Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 10 de 10
Honores8Víctor
  • 2 Mensaje de
  • 1 Mensaje de
  • 1 Mensaje de
  • 1 Mensaje de
  • 3 Mensaje de Mexispano

Tema: Las Casas, visto de costado

Vista híbrida

  1. #1
    Avatar de Mexispano
    Mexispano está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    20 may, 13
    Mensajes
    4,645
    Post Thanks / Like

    Re: Las Casas, visto de costado

    El fraile español que prendió la leyenda negra por usar datos falsos sobre los conquistadores de América

    El dominico Bartolomé de Las Casas denunció como otros muchos españoles la violencia de algunos conquistadores, que se negaban a aceptar que, a ojos de la Corona, los indígenas de América eran vasallos libres que no podían ser esclavizados




    Pintura que representa la llegada de Cristóbal Colón a América - Wikimedia


    César Cervera - C_Cervera_M


    06/07/2016 04:39h - Actualizado: 27/02/2017 16:02h. Guardado en: Historia



    Bartolomé de Las Casas no es el malo de la película, aunque tampoco es el bueno. Para defender una causa justa se valió de datos falsos o poco precisos, que más tarde empleó la propaganda extranjera con el propósito de levantar la Leyenda Negra contra España. En verdad, algunos conquistadores aprovecharon las encomiendas para abusar de los indígenas en contra de las recomendaciones de la Corona española, pero las cifras fueron exageradas adrede para que la voz de los críticos fuera escuchada. ¿20 millones de muertos causados por la violencia y abusos de los conquistadores? Los extranjeros dieron por buena esa cifra hasta que los propios enciclopedistas franceses cuestionaron su verosimilitud. El daño, no obstante, ya estaba hecho.

    Nacido en Sevilla a finales del siglo XV, Fray Bartolomé de Las Casas era hijo de uno de los hombres que acompañó a Cristóbal Colón en uno de sus viajes y, él mismo, viajó en 1502 al Nuevo Mundo. Durante esta primera estancia en América, el sevillano se convirtió en encomendero, que era una forma de esclavitud encubierta.


    Encomiendas, una esclavitud silenciosa

    Esta institución sirvió para canalizar la ambición de los conquistadores de un sistema feudal en América, ante la incapacidad de las fuerzas reales de hacer valer su autoridad. Como explica el libro «La empresa de América: los hombres que conquistaron imperios y gestaron naciones» (EDAF), el proceso consistía en «encomendar» a un grupo de indígenas a un conquistador, un encomendero, como si se tratara de un vasallaje pero sin cesión de tierras.




    Retrato de Bartolomé de las Casas- Wikimedia


    Todo indígena varón entre los 18 y 50 años de edad era considerado tributario, lo que significaba que estaba obligado a pagar un tributo al Rey en su condición de «vasallo libre» de la Corona castellana o, en su defecto, al encomendero que ejercía este derecho en nombre del Monarca. Las encomiendas, no en vano, eran una cesión de los Reyes Católicos a cambio de que los conquistadores corrieran con los gastos de la evangelización, pues debían pagar, entre otros costes, el hospedaje del cura doctrinero.

    En 1510, Bartomomé de Las Casas se ordenó como sacerdote y en los años siguientes ejerció como capellán castrense. ¿Cuándo se encendió en su ánimo esa preocupación por los indígenas? Tradicionalmente se emplaza sus preocupaciones a la matanza de indios en Caonao y la tortura del cacique Hatuey, en Cuba. Sin embargo, no sería hasta 1523 cuando ingresó en la Orden Dominicana y empezó su campaña en defensa de la población indígena y en contra de las encomiendas. Su texto clave fue «La Brevísima relación», dedicada al Príncipe Felipe con la intención de que el futuro Rey de España conociera las injusticias que cometían los españoles en América.
    Guillermo de Orange ataca a España

    El libro iba dedicado al Príncipe Felipe, pero quien más rédito le sacó a largo plazo fue Guillermo de Orange, el hombre que encabezaba en los Países Bajos la rebelión contra el Imperio español. Orange buscaba la forma de debilitar a España a través de la propaganda y se valió de las exageradas cifras del dominico para criticar la conquista de América y pintar a los españoles como esclavistas crueles. Coincidiendo con las negociaciones entre el nuevo gobernador de los Países Bajos, Alejandro Farnesio, y los líderes de las provincias de Flandes más católicas para volver a obedecer al Rey español, lo que vendría a llamarse la Unión de Arras, apareció en Amberes la primera edición francesa de la Brevísima.

