Felipe Rivero Diaz: símbolo y ejemplo de la Dignidad Cubana



Por.- Andrés Orta-Derecha Nacional


El Exilio Cubano acaba de vivir una jornada de dolor y luto. La Enseña de la Estrella Solitaria luce hoy, sobre los tres colores nacionales, un nuevo crespón negro.


El pasado Jueves, 14 de Abril, falleció en esta ciudad de Miami, a la edad de 81 años, quien en vida fué mi compatriota, mi amigo y mi jefe: Felipe Rivero Díaz , heroico Combatiente de aquél Ejército de Liberación que el Mundo y la Historia conoce con el nombre glorioso de Brigada de Asalto 2506 .


Felipe fué co-fundador — junto al también llorado Ignacio Novo Sampol — del Movimiento Nacionalista Cubano, la primera organización beligerante del Exilio, creada en un sótano de New York, tan pronto como en Junio de 1.959, cuando muchos de los "líderes" microfoneros que hoy pululan en Miami vestían el oprobioso y pestilente uniforme miliciano de aquella maldita y sanguinaria revolución marxista-leninista que convirtió a Cuba en el Gulag de las Antillas.

En la memoria del Pueblo Cubano prevalece la imagen de aquel Felipe gallardo y valiente que se enfrentó al llamado Tribunal Revolucionario que juzgó a los Héroes de Playa Girón. Todos recordamos como ante las cámaras de la televisión sometida por los lacayos del Kremlin, Felipe, con su cultura y su elocuencia, ridiculizó a aquel viejo bonzo comunista que se llamó Carlos Rafael Rodríguez, agriandole el show que el sátrapa asesino (el cripto-judío Fidel Castro) pensaba montar ante la opinión pública mundial.

Junto a otros Gigantes de la Causa de la Libertad de Cuba, Felipe fué artífice de la llamada Guerra por los Caminos del Mundo, que consistía en golpear al Imperialismo Soviético y a su república satélite del Caribe, allí donde se alzara el trapo sangriento de la hoz y el martillo. Por ese motivo patriótico, Felipe fué perseguido y encarcelado por el Gobierno de los Estados Unidos, lo que demuestra la complicidad secreta y siniestra existente entre el Establishment Sionista de este país y la criminal Tiranía Roja que oprime a Cuba.


Bajo el signo del Rayo, Felipe fué abanderado de la Tercera Posición: ni Washington, ni Moscú, ¡Cuba Libre, Independiente y Soberana! Ni capitalismo liberal, ni colectivismo socialista, ¡un Estado Nacional-Corporativo!

En su programa radial, Felipe tuvo el coraje de sostener esa verdad histórica irrefutable que otros profesionales de la radio conocen perfectamente, pero que la soslayan por miedo o por intereses: que el Comunismo es un instrumento de dominación mundial del Judaísmo Internacional. Y tuvo también el valor de negar públicamente el falso "Holocausto" Judío — el lucrativo HOLOCUENTO de los seis millones — esa mentira infame inventada por el chekista judío Poliakov en ese antro de crímenes y torturas que fué la Lubyanka de la Rusia Bolchevique y comercializada, después, por la sectaria industria cinematográfica de Kosherwood.


Felipe Rivero Díaz, mi compatriota, mi amigo, mi jefe, fué Símbolo y Ejemplo de la Dignidad Cubana. Vaya para él, hacia los Luceros donde ya monta la Guardia Eterna, mi cristiana Oración y mi ¡Presente! nacionalista


Miami, Florida