Notas en torno a la huella portuguesa en Malaysia
Rafael Rodríguez-Ponga
Malaysia, y muy especialmente la ciudad de Malaca (o Melaka,en malayo), mantiene todavía hoy vestigios evidentes de la presencia portuguesa (1509-1641). En esa ciudad polifacética -con un área metropolitana de más de medio millón de habitantes de muy diversos orígenes- la huella hay que buscarla en unos puntos muy concretos: en el centro están los monumentos históricos que recuerdan la antigua presencia política y religiosa, mientras que en las afueras encontramos el barrio donde viven hoy los descendientes de los portugueses, que mantienen un habla peculiar.
En un reciente viaje a Malasia (en 1995), pude comprobar que la presencia portuguesa sigue viva, está arraigada y se mantiene con perspectivas de futuro, aunque es escasa. En estas páginas escribo unas notas rápidas sobre lo que he visto y leído.
La historia de Malaca (120) es compleja. Según la tradición, fue fundada en el siglo XV por un jefe malayo. Pronto se convirtió en un gran puerto comercial, punto de encuentro de razas, lenguas y religiones, con predominio islámico. Los portugueses llegaron en 1509, al mando de Diego Lopes de Sequeira. En 1511, el virrey de la India, Alfonso de Albuquerque, tomó la ciudad y, a partir de ahí, Portugal controló el tráfico de especias desde Malaca hasta Arabia. En 1641, la conquistaron los holandeses, que la tuvieron en su poder hasta 1795, año en que pasó a manos británicas. Entre 1818 y 1825 volvió a pertenecer a Holanda, para ser después nuevamente colonia británica, hasta la independencia en 1957 de la Unión de Malaya, en la que se había integrado Malaca en 1946. [78]
MONUMENTOS PORTUGUESES
En el centro de Malaca permanecen algunos restos de la ciudad antigua. Allí, el viajero puede contemplar la Porta de Santiago, única estructura que se mantiene en pie de la gran fortaleza conocida como A Famosa, que construyeron los portugueses en el siglo XVI y que destruyeron los británicos a principios del XIX. La Porta de Santiago forma parte de un entorno histórico-cultural, cuidado y valorado por las autoridades de la ciudad. Este monumento fue visitado por SS.MM. los Reyes Don Juan Carlos (heredero directo de los Reyes de Portugal, soberanos de Malaca) y Doña Sofía el 5 de abril de 1995, durante su viaje de Estado a Malaysia (121).
Desde la Porta de Santiago, vale la pena subir a pie a la colina de San Pablo (St. Paul´s Hill), desde la que se tiene una buena vista de la ciudad. En la cima están las ruinas de la iglesia portuguesa de Nossa Senhora de Annunciada (cuya construcción inicial data de 1521), en la que se establecieron los jesuitas. Fue transformada en la segunda mitad del XVII en un templo de la Iglesia Reformada Holandesa bajo la advocación de San Pablo, por lo que hoy se la conoce solamente como Saint Paul´s Church. Dentro de la iglesia, hay lápidas de tumbas fechadas desde el siglo XVI, tanto de portugueses como de holandeses. En el centro, está la tumba vacía de San Francisco Javier, a quien hay dedicada una estatua junto a la entrada, en el jardín. Llama la atención y emociona ver el homenaje a este gran santo español, que tiene un monumento al aire libre, en un país de religión oficial musulmana, en el que los católicos representan sólo el 3% de la población.
San Francisco Javier estuvo cinco veces en Malaca, la primera en 1545, la última en 1552. En total, vivió en esta ciudad unos doce meses y se alojaba normalmente en esta iglesia de los jesuitas. Al morir en China en 1552, su cuerpo fue llevado a Malaca y posteriormente, en 1554 a Goa. Fue canonizado en 1622. En 1747 Benedicto XIV lo proclamó patrón y protector de las Indias orientales.
Junto a A Famosa está el colegio del Sagrado Corazón, al que acuden no solamente los católicos de muy diversos orígenes (portugueses, chinos, tamiles), sino tambien niños de otras religiones. En esos terrenos, en los que trabajaron los misioneros desde el siglo XVI, es significativo que funcione hoy esta institución católica viva.
