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Tema: Mi serie poética : Recuerdos de la muerte y Amoríos

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    Mi serie poética : Recuerdos de la muerte y Amoríos



    RECUERDOS DE LA MUERTE

    CAIGAN LÁGRIMAS



    Caigan lágrimas en mis aposentos,

    Rieguen los días nublados,

    Póstrese mal el cuerpo,

    Todo lo que sea, menos holgado



    Que retumbe la pena en mis oídos,

    Que un funeral sea poca cosa,

    Sean las farolas poemas de urbe,

    Y los ramos anhelen las rosas,



    Recuerdos de la más idiota embriaguez,

    Pasado que viene y va a su antojo,

    Dolor de cabeza y sudor frío,

    La mentira que nunca llega al cojo,



    Intenso palpitar del corazón,

    Suspiros de España y de más allá,

    Bloqueo mental acelerado,

    Ruidos de coches que vienen y van,



    Gritos atronadores sin venir a cuento,

    Alarma en el vacío de la desesperación,

    Tragedia de la más infame brusquedad,

    Espinas por un cuerpo que es puro temblor,



    Y así es esta jornada, la del desatino,

    La de la nube negra, la borrasca pesada,

    El salir cabizbajo, la mirada perdida,

    La pérdida de la elocuencia, la noche amarga,



    El recuerdo del instante más triste,

    Sonrisas femeninas vagabundeando en un sueño,

    Calor agobiante, ese molesto bochorno,

    La soledad más tirana y cruel con mayor empeño,



    El perro que no encuentra su dueño,

    El grillo que no para en su infernal canto,

    El gato que busca celo, comida y despertar,

    El gallo que anuncia amanecer y espanto,



    La mujer que se queda compuesta y sin novio,

    El jovenzuelo que iluso creyó saber de la vida,

    Los naranjos que miran de reojo pero sin malicia,

    La música que ya no suena como querías,



    Y caiga una lágrima tras otra,

    Que rieguen los fríos suelos,

    Que atormenten las inocentes cabezas,

    Que sean lamentos sinceros,



    Ciérrese un muro con hábil prisa,

    Dure poco el sol, sin piedad,

    Que los buitres al mediodía,

    Anuncien carroña y vanidad,



    Que caigan lágrimas, que hay sequía,

    Que la brisa se vaya sin despedirse,

    Que los molinos de viento sigan ahí,

    Que Don Quijote y Sancho van a reunirse,



    Amigo, con estos versos quiero decirte,

    Que tú y yo pasamos por un mal momento,

    Pero dicen que más se perdió en Cuba,

    Aunque yo sé que eso no es para nada consuelo,



    Pero amigo , yo desde aquí te exclamo,

    ¡ Que caigan lágrimas, sí, puro aborrecer,

    pero que cayeron ayer y caigan hoy, porque

    el mañana nos ha de pertenecer ¡



    Mírate al espejo y siéntete orgulloso,

    Porque en tus venas corre sangre de bravura,

    Y si hoy echaste lágrimas, no sientas vergüenza,

    Pues honradez es ir tranquilo a la sepultura.







    SE LE FUE SU MADRE….



    El niño lloraba sin cesar,

    Su rostro se le agrietaba,

    El pobre no podía entender,

    La dureza que le ahogaba,



    Sus pardos ojos se hundían,

    En el fangal del terror,

    Su revoltoso pelo se mecía,

    Al ritmo del viento bravucón,



    Su cuerpo, el normal de seis años,

    Apenas se mantenía despierto,

    El tormento del duro destino,

    Le abrumaba en pleno entierro,



    ¡ Ay que se me fue mi madre ¡,

    El pobre niño sollozaba,

    Sus rodillas heridas por el juego,

    Su voz lastimera se notaba,



    ¡ Ay que se me fue mi madre ¡,

    Los cipreses danzaban con mala sombra,

    Las gentes del pueblo en su socorro acudían,

    Pues el niño iba muriendo en mala hora,



    Ni a su edad ni a ninguna,

    Se halla comprensión a tal hecho,

    Porque se va volando la vida,

    Por un cielo demasiado estrecho,



    La lengua adormilada,

    La piel sangrante,

    La nariz enfangada,

    La cabeza pensante,



    Se cruzan los sentimientos,

    Y no distingue hombre de cosa,

    El azar no puede comprarse,

    Su mirada fija, pero perezosa,



    El niño miraba al cielo,

    Y así oía a su madre,

    El paisaje fue su cuna,

    Y era mecido por su padre,



    Su familia le arropaba,

    Pero él no los veía,

    Las nubes eran la mantilla,

    De la madre que se iba…,



    Ya no sentirá ese calor,

    Ni olerá a café por las mañanas…,

    Las manzanas sabrán amargas,

    Los cuervos serán su alba,



    Pobre niño, cómo llora,

    A Dios pregunta sin parar,

    Que por qué se le fue su madre,

    Que por qué no la verá más,



    Se le fue su madre,

    Se le parte el alma,

    Y aunque el tiempo cura heridas,

    Su dolor no se calma,



    Madre no hay más que una,

    Y ese niño bien lo sabe,

    Huérfano le tocará vivir,

    Aunque es más fuerte que antes…,

    REMINISCENCIA BARROCA:



    Sea el día que acaezca,

    Mañana, tarde o noche,

    Mi cuerpo se irá de la tierra,

    Y mi alma…¡ Qué ande, qué ande ¡,



    Nada es eterno, todo se va,

    Lo físico, lo psíquico, lo lógico,

    Todo lo normal perecerá,

    Y dará que hablar a los tópicos,



    Mujeres, hombres, plantas…,

    ¿ Qué mas dará ¿,

    Tan pronto como se levantan,

    Corren y se van,



    Ni un débil anhelo,

    Ni un asomo de estabilidad,

    En este cruel paseo,

    Carente de serenidad,



    Los sentidos son muy fuertes,

    Gusto, tacto, oído, olfato, vista…,

    ¿ Para qué tanta valentía,

    si a posteriori os haréis ceniza ¿,



    ¡ Ay de mí que soy desdichado ¡,

    En esta cruda desventura,

    Aína de aspectos falsos,

    Y carente de mucha hermosura,



    Mucho temple y gran salero,

    Alborozo y vengan alegrías,

    Mucho duende, gran esmero,

    Después serán penas mías,



    Amanece…¡ Qué bonito ¡,

    Deslumbra a la vista,

    Pero, por favor, que sea despacito,

    Porque muy pronto se irá esa cita,



    Dinero, lujos, ambición…,

    Es cuestión de conseguirlos,

    Para después perder amores,

    Y ganar falsos amigos,



    Grandes portentos; parece magia,

    Después desparecerán cual alud,

    El tiempo no nos deja sapiencia,

    Sólo un polvoriento baúl,



    Penas y alegrías, ¿ Verdad ¿,

    Permanecen o bien se escapan,

    No hay nada inmortal,

    Y todo luego nos rechaza,



    Emoción y recuerdos,

    Valor y honradez,

    Después ni me acuerdo,

    Cuando me hablan de vejez,



    ¡ Oh maldita muerte,

    Opresora de la humanidad,

    Atrapas a toda la gente,

    Y a todos haces llorar ¡



    ¡ MALDITA SEAS OH CRUELÍSIMA MUERTE ¡





    LA NAVIDAD MODERNA:



    Ya huele mucho a pólvora en las calles,

    Estruendos y risas son muy constantes,

    Alboroto y alegría por los cuatro costados,

    Los problemas son volátiles tunantes,



    Los grandes almacenes se frotan las manos,

    Los explotados dependientes se arreglan como nunca,

    Regalos, regalos y más regalos,

    Bonita época de vacías tumbas,



    La televisión armoniza las mentes,

    Se agitan en demasía las huchas,

    Cantidad de bromas y sonrisitas,

    Promesas que en exceso se escuchan,



    Las vecindades se saludan y sonríen,

    Jamón, champán, gambas y pavos,

    Aromas mezclados de caras colonias,

    Corbatas de seda y pantalones bien planchados,



    La mejor fecha para los disfraces,

    No pasa nada, todo el mundo es bueno,

    Buenas borracheras y muchísima droga,

    A todos los cónyuges le crecen los cuernos,



    Las familias se unen y conversan,

    Muchos años ha que ni siquiera se ven…,

    Otros apenas se conocen,

    Alguna discusión, y luego risas a tutiplén,



    ¿ Qué puedo decir que no sepáis de buena tinta ¿,

    mucho canoso con traje rojo de lana,

    miles de buzones, reyes maquillados,

    niños con húmedas narices entregan su alma,



    Hace un frío derrochón en las calles,

    En verdad todo es derroche en esta farsa,

    Nos acordamos de los seres queridos,

    En el calor de una estufa que abrasa…,



    Navidad, sigue tu curso,

    Humanidad, sigue la historia lineal,

    Que de esta gran mentira,

    Yo muestro desprecio, y…¡ Viva la verdad ¡





    SE ME VA EL ALMA:



