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Tema: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

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    Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad






    España fue pionera en cosmografia.

    La cosmografía es la ciencia que describe las características del
    universo en forma de mapas, El término cosmografía aparece en la obra de Claudio Ptolomeo (siglo II d. C.) combina los elementos de la geografía y la astronomía. En el siglo XVI se utiliza en España para designar a la escuela creada por la Casa de Contratación de Sevilla, para englobar todas las materias relacionadas con la navegación transatlántica, en la que era imprescindible la preparación matemática y conocimientos de Astronomía. Previamente, la acumulación de saber cosmográfico en el suroeste de Europa había sido muy importante desde los siglos finales de la Edad Media, fundamentalmente en los reinos cristianos peninsulares que, además de contar con selectas colonias de comerciantes italianos (sobre todo genoveses) y experimentar la navegación atlántica hasta los puertos flamencos, se extienden hacia el sur a costa de los musulmanes: tanto Portugal (Enrique el Navegante y la escuela de Sagres) como la Corona de Aragón (portulanos mallorquines), y Castilla que es la que culmina el Descubrimiento de América. El primer mapamundi donde aparece America
    Juan de la Cosa (a veces Juan el Vizcaíno) (Santoña, actual Cantabria (España), ¿1450 o 1460? - Turbaco, Colombia, diciembre de 1509) fue un navegante y cartógrafoespañol, conocido por haber diseñado el primer mapa del mundo que mostraba los territorios descubiertos en América durante el siglo XV.
    En junio de 1500 regresó a Cádiz y elaboró para los Reyes Católicos el primer Mapamundi en el que aparece el continente americano, obra fechada en ese mismo año, en El Puerto de Santa María. Esta pintada sobre un pergamino junto con dos pieles unidas, y es un rectángulo irregular de 96 cm de ancho y 183 cm de largo; el mapa fue hecho de manera vertical, es decir que el Occidente corresponde la parte superior del mapa y el Oriente como la parte inferior, el norte se sitúa a la derecha y el sur a la izquierda. En la parte superior aparece una efigie de San Cristóbal, aunque puede ser un retrato del mismo Colón, situado a poniente de las Antillas y aparece una inscripción que dice: Juan de la Cosa la fizo en el Puerto de S. Mª en año de 1500.
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    Expedicion botanica de Jose Celestino Mutis

    José Celestino Mutis y Bosio (Cádiz, 6 de abril de 1732 - Bogotá, 11 de septiembre de 1808) fue un botánico y matemáticoespañol.
    Hacia 1763 Mutis propuso al rey de España realizar una expedición botánica con el fin de estudiar la fauna y flora americanas. Tuvo que esperar 20 años para conseguirlo, y así emprendió lo que se ha llamado el "redescubrimiento". Realizó tres expediciones botánicas.
    En 1772 Mutis obtuvo las órdenes sacerdotales.
    En 1783, bajo la dirección de Mutis, se inició la Real Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada; la exploración cubrió unos 8000 kilómetros cuadrados, utilizando como eje el río Magdalena.
    En marzo de 1762, durante la inauguración de la cátedra de Matemáticas del Colegio del Rosario, expuso los principios del sistema de Copérnico, de la ciencia moderna y del método experimental lo cual le valió un enfrentamiento con la iglesia. En 1774 tuvo que defender ante la Santa Inquisición, la conveniencia de la enseñanza de los principios Copernicanos, así como de la física y matemática modernas, inspiradas en Isaac Newton, y de la "filosofía natural".
    Mutis adquiriría un gran renombre en los círculos científicos europeos. Mantenía constante correspondencia con los principales científicos europeos y españoles, entre los que destaca Carlos Linneo al que envió materiales botánicos, y Alexander von Humboldt, que le visitó durante su viaje expedicionario por América.
    Mutis murió a los 76 años de edad, víctima de apoplejía en Santa Fe de Bogotá el día 11 de septiembre de 1808. Tras la muerte de Mutis su sobrino, Sinforoso Mutis Consuegra, hijo de su hermano Manuel, se hizo cargo de la Expedición Botánica. En 1818, con el levantamiento independista, los materiales de la expedición, herbario, manuscritos y dibujos, se llevaron a España y actualmente se conservan en el Real Jardín Botánico de Madrid. Lo más destacado son sus más de 6.000 dibujos botánicos de flora colombiana que forman parte del patrimonio nacional.
    La familia Mutis tuvo amplia descendencia en Colombia.
    Como curiosidad personal quiero añadir esta.
    La lingüística: estudió las lenguas indígenas de su entorno y, entre sus actividades, estuvo la elaboración de una serie de vocabularios elementales (100 palabras de cada idioma indígena) por encargo del rey Carlos III. El rey respondía a la demanda de la zarina Catalina la Grande que le había pedido vocabularios de las lenguas habladas en todos sus reinos, para hacer un monumental Diccionario de todas las lenguas del mundo. (Como anécdota: dicho Diccionario se publicó, pero los compiladores tuvieron la malhadada idea de hacerlo por orden alfabético, por lo que resulta imposible consultarlo.)
    Esto viene a comprobar tanto en Mutis como en otros hombres y mujeres de su tiempo la defensa de los indijenas, y de la lengua por parte del reino de España.
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    Expedicion Malaspina (botánica, zoología, geología)

    En septiembre de 1788,
    Alejandro Malaspina, junto con su colega José de Bustamante y Guerra, propone al gobierno español la organización de una expedición político-científica, con el fin de visitar casi todas las posesiones españolas en América y Asia. Este viaje se conocería como expedición Malaspina.
    Los propósitos de la expedición serían los siguientes: incrementar el conocimiento sobre ciencias naturales (botánica, zoología, geología), realizar observaciones astronómicas y "construir cartas hidrográficas para las regiones más remotas de América".
    La expedición levantó mapas, compuso catálogos minerales y de flora y realizó otras investigaciones científicas. Pero no abordó simplemente cuestiones relativas a la geografía o a la historia natural. En cada escala, los miembros de la expedición establecen inmediato contacto con las autoridades locales y eventuales científicos para ampliar las tareas de investigación.
    El objetivo de Malaspina era realmente ambicioso. Aspiraba a dibujar un cuadro razonado y coherente de los dominios de la monarquía española. Para ello, no sólo contaba con los trabajos de sus colaboradores, sino que también investigó en los materiales de los principales archivos y fondos de la América española. A través de sus diarios y escritos, tuvieron cabida los distintos aspectos de la realidad del imperio, desde la minería y las virtudes medicinales de las plantas hasta la cultura, y desde la población de la Patagonia hasta el comercio filipino. De esta forma culmina, siguiendo los principios de la Ilustración, la experiencia descubridora y científica de tres siglos de conocimiento del Nuevo Mundo y la tradición hispana de relaciones geográficas y cuestionarios de Indias. Y lo hacen bajo una fórmula característica del período pues, imbuido del credo cientifista y naturalista de la Ilustración, lo que hizo Malaspina en realidad fue componer una verdadera física de la Monarquía.
    A su regreso, la expedición Malaspina había acumulado una cantidad ingente de material: la colección de especies botánicas y minerales, así como observaciones científicas (llegaron a trazar setenta nuevas cartas náuticas) y dibujos, croquis, bocetos y pinturas, era impresionante y, sin duda, la mayor que habrían de reunir en un solo viaje navegantes españoles en toda su historia.
    Antonio de Ulloa
    Antonio de Ulloa y de la Torre (Sevilla, 12 de enero de 1716 - Isla de León, 3 de julio de 1795) fue un científico, militar y escritorespañol.
    En 1735 fue comisionado, con el grado de teniente de fragata, a la expedición francesa que midió un arco de meridiano en las proximidades de Quito. Junto a Jorge Juan, también miembro de la expedición, fue el descubridor del platino en el Chocó (Colombia) y participó en la revisión de las defensas de los puertos de El Callao y de la costa chilena.
    Fue el fundador del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, el Observatorio Astronómico de Cádiz y el primer laboratorio de metalurgia del país; y miembro de la Real Academia sueca, la Academia de Berlín y correspondiente de la Real Academia de Ciencias de París. Fue también comendador de Ocaña en la Orden de Santiago.
    Ulloa aprovechó su estancia en la Isla de Cuba en la elaboración de un informe sobre el funcionamiento de las comunicaciones postales entre España y el Perú a raíz de la creación de la empresa estatal de los Correos Marítimos. En su Modo de facilitar los Correos de España con el Reyno del Perú elaborado en 1765, no sólo se ponía de manifiesto la inviabilidad de la ruta existente, sino que también ofrecía una posible alternativa al respecto. Por aquel entonces, la correspondencia para América se enviaba desde La Coruña a La Habana, para su posterior reparto por todo el continente. Este trabajo nos describe a la perfección las dificultades por las que atravesaba la distribución del correo por la América meridional, problemas que se solventaron cuando en 1767 una nueva línea postal quedase inaugurada entre La Coruña y Buenos Aires.
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    Félix de Azara

