Reproduzco a continuación un texto tomado de "Introducción a la cultura japonesa", de Federico Lanzaco Salafranca (Universidad de Valladolid, 2000). El trozo que reproduzco del capítulo VIII se titula "Impacto de la cultura europea en Japón", pero básicamente se trata de aportes hechos por portugueses y españoles, con una rara excepción por parte de los piratas holandeses que metieron cizaña hasta conseguir que expulsaran a los misioneros y se persiguiera a los cristianos, consiguiendo los holandeses el monopolio comercial con Japón y la prohibición por parte de las autoridades niponas de todo contacto y comercio con extranjeros que no fueran neerlandeses. Así que, omitiendo los pocos aportes holandeses (que consistieron más que nada en bebidas alcohólicas), aquí os dejo el texto en cuestión. Sí he dejado unos pocos de italianos porque eran jesuitas y llegaron con los portugueses y los españoles y trabajaban con ellos (y al fin y al cabo la orden fue fundada por españoles). Aunque he dejado el título igual al copiarlo, sin embargo lo he adaptado para más exactitud en el título del hilo.


IMPACTO DE LA CULTURA EUROPEA EN JAPÓN

"Los bárbaros del Sur introdujeron una barbaridad de cultura", en frase aguda de Antonio Cabezas.

Hay que reconocer que esta primera ola de contacto con la cultura europea fue de verdadero impacto, con contribuciones concretas no pequeñas.

Un somero listado de las mismas, sin ninguna pretensión de ser exhaustivo:
· El uso de armas de fuego (mosquetes, arcabuces y cañones).
· El comercio exterior desarrolló una clase mercantil.
· Introducción de navíos modernos y ciencia náutica (el primer navío de estilo europeo construido en Japón (Satsuma) fue obra del español Juan Gómez de Solís en 1592. Y el embajador Vizcaíno también prestó asistencia técnica para la fabricación de dos naves en 1613), astrolabios, correderas, sondalezas, etc.
· Elaboración de mapas geográficos de Japón, con mediciones topográficas (el jesuita italiano Carlos Spinola fundó en Kyoto una Academia de Ciencias, algo similar a lo que Adam Schall y otros compañeros de Mateo Ricci hacían en China).
·En el terreno de la minería y la metalurgia, Ieyasu mostró vivo interés por la técnica española utilizada en la amalgama de mercurio (utilizada en Potosí y Zacatecas). Japón era gran productor de plata, pero sólo conseguía obtener un rendimiento metálico escaso del mineral.
· Apertura de escuelas y colegios con los métodos docentes más avanzados del renacentismo europeo.
· Destilerías y vino ibérico, con productos industriales basados en el desarrollo de procesos físico-químicos: jabón, lentes, tijeras, espejos...
· El reloj mecánico (aunque les resultó incómodo por no ajustarse a la división del tiempo japonesa).
· Recetas de repostería con la introducción del azúcar.
· Nuevos tejidos: terciopelo, satén, sarga, tafetán, encajes, crespón, muselina, las mantas...
· Alfombras y tapices.
· El sombrero (con un éxito asombroso en las clases altas).
· Instrumentos musicales: címbalos, laúd, arpa, clavicordio, órgano...
· En pintura se introducen el óleo, acuarela, aguafuerte... con las técnicas de la perspectiva (ausente en la pintura tradicional japonesa). Origen del estilo namban (pinturas del sur, de Europa).
· Introducción de la quinina, gasas, técnica del cosido de heridas.
· Nuevos vocablos de origen portugués que se incorporaron al vocabulario japonés hasta el día de hoy: pan, shabon (jabón), buranko (columpio, corrupción de balanço), karuta (naipes), kasutera (tarta, de Castilla), tempura (pescado y verduras propios de las témporas de abstinencia de carnes)...

Pero tal vez una de las contribuciones más importantes que merecen destacarse es el uso por primera vez en Japón de los tipos móviles de imprenta, traídos por Valignano en 1590. Al año siguiente ya se publicaban los primeros libros en la famosa imprenta de Amakusa (norte de Kyushu). Aparecieron vidas de santos, manuales de devoción y litúrgicos, catecismos, traducciones de la Guía de pecadores de Fray Luis de Granada, el Kempis, fábulas de Esopo... Hasta una edición en romaji (la primera existente en Japón) del famoso clásico Heike Monogatari, etc.
Y, muy relacionada con dichas publicaciones, merece sobre todo destacarse la extraordinaria labor pionera lingüística de los misioneros. Mencionemos en concreto:

DUARTE DE SILVA:
Jesuita portugués (murió en 1564). Compiló la primera gramática japonesa y diccionario.

JUAN FERNÁNDEZ:
Jesuita español. Compañero de S. Francisco Xavier. a los siete meses de su llegada a Japón compuso una gramática, mejorando y aumentando la de Duarte de Silva, y un diccionario.

FRANCISCO RODRIGUES:
Bajo su dirección se editó un diccionario preparado con la colaboración de varios jesuitas nativos y extranjeros.

JOãO RODRIGUEZ
Todo un personaje en la historia del siglo de Cristianismo en Japón.
Fue el intérprete oficial y agente general de los jesuitas con Hideyoshi e Ieyasu. De ahí su sobrenombre japonés Tçuzzu (intérprete).
Sus extraordinarias dotes lingüísticas le permitieron componer las tres obras más destacadas de la época, verdadero hito en la historia de la lengua japonesa, y reconocidas mundialmente por su extraordinario valor:

Vocabulário da lingoa de Japam (1603)
Arte breve da lingoa japoa (1620)
Arte da lingoa de Japam (1604-1608)

Son una presentación de la gramática japonesa con vocabulario de más de 30.000 vocablos, de una precisión y análisis lingüístico incomparables.
Llegó a un conocimiento profundo no sólo de la lengua sino también de la cultura japonesa. como vía de ejemplo, merecen citarse sus descripciones de la ceremonia del té y del ikebana.
Debido a su delicada y compleja labor como el intermediario oficial de los misioneros jesuitas ante Hideyoshi e Ieyasu, su gestión fue muy criticada. Manejaba las finanzas de la misión, poseía mucha información sobre todo orden de cosas civiles y religiosas...
Al fin, salió de Japón para Macao en el año 1610, y murió en China.
Su papel histórico fue hábilmente interpretado, aunque con los retoques interesados del escritor y guionista, en la célebre novela Shogun, de James Clavell, y el serial televisivo correrspondiente, siendo el protagonista William Adams.