    Los recuerdos me atormentan,

    Mi existencia me delata,

    Cada vez tengo menos fuerzas,

    Ya se me ve hasta el alma,



    El suicidio me ronda la mente,

    Como aquel título de novela,

    Que Ramiro Ledesma escribió,

    Hoy vago cual alma en pena,



    Se me va el corazón,

    Pobre de espíritu me estoy volviendo,

    Antaño fui joven sangre de guerrero,

    Hoy soy prematuro viejo soñoliento,



    No es difícil predecir la muerte,

    Porque más sabia es la divinidad,

    De la que el hombre puede creer,

    En este mundo del dios material…,



    Época de grandes males y pocos remedios,

    Muchos nudos llevo ya en la garganta,

    La gente no se da cuenta de nada,

    Me dicen que mi política me mata,



    Encerrado en un círculo vicioso,

    De odio, rencores y desatinos,

    Así es como hoy me encuentro,

    Así es como hoy termino,



    Fui siempre un inadaptado,

    Nunca supe disfrutar de esta vida,

    Quién me diría en mi adolescencia,

    Que por puro idealismo perecería…,



    Se me va el alma…,

    Más me queda el poco físico,

    Por ello creo en la otra vida,

    A pesar de mi malestar psíquico…,





    MUERTE EN VIDA:



    Cansancio de la más ingrata incertidumbre,

    Cuchillos clavados en lo más hondo del alma,

    Hastío de la más depresiva existencia,

    Asfixia en el sendero de la nada,



    Pasan días y noches como si tal cosa,

    Mientras tanto el suicidio ya no se ve tan de lejos,

    Ayer fue imaginación más bien morbosa,

    Hoy es proximidad, hoy parece sosiego,



    Las fuerzas faltan para pensar y actuar,

    Cuerpo errante que a donde ir no tiene,

    Roca solitaria ante intratable océano,

    Artista frustrado que exteriorizar no puede,



    Muerto en vida, porque eso no es vivir,

    Un día tras otro es gran ruina,

    Sauce del cementerio lejano,

    La tristeza y la desazón es ya rutina,



    Las penas son el pan de cada día,

    La alegría es un recuerdo más bien infantil,

    La luz se ha ido sin pena ni gloria,

    La oscuridad sigue siendo su porvenir,



    La negatividad es lo que predomina,

    Los recuerdos son ya confusión,

    Lástima es lo que al exterior produce,

    Siendo ayer tremebunda pasión,



    Las puertas cada vez se cierran más,

    El horizonte se ve ya muy lejano,

    Lo que un día fue todo fiereza,

    Hoy no es más que tristón letargo,



    Ni el mejor fandango podría retratar,

    El lamento tan grande que le devora,

    Ni las zanjas con más ganas cavadas,

    Ni el duelo a más solitaria hora,



    El amor está en la más honda grieta,

    Pues si bien fue de lo más destacable,

    Hoy brilla por su insignificancia,

    Hoy ya no es su afilado sable,



    Si un día perteneció a los mejores,

    Bien sabe que esa hora finalizada está,

    Si es cierto que la historia tiene ciclos,

    Esta vez se ha llegado al final,



    La tensión es dura y cruel,

    Ni el más potente serrucho,

    Podría cortar sus raíces,

    Pues el mal abunda, y mucho,



    Si la vida va y viene,

    Ésta parece que ya se va,

    Pues por materia que no quede,

    Pero el espíritu muerto ha,



    El sufrimiento se prolonga,

    La mirada se va perdiendo,

    La ilusión es ruda alienación,

    El pozo que la tierra va absorbiendo,



    En fin, qué se puede decir más,

    Si esto es la historia de uno,

    Que muriendo viene y va,

    Y que ya no tiene nada seguro,



    Se temía mucho por la muerte en el Barroco,

    Pero éste que yo conozco ya ni eso,

    Pues al no sentir ni padecer, el temor

    Es algo que no entra en su seso,



    Cuando se llega a este límite,

    Es muy difícil de explicar, supongo,

    Pero todo el que lo siente,

    Hunde hasta más no poder sus ojos,



    Cuando todo el ser es cansado,

    Por el exceso de lacrimosidad,

    Cuando el cuerpo no es más que camuflaje,

    De la decadencia que avanza sin cesar,



    Cuando todo eso está pasando,

    Es la más directa señal,

    De que, o mueres o vives,

    Pero que así no se puede estar,



    Este que yo conocí, no sé que habrá sido de él…,

    Pero de seguro yo digo,

    Que lo suyo fue muerte en vida,

    Que su jornal era el castigo,



    Así que visto lo visto,

    Espero que la gente comprenda,

    Que o se muere o se vive,

    Pero no una interminable pena,



    Que la muerte en vida es dura,

    Eso se ha de bien conocer,

    Que eso pasó, pasa y pasará,

    Pero se ha de luchar por el saber,







    MI TRISTE VIDA :



