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Tema: A 30 años del conflicto del Beagle

  1. #1
    Avatar de Erasmus
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    A 30 años del conflicto del Beagle

    Las islas del conflicto con Chile hoy están minadas y desiertas


    Clarín es el primer medio argentino en llegar a la zona. Se ven trincheras, áreas camufladas y cañones oxidados. La Armada chilena ejerce un férreo control militar. Y no hay población civil.



    SOLEDAD. Las ventosas playas de la isla Lennox, sin gente.


    No pueden pasar.

    --¿Cómo no?, si tenemos autorización del Palacio de la Moneda.

    -Es para estar en Chile, no para ir a las tres islas que ustedes quieren visitar.

    -Nuestra credencial fue aprobada por la presidencia de Michelle Bachelet para que trabajemos "sin ningún tipo de restricción".

    -Le insisto, señor periodista, no pueden continuar el viaje en su velero. En todo caso, tienen que pedirme autorización a mí, a la Armada de Chile, porque ésta es mi casa.

    -De ninguna manera es "su" casa.

    -Sí, señor, es "mi" casa.
    ---------------

    Treinta años antes de este diálogo encrespado entre los enviados de Clarín y un oficial de la Marina chilena, en Puerto Williams, Argentina y Chile estuvieron a punto de librar una guerra por las islas Picton, Lennox y Nueva. Fue el capítulo más tenso de un pasado común lleno de problemas limítrofes. Las dictaduras de Jorge Videla y Augusto Pinochet movilizaron tropas hacia el extremo sur del continente. Y hubo fecha y hora para la invasión argentina, frenada increíblemente por una tempestad y, luego, por la mediación del papa Juan Pablo II.

    El marino que hablaba detrás del mostrador de la Capitanía de Puerto parecía disfrutar de la negativa a abrir la puerta del archipiélago:

    -Van a tener que esperar... bastante, supongo.

    Tenía razón, porque los enviados de Clarín estuvieron dos días retenidos en el fin del mundo, con el velero amarrado al muelle Micalvi, a la espera de un nuevo permiso de navegación.
    ---------------

    Zarpar desde Ushuaia rumbo al Cabo de Hornos, en un barco de 12 metros de eslora, es pagar la entrada a un mundo maravilloso: cientos de lobos marinos hacen piruetas a los costados, los albatros se sienten trapecistas y los peces asoman el lomo como si fueran burbujas. No hay nada más apacible que avanzar por el Canal Beagle mientras descansan los vientos bramadores, capaces de hundir al más poderoso acorazado. A babor, la Argentina, allí donde el mapa nacional hace su último trazo. A estribor, Chile. Y por delante, una navegación en paz.

    Cuando anochece, los haces de los faros penetran como espadas la oscuridad y las montañas blancas de los dos países se ponen de acuerdo en el silencio. En ese cuadro avanza el velero, en busca de una historia de hace tres décadas.
    ---------------

    -Hemos chequeado que ustedes, efectivamente, tienen acreditación de nuestro gobierno, lo que necesitamos es saber el motivo del viaje.

    -Ya se lo hemos dicho: queremos hacer una nota sobre la disputa que tuvieron nuestros países en 1978.

    -Nunca han llegado periodistas argentinos a las islas.

    -No lo sabíamos, pero mejor, más interesante.

    -Estamos analizando si pueden continuar la travesía y en qué embarcación.

    -¿Cómo en qué embarcación, si nosotros llegamos hasta aquí en un velero y queremos continuar en él?

    -Me temo que no es posible.

    Cinco oficiales, de distintas jerarquías y en diferentes despachos, hicieron el mismo interrogatorio a los enviados especiales. Juntos, separados, primero al fotógrafo, después al cronista, más tarde al capitán del velero. Buscaban pretextos para desactivar la excursión. Al no encontrarlos, propusieron una salida:

    -Miren, no pueden hacer ese viaje en una embarcación deportiva. Pero la Armada de Chile quiere colaborar... los vamos a llevar nosotros. Es la única posibilidad.
    ---------------

    La inmovilidad por 48 horas en Puerto Williams, sirvió para mejorar la nota, porque hubo tiempo para explorar la isla Navarino, un punto estratégico de los movimientos nerviosos de 1978.

    Tras una caminata por la costanera Juan Pablo II, hacia el este, el paisaje abrió un sendero misterioso, cuesta arriba. Alcanzó con subir 15 metros para descubrir los primeros vestigios de la guerra que no fue. Trincheras cavadas en la turba, trípodes de ametralladoras, lanzamorteros, un baúl de municiones escondido bajo un arbusto. La lomada miraba hacia el Canal Beagle. Contenía huellas de la tensión vivida tres décadas atrás, que, hasta aquí, habían permanecido ocultas a la mirada argentina.

    Cada pisada se enterraba 40 centímetros en la nieve. Y debajo de esa espuma seguían apareciendo restos metálicos de una fortificación enfrentada a Puerto Almanza, en la costa fueguina.

    Una segunda recorrida, en la camioneta de un baqueano, permitió alcanzar la península Róbalo, donde dos baterías antiaéreas aguardaban, ya oxidadas, la llegada del combate. Estaban escondidas en galpones de madera. Parecían rinocerontes enjaulados.

    En la bahía, el toc toc de los pájaros carpinteros de cuerpo negro y copete rojo se confundía con los hachazos de un leñador. El bosque insinuaba nuevos secretos. Por un camino de curvas, utilizado por los chicos para colear en trineo, se abrió la la puerta de un museo abandonado.

    ¿Huesos de dinosaurios?, ¿pinturas rupestres?, ¿puntas de flecha de los yamanas? No, el museo era de material de guerra. El cañón principal, todavía hoy, apunta a Ushuaia. Hay vehículos anfibios y un cartel inequívoco: "LVTP 511, en servicio de 1974 a 1984".

    Cuando por fin llegó la autorización para partir, una última pasada por el locutorio del pueblo deparó otra sorpresa: el mapa chileno pegado en la pared identificaba a las islas Malvinas como "Faklands".
    ---------------

    Desembarcar en Lennox es desafiar el enojo del viento. El bote se sacude entre olas de dos metros, hasta que logra apoyarse en una escalera sin escalones, que exige a los visitantes las astucias de un escalador. Al final del muelle hay un cartel con letras rojas, que dice, inapelable: "Caleta Lennox, un rincón más de la soberanía de Chile".

    Se necesitan dos días con sus noches para recorrer la isla a pie. El terreno es fangoso pero el que se anima puede hallar recompensa: hay pedacitos de oro mezclados con otros metales, riqueza que descubrieron mineros yugoslavos, a pico y pala, durante la fiebre de 1878. Quedan como testigos cuatro casas destruidas, cerca de una mina que, hasta hace 10 años, estaba operativa.

    Por la costa, se descubren fardos de alambres antidesembarco, como los que se usaron en la Segunda Guerra Mundial. Fueron desplegados durante los días tensos entre las dictaduras de Argentina y Chile. Tienen unas chapitas metálicas que enganchan la ropa de los infantes y no les permiten avanzar.

    Dos casuchas camufladas de verde vigilan la soledad a 500 metros de la bandera principal. Se camina sobre caparazones de centollas, caracoles, restos de corales y piedras amarillas. El esplendor de la naturaleza contrasta con el acero de la máquina de matar. Una tapia esconde cápsulas y partes desvencijadas de armamento pesado. El nuevo hallazgo descoloca al oficial que la Armada chilena envió para encauzar los pasos de los enviados de Clarín.

    -Vengan muchachos, hace frío, vamos a tomar una tacita de café.

    Se sirve en la mesa de la única familia que habita la isla, de inmensa hospitalidad.
    ---------------

    -Ahora estamos en las costas de la isla Picton. Es un área vedada para la población civil, porque está minada.

    La advertencia del segundo comandante de la Patrulla Hallef, teniente segundo Alfredo Teixidó, tiene fundamento. Hay seis campos minados en la isla de los bordes acantilados, distribuídos cerca del acceso principal y en las zonas de Banner y Las Casas. Están activos 1.307 artefactos.

    La documentación consultada indica que estas minas no fueron colocadas en 1978, sino entre mayo y julio de 1983, cuando el régimen militar argentino se derrumbaba. El dato ayuda a una revelación histórica: los militares chilenos temían un manotazo de ahogado de la dictadura argentina, luego de la derrota contra los ingleses en Malvinas, en 1982. Chile había dado apoyo logístico a los ingleses y por eso desconfiaba. La temida ofensiva argentina nunca se concretó, pero las minas siguen ahí, bajo un manto de nieve, al acecho.
    ----------------

    También la isla Nueva es un polvorín: cobija siete campos minados, con 1.286 explosivos. El más
    evidente es uno que se ve desde el gomón, en una aproximación a la costa. Queda a metros de la playa, entre el faro y la casa del alcamar (alcalde de mar), y está señalizado con carteles rojos y anaranjados. Los otros están repartidos entre jorobas montañosas. En los últmos cuatro años, cuando dijo haber acelerado su política de desminado, Chile no desactivó minas en la zona, incluidas las que se colocaron más al sur, en las islas Deceit, Freycinet y Hornos, donde los navegantes cambian de océano. Está previsto que se monte un campamento especial para iniciar la tarea en octubre.

    Desde la costa, a 15 metros de distancia, el alcamar de la isla Nueva saluda junto a su perro y el viento vuelve a rugir. El tamaño de las olas amenaza la insignificancia del gomón en el que va Clarín y aconseja regresar a la patrulla de la Armada chilena.

    Hay trampas para centollas y centollones por todo el Canal Beagle. Flotan sus boyas, pero las carnadas están a 80 metros de profundidad. Las centollas se meten en una especie de canasta, atraídas por carne de guanaco, conejos o castores, y luego no pueden salir.

    Son los crustáceos más buscados por la población flotante de Puerto Toro, la escala final antes del regreso. Viven 36 personas en tierra y 120 en los barcos de colores atracados en una pequeña bahía. La escuela de este paraje tiene sólo nueve alumnos.

    Los marinos procuran que la caminata no se desvíe hacia la zona de las trincheras y los pozos de zorro que quedan de 1978. Pero, otra vez, el desvío desemboca en un lugar mejor: un enigmático cementerio, que los chilenos reivindican como prueba de ocupación ancestral. ¿Cuál es la particularidad? Que durante años tuvo cruces, pero no muertos.

    "Fue un caso curioso de un cementerio propagandista. En teoría, contiene seis tumbas, pero no sabemos si son verdaderas o ficticias. Todo lo que podía confirmar y resaltar soberanía pasada y presente de Chile era bienvenido. Tenemos aquí un ejemplo único de lo que maliciosamente podríamos llamar 'cementerio publicitario'.", señala el suizo Denis Chevallay, que es uno de los principales investigadores de la historia de la región.

    Su casa, en Puerto Williams, está decorada con mapas, cartas de navegación y libros sobre el conflicto. Uno, que Denis acerca mientras sirve un té, se titula "Esta noche: la guerra" y recuerda la inminencia del desembarco argentino. Luis Tapia, su autor, rescata estas frases de la época: "Los argentinos no pudieron soportar el temporal y su escuadra regresó a sus bases. Dios es chileno".
    La vuelta a Ushuaia es en el velero, por el ahora ventoso canal. Atrás quedan las tres islas, que juntas superan en tamaño a la Capital Federal. Pero la Historia sigue allí, en las trincheras vacías.



    CON SUMA AMABILIDAD, CONVIDARON UNA MERIENDA A LOS ENVIADOS DE CLARIN.


    En Lennox, una familia solitaria vigila la inmensidad del mar

    Él maneja la radio que guía a los barcos. Ella era una recién nacida cuando se produjo el conflicto.






    "Hace harto frío, los invito a la casa, amigos, mi señora preparó café".

    Lázaro Emanuel Vilches Valenzuela, como se presenta, es el alcalde marítimo de la isla Lennox, ubicada más al sur de todo lo conocido, en la latitud 55. Debajo sólo queda la Antártida y la nada. Lázaro tiene 28 años, no había nacido cuando el territorio que hoy ocupa era objeto de una disputa entre Argentina y Chile, que puso a los dos países al borde de la guerra. Hoy gobierna sobre todos los habitantes del lugar, que no son muchos: apenas su esposa, sus dos hijos y un perro, que no para de mover la cola ante la llegada de los visitantes argentinos.

    Al final de la playa hay una placa de bronce que dice: "Homenaje a los esforzados mineros y navegantes eslavos que con su actitud pionera contribuyeron a afianzar la soberanía de Chile en las islas australes". Buscaban oro allá por 1878, cien años antes de la fecha en que todo pudo haber estallado. Justo ahí se escucha la invitación a merendar en la única casa habitada. El resto son galpones camuflados de colores verdes, escondites y casillas con pertrechos militares.

    -El pan es casero, lo acabamos de sacar del horno-, convida Junia Vázquez Figueroa, que sí tiene 30 años y hoy, con su oferta completa de té, café, obleas y mermelada de moras es la contracara perfecta de la tensión bélica que la envolvió al nacer.

    Los chicos corren lejos de los alambres antidesembarco y ofrecen enseguida prendas de paz: dibujitos que expresan la soledad. Sarai Abigail Vilches tiene cuatro años y como estaba en el kinder (jardín de infantes) se pondrá rápidamente al día cuando vuelva al continente, el año que viene. Mientras tanto, juega con su hermano, Juan José, que pisotea caparazones de centollas y sabe hacer equilibrio en un muelle sin todas sus maderas.

    Lázaro fue destinado allí por la Marina de Chile desde el 13 de diciembre del año pasado. Controla la navegación por la zona y avisa por radio si algún barco entra en emergencia.

