos. (Lo que cumplirá Bolívar seis meses más tarde, en la Campaña Admirable de 1813).
Monteverde violó todas las cláusulas de la capitulación: Miranda es cargado de cadenas en las bóvedas de La Guaira, donde le retienen por cerca de cuatro meses y lo trasladan luego a las húmedas mazmorras de San Felipe, en Puerto Cabello.
Miranda no se rinde y encuentra la manera de preparar y mandar un memorial a la Real Audiencia de Caracas. Exige que se cumplan los términos de la capitulación y pide la libertad de todos los presos. La Real Audiencia decide enviar una Comisión y le encuentra encadenado, dos meses más tarde, le quitan los grilletes. Entre tanto en Londres, fracasan todas las gestiones que sus amigos hacen en su favor. Inglaterra continúa la alianza con España. ¡La respuesta al memorial, es su traslado a la fortaleza del Morro, en Puerto Rico! Desde allí, envía un memorial a las Cortes de Cádiz, pide que se le mande a la Península y se le cumple, encerrándole en la Carraca de Cádiz a fines del año. Espera ser oído, hallándose en tierra peninsular y entre tanto Fernando VII ha recuperado el Trono.
Entra el año de 1814 y en la Carraca tiene a dos personas que le vigilan y un guardia especial. Puede escribir cartas pero no le permiten ninguna lectura y nada sabe de los aconteceres del mundo, se comunica epistolarmente con sus amigos masones de Londres que le envían dinero secretamente. Turnbull le envía a su hijo, que le ve a Miranda sin lograr hablarle. Sugiere que se puede sobornar a la guardia con mil libras. Hacia mediados del año siguiente, es decir 1815, consigue que le dejen unos libros clásicos latinos y otros. Ha pasado unos meses muy amargos y difíciles y llega el año de 1816, se fija la fecha de la fuga para el 11 de marzo, pero se aplaza, el 25 sufre un ataque de apoplejía y le atiende su fiel sirviente Pedro José Morán. Efectúan cuatro juntas médicas, pagadas con el dinero destinado a la evasión. No hay esperanzas. El 14 de julio, aniversario de la Toma de la Bastilla, fallece Miranda a la una y cinco de la madrugada.
La Partida de Defunción dice: “Falleció el particular de causa pendiente y reo de Estado Francisco Miranda, hijo de Sebastián, natural de Benezuela en Caracas de estado soltero”. Su cadáver, sepultado en el cementerio, fue arrojado a la fosa común en 1870, al ser clausurado el cementerio primitivo e inaugurado uno nuevo en otro punto. ¡Nadie en América habló de esta muerte!51
Su sirviente Morán le escribe al señor Peter Turnbull: El 14 de julio de 1816, a la una y cinco de la mañana, entregó su espíritu al Creador. Había muerto el hombre a quien Bolívar, diez años más tarde, el 11 de julio de 1826, llamará El más ilustre colombiano…
Por una tremenda casualidad del destino, el mismo día de la partida de Miranda a la eternidad, Bolívar intentaba, sin éxito, invadir a Venezuela por el lugar en donde había fracasado Miranda diez años atrás, la bahía de Ocumare…52
Sesenta y seis años de un noble y esforzado vivir se han hundido en el calabozo de las Cuatro Torres. Ahora queda solo su nombre grabado en un folio de libro de defunciones del arsenal gaditano y su cuerpo en la quietud final, planta el último vivac en el pequeño cementerio que más tarde es clausurado como para que se borre hasta su recuerdo.
En Francia, aquella amorosa y voluble Delfina, que coronó de voluptuosidades muchos de sus días, tendrá, en un atardecer de su existencia, alguna lágrima para el antiguo Mariscal de la Gironda. En las brumas de Escandinavia, una nostálgica mujer pensará en su Don Juan difunto; en las estepas rusas, blondas condesas de Moscovia recibirán con pesar la noticia y recordarán al gallardo Coronel español perseguido por los absolutismos. Alguna cálida española encenderá una oración a su recuerdo y en Londres la mujer y los hijos, comparten con Molini – el fiel secretario – el dolor de su muerte.