    Tragicomedia de crueles pesares,

    Motivada por una inútil inocencia,

    Todavía con ideales caballerescos,

    Ando lamentando mi existencia,



    Grave cúmulo de decepciones,

    Desde la cuna desengañado,

    La tristeza por bandera,

    El sollozo como canto,



    Arropado con el calor familiar,

    Inadaptado ante una corrupta urbe,

    Un mundo que no acabo de asimilar,

    Por ello mi furia se descubre,



    Afortunado en amigos y familiares,

    Muy malo, peor todavía, en amoríos,

    Impulsos cada vez más incontrolados,

    Melancolía aflamencada, pero con pocos bríos,



    Caluroso por suerte o por desgracia,

    De temperamento extraño,

    Como marco, el Atlántico y los olivares,

    Ora risueño, ora huraño….,



    Triste figura es mi físico,

    La Tradición mi espejo,

    La autoestima inexistente,

    La Cultura mi anhelo,



    No puedo negar mis esfuerzos,

    Pero tampoco afirmo muchos frutos,

    El silencio de mi alma se recrudece,

    Ante la vida y sus exabruptos,



    La nostalgia mi constante,

    La somnolencia natural efecto,

    Del cansancio de dos vertientes,

    Vejez prematura es lo que siento,



    Cual anciano gato intento lamer

    Las heridas que por desgracia abundan,

    Mientras tanto, la vida sigue

    Su curso de locuras y penumbras,



    Desde párvulo gustóme la protesta,

    Enérgicas vociferaciones subliminales,

    Dar la nota, que el vulgo dice,

    En mí, asignatura de calificación notable,



    No obstante, siempre fui consciente,

    De que en esta vida se está para algo,

    La idea de Misión en mí no cambia,

    Vida es esperanza, aunque a veces letargo,



    Tristón soy de carácter, por herencia,

    Pobre de espíritu, aunque con el tiempo

    Los palos de vida han marchado

    Dando su fruto, harto endureciendo,



    Al calor de un bien elaborado puro,

    Voy escribiendo todo lo que bien puedo,

    Sé que no es gran cosa, lo asumo, pero

    Al menos, es mejor que estar la televisión viendo,



    La radio sigo escuchando, por la noche,

    Me distrae a la vez que algo aprendo,

    Cada vez soporto menos la caja tonta,

    Poco me gusta eso que llaman arte moderno,



    Me gusta saborear el Quijote muy

    Tranquilamente, capítulo a capítulo,

    No puedo remediar ser quizás clásico,

    Hasta antiguo me admito, he dicho,



    Todo eso que llaman Modernidad,

    No son sino duras patadas,

    Porque yo no acabo de hallarme,

    Porque mis piernas están muy cansadas,



    No tengo más novia que la muerte,

    El legionario lema parece ser mi divisa,

    De momento, y por mala suerte, el amor descarto,

    Y aún sigo amando del Atlántico su brisa,



    Añoro ver por mi pueblo a los galgos,

    También a los burros y a los mulos,

    A las vacas y a las gallinas,

    Dios mío, ¡ Cómo añoro los campos puros ¡,



    Estuve muy perdido, por fortuna me encontré,

    En el mensaje de salvación de Cristo,

    En la formidable historia de España,

    En la Vieja Europa yo me he visto,



    A la muerte cada vez menos temo,

    Porque llegaré a ella con las botas puestas,

    Más temo a lo que pasar pueda en vida,

    Porque la suerte en mí no es bien dispuesta,



    Ansioso afán del Ideal de Conquista,

    La mezcolanza de recuerdos me abruma,

    Me deleito con una gaita dulce,

    Y con su hija, la rociera flauta,



    Los romances me dan que pensar,

    Tanto en el cante como en la literatura,

    Que mi alma se liga a mi tierra,

    Y que Dios la comanda con dulzura,



    Con frío bastante mejor me duermo,

    El calor nunca dejará de agobiarme,

    Los repentinos cambios de tiempo,

    Siempre seguirán harto molestándome,



    La dulzura, frescura y bravura del country,

    Como la de a posteriori sus descendientes,

    Son músicas que caláronme siempre hondo,

    Siempre me llamó Dixie, y yo acudo sonriente,



    La artística pena que me transmite,

    El glorioso y antiguo fandango de Huelva,

    Consigue poner mis pocos vellos de punta,

    Y la carne cual gallina clueca,



    Hecho de menos ver a los cochinos

    En aquellas grandes zahúrdas,

    Mi primer apellido romano, el segundo godo,

    Espero que nadie se confunda,



    Y éste es mi sino, mi sitio,

    Decía mi gran añorado abuelo

    Que unos nacen con estrellas,

    Y otros nos estrellamos…¡¡ Razón de viejo ¡!,



    Como buen español, de glorioso linaje vengo,

    De militar romano y del Cid Campeador,

    Soñar sueño a todas horas, desde crío,

    Ilusiones sigo haciendo, aún sin valor,



    A veces el rencor me puede,

    Y aunque robusto parecer pueda,

    Soy bien frágil, cual guita

    Que no llega a ser cuerda,



    La acidez de las naranjas,

    No es comparable a la mía,

    Pues menos dulzura se encuentra,

    En mi historia, en mi vida,



    La diversión evoca infantiles tiempos,

    Porque cada día me aburro más,

    Mi pueblo ya no goza de niños por sus calles,

    El cemento arrasa las raíces, llegando está el mal….,



    La grandeza de Wagner he podido saborear,

    También a Turina y a Manuel De Falla,

    Conducen a caminos más elevados,

    Es como el viejo que sabiendo no calla,



    Adoptivo hijo de la vieja Onuba,

    Desde sus marismas me lleno de alegría,

    Su gente bien me comprende y me habla,

    Cómodo y tranquilo me siento por su ría,



    No hay mucho más que contar,

    Estos pareados son humildes, que no buenos,

    Pero al menos me sirven para expresar,

    Todo lo que concierne a mis tiempos,



    Casi nada, por no decir nada, bien hago,

    Aunque al menos algo intento,

    En cambio a muchos la vida dará

    Algún día un merecido escarmiento,



    Sólo me queda el honor, la honra,

    Y antes de huir prefiero la pelea,

    Y poco me importa lo que en poco tiempo consiga,

    O deje de conseguir, me importan mis ideas,



    Relacionaba Séneca bien con honestidad,

    Pues eso mismo digo yo, siglos después,

    Mi triste vida acá he plasmado,

    Espero que el lector piense, y vaya a hacer,



    No soy ejemplo para nada ni para nadie,

    Pero al menos doy testimonio, que no es poco,

    De una evolución, creo que buena,

    La Historia da y quita razones, supongo.





    ¡¡ VENGA A MÍ LA MUERTE ¡!



    ¡¡ Venga a mí la muerte ¡!,

    que cual Juan sin miedo

    ya nada me asusta…,

    ¡¡ Este es ibérico ruedo ¡!,



    Bien me vendría desaparecer,

    De la faz de la tierra,

    Aunque es Dios quien sólo decidirá,

    De que morir yo pudiera,



    Me parece haber vivido mucho,

    A pesar de mi enfermedad : La juventud,

    Y de mi agonía : La tristeza,

    Hoy padezco prematura y amarga senectud,



    ¡¡ Venga a mí la muerte ¡!,

    Que el Barroco se me ha alejado,

    Ya nada de ilusión espero,

    Ya todo se me ha acabado,



    Grotesco muñeco roto, por una vida

    De continuas y ardientes decepciones,

    Aunque, sea larga o angosta la vida

    Que me quede, ¡¡ ahí están mis valores ¡!,



    Lucho por pura conciencia,

    Porque sé que el mañana me pertenece,

    Que si bien no conoceré la victoria,

    Podré aportar a quien lo merece,



    Mi presente, mi pasado, es tormenta,

    De esas que evocan un diluvio,

    No obstante ello bien me ha servido,

    La vida todo tiene, como el lobo de Gubbio,



    Sé encontrar la riqueza en la sencillez,

    La galantería nunca ha de morir,

    Los ideales de las novelas caballerescas,

    Se llevarán la palma, por sobrevivir,



    Ahora miro a la muerte con altanería,

    Porque el saber no ocupa lugares,

    Me gustaría encontrarme con gente,

    Que en vida pasé momentos agradables,



    Me emociono con las nanas de Machado,

    A su profunda amada Guiomar,

    Lo que más quería ya se fue,

    Por ello sufro, y miro a la mar…,



    Dios es el que me ha de juzgar,

    Porque, por el momento, me limito

    A intentar sentar la cabeza,

    Con todo, no puedo negar estar herido,



    El silencio de la noche me advierte,

    El amanecer, no obstante, me alegra,

    El atardecer me da bastante que pensar,

    Y la verdad es que casi nada me sosiega,



    A la muerte no se ha de temer,

    Pues por quien por su pueblo no sabe morir,

    Es preciso y de bien nacidos saber,

    Que en esta patria no merece vivir,



    Si en las hermosas noches españolas,

    Se sigue escuchando aullar a los lobos,

    Es que hay vida, luego hay esperanza,

    Con todo, ¡¡ Seamos fuertes como toros ¡!,



    Fuertes en solitario y solidarios en la manada,

    Así debe ser nuestro estilo, nuestra consigna,

    ¡¡ Venga a mí la muerte, que es naturaleza,

    Venga a mí la muerte echando chispas ¡!



    Lo que hacemos en esta vida,

    Mantiene su eco en la eternidad,

    Sea como fuere, ¡¡ Venga a mí la muerte ¡!,

    ¡¡ Vengan los ríos que van a la mar ¡!,







    MUERTE, ¿ ESTÁS AHÍ ¿ :



    Muerte, ¿ estás ahí ¿,

    ¿ De verdad por mí ya vienes ¿,

    Te he cortejado lo mejor que he sabido,

    Y podido; ahora me llegas sin bienes,



    Mi debilidad pulmonar me avisa,

    El sudor frío me atormenta,

    Mi cama es mi lecho, mi yacimiento,

    Apoyo en mi almohada mi cabeza,



    Cruzo mis manos, a modo antiguo,

    Me cuesta mucho respirar, los recuerdos

    Me van invadiendo sin piedad,

    Mis ojos se apagan con sentimiento,



    Suspiro como un tonto enamorado,

    Me lamento de todos mis males,

    Pues son toda mi vida, mi alma

    Se encuentra abrumada por tantos pesares,



    Casi todos los que de verdad me quisieron,

    Ya se fueron hace bastante tiempo,

    Ahora me veo con gente que aún me quiere,

    Y, bueno, es suerte mía el tenerlos,



    En mi cabeza y en mis oídos,

    Noto zumbidos incesantes, mi corazón

    Palpita con extremosa velocidad,

    Mis manos están frías, sin perdón,



    No es conveniente en mi caso,

    Hacer balance alguno, pues nada

    Bueno supe hacer, así que a lo hecho

    Pecho, y que Dios se apiade de mi alma,



    Muerte, ¿ Ya has venido ¿,

    Me llevé reclamándote la vida entera,

    Y sin embargo, no te esperaba ahora,

    Pero, ¡ Qué mas da ¡, ésa es tu manera,



    Daba igual el momento, aunque

    Reconozco que me he sorprendido,

    No obstante pienso que se hace justicia,

    Pues fue error mío el haber nacido,



    Fui fruto de un verdadero amor,

    De esos que ya no existen,

    Y mira de lo que ahí salió….,

    Algo que tú no quisiste,



    Te imaginé con distinto rostro,

    Te pensé calavera con guadaña,

    Sin embargo eres natural, y sencilla,

    Pero afilada cual manchega navaja,



    Ni sonríes ni lloras, eres extraña,

    Menos mal que me llegas tranquilamente,

    Y no como aquella vez que te quise buscar,

    Con la pistola de mi abuelo, bruscamente….,



    Te he deseado más que a todas las mujeres

    Bonitas de este mundo, ahora ya te tengo,

    Se me pasa la vida como en un cine veraniego,

    Eres la pantalla que siempre ví, ¡ lo siento ¡,



    Qué decirte que ya no sepas,

    Eres testigo de todas mis desdichas,

    Y de mis poquitas alegrías,

    Ahora llévame contigo a la deriva,



    Alguna lágrima se va escapando,

    Hasta castigarme el pecho cual crueles

    Latigazos, ésa es la más dura penitencia,

    El final de una vida sin laureles,



    Me voy asfixiando cada vez más,

    Pero voy notando un placentero reposo,

    Beso el crucifijo de mi abuela, que heredé

    Tras su muerte, ahora la veré dichoso,



    No hace falta que yo te pregunte, tú misma

    Me vas respondiendo, tienes que llegar y punto,

    No hay más misterio ni más ciencia,

    Muero joven, aunque con vieja mentalidad, sin recursos,



    Me voy palideciendo mucho más de lo normal,

    Mi piel rosada se vuelve inexpresiva,

    Mi pelirroja barba se inquieta ante el inmediato

    Futuro que me espera, sin carisma,



    Noto que mi gente está llorando,

    Y yo ya casi no puedo hablar,

    Aún así hago fuerzas y les digo que

    No lloren, que ésta es la verdad :