    Félix de Azara fue un militar, ingeniero, explorador, cartógrafo, antropólogo, humanista y
    naturalistaespañol, nacido el 18 de mayo de 1742 en Barbuñales (Provincia de Huesca) y muerto en 1821.
    La abreviatura Azara se emplea para indicar a Félix de Azara como autoridad en la descripción y clasificación científica de los vegetales.España y Portugal, por el Tratado de Madrid, fijaban las fronteras de sus posesiones en América del Sur. Se eligió a Azara para formar parte de los comisarios encargados de delimitar con precisión las fronteras españolas. Parte hacia Sudamérica en 1781 para una misión de algunos meses y se quedará durante 20 años.
    En sus viajes, y casi por aburrimiento, tomó interés en los animales de las zonas que visitaba. Así, a pesar saberse ignorante sobre el tema y creer que antes que él ya lo habrían hecho los viajeros y naturalistas de América, decidió apuntar sus observaciones y esperar a acabar sus otras obligaciones para publicar los materiales. Azara describió 448 especies, de las cuales la mitad eran nuevas.
    Finalmente fue llamado de vuelta a España en 1801 al cabo de 20 años de privaciones, sufrimientos y después de haber sobrevivido a diversos peligros, desde ataques de indios hasta serpientes venenosas.
    No aportó animales disecados, sino únicamente sus manuscritos sobre los mamíferos y reptiles del Paraguay y Río de la Plata (Essais sur l´histoire naturelle des Quadrupèdes, Paris, 1801, y la versión española: Apuntamientos sobre la historia natural de los quadrúpedos del Paraguay y Río de la Plata, Madrid, 1802), los Apuntamientos para la historia natural de las Paxaros del Paraguay y Rio de la Plata (tres volúmenes, Madrid, 1802-1805). Haciendo prueba de gran generosidad, el mismo Sonnini tradujo la obra al francés en 1809 bajo el título Voyages dans l’Amérique méridionale, par don Félix de Azara (cuatro volúmenes, de los cuales el tres y el cuatro corresponden a los "Páxaros del Paraguay", y atlas, Paris).
    Gustav Hartlaub (1814-1900) editó en 1837 un índice de las especies de aves descritas por Azara. Varias especies le fueron dedicadas: el pájaro Synallaxis azarae por Alcide Dessalines d'Orbigny (1806-1876) en 1835 y los roedores Dasyprocta azarae por Martin Lichtenstein (1780-1857) en 1823, Akodon azarae Johann Fischer von Waldheim (1771-1853) en 1829 y Ctenomys azarae por Michael Rogers Oldfield Thomas (1858-1929) en 1903.
    También se le ha dedicado una dorsal en la Luna, la Dorsum Azara en 26° 42' N y 19° 12' O de unos 105 km de longitud. La ciudad de Azara en la provincia de Misiones nominada en su memoria por su trabajo en la región.
    Se planteó la posibilidad de la evolución de las especies, preguntándose las similitudes existentes ante la falta de rigor científico. Antes que el propio Charles Darwin, quien parece que conocía sus estudios.
    Colaboró con José Artigas en el establecimiento de pueblos en las fronteras entre la Provincia Oriental (actual Uruguay) y el Imperio del Brasil, cuya fundación más importante fue el pueblo de Batoví.
    Expedición Balmis
    La Expedición Balmis fue llevada a cabo por el médico español Francisco Javier de Balmis. Fue una expedición de carácter filantrópico que dio la vuelta al mundo desde 1808 hasta 1814. Su objetivo era que la vacuna de la viruela alcanzase todos los rincones del mundo que aún no tenía acceso a ella.
    Uno de los principales problemas que se presentaron a la hora de idear la expedición fue cómo hacer para que la vacuna resistiese todo el trayecto en perfecto estado. La solución se le ocurrió al mismo Balmis: llevar en el viaje a un número de niños, e ir pasando cada cierto tiempo la vacuna de uno a otro, mediante el contacto de las heridas. La fecha correcta de la salida de España es noviembre 30 de 1803 desde A Coruña hasta 1806.

    Jaume Ferran i Clua
    Jaume Ferran i Clua (Corbera de Ebro, Tarragona, 1 de febrero de 1851 - Barcelona, 22 de noviembre de 1929) fue un ilustre médico y bacteriólogoespañol, que descubrió una vacuna contra el cólera y otras vacunas contra el tifus, la rabia y la tuberculosis.
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    Félix Palacios y Bayá
    Félix Palacios y Bayá[1] , Boticario de Madrid de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Decidido partidario de la farmacia y la química experimental, se enfrentó a sus compañeros que seguían con el galenismo de Mesué y Dioscórides. Publicó la famosa Palestra farmacéutica, químico-galénica en 1706.
    Para muchos autores, Palacios significa la introducción de las nuevas ideas de la química en España. Tiene una clara vocación docente o educativa para los boticarios, si bien no la dirije a los aprendices sino a los maestros boticarios. No obstante, su libro no sigue el sistema de aprendizaje de las cartillas, el de preguntas y respuestas para que el aprendiz de boticario pudiera aprenderse de memoria las definiciones y los conceptos del libro. Es el primer libro de Farmacia química en español y probablemente el más importante del siglo XVIII, con él se hizo que llegaran los conocimientos químicos a los boticarios por la ordenación de los métodos farmacéuticos, la simplificación de los medicamentos y la unificación de lo métodos operativos.
    José María López Piñero
    José María López Piñero (1933) estudió Medicina en la Universidad de Valencia, obteniendo los títulos de Licenciado y de Doctor con Premio Extraordinario. Se formó como especialista en Historia de la Medicina en las universidades de Múnich, Bonn y Zúrich, siendo fundador y primer director de la Biblioteca y el Museo Histórico-Médico de Valencia y miembro fundador, asimismo, de la Sociedad Española de Historia de la Medicina (de la que fue presidente). También ha sido miembro numerario de la International Academy of the History of Medicine, de la Gessellschaft für Wissenschaftsgeschichte, de la Société Internationale pour l´Histoire de la Médecine y de la Société Medico-Psychologique.
    Entre las condecoraciones y premios recibidos figuran la Encomienda con placa de Alfonso X el Sabio, la Gran Cruz de Sanidad, el premio Alberto Sols de Investigación Médica y la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana.
    De sus innumerables obras cabe destacar: "Orígenes históricos del concepto de neurosis" (1963), "Medicina y sociedad en la España del siglo XIX" (1964), "Neurosis y psicoterapia. Un estudio histórico" (1970), "Diccionario histórico de la ciencia moderna en España" (2 vols., 1983), "Bibliographia Medica Hispanica, 1475-1950" (8 vols., 1987-1996), "Las plantas del mundo en la historia" (1996), "Antología de clásicos médicos" (1998) o "Del hipnotismo a Freud. Orígenes históricos de la psicoterapia" (2002).
    La Junta de Valladolid (Primer debate sobre los derechos humanos)
    La Junta de Valladolid es el nombre con el que se conoce al célebre debate que se dio en (Valladolid1550-1551), con Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas como principales defensores de dos posiciones antagónicas, que románticamente se han interpretado como la de los enemigos de los indios y sus defensores, siendo de Las Casas uno de los gérmenes de la lucha por los derechos humanos. En realidad eran dos formas de concebir al indígena y la conquista. Forma parte de lo que se venía llamando la polémica de los naturales (nombre que se daba a los indígenas americanos o indios).
    La discusión tuvo lugar en el Aula Triste del Palacio de Santa Cruz, antiguo Colegio Universitario y hoy sede del Rectorado de la Universidad de Valladolid.
    No debe confundirse con la Conferencia de Valladolid de 1527 sobre el erasmismo.
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    Francisco de Vitoria (Creación del derecho internacional)

    Francisco de Vitoria (Burgos o VitoriaEspaña; 1483/1486 - Salamanca, España; 12 de agosto de 1546), fraile dominico español.
    La dignidad y los problemas morales de la condición humana fue el eje en torno al que se desarrolló su obra. Fue especialmente influyente por sus aportaciones jurídicas, aunque también tuvieron gran repercusión sus estudios sobre teología y sobre aspectos morales de la economía.
    Fue el inspirador de la escuela de Salamanca, una variante muy influyente de la escolástica que, entre otras cosas, teorizó abundantemente sobre la economía desde un punto de vista moral. La doctrina católica de su tiempo tenía el afán de lucro de los comerciantes por pecado, y los comerciantes se dirigieron a él para solventar sus dudas pues, o dejaban el comercio, o se condenaban, lo que le indujo a tratar temas económicos. Según Vitoria el orden natural se basa en la libertad de circulación de personas, bienes e ideas. De esta manera los hombres pueden conocerse entre sí e incrementar sus sentimientos de hermandad. Esto implica que los comerciantes no son moralmente reprobables, sino que llevan a cabo un servicio importante para el bienestar general.
    La escuela de Salamanca desarrolló varias teorías económicas muy influyentes posteriormente, como una teoría del precio justo basada en la escasez del bien e influida por la oferta y la demanda, separándose claramente de la teoría del precio según el coste de producción. Esta escuela también desarrolló la teoría cuantitativa del dinero, utilizada para explicar la alta inflación del siglo XVI.
    Analizó las fuentes y los límites de los poderes civil y eclesiástico. Rechazó ideas medievales: las jerarquías feudales, la supremacía universal del emperador o del papa. Así, el poder civil está sujeto a la autoridad espiritual del papado, pero no a su poder temporal.
    Se preocupó por los derechos de los indios. Su obra De indis recoge las relecciones en las que expresa su postura ante el conocimiento de diversos excesos cometidos en las tierras conquistadas en América. En ella afirma que los indios no son seres inferiores, sino que poseen los mismos derechos que cualquier ser humano y son dueños de sus tierras y bienes. Este es el inicio del Derecho de Gentes. Muy respetado por su valía intelectual (fue consultado por Carlos I) sus ideas y las de Las Casas fueron escuchadas en las Cortes y en 1542 se promulgaron las Leyes Nuevas de Indias, que ponían a los indios bajo la protección de la Corona. Después de su muerte, el propio las Casas y varios de sus discípulos (Cano, Soto, Carranza) protagonizaron la Junta de Valladolid (1550) donde se utilizaron contra Juan Ginés de Sepúlveda los argumentos de Vitoria sobre cuáles eran justos títulos para la conquista de América y cuales injustos, en la llamada polémica de los naturales.
    Es uno de los principales teóricos del concepto de guerra justa. En De iure belli analiza los límites del uso de la fuerza para dirimir las disputas entre pueblos. Es lícito hacer la guerra, pero la única causa justa para comenzarla es responder proporcionadamente a una injuria. Por tanto no es lícita la guerra simplemente por diferencias de religión o para aumentar el territorio.
    Estableció, en De potestate civili, las bases teóricas del derecho internacional moderno, del cual es considerado el fundador junto con Hugo Grocio. Fue uno de los primeros en proponer la idea de una comunidad de todos los pueblos fundada en el derecho natural, y no basar las relaciones internacionales simplemente en el uso de la fuerza. Mientras que Nicolás Maquiavelo consideraba al Estado como un conjunto moralmente autónomo (y que, por tanto, no podía ser juzgado según normas externas), en Vitoria nos encontramos con que su actuación en el mundo tiene límites morales.
    Por último, fue el fundador de una escuela de importantes teólogos, principalmente dominicos, que tuvieron una importancia decisiva en el Concilio de Trento.
    Francisco Suárez (Principio de soberanía popular)
    Francisco Suárez, conocido como Doctor Eximius (Granada, 5 de enero de 1548; † Lisboa, 25 de septiembre de 1617), teólogo, filósofo y juristaespañol.
    De una gran cultura y erudición griega, latina, árabe y judía, pudo asimilarla toda, ordenarla, simplificarla y eliminar de ella todo verbalismo ocioso. Fue llamado "Doctor eximius et pius" y gozó de enorme autoridad, revitalizando la ya decaída escolástica, que compendió con genio en su obra principal, sus Disputationes metaphysicae (1597), obra en la que repiensa toda la tradición especulativa anterior, sintetizando además la metafísica grecorromana como una disciplina autónoma e independiente, de forma que puede considerarse este libro la primera construcción sistemática de la metafísica después de Aristóteles. Por ello ejerció una influencia considerable en el pensamiento posterior como el más moderno de los escolásticos.
    En su gran obra jurídica De legibus ac Deo legislatore, muy fecunda para la doctrina iusnaturalista y el derecho internacional, se encuentra ya la idea del pacto social, y realiza un análisis mucho más avanzado que sus precursores del concepto de soberanía: el poder es dado por Dios a toda la comunidad política y no solamente a tal o cual persona, con lo que esboza el principio de la democracia contra cesaristas, legistas, maquiavelistas y luteranistas. Distingue entre ley eterna, ley natural, derecho de gentes, ley positiva humana (derecho civil y derecho canónico) y ley positiva divina (la del Antiguo y Nuevo Testamento). También escribió De anima, De Deo uno et trino, Defensio fidei contra Anglicanae sectae errores. En la escolástica, fundó una escuela que tomó su nombre, el Suarismo, muy independiente del tomismo.

    http://herenciaespanola.blogspot.com...entificas.html
    Última edición por Hyeronimus; 13/11/2007 a las 20:19
    Pious dio el Víctor.

  2. #2
    Avatar de Mexispano
    Mexispano está desconectado Miembro Respetado
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    Re: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    Historia




    Francisco Goya y su médico, cuadro que refleja la temática característica del siglo XIX de admiración de la burguesía por la ciencia.


    ¿Es España un país atrasado? Las 63 expediciones científicas que desmienten otra leyenda negra

    Con Carlos III, se dio un salto significativo en la ciencia española gracias a individualidades más que a comunidades o instituciones científicas afianzadas.

    César Cervera

    @C_Cervera_M

    Actualizado:03/06/2019 13:09h



    La manía de buscar explicaciones en el pasado más remoto y continuaciones en otros siglos a problemas de nuestros días ha llevado a los nacionalistas catalanes a esgrimir que los Reyes Católicos o Felipe V son el origen de sus males, a pesar de que esta región española ha sido una de las más privilegiada a nivel comercial e industrial del país ; o a los intelectuales de la generación del 98 justificar el declive de su época porque el andamiaje de la nación había sido defectuoso, sin estimar la grandeza que alcanzó el imperio donde nunca se ponía el sol y, en cambio, lo mediocre de la época que les tocó vivir. Y es que los obstáculos del presente suelen tener su origen, precisamente, en el presente.

    De ahí lo inconsistente del mito de que España es un país condenado desde hace siglos por su atraso económico y científico, razón por la que hoy no tiene una economía basada en la innovación como Suecia, Dinamarca u otros países nórdicos. Según datos del años pasado de la Comisión Europea, España está en el puesto 16 en innovación de los 28 países tenidos en consideración dentro de la UE, con una nota de 83,9 en el índice general (el Índice Sintético de Innovación), más de 20 puntos por debajo de la media de la Unión (105,8). No obstante, que hoy no esté a la cabeza de la innovación continental no significa que España siempre haya estado en la parte trasera. Los tiempos cambian a su antojo.


    El mito del atraso

    Habría que partir del hecho de que no han existido dos grupos inamovibles de países: los punteros en tecnología y los atrasados. Cada periodo ha visto nacer y morir a países más o menos propensos a la ciencia. Imperios que emergen, y otros que caen dentro del ciclo natural de la Historia. En los siglos XVI y XVII, España sin duda contaba con muchas ventajas científicas y tecnológicas respecto a sus vecinos. De ninguna otra manera, Portugal y España hubieran podido explorar mares, islas y todo un continente en solitario. Ni hubiera podido Elcano completar la primera circunnavegación a la tierra sin un bagaje naútico y una tecnología de vanguardia.




    Retrato de Jorge Juan y Santacilia


    En ese tiempo, además, el cosmógrafo Alonso de Santa Cruz fue el primero en describir la variación magnética; el navarro Jerónimo de Ayanz y Beaumont patentó 48 inventos, entre ellos la primera máquina de vapor de la historia y un horno para destilar agua marina; y la Universidad de Salamanca incluyó una cátedra de Astronomía donde resultaba imperativa la teoría heliocéntrica de Copérnico, mientras en países estimados como punteros en la ciencia actual se dedicaban a atacar al monje polaco por osar colocarse por encima del Espíritu Santo, como afirmó Calvino.

    En el siglo XVIII, el militar y científico Jorge Juan fue el primero en medir la longitud del meridiano terrestre, el también marino Antonio de Ulloa descubrió el platino en Esmeraldas (Ecuador) y el naturalista y militar Félix de Azara fue un precursor fundamental para que Charles Darwin desarrollara su teoría sobre El Origen de las Especies, como el británico reconoció. Por mencionar solo a unos cuantos eruditos de este siglo.

    Pero, sin duda, la gran aportación científica españolas a ese siglo fueron las expediciones científicas. España, sola o asociada a otras Cortes europeas, realizó 63 expediciones durante la Ilustración, más que ninguna otra nación. Todo ello porque ningún otro país se encontraba con un imperio tan extenso ni tantas posibilidades naturales a su alcance. Carlos III, un gran amante de la naturaleza, explica en una Real Cédula las razones de estas expediciones:

    «Por cuanto conviene a mi servicio, y bien de mis Vasallos el examen y conocimiento metódico de las producciones Naturales de mis Dominios de América, no sólo para promover y los progresos de las ciencias Phisicas, sino también, para desterrar las dudas y adulteraciones que hay en la Medicina, Pintura y otras Artes importantes, y para aumentar el Comercio, y que se formen Herbarios, y Colecciones de Productos Naturales, describiendo y delineando las Plantas que se encuentren en aquellos mis fértiles Dominios para enriquecer mi Gabinete de Historia Natural y Jardín Botánico de la Corte…».


    A por el oro verde

    La primera de las expediciones fue dirigida por Casimiro Gómez Ortega y desarrollada en el reinado de Carlos III, hacia 1777, con destino Perú y Chile. La iniciativa, de aliento francés y promovida, entre otras instancias, desde el Jardín del Rey, estuvo encaminada a la obtención de información de las posesiones españolas en América y el conocimiento de plantas útiles no solo por sus aplicaciones medicinales sino por las repercusiones prácticas, tanto económicas como industriales, derivadas de su uso y comercio.

    Franceses, ingleses, holandeses y españoles surcaban en este periodo los mares no solo en busca de metales preciosos, el platino entre otros, sino también del deseado «oro verde», esto es, la quina, la droga exótica más importante a nivel comercial de las traídas del Nuevo Mundo.




    Estatua de Carlos III en el Jardín Botánico de Madrid


    Esta sustancia, que se extrae de la corteza de una especie de árbol originario de América del Sur en la selva lluviosa de Amazonia, fue introducida en terapéutica por los jesuitas ya en el siglo XVII como poderoso febrífugo, del que se dijo que «fue para la medicina lo que la pólvora para la guerra». No en vano, supuso el ariete definitivo para la destrucción del paradigma galenista de que una droga de cualidad caliente solo podía combatir a enfermedades de temperatura fría. El empleo de la quina para combatir el paludismo, fiebres tercianas y otras enfermedades similares puso en cuestión estas teorías medievales.

    El deseo de hallar nuevas especies del género Chinchona presidió las aventuras científicas del periodo ilustrado en ultramar, pero no fue el único aliciente para el Jardín.

    Con el hallazgo de la quina, la Real Botica se convirtió en el centro receptor a nivel internacional de los descubrimientos que venían del Nuevo Mundo y, sobre todo, de las corachas de esta planta (considerada demoniaca por el mundo protestante) En esta institución destacaron médicos como José Quer o los botánicos José Ortega y Juan Muniain, así como Miguel Barnades, médico de Carlos III, que escribió la obra referente de su tiempo sobre este campo. Bajo la dirección de Casimiro Gómez Ortega, impulsor de la primera expedición, el Jardín llegó a convertirse en uno de los más importantes de Europa.


    Expediciones de todo tipo

    El deseo de hallar nuevas especies del género Chinchona presidió las aventuras científicas del periodo ilustrado en ultramar, pero no fue el único aliciente para el Jardín. Las hubo que se dedicaron a inspeccionar las costas del Pacífico, mientras otras buscaron los límites del continente americana. Una de las más importantes fue la realizada por José Celestino Mutis por tierras de Nueva Granada entre 1782 y 1808, que se plasmó en los 51 volúmenes de la «Flora del Reino de Nueva Granada», que incluían 7.000 dibujos de su flora.

    En este mismo reinado, fue de gran importancia la encabezada por el médico aragonés Martín de Sessé y el mexicano José Mariano Mociño, desarrollada entre 1787 y 1803, para recabar información sobre la flora y fauna de Nueva España. Justo a medio camino entre Carlos III y Carlos IV, se produjo la famosa expedición de Alejandro Malaspina, que recorrió las costas de toda América desde Buenos Aires a Alaska, las Filipinas y Marianas, Vavao, Nueva Zelanda y Australia. acumulado una cantidad ingente de materia.




    Retrato de Alejandro Malaspina


    L a expedición Malaspina y Bustamante acumuló una cantidad gigantesca de información sobre especies botánicas y minerales, así como observaciones científicas de todo tipo (llegaron a trazar setenta nuevas cartas náuticas). A su regreso a Cádiz el 21 de septiembre de 1794, presentaron sus informes (cargados de comentarios políticos) a Godoy, nuevo hombre fuerte del nuevo reinado, quien juzgó poco oportuna su publicación dada la situación política de entonces.

    Enemistado con el «Generalísimo» de Carlos IV, Malaspina tomó parte en una conspiración para derribar a Manuel Godoy, lo que condujo a su arresto el 23 de noviembre. Fue condenado a diez años de prisión en el castillo de San Antón de La Coruña, donde Malaspina escribió ensayos sobre estética, economía y literatura. Gran parte del material recabado se desaprovechó.

    Fallecido Carlos III, y perdidas pronto las colonias americanas, el ritmo de las expediciones cayó dramáticamente. Al respecto de lo que supuso para el mundo estos viajes dieciochescos, el viajero y científico Alexander von Humboldt reconoció:

    «Ningún gobierno ha invertido sumas mayores para adelantar los conocimientos de las plantas que el gobierno español. Tres expediciones botánicas, las del Perú, Nueva Granada y Nueva España [...] han costado al Estado unos dos millones de francos [...] Toda esta investigación, realizada durante veinte años en las regiones más fértiles del nuevo continente, no solo ha enriquecido los dominios de la ciencia con más de cuatro mil nuevas especies de plantas; ha contribuido también grandemente a la difusión del gusto por la Historia natural entre los habitantes del país»

    «Ningún gobierno ha invertido sumas mayores para adelantar los conocimientos de las plantas que el gobierno español»

    Y no solo de Botánica vivía la ciencia española. Con Carlos II I, se dio un salto significativo gracias más, eso sí, a individualidades que a comunidades o instituciones científicas afianzadas. Como explica el historiador Roberto Fernández en su libro «Carlos III: Un monarca reformista» (Espasa, 2016), se desterró la escolástica tradicional en pos de ciencias útiles capaces de producir tecnología a corto y medio plazo. A través de la militarización, la centralización, el utilitarismo y el americanismo, se impulsó la ciencia patria y se promocionó a matemáticos como José Chaix y Juan Justo García o Benito Bails, cuya obra incluyó el cálculo infinitesimal y la geometría analítica, o a químicos como los hermanos Fausto y Juan José Elhúyar, descubridores del tungsteno.

    En cuanto la Astronomía, fue en esas fechas cuando el Observatorio Astronómico de Madrid compró al célebre William Herschel el que era entonces el segundo telescopio en tamaño del mundo.




    _______________________________________

    Fuente:

    https://www.abc.es/historia/abci-esp...yJCjVrXblpMu88

  3. #3
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    Re: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    Alegoría de la Compañía de Guardias Marinas, grabado de Pablo Ganzino30 científicos e inventores españoles que cambiaron el mundo y fueron borrados por la Leyenda Negra

    Masson de Morvilliers respondió en «La Enciclopedia Metódica» a la pregunta «¿Qué se debe a España?» con crueldad: «Nada se le debe». No tardó en contestarle Cavanilles, brillante botánico afincado en París, y otros sabios con peso europeo



    César CerveraSEGUIRActualizado:05/11/2019 12:00h
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    La Leyenda Negra establece para la historia del Imperio español un esquema basado en la idea de la ruina perpetua, donde el país se hizo con el cetro mundial a espadazos, violaciones y fanatismo tras hallar por casualidad un continente que sufragó todos sus excesos; y luego se pasó hasta 1898 pagando por sus pecados, sus deudas, su atraso crónico y por haberse enfrascado en una empresa por encima de sus posibilidades. Según esta idea extendida, la prepotencia y la ceguera de España evitaron que pudiera coger el tren del progreso a tiempo, dando la espalda sistemáticamente a sus élites más preparadas: los judíos, los reformistas extranjeros como Esquilache o los afrancesados de José I.

    La realidad, sin embargo, es que ningún imperio se forma por casualidad ni se se mantiene cinco siglos cayendo, salvo que lo haga a una velocidad de caída imperceptible al ojo humano. La cifra de los sefardíes que llegaron a salir del país puede que no pasara de las 20.000 personas, según las investigaciones del hispanista Henry Kamen, y «no cabe la menor duda de que los judíos no constituían ya una fuente de riqueza relevante [en Castilla y en Aragón], ni como banqueros ni como arrendatarios de rentas ni como mercaderes que desarrollasen negocios a nivel internacional», en opinión de Joseph Pérez recogida en su libro «Historia de una tragedia: la expulsión de los judíos de España» (Barcelona, Crítica).