    Por esas aguas, vigiladas hace 30 años por submarinos, hoy transitan embarcaciones dedicadas a la pesca y a la navegación a vela. Cada tanto, alguien avisa de la presencia de un barco fantasma, sin tripulantes. Es el Bona Terra, un yate que en marzo era comandado por el polaco Janusz Stowinski, cuando lo sorprendió un temporal. El tripulante fue rescatado, pero la nave quedó a la deriva.

    Para no extrañar, Junia escribe cartas "de seis hojas" a sus familiares del continente. A Lennox, aún no llegó Internet.




    AMISTAD. LAZARO ES EL VIGIA DE LENNOX. SU ESPOSA Y SUS DOS HIJOS LO AYUDAN A VIVIR SIN NADIE MÁS ALREDEDOR.

    Papá orgulloso

    "Hay otras dos familias chilenas en latitudes parecidas , pero sólo con un hijo, de modo que Sarai y Juan José pueden ser los hermanitos más 'australes' del mundo"
    ERA PARA UN MUERTO DEL CRUCERO GENERAL BELGRANO


    Hallan un conmovedor mensaje en una botella



    Flotó dos años por el Canal Beagle, hasta que la encontró un pescador de centollas. El hombre, Javier, se sorprendió por el nombre del destinatario, otro Javier. "¿Quién me escribe desde el más allá?", bromeó primero. Pero siguió leyendo y quedó impactado. Fue por eso que guardó la carta, en su casa de Puerto Williams, Chile. La abrió para Clarín. Dice: "Muy querido hermano Javier: escribo esta carta sabiendo que nunca la leerás. Te imagino llegando a tu hermoso barco, con tus amigos. Pero lo más doloroso es imaginarte partiendo por este canal y no regresar. Tienes ese mar argentino como tumba y tu nombre está en muchos monumentos. Eres un héroe muerto, pero yo te preferiría un hombre más...Olvidé decirte tantas cosas. Creo que nunca supiste que eras mi ídolo, que de chica me maravillaban tus explicaciones sobre el Universo y de grande elegiste a la mujer más buena para que fuera mi cuñada. Ella mantuvo la familia unida y siempre la voy a querer mucho... Dicen que la guerra terminó en 1982, pero para nosotros no, porque nos faltás vos...Mañana echaré flores al mar y rezaré por ti. Te quiero mucho, mucho. Kili".

    El mensaje viajó entre Ushuaia y Punta Burshem. Sus partes más privadas quedan guardadas, por respeto a la familia del subteniente Antonio Javier Ojeda, muerto durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, en la Guerra de Malvinas. Clarín envió una carta a la dirección que había dejado allí su hermana, pero, semanas después, el cartero la devolvió a la redacción. No había encontrado quien la leyera.











    Imperium Hispaniae

    "En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."







  2. #2
    Avatar de Walter E. Kurtz
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Un tío mío (médico de la Armada) estaba en la tripulación de uno de los helicópteros navales que patrullaban la Isla Grande de Tierra del Fuego y el Canal del Beagle durante los años '77 a '78. Frecuentemente recibían disparos de fusil desde las posiciones chilenas en la isla Navarino y las tropas de ocupación de Picton, Lennox y Nueva, y descubrieron varios intentos de infiltración en Tierra del Fuego que fueron luego rechazados en tierra.

    Es un conflicto tristemente olvidado.

  3. #3
    Avatar de ICPCM
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    ¿Quieres discutir en profundidad al respecto? Porque disparos hubo de los dos lados, cosa que no debería ser.

    Pero de fondo hay otra cuestión, los títulos históricos que vienen de la Corona Española, y que se ratifican en el Uti Possidetis, poco después de las independencias, daban a Chile, no sólo las tres islas, a la vez que la totalidad de la tierra del fuego, sino que además la casi totalidad de la patagonia.

    Argentina no tenía razones para pelear por esas islas, salvo las de orden geopolítico, razones que no tienen valor para legitimar la pretensión.

  4. #4
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Desviandome un poco del tema pero al hilo, actualmente como estan las relaciones entre Argentina y Chile en cuanto a lo social de la gente, no institucional. Es sabido las malas relaciones de antaño, pero actualmente como esta la situacion? y si la mala relacion viene desde ese momento o viene de lejos.

  5. #5
    Avatar de FACON
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Cita Iniciado por ICPCM Ver mensaje
    ¿Quieres discutir en profundidad al respecto? Porque disparos hubo de los dos lados, cosa que no debería ser.

    Pero de fondo hay otra cuestión, los títulos históricos que vienen de la Corona Española, y que se ratifican en el Uti Possidetis, poco después de las independencias, daban a Chile, no sólo las tres islas, a la vez que la totalidad de la tierra del fuego, sino que además la casi totalidad de la patagonia.

    Argentina no tenía razones para pelear por esas islas, salvo las de orden geopolítico, razones que no tienen valor para legitimar la pretensión.
    Perdon como que Argentina no tenia derecho a pelear por esas islas??, resulta que ahora la patagonia pertenece a Chile . La Capitanía general de Chile en la corona española ocupaba solo la mitad de su territorio actual, lo demas era perteneciente al Virreinato del rio de la Plata, y por tanto perteneciente a la posterior Argentina. claro que el sistema chileno es de ocupación y después diplomacia, pero ya está ocupado.

    Siento responderte así pero no considero que digas que no tenemos razones para pelear por esas islas, las tenemos tanto títulos históricos como geopolíticos. Asi qe hay que abrir un debate sin insultar ni nada porque esto es un foro hispanista y nos engloba a ambos
    El noble es aquel:
    que tiene alma para sí y para otros.
    Son los nacidos para mandar.
    Son los capaces de castigarse y castigar.
    Son los que en su conducta han puesto estilo.
    Son los que no piden libertad sino jerarquía.
    Son los que sienten el honor como la vida.
    Son los capaces de dar cosas que nadie obliga y abstenerse de cosas que nadie prohíbe. Son los...

    ("El nuevo gobierno de Sancho" Leonardo Castellani)

  6. #6
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Me gustaría estar en el debate sobre los territorios de la Patagonia y el Beagle y todo esto y los problemas con Chile, como también ver u observar los tratos que hay entre argentinos y chilenos para, también, contestarle a Cruzado.

    Yo, se poco del tema, soy ignorante, pero ayudaré, claro que a la Argentina y a Facon, por el tema.

    Salud hispano y en Cristo.
    -- " ¡Dios, Patria y Familia... o muerte! " --

  7. #7
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    No es por nada, pero este tema lo trasladaría al purgatorio.
    Vita hominis brevis:
    ideo honesta mors est immortalitas

    Que no me abandone la Fe,
    cuando toque a bayoneta,
    que en tres días sitiamos Madrid
    y en otros quince la capital, Lisboa.


    Sic Semper Tyrannis

  8. #8
    Avatar de Hyeronimus
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Espero que no vayamos a tener guerra en el foro entre argentinos y chilenos.

  9. #9
    Avatar de ICPCM
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Hyeronimus:

    A eso apuntaba con la pregunta que hago antes de la contestación misma.

    No quiero discutir al respecto.


    Te recomiendo darle un vistazo a Breve historia de las fronteras de Chile de Jaime Eyzaguirre.

    La recopilación de las leyes de los reinos de indias señala los límites de la Gobernación del Río de la Plata, antecesor directo del virreinato, que abarcaba "todas las ciudades, villas y lugares y tierra que se comprenden en las provincias del Río de la Plata, Paraguay y Tucumán, no embargante que hasta ahora hayan estado debajo del distrito y jurisdicción de Charcas".
    A su vez, la jurisdicción de la Audiencia de Santiago de Chile fue fijada en la recopilación como: "...la que tenga por distrito todo el Reino de Chile; hasta el Estrecho de Magallanes; y la tierra adentro, hasta la provincia de Cuyo; inclusive".



    Laurie & Whittle - 1808

    La gran diferencia con lo anteriormente expuesto, respecto del virreinato de La Plata es la incorporación de Cuyo a su jurisdicción, decisión soberana de su majestad el Rey, y que es incuestionable.


    La Provincia de la Plata jamás se ha extendido hacia la Patagonia, menos aún hasta el mismo Magallanes.

    La Corona le dejó a Chile la Patagonia, que Chile entregó a Argentina bajo presión (porque una cosa es vencer a Bolivia y Perú, y otra distinta a ambos más Argentina). Decisión que debe ser respetada como un pacto válido (al menos para efectos de esta discusión), pero que tampoco extiende soberanía a la Argentina respecto de las Islas del '78.


    El gobierno Argentino buscó esa guerra para intentar una unidad nacional artificial. Argentina aceptó el laudo papal porque el Chile del presidente Pinochet estaba desprestigiado ante el Vaticano por obra de los demócratas (pseudo)cristianos, y pensaron que les sería favorable, con lo que obtendría una victoria doble, y vendería la imagen de "triunfo sin sangre". Ello no resultó, pues los títulos de Chile eran mejores que los que Argentina decía tener. Al final, intentaron algo parecido con las Malvinas/Falklands, pero el fervor patriótico no salvó al regimen, y sí salvó a Thatcher, que casi pierde el gobierno antes de ello.

  10. #10
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Cita Iniciado por ICPCM Ver mensaje
    ¿Quieres discutir en profundidad al respecto? Porque disparos hubo de los dos lados, cosa que no debería ser.

    Pero de fondo hay otra cuestión, los títulos históricos que vienen de la Corona Española, y que se ratifican en el Uti Possidetis, poco después de las independencias, daban a Chile, no sólo las tres islas, a la vez que la totalidad de la tierra del fuego, sino que además la casi totalidad de la patagonia.

    Argentina no tenía razones para pelear por esas islas, salvo las de orden geopolítico, razones que no tienen valor para legitimar la pretensión.
    Estimado hermano trasandino: No pretendía con mi comentario comenzar un debate amargo que no nos lleva a ningún lado. Lamentablemente las disputas entre "argentinos" y "chilenos" vienen de lejos y hasta se podría decir que las heredamos de Cortés y Valdivia.

    Es más mi comentario iba en sentido contrario, apuntando a los argentinos que nos hemos olvidado por completo de esos hechos y de la gente que arriesgó su vida durante esa "guerra fría" entre ambos países hermanos.

    Respecto a la historia, las cosas no son tan simples como se suelen presentar de ambos lados. Por un lado, está claro que las capitulaciones de Felipe II asignaron las tierras correspondientes al adelantado Sarmiento Gamboa (toda la Patagonia desde el Pacífico al Atlántico) a los herederos del adelantado Pedro de Mendoza en compensación por las tierras de Chile que (sin saberlo Carlos V cuando las otorgó a Mendoza) ya estaban ocupadas por españoles venidos del Perú. Pero más allá de estos "derechos" otorgados en la Península, también está claro que la realidad de la vida en Indias iba a otra velocidad para cuando desde el Reino Argentino se intentó hacer cumplir estas disposiciones.

  11. #11
    Avatar de Mendocino
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Cita Iniciado por ICPCM Ver mensaje
    Hyeronimus:

    A eso apuntaba con la pregunta que hago antes de la contestación misma.

    No quiero discutir al respecto.


    Te recomiendo darle un vistazo a Breve historia de las fronteras de Chile de Jaime Eyzaguirre.

    La recopilación de las leyes de los reinos de indias señala los límites de la Gobernación del Río de la Plata, antecesor directo del virreinato, que abarcaba "todas las ciudades, villas y lugares y tierra que se comprenden en las provincias del Río de la Plata, Paraguay y Tucumán, no embargante que hasta ahora hayan estado debajo del distrito y jurisdicción de Charcas".
    A su vez, la jurisdicción de la Audiencia de Santiago de Chile fue fijada en la recopilación como: "...la que tenga por distrito todo el Reino de Chile; hasta el Estrecho de Magallanes; y la tierra adentro, hasta la provincia de Cuyo; inclusive".



    Laurie & Whittle - 1808

    La gran diferencia con lo anteriormente expuesto, respecto del virreinato de La Plata es la incorporación de Cuyo a su jurisdicción, decisión soberana de su majestad el Rey, y que es incuestionable.


    La Provincia de la Plata jamás se ha extendido hacia la Patagonia, menos aún hasta el mismo Magallanes.

    La Corona le dejó a Chile la Patagonia, que Chile entregó a Argentina bajo presión (porque una cosa es vencer a Bolivia y Perú, y otra distinta a ambos más Argentina). Decisión que debe ser respetada como un pacto válido (al menos para efectos de esta discusión), pero que tampoco extiende soberanía a la Argentina respecto de las Islas del '78.


    El gobierno Argentino buscó esa guerra para intentar una unidad nacional artificial. Argentina aceptó el laudo papal porque el Chile del presidente Pinochet estaba desprestigiado ante el Vaticano por obra de los demócratas (pseudo)cristianos, y pensaron que les sería favorable, con lo que obtendría una victoria doble, y vendería la imagen de "triunfo sin sangre". Ello no resultó, pues los títulos de Chile eran mejores que los que Argentina decía tener. Al final, intentaron algo parecido con las Malvinas/Falklands, pero el fervor patriótico no salvó al regimen, y sí salvó a Thatcher, que casi pierde el gobierno antes de ello.
    Mirá la verdad que no quiero armar lio pero eso de que la Patagonia era de Chile . No me vengas con ese cuentito!! La Capitanía Gral de Chile como bien dice facón era un pedazo de lo que Chile actualmente es.. Pero bueno los chilenos siempre tuvieron ansias expansionistas, asi jodieron a Perú y Bolivia con sus compañias guaneras....
    Además el mapita ese que pones que por lo que parece es inglés, no le creo (Ingleses y Chilenos son aliados y entre bomberos no se pisan la manguera).
    Y Por último eso de Malvinas \Falklands????? Se te nota hasta la legua que no nos querés... Desde cuando los ingleses tienen derechos sobre las Islas Malvinas??? Cuanto le pagaron a Chile para ternerlo de perrito faldero??? Y eso de que vos las llames Falklands demuestra que no te interesa la unidad hispanoamericana asi que espero que no te llenes la boca con eso en otros lados del foro....
    No digo nada más porque es el Día de Santa María Madre De Dios y no quiero arruinarlo...
    PD: Justo que ayer pensaba que había chilenos buenos que podía considerar hermanos, te lo digo con sinceridad me extraña y me duele mucho de vos eso de "Falklands" porque te he seguido y se te nota buen Católico, uno se espera eso de un chileno medio, no de un hermano en Cristo que conoce quien es el enemigo común de hispanoamérica...
    Saludos desde Argentina y al pie del Cañon...