    Que demasiado has tardado,

    Que ahora será cuando conoceré la paz,

    Que se alegren porque esto es buenaventura,

    Que nada vine a hacer, y que mi alma se me va,



    La garganta se me va congelando,

    Las piernas ya no las siento,

    Ya voy viendo a mis abuelos,

    A mis tíos, a mis amigos…¡ Voy muriendo ¡,



    Muerte, no sabes bien cómo te he deseado,

    Ahora es cuando exclamo de veras, ¡ Viva la Muerte ¡,

    Viva mi más leal y justiciera novia,

    Éste es mi más real presente,



    No lloréis por mí, porque no lo merezco,

    Tendríais que haber llorado en Sevilla,

    El maldito día en el que ví la luz,

    Muerte, ¡ por fin estás aquí, mi chiquilla ¡,



    Adiós os digo, con enorme gratitud,

    Muchísimas gracias por haberme soportado,

    Ya dejo de ser un amargo estorbo,

    Ya la vida factura me ha pasado,



    El sueño eterno de mí se apodera,

    Voy entrando en ese túnel infinito,

    Ya se puede decir que soy historia,

    Historia negra, asumo, sin delirio,



    Muerte, llévame contigo,

    Haz que descanse en paz,

    De una vez por todas,

    Muerte, ¡ qué triste final ¡.





    ALMA EN PENA :



    Sigue vagando mi alma en pena,

    Por aquellos senderos de Dios,

    No sabe a dónde va, y ni falta que

    Le hace, pues no conoce la razón,



    Da lo mismo que sean pinares,

    O arenosas y misteriosas dunas,

    No tengo quien me quiera, ni a donde

    Ir, no merezco suerte alguna,



    Los pájaros me guían con sus cantos,

    Soy cual búho en las noches silenciosas

    Quién sabe a dónde llegaré….,

    ¿ A quién le importa mi tristeza ominosa ¿,



    Más a menudo de lo que quisiera,

    Voy mezclando los sueños con la realidad,

    No sé ya ni que hacer ni que decir,

    No soy más que una terrible incapacidad,



    Miro al cielo y me imagino bellos sonidos,

    Como aquellas tristonas flautas,

    Que siempre en demasía me agradaron,

    Ahora ni yo mismo me marco mi pauta,



    El día que yo perezca, ¿ Quién me llorará ¿,

    Cuando mis cenizas se pierdan Dios sabe dónde,

    ¿ Quién se acordará ¿, cuando yo ya no esté

    Entre los vivos, la alegría a más de uno le acongoje,



    Voy pasando con mucha pena, y ninguna gloria,

    Son los tristes andares de un pobre idiota,

    Son los lamentos de alguien con alma de campesino,

    Son las horas más bajas del vino que no encuentra copa,



    Pobre diablo enamorado de una bonita princesa,

    Pobre diablo sin nada que aportar,

    A veces hechuras de pueblerino humorista,

    Pero no es más que un disfraz que sólo sabe amargar,



    Quién sabe si el infierno será mi futuro cobijo….,

    Quién sabe si aquellas llamas me abrasarán….,

    ¿ Qué sabe nadie ¿, decía una canción,

    ¿ Qué sabe nadie ¿, ¿ Cuál será mi triste final ¿,



    No sé como acabaré, pero seguro estoy

    Que lleno de tristeza, melancolía y nostalgia,

    No entiendo por qué aún queda gente que me quiere,

    No entiendo nada, ni a nadie, estoy en babia,



    La pena me ahoga, me agobia, me está matando,

    A tanto odio jamás podré acostumbrarme,

    El bien siempre ha sido mi quimera,

    Nunca he podido a gusto regocijarme,



    Soy el malo de todas las películas,

    El patito feo, el perro tristón, el ogro,

    Aquel al que nadie quiere, el olvidado,

    Al que siempre se le derrama el vino del rosco,



    Los Reyes Magos siempre de mí se olvidaron,

    Los perros de mí siempre huyeron despavoridos,

    Con Papá Noel siempre hubo un recíproco odio,

    Los gatos me enseñan sus uñas y colmillos,



    Los sombreros se me caen, las chaquetas

    Nunca me quedan bien, los pantalones

    Siempre me aprietan, mis manos siempre están

    Frías, mis piernas tiemblan ante los sermones,



    Mi alma está en pena, y así seguirá

    Vagando, presumo que por los siglos de los siglos,

    Los fangales serán mi más humilde morada,

    Nunca sabré lo hermoso que es tener hijos.





    SUEÑOS Y REALIDAD :



    Mis poesías son mezclas,

    De los sueños y la realidad,

    Todo lo que siento lo plasmo,

    Marcado por mi mediocridad,



    Voy juntando lo que se me ocurre,

    Sin necesidad de muchas reglas,

    Voy pensando lo que puedo,

    Como rodando va la rueda,



    La memoria me abruma,

    Los sueños me confunden,

    La noche se lamenta,

    De mi soledad sin lumbre,



    A veces me como el mundo,

    Mientras me creo caballero,

    Pero luego regreso a la vida,

    Y veo miseria, soy sincero,



    Las penas pueden disfrazarse,

    Con ropajes de solemne serenidad,

    Las alegrías van idealizando,

    Paisajes de sol radiante y bella mar,



    La acidez de las naranjas,

    Y su color tan aíno de potencia,

    Ayudan a componer, con tranquilidad,

    Y con aires de cierta inocencia,



    El rostro de una muchacha bonita,

    Vestida elegantemente un domingo,

    No tiene precio eso, y puede ser,

    Que se una a un mediano tono altivo,



    No tengo capacidad alguna de síntesis,

    En verdad no tengo capacidad para nada,

    Decía Baroja que sin plan escribía; yo,

    Sin plan y sin talento, con poca pausa,



    La madera de mi mesa,

    Tiembla ante mis inquietos ojos,

    Son pequeños, y también feúchos,

    Son testigo de sublimes despojos,



    La suavidad del buen cava,

    Me atrona con sorprendentes golpes,

    El puente de Tudela es mundial maravilla,

    Las hermosas navarricas lo conocen,



    Los caballos blancos evocan a Santiago,

    Su musculatura y movimientos,

    Dan bastante que pensar a la hermosura,

    Pues engrandece su propio término,



    ¿ Alguien gustará de mis escritos ¿,

    ¿ Importará aquello que yo diga ¿,

    No lo creo, mas igual me da,

    Se me va abriendo una ligera sonrisa,



    Dicen que los gatos tienen siete vidas,

    A saber las que yo tengo…,

    La frustración corona mi semblante,

    Mi mundo se me fue, no tengo apego,



    Ya no soy enamoradizo,

    Los pies se plantan más en el suelo,

    Pero miro a la luna, y la quiero,

    Me sigue gustando el azul del cielo,



    El que quiera que me lea,

    Y el que no quiera mejor para él,

    Sueño y realidad, ¿ Quién sabe ¿,

    Sueño y realidad, ¿ Qué ha de ser ¿.







    TRISTEZA :



    ¡ Buenos días tristeza ¡, tú que mis

    Días ocupas, otro día más, ni más ni menos,

    Continua lidia que va forjando mi ser,

    Lamento este terrible tormento de recuerdos,



    Te conozco prácticamente desde que nací,

    Contigo crecí, y aún voy viviendo,

    Siempre me atrapas cual inusitada ráfaga,

    Siempre estás presente en mi pensamiento,



    Quien sabe si evocas a la muerte,

    Ya eres tan monótona que te palpo,

    Las gaitas me rodean con melancólico encanto,

    La nostalgia me sume en duro espanto,



    Intentos de evasión harto practico,

    Sin llegar a certeras conclusiones,

    Mi vida está marcada por los sonidos,

    De tu ritmo, pues me invades sin temores,



    Perdí hace mucho las ganas de llorar,

    Quizás me he endurecido de malas maneras,

    A la vez que envilecido por las circunstancias,

    En verdad, mi vida es un cúmulo de penas,



    Los nobles recuerdos de cuando infancia respiraba,

    En ocasiones me alivian del aburrimiento,

    Gracias a Dios fui criado a base de bien,

    Y hoy, creo vivir en el peor infierno,



    Me suelo quedar con la miel en los labios,

    La salida por la puerta de atrás me ronda la cabeza,

    No sé si en verdad presagio puedes ser,

    El caso es que eres reflejo de mi ser, tristeza,



    Las ilusiones se me van esfumando,

    Como las olas que recalan en las orillas,

    No sé a dónde ir, ni qué hacer, ni que pensar,

    Mas, total qué importa, pasan los días…,



    No me ha quedado más remedio para

    Con esta vida, que aprender la soledad,

    Es duro, pero curte, refleja, mantiene,

    No obstante, me va llevando a la maldad,



    Siempre he sido hombre de fuertes calores,

    Mas mucho tiempo ha que sólo siento frío,

    La brusquedad va reinando mi existencia,

    La desconfianza alberga mi libre albedrío,



    Los nervios dominan tiránicamente mis manos,

    Mi cabeza da vueltas como una vieja noria,

    A veces se atranca, a veces gira, a veces…,

    En verdad a veces nada, mucha pena, ninguna gloria,



    Yo solía presumir de tener mucha experiencia,

    Mas a día de hoy me doy cuenta de que no se nada,

    La inocencia se fue volando por las puertas,

    La alegría parece magia muy extraña,



    Si yo tuviera una escoba, harto barrería,

    Pero pobres barrenderos si entro en su gremio,

    El rechazo es constante en mi devenir,

    Y bueno, es algo merecido por mi poco genio,



    Si filosofía es amar a la sabiduría, como bien

    Marca su etimología, filósofo seré pues,

    Dineros no tengo, ni tampoco es que los quiera,

    Pues total, por mucho que tuviera, ¿ qué ¿…,



    Si Gabriela Mistral me hubiese conocido,

    Igual me hubiera dedicado un poema,

    Yo, en cambio, estoy aquí, solo, siendo yo,

    Intentando relatar mi ingrata condena,



    En fin tristeza, a ver qué me depara el día,

    A ver qué aburrimiento es el que hoy me toca,

    Hemos de acostumbrarnos el uno al otro,

    Somos como un matrimonio a deshora,



    Ya no me da lugar ni a extrañarte,

    Te has convertido en algo más de mí,

    Mi interior se acongoja doliente,

    Sufro porque en verdad no me fío de ti.











    AMORÍOS :





    LA HISTORIA DEL AMOR NO CORRESPONDIDO SE REPITE :



    Es la eterna consigna en mi vida,

    Es el amor no correspondido,

    Y, aunque parezca ya común,

    Siempre se acaba malherido,



    Doliendo y no pudiéndose evitar,

    Que más uno quisiera,

    Pero todo río vuelve a su cauce,

    Y mi corazón a la condena,



    Aunque suene a vulgar aliteración,

    La rueda dejó de rodar,

    Es de muy recibo decirlo,

    Pues es una maestra verdad,



    Vivía yo en una nube de ilusiones,

    Despojado de la cruda realidad,

    Mas el tiempo pone a cada uno en su sitio,

    Y esas ilusiones esfumáronse ya,



    Tanto hacer la vida como uno antoja,

    No trae buenas consecuencias,

    Pues como Buda dijo, las cosas son como son,

    No como nosotros queramos que sean,



    Dicen que un sabio me dijo a mí,

    Que me tomara la vida como la viera venir,

    Pues en mala hora me dijera eso,

    Porque ahora yo no sé qué hacer ni que decir,



    El eterno chiquillo que en mí vive,

    Me ciega ante el amor con su color de rosa,

    Y aunque a mí nunca me gustó ese color,

    Veo que es expresión de buena cosa,



    Nunca llego a la hora apropiada,

    Ni nunca acierto en la justa medida,

    Yo ya no sé si es todo ignorancia,

    O tontería poco comedida,



    Siempre creo saber de casi todo,

    Y al final siempre me doy la misma cuenta :

    Que no sé de casi nada,

    Que la veda para mí no está abierta,



    Esto es como una canción de desamor,

    O de amor desgarrado y poco sutil,

    Pero de bastante tenacidad,

    Que se convierte en un sinvivir,



    Es el cuento de nunca acabar,

    Como ese cazador que acaba siendo cazado,

    La impotencia es tan sublime como

    La del timador que acaba siendo timado,



    Es un devenir raro, como un Via Crucis,

    Pero es ésta pasión nada deseada,

    Pues uno no es divino, sino muy humano,

    Defectuoso de mente quebrada,



    Pienso en ella a todas horas,

    Y noto gran vacío en mis entrañas,

    Las lágrimas tocan melodía en un piano,

    Que fustiga cual ásperas cañas,



    Esta sensación es indescriptible,

    Que no lo intenten los narradores,

    Pues nadie puede introducirse en el alma,

    De un ser humano, y más , con estos dolores….,



    Dicen que a cada cerdo le llega su San Martín,

    Pues eso será lo que a mí me ha llegado,

    Pues doloroso es a más no poder,

    Pues irritable es como fiero altercado,



    Ni en Toledo hacen aceros tan firmes,

    Como el que atormenta mi alma,

    Ni en Albacete se afila tanto,

    Como dentro de mí esta navaja,



    Todos los palos del flamenco son incapaces,

    De recoger tantísima pena,

    Eterno retorno, eterno fracaso,

    Acostarse mal sin una mísera cena,



    Ni las andinas cordilleras,

    Son tan grandes como mis lamentos,

    Ni los olivos colmados,

    Ni en primavera los almendros,



    Los nervios me comen por dentro,

    La serenidad es antigüedad remota,

    No sé qué pasa realmente,

    No sé por qué las lágrimas brotan,



    Siempre acabo haciendo mal,

    Y el caso es que no me doy cuenta,

    Cuando más intento exponer mi bien,

    Más mala resulta, cual afrenta,



    La amargura de una mala cerveza,

    O del nombre de vírgenes muchas,

    No es nada si comparamos,

    Mis tardes sin escucha…,



    El aullido de un husky ante la luna llena,

    No sería más que alegre canto,

    Pues si alguien en estos momentos viérame,

    Comprendería el poder de mi quebranto,



    Nacido para fracasar, ése debe ser mi lema,

    Pues no salgo de una para meterme en otra,

    Siendo esta vida dura mazmorra,

    De un preso que todo le viene en contra,



    Un día escuché que el amor,

    No era más que de poetas embuste,

    Siempre denosté esa afirmación,

    Pero hoy…Hoy sé que sucumbe,



    Estoy como las noches de Faro,

    Triste, melancólico, silencioso….,

    Aunque me falta su belleza,

    Pero le gano en ser poco bondadoso,



    El cuento de nunca acabar,

    La asignatura siempre pendiente,

    El alma que penando sigue,

    El corazón cada vez menos ardiente,



    La historia se repite,

    Mi amor no es correspondido,

    Supongo que es lo que merezco,

    Supongo que es lo establecido,



    Y, por más que yo lo quiera,

    La historia se repite,

    El amor no existe para mí,

    Espero que la vida se olvide,





    ¡ AH DEL AMOR ¡



    ¿ Quién me dice a mí qué es el amor,

    si cuando creo que ya lo tengo,

    como un viento huracanado,

    me arrasa dejándome indefenso ¿



    La inteligencia femenina,

    Tiene alta dosis de crueldad,

    Que por muy malo que sea un hombre,

    Jamás llegará a esa maldad…,



    Sin saber que hacer,

    Y con los sentimientos afianzados,

    Miro hacia el cielo pidiendo socorro,

    Por supuesto sin encontrarlo…,



    Qué se yo de la vida,

    Qué se yo de mujeres,

    No hay quien las entienda,

    Y…¿ Quién las merece….?



    Sensación de incertidumbre,

    Apocado por las circunstancias,

    Un callejón con salida estrecha,

    En la vida pura ignorancia,



    No sé como curar una herida,

    Cuando ésta radica en el alma,

    Maldita inexperiencia inocente,

    Maldita mi poca calma,



    Amor….¿ Quién sabe lo que es ¿,

    ¿ Quién me lo explica ¿,

    Dicen que todo en la vida es ciencia,

    Pero los sentimientos bien que salpican….,



    Porque sueña uno por la noche,

    Y por la mañana es todo distinto,

    Entonces, ¿ qué hago amando ¿

    Entonces, ¿ qué hago ahora mismo ¿,



    Se pasan las horas muertas,

    Y yo sin saber cómo responder,

    Nocivo amor, déjame en paz,

    Ya no deseo más querer,



    Me asomo por la ventana,

    Pero se me nubla la vista,

    Porque no veo nada claro,

    Porque ellas son demasiado listas,



    ¡ Ay del tonto enamorado ¡,

    tantos cuentos, tantas leyendas,

    cuántas horas embobado,

    tantos Romeos, tantas Julietas,



    Querer es poder… ,

    Al menos eso dice el refrán,

    Yo no sé si puedo,

    Yo no sé si me querrán,



    ¡ Ah del amor, ah de su maldad!

    Ah de los buenos momentos,

    Qué de cosas nos enseña la vida,

    Todo tiene su secreto,



    ¡ Ah de la naturaleza ¡,

    Que poco a poco te hace ver,

    Lo malo, lo bueno y lo regular,

    Y que te obliga a crecer,





    DULCE AMANTE:



    Enredados están tus suaves cabellos,

    Nublada está mi perversa mente,

    Tu piel es dulce como infante caramelo,

    Te susurro una proposición indecente,



    Me muestras tu experiencia de dama,

    Y yo sólo soy un joven poseído,

    Sucumbo a tus encantos en mi cama,

    Me muevo cual Hércules fornido,



    Tus labios son fresas maduras,

    Los deseo con brutal arrojo,

    Mi manera de sentir es pura locura,

    No existe lugar para el enojo,



    No puedo ver más allá del asombro,

    Que tiraniza a mis perplejas pupilas,

    ¡ Qué feos se ven ahora aquellos escombros,

    Cómo se amontonan en tan horrenda fila ¡



    Placer sensorial en su más sublime fuerza,

    Pureza carnal del sexo más brillante,

    Éxito de amorío, honda proeza,

    Caricias que sólo se hacían antes…,



    Aroma de fuertes rosas rojas,

    Dulzor, dulzor…Es difícil de explicar,

    Sensación vivaracha; del árbol sus hojas,

    Vuelan dudosamente con el azar,



    Sabes cómo hacer que me sienta bien,

    Conoces dónde está mi felicidad,

    Eres pasión desatada y cruel,

    Me drogas cual narcótico mortal,



    Recorro tu cuerpo como si fuera un periplo,

    Me imagino que es el Atlántico,

    Recuerdo la belleza del peligro,

    Ejemplo de un instinto básico,



    Demuestras con tus besos tu sabiduría,

    Embaucas con tu felina mirada,

    Me gustas mucho, sabes que no te mentiría…,

    Y aunque lo hiciera no te quedarías callada,



    Conmigo tienes un sexto sentido,

    Estando contigo creo ver el paraíso,

    Aunque es mundanal y muy conocido,

    Eso de lo que te hablé en tu fresco piso…,



    En tu casa es más especial nuestro encuentro,

    Me siento con libertad y comodidad,

    Quizás por la costumbre que yo siento,

    En un cotidiano ambiente familiar,



    Tu cuello es largo y perfumado,

    Me entretengo cual minucioso detective,

    El caso que investigo es harto complicado,

    Nadie explica tanta perfección, nulo declive,



    Dices las hermosas palabras que quiero escuchar,

    Como una Venus emergente de los mares,

    Te exhibes ante un loco de atar,

    Mi manicomio son tus pesares,



    Sabes cómo calmar mi fogosidad,

    Innata en hombre que carece de razón,

    Necesidad tengo de mi furor plasmar,

    Y recibir energía de tu corazón,



    Eres la antesala de algo primitivo,

    Porque cuando te siento disfruto,

    El sufrimiento se esfuma nada altivo,

    Impera el poder del amor absoluto,



    Dulce amante, confesora de mis raíces,

    Dueña de mi sensual erotismo,

    Elixir de eterna juventud, tú dices,

    Que eres para un joven del idealismo,



    Dulce amante en ti creo,

    Dulce amante de ti gozo,

    Dulce amante a ti sólo veo,

    Dulce amante me haces brioso,



    Dulce amante en ti pienso,

    Dulce amante con locura te amo,

    Dulce amante, dulce incienso,

    Dulce amante, frondoso ramo,





    EL ODIO DE MI MIRADA :



    Noche de luna llena,

    Cuerpos de fuerte fuego,

    Los sentimientos se escabullen,

    Somos presa del deseo,



    Yo te gusto, tú me gustas,

    Pero tú de mí no te fías,

    Has notado algo en mi mirada,

    Que te ha dejado bien fría,



    Has percibido lo que llevo dentro,

    Que estoy marcado por el odio,

    Por eso no te ofrezco amor,

    Sino que seas la primera en mi podio,



    Quiero que te sientas como una reina,

    Que tu pelo negro y tus ojos verdes,

    Me inspiren poesías deleitantes,

    Quiero que disfrutes como te mereces,



    Pero dices que te asusta,

    Ese odio que llevo en la mirada,

    Que mis ojos son pequeños, pero vivos,

    Que te gusto, se nota en tu cara,



    Estás muy nerviosa, dices,

    Que soy fornido, muy varonil,

    Que en estos tiempos soy atípico,

    Pero no te acabas de fiar de mí,



    No quiero hablarte de la mía vida,

    No quiero molestarte, al contrario,

    Te ofrezco arte y cortesía,

    Y te digo que no seré temerario,



    El odio de mi mirada se debe,

    A una mala mujer, al ser más nefasto

    Que cruzóse en mi vida, y tan graves heridas

    Me hizo, que por eso ahora hay llanto,



    Me dices que no llore, que lo sientes,

    Me abrazas con fuerzas, me tocas el pelo,

    Dices que la claridad de mi piel se une

    A mis luengos y suaves cabellos,



    Nos quedamos sentados en un triste banco,

    Mirando como el frío se apodera de la noche,

    Como si el tiempo se parase, solos estamos,

    Tú y yo, me besas con garra, con buen porte….,



    Yo al principio no hago más que sorprenderme,

    Pero al divisar tu belleza me incorporo,

    Y juntos dibujamos sueños primaverales,

    Besos y abrazos son nuestro singular decoro,



    La noche es joven, y fría,

    Estas navidades son para mí especiales,

    Por lo crueles, porque yo soy el problema,

    Tú me callas, y me susurras vanidades….,



    Pero dices estar preocupada, porque

    El tiempo va pasando, y no se quita,

    Esa expresión de dureza que te abruma,

    Y no se quitará, porque rota está mi vida,



    Me hablas de futuro…Y yo te digo,

    Que no me pidas algo que yo no puedo darte,

    Que yo no te he prometido nada, y que

    No sueñes conmigo, porque sólo te traería males,



    Me coges fuerte de la mano, tus ojos se clavan

    En mi triste figura, dices que percibes

    En mí fuerza, dolor, y también ternura,

    Yo te digo que nada de eso importa, pero tú sigues,



    Me piropeas dejando en pañales la tradición

    Poética de esta bendita patria, y yo te aconsejo,

    Que no merezco nada de eso, que me olvides

    A base de bien, como se olvida un sueño,



    Pero tú insistes, y dices que puedes quitarme ese odio,

    Yo te miro, me embriago en tu verdor ocular,

    La negrura de tus cabellos huelo, con pasión,

    Nos guarecemos de este frío sin piedad,



    Esta noche será especial, para ambos,

    Vísperas de Navidad, sensaciones extrañas,

    Tú me hablas no sé qué de amor,

    Y yo te digo que mi corazón es como una navaja,



    Duro y afilado, y que hasta que no pase mucho tiempo,

    O tal vez nunca, el amor en mí no existirá,

    Te acompaño a tu casa, te presto mi chaqueta,

    Tú dices que el frío me matará,



    Y yo te digo que de mí no te preocupes,

    Que gracias a mi imbecilidad no merezco

    Más que una dolorosa muerte, tú invocas a Dios,

    Y dices que todo lo cura el tiempo,



    Yo te digo morena, abrazándote con ardor,

    Que me olvides, que sólo me recuerdes

    Por tan bonitos momentos surgidos,

    Y te deseo felicidad, por siempre,



    Tú esbozas una lágrima, que yo recojo,

    Como testigo de tu subliminal belleza,

    Sólo Dios sabe si nos volveremos a ver,

    Y que será lo que en el futuro nos espera,



    Como bien dices, en mi mirada hay odio,

    Y ese odio no se frena, sigue en mí,

    Ese odio es lo que me está matando,

    Ese odio me acompañará hasta morir,



    Espero no vivir mucho más, porque

    Esto es una eterna pesadilla, tú has sido

    Cual oasis en desierto, por eso te respeto,

    Por eso te estaré eternamente agradecido,



    El odio de mi mirada es reflejo,

    De toda una vida, que cada día que pasa,

    Más pesa, más oprime, más subyuga,

    Esperemos que algún día el caldo rebose la taza….