    El protestante flamenco que tradujo el texto le dio un título largo pero muy intencionado: «Tyrannies et cruautés des Espagnols perpétrées ès Indes occidentales, qu'on dit le Nouveau Monde, brièvement décrites par l'évêque don frère Barthélemy de Las Casas ou Casaus, de l'ordre de saint Dominique, traduites par Jacques de Migrode pour servir d'exemple et d'avertissement XVII provinces du pays». La estrategia de Orange pasaba por advertir a los católicos de que entenderse con los españoles era hacerlo con opresores de naciones, como así lo habían demostrado en las Indias, que no tardarían en hacer lo mismo en los Países Bajos.




    Fragmento del mural donde Diego Rivera muestra el desembarco de Cortés en Veracruz


    Las traducciones de la Brevísima se multiplicaron en Europa y alcanzaron un número superior a las 62 ediciones. Y por si quedaba alguna duda en el título sobre la maldad de los hispánicos, el traductor sustituyó todas las menciones a los cristianos por la palabra españoles, lo cual tergiversa completamente el texto original del fraile. Como apunta el hispanista Josep Pérez en su libro «La leyenda negra» (Gadir), la intención de Bartolomé de Las Casas era «mostrar la contradicción entre el fin, la evangelización de los indios, y los medios utilizados: la guerra, la esclavitud, el trabajo forzoso, los malos tratos; porque así no se comportaban los cristianos sino los mahometanos. El que fueran españoles era secundario». Es decir, que la crítica no estaba enfocada contra los españoles, sino contra los malos cristianos.


    El artículo 35 prohibía directamente las encomiendas y el artículo 31 ordenaba que los indios sometidos a encomiendas.

    Pero más allá de este uso propagandístico, el trabajo de Las Casas buscaba acabar con los abusos y se engloba dentro de la mala fama que arrastraban los conquistadores, incluso a ojos de la Corona. La orden de los dominicos, la mayoría de teólogos y los profesores más eminentes, entre ellos Francisco de Vitoria, cargaban sin descanso contra la actuación de algunos conquistadores, a los que retrataban como gente violenta, grosera y carente de perspectiva. El fraile español fue muy influyente en la corte castellana y consiguió materializar sus protestas en 1542, con las Nuevas Leyes para el Tratamiento y Preservación de los Indios, que acabaron de golpe con la indefinición legal reinante en América.

    Estas leyes consideraban a los reinos de Indias en los mismos términos que a otros tantos dentro del Imperio español –como podía ser Aragón, Navarra, Sicilia, etc– y clasificaba definitivamente a los indios como súbditos de pleno derecho de la Corona, lo que impedía que fueran esclavizados bajo ningún supuesto. Concretamente,el artículo 35 prohibía directamente las encomiendas y el artículo 31 ordenaba que los indios sometidos a encomiendas. Pero, ya se sabe, del trecho al hecho hay mucho trecho.


    Los franceses del siglo XVIII cuestionan las cifras

    Otras muchas leyes para atajar los abusos se sucedieron desde Madrid –al igual que las revueltas por parte de los encomendadores– y causaron la indignación de un Rey, Felipe II, acostumbrado a que sus órdenes se cumplieran al milímetro, pero que veía en la distancia con América una barrera insalvable: «Yo he sido informado que los delitos que los españoles cometen contra los indios no se castigan con el rigor que se hacen los de unos españoles contra otros (...) os mando por ello que de aquí en adelante castiguéis con mayor rigor a los españoles que injuriaren, ofendieren o maltrataren a los indios, que si los mismos delitos se cometieses contra los españoles».




    Retrato de Felipe II- Museo del Prado


    Las buenas intenciones de Las Casas y su éxito político solaparon algo evidente: sus cifras no se sostenían, y así lo denunciaron un puñado de autores españoles con escasa repercusión. En el extranjero la Leyenda Negra dio por ciertas las palabras del fraile y hasta el siglo XVIII no se empezaron a poner en cuestión. En «El Ensayo sobre las costumbres» (1756), Voltaire reconoció que Las Casas exageró de forma premeditada el número de muertos e idealizó a los indios para llamar la atención sobre lo que consideraba una injusticia.

    «Sabido es que la voluntad de Isabel, de Fernando, del cardenal Cisneros, de Carlos V, fue constantemente la de tratar con consideración a los indios», expuso en 1777 el escritor francés Jean-François Marmontel en una obra, «Les Incas», que por lo demás está llena de reproches hacia la actitud de los conquistadores. Así y todo, la Revolución francesa y la emancipación de las colonias en América elevaron a de Las Casas a la categoría de benefactor de la Humanidad e hicieron olvidar otra vez los trabajos de Voltaire. Asimismo, la emancipación de las colonias disparó la publicación de ejemplares de «la Brevísima».