  12. #12
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Estimado Mendocino:

    No es justo negar la historia.

    Inglaterra tiene títulos históricos sobre las Falklands. Mientras el vicario de Cristo no los retire, por muy lejanos y coloniales que sean, no corresponde negar dicho dominio.

    Con todo, Argentina los puso en duda, y los debatió en contienda bélica, perdiendo. Hasta donde sé, no hay razón para negarle a Inglaterra el derecho de conquista logrado en 1982, asumiendo incluso la tesis argentina de la usurpación previa.

    Dicho lo anterior, accesorio al dominio es el nombre dado al territorio. Falklands o Malvinas, da lo mismo. Y no porque sea un país repleto de masones obraré contra la justicia respecto de ellos.

    Es mejor padecer el mal que hacerlo. Lo siento, pero es exigencia de justicia la cuestión de los títulos británicos en las islas.

    Respecto de los territorios chilenos y la interrogante que da origen al tema, me parece insatisfactorio que intentes negar títulos, que se remontan a la Corona Española y a través de ella al Vicario de Cristo, títulos que son ratificados por mapas de época, cuya validez criticas por pretender que ya en 1808 la Capitanía General de Chile mantenía una alianza con el Imperio Británico. ¡Me acabo de enterar que antes de la existencia nacional, y de que tal conciencia existiese, Chile ya era un ayudante de la leyenda negra, siendo el aliado que materializa los planes británicos en hispanoamérica!... ¡Por favor!.

    Respecto de las guerras con Perú, podrías darle un vistazo a sus causas, y al estado militar al finalizar las mismas, porque si fuesen guerras de expansión, entonces en la guerra contra la confederación Perú-Boliviana (1836-1839) Chile se habría expandido (llegamos a Lima, II), y no fue así, y en la Guerra del Pacífico, la expansión debiese haber sido aún mayor (Lima III), que de responder a un "expansionismo", nunca habría resultado en la entrega voluntario de Tacna, en 1929.

  13. #13
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Malvinas - Antecedentes históricos y jurídicos (1982)




    Las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur son argentinas.

    Son argentinas por las siguientes razones:

    -Geográficas: por su proximidad al continente y porque la composición geológica hace de su suelo gredoso una prolongación de la meseta patagónica.

    -Históricas: pues el descubrimiento ofrece vertientes desde Américo Vespucio hasta Magallanes y otros navegantes españoles.

    -Jurídicas: por adjudicación papal a España, admitida por las potencias de la cristiandad y por la breve colonización francesa, cuyo desalojo por España se realizó en la plena comprensión del derecho.

    -Administrativas: porque España estableció una pequeña y próspera colonia y porque sus derechos, tras la Revolución de Mayo de 1810, fueron transmitidos a su sucesora, la República Argentina.

    Islas Malvinas

    El 3 de enero de 1833, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte consumó la ocupación de las islas, en una clara violación del derecho internacional. Desde entonces, la Argentina busca el ejercicio efectivo de su soberanía.

    El descubrimiento de las islas se adjudicó a diferentes personas. Entre otros, cabe mencionar a Américo Vespucio (1501), a Esteban Gómez, quien en 1520 formó parte de la expedición de Magallanes con el mando de la nave "San Antonio", y a los tripulantes de una nave de la armada del obispo de Plasencia, a quienes se atribuye la autoría del más antiguo asiento malvinense del que se tenga noticia. Según se sabe, el 4 de febrero de 1540, hallándose estos tripulantes en la boca del Estrecho de Magallanes, vieron "unas ocho o nueve islas" delante de la tierra, que creyeron firmes; luego abordaron un lugar que llamaron puerto de las Zorras, en la Gran Malvina, donde habrían invernado.

    La cartografía y las crónicas de viajes del siglo XVI registraron la existencia de las islas con diversos nombres: de los Patos, Sansón, San Antón o Ascensión. Entre los navegantes que dieron noticias de ellas figura el capitán holandés Sebald de Weert, quien el 24 de enero de 1600 las avistó situándolas a 50º 40´ latitud sur. Luego, difundió su carta geográfica en Europa, por la cual al archipiélago noroccidental se lo denominó "Sebaldinas". El nombre "Malvinas" es la derivación fonética española del francés "Malouines" con que las llamaron por ser el puerto de Saint Maló el lugar del que zarparon los primeros navegantes franceses que las visitaron.

    Gran Bretaña atribuye al Capitán John Strong el supuesto descubrimiento y desembarco; el 6 de febrero de 1690, éste habría navegado el canal que separa las dos islas mayores, al que denominó "Falkland Sound" en honor al vizconde, entonces jefe del Almirantazgo. Tal nombre se extendió primero a la isla occidental y luego a todo el archipiélago.

    La jurisdicción y soberanía de España sobre las islas provenían de un título pontificio, anterior y superior al descubrimiento. En 1493, el papa Alejandro VI, a través de las Bulas Pontificias, asignó a España, a sus herederos y sucesores, todas las islas y tierra firme descubiertas o por descubrir hacia el oeste de una línea ubicada a 100 leguas al oeste de las islas de las Azores o de Cabo Verde, límite que fue ampliado en junio de 1494, cuando se firmó el Tratado de Tordesillas entre los reyes de España y Portugal.

    Con el propósito de proteger la integridad territorial del imperio, mantener el statu quo colonial y sostener la vigencia del principio de exclusividad en la navegación y el comercio, España celebró sucesivos tratados con las potencias, en los que éstas ratificaron el compromiso de no intervenir en el Atlántico Sur, región donde Inglaterra, especialmente, pretendía establecer una escala antes de traspasar el temido Cabo de Hornos.

    La primera colonización del archipiélago malvinense la realizó Francia. En 1763, ante la pérdida de una gran parte de sus posesiones frente a Inglaterra, el marino y militar Luis Antonio de Bougainville propuso a su gobierno una indemnización mediante el descubrimiento de las tierras australes y de las islas que se hallaren sobre la ruta.

    La expedición, formada con los navíos "El Águila" (20 cañones) y "La Esfinge" (12 cañones), zarpó del puerto de Saint Maló en septiembre y tras una breve recalada en Montevideo, el 3 de febrero de 1764, los marinos franceses divisaron una gran bahía en la Malvina oriental.

    El 17 de marzo, Bougainville emplazó la colonia en Puerto Luis, una legua al fondo de la bahía, en la costa del norte.

    Inicialmente, el establecimiento contó con veintinueve pobladores, cinco mujeres y tres niños. Se construyeron casas, un gran almacén y el fuerte San Luis, que poseía doce cañones puestos en batería. En el centro, contaba con un obelisco de veinte pies de altura, con la efigie del Rey decorando uno de sus lados. Bajo sus cimientos, se enterraron algunas monedas y una medalla, la que tenía grabada, en una de sus caras, la fecha de la empresa y, en la otra, el rostro del Rey con la leyenda "Tibi serviat ultima Thule". El 5 de abril, Bougainville, en nombre del rey de Francia, tomó posesión de todas las islas.

    España conoció la existencia de la próspera colonia y exigió a Francia el cumplimiento del Pacto de Familia firmado entre los Borbones en 1761. El rey de España convino en indemnizar a Bougainville por los gastos que le había ocasionado la fundación de la colonia.

    El 1 de abril de 1767, Puerto Luis fue reintegrado a España. Ese día, los españoles enarbolaron su bandera y, desde tierra y desde los navíos, saludaron con veintiún cañonazos la salida y la puesta del sol. Algunas familias francesas optaron por quedarse y el resto, incluida la plana mayor, se embarcó en las fragatas españolas hacia Montevideo.

    El 2 de abril, el Capitán de Navío Felipe Ruiz Puente se convirtió en el primer gobernador español de Malvinas pues, con anterioridad, el 2 de octubre de 1766, Carlos III había creado la Gobernación de las Islas Malvinas, bajo dependencia del gobernador de Buenos Aires.

    Gran Bretaña renovó su interés en las islas a partir de 1765, cuando una expedición al mando del Comodoro John Byron -que arribó al Atlántico Sur con la misión de reconocer lugares convenientes para establecer una o varias colonias- exploró las costas de la Malvina occidental y se asentó en un lugar que el jefe inglés bautizó "Puerto Egmont" en honor al entonces primer lord del Almirantazgo. En nombre de su rey, tomó posesión de este punto e islas vecinas; luego, siguió viaje rumbo al Estrecho de Magallanes.

    El 8 de febrero de 1766, otra expedición, a las órdenes del Capitán John Mc Bride, arribó a Puerto Egmont, donde estableció un torreón de defensa.

    Mc Bride tenía instrucciones de "evitar cuidadosamente toda medida de hostilidad o violencia en el caso de encontrar pobladores de otras nacionalidades". El 6 de diciembre, los ingleses descubrieron Puerto Luis e intimaron a su jefe la entrega del establecimiento. Ante la negativa de éste, se alejaron de inmediato.

    Carlos III, por real orden del 25 de febrero de 1768, ordenó al gobernador de Buenos Aires, Francisco de Paula Bucarelli, que efectuara el desalojo de los ingleses de Puerto Egmont.

    Bucarelli confió esa tarea al mayor general de la Armada Real, Capitán de Navío Juan Ignacio de Madariaga. De Montevideo partieron las fragatas "Santa Rosa", "Industria", "Santa Bárbara" y "Santa Catalina" y el chambequín "Andaluz", en los que iban embarcados 1.500 hombres, entre granaderos, fusileros y artilleros. El 4 de junio de 1770, la flota fondeó en la bahía de Puerto Egmont y Madariaga conminó al jefe de la guarnición a abandonar la plaza.

    Sin mayor resistencia, la guarnición inglesa se rindió el 10 de junio y la estratégica base quedó a cargo de un destacamento español.
    Gran Bretaña exigió a España una reparación por el ultraje inferido a su dignidad atacada -según su gobierno- en una situación de paz. El arreglo de devolución, que estuvo precedido por tensas tratativas en las que Francia intervino como mediadora, se concertó en Londres, el 22 de enero de 1771. Allí se procedió a la firma de la "Declaración de Masserano", por la cual el rey español se comprometía a restituir a su par inglés la posesión del puerto y fuerte Egmont, pero con la reserva de soberanía española, que fue aceptada plenamente por aquel país. Al volver la situación al estado anterior al 10 de junio de 1770, quedó en evidencia la precariedad de la ocupación inglesa.

    Por convenio privado, la Corte de España impuso que la retirada inglesa de las islas se efectuara tan pronto como fuese conveniente, una vez restituido el asentamiento. Puerto Egmont fue devuelto a los ingleses en septiembre de 1771.

    En mayo de 1774, se produjo la evacuación, voluntaria y silenciosamente. Los ingleses dejaron una placa de plomo -la placa del Teniente Clayton- con la leyenda "Las islas Falkland son del derecho y propiedad exclusivos del rey Jorge III", símbolo que fue retirado por las fuerzas españolas y luego llevado a Buenos Aires.

    España, entonces, ocupó todo el archipiélago como única soberana y, desde el 2 de abril de 1767 hasta 1811, ejerció indiscutiblemente su soberanía sobre él a través de una veintena de gobernadores.

    En 1811, España fue desplazada por el gobierno que surgió de la Revolución de Mayo. El 13 de febrero, por orden del gobernador de Montevideo, Gaspar de Vigodet, las fuerzas apostadas en Puerto Soledad, al mando del gobernador Pablo Guillén Martínez, fueron trasladadas a esa ciudad.

    Con el proceso de independencia, las nuevas repúblicas, constituidas a partir de la transformación política del antiguo imperio español, poseyeron el derecho a tener por límites los de las primitivas unidades administrativas. Las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur formaron parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, hoy República Argentina.

    Desde el 6 de noviembre de 1820 hasta el 3 de enero de 1833, momento de la usurpación inglesa, la Argentina tomó posesión, mantuvo y reafirmó su soberanía en el archipiélago en distintas ocasiones.

    El 6 de noviembre de 1820, siguiendo instrucciones del gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, el Capitán David Jewett, comandante de la nave "Heroína", en una ceremonia de carácter formal, ratificó los propios derechos e izó la bandera nacional en Puerto Soledad, saludándola con veintiún cañonazos. Luego, distribuyó una carta circular entre los capitanes de los casi cincuenta buques anclados en las caletas próximas, en la que les participó la toma de posesión en nombre del Gobierno de las Provincias Unidas en Sud América. Este documento tuvo difusión en la prensa europea.

    En agosto de 1823, el gobierno concedió a Jorge Pacheco el usufructo del ganado lanar salvaje que poblaba las Malvinas, pero éste, desalentado por el mal comienzo de la explotación, vendió los derechos a Luis Vernet, quien llegó en 1826 para establecerse en Puerto Soledad con su esposa, María Sáenz.