Ricardo Wellesley al enviar el pésame a la familia, dice en carta para Tomás Molini: “Todos los hombres, cualesquiera que puedan ser su partido y sus principios, lamentarán de consuno la prematura muerte de un individuo, capaz por sus talentos, sus conocimientos y su experiencia de prestar eminentes servicios a su país”.
Y sobre la tumba perdida flotarán las leyendas, como en su vida crecerá el rumor de su envenenamiento y el de la aplicación de la Ley de Fuga. Al soplo de la leyenda – adversa o admirativa – ha de vagar su recuerdo como antes su vida errante, entre asechanzas y glorificaciones y mientras en Venezuela, en su Colombeia toda crece el drama libertador que fue su sueño, el bordoneo del cuatro criollo los realistas lo recordarán, cuando en los valles Aragüeños y en las noches valencianas, el galerón que prendiera el fanatismo popular cuando sus paisanos lo vieron con el arete girondino, en su dolorosa y noble aventura del generalísimo libertador:53
“En la oreja lleva el aro,
Que llevará en el infierno”…
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FRANCISCO JAVIER ACEVEDO RESTREPO
M:. M:.
Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de Historia Militar
Miembro Correspondiente de la Academia de Historia del Valle del Cauca
Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Cundinamarca
Miembro Fundador de la Academia Colombiana de Historia Masónica
Miembro Fundador de la Academia Pereirana de Historia
Bogotá, 30 de mayo de 2016
Bibliografía
Francisco de Miranda Precursor de la Independencia Hispanoamericana 1750 – 1792. Ricardo Carrasco presidente de la Sociedad Bolivariana de la República Argentina. S.A. Editorial Bell - 1951 Buenos Aires – Argentina.
Aventura y Tragedia de D. Francisco de Miranda. José Nucete – Sardi. Cuarta Edición Editorial González González – Caracas Venezuela 1956
Francisco de Miranda Protolíder de la Independencia Americana. Alfonso Rumazo González. Centro de Documentación e Información Conatel. Caracas Venezuela 2006
Ibídem
En el año 1776 había ya una logia en Cádiz según informe de la Inquisición de Madrid a la de Sevilla. Cf. Ferrer Benimelli, José A.
Influencia Revolucionaria de la Masonería en Europa y América. Julio Hoenigsberg. Nobel Impresores – Barranquilla 1999, Segunda Edición.
Ibídem
Francisco de Miranda, Protolíder de la Independencia Americana. Alfonso Rumazo González. Centro de Documentación e Información Conatel, Caracas, Venezuela – 2006
Salcedo Bastardo en el Diario de Viaje de Miranda a través de los Estados Unidos.
Cagigal a Ministro Gálvez, La Habana, Reservada número 22, 22 de enero de 1782. Archivo del General Miranda. Edición 1930. Tomo V
Francisco de Miranda, Protolíder de la Independencia de América. Alfonso Rumazo González, Gráficas Lauky, Caracas, Venezuela 2006. Conatel.
Miranda. Tomás Polanco Alcántara. Editorial Ex Libris 2ª Edición 1997 Caracas – Venezuela
Ibídem
Pueden verse esas cartas en COLOMBEIA, Tomo II, páginas 301, 302 y 317
Cajigal al Intendente y este a Cajigal, ambas del 10 de septiembre de 1782, COLOMBEIA Tomo II páginas 313 y 314
Miranda. Tomás Polanco Alcántara. Editorial Ex Libris 2ª Edición 1997 Caracas – Venezuela
Nota de Miranda fechada 1 de abril de 1783. Archivo del General Miranda. Edición de 1930, Tomo V, página 139.
Miranda a Cajigal, 16 de abril de 1783. Archivo del General Miranda. Edición 1930, Tomo VII, página 9.
Miranda a Cajigal. 16 de abril de 1783. Archivo del General Miranda. Edición de 1930, Tomo VII, página 10
Cajigal a Miranda, La Habana, 18 de mayo de 1783, Archivo del General Miranda. Edición de 1930, Tomo V, página 242.
Miranda a Cajigal, Filadelfia 11 de enero de 1784, Archivo del General Miranda, Edición de 1930, Tomo VII, página 12.
Anotación correspondiente al día 29 de julio de 1783, Archivo del General Miranda, Edición de 1930, Tomo I, página 205.