    BORRACHO :



    En la barra de un mísero tugurio,

    Una botella de ron me acompaña,

    No necesito de refresco alguno,

    Compro tabaco, me lleno de saña,



    El primer trago me recuerda,

    Que hace tiempo que dejé de beber,

    Mi hígado se quema, con mi mirada,

    Mi cara se enrojece ante el anochecer,



    Miro a los que entran y salen,

    Preferiblemente al sexo femenino,

    Pero no tengo ganas de nada, pues

    Sólo quiero emborracharme, ¡ qué mezquino ¡,



    Tanto desamor, tantas decepciones,

    Tanto hastío, se reúne todo como preludio,

    De la muerte más vil y desmemoriada,

    Ahora, el americano licor es mi refugio,



    Me vienen recuerdos de la adolescencia,

    Y de una juventud que creo ya fenecida,

    Porque, a pesar de mis pocos años,

    No tengo ilusión para con esta vida,



    Mi garganta se debate,

    Entre nudos que tiran y aflojan,

    Los recuerdos son un desmadre,

    Algunas lágrimas se me antojan,



    Pero mi corazón está tan duro,

    Y mi piel tan reseca,

    Que no puedo llorar, por ello,

    Voy dejando lo que el tiempo sepa,



    Pasan las horas y se acaba el ron,

    Me decanto ahora por el tequila,

    José Cuervo se ve en la botella,

    ¿ Será tan duro como lo fue Atila ¿,



    Tiro los limones ante el asombro,

    De la camarera y de todo el tugurio,

    Todos se ríen, no sé si conmigo o de mí,

    ¿ Quién sabe si esto es algún augurio ¿,



    No abandono el ron, lo voy combinando,

    Licores fuertes que rompen el hielo,

    Mis ojos se cierran, la mandíbula se mueve,

    Sonrisas falsas y estúpidas, ningún anhelo,



    Busco el abrazo de la primera que lo quiera,

    No pienso ser muy obstinado,

    Pues hoy es mi noche, así que merezco,

    Comodidad, y la lujuria como regalo,



    El alcohol me enerva, me excita,

    Las mujeres son mi blanco perfecto,

    La mancha de una mora otra la quita,

    Necesito despejarme, necesito mi momento,



    Estoy solo, tan solo como aquellos

    Muertos que Bécquer tan bien plasmara,

    Solo como la noche de mi pueblo,

    Sensación de tristeza que me amarga,



    Por tantas y tantas cosas encuentro,

    En el alcohol un buen refugio,

    Esa falsa euforia depresiva,

    Luego será de la muerte preludio,



    Ya no hago camino al andar,

    Ni voy soñando caminos de la tarde,

    Estoy harto de todo, y la verdad,

    Es que ya no existe nada que me acobarde,



    Noto el tiempo que soy abstemio,

    Voy cantando y recitando, a lo grande,

    Se me acerca una rubia, muy guapa,

    O eso parece, me hago el tunante,



    Le digo todo aquello que se me ocurre,

    Ella me acompaña con el ron, mas no

    Con el tequila, me ríe las gracias,

    Dice que mi acento es embriagador,



    Yo me hago lo más campechano posible,

    Utilizo el ser tartéssico estando fuera,

    Porque en esta grande y miserable urbe,

    Eso parece tener su grandeza,



    Alguno me mira de reojo, y me dice entre risas,

    Qué que suerte de tener este acento,

    En Sevilla me llaman cateto, y resulta que aquí,

    Todos dicen que poseo gracejo,



    No dejo descanso alguno al hígado,

    Y voy tomando la mano de esta mujer,

    Sus ojos son de tan intenso azul,

    Que ni Rubén Darío pudiera recoger,



    Ambos nos dejamos llevar, y la borrachera

    Resulta ser el más fiel testigo,

    Ella me dice que es extranjera, no sé de dónde,

    Y no me importa, pues sólo quiero sentirme vivo,



    A veces me gusta sentirme querido,

    Aunque ello conlleve la más remota falsedad,

    Sus pechos son vivo ejemplo de exhuberancia,

    Su piel clara como las nubes que franquean la mar,



    Sus orejas tan pequeñas como las mías,

    Su sonrisa parece tener inocencia,

    Aunque a mí ya no me engañan,

    Pero hoy no puedo tener conciencia,



    Juntos y entre besos y abrazos,

    Ante el aparente regocijo del personal,

    Salimos de la miseria que nos rodea,

    Abandonamos ese dichoso bar,



    Ella me lleva a su piso, hace frío,

    Vamos andando al tiempo que ensayamos,

    Lo que será una noche de pasión desatada,

    Nos paramos en un banco a besarnos,



    Miramos las estrellas y las gentes,

    Muchos ya están como nosotros,

    Pero no nos importa nada ni nadie,

    Nos divertimos como dos locos,



    Vamos cantando, o mejor dicho, gritando,

    Todo aquello que se nos viene en mente,

    Ella me dice algunas palabrillas en sueco,

    Yo le digo que de eso se deje,



    Ella es mayor que yo, lo cual me viene muy bien,

    Pues repercute en mi orgullo de cariz machista,

    Llegamos a su casa, ella no atina a abrir,

    Parece todo producto de un chiste, muchas risas,



    Ahora no conozco la exactitud,

    Mas si la imaginación, se hará lo que se pueda,

    Y mañana me levantaré agonizante,

    Mas no me importa no levantarme, ¡ quiero guerra ¡,



    Borracho estoy, borracho me siento,

    Tan borracho como aquellos fines de semana,

    En que ésa era mi divertida evasión,

    Sin rumbo fijo anda mi caravana,



    Borrachera es lo que pretendía, y la verdad

    Es que lo he conseguido, a base de bien,

    Por una vez un plan mío parece funcionar,

    Borracho estoy, sin nada que temer.







    UNA NUEVA MAÑANA :



    Abro la puerta niña,

    Que Dios una mañana me da,

    Revivo mis ilusiones,

    Tus ojos azules sin par…,



    El amanecer es dorado,

    Las palmeras se agitan,

    El viento ligero y constante,

    Los perrillos por las calles brincan,



    Dibujo una sonrisa en tus labios,

    Y sueño con la alegría,

    Me acuerdo de las primaveras,

    Cuando tan intensamente vivía…,



    Tu ser me aporta fuerzas,

    Deleite me producen tus encantos,

    Bien invitas al romanticismo,

    Tu pelo negro es mi quebranto…,



    Dios nos regaló las marismas,

    Para que tú misma las alumbres,

    Si las flores brotan grandiosas,

    Es para regalarte sus perfumes,



    Los girasoles van como el mundo,

    Girando, girando….Ello es para

    Que presumas, ante el torbellino

    De la madre naturaleza,¡ guapa ¡,



    Mi corazón palpita generoso,

    Ante tanto terremoto de bondad,

    Las olas braman furiosas,

    Ante tanta belleza sin igual,



    Es la tierra que se pone colorada,

    Ante tanta evidencia de la hermosura,

    Es la lluvia cuando finamente riega,

    Para reforzar de tus cabellos la negrura,



    Las guitarras por ti van tocando,

    Sentimientos de antaño,

    Las gaitas utilizan su melodía,

    Para encariñarse contigo hasta el llanto,



    Eres parte central de mis sueños,

    Y no creo que llegues a mi realidad,

    No obstante elegir no puedo,

    Atrapado estoy dentro de tu verdad,



    Las estrellas fugaces huyen,

    Porque competir contigo no pueden,

    Se escuchan suspiros en los ecos

    De los montes, que duelen y duelen…,



    Las águilas alto vuelan,

    Para poder divisarte bien,

    En toda tu frescura te muestras,

    Con toda tu voluntad de poder,



    Las joyas corren por brillar,

    Para ver cuál te queda mejor,

    Cada obra de arte que veo,

    Me es inferior a tu esplendor,



    En esta mañanita de Febrero,

    Tu portento guía mi caminar,

    Como las pizpiretas gaviotas,

    Cuando me voy acercando a la mar,



    El silencio recubre los momentos,

    Previos a las poesías,

    Que más quisiera yo poder

    Escribirte con algo de maestría…,



    Del cielo al infierno poco hay,

    De distancia, no sé donde andaré yo,

    Pero tú sí que lo sé, seguro,

    Porque eres un ángel de amor,



    Algo de ilusión me abruma,

    Mas la equilibra el realismo,

    El lucero del alba coquetea,

    Encelado ante tu ser bellísimo,



    Petrarca inventó el amor cortés,

    Para hacer realidad sus sueños,

    Yo nada de eso puedo hacer,

    Pero soñar es barato, y eso sí puedo,



    Que esta nueva mañana,

    Sea alegría de la vida,

    Porque de la muerte bastante

    He hablado, ahora quiero sonrisas.