    El 10 de junio de 1829, el gobernador delegado, Martín Rodríguez, instituyó la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas, con sede en la isla Soledad, cuya área cubría hasta el Cabo de Hornos, en el Atlántico. Luis Vernet ejerció el cargo de gobernador desde el 29 de agosto de ese año y tuvo la tarea de aplicar los reglamentos sobre pesca de anfibios, cuya caza indiscriminada por parte de los loberos y balleneros extranjeros constituía un grave problema.

    El pago por derecho de anclaje fue sistemáticamente eludido por los balleneros. En agosto de 1831, debido a un incidente con tres pesqueros norteamericanos, Vernet se retiró a Buenos Aires, donde arribó con la goleta "Harriet", cuyo cargamento había incautado con el fin de someter el caso al fallo del Tribunal de Presas.

    El cónsul norteamericano en Buenos Aires desconoció el derecho argentino a reglamentar la pesca en las Malvinas. A fines de ese año, personal de la corbeta de guerra "Lexington", de la Armada de los Estados Unidos, incursionó en Puerto Soledad, al mando del Capitán Silas Duncan, y cometió hechos gravísimos: saquearon los bienes y las propiedades, destruyeron las instalaciones de artillería y tomaron prisioneros a los principales pobladores, a quienes condujeron a Montevideo.

    La acción de Duncan causó conmoción en Buenos Aires. En junio de 1832, el nuevo encargado de negocios norteamericano, Francis Baylies, siguiendo instrucciones de su gobierno, exigió la desautorización de Vernet, la devolución de los bienes incautados por él y el pago de una indemnización; también puso en duda los títulos de soberanía argentina. El gobernador Juan Manuel de Rosas lo declaró "persona no grata" y le dio sus pasaportes.

    La Argentina inició ante el gobierno norteamericano el reclamo por las pérdidas sufridas. En 1838, Carlos de Alvear presentó la primera queja en Washington, pues nuestra representación diplomática en ese país sólo fue cubierta a partir de ese año. Recién el 4 de diciembre de 1841, aquel gobierno consideró que no debía dar una respuesta porque el derecho argentino a la jurisdicción sobre las islas era disputado por otra potencia y una respuesta en esas circunstancias hubiera implicado un desvío de la que hasta entonces había sido su política cardinal.

    A fines de 1885, el ministro Vicente G. Quesada renovó el desacuerdo argentino ante el secretario de Estado Tomás F. Bayard, quien reafirmó la posición de su gobierno sobre el asunto, la que sólo cambiaría en caso de que Gran Bretaña reconociera la soberanía argentina sobre las Malvinas.

    El 18 de marzo de 1886, en comunicación al gobierno argentino, Bayard consideró inaplicable la llamada "doctrina de Monroe" al caso Malvinas. Hasta la fecha, el gobierno estadounidense no ha dado las satisfacciones debidas por este vandálico proceder.

    USURPACIÓN INGLESA
    El gobierno inglés tenía noticias sobre el estado y población de las islas Malvinas, datos aportadas por el Capitán Fitz Roy luego de su periplo al sur, en 1829. Gran Bretaña emprendió, nuevamente, la posesión de las islas como una escala para descanso y abastecimiento en la ruta de navegación hacia Australia y Tasmania por el Cabo de Hornos o el Estrecho de Magallanes.
    Prologada por el atentado de la "Lexington", la invasión inglesa quedó a cargo del Capitán John James Onslow.
    El 2 de enero de 1833, al mando de la fragata "Clío", se lanzó al ataque de Puerto Soledad. Penetró en la bahía, donde se encontraba la goleta argentina "Sarandí", al mando del Teniente Coronel José María Pinedo, a quien comunicó las órdenes del Almirantazgo, consistentes en tomar pronta posesión de las islas.
    Pinedo atinó a dejar sentada una protesta formal, designó un representante y se embarcó en la goleta para regresar con su gente a Buenos Aires, donde fue sumariado por no resistirse a la usurpación. Días después, fondeó en la bahía la goleta "Beagle", cuyo comandante era Fitz Roy.

    La nueva situación llevó a la colonización permanente de las islas y al desmembramiento de la unidad territorial argentina. En Puerto Soledad, los ingleses hicieron uso de las instalaciones y de la mano de obra contratada por la empresa Vernet. Con el pretexto de estar bajo dominio británico, el encargado de los almacenes, William Dickson, irlandés, rechazó los vales firmados por el ex gobernador que los peones argentinos recibían como pago de salario. Además, el capataz Juan Simon, francés, junto con Mateo Brisbane, ex mayordomo de Vernet, pretendieron incrementar el trabajo del personal argentino.

    Tres gauchos y cinco indios charrúas, conducidos por Antonio Rivero, se sublevaron y, luego de una corta lucha en la que murieron Brisbane, Dickson y Simon, tomaron la casa de la Comandancia el 26 de agosto de 1833. Arriaron la bandera inglesa e izaron el pabellón nacional, el cual, por casi seis meses, ondeó en Puerto Soledad.

    En enero de 1834, dos embarcaciones inglesas arribaron al puerto. El Teniente de Marina Henry Smith, nombrado comandante de la isla, izó nuevamente la bandera inglesa e inició la persecución de los sublevados; de a uno, los gauchos cayeron en manos de los invasores. Rivero, solo, sin resistencia, se entregó el 18 de enero.

    Los prisioneros fueron remitidos a Gran Bretaña para ser procesados. Luego, el gobierno inglés permitió su regreso, pues consideró que los hechos no habrían ocurrido en territorio de la Corona.

    Mientras tanto, los sucesos sobre el desalojo argentino de Malvinas fueron puestos en conocimiento de las autoridades bonaerenses en un detallado informe presentado por Pinedo. El gobierno de Buenos Aires, encabezado por Juan Ramón Balcarce, inició el reclamo por el atropello ante el encargado de negocios británico Philip Gore y, en la Corte de Londres, el 24 de abril, el ministro plenipotenciario, Dr. Manuel Moreno, pidió una explicación oficial por la ocupación de las islas.

    El gobierno británico avaló la actuación de Onslow. El 17 de Junio, Moreno presentó una Memoria-Protesta impresa en inglés y francés y, a fines de ese año, difundió un folleto en inglés denominado "Observaciones sobre la ocupación por la fuerza de Malvinas por el Gobierno Británico en 1833", destinado a hacer conocer el problema entre los círculos diplomáticos europeos. Pero, en 1842, Inglaterra dio por terminada la cuestión y estableció en las islas una administración civil con un gobernador.

    TRATAMIENTO DE LA CUESTIÓN MALVINAS EN EL SENO DE LAS NACIONES UNIDAS

    En 1945, el conflicto entró en una nueva fase, pues la Argentina se amparó en el derecho internacional al litigar en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, cuya Carta propugnaba la independencia de los territorios no autónomos, entendiendo por tales en ese entonces, aquéllos que carecían de gobierno propio.

    En 1960, se convocó la XV Asamblea General de las Naciones Unidas, de la que emanó la resolución Nro. 1.514, de fecha 14 de diciembre, denominada "Declaración sobre concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales". En uno de sus fundamentos -la conservación de la unidad nacional y de la integración territorial- se encuadró el caso Malvinas.

    En 1961, por la resolución Nro. 1.654 (XVI Asamblea), se creó un Comité Especial de Descolonización compuesto por 17 países, número que se amplió, en 1962, a 24.

    En 1964, el Comité de los 24 estableció tres subcomités de trabajo, uno de los cuales debió considerar el caso; la Argentina pudo participar en la discusión, otorgándosele voz, aunque no voto.

    Las partes definieron el status de las islas Malvinas: la Argentina consideró que las islas fueron ocupadas por la fuerza; Gran Bretaña, potencia administradora, afirmó que las islas eran colonias y las Naciones Unidas, sobre la base de la afirmación británica, determinaron que el territorio (no la población) de las islas debía ser descolonizado, ya que el caso se encuadraba dentro de los artículos 73 y 74 de la Carta y de la resolución Nro. 1.514.

    El 18 de septiembre, el Subcomité III aprobó un informe -luego ratificado por el Comité de los 24- que representó para la Argentina un avance significativo: el agregado de la denominación "Malvinas", entre paréntesis, junto a la inglesa de "Islas Falkland", el reconocimiento de la disputa existente entre ambos gobiernos y la referencia en el documento a los "intereses" y no a los "deseos" de los malvinenses.

    Además, el Comité recomendó a las partes en disputa que entablaran negociaciones.

    En 1965, la cuestión no llegó al ámbito de la Asamblea General, pues en lo inmediato se presentaban otros problemas. Pero, en septiembre, la cancillería argentina inició tratativas con el gobierno británico, a efectos de alcanzar una solución pacífica. La respuesta de éste inició dos constantes de su diplomacia: la de excluir la discusión sobre la soberanía, y la de alardear en el desconocimiento de la resolución Nro. 2.065 (XX Asamblea) sobre descolonización, emitida el 16 de diciembre de ese año.

    En el lapso de 1966-1969 no hubo avances.

    Como derivación de la resolución Nro. 2.065 (XX Asamblea) de las Naciones Unidas, en 1969 los dos países convinieron en realizar conversaciones especiales que dieron por resultado la "Declaración Conjunta de Buenos Aires" del 1 de abril de 1971, la cual afirmó el mutuo compromiso de mejorar las comunicaciones, romper el aislamiento y atender, por parte de la Argentina, a los intereses de la población malvinense (aprovisionamiento, asistencia sanitaria y educación).

    A tal efecto, se creó una Comisión Consultiva Especial, con delegados británicos y argentinos, cuyo resultado se concretó en la entrega de un documento a los isleños para pasar al continente y en la exención recíproca de impuestos y privilegios en actividades relacionadas con las comunicaciones. Al Reino Unido le competía establecer el tránsito marítimo regular entre las Malvinas y el continente, en tanto nuestro país lo haría en el modo aéreo.

    En 1972, la Argentina construyó, en Puerto Argentino, una pista de aterrizaje con planchas de aluminio para aviones de mediano porte, lo cual permitió realizar viajes frecuentes y regulares por parte de la Empresa LADE (Líneas Aéreas del Estado), al tiempo que enlazó las islas con Comodoro Rivadavia.

    En 1973, surgió por parte del Reino Unido un nuevo elemento -la población malvinense- para decidir sobre el futuro de las islas (plebiscito colonial).

    En 1975, Gran Bretaña envió una misión científica al Atlántico Sur, a cargo de lord Shackleton, para evaluar las posibilidades petroleras del área.

    El 4 de febrero de 1976, el destructor ARA "Almirante Storni" obligó al barco inglés a abandonar aguas territoriales argentinas; en consecuencia, los vínculos se deterioraron, ya que ambos países retiraron sus respectivas misiones diplomáticas.

    Sobre el caso se expidió el Comité Jurídico Internacional de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el cual reconoció a la Argentina el inobjetable derecho de soberanía sobre las islas Malvinas. En febrero de 1982, en la sexta ronda de negociaciones en Nueva York, Inglaterra, cuya delegación incluía a los kelpers, decidió no tratar más el asunto de la soberanía.

    Para ese entonces, habían transcurrido 149 años de reclamos y 17 de negociaciones infructuosas. El 2 de abril, fuerzas argentinas ocuparon las islas Malvinas, sobre la base de la preservación de la vida y los bienes de sus pobladores.

    En represalia, el gobierno británico envió una fuerza de magnitud desusada, que expulsó a los argentinos el 14 de junio. Hoy, el conflicto de Malvinas sigue sin resolverse.

    MALVINAS - CRONOLOGÍA DEL CONFLICTO

    Preliminares:

    -Enero de 1982: Ante el estancamiento de las negociaciones con Inglaterra, comenzó el planeamiento militar para la recuperación de las islas Malvinas, a cargo de un reducidísimo Comité de Planeamiento de oficiales superiores de las tres fuerzas y dentro del mayor secreto.

    -19 de marzo: Se produjo un serio incidente en las islas Georgias del Sur. Un grupo de trabajadores argentinos de una empresa privada nacional desembarcó en Puerto Leith para desmantelar la factoría ballenera allí existente, con el conocimiento y autorización del gobierno británico.

    El gobernador de las islas Malvinas, en conocimiento de este hecho y del presunto izamiento de la bandera argentina en el lugar, ordenó el inmediato traslado del buque de guerra británico HMS "Endurance" para desalojar a los trabajadores y devolverlos al continente.

    -20 de marzo: En relación con el mencionado incidente, la cancillería argentina recibió una comunicación del gobierno del Reino Unido, trasmitida verbalmente por su embajador, que constituía un verdadero ultimátum.

    OPERACIÓN ROSARIO
    La Operación Rosario fue concebida como una acción militar sorpresiva destinada a provocar una repercusión política internacional tal que obligara a Gran Bretaña a encarar seriamente las negociaciones sobre la soberanía de las islas de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas. Por esa razón, se planeó la ocupación, la instalación de un gobierno argentino y la retirada inmediata de las fuerzas intervinientes, excepto los efectivos indispensables que requiriera la seguridad. No se previó una reacción de la magnitud que tuvo la británica, que llevó a un conflicto que no se deseaba y para el cual no se estaba preparado.

    La operación fue prevista por el Comité de Planeamiento para el 15 de mayo de 1982, pero debió ser adelantada por los acontecimientos antes mencionados.

    -1/2 de abril: Se desarrolló la Operación Rosario desde las 23.45 horas del 1 de abril, en que se produjo el desembarco inicial, hasta las 12.30 horas del 2 de abril, en que, después de haber cesado la resistencia británica, se izó la bandera argentina frente a la Gobernación de las Islas.
    En la operación, las fuerzas argentinas tuvieron un muerto y dos heridos. No se registraron bajas británicas. Intervinieron efectivos del Regimiento de Infantería 25 a órdenes de su jefe, el Teniente Coronel Mohamed Alí Seineldín, del Batallón de Infantería de Marina 2 y de la Agrupación de Comandos Anfibios y Buzos Tácticos, apoyados por buques de la Armada Argentina y por la Fuerza Aérea Argentina.