    En su libro «Imperiofobia y Leyenda Negra» (Siruela), Elvira Roca Barea cuestiona directamente que de Las Casas conociera lo suficiente América para escribir algo así, pues ni se preocupó por conocer a los indios ni su idioma. «Su estancia más duradera fue cuando le nombraron obispo de Chiapas (1544-1550), pero sólo estuvo allí unos meses y en ese tiempo, como cuentan sus contemporáneos». La mayor parte de su vida restante la pasó en la Corte defendiendo sus textos.

    En este sentido, María Elvira Roca Barea sostiene que «su mera lectura es suficiente para desacreditar [la Brevísima relación] como documento fidedigno y no hace falta desarrollar ningún tipo de razonamiento. Produce estupor y lástima a partes iguales. Nadie con un poco de serenidad intelectual o sentido común defiende una causa, por noble que sea, como lo hizo el dominico».




    ______________________________

    Fuente:

    Bartolomé de Las Casas: El fraile español que prendió la leyenda negra por usar datos falsos sobre los conquistadores de América

  2. #2
    Avatar de Mexispano
    Mexispano está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    20 may, 13
    Mensajes
    4,645
    Post Thanks / Like

    Re: Las Casas, visto de costado

    Fray Bartolomé de las Casas y la incierta leyenda negra española

    Un solo hombre provocó el inicio de la peor leyenda negra que España sigue soportando.

    Laura Martín

    Domingo, 6. Diciembre 2015 - 10:14






    A Fray Bartolomé de las Casas se le ha bautizado como Apóstol de las Indias, el nuevo san Pablo, y es tal su popularidad –se le considera pionero de la defensa de los Derechos Humanos- que cuesta, a estas alturas, saber a ciencia cierta qué hay de mito y qué hay de realidad. La extraordinaria fama internacional de De las Casas se fundamenta en pasiones políticas y no en méritos objetivos. He aquí un análisis punto por punto de veracidad de las bondades que le atribuyen a este personaje.


    Leyenda: Fray Bartolomé de las Casas viaja a América a defender a los indios.

    Realidad: Bartolomé de Las Casas no sólo no pretende viajar a las Indias para defender a sus nativos sino que durante la primera década que vivirá allí llevará el mismo estilo de vida que sus compatriotas.

    Se embarca hacia las Indias en 1502 acompañando a Nicolás de Ovando, tercer gobernador nombrado por los reyes Católicos. La expedición llega a la isla La Española (actual Santo Domingo), y allí permanece hasta 1512. Participa activamente en las guerras de su gobernador contra los indios, cuya misión es organizarlos en poblados, en convivencia con los españoles, comenzar la evangelización, y que trabajen recibiendo un jornal por ello. Las Casas, por sus servicios como soldado, recibe recompensas en tierras, oro y siervos.


    Leyenda:Fray Bartolomé es el pionero en denunciar la situación en Indias.

    Realidad:Fueron otros clérigos y otras órdenes quienes pidieron un trato más justo para los nativos, a diferencia de Bartolomé de las Casas que se resistió a ello.

    Cierto es que Colón propuso la venta de esclavos a los Reyes Católicos. La reina Isabel se indignó ante tal propuesta y ordenó poner en libertad a los indios, a los que nombró vasallos del reino al igual que cualquier otro español. Vasallos de la Corona, libres, con los mismos derechos y deberes que cualquier cristiano. Pese a esto, era harto complicado controlar a algunos españoles encomendados en las Américas que no seguían las órdenes reales.

    Fray Antonio Montesinos, respaldado por el rey Fernando, fue el primero en enfrentarse a los que desobedecían las directrices de los reyes Católicos y pretendían a los indios como siervos. Todo aquello que después vendería Las Casas como propio no sería más que una repetición de las denuncias de Montesinos, solo que aderezado por sus propios delirios, invenciones y exageraciones.

    Fernando el Católico, a instancias de Montesinos, nombró una comisión formada por personas de la máxima confianza del fraile para que preservaran los siguientes principios: los indios habrían de ser tratados como libres, instruidos en la fe, que hicieran un trabajo moderado y siempre retribuido, que tuvieran casa y hacienda propia y que vivieran en comunicación con los españoles. Conforme a estos principios se redactaron las leyes de Burgos del 27 de diciembre de 1512. Al año siguiente -el 28 de julio de 1513- añadieron al respecto cuatro leyes más en las que se moderaba el trabajo de las mujeres y se prohibía el trabajo de los niños.

