A HERNANDARIAS SAAVEDRA




Al Profesor Luis Fernando Andrègnétte Capurro. ¡ Viva la Banda Oriental del Uruguay !





Hernando Arias de Saavedra,
Caudillo de la América del Sur,
Integérrimo criollo de Asunción,
Nobleza propia de los Reinos del Perú,






Linaje próximo: Suárez de Toledo y Sanabria Calderón,
De su abuelo, Arias de Saavedra,
Gallegos leales que destacaron en la Reconquista,
Y en los Reinos de Andalucía engalanaron su bandera,






Sangre de Comendadores de la Orden de Santiago,
Y abolengo de Carlomagno a través de Leonor Martel,
Parentesco con los Medina-Sidonia,
Baqueano recio, de conquistadores su ser,






Andante caudillería, expresión de Lucas Arrayagaray,
El celo libre e independiente de la hidalguía,
Grandes de la vida que a América incorporaron,
Para la Cristiandad, con su intrépida valentía,





Vino al mundo en las bellas tierras del Paraguay,
En eso del año de Mil Quinientos Sesenta,
Las imperiales águilas de Felipe Segundo….
En cuyos dominios no se pone el sol....¡ Qué viva leyenda !





Desde muy joven acompañó en las míticas expediciones,
Al intrépido vasco y fundador Juan de Garay,
Con los años sería su suegro el refundador de Buenos Aires,
Coraje típico del caudillo....¡ Eso es lo que hay !





Encarnación del coraje, de la Fe del monje y del soldado,
Llegaría en el año de Mil Quinientos Noventa y Dos,
Al gobierno por decisión del Cabildo de su ciudad natal,
¡ Buen vasallo, por su Reino siempre con honor !





Ocuparía la Gobernación en cuatro oportunidades,
Por decisión del Virrey del Perú o de Felipe Tercero,
Cumpliendo todos la Tradición impresa en el Nuevo Mundo,
Forjaríase así el ser del americano sureño,





Siempre en su gestión estuvo presente la protección del indio,
Consciente del arraigo por la tierra en la que radicaba,
La línea marcada por los Austrias Españoles,
Fue donde se inició hasta la lingüística comparada,





Fundó colegios donde enseñaron artes y oficios,
Buenas escuelas que desarrollaron la cultura barroca indiana,
Artesanado y comercio dinámico en las Américas,
Posibilitaron la viveza de la imperialidad hispana,





Impulsó las Casas de Corregimiento ya fundadas por Carlos de Habsburgo,
Aquel César triunfante de Romanos y Germánicos,
Admiración y lealtad de la poesía de Quevedo,
Guía presente del religioso soldado hispánico,





Y el municipio español, brindado por Menéndez Pelayo,
Como heredero del municipio romano,
Fue trasladado a las Américas, con audiencias y cabildos,
“ República de Españoles “, con el ser americano,






Y de ello nutrióse nuestro gran héroe,
Conductor insigne de los designios del Nuevo Mundo,
Conciencia criolla laborada en la escrupulosidad,
Espada firme, de Sudamérica el rumbo,





Con claro pensamiento geopolítico,
Propuso la vía Lima-Asunción-Santa Catalina,
Todo ello buscando el bien,
Para el comercio con Cádiz y Sevilla,




Indagó en las incursiones hacia la “ Ciudad de los Césares “,
Proponiendo establecimientos en la Patagonia,
Se interesó por la introducción de la ganadería,
Buscando la Banda Oriental, su gloria....





Realmente, fue el primer estanciero del Uruguay,
Poseyendo tierras sobre dicho caudal y el Río Negro,
En lo que hoy es llamada la Isla del Vizcaíno,
Riqueza principal promovida por un hombre serio,





Adelantándose a Bruno Mauricio de Zavala,
Señaló la necesidad de fundar un poblado,
En lo que hoy conocemos como Montevideo....
Para la seguridad de la Banda Oriental fue su trabajo,





El título de Protector de Indios,
Le fue concedido por el Rey Felipe Tercero,
Quien escribióle con detalle en Mayo del Mil Seiscientos Doce,
Pensando, pues, en aquel criollo altanero,





Constante batallar de un caudillo por el bien común,
Donde se enfrentó con valentía
A los mercaderes, mal llamados “ portugueses “,
Instalados en Buenos Aires con mucha osadía,





El contrabando y la introducción esclavista,
Amenazaban el buen rumbo del Río de la Plata,
“ Asiento “ muy debatido por teólogos y juristas,
Y que fue apoyado por Bartolomé de las Casas....





La situación en el Cono Sur,
Dio lugar a la formación de un par de “ bandos “:
“ Beneméritos “ tradicionales,
Contra ilegales “ confederados “,





En tal contubernio se encontraban funcionarios venales
Y los mercaderes vinculados a los grupos de la Holanda....
Donde pretendían que llegara el metal de Potosí,
¡ Con malas artes y mala saña !





Dos líneas, con razón enfrentadas:
Los que querían proteger talleres e industrias locales
Contra el “ libre comercio “ al servicio enemigo,
En ello andaban las lides imperiales,





La economía de las Indias Habsbúrgicas,
Estaba conociendo una tranquila prosperidad,
Tal fue uno de los cometidos de Hernandarias,
El asegurar esa buena continuidad,





Así lo dejaron establecido,
Las Cortes reunidas en Valladolid,
Año de Mil Quinientos Cuarenta y Ocho;
¡ Por la leonesa ciudad del Pisuerga hay que morir !