    -3 de abril: El Grupo Naval Antártico de la Armada Argentina tomó posesión de las islas Georgias del Sur sin encontrar mayor resistencia por parte del grupo de Infantería de Marina Británica que las guarnecía.

    GESTIONES DIPLOMÁTICAS A PARTIR DEL 2 DE ABRIL

    Ante la ocupación de las Islas Malvinas, se iniciaron de inmediato tratativas diplomáticas en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, y en la de la Organización de Estados Americanos, en Washington.
    De particular importancia fue la resolución Nro. 502 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, dictada el 3 de abril, que ordenó "un inmediato retiro de todas las fuerzas argentinas de las Islas Malvinas" y exhortó a los países involucrados a resolver diplomáticamente sus diferencias.

    Hubo mediación por parte del gobierno de los Estados Unidos a través del secretario de Estado, General Alexander Haig, pero en definitiva este país apoyó abiertamente al Reino Unido; del presidente del Perú y del secretario general de las Naciones Unidas, así como declaraciones de apoyo político a la causa argentina por los países latinoamericanos. Otros, en su mayoría occidentales, asumieron una posición neutral o de abstención.

    Las gestiones diplomáticas resultaron ineficaces para evitar el choque armado, en gran medida, debido a la intransigencia del gobierno británico
    El noble es aquel:
    que tiene alma para sí y para otros.
    Son los nacidos para mandar.
    Son los capaces de castigarse y castigar.
    Son los que en su conducta han puesto estilo.
    Son los que no piden libertad sino jerarquía.
    Son los que sienten el honor como la vida.
    Son los capaces de dar cosas que nadie obliga y abstenerse de cosas que nadie prohíbe. Son los...

    ("El nuevo gobierno de Sancho" Leonardo Castellani)

  14. #14
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

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    Estimado Mendocino:

    No es justo negar la historia.

    Inglaterra tiene títulos históricos sobre las Falklands. Mientras el vicario de Cristo no los retire, por muy lejanos y coloniales que sean, no corresponde negar dicho dominio.

    Con todo, Argentina los puso en duda, y los debatió en contienda bélica, perdiendo. Hasta donde sé, no hay razón para negarle a Inglaterra el derecho de conquista logrado en 1982, asumiendo incluso la tesis argentina de la usurpación previa.

    Dicho lo anterior, accesorio al dominio es el nombre dado al territorio. Falklands o Malvinas, da lo mismo. Y no porque sea un país repleto de masones obraré contra la justicia respecto de ellos.

    Es mejor padecer el mal que hacerlo. Lo siento, pero es exigencia de justicia la cuestión de los títulos británicos en las islas.

    Respecto de los territorios chilenos y la interrogante que da origen al tema, me parece insatisfactorio que intentes negar títulos, que se remontan a la Corona Española y a través de ella al Vicario de Cristo, títulos que son ratificados por mapas de época, cuya validez criticas por pretender que ya en 1808 la Capitanía General de Chile mantenía una alianza con el Imperio Británico. ¡Me acabo de enterar que antes de la existencia nacional, y de que tal conciencia existiese, Chile ya era un ayudante de la leyenda negra, siendo el aliado que materializa los planes británicos en hispanoamérica!... ¡Por favor!.

    Respecto de las guerras con Perú, podrías darle un vistazo a sus causas, y al estado militar al finalizar las mismas, porque si fuesen guerras de expansión, entonces en la guerra contra la confederación Perú-Boliviana (1836-1839) Chile se habría expandido (llegamos a Lima, II), y no fue así, y en la Guerra del Pacífico, la expansión debiese haber sido aún mayor (Lima III), que de responder a un "expansionismo", nunca habría resultado en la entrega voluntario de Tacna, en 1929.
    Mirá de los ingleses no me fio... Ya se que Chile logró la independencia unos años despues que ese mapa ya que los ayudó San Martín (sin él O Higgins no hubiese podido por mal que les pese) .. Pero ese mapa colgado en tu post no me acredita nada... Bien pudo hacerlo Inglaterra con datos erroneos o pudo ser posterior a dicha fecha....

    Por otro lado y a lo más importante, Inglaterra no tiene titulos históricos sobre las Islas Malvinas.. Pero según tu opinión si.. Me gustaría que me dijeras cuales son...
    Te recomiendo el libro "Malvinas conflicto vigente" de Carlos Büsser que lamentablemente no lo tengo a mano (porque estoy a 500 km de mi residencia habitual) asi que no puedo citarlo.. Pero ahi hay un capítulo entero dedicado a los derechos argentinos heredados de la corona española ... Además te adjunto algo que extraí de la página elmalvinense de la que formo parte en el foro..
    Saludos

    De el Malvinense
    FUNDAMENTOS HISTÓRICOS Y JURÍDICOS ANTES QUE GEOGRÁFICOS

    Me permito escribir este pequeño trabajo porque veo con preocupación que, a veces, cuando se habla de los derechos argentinos sobre Malvinas se pone un excesivo énfasis en argumentos de carácter geográfico, los cuales tienen una importancia muy secundaria en la fundamentación de nuestro reclamo sobre el archipiélago irredento. No se trata de que las islas "estén más cerca de nosotros que de Gran Bretaña" ni de que pertenezcan a la plataforma continental sudamericana. La sola proximidad geográfica no acuerda títulos, pues de lo contrario, por ejemplo, las islas del Canal de la Mancha (Sark, Guernesey, Alderney y Man) serían francesas y no británicas, y Surinam sería de Venezuela y no de Holanda. Además, y esto es algo que los diplomáticos argentinos deberían grabarse a fuego para mejor defensa de los intereses nacionales, la geografía dice lo que los peritos de cada país quieren que diga. Así, por ejemplo, la geopolítica chilena ideó la desopilante teoría del Arco Antillano para sostener su pretensión de extender su soberanía hacia el océano Atlántico. Los argumentos que sostienen la posición argentina son ante todo de índole histórica y jurídica.
    Empecemos recordando que en 1494 las cortes española y portuguesa suscribieron el Tratado de Tordesillas, homologado por el Papa, por el cual se dividieron las tierras recién descubiertas y a descubrir mediante una línea. Dado que por esa época la autoridad pontificia era acatada por todos los reinos cristianos, desde ese momento toda navegación de otros países en dominios hispano-lusitanos sin permiso de estos respectivos países debería ser considerada una intrusión. Pero sigamos.

    II.¿QUIÉN DESCUBRIÓ LAS MALVINAS?

    Con respecto a quién descubrió las Malvinas, persiste la discusión, alimentada entre otras cosas por las dificultades que había hace cinco siglos para señalar adecuadamente la posición de un punto determinado. Los métodos rudimentarios de posicionamiento y cálculo de la longitud fueron mejorándose con el tiempo, pero a los historiadores actuales les queda el problema de la conversión de las medidas usadas en esa época y en cada país, pues no era lo mismo una legua española que una veneciana o inglesa. Volviendo a la cuestión del descubrimiento, se sugiere una decena de nombres que arrancan con Américo Vespucio en 1502 (algunos estudiosos sostienen que lo que él pudo haber avistado era un témpano tubular), el francés Binot Palmier de Goneville en 1503/04 y luego se suceden cinco españoles entre 1520 y 1540, dos ingleses (Davis en 1592 y el pirata Hawkins en 1594) y por último el holandés Sebald de Weert, sobre el cual hay consenso en que efectivamente llegó a las islas.
    De los nueve anteriores, los que tienen más altas posibilidades de haber descubierto las islas, es la expedición de Magallanes en 1520, (de la cual Esteban Gómez era desertor y para salvar su posición en España habría hecho suyos los méritos) y la del obispo de Plasencia, que señala la ubicación de las islas con bastante precisión y da una descripción muy exacta de las mismas (entre otras cosas señala una especie vegetal coincidente con el pasto "tussock", de uno o dos metros de alto, típico de Malvinas, e incluso encalla en un lugar al que llama "Puerto de las Zorras" por la abundancia de un animal que no sería otro que el "warrah", el lobo-zorro malvinense del cual Darwin escribió "antes de que se vuelva amarilla la hoja en la que escribo, se extinguirá esta especie". Aún hoy se conserva en la toponimia de las islas el nombre Bahía de las Zorras, que la población implantada luego de la usurpación llama "Fox Bay". (contraalmirante Laurio H. Destefani, "Malvinas, Georgias y Sandwich del sur ante el conflicto con Gran Bretaña", Buenos Aires, 1982, pp 37-50)

    III. INTRUSIONES DE OTRAS POTENCIAS Y TRATADOS.

    Sólo un siglo y medio más tarde el inglés John Strong navegó el Estrecho de San Carlos, al que denominó Falkland Sound, en honor al Primer Lord del Almirantazgo. Luego, en 1763, se produce un intento francés de colonizar furtivamente las islas, con la expedición de Luis de Bougainville que zarpa de Saint Maló. De ahí el nombre de Malouines. Los ingleses realizan una intrusión en 1765, cuando el comodoro Byron se estableciío en Puerto Egmont y pretendió tomar posesión del archipiélago. España reclamó a Francia, que reconoció los derechos ibéricos y se retiró de las islas. Los ingleses permanecieron clandestinamente hasta que fueron descubiertos y expulsados por una fuerza naval española en 1770.
    Para Inglaterra el caso se había transformado en una cuestión de honor y se exigió la restitución de Egmont. Como España no estaba en condiciones de enfrentar a Inglaterra, Carlos III negocia devolver Puerto Egmont a cambio de una "promesa secreta" según la cual, estando a salvo su honor, Inglaterra abandonaría las Malvinas, lo cual concreta en 1774.
    Dice el Tratado: "El Príncipe de Masserano declara al mismo tiempo, en nombre del Rey su señor, que el compromiso de la citada Majestad Católica de restituir a su Majestad Británica la posesión del puerto y el fuerte denominado Egmont, no puede ni debe afectar de manera alguna la cuestión del derecho previo de soberanía sobre las islas Malvinas".(Destefani, op. cit., pág 57) Y, por si fuera poco, en 1790 se firma el Tratado de Nootka Sound entre España e Inglaterra a raíz de la detención por parte de la primera potencia de dos buques ingleses en Vancouver, Canadá. Inglaterra se compromete, por los artículos 6° y 7° a no formar establecimientos en los mares de América Meridional, en las costas orientales y occidentales y de las islas adyacentes ya ocupadas, reconociendo la soberanía española sobre Carmen de Patagones, San José, Deseado y Puerto Soledad de Malvinas. España ya ocupaba sola el archipiélago desde hacía dieciséis años. (Destefani, op. cit, pp 66-67).

    IV. DERECHOS ARGENTINOS.

    Argentina heredó los derechos españoles de acuerdo al principio "uti possidetis juris", según el cual a las emancipadas Provincias Unidas del Sud les corresponderían los mismos límites que al extinto Virreinato del Río de la Plata.
    Pero uno de los argumentos esgrimidos por los británicos es que, suponiéndose el derecho previo de España al archipiélago como parte del Virreinato del Río de la Plata, al descomponerse éste en cuatro estados ninguno de ellos puede invocar la aplicación del uti possidetis para el caso de Malvinas.
    El razonamiento me es viciado de nulidad y he aquí una posible respuesta:

    Según el artículo 35 de nuestra Constitución el nombre "Provincias Unidas" tiene la misma validez legal que el de República Argentina. O sea, legalmente son sinónimos. En cuanto a las escisiones de Paraguay (1811); del Alto Perú (1825) y de la Banda Oriental (1828), son desprendimientos de una autoridad central, del mismo modo que lo son la República de Irlanda y el resto de las ex colonias que conforman el Commonwealth con respecto a Gran Bretaña. Si la posición argentina quedase invalidada por la escisión de Paraguay, de manera análoga quedaría invalidada la británica por la independencia irlandesa en los años '20 y por el desmembramiento del imperio británico, dado que el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda técnicamente ya no existe como hace 170 años. Valgan las siguientes consideraciones:
    las tres provincias altoperuanas suscribieron la independencia como parte de las Provincias Unidas en el Congreso de Tucumán, la misma afectaba jurídicamente a la Banda Oriental y la secesión de este territorio se produce como fruto de la política británica a través de Lord Ponsonby de crear un "estado tapón" con el objetivo de que el Río de la Plata sea internacional. Sin embargo, el principio de Uti Possidetis se mantiene en tanto que la República Argentina (o Provincias Unidas) es la continuidad histórica y jurídica del Virreinato del Río de la Plata.
    Conclusión
    Argentina heredó los derechos españoles de acuerdo al principio "uti possidetis juris", según el cual a las emancipadas Provincias Unidas del Sud les corresponderían los mismos límites que al extinto Virreinato del Río de la Plata, por ser su continuidad histórica y jurídica. Y las Provincias Unidas ya son la Argentina, como dice el artículo 35° de la Constitución Nacional.

    V. DUDAS Y RECONOCIMIENTOS INGLESES.

    En realidad, no hay mayor discusión con respecto a quién era el dueño de las islas antes de 1833. Hasta el célebre duque de Wellington, a la sazón primer ministro, escribió un año después: "he revisado todos los papeles relativos a las Falklands. De ninguna manera encuentro claro que alguna vez hayamos sido titulares de la soberanía de dichas islas".
    Numerosos estudiosos y juristas británicos coincidieron luego con él: en 1910 el titular del Departamento América del Foreign Office, Sidney Spicer, escribió "...la actitud del gobierno argentino no es enteramente injustificada y nuestra acción ha sido algo despótica";
    un año después el secretario asistente del Foreign Office, R. Campbell, se preguntaba "quién tenía el mejor derecho al tiempo que nosotros anexamos las islas. Yo pienso que el gobierno de Buenos Aires [...] Nosotros no podemos hacer fácilmente un buen reclamo y astutamente hemos hecho todo lo posible para evitar discutir el tema en la Argentina"; en 1928 el embajador británico en Buenos Aires, sir Malcolm A. Robertson señaló en una carta privada que "las reclamaciones argentinas a las islas Falkland en ninguna forma son sin fundamentos", e insistía en otro documento que "el caso inglés no es lo suficientemente fuerte como para afrontar una controversia pública"; en 1930 se pudo leer en la página 390 de la obra The canons of international law: "Los británicos ratearon las Falkland en 1833"; en 1936 el consejero legal de la cancillería inglesa, George Fitzmaurice, señaló: "Nuestro caso posee cierta fragilidad" y aconsejaba lo que finalmente se hizo: "Sentarse fuerte sobre las islas, evitando discutir, en una política para dejar caer el caso"; en el mismo año John Troutbeck, alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores británico escribió: "...nuestra toma de posesión de las islas Malvinas en 1833 fue tan arbitraria [...] que no es por tanto fácil de explicar nuestra posición sin mostrarnos a nosotros mismos como bandidos internacionales". Estos son sólo algunos testimonios. Existen muchos documentos lapidarios más, pero fueron retirados del Archivo Público Oficial (P.R.O.) en abril de 1982, al tiempo que Thatcher declaraba: "siempre hemos sido asesorados sobre que los derechos británicos son firmes como una roca". Los documentos en cuestión deberían ser desclasificados en el año 2015.
    (Armando Alonso Piñeiro, "Historia de la guerra de Malvinas", Buenos Aires, 1992, pp. 12-14)

    VI. LA MENTIRA DE LA AUTODETERMINACIÓN.

    Como hemos visto, la debilidad de los argumentos británicos le quemaba los sesos a los diplomáticos y juristas de ese país, hasta que en la década de 1930 se produjo un punto de inflexión luego de que Gaston de Berhardt presentase un memorándum sobre la cuestión a pedido del Foreign Office. Los argumentos británicos quedaban tan debilitados que a partir de allí se produjo un cambio fundamental en la posición inglesa: se abandonaban los criterios previos a 1833 y se ponía énfasis en un nuevo concepto: la autodeterminación de los isleños implantados por Gran Bretaña luego de expulsar a la población argentina. El razonamiento era que no importaba quién fuese el dueño en 1833, los años transcurridos allí le concedían legitimidad a la ocupación inglesa. El "son nuestras, por eso las tomamos" se había transformado en "las tomamos, por eso son nuestras", observan sagazmente los autores británicos Arthur Gavshon y Desmond Rice.
    Huelga observar aquí que en Derecho Internacional el principio de Autodeterminación de los Pueblos no posee un carácter absoluto sino que su aplicación depende de cada caso en particular. Un diputado opositor le preguntó una vez a Margareth Thatcher si los deseos del pueblo de Hong Kong serían tan tenidos en cuenta como los del "pueblo malvinense". Ella respondió que había una diferencia fundamental y era que Hong Kong es un arriendo y Malvinas una propiedad absoluta. O sea, que el principio de Autodeterminación se subordina al de propiedad. La Resolución 2065 de la ONU, de 1965, fue en ese sentido un triunfo para la Argentina, al pedir que se descolonicen las islas respetando los intereses de los habitantes: en 1982, Gran Bretaña insistió en cuanto documento hubo para evitar la guerra en la expresión: "los deseos de los habitantes deberán ser respetados" La Argentina siempre se comprometió a respetar los intereses de los isleños, que son aquellas cosas relacionadas con las
    condiciones materiales de vida, la cultura, etc., en tanto que la palabra "deseos" traslada la cuestión de la soberanía al terreno de la Autodeterminación, y ellos "desean" ser británicos. (Pero recordemos que en 1981 se estaba tratando en el Parlamento un proyecto de ley que les retiraría la nacionalidad británica a la tercera parte de los kelpers). El hecho es que en una disputa entre argentinos y británicos estos últimos se arrogan la inadmisible condición de jueces y partes.
    Conviene llamar la atención, por otra parte, sobre la escasa seriedad con que Gran Bretaña se escuda detrás de este principio. En primer lugar, la autodeterminación no es aplicable en el caso de los kelpers porque ellos no son un grupo nacional sojuzgado sino súbditos implantados por la potencia colonial. Segundo, veamos sólo un par de ejemplos del siglo XX que nos muestran cómo procedió Gran Bretaña en otros casos de acuerdo a este principio: en el caso de la isla Banaba los ingleses desalojaron a sus tres mil habitantes para permitir las actividades de la Comisión Británica de Fosfatos. Muchos años después, luego de un escandaloso proceso legal, el gobierno inglés acordó indemnizarlos con una cifra equivalente a tres libras por habitante y por año de exilio. Tenemos también el caso de la isla Diego García, que los británicos le arrendaron a EEUU para integrarla a su sistema de bases nucleares mundiales. Ahí también el avasallamiento a perpetuidad del derecho de autodeterminación de los isleños fue "compensado" con otra magra indemnización... (Arthur Gavshon y D. Rice, "Sinking on Belgrano", Londres, 1984).
    ¿Será que cuando los isleños son melanesios, australoides, papuasios, etc. Gran Bretaña está menos dispuesta a defender el derecho de autodeterminación que cuando se trata de anglosajones como los kelpers?


    MALVINAS, VOLVEREMOS.

    VERITAS VINCIT

    Espero que te haya ayudado en algo el texto precedente, sin embargo te recomiendo el libro.
    Saludos



    EDITO: Releyendo lo tuyo veo que dices que es innegable el derecho ingles ya que se lo da la conquista en 1982.. O sea según ese argumento: Es innegable que si Argentina invadiera Chile y tomaramos por decir algunas de sus regiones por decir algo desde La Serena a Talca todo ese territorio pasaría a sar nuestro por el derecho dado por nuestra conquista?? Eso no lo he visto en la Doctrina de La Iglesia ni en el Catecismo... Podrías explayarte mejor en ese punto también... Gracias..

    EDITO 2: jeje ando medio pesado hoy.. Che en el mapa ese figuran islas hacia el sur: Unas figuran como Falklands la otra como Georgia si es que alcanzo a ver y la otra, que dice porque no lo entiendo? Gracias nuevamente...
    Última edición por Mendocino; 02/01/2009 a las 04:25

  15. #15
    Avatar de Mendocino
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Agrego un poco más.. Esto está extraido de la Página de Alexander Betts un malvinense "intelectualmente honesto"