    El 1 de febrero de 1792 se inauguró en el Alcázar de Segovia el que fue considerado el mejor laboratorio de química de Europa.Sobre las reformas procedentes del extranjero y los afrancesados, cabe recordar que una de las primeras cosas que destruyeron las tropas napoleónicas fue el segundo telescopio más grande del mundo, que estaba en Madrid. Porque, así lo demuestras las cifras, la España previa a la invasión napoleónica no estaba lejos tecnológica y económicamente de Inglaterra o Francia, y superaba en muchos campos a otras potencias como Prusia, Austria y Rusia. Así ocurría en química, medicina o botánica. El 1 de febrero de 1792 se inauguró en el Alcázar de Segovia el que fue considerado el mejor laboratorio de química de Europa. Además, España, sola o asociada a otras Cortes europeas, realizó 63 expediciones durante la Ilustración, más que ninguna otra nación en el mundo, lo que le valió el siguiente elogio del viajero y científico Alexander von Humboldt:

    Retrato de Felipe II, por Sofonisba«Ningún gobierno ha invertido sumas mayores para adelantar los conocimientos de las plantas que el gobierno español. Tres expediciones botánicas, las del Perú, Nueva Granada y Nueva España [...] han costado al Estado unos dos millones de francos [...] Toda esta investigación, realizada durante veinte años en las regiones más fértiles del nuevo continente, no solo ha enriquecido los dominios de la ciencia con más de cuatro mil nuevas especies de plantas; ha contribuido también grandemente a la difusión del gusto por la Historia natural entre los habitantes del país».
    Portugal y España no hubieran podido explorar mares, cientos de islas y todo un continente en solitario durante el siglo XVI. Ni hubiera podido Elcano completar la primera circunnavegación a la tierra sin un bagaje naútico y tecnología a la vanguardia. La Casa de la Contratación de Sevilla no fue sino uno de los principales centros de ciencia aplicada del mundo. Y desde luego no se pueden controlar los campos de batalla sin artilleros y constructores de fortalezas de calidad, esto es, matemáticos e ingenieros.

    El interés por la ciencia de Felipe II fue proverbial, aunque la Leyenda Negra (¡Otra vez, la dichosa leyenda!) quiera presentarle como un fanático religioso con interés en ciencias ocultas como la alquimia. El Rey Prudente fundó la primera Academia de Ciencias y Matemáticas (1582) de Europa y uno de los primeros museos de ciencia en la historia con sede en Valladolid, así como promotor de un conjunto de academias matemáticas por todo el imperio.
    Que la España que él y otros reyes crearon no fue el desierto científico que la Leyenda Negra ha contado, y los españoles han creído, se puede comprobar con esta lista de especialistas de múltiples campos que, a su manera, cambiaron el mundo a mejor.
    1.º Primer centro psiquiátrico

    El mito del país de los fanáticos que dominaron los Reyes Católicos se desmonta con un único dato: España tenía la red más amplia de hospitales psiquiátricos de ese periodo. A iniciativa del padre mercedario Juan Gilabert Jofré se había fundado en el sigo XV en Valencia el primer centro psiquiátrico del mundo con una organización terapéutica.

    Al parecer tomó esta determinación tras presenciar el maltrato que se le daba a un loco en la calle. Un hospicio para enfermos mentales denominado de los Santos Mártires Inocentes que recogía a los pobres dementes y expósitos, y fue aprobada por el papa Benedicto XIII y el Rey Martín I de Aragón.
    2.º Turriano, un canal hasta Toledo

    Juanelo Turriano es conocido como el relojero italiano que acompañó a Carlos V en Cuacos de Yuste, pero fue mucho más que eso. Nacido en Cremona hacia 1500, vino a España para construir efectivamente dos famosos relojes astronómicos, el Mocrocosmo y el Cristalino, capaz de indicar la posición de los astros en cada momento, con objeto de interpretaciones astrológicas. Sin embargo, el número de ingenios que desarrolló en el país tenían como único límite su imaginación. El más famoso fue un artificio para elevar el agua desde el río Tajo hasta el Alcázar de Toledo, situado a unos 100 metros de altura. La España imperial captó a muchos talentos como el suyo para su empresa mundial.

    3.º Domingo de Soto, precursor de Galileo

    Domingo de Soto es un dominico conocido por sus contribuciones en Teología en Derecho dentro de la llamada Escuela de Salamanca, pero menos por su importante aportación a la Filosofía Natural (la Física). Sus trabajos sobre Mecánica, que expuso en su libro «Quaestiones», en 1551, sirvieron de base a los estudios de Galileo.
    Entre otras cosas propuso que la caída de los elementos pesados obedecía a un patrón de movimiento uniformemente acelerado en el tiempo, esto es, que la velocidad de caída de un objeto es directamente proporcional al tiempo. Otro español, Diego Diest, planteó cuarenta años antes el mismo planteamiento, aunque en su caso supuso de forma errónea que la velocidad de caída era directamente proporcional al espacio recorrido en vez de al tiempo. Error en el que también cayó al principio Galileo, antes de corregirlo como Domingo de Soto había apuntado.

    4.º Alonso de Santa Cruz y la variación magnética

    De forma excepcional, la Universidad de Salamanca incluyó en sus estatutos de 1561 que en la cátedra de Astronomía podía leerse a Copérnico, cuyo gran valedor fue Juan de Aguilera, profesor de astrología en este centro de 1550 a 1560. En 1594, la lectura se declaró obligatoria y el propio Felipe II costeo personalmente, entre otros, los trabajos de Alonso de Santa Cruz, que fue el primero en describir la variación magnética, y de Juan López Velasco, que describió los eclipses lunares entre 1577 y 1578.
    La teoría heliocéntrica gozó así en España de gran vigencia, mientras Calvino se dedicaba a atacar a Copérnico por osar colocarse por encima del Espíritu Santo y, en 1551, Kaspar Peucer, yerno de Melanchton y profesor como él de la protestante Universidad de Wittemberg, pidió que se prohibiera sus enseñanzas.
    5.º Herrera, el gran arquitecto del siglo XVI

    Juan de Herrera fue un matemático de primer nivel del siglo XVI, cuyos trabajos para Felipe II se materializaron en puentes, presas, canales y, por supuesto, el Real Monasterio de El Escorial, una de las construcciones de mayor envergadura de su tiempo, para la cual empleó unas grúas especiales y técnicas que jamás se habían aplicado a ese nivel. Herrera, además, creó las esclusas que permitieron la navegación por los canales de Aranjuez. En «Su Discurso sobre la figura cúbica» plasmó sus conocimientos de geometría y matemáticas, mientras que su participación en algunas de las campañas militares de Carlos V demostraron que no le importaba mancharse las manos de barro.
    Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.6.º Miguel Servet, un aragonés en Ginebra

    Filósofo, teólogo, filólogo, geógrafo, astrónomo, fisiólogo y médico. Miguel Servet es un personaje central del siglo XVI, cuyo descubrimiento sobre la circulación sanguínea sería años después fundamental para toda la ciencia médica. Sin embargo, el aragonés es hoy recordado casi en exclusiva por su enfrentamiento con el reformistas Calvino, que ordenó que quemaran a Servet extramuros de Ginebra, en una zona llamada Champel, el día 27 de octubre de 1553. Se estima que la muerte fue especialmente agónica, puesto que los maderos de la hoguera estaban húmedos y tardaron en arder.
    Antes de su muerte, incluyó en una obra de carácter teológico la primera descripción de todo Occidente de la circulación menor, aquella que ocurre entre el corazón y los pulmones para oxigenar la sangre, si bien no tuvo impacto en la comunidad científica por ser un autor bastante desconocido. En vida solo fue conocido por un escrito sobre jarabes que alcanzó seis ediciones.
    7.º Lastanosa, «maquinario» e inventor

    El oscense Pedro Juan de Lastanosa fue un ingeniero de máquinas, inventor y tratadista de obras de hidráulica del siglo XVI. Ayudante del cosmógrafo e ingeniero de Carlos V Jerónimo Girava, colaboró con él en la traducción de la «Geometría Práctica» de Fineo y en diversas obras de ingeniería hidráulica. En 1563 pasó al servicio de Felipe II como «maquinario» y «maestro mayor de fortificaciones», en cuyo puesto intervino en diversas obras de ingeniería, como la Acequia Imperial de Aragón, los riegos de Murcia, las fortificaciones de los Alfaques o las mediciones topográficas para hacer un mapa de España junto a Esquivel. Inventó varias máquinas inéditas, de las que obtuvo la correspondiente patente, como un molino de pesas.
    8.º Nicolás Monardes, pionero en botánica

    Nicolás Monardes fue uno de los autores más importantes del Siglo de Oro de la ciencia española, cuya obra fue ampliamente difundida en toda Europa por las descripciones botánicas de especies americanas, totalmente desconocidas en Europa, como el tomate, la patata o el tabaco, entre otras. En poco más de cien años sus obras alcanzaron cuarenta y dos ediciones en seis idiomas. Fue, además, el primer autor conocido en informar y describir el fenómeno de la Fluorescencia (un tipo particular de luminiscencia), entonces desconocido, en su libro «Historia Medicinal» (Sevilla, 1565), donde describe el extraño comportamiento de ciertas infusiones de Lignum nephriticum.
    9.º Los 50 inventos de Ayanz y Beaumont

    El navarro Jerónimo de Ayanz y Beaumont fue un inventor, ingeniero, científico, administrador de minas, comendador, regidor, gobernador, militar, pintor, cantante y compositor de música del siglo XVI que patentó medio centenar de inventos. Entre sus innovaciones figuran métodos metalúrgicos, balanzas de precisión, equipos para bucear, hornos, destiladores, sifones, instrumentos para medidas de rendimiento en máquinas, molinos hidráulicos y eólicos, molienda por rodillos metálicos, presas de arco y bóvedas, bombas hidráulicas de husillo y para achique de barcos, eyectores y máquinas de vapor. Gran parte de estas invenciones se adelantaron a las que se desarrollarían en Inglaterra durante la Revolución Industrial.
    10.º Hugo de Omarique y el elogio de Newton

    Antonio Hugo de Omerique es un matemático gaditano completamente olvidado que nació en el siglo XVII. Se sabe que escribió un tratado de aritmética y dos de geometría que no llegaron a publicarse y que se perdieron. No así su «Analysis geométrico», muy difundido en Europa y que Isaac Newton elogió en los mejores términos. Omerique presentó en esta obra un nuevo método para la resolución de problemas geométricos, usando y desarrollando las proporcionales, algo revolucionario para la época. Que su obra llegara hasta Inglaterra da fe de que la España de la época estaba totalmente conectada a Europa.
    11.º Celestino Mutis: la corteza jesuita

    José Celestino Mutis y Bosio consagró su vida a la medicina, a la geografía, a la difusión de las ciencias útiles, a la ilustración y al estudio de la flora y la fauna de Nueva Granada. La mayor aportación a la ciencia terapéutica de este sacerdote se centró en el estudio de los aspectos botánicos, agrícolas, comerciales y médicos de la exótica droga llamada «quina» o «cascarilla». Este «oro verde», que se extraía de la corteza de una especie de árbol originario de América del Sur en la selva lluviosa de Amazonia, fue introducido en Europa por los jesuitas ya en el siglo XVII como poderoso febrífugo, del que se dijo que «fue para la medicina lo que la pólvora para la guerra».
    José Celestino Mutis, botánico y matemáticEl empleo de la quina para combatir el paludismo, fiebres tercianas y otras enfermedades similares puso en cuestión las teorías medievales de que las enfermedades frías había que combatirlas con sustancias calientes, y viceversa. Gracias a los usos hallados por Mutis, la Real Botica española se convirtió en el centro receptor de estas corachas de esta planta (considerada demoníaca por el mundo protestante) y, con ello, llegó a convertirse en uno de los templos científicos más importantes de Europa. El Colegio de Cirugía que desarrolló, en base a un plan de estudios de la medicina moderna, se copió en el extranjero y se exportó por todo el mundo.
    12.º Jorge Juan: el hombre que midió la tierra

    El militar y científico Jorge Juan fue el primero en medir la longitud del meridiano terrestre en una expedición naval realizada entre 1736 y 1744. Protegido por el Marqués de Ensenada, que le envió como espía Inglaterra a conocer las técnicas de construcción naval de este país, Jorge Juan fue recompensado por esta tarea con el nombramiento en 1752 de Director de la Academia de Guardias Marinas de Cádiz. Allí experimentó el mismo en la construcción naval con resultados, basados en cálculos matemáticos, que impresionaron a los ingleses.
    Desgraciadamente, con la caída de Ensenada las técnicas de Jorge Juan serían desechadas en favor del tipo de construcción naval francesa de Gautier, mucho más atrasado, pero defendido por los nuevos ministros. El conocido como «el Sabio español» en el extranjero elaboró en sus últimos años de vida un plan para una expedición que calculara el paralaje del Sol, es decir, la medición exacta de su distancia a la Tierra.
    13.º Antonio de Ulloa: el descubridor del platino

    El marino Antonio de Ulloa fue quien dio a conocer a Europa el platino, un elemento químico de número atómico 78, que halló en Esmeraldas (Ecuador), aunque técnicamente quien figura como su descubridor es un autor británico que estudió sus propiedades. Ulloa, que en cualquier caso le dio el nombre y la publicidad al elemento, participó en múltiples tareas científicas y contribuyó a que la Armada fuera un cuerpo ilustrado bajo la protección también de Ensenada.
    14.º Félix de Azara, fundamental para Darwin

    Félix de Azara fue un militar, cartógrafo y científico español enviado a Paraguay por Carlos III a trazar las fronteras del Imperio español. Aburrido por su tarea militar, Azara se dedicó a catalogar hasta 448 especies (preferentemente pájaros), corrigiendo por el camino la identificación y descripción de muchas especies sudamericanas que el famoso francés Conde de Buffon había anotado mal. Su trabajo facilitó que Charles Darwindesarrollara su teoría sobre «El Origen de las Especies», como el propio británico reconoció. El naturalista inglés que desarrolló la idea de la evolución biológica a través de la selección natural cita a Félix de Azara una quincena de veces en su «Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo», dos en «El origen de las especies» y una «El origen del hombre».
    15.º El descubridor español del vanadio

    Si bien España no figura como descubridor del platino, si lo hace en otros dos elementos químicos. Uno de ellos el vanadio, injustamente atribuido de forma conjunta a un sueco y un español. Y es que en 1801, al examinar muestras minerales procedentes de Zimapán en el actual Estado de Hidalgo en México, el madrileño Andrés Manuel del Río llegó a la conclusión de que había encontrado un nuevo elemento metálico. Un año después entregó muestras que contenían el nuevo elemento a Alexander von Humboldt, quién los envió a Hippolyte Victor Collet-Descotils en París para su análisis.
    Del Río se retractó de su afirmación, pero treinta años después el elemento fue redescubierto en 1831 mientras el químico sueco Nils Gabriel Sefström trabajaba en un óxido obtenido de minerales de hierroCollet-Descotils analizó las muestras e informó —equivocadamente— de que contenía solo cromo, por lo que von Humboldt, a su vez, rechazó la pretensión de Del Río sobre un nuevo elemento. Del Río se retractó de su afirmación, pero treinta años después el elemento fue redescubierto, en 1831, mientras el químico sueco Nils Gabriel Sefström trabajaba en un óxido obtenido de minerales de hierro. Sefström lo llamó vanadio en honor a la diosa escandinava Vanadis, nombre que oficialmente mantiene hasta la fecha.
    16.º Descubridor de la «thenardita»

    El catedrático de Química del Real Conservatorio de Artes José Luis Casaseca y Silván también tiene difícil que se vincule su nombre con su descubrimiento, aunque en su caso se debe a su humildad. En 1826, logró dar con el mineral de la «Thenardita», pero él mismo pidió que el nombre se le diera al francés L. J. Thenard, quien había sido su profesor durante tres años en París. Su generosidad jugó en contra de su fama.
    17.º El wolframio, un metal escaso

    Únicamente el wolframio o tungsteno figura como elemento químico aislado exclusivamente en territorio español, en su caso por los hermanos Fausto y Juan José Elhuyar hacia 1783. Este metal escaso y muy valioso fue el primer elemento químico descubierto sin ser extraído directamente de la naturaleza, ya que no existía en forma libre, sin combinar químicamente.
    18.º Una expedición que cambió el mundo

    El médico Javier Balmis y Berenguer es más conocido por su aportación a las causas humanitarias que por gloria de la ciencia, si bien ambas cosas están íntimamente relacionadas. Este militar que llegó a ser el médico personal de Carlos IV convenció a este Rey y sus ministros para promover una expedición que esparciera, de forma altruista, la vacuna de la viruela a lo largo del globo. La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna contra la Viruela (1803-1814) recorrió La Coruña, Puerto Rico, Venezuela, Cuba, México, Texas, Colombia, Chile, Filipinas e incluso hicieron varias incursiones en territorio chino. Aquello salvó una cantidad indeterminada de vidas de una enfermedad que, ricos o pobres, padecía todo el mundo a lo largo de su vida.
    19.º El ingenio que planificó San Petersburgo