Cajigal a Miranda, La Habana, 18 de mayo de 1783, Archivo del General Miranda. Edición de 1930, Tomo V, página 242.
Miranda a Cajigal, Filadelfia 11 de enero de 1784, Archivo del General Miranda, Edición de 1930, Tomo VII, página 12.
Anotación correspondiente al día 29 de julio de 1783, Archivo del General Miranda, Edición de 1930, Tomo I, página 205.
Miranda. Tomás Polanco Alcántara. Editorial Ex Libris 2ª Edición 1997 Caracas – Venezuela
Carl J. Richard, The Founders and the Classics, First Harvard University Press Paperback edition, 1995 página 69.
Gálvez a Floridablanca, Aranjuez 23 de abril de 1784 y Floridablanca a Bernardo del Campo, San Idelfonso, 11 de agosto de 1784. Legajo 8139 de la sección de estado, del Archivo General de Simancas. Transcrito por don Ángel Grisanti en Miranda juzgado por los funcionarios españoles de su tiempo, obra citada, páginas 42 y 43.
Legajo 8141, folio E, AGS, Londres, 27 de mayo de 1785, Grisanti, Miranda juzgado por los funcionarios españoles de su tiempo, obra citada, página 63.
Floridablanca a del Campo, Madrid 18 de julio de 1785, AGS, Estado, Legajo 8141, folio U, Grisanti. Miranda juzgado por los funcionarios españoles de su tiempo, obra citada, página 71.
Charles Gravier, Conde de Vergenne (1717 – 1787), Ministro de Relaciones Exteriores de Luis XVI, participante en la negociación de la Paz entre Inglaterra y sus colonias en 1783 y en los tratados comerciales entre Inglaterra y Francia en 1786. Trabajó muy cercano a la Corte de Madrid.
Correspondencia entre esas personas AGS, Estado, Legajo 8157. Grisanti 178 a 185.
Miranda. Tomás Polanco Alcántara – Editorial Ex Libris 1997 2ª Edición, Caracas, Venezuela.
Ministerio Español, en cifra a Normandéz, 1 de enero de 1787, Archivo Histórico Nacional, Sección Estado. Grisanti. Miranda juzgado por los funcionarios españoles. Obra citada, página 189.
Miranda bien sabía que su grado era de Teniente Coronel, concedido después de Pensacola, por el Gobernador y Capitán general Interino don Juan Manuel de Cajigal y que no fue ratificado por la Corona. Cajigal el 6 de enero de 1782, manifestó al Rey que Miranda era acreedor a “Los ascensos que la bondad de S.M. quiera dispensarle” y dos días más tarde el mismo Miranda suplicó a la Corona ser ascendido a Coronel. Archivo del General Miranda. Edición de 1930, Tomo V, páginas 55 y 57.
Encargado de negocios de España don Pedro de Macanaz a don Francisco de Miranda. San Petersburgo 14 de julio de 1787. Archivo del general Miranda. Edición de 1930 Tomo V página 303.
Francisco de Miranda Diario de Viajes – Selección y prólogo de Miguel Castillo Didier. Monte Ávila Editores. Caracas Venezuela 1ª Edición 1992. Patrocinada por Petróleos de Venezuela PEDEVESA.
Láutico García SJ, Francisco de Miranda y el Antiguo Régimen Español. Obra citada, páginas 320 y 321.
Del Campo a Floridablanca, Londres 8 de octubre de 1789. AGS. Sección Estado, Legajo 8146, folio 42, Tomás Polanco Alcántara, Miranda, obra citada páginas 106 y 107.
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Francisco de Miranda Precursor de la Independencia Hispanoamericana 1750 – 1792. Ricardo Carrasco presidente de la Sociedad Bolivariana de la República Argentina. S.A. Editorial Bell - 1951 Buenos Aires – Argentina.
Aventura y Tragedia de D. Francisco de Miranda. José Nucete – Sardi. Cuarta Edición Editorial González González – Caracas Venezuela 1956
Francisco de Miranda Protolíder de la Independencia Americana. Alfonso Rumazo González. Centro de Documentación e Información Conatel. Caracas Venezuela 2006
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Fuente:
II° Centenerio del fallecimiento de Francisco de Miranda-un héroe de la Independencia Hispanoamericana
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