    Las Casas disfrutaba durante esos años de las encomiendas recibidas por Ovando, y no quiso, como religioso, participar de la nueva práctica de los dominicos en la isla La Española: habían decidido negarse a confesar a cualquier español que tuviese indios encomendados. Confesión que negaron al mismo Las Casas porque tenía labranzas con indios.

    En 1512 fray Bartolomé emigró a Cuba, donde no había en toda la isla más clérigo que él. De modo que será tarea suya predicar para el Gobernador, Diego Velázquez, y a su segundo, Pánfilo de Narváez. De Velázquez recibió un repartimiento de indios, que empleó para sacar oro de las minas y para el trabajo en granja.


    Leyenda: Fue hombre humilde y cabal que realizó su labor a la sombra.

    Realidad: No es hasta 1514 que se plantea, de golpe, sin evolución ni causa aparente, que el trato que está dando a sus indios es injusto. Decide renunciar a los siervos y a su hacienda. Pese a que en sus memorias afirma haber abrazado la pobreza en silencio, en secreto, el 15 de agosto de 1514 en la fiesta de la Asunción, en presencia de todas las autoridades, da un discurso vanagloriándose de su acto, se impone como modelo, proclama su renuncia a la encomienda, y afirma que nadie se salvará si no siguen su ejemplo.

    Todos los presentes quedaron admirados de su condición de bondad e incluso santidad, según los escritos de la época, aunque ningún español de Cuba liberó a sus indios. Pero Fray Bartolomé se mostró satisfecho pues le admiraban por su gesto y tenían en estima. Según Menéndez Pidal, las Casas entra en un ritmo de interpretación sistemática paranoide de todo escrito, sagrado o no. Según su interpretación, toda norma ética resalta lo demoniaco de la naturaleza del español. No hay grises, no hay mezcla entre el bien y el mal. Deja de distinguir entre cristianos y decide que cualquier trato con los indios es injusto y tiránico, fuera el que fuere el realmente ejercido. Después de erigirse como el nuevo apóstol del rigorismo moral continúa un año más en la isla de Cuba, sin convertir a ningún español ni lograr que emularan sus pasos.

    Decide ir a Castilla. Embarca el 6 de octubre de 1515 con Montesinos, que le da una carta de recomendación para el Rey. Las Casas ya tiene pasaporte para entrar en la Corte. En diciembre de 1515 llega a Plasencia. El Rey Fernando está postrado enfermo (muere el 23 de enero de 1516) así que fray Bartolomé solo logra ser recibido por el obispo Juan Rodríguez de Fonseca, presidente de los asuntos de Indias en el Consejo Real, al que Las Casas acusa -por despecho por no haber sido recibido por el rey- de soberbio e indiferente, y de hacer caso omiso de sus quejas, en contradicción con la opinión de los demás religiosos con los que se reunió para hablar de la situación de los indígenas.


    La leyenda: El plan de reforma de Cisneros está basado en las ideas de Fray Bartolomé

    Realidad: Muerto Fernando el Católico, Las Casas tuvo que entenderse con el Cardenal Cisneros. Presentó una cada vez más larga relación de crueldades cometidas por los españoles en Cuba, La Española, Jamaica y San Juan. Cisneros había percibido de los dominicos su preocupación por los derechos de los indios. Los franciscanos, por su parte, defendían una postura más paternalista de los españoles hacia los nativos. Pese a ser franciscano también, Cisneros optó por una tercera salida, los frailes jerónimos, y los envió en 1516 a reformar el gobierno de Indias. En aquellas fechas Las Casas no pertenecía a ninguna de las tres órdenes, y Cisneros le confirió un cargo de consejero, para mirar por el bien tanto de los indios como de los españoles. Fray Bartolomé alardeará de haber proporcionado al cardenal la base para la reforma, y añade en sus textos que recibió también un título de Protector universal de todos los indios de las Indias. No consta. Y tales fueron las desavenencias con los jerónimos, que fue destituido de su puesto, hecho que Las Casas oculta, afirmando sin embargo que fue él quien renunció.


    Leyenda: Fue un fiel cronista de lo que ocurrió en Indias

    Realidad: En todos los escritos de Fray Bartolomé no hay datos concretos, sólo descripciones imprecisas, aderezadas de horrores que no aclara ni dónde ocurrieron, ni cuándo, ni perpetradas por quién. Lo único que se saca en claro es que el español –cualquiera- parece tener como labor principal en el Nuevo Mundo la tortura y la matanza de indios.