    Agustín de Betancourt fue uno de los científicos europeos más influyentes de su tiempo. Este ingeniero civil y militar, arquitecto, ensayista, precursor de la radio, telegrafía y la termodinámica trabajó para el Reino de España y el Imperio Ruso en diversos proyectos. Por encargo del Zar Alejandro I diseñó y planificó el desarrollo urbanístico de varias ciudades rusas, entre ellas San Petersburgo. Asimismo, diseñó la primera máquina a vapor continental y varios globos aerostáticos. Para España fundó la primera Escuela de Ingenieros de Caminos y Canales en 1802.
    20.º La contribución a la lucha contra el cólera

    Jaume Ferrán i Clua, médico y bacteriólogo de finales del siglo XIX, elaboró una vacuna contra el cólera, con gran éxito en su uso en una epidemia en Valencia, y descubrió curas también contra el tifus y la tuberculosis.
    21.º Una calculadora revolucionaria

    Ramón Silvestre Verea (1833-1899), creó la calculadora más avanzada de su tiempo, capaz de realizar multiplicaciones de forma directa, una innovación que dejó obsoletas a las calculadoras de la época que solo realizaban sumas básicas.
    El aparato del español comenzó a gestarse en Nueva York, en donde trabajaba como periodista. Él mismo se formó por su cuenta en ingeniería y mecánica, estudios que culminó en 1878 con la creación de esta calculadora formada por un cilindro metálico de diez lados, cada uno de los cuales tenía una columna de agujeros con otros diez diámetros diferentes. Con un solo movimiento de manija, se conseguían realizar sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Verea, de procedencia pontevedresa, nunca se interesó lo suficiente en comercializar la calculadora.
    Su innovador sistema de cilindros le sirvieron para aparecer en la revista Scientific American y para ganar una medalla en la Exposición Mundial de Inventos de Cuba en 1878.
    22.º Pagés Miravé, el inventor de la epidural

    Fidel Pagés Miravé fue un médico militar del siglo XIX que trabajó en Melilla durante la Guerra del Rif, donde pudo ensayar un método experimental para anestesiar a los heridos del conflicto, que no eran pocos. En junio de 1921, Fidel Pagés publicó en una revista fundada por él su método, que llamaba Anestesia Metamérica, lo que hoy se conoce como epidural, lo que apenas tuvo eco en la comunidad internacional. Achilles Dogliotti, un médico italiano, se arrogó en 1932 el mérito de haber descubierto la anestesia epidural tras probablemente leer el artículo de Pagés, que falleció una década antes. La comunidad internacional aplaudió la aportación de la medicina italiana al acervo universal.
    23.º El mejor dirigible de su tiempo era español

    Leonardo Torres Quevedo fue un ingeniero de caminos cántabro que dirigió de forma sobresaliente el Laboratorio de Mecánica Aplicada y desarrolló el primer dirigible español, muy por encima del resto de modelos europeos. La empresa francesa Astra tomó buena nota de ello y le compró la patente. Incansable, el cántabro también es conocido por diseñar el primer teleférico mecánico y la primera máquina calculadora.
    24.º El drama del submarino de Peral

    Isaac Peral no inventó el submarino como tal, pero este científico, marino y militar de Cartagena, teniente de navío de la Armada, desarrolló el primer submarino torpedero que se propulsaba por medio de la energía eléctrica. A pesar del éxito de las pruebas de la nave, las autoridades del momento desecharon el invento y alentaron una campaña de desprestigio contra Peral, hasta que no le quedó más remedio que solicitar la baja en la Marina para defender su honor.
    El Peral en 1888.25.º El primer libro electrónico

    La maestra de escuela Ángela Ruiz Robles inventó en los años cuarenta del pasado siglo «el libro mecánico», considerado un precedente directo del libro electrónico. El ingenio desplegaba temas del saber y los interconectaba a través de un sistema de resortes y aire comprimido que incluía luces y circuitos electrónicos. Todo ello comprimido en el espacio que ocupa un estuche escolar. Alberto G. Ibáñez recuerda en su libro «La Leyenda Negra: Historia del odio a España» (Almuzara) que esta mujer viuda con tres hijas, además, patentó en 1962 otro prototipo de libro que «se recargaba con carretes donde se incluían las lecciones que debían estudiarse; desde el inglés, la lengua o las matemáticas». Su invento nunca fue comercializado.
    26.º El inventor del petróleo sintético

    El aragonés Rafael Suñén inventó el petróleo sintético a partir del carbón vegetal, fórmula que era mucho más barata. Como también explica Alberto G. Ibáñez en «La Leyenda Negra: Historia del odio a España»(Almuzara), su innovación atrajo el interés de los gobiernos francés y británico, pero él se negó, «empeñado en que se explotara en España. Cuando se inició la Guerra Civil fue arrestado por el Gobierno republicanos en Madrid e ingresa en la cárcel Modelo, de donde “desaparecería” como otros tantos de la época».
    Su escafandra está considerada una de las mayores aportaciones europeas a la conquista del espacio27.º Herrera Linares: el primer traje espacial

    El ingeniero militar Emilio Herrera Linares diseñó en los años treinta del pasado siglo un aerostato de 24.000 metros cúbicos, 36 metros de diámetro y 1.740 kilos de peso, con el objeto de superar los 20.000 metros de altura. Para alcanzar esa altura, Herrera entendió que necesitaba un traje adecuado, con un revestimiento de tres capas: «Como resultado de estos estudios y ensayos consiguientes, quedó construida la primera escafandra del espacio que haya existido y se haya ensayado en el mundo», anotó el granadino.
    Debido al estallido de la Guerra Civil, Emilio Herrera no pudo probar su traje, que fue destruido y la tela del globo con el que pensaba ascender hasta la estratosfera fue utilizada por los soldados republicanos para hacer abrigos. Aunque su invento acabó llegando a oídos de la NASA, rechazó una oferta para trabajar con ellos y, aunque monárquico, conservador y liberal, permaneció en el exilio, donde ejerció de presidente del gobierno republicano en el exilio entre 1960 y 1962. Su escafandra está considerada una de las mayores aportaciones europeas a la conquista del espacio.
    28.º Primer aparato de rayos X portátil

    Mónico Sánchez fue un ingenio cluniense que inventó en 1907 un aparato de rayos X portátil, aproximadamente de diez kilogramos, utilizado en numerosos hospitales europeos y americanos. Su invento salvó muchas vidas y le colocó entre los científicos más demandados de EE.UU., donde llegó a trabajar como ingeniero. Fue también un pionero de la telefonía sin hilos.
    29.º Inventor del autogiro

    El murciano Juan de la Cierva, ingeniero de caminos, canales y puertos, fue el inventor del girocóptero y un pionero del aire a nivel mundial. La empresa The Cierva Autogiro Company LTD, con sede en Londres, suministró estos aparatos por todo el mundo y le convirtió en una figura mediática. En su aterrizaje en EE.UU. se dio el lujo de llegar a los mandos de su autogiro al jardín de la Casa Blanca, donde fue agasajado por el presidente H. C. Hoover. El 18 de septiembre de 1928 aumentó su fama mundial tras conseguir atravesar el Canal de la Mancha por primera vez con su ingenio.
    30.º Cirugía pionera del oído

    Antolí Candela, cirujano del siglo XX, fue todo un pionero en operaciones de estapedectomía y en devolver el oído a los sordos. El valenciano aportó las primeras actuaciones de cirugía plástica bajo una asepsia y anestesia endonasal, incluyendo novedosos tratamientos de decorticación en el rinofima. Practicó también la faringología.
    Fachada de la Universidad de SalamancaUna lección de historia para combatir el mito

    A principios de este año, el catedrático de la Universidad de Granada José Ramón Jiménez Cuesta impartió la conferencia «El mito del atraso científico español durante la Revolución Científica» en el Centro Artístico Literario y Científico de Granada. Un trabajo que se puede consultar vía online y sirve para desmitificar la corriente de opinión que sostiene que, coincidiendo con el inicio de la Revolución Científica, se produjo un atraso en España que condicionó su desarrollo científico hasta hoy. «España estuvo al día de los conocimientos científicos más relevantes en el siglo XVI y comienzos del siglo XVII y hubo personas que hicieron contribuciones decisivas que, por desgracia, han pasado desapercibidas o han sido intencionalmente olvidadas», defiende este catedrático como punto de partida de su ponencia.
    Entre los campos cultivados en ese Siglo de Oro español, Jiménez Cuesta reivindica el valor científico de la Casa de la Contratación de Sevilla, fundada para formar a profesionales en astronomía, cosmografía, diseño de instrumentos de navegación y demás conocimientos necesarios para mantener abierta la travesía entre América y España. En palabras de este catedrático, esta institución del saber se «convirtió con el tiempo en una especie de Cabo Cañaveral de la Astronomía y el Arte de Navegar y un centro absolutamente receptivo a todas las ideas y conocimientos que llegaban de todas partes del mundo».
    «Con el paso del tiempo, la hegemonía científica de Francia (país católico) o Inglaterra (anglicano) tiene que ver más con cuestiones económicas que religiosas»Otro mito que este catedrático intenta desmontar en su trabajo es la idea de que España no entró en la Revolución Científica debido a su condición de país católico. «Este es un tópico sin fundamento. Lo único que podemos decir es que hay una correlación temporal entre la Revolución Científica y la Reforma Protestante. La reforma, se considera que comienza en 1517, prácticamente la misma fecha en la que Copérnico publica el “Comentarioulus”. Hubo grandes científicos católicos, Copérnico, Galileo, Pascal y grandes científicos protestantes o anglicanos como Kepler y Newton. Había científicos católicos en cortes protestantes y a la inversa. Con el paso del tiempo, la hegemonía científica de Francia (país católico) o Inglaterra (anglicano) tiene que ver más con cuestiones económicas que religiosas».