El edificio católico actualmente en uso más antiguo es la iglesia de S. Pedro, que fue construida en 1710, cuando los holandeses permitieron la libertad [79] de culto. Pueden encontrarse otras huellas de época portuguesa en el monte de San Juan, con los restos de la antigua iglesia; los restos de la Ermida do Rosário; así como diversos objetos (monedas, cañones...) en lugares diversos.
EL BARRIO PORTUGUÉS Y SU LENGUA
Lejos del centro histórico, se encuentra el actual barrio portugués, conocido como Portuguese Settlement (122) en inglés, Perkampungan Portugis (123) en malayo o Chang di Padre (124) en el portugués local.
Allí, uno se hace varias preguntas. ¿Es posible que siglos después del fin de la presencia política portuguesa haya realmente una comunidad que habla portugués? ¿Cuántos portugueses hay en Malaca?
En primer lugar, hay que decir que «portugués» puede usarse como un concepto muy amplio, que incluye a todos los que se consideran con algún antecedente portugués, aunque no hablen esa lengua y estén racialmente muy mezclados. Según me dijeron, quizás un 10 ó incluso hasta un 20% de la población de Malaca se considera a sí misma descendiente de portugueses en algún grado.
En concreto, portugués se refiere a una pequeña minoría, unida, que ha conservado su sentido de comunidad portuguesa en la lengua, las costumbres, la religión, los bailes, las tradiciones. Están concentrados en el Perkanipungan Portugis y en algún lugar cercano, como Praya Lane. La existencia de este barrio ha sido fundamental para la pervivencia de la identidad del grupo como tal. De lo contrario, hubieran perecido entre la gran mezcla etnolingüística de Malaysia.
Los portugueses de ese barrio con los que hablé me dijeron que son unos 2.000 ó 3.000. Graciette Batalha (125) daba la cifra de 2.500, que, por tanto, puede seguir siendo válida. Sin embargo, George Alcantra, que me vendió su libro (126) personalmente, dice que hay 4.500 portugueses curoasiáticos en Malaca y unos [80] 30.000 en el resto del país. Para John Holm (127) la comunidad lingüística está formada por 1.500 personas y para Sarnia Hayes Hoyt (128) sólo por 900.
El barrio portugués fue fundado en 1935 por los sacerdotes Pierre François -francés- y Álvaro Martín Coroado -portugués-, con objeto de reunir en una misma zona a todos los portugueses dispersos en la comarca. Por ello se conoce como Chang di Padre, es decir, «Llano del Padre, Llano del Sacerdote».
Está formado por hileras de casas unifamiliares, construidas de obra, bien techadas, con calles asfaltadas, electricidad, teléfono y demás servicios. El conjunto resulta limpio y armonioso, con los carteles bien puestos, si bien es modesto.
Las calles tienen nombres de personajes portugueses vinculados a la historia de Malaca: Jalan Alburquerque, Jalan (129) Eredia, Jalan Sequeira...
Junto al mar está la plaza portuguesa (Medan Portugis o Portuguese Square), inaugurada en 1985, con restaurantes y tiendas. Cerca están las barcas de los pescadores, la imagen de su patrón, San Pedro (por cierto, con el cartel en inglés: Saint Peter), y el convento y colegio de las religiosas canosianas.
Los habitantes de este barrio han vivido normalmente del mar. La mayoría de las familias tiene origen pescador, pero últimamente se han diversificado, trabajando en otros oficios (como la carpintería), en el comercio o en la hostelería.
Los restaurantes tienen nombres de evocaciones portuguesas: De Lisbon, D´Nolasco, De Costa. Los carteles están escritos en inglés, malayo y chino, lenguas que hablan los que visitan el lugar y quieren probar la comida típica. Estos restaurantes ofrecen también espectáculos folclóricos, con bailes y canciones propias.
George Alcantra lucha por mantener la cultura portuguesa. Es dueño del restaurante De Lisbon, en el que ofrece comidas y bailes típicos y ha escrito un interesante libro sobre su barrio y las huellas portuguesas en Malaca. El grupo folclórico que allí actúa se llama Troupa de Malacca y fue fundado por Noel Felix.
Las casas muestran ostensiblemente sus creencias religiosas: en los porches hay imágenes católicas (Jesucristo, la Virgen, algunos santos). Muchos llevan al cuello una cadena con una cruz y la enseñan con orgullo al visitante como signo de identidad. Todos son católicos. Lo son por fe y por mantener un rasgo distintivo y cohesionador, en un país oficial y mayoritariamente islámico, [81] pero que permite la libertad de cultos. Sus fiestas principales son para celebrar el día de San Pedro, el de San Juan, y, por supuesto, la Navidad.
La religión ha sido un elemento decisivo. Por ello, su forma de hablar se conoce generalmente como cristâo, es decir, «cristiano». A veces aparece escrito como kristang o papia kristang «lengua cristiana»; y pueden leerse referencias a ellos como gente kristang «gente cristiana».
Cristao (sic) es la denominación que más les identifica: así se lo he oído decir a ellos mismos, así lo he leído en la prensa malaya y así lo recogen los libros consultados.
Cristao es, pues, el nombre de este pueblo mestizo y de su lengua. El término portugués es más bien una designación genérica de origen étnico remoto. Pero ellos mismos son conscientes de que ya no son de raza europea, dadas las numerosas mezclas raciales. Para evitar confusiones, suelen decir -en inglés- Malaysian Portuguese Eurasian «euroasiático malayo-portugués», con objeto de mostrar claramente su condición mestiza y, al mismo tiempo, que su origen en los siglos pasados no les impide ser ciudadanos de Malaysia.
No existe, pues, en Malaysia un grupo racial portugués. Son mestizos, descendientes de portugueses, holandeses, malayos, chinos, ingleses... por lo que suelen insistir en que son euroasiáticos. Hay que destacar que en toda esa mezcla, el elemento más fuerte fue el portugués y el católico.
Los holandeses se fundieron con ellos y olvidaron su lengua y su religión. Como dice G. Batalha, es una ironía histórica que los holandeses, que hicieron una dura persecución calvinista contra los católicos, acabaran fundiéndose con sus enemigos.
Abundan los apellidos portugueses: Alcantra, De Silva, Theseira, Plera, Pinto, Nolasco, De Souza, Alvaca, Pedro, Santa María, Domingos, De Costa, Pestana. Otros habitantes del Chang di Padre llevan apellidos de otros orígenes. Además, en la prensa católica de Kuala Lumpur he encontrado otros nombres de origen portugués.
Todos me dicen que el cristao es sólo una lengua de familia. En efecto, no he visto carteles en esta lengua, ni en portugués general, y todos hablan en inglés al forastero.
El inglés y el malayo son las lenguas que se enseñan en el sistema educativo. Los niños aprenden el cristao en casa, con sus padres y abuelos, con los vecinos. Las personas mayores lo hablan con más frecuencia; los jóvenes y niños tienden más a usar el inglés. Algunos ya no saben hablar cristao, pero lo entienden, porque lo oyen a sus padres. Otros lo siguen hablando. Charles Frederick (quizás de remoto origen holandés o inglés), de unos diez años, me dice orgulloso que él sí habla portugués con su familia.
En un hotel internacional del centro de la ciudad, una camarera nos oye hablar español y reconoce algunas de nuestras palabras, nuestros números. [82]
Pero tiene clara conciencia de que su habla es distinta a todas. Me dice -en inglés- que ha aprendido el «portugués» con sus padres (con los que sigue hablando en esta lengua) pero que no entiende el portugués de los lusohablantes extranjeros.
El cristao no es portugués propiamente dicho, sino una variedad criolla (crioulo), que ha sido estudiada y descrita recientemente por Alan N. Baxter (130). Forma parte del conjunto de herederos del portugués que han quedado en Asia, como resultado de su presencia histórica. El cristao de Malaca es la única variedad viva del malayo-portugués, que tuvo hasta este mismo siglo otros núcleos de hablantes en Java y Timor (131).
La situación lingüística de Malaca es muy compleja. Además del malayo y del inglés (lenguas oficiales y de uso más o menos general), las respectivas comunidades hablan sus lenguas chinas e indias, así como cuatro papiamentos: el cristao; el malayo de bazar (Bazaar Malay); el baba (criollo de los descendientes de chinos hokkien y malayos); y el malayo acriollado de los chitties (descendientes de tamiles) (132).
La profesora Batalha (133) estuvo en el barrio portugués de Malaca en 1974 y 1983. La mayoría de los datos y descripciones que ofrece son válidos también ahora, pero se observa una mejoría económica sobre la situación que ella vio entonces. Sigue siendo humilde el Portuguese Settlement, pero se advierte ya un cierto desarrollo económico.
Según Batalha «o papiá conserva aínda aí grande vitalidade, mas é uma língua de minoría». Es cierto que es muy minoritaria, pero se sigue hablando todavía hoy y se transmite a los niños. Sin embargo, el entorno impone el inglés y el malayo. Batalha opina que «segundo tudo leva a crer, os filhos destes jovens de hoje ignorarâo por completo o dialecto de seus avós». La misma autora considera como un golpe fatal el hecho de que en 1981 se suprimiera la jurisdicción religiosa de la diócesis de Macao sobre los descendientes portugueses de Malaca y Singapur.
Pero como ella dice y yo he visto, el apego sentimental a Portugal como madre patria es muy fuerte. Quién sabe si, tal vez, las nuevas generaciones mantengan vivo su espíritu de grupo vinculado a Portugal, pero abandonen al mismo tiempo su lengua, porque las que les resultan útiles son el inglés y el malayo. Además, la continua llegada de turistas o investigadores de lengua portuguesa les puede hacer pensar que su cristao ni siquiera es portugués. Si se [83] entrara en un proceso de desprestigio -y me temo que ya está en marcha- el cristao tendrá dificultades para sobrevivir. Como mucho, quizás, deseen aprender el portugués internacional, como elemento de vinculación con el pasado y con el actual mundo lusohablante, o -como apunta Batalha- el cristao tienda cada vez más a parecerse al portugués general.
Hacer conjeturas es muy arriesgado. Lo que es una realidad es que en la Malasia actual hay algunos miles de personas que se describen a sí mismas como portuguesas, que hablan un criollo portugués al que llaman cristao y que son católicas. Ésta es una realidad indiscutible y emocionante, más de tres siglos y medio después del fin de la presencia política portuguesa en ese país.
Y este es el gran dilema: ya no son sólo pescadores que viven dentro de su barrio nada más. Son dueños de restaurantes que reciben clientes malayos y turistas extranjeros; son empleados que van a trabajar a las fábricas o a los hoteles de la ciudad; son niños que van a la escuela a seguir el programa académico general. Y todo ello lleva consigo que les resulte imprescindible aprender el inglés y el malayo, en detrimento del cristao.
Por último, hay que señalar que el portugués ha dejado otra huella lingüística muy importante: las numerosas palabras portuguesas que han entrado en la lengua malaya, hablada por 150 millones de personas, no sólo en Malaysia, sino también en Singapur, Brunei e Indonesia (en su variedad conocida como indonesio). Así, en esa parte del mundo han arraigado voces -que podemos reconocer con facilidad- como bendera «bandera», kereta «carreta, coche, automóvil», pantalun «pantalón» y paung «pan», que contribuyen a mantener despierta la memoria de la historia.
http://www.cervantesvirtual.com/serv...p0000001.htm#4
Malaca,%2BMal%C3%A1sia,%2B%2B%2B21[1].jpg
Malásia, Malaca, Restaurante Lisboa
Fotografia e Texto de António Oliveira
"Este é um espectáculo de folclore português no Restaurante Lisboa, em Malaca. Do Minho ao Algarve, passando pela Madeira, nada é esquecido pelos cantos e danças dos ranchos folclóricos que actuavam na esplanada do restaurante. Os trajes são a rigor e as músicas cantadas em português. É uma verdadeira alucinação naquele fim do mundo, onde, na realidade, ninguém fala a língua de Camões, apenas algumas palavras. Domingos Costa, o dono e chefe da comunidade portuguesa local, é o grande dinamizador de tudo isto. Disse-me que nunca tinha visitado Portugal, país de onde se considera ser um descendente esquecido pelos vários governos. O único convite que recebeu foi do ex-governador de Macau, Rocha Vieira, que não cumpriu a promessa, mantendo a tradição dessa espécie predadora que são os políticos. Naquela zona, situada nos arredores de Malaca, vários “Restoran de Lisbon” convidam o visitante a provar comida portuguesa.(...)
in estradapoeirenta.blogspot.com
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