    OJOS AZULES :



    Motivo de los más sentidos versos,

    Latrocinio cometido a la mar,

    Belleza sublime, expresión benéfica,

    Evoca la más tranquila claridad,



    Alegoría de la marinera brisa,

    Bucólicos como los pastos de Garcilaso,

    Alegres como los bailes hispalenses,

    Enérgicos como gigantes pasos,



    Del norte al sur, del este al oeste,

    Del gran Occidente, presumen y brillan,

    Más que todos los brillantes del mundo,

    ¡ Mucho las gentes te estiman ¡,



    No hay piedras más preciosas,

    Provocación de la sensualidad más sincera,

    Dulces como los buenos piononos,

    Orgullosos como la pasión más buena,



    Sensaciones indescriptibles,

    Augurios placenteros,

    Ternura bien elaborada,

    ¡ Ojos azules, cómo os quiero ¡,



    Vitalismo emprendedor,

    Fuerza desbordante,

    Magia atronadora,

    ¡ Qué miradas tan penetrantes ¡,



    Lujo tan hermoso que hiere,

    Provocación de envidias,

    La suavidad de la cara seda,

    ¡ Los astros qué bien los miran ¡,



    Corazón salpicado de emociones,

    Intenso palpitar ante tanta grandeza,

    Harta es la picaresca admiración,

    Que dieron lugar a bellas leyendas,



    Cariz principesco de pueblos más bien nórdicos,

    Encanto natural, de poco artificio requiere,

    Embrujo mayor que el experimentado por Reyles,

    ¡ Bellas y eternas melodías sugiere ¡,



    Ojos azules, ideal de belleza,

    Ojos azules, qué buena semblanza,

    Ojos azules, inquietos y vivarachos,

    ¡ Ojos azules, cuánta templanza ¡.





    CAUTIVO DE TUS ENCANTOS :





    No cabe en mí ya el enojo,

    Al pensar en semejante majestuosidad,

    El embrujo de tu mirada,

    Me atrapa con sigilosa vanidad,



    Esclavo me siento ante tus cadenas,

    Ésas que me iluminan con buenos modos,

    Soy cautivo de tus encantos, como

    No podía ser de otra manera, me asombro,



    Cárcel de amor es lo que padezco,

    Por ti, princesa de la noche marinera,

    Mi corazón ya no está solo, pertenece,

    A tu dulzura, cual alegre primavera,



    ¡ Ay ¡ Parece que no puedo más,

    Pero el tiempo me va aportando fuerzas,

    La lucha es incesante, mi corazón contra

    Mi cabeza, mis sueños contra mi inteligencia,



    Busco, y no encuentro, una estrella fugaz,

    Porque fugaz puede ser una estrella,

    Pero no mis sentimientos, qué se le va a hacer,

    El silencio de la noche me abruma, me enerva…,



    En tus ojos se ven los mares,

    A donde los ríos van a parar,

    Atónito y admirado permanezco ante

    La enorme firmeza de tu expresividad,



    Tus ojos son mis cielos,

    Allí donde quiero ir a parar,

    Si la belleza fuera pecado,

    A ti no se te podría perdonar,



    Tu pose invita a la galantería,

    Tu cuerpo llama a la caballerosidad,

    No sé si soy bueno, mas se lo que siento,

    Y que tengo muchas ganas de poder amar,



    Los atardeceres anaranjados,

    Me recuerdan lo subliminal de tu ser,

    El viento que parece del norte,

    Me va susurrando cosas por hacer,



    Bendita sea esa veraniega noche,

    En la que un común amigo nos fue a presentar,

    Lástima que yo creyera estar enamorado entonces…,

    Pero el tiempo todo lo pone en su lugar…,



    Quién sabe lo que depara el futuro, quizás Dios,

    Pero ni tú ni yo lo podemos saber,

    No obstante a mí se me antojan lágrimas,

    Sólo con el hecho de poderte conocer,



    Cautivo soy, preso de tus encantos,

    Y no por ello ofrezco harta resistencia,

    Mas bien al contrario, me dejo llevar,

    Pero como sabes, sin realizar alguna exigencia.









    TU SONRISA :



    En los más amargos días,

    Que son los que mi vida coronan,

    Pienso en ti, con esmero,

    Para poder pasar mejor las horas,



    En tus labios brilla una sonrisa,

    Que penetra en lo más hondo de mi ser,

    Mi alma se siente harto acongojada,

    Y tú debes demostrar tu gran poder,



    Tu rostro me invade a todas horas,

    Se apodera de mis parcos pensamientos,

    El verte sonreír evoca al paraíso,

    Yo quisiera ser un héroe del Renacimiento…,



    No debe importarte en absoluto,

    Lo que yo sienta o deje de sentir,

    Pues en tu superioridad radica tu ser,

    Y a mí pronto me ha de llegar el morir,



    Tan mala bestia para tanta belleza…,

    Tu naturaleza destila privilegio,

    Soy como el príncipe destronado, que

    Quiere y no puede, que es como sacrilegio…,



    No obstante, esa apertura en tus labios,

    Siempre está sembrando ilusiones,

    ¿ Qué hacer ¿, si no puedo evitarlo,

    Mis pensamientos son meras tentaciones,



    Es muy perceptible un brillo,

    Ese brillo en tu mirada te caracteriza,

    Con tus briosos andares me pierdo,

    El eco de tu voz suavemente me hipnotiza,



    Contemplo a la luna, en soledad,

    Y la mente se me torna jaranera,

    Quizás una nebulosa pueda invadirme,

    Pero siempre serás mi princesa,



    Encarnación de mi particular Venus,

    Dolor de la incertidumbre y la impaciencia,

    Vicisitudes que te aporta la vida,

    Los calores que arroja la insolencia,



    Conquistadora de mi alma eres,

    Tu sonrisa como fiero arcabuz,

    Conquistado me siento, y preso,
    De esa, para mí, tan ansiada luz.

  2. #2
    Avatar de Cavaleiro
    Cavaleiro está desconectado del minifundio a la parcelaria
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    Re: Mi serie poética : Recuerdos de la muerte y Amoríos

    Vaya, ¡tenemos una pluma con dotes en Hispanismo!

    Amigo Ojeda, me parece estupendo que te des a la poesía y que la compartas con nosotros. Hacen falta plumas de las buenas y certeras en Las Españas, ¿quién sabe si tú serás una de ellas?

    Sea como fuere, me iré tomando tiempo, según disponga de él, para leer tu lírica. Por el momento, acepta de buen grado dos sugerencias:

    Usa un tipo y tamaño de fuente más legible, te lo ruego.

    A la par que publiques tu lírica y ensayo en Hispanismo.org, tal vez te interesaría recoger la publicada en el foro y otra que tengas en un blog –puede que esto ya lo estés haciendo. Hay varios servidores de blogs gratuitos y tú puedes decidir si lo mantienes privado, público o sólo visible o accesible para amigos.

    ¡Un saludo!

  3. #3
    Avatar de Ordóñez
    Ordóñez está desconectado Puerto y Puerta D Yndias
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    Re: Mi serie poética : Recuerdos de la muerte y Amoríos

    Bueno una vez más gracias por el cumplido, aunque ya sabes mi opinión...Por lo demás es que son cosas que las tengo en el Word y voy copiando y pegando sin echar mucha cuenta, pero gracias por la sugerencia.

  4. #4
    Avatar de Magallanes
    Magallanes está desconectado Infante De Marina
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    Re: Mi serie poética : Recuerdos de la muerte y Amoríos

    Bien por las poesias, pero una recomendacion, si pones tanto texto seguido, te digo q no se lo lee ni cristo, es mejor ir poniendo de una en una, para q sea mas digerible para todos, y las letras mas grandes porfavor!

  5. #5
    rolf está desconectado Miembro novel
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    Re: Mi serie poética : Recuerdos de la muerte y Amoríos

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Excelente poesia, es importante contar con poetas para que nos acompañen en el camino del regreso , son tan necesarias como las marchas que nos identifican.- En Xto y en Maria.- Rolf

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