    desde 1982 se ha escrito mucho sobre una disputa regional sudamericana que causó un conflicto bélico entre dos naciones que tiene una larga historia común que remonta de 1806, fecha en que una de esas naciones hizo su primer intento de invadir la otra. Estos países se llaman Gran Bretaña - el invasor de 1806 - y la Argentina que en aquel entonces todavía era una colonia española conocida como el virreinato del Río de la Plata.
    El conflicto aludido duró 74 días (del 2 de abril al 14 de junio) y segó la vida de novecientos noventa y dos combatientes dejando casi dos mil hombres más heridos en distintos grados de consideración. En la batalla terrestre trece mil
    doscientos argentinos defensores, muchos de ellos conscriptos sin una adecuada preparación militar, lucharon contra diez mil quinientos militares profesionales ingleses por un archipiélago en los fondos del Atlántico Sur llamado las Islas Malvinas. Lo más triste de esto es que ese conflicto no tenía razón de ser y esos
    hogares que hoy les falta un miembro de la familia a causa de esa guerra no deberían estar huérfanos de uno de sus seres queridos.
    Las raíces de la historia de la disputa por las Islas Malvinas anteceden en quinientos años los acontecimientos de 1982. Algunos estudiosos lo señalan como la controversia colonial más antigua del mundo moderno. Mucha de esa historia y la sangre que corrió innecesariamente en 1982 es producto de una intransigencia sorda y ciega de los isleños que pueblan las islas de no aceptar que la "verdad" que ellos poseen sobre los orígenes de la cuestión de los legítimos derechos soberanos de las tierras por ellos ocupadas es, en realidad, una adaptación de
    los hechos, moldeados a la medida de los intereses ingleses. En mi condición de nativo de las Islas como mis padres, abuelos y bisabuelos y habiendo vivido en mi terruño los primeros 34 años de mi vida, que incluye los días del conflicto armado, es mi obligación moral presentar este análisis de la controversia de la soberanía de mi tierra natal.
    UN POCO DE HISTORIA
    Para dirimir los conflictos por los límites territoriales del Nuevo Mundo entre Portugal y España, en 1493, el Papa Alejandro VI trazó una recta norte-sur, dividiendo el Océano Atlántico, concediendo a los Reyes Católicos de España la propiedad de las Américas... "os damos, concedemos y asignamos a perpetuidad
    á vosotros y á vuestros herederos y sucesores con todos sus dominios, ciudades, fortalezas, lugares, derechos y jurisdicciones, y con todas sus pertenencias, todas aquellas islas y tierras firmes encontradas y que se encuentren descubiertas y que se descubran hacia el Occidente y el Mediodía..." transcripto de la Bula Inter Caetera.
    El 7 de junio del año siguiente, 1494, los representantes del Rey de Portugal
    y el Rey y Reina de Castilla y Aragón se reunieron en Tordesillas para suscribir un
    }tratado entre las respectivas coronas que reza así: "señale por el dicho océano una línea derecha de polo a polo... que es de norte a sur, la cual raya o línea se haya de dar y de derecha, como dicho es a trescientas leguas de las islas de Cabo Verde, hacia la parte del poniente... y que todo lo que hasta aquí se ha hallado y descubierto y de aquí en adelante se hallare y descubriere por el dicho señor Rey de Portugal y por sus navíos, así islas como tierra firme... pertenezca al dicho Rey de Portugal y a sus sucesores para siempre jamás, y que todo lo otro, así islas como tierra firme, halladas o por hallar, descubiertas o por descubrir que son o fuesen hallados por los dichos Señores Rey y Reina de Castilla y Aragón o por sus navíos... que todo se quede y pertenezca a los dichos señores... y a sus sucesores para siempre jamás..."
    Pues en consideración de los parámetros descriptos en el tratado de Tordesillas, la ubicación geográfica de las Malvinas en el Atlántico Sur a sólo quinientos kilómetros de la costa patagónica de la Argentina es suficiente para justificar la plena jurisdicción española sobre esas tierras, aunque faltaba varios años para ser descubiertas. Es necesario saber de esos instrumentos jurídicos antes de comenzar el análisis de acontecimientos más recientes que hacen al legítimo derecho argentino a Malvinas. Otro dato que el lector común debe tener en cuenta es que, en casos que requieren de la intervención del derecho internacional, ese derecho tiene un carácter evolutivo, eso es, el fallo ajusta a las normas internacionales vigentes en los tiempos de la transgresión cometida y no por las normas que podrán estar vigentes en la actualidad.
    LOS METODOS RECONOCIDOS PARA ADQUIRIR UN TITULO DE SOBERANÍA
    El derecho internacional reconoce cuatro figuras "naturales" -en lenguaje jurídico títulos incoados- para adquirir la soberanía indiscutible de un territorio, a saber:
    • Ocupación efectiva: esto está demostrado por edificaciones permanentes,
    organización administrativa o gubernamenta
    • Prescripción: esto ocurre cuando un estado soberano no protesta la usurpación
    (invasión y ocupación) de su territorio ni mantiene vivo su reclamo de soberanía primogénito
    • Cesión Voluntaria: mediante un tratado entre las partes, un estado cede
    voluntariamente una parte de su territorio a otro estado.
    • Tratado de Paz: El método más controvertido de adquirir título legítimo a un
    territorio.
    En lenguaje sencillo, la OCUPACIÓN de una tierra como fuente de soberanía legítima, es la colonización de un territorio que no pertenece a ningún estado independiente. Esta norma internacional fué uno de los principales métodos
    utilizados por las potencias europeas en su expansión colonial en el siglo quince. En la medida que esa práctica se fué consolidando, se hizo lugar a otro principio legal de que esa ocupación sólo otorgaba título soberano en aquellos territorios que aún no pertenecían a ningún otro estado independiente.
    Por PRESCRIPCIÓN se entiende que una potencia extranjera posee y administra un territorio, o sector de un territorio, que pertenecía a otro Estado y adquiere título legal sobre esas tierras después de un largo, pero indeterminado período de ejercer la soberanía del territorio ocupado sin encontrarse con ninguna protesta
    por parte del estado invadido. Un reclamo de soberanía territorial fundamentada en una ocupación ilegal y resistida por el estado soberano original quita todo sustento jurídico a ese reclamo.
    La CESIÓN VOLUNTARIA de un territorio o sector de territorio, el título legal de soberanía se traspasa de una nación a otra mediante un tratado o contrato formal de cesión. En el caso de Malvinas nunca hubo un acuerdo de tal naturaleza entre el Reino Unido y la Argentina.
    El método más controvertido para la adquisición de título territorial es aquel de un TRATADO DE PAZ poniendo fin a una guerra. Las Islas nunca jamás han sido sujeto de un tratado de paz anglo-argentino. La historia contemporánea está repleta de ejemplos en que una nación vencida
    por las armas ha resignado a entregar territorios al vencedor como compensa de guerra. Las grandes divisiones y subdivisiones de Europa después de conflictos regionales y mundiales durante los siglos diecinueve y veinte son elocuentes ejemplos de este tipo de arreglo. Esta práctica es el causal de muchos de los
    conflictos bélicos actuales que una multitud de grupos étnicos y religiosos inician en el mundo hoy.
    COLONIZACIÓN
    La primera colonización del archipiélago de las Malvinas fué francesa. El 31 de enero de 1764 llegó a esas Islas el joven oficial francés Louis Antoine BOUNGAVILLE, que comenzó a levantar un asentamiento en el sector noroeste de la
    Malvina Oriental. El 5 de abril tomó posesión formal del archipiélago invocando el nombre del Rey de Francia, Luis XV, bautizando las islas con el nombre de "Les Malouines"
    La Corona Española recibió una ingrata sorpresa unos meses después al tomar conocimiento de lo sucedido en las Malvinas. De inmediato protestó vigorosamente al gobierno francés por esta penetración en territorio español. Se fundamentó su protesta en el Tratado de Utrecht de 1713 y el pacto de Familia de 1761 por los cualeslas dos partes habían acordado a respetar "...todos los estados,tierras,
    islas y plazas que poseían en cualquier parte del mundo..." Las consiguientes negociaciones franco-españolas llegaron a un feliz término y, el 1 de abril de 1767, Bouganville devolvió la colonia a su legítima soberana: España.
    En el acta de restitución, de fecha 4 de octubre de 1766, BOUGANVILLE no tuvo reparos en declarar la ilegalidad de su asentamiento: "Acte signé par Monsieur Louis de BOUGANVILLE... et fondation de ses éstablissements illegitimes dan les Iles malvines, appartenant á Sa majesté catholique..."
    El Conde Francois DE BOUGANVILLE, heredero directo del navegante que colonizó las Malvinas escribió una frase durante el conflicto bélico anglo-argentino de 1982 que enfatiza el derecho indiscutible español y argentino sobre estas Islas.
    "Conservo como un tesoro los documentos que prueban como Luis de BOUGANVILLE, devolvió en 1767, por orden del Rey Francés Luis XV, las Islas Malvinas a la Corona Española, por reconocer que le pertenecían legítimamente,
    como hoy le pertenecen a la Argentina".
    Bien, esta cesión formal franco-español de 1767 constituye una acto de transferencia formal y legítimo del territorio y, como tal, es de suma importancia en el caso de las Malvinas porque ajusta al derecho y constituye en la base de otro
    principio aleatorio de aplicación futura que es el "uti possidetis jure" o Sucesión Territorial de Estados.
    Cuando España recuperó su colonia en las Islas se nombró Gobernador del archipiélago a Don. Felipe RUIZ PUENTE que asume el cargo en el mismo acto de traspaso (1° de abril de 1767). Nuevamente, éste es un elemento jurídico de
    relevancia. La continuidad de la administración efectiva francés-española significa que en ningún momento el territorio estaba desprovisto de autoridad de la Corona de Carlos III. España ocupó y administró las Malvinas durante los siguientes 45 años (hasta 1811) sin que ningún otro Estado independiente cuestionara esa
    presencia y administración.
    El motivo del repliegue de los efectivos españoles en Malvinas en 1811 obedecía a la decisión del Virrey español exiliado en Montevideo ordenó que todas las fuerzas españolas en la región del Río de la Plata y sus dependencias transferirse a Montevideo en un intento final de resistir al movimiento independentista de Buenos Aires.
    LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y LA SUCESION TERRITORIAL
    En 1810, el pueblo del Virreinato del Río de la Plata decidió liberarse delcolonialismo impuesto desde Madrid y inició su lucha por la independencia. Luego de tres años de batallas, las fuerzas españolas en Montevideo fueron
    finalmente derrotadas y presentaron su rendición al comandante de los insurgentes, Carlos María de ALVEAR, el 20 de junio de 1814. Dos años después, en el Congreso de Tucumán de 1816, las Provincias Unidas del Río de la Plata declaró formalmente la independencia de España. El estado emergente reclamó, de acuerdo con el principio internacional de sucesión territorial, todo el territorio que le había pertenecido al Virreinato del Río de la Plata constituido en 1776. Las Malvinas fueron incorporadas a la jurisdicción establecida para este Virreinato en
    la fecha de su creación. Es más, el gobernador español de las islas se encontraba subordinado a la autoridad del virrey español en Buenos Aires.
    El principio de la sucesión territorial establece que cuando una colonia se independiza, el nuevo estado hereda el territorio que poseía como colonia. Este derecho (sobre las Malvinas) podría haber sido lesionado por alguna protesta
    proveniente del Paraguay o el Uruguay porque estos estados independientes formaron parte también del antiguo Virreinato.
    Sin embargo, la herencia argentina está resguardada por el mismo principio que sanciona que en casos en que la independencia de una colonia resulta en la creación de dos o más estados, éstos dividen el territorio de la antigua colonia entre ellos por medio de acuerdos o tratados. Cuando el Virreinato del Río de la Plata se transformó en el estado independiente de las Provincias Unidas del Río de la Plata (o de América del Sud) - hoy la Argentina -, dos provincias, la Audiencia de Asunción (hoy el Paraguay) y la Margen Oriental (actualmente la República Oriental del Uruguay), se separaron del gobierno central de Buenos Aires y formaron dos naciones independientes. Tanto Paraguay como Uruguay han apoyado reiterada y enérgicamente el reclamo argentino de recuperar su legítima soberanía de las Islas Malvinas.
    La Argentina ejerció la posesión efectiva del territorio entre 1820 hasta el 3 de enero de 1833, fecha del desalojo forzoso inglés de la colonia argentina asentada en el mismo sitio a la Española en Puerto de la Soledad o Puerto Luis.
    Por lo tanto, la Argentina conserva su inquebrantable derecho originario de título por sobre la pretensión inglesa de manifestar la soberanía del territorio malvinense como suyo.
    PRESCRIPCION
    Ningún análisis serio de la cuestión de la soberanía de las Malvinas puede alegar que el reclamo argentino ha proscripto. Este argumento ha sido esgrimido en base de la administración británica de la Colonia ininterrumpida desde 1833. El factor del tiempo por sí solo no transforma un acto ilegal en legal. La prescripción o pérdida del derecho legal por efecto del transcurrir del tiempo, solamente ocurre cuando el Estado lesionado acepta pasivamente el status quo nuevo en su territorio, o sector del mismo, que ha sido arrebatado.Para que ello ocurra la Argentina debería haberse allanado) aceptado el derecho incuestionable del Reino unido al territorio) en la controversia por las Islas. En virtud de la verdad, hizo todo lo contrario. Una simple cita es suficiente para demostrar esto. El ministro argentino en Londres, Manuel Moreno, recibió instrucciones de buscar satisfacciones por el atropello inglés en las Malvinas. Su primera nota de protesta repudiando el arrebato del territorio lleva la fecha 17 de junio de 1833 es está dirigida al Lord Palmerston.
    Este fue la primera de una larga serie de comunicaciones entre Moreno y funcionarios ingleses que culminó el 10 de marzo de 1842. En este último nota de protesta de Moreno se defendió enérgicamente el derecho argentino a las islas y cerró su misiva con la siguiente observación: "El abajo firmante, se ve en la obligación de declarar que el silencio de las Provincias Unidas no sea interpretado como un asentimiento tácito (de la ocupación inglesa de las Malvinas) y que el gobierno de las Provincias Unidas depositaba sus protestas contra la ocupación inglesa del territorio dejándolas con todo el valor que actualmente y en cualquier otra época puedan tener."
    No hay duda entonces, que el contenido de esta nota fue una afirmación categórica y definitiva por parte del gobierno de Buenos Aires de que la Argentina nunca abandonará su legítimo derecho de soberanía a las Islas, y, en realidad, se ha continuado manteniendo firme su título a través de las repetidas protestas diplomáticos.
    Desde la creación de las Naciones Unidas en 1945, la Argentina ha ventilado su reclamo en reiteradas oportunidades dentro de esta organización por la ocupación ilegítima británica de las islas Malvinas. La continua negativa argentina de consentir la usurpación de su territorio cometida en 1833 es sobrada razón para que no pueda considerarse que el título de soberanía argentino sobre éste haya fenecido por prescripción.
    Por otra parte, en 1965, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó con amplia mayoría la Resolución 2065 (XX), reconociendo la efectiva existencia de una disputa territorial entre Gran Bretaña y la Argentina por la soberanía del archipiélago malvinense en el fondo del Atlántico Sur y 500 kilómetros mar adentro de la costa patagónica argentina. Esta resolución es un reconocimiento implícito que el reclamo argentino de soberanía sobre ese archipiélago nunca prescribió.Para concluir este breve resumen, es apropiado hacer una referencia a un período de ocho años entre 1766 y 1774 cuando un asentamiento británico afincó esporádicamente en el Puerto de la Cruzada, Isla de Trinidad, frente a la Gran Malvina. En 1770, el virrey español en Buenos Aires, ordenó que se expulsara los ingleses de allí cumpliéndose el cometido el 10 de junio de 1770. Un año después, se permitió el regreso de los ingleses a la Isla de Trinidad donde permanecieron hasta 1774, fecha en que se abandonaron el territorio definitivamente. En ningún momento entre 1766 y 1774 (el tiempo que duró la presencia esporádica británica) hubo una protesta por parte del gobierno británico cuestionando el dominio efectivo español sobre la totalidad del territorio malvinense. Esta falta de reclamo sólo puede interpretarse como una aceptación implícita inglés del título incontestable español sobre las Islas.
    CESIÓN VOLUNTARIA
    Nunca hubo - ni hay - ánimo diplomático o político argentino de ceder las islas a la Gran Bretaña. Precisamente, la ausencia de este instrumento legal hace la presencia británica en el territorio absoluta y indiscutiblemente ilegítima. El verdadero ánimo del gobierno y pueblo argentino está reflejado en la cláusula Constitucional argentina que reza, y transcribo textualmente:
    "La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre
    las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios
    marítimos e insulares correspondientes^ por ser parte integrante del territorio nacional.
    La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía,
    respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del
    Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del
    pueblo argentino." Fin de cita.
    TRATADO DE PAZ
    No hay ningún tratado bilateral anglo-argentino de entrega de territorio como consecuencia del conflicto bélico de 1982. Cinco meses de terminado ese conflicto, la Asamblea General de las Naciones Unidas trató el asunto de la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas y instó a los dos Naciones involucradas en esa controversia (el Reino Unido y la Argentina) a resolverlo en la mesa de negociaciones, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes del territorio. Es claro entonces, que los acontecimientos del 2 de abril al 14 de junio de 1982 no hicieron nada para resolver la cuestión central de la soberanía.
    REFLEXIONES FINALES
    La República Argentina ha expresada reiteradamente su compromiso y disposición a otorgar todas las garantías y salvaguardas necesarias con el propósito de preservar las características y el estilo de vida de los isleños. La Argentina tiene un firme mandato para desarrollar discusiones exhaustivas sobre
    el alcance y contenido de las garantías y salvaguardas adecuándolas conforme a
    los intereses de los habitantes del territorio en un contexto jurídico, legal, económico y espiritual.
    La República Argentina confía que el Reino Unido, acatándose a los términos de las numerosas solicitudes de la Comunidad Internacional y dentro del marco auspicioso de las relaciones bilaterales, concede a restablecer negociaciones con fines de resolver definitivamente la disputa.
    La Republica Argentina reitera su entera su entera disposición a reasumir las negociaciones de la disputa a los efectos de encontrar una solución justa, pacífica y definitiva a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del sur y Sandwich del Sur con los espacios marítimos e insulares correspondientes.
    El Reino Unido ¿cuándo asumirá su obligación ético-moral de cumplir con las exigencias de la comunidad internacional?

    Y todo esto escrito por lo que uno podría llamar un "kelper", asi que bueno espero que también sirva en esta cuestión...
    No se si nuestro hermano chileno conocía todas estas cosas y argumentos... Espero que los lea con ganas y se apasione de la verdad como nos apasionamos nosotros..

    Saludos y un abrazo en Cristo y su Purísima Madre!
    Última edición por Mendocino; 02/01/2009 a las 04:47

  16. #16
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Estimado Walter E. Kurtz:

    Citas:


    1º ”Es más mi comentario iba en sentido contrario, apuntando a los argentinos que nos hemos olvidado por completo de esos hechos y de la gente que arriesgó su vida durante esa "guerra fría" entre ambos países hermanos.”

    Completamente de acuerdo, homenajear a quienes sufrieron indecibles penurias por amor a la Patria, es un deber de piedad. Nadie que se precie no solo de católico sino de poseedor de un mínimo sentido de justicia puede sustraerse a la deuda de gratitud para con sus protectores, quienes, sin preguntarse si entre sus defendidos había “zurdos”, “terroristas” o “ateos”, estaban dispuestos a morir por ellos.
    Para mucha gente resulta difícil comprender que un militar pueda homenajear a quien haya sido o pueda ser su enemigo. Pero tal dificultad se diluye al advertir la identidad de la esencia humana y que tal enemistad solo adviene como accidente. Esto se advierte claramente cuando se aprecia que entre los militares de diversos bandos raramente se da el odio (especialmente entre católicos o tributarios de la cultura cristiana). Toda Fuerza Armada que se precie honra al adversario caído en combate o a quienes han efectuado una defensa tenaz (Un claro ejemplo son los comentarios de Oficiales de la Royal Navy y de los Royal Marines respecto al arrojo increíble de los aviadores argentinos y de la tenaz defensa de la Infantería de Marina trasandina, respectivamente, durante el conflicto de las Malvinas).
    Por ser propio de la vocación militar el presupuesto del Bien Común sobre el particular, para ningún militar resulta aberrante que, por defender la causa común de su Patria (superior a la particular de su amistad), un amigo hijo de la nación contrincante devenga en adversario. Terminado el conflicto, lo más probable es que todo vuelva a su cauce y sigan tan amigos como siempre.
    Son muchos los ejemplos históricos de mutua admiración entre adversarios en la guerra. Por tal motivo resulta más adecuado el término adversario, por ser más restringido, que el de enemigo. Ésta es una de las diferencias capitales entre un militar y un delincuente (montonero, mirista, etarra, revolucionario, etc.), el sentido del honor.
    En definitiva, estimado Walter, el homenaje que se rinda en la Argentina y en Chile a aquellos valientes que, Dios mediante, finalmente no llegaron a enfrentarse, lejos de de exaltar el odio entre amabas naciones, tiene por finalidad exaltar el ejemplo de desprendimiento y amor a la Patria que Dios nos entregara en custodia.