    No sólo describe salvajadas acontecidas en las tierras adonde él viajó, sino que narra con vehemencia las que, afirma, se perpetraron donde jamás estuvo ni fue testigo. Inventa un genocidio indígena, que, según va escribiendo, tiene una cifra de víctimas diferente. Al principio, doce millones de muertos, luego asciende el número de víctimas a 15 millones, y finalmente asegura que se pudieron contar hasta 24 millones de muertos. Cifras que proporciona y cambia arbitrariamente en la misma obra. Sobra decir que es física y demográficamente imposible. Tanto por la velocidad de la matanza como porque en la América Precolombina se estima que la población apenas superaba los 13 millones de habitantes. Claro que también decía Las Casas que en Santo Domingo había visto 30.000 ríos y que el borde norte de la isla era más grande que toda Portugal.


    Leyenda: Predicó con el ejemplo y actuó desinteresadamente ayudando a los indios

    Realidad: Las Casas denunció que todo el dinero originario de las Américas era fruto del robo a los indios. Son embargo, no dudó en aceptar 100 pesos oro al año como procurador de los mismos. Ni medio millón de maravedíes al año por ejercer como obispo para ellos. Ni la pensión de trescientos cincuenta mil maravedíes que se le designaron al perder el obispado. Nunca ejerció la caridad. No aprendió su lengua, no tenía un contacto de igual a igual con ellos, nunca hizo por educarles ni enseñarles algo de provecho. Entre sus congéneres no tenía especial buena fama. Fray Toribio de Motolinia, clérigo misionero, llegó a escribir en carta al emperador Carlos V que Las Casas era un hombre bullicioso y pleitista, injuriador, “yo conozco a De Las Casas quince años (..) y siempre está escribiendo procesos y vidas ajenas, buscando los males y delitos”.


    Leyenda: Se postuló contra todo tipo de violencia.

    Realidad: La única violencia que denunció y generalizó -exagerando e inventando las cifras- fue la que ejercieron algunos españoles contra algunos indios. Nunca mostró horror ante las costumbres nativas, los sacrificios humanos de las religiones precolombinas, las decapitaciones, la extracción de los corazones de los niños y las prácticas antropófagas. En su visión del mundo, los indios eran ángeles pacíficos y los cristianos demonios destructores.

    No sólo eso. En 1531 propone ante el Consejo de Indias que para liberar a los indios de sus trabajos deberían traerse, desde áfrica, a 4000 negros. Tan buena idea le parece que en 1542 vuelve a insistir en la introducción de esclavos negros en las Indias.

    En definitiva, no hay que despreciar la labor de defensa a los indios en las Américas y el intento de que se aplicaran las justas leyes contra la esclavitud que habían promulgado los Reyes Católicos. Pero ni fue el único español que procuró el bienestar de los indios, ni fue un ejemplo de humildad y caridad, ni son ciertas las barbaridades relatadas, ni es justo que un hombre tan polémico y unos datos tan inexactos generaran una leyenda negra que España lleva siglos arrastrando en su historia.




    ______________________________

    Fuente:


    Fray Bartolomé de las Casas y la incierta leyenda negra española | La Gaceta
    Hyeronimus, ReynoDeGranada y Pious dieron el Víctor.

  3. #3
    Avatar de Mexispano
    Mexispano está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    20 may, 13
    Mensajes
    4,645
    Post Thanks / Like

    Re: Las Casas, visto de costado

    Bartolomé de las Casas y el indigenismo. Natalia K. Denisova.





    https://www.youtube.com/watch?v=ELpL0DeTOas

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Sobre Julius Evola
    Por Ordóñez en el foro Historiografía y Bibliografía
    Respuestas: 2
    Último mensaje: 10/11/2018, 13:42
  2. Sancho III "el Mayor", un Rey pamplonés e hispano
    Por Lo ferrer en el foro Navarra
    Respuestas: 11
    Último mensaje: 17/08/2014, 22:26
  3. Apuntes Socieconómicos Hispanoamérica XVIII
    Por Ordóñez en el foro Hispanoamérica
    Respuestas: 4
    Último mensaje: 27/05/2011, 20:25
  4. D. Alonso Fernández de Lugo
    Por DON COSME en el foro Reino de las Canarias
    Respuestas: 1
    Último mensaje: 04/05/2008, 13:49
  5. Spe Salvi
    Por Hyeronimus en el foro Religión
    Respuestas: 3
    Último mensaje: 04/12/2007, 10:40

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •