RECUERDOS DEL MAQUIS

A la memoria de "Mutilzaharra", guerrillero comunista del maquis, hermano de mi tío.
MUTILZAHARRA, UN GUDARI SUREÑO
Nunca lo sabrá uno todo. Hasta ayer creí saber bastantes cosas. Hasta ayer empecé a pensar que ni la mitad de las cosas sé.
El caso fue que, para bien o para mal, cayeron en mis manos las memorias manuscritas de mi tío político, cuyo hermano fue -hasta que murió conciliado con la Santa Iglesia- comunista español de los montaraces; con decir que fue condecorado como héroe de la Resistencia Francesa está dicho bastante.
Entre los recuerdos de mi tío, interesantes desde el punto de vista familiar (los rasgos heroicos que cuenta de su esposa, por ejemplo, son una faceta hasta hoy desconocida por mi de mi tía consanguínea, la hermana de mi padre), hallamos diamantes. Santiago Carrillo fue un traidor -dice el hermano de mi tío, en las memorias de éste: "Nos vendió el canalla y miserable. Todo estaba preparado para asaltar España por los pirineos (sic) y el muy hijo de perra nos vendió". El hermano de mi tío fue "mutilzaharra" (en vascuence, "mocico viejo"); ahora comprendo que el "mutilzaharra" del hermano de mi tío se quedara vestido y sin novia: vestido (de guerrillero, del maquis) y sin país que invadir desde Francia; en concreto desde Iparralde, donde se refugió el bueno de mi "Mutilzaharra".
Tuve el honor de conocer al hermano de mi tío, el "mutilzaharra" del que hablo, antes de que pasara a mejor vida. Era un español de los pies a la cabeza (pese a haber perdido la cabeza, por la utopía marxista y soviética). De vez en cuando hablaba con él, y me contaba lo mucho que gozaba poniendo dinamita en el culo de los nazis... En fin, lo de dinamitero le gustaba al hombre y nunca dejó de serlo. Si lo hubieran dejado, hubiera arreglado la cosa, dinamitando los bancos judíos -que, asombrosamente, en su cabeza (mejor dijéramos "pajarera"), tenían la culpa de todo; y dudo mucho que eso lo aprendiera el buen hombre en el Partido Comunista Francés (menos todavía en el "español").
Según el "mutilzaharra", Carrillo era un maldito vendido al capitalismo. Sobre todo, cuando trajo la especie del eurocomunismo. El hermano de mi tío cerró filas con Ignacio Gallego, y hasta tuvo algún título -no digamos "mando"- en el antiguo Partido Comunista de los Pueblos de España. Mucho me hablara el "mutilzaharra" de su primo -primo, por tanto, de mi tío: por nombre Benito. Benito -según decía el "mutilzaharra"- había sido un comunista de los de tomo y lomo en la Revolución de 1936 (como comunista coherente, el "mutilzaharra" nunca hablaba de Guerra Civil, sino de Revolución).
-A Benito lo mataron... Malditos hijos de puta los cabrones que lo mataron.
Como me lo contó tras hablar de los nazis, le apuntillé:
-Los nazis. Ya se sabe...
-¡Quitá allá! No fueron los nazis... Fue el cabrón de Santiago Carrillo.
Si el "mutilzaharra" levantara la cabeza y viera que a ese carnicero -que todavía se pasea entre los vivos- nos lo han hecho "hijo predilecto" de no sé qué ciudad que ha perdido el honor que le quedaba por esa razón- digo yo que... Ni haría falta esperar que levantara la cabeza Francisco Franco.
Ay, viejos comunistas del exilio... Ay, mutilzaharra... Si levantaran ustedes la cabeza, volverían a la tumba por tal de no ver tanto hijo de perra engañando y cobrando los honores que no se merece.
Maestro Gelimer
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
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