    2º ”Respecto a la historia, las cosas no son tan simples como se suelen presentar de ambos lados.”


    Absolutamente de acuerdo. He perdido la cuenta de la cantidad de obras que he consultado acerca de los límites chileno-argentinos y la tarea es de nunca acabar.
    En primer lugar, porque extensos territorios ahora separados políticamente eran comunes para las diversas administraciones de la Corona. Además, constantemente se efectuaban cambios en las delimitaciones administrativas, según las necesidades del momento.
    En cuestión de límites siempre será posible contraponer un mapa a otro porque no es materia susceptible de ser demostrada apodícticamente sino que se trata de convenciones, o sea de artificios articulados por humanos comprometidos a respetar un común acuerdo sobre determinada materia.
    Ahora el problema se complica si se agregan factores más reales, esto es culturales. Un límite político no implica un límite cultural. El atuendo del arriero patagónico de nuestras naciones es prácticamente idéntico, así como su jerga y acento. Porque el ser humano se adecua a los imperativos reales y no a límites ficticios.
    En definitiva toda discusión acalorada por límites adolecerá de superficialidad, por la complejidad de los antecedentes y materias involucrados.
    Nunca está de más recordar que hace solo 200 años nuestros ancestros de aquende y allende la cordillera no eran ni chilenos ni argentinos, sino españoles, lamentablemente la revolución independentista contra el trono y el altar devino en la lógica consecuencia de los nacionalismos republicanos, la xenofobia y la exaltación de lo propio por el solo hecho de serlo. Espero en Dios y su Madre Santísima, la Bienaventurada y siempre Virgen Santa María, que en un día no muy lejano podamos llamarnos, con toda propiedad, compatriotas por cuanto tenemos de hispanos.




    EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM
    Última edición por CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN; 07/01/2009 a las 00:05 Razón: corrección del texto

  17. #17
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Cita Iniciado por CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN Ver mensaje
    Absolutamente de acuerdo. He perdido la cuenta de la cantidad de obras que he consultado acerca de los límites chileno-argentinos y la tarea es de nunca acabar.
    En primer lugar, porque extensos territorios ahora separados políticamente eran comunes para las diversas administraciones de la Corona. Además, constantemente se efectuaban cambios en las delimitaciones administrativas, según las necesidades del momento.
    En cuestión de límites siempre será posible contraponer un mapa a otro porque es materia susceptible de ser demostrada apodícticamente sino que se trata de convenciones, o sea de artificios articulados por humanos comprometidos a respetar un común acuerdo sobre determinada materia.
    Ahora el problema se complica si se agregan factores más reales, esto es culturales. Un límite político no implica un límite cultural. El atuendo del arriero patagónico de nuestras naciones es prácticamente idéntico, así como su jerga y acento. Porque el ser humano se adecua a los imperativos reales y no a límites ficticios.
    En definitiva toda discusión acalorada por límites adolecerá de superficialidad, por la complejidad de los antecedentes y materias involucrados.
    Nunca está de más recordar que hace solo 200 años nuestros ancestros de aquende y allende la cordillera no eran ni chilenos ni argentinos, sino españoles, lamentablemente la revolución independentista contra el trono y el altar devino en la lógica consecuencia de los nacionalismos republicanos, la xenofobia y la exaltación de lo propio por el solo hecho de serlo. Espero en Dios y su Madre Santísima, la Bienaventurada y siempre Virgen Santa María, que en un día no muy lejano podamos llamarnos, con toda propiedad, compatriotas por cuanto tenemos de hispanos.




    EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM

    Me quedo con esta parte, estimado hermano chileno. Muy buena acotación y respuesta. La comparto.

    La pelea por estas tierras parece que no tiene sentido, lo vi luego de leer de los 2 lados textos sobre el problema. Pero eso si, Malvinas Argentinas.

    Tengo unas dudas.

    ¿Se podría de ocupar esos territorios en conjunto y que no sean de ninguna de las 2 Naciones únicamente? ¿ O coordinar esas tierras con el nombre de "Territorio Nacional" como lo fué Tierra del Fuego hace pocos años, siendo, a su vez, parte de las 2 Naciones o como un territorio en Defensa o darle otro nombre jurídico? Hablo de leyes, porque culturalmente no cambiaríamos nada, somos todos iguales, allá y acá en Buenos Aires comparado con Santiago de Chile.

    Gracias y salud en Cristo.
    Última edición por Agustiniano I; 06/01/2009 a las 21:13
    -- " ¡Dios, Patria y Familia... o muerte! " --

  18. #18
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Estimado Agustiniano I:

    1º Que las Malvinas sean Argentinas es cuestión bastante fuera de duda como para seguirle el hilo a quien lo discuta. Más que una cuestión científica o de precedente territorial es cuestión de sentido común. El asentamiento inglés en las islas no es más que una ocupación. Lamentablemente, por obedecer nuestras Repúblicas a la doctrina liberal del "Interés de Estado", que por principio niega cualquier cualidad moral entre las relaciones de éstos, normalmente antepondrán el interés privado de la propia nación (normalmente económico) sobre el Bien Común de ambas.

    2º Cita:
    "¿Se podría de ocupar esos territorios en conjunto y que no sean de ninguna de las 2 Naciones únicamente? (....) Hablo de leyes, porque culturalmente no cambiaríamos nada, somos todos iguales, allá y acá..."

    Nustros respectivos gobiernos militares, durante el año 78, contra el parecer de todo el zurderío y la mediocridad democratoide, dieron un ejemplo de civilización al zanjar el problema de una forma admirablemente civilizada con la mediación de la Santa Sede. Así se evitó una guerra que, tanto por las durísimas condiciones del teatro de operaciones como por las fuerzas involucradas, se hubiese transformado en una tragedia de proporciones incalculables, enconando odios y recelos quizá para siempre.
    Creo que sin duda alguna se podría ejercer una soberanía conjunta. Con dicho ejemplo, imaginación y sobre todo buena voluntad se puede dar otra lección de civilización que asombre al mundo. De hecho, ya tenemos un batallón conjunto.
    Las similitudes culturales entre ambos países son óptimas, cualquier chileno se siente como en casa en Argentina, donde el trato es magnífico, y creo que la situación es recíproca. Ambos países, por poseer una fuertísima influencia europea, tienen gustos y metas afines. El indigenismo es casi nulo. Nuestras diferencias, aparte del acento, son infinitamente menores que las existentes entre las diversas regiones de otros países. Pero principalmente nuestra común tradición hispánica es un tesoro demasiado valioso como para desperdiciarlo, y ese legado ha de ser la base de la que espero sea la inevitable integración de nuestras naciones.


    Saludos en Cristo y en María Reina.

  19. #19
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    Re: A 30 años del conflicto del Beagle

    Los chilenos se siguen quedando con nuestras cosas más preciadas y bellas. Benjamín Vicuña (actor chileno) se llevó a Pampita Ardohaín (modelo argentina) y Cecilia Bolocco se quedó con la mitad de la plata que Carlos Menem nos robó durante sus diez años de gobierno.

    Hablando en serio: es muy raro que alguien sea mal recibido en Argentina. Eso sí, debes ser europeo o tener aspecto de tal, debes tener dinero, debes ser una celebridad, debes vestir (demagógicamente) la camiseta de la selección argentina, y hablar maravillas de nuestra carne, nuestros paisajes y nuestro gobierno.
    Somos tremendamente "jetsetseros", nos encanta que los presidentes reciban a los visitantes en la Casa Rosada(sede del gobierno nacional) como lo hizo con los Rolling Stones, con Madonna, etc.
    Me encanta Michelle Bachelet como persona. Es distinguida sin caer en el snobismo (como nuestra Cristina lo hace), es sencilla y humana. El otro día vi que dió el puntapie inicial en un partido de fútbol, y se le voló el zapato. Se ruborizó como una colegiala y lo tomó con humor.
    Eso le llega a pasar a Cristina Kirchner, y manda secuestrar todos los tapes, fotos y pruebas de tan monumental bochorno.

  20. #20
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    Post Re: A 30 años del conflicto del Beagle

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    Cita Iniciado por Agustiniano I Ver mensaje
    La pelea por estas tierras parece que no tiene sentido, lo vi luego de leer de los 2 lados textos sobre el problema. Pero eso si, Malvinas Argentinas.

    ¿Se podría de ocupar esos territorios en conjunto y que no sean de ninguna de las 2 Naciones únicamente?
    Gracias y salud en Cristo.
    Cita Iniciado por CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN Ver mensaje
    Estimado Agustiniano I:

    Nustros respectivos gobiernos militares, durante el año 78, contra el parecer de todo el zurderío y la mediocridad democratoide, dieron un ejemplo de civilización al zanjar el problema de una forma admirablemente civilizada con la mediación de la Santa Sede. Así se evitó una guerra que, tanto por las durísimas condiciones del teatro de operaciones como por las fuerzas involucradas, se hubiese transformado en una tragedia de proporciones incalculables, enconando odios y recelos quizá para siempre.
    Creo que sin duda alguna se podría ejercer una soberanía conjunta.
    Mis muy estimados amigos, entiendo esta parte de confraternización que se ha hablado, pero en modo alguno, por lo menos yo, puedo proceder a decir que no tiene sentido pelear por esas tierras, por un terruño. Es un tema muy espinoso por el cual yo preferí no colgar nada al respecto sobre los titulos y demás documentos acerca de el beagle, ya que participamos en un foro q lo que nos une es la cultura y la fe. Y no quiero crear polémica por el mismo motivo, pero la verdad sigue siendo una, de ahi el sentido de que afirme que el beagle sigue siendo argentino y no chileno, pero lo tengo que demostrar y aquí no es el lugar, me encantaría en un futuro tomarme una cerveza con ud. Cristián Yanez Durán y discutir el tema al respecto (ahora estoy un poco lejos )

    Y voy un poco más lejos, ni siquiera compartir el territorio que fuese de ambos países, o es de uno o es de otro, con todo gusto que visiten el lugar como turismo, pero si se demuestra que el territorio es de chile, con todas las pruebas será de chile (me guste o no) pero si es argentino tendrá que ser de argentina, les guste o no.
    Lo peor es que esto no se sabe fruto de una mala diplomacia y por la cual íbamos a la guerra. Pero si la verdad es una, es una.

    La cuestión con la Santa Sede habrá sido muy civilizador, pero se equivocó porque no daban argumentos territoriales a favor de Chile, sino pacíficos, el de no llegar a la guerra. bien la cosa quedó ahi, pero no se sabe todavía si es de chile o argentina (bueno yo si lo se) porque nadie lo ha probado suficientemente.
    Por esta misma regla de tres compartamos la patagonia argentina con chile, compartamos las malvinas, las gorgias y todo lo demás con inglaterra. El mismo problema ocurre en la antártida, de quien es? yo pienso que es de argentina entera, pero no se sabe bien del todo, porque nadie habla ni discute.
    Yo si que estaría de acuerdo en dejar todo rencor hacia Chile y discutir buscando la verdad y demostrándola, pero que se llegué a ella.
    yo lo siento, pero no puedo decir que no tiene sentido pelear por esas tierras, y entiendanmé cuando digo pelear es discutir y agotar todos los recursos necesarios para no llegar a una guerra, lo peor es que no se agotaron los recursos fruto quizá de un rencor recíproco. Repito, dejaría este rencor y lo probaría.

    Hay una zamba que se hizo en el 84, en mendoza en aquella época y la llevo marcada a fuego. pongo dos versos

    Un noviembre que sangra en mi pecho
    y en el sur un canal se entregaba
    desde el cielo, reclaman los muertos
    no se vende la celeste y blanca

    la nostalgia durmió en el recuerdo
    y esta zamba quedó en mi guitarra
    estas viñas jamás se rindieron
    y hoy le siguen cantando a la Patria.

    PD: no hay rencor, sólo quiero la Verdad. Y estoy demasiado lejos del chauvinismo
    PD: Por mas que nos una la fe y la cultura hispana, no tiene de malo el poder estar disconforme con otras naciones sobre temas diversos. Un español tradicionalista católico, puede estar disconforme con un inglés tradicionalista católico en cuestiones diversas. En cierta manera le da vidilla a esta vida, valga la redundancia.

    Un saludo en Cristo y nuestra Santa Madre Iglesia.
    El noble es aquel:
    que tiene alma para sí y para otros.
    Son los nacidos para mandar.
    Son los capaces de castigarse y castigar.
    Son los que en su conducta han puesto estilo.
    Son los que no piden libertad sino jerarquía.
    Son los que sienten el honor como la vida.
    Son los capaces de dar cosas que nadie obliga y abstenerse de cosas que nadie prohíbe. Son los...

    ("El nuevo gobierno de Sancho" Leonardo Castellani)

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