    https://www.abc.es/historia/abci-28-...4_noticia.html
    Última edición por ReynoDeGranada; 07/11/2019 a las 14:26
    «¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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    Re: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    “Beneficio de patio” o de cómo separar la plata del resto de metales

    por José Carlos Mena | Feb 22, 2021


    Bartolomé de Medina, el metalúrgico

    Hoy no voy a hablar sobre conquistadores o navegantes, sobre hombres y mujeres que hicieron historia. No dedicará estas líneas ni a batallas ni a hechos trascendentales, ni a tratados ni descubrimientos. Hoy escribiré sobre metalurgia, sobre cinabrio, sobre mercurio y sobre metales preciosos. Y esto ¿Qué tiene que ver con la historia de España? Bastante más de lo que se cree pues ¿Qué hubiera sido de la plata americana sin el mercurio de Almadén? ¿Qué hubiese pasado si Bartolomé de Medina no hubiese descubierto la forma de separar la plata del resto de metales? Otro gallo hubiese cantado. Y es en los detalles donde está la diferencia.

    Bartolomé de Medina nació en Sevilla en 1497 y llegó a ser un próspero comerciante. Tuvo contacto con un metalúrgico alemán (lo llamaba “maestro Lorenzo”) quien le transmitió los secretos para beneficiar plata y oro de forma muy económica y diferente al que, hasta aquel momento, se utilizaba. Y después de varios experimentos en España, decidieron ir a Nueva España. La corona no dio permiso al metalúrgico alemán así que solo viajó Bartolomé.

    Ya en Nueva España, en 1554, sus ensayos tuvieron gran relevancia e interesaron mucho al rey. Y después de mucho experimentar, descubrió el proceso de amalgamación de la plata, que se produce gracias a la afinidad que tiene ese elemento con el mercurio. Y lo hizo en las minas de Pachuca y Real del Monte. Un proceso que se denomina: “Beneficio de Patio” y que fue muy importante para la minería mexicana y, en general, para la de toda Hispanoamérica.

    Beneficio de Patio, el proceso

    Pero no fue un proceso fácil, costó mucho encontrar el camino correcto. Medina se asentó en Pachuca, por su creciente fama minera y por la cercanía con la ciudad de México. Allí empezó a construir la hacienda de la Purísima Concepción, en las falda del cerro de la Magdalena, junto al río del as Avenidas. En ese lugar puso en práctica todo lo que le había apuntado su querido maestro Lorenzo, el metalúrgico alemán:

    “Muela muy fino el mineral, revuélvalo con revoltura salmuera cargada, agregue azogue y mezcle bien. Repita la revoltura diariamente por varias semanas. Cada día tome una muestra del mineral hecho lodo ye examine el azogue. ¿Ve?. Está brillante y titilante. Al paso del tiempo debe oscurecerse conforme los minerales de plata se descomponen por la sal y la plata forma aleación con el azogue. La amalgama es pastosa. Lave el mineral empobrecido en agua. Queme el sobrante de la amalgama; se va el mercurio y queda la plata

    No fue todo coser y cantar, no fue todo tan fácil y bonito. A pesar de seguir las instrucciones al pie de la letra, a pesar de intentarlo una y otra vez, a pesar de los esfuerzos realizados, el método no funcionaba, no se producía la reacción esperada. Hasta que descubrió que, en aquella mezcla de sales y mercurio, faltaba un agente catalizador, el magistral sulfato de hierro (cobre). Ahí estaba la clave del proceso.

    ¿Y por qué se denominó beneficio de patio? Pues la mezcla del mineral pulverizado con agua, sal, mercurio y otros compuestos se extendían formando unas “tortas” en patios muy grandes. Allí se les añadía los reactivos y se mezclaban, cuidándose que las reacciones se dieran adecuadamente, a fin de que la plata se amalgamara con el mercurio. Después de varias semanas, la torta, una vez lavada para retirar los materiales no dejados, se pasaba a un horno para que, con mucho cuidado, se volatilizara el mercurio y así quedar solo la plata, en forma esponjosa. Esta plata, finalmente, se fundía par obtener barras de metal de un color blanco.

    Almadén y el mercurio

    Gracias a Bartolomé se pudo separar la plata (y el oro) del resto de los metales pues la plata era extraída, digamos virgen, de la mina y tenía que amalgamase. Este proceso ayudó a que se extrajera la plata pura y se pudiere mandar en los galeones lingotes directos a España. Pero para ello se necesitaba cantidades ingentes de mercurio. Y para ello hay que acudir al pueblo de Almadén (Ciudad Real).

    Se tiene constancia de que el Azogue ya se extraía hace 2000 años, pero estas minas de Almadén cobraron una enorme relevancia cuando se tuvo constancia del descubrimiento de grandes yacimientos de oro y plata en el Nuevo Mundo. Ya lo intuyeron los Reyes Católicos, ya comprendieron la importancia del mercurio para la obtención de riquezas, cuando en 1512 convirtieron su extracción en monopolio real, lo que reportó grandes beneficios a la corona. Pero aquel monopolio se perdió cuando Carlos I, su nieto, cedió esos derechos a unos banqueros alemanes (los Fugger) a cambio de caudales para comprar el trono imperial.

    De las minas de Almadén se extraía Cinabrio, del que se obtenía mercurio (Se cree que un tercio del mercurio consumido por la humanidad desde siempre procede de Almadén). El mismo, en enormes cantidades, cargado en carretas de bueyes, era llevado por caminos inhóspitos, por cañadas y veredas, atravesando Sierra Morena, en un viaje largo y peligroso, hasta llegar al puerto de Sevilla. Allí se embarcaba hacia el Nuevo Mundo para que, junto con las sales y reactivos, amalgamar la plata, separar la plata de los minerales. Todo un conjunto, todo un proceso para cambiar la historia de la minería.

    Tras un periodo de crisis, en los que escaseó la mano de obra, los Fugger presionaron para que se utilizan presos en las minas. De ahí que se construyera una cárcel en Almadén, directamente vinculada al complejo minero. Azogue no faltaría en el Nuevo Mundo para extraer el valioso mineral. La Real Cárcel de forzados de Almadén se construyó en 1754. Pero también, 1785, Almadén acogió la primera escuela de minería que existió en España
    Detalles que hacen un imperio, alquimia y conocimiento que amalgaman razones y avances hacia el futuro. Y todo suma, cada detalle cuenta. Bartolomé de Medina, el metalúrgico que cambió la forma de extraer la plata y Almadén, el pueblo que se hizo un hueco importante en la historia de España.




    https://www.sonrisasenelcamino.es/be...to-de-metales/

    Última edición por Hyeronimus; 22/02/2021 a las 21:30
    Pious dio el Víctor.

  5. #5
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    Re: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    Agustín de Betancourt y Castro

    Cesáreo Jarabo 11/02/2022



    Agustin de Betancourt y Castro nació el 1 de febrero de 1758 en el Puerto de la Cruz (Tenerife). Fue caballero de la Orden de Calatrava, teniente coronel de los Reales Ejércitos, inventor e ingeniero civil al servicio de España y de Rusia. Falleció en San Petersburgo (Rusia), el 14 de julio de 1824.


    En 1778 presentó su primer diseño, consistente en una máquina epicilíndrica para el hilado de la seda, y su hermana, María de Betancourt, presentaría también a la Sociedad Económica de La Laguna una Memoria sobre la forma de obtener el color carmesí, siendo muy probablemente la primera memoria científica firmada por una mujer en Canarias.




    En 1783 se le encargó la inspección del Canal Imperial de Aragón y de las minas de Almadén sobre cuyo estado redactó tres detalladas memorias.


    Este mismo año, el 29 de noviembre, elevó un globo aerostático en la Casa de Campo con la asistencia del rey.



    A partir de 1785 llevó a cabo numerosas investigaciones técnicas entre las que destaca su Memoria sobre la purificación del carbón piedra, y comenzó a realizar estudios sobre