Así como también las Reales Cédulas
De Mil Quinientos Sesenta y Cinco
Y Mil Quinientos Sesenta y Nueve,
¡ Recomendando las industrias americanas con ahínco !





A los claros impulsos oficiales,
Se agregó el problema militar,
La pena de la Armada Invencible, del socorro irlandés....
El Sistema de Flotas Anuales-protegidas por galeones-se hubo de realizar,





El desarrollo fabril de la Nueva España y el Perú eran notables,
Miles de obrajes consumían enormes cantidades de algodón,
El contrabando que entraba por Buenos Aires,
De resultados harto desastrosos resultó,





Las manufacturas del Cono Sur iban a ser barridas,
Mientras que el Caudillo Hernandarias se enrolaba en el proteccionismo,
Denunciando las embestidas del “ comercio libre “,
Desarrolló su lucha contra tal abismo,





¡ Oh Patria Grande de la América del Sur,
Gran defensor encontraste en tu Imperio !
Del Paraguay a la Patagonia anduvo,
La lealtad habitaba en su seno,





Enrarecimiento de la situación se produjo,
Con misteriosas muertes como la del Gobernador Negrón,
Se consideró a Hernandarias como nueva clave de gobierno,
Pues se sabía de la alta graduación de su honor,





Numerosas peticiones se dieron a favor de su reelección,
Por ejemplo, la del Cabildo Eclesiástico de Nuestra Señora de la Asunción....
El propio Procurador General de las Provincias del Plata,
Pedro Hurtado de Mendoza, firmó un extenso informe a su favor,




En el año de Mil Seiscientos Catorce,
Hernandarias Saavedra recibió la Real Cédula con su designación,
¡ Oh último jefe de las provincias que prefiguraban el Virreinato,
Mucho y bien tu querido pueblo te aupó !





A partir del Mil Seiscientos Diecisiete,
La división del Guayrá y de Buenos Aires en dos gobiernos,
Anticipó la destrucción de lo que vertebraban grandes ríos....
¡ Vendrían para Sudamérica malos tiempos....!





El incansable luchador de la criollía paraguaya,
Tomó rápidamente sus disposiciones:
¡ A pelear contra los librecambistas,
A vencer a los felones !





El “ contrabando ejemplar “ ( Hacia Norte y Oeste ) inició la persecución,
Siendo los “ beneméritos “ su objetivo,
Góngora hizo detener al Caudillo Rioplatense,
En un acto que no fue nada limpio....





Sometióle a Juicio de Residencia, secuestrando el expediente,
Con las pruebas de las investigaciones realizadas en el último gobierno....
Se burlaron elementales normas; como el respetar al Gobernador del Guayrá;
Los testigos se desdecían y acusaban al Caudillo....¡ Qué tormento !





Quedó Hernandarias difamado y embargado....
Mientras que el antiguo Fiscal Nicolás Ocampo y Saavedra,
Engrillado fue a una dura celda
¡ Doblemente culpable por ser su pariente y por su vehemencia !





El Caudillo sabía defenderse,
Tanto a través de la espada,
Como de la palabra escrita,
¡ Así; así era Hernandarias....!






En aquellos amargos y desesperados días,
Supo que sin Viernes Santo no hay Resurrección;
El asunto fue elevado al Consejo de Indias,
¡ Así, en esto que la Pascua llegó !





La Real Audiencia de Charcas al juez pesquisador nombró,
Tal puesto fue de Alonso Pérez de Salazar,
Quien durante meses analizó el imponente proceso,
Miles de hojas que a sus manos fueron a parar....





Definitiva obra aquella de Hernandarias hijo de la tierra,
Por el Doctor Raúl Molina hecha,
Señalando al buen juez de la Corona,
Hora de gloria restableció por aquellas fechas,





El honor del hidalgo quedó vindicado,
Así como su casa, su familia....
Aunque la lucha contra el contrabando,
Fue a quebrar más de una cabeza altiva,





El ya envejecido Hernandarias siguió informando,
Y luchando contra el peligro extraño,
Poco antes de morir, a Felipe Cuarto escribiría,
Siempre al servicio del Rey, ¡ Encomiable hispano !





Hernandarias Saavedra, ¡ oh lección de honor y fidelidad !
Servicio y entrega por la justicia,
Indiano que forja la Historia,
Ejemplo claro de un hispanista,





Caudillo criollo, vértebra del Sur de Hispanoamérica,
Admirado por los suyos y odiados por los de siempre....
De Asunción al Uruguay, ante Dios, aún el eco levanta
El viento de su memoria, la expresión del valiente....




¡ Gloria a Hernandarias ! ¡ Honor a los que a Dios sirvieron !
Por dicha y noble causa se unieron y extendieron los Reinos Hispánicos,
Que no decaigan ni ánimos ni corazones,
A pesar de vivir momentos trágicos,





¡ Hernandarias Saavedra, que se mantenga vivo tu legado !
¡ Que la causa tradicional por motivos como los tuyos,
Vaya encaminada hacia la Verdad que nos hace libres !
¡ Que el Dios de las batallas nos libere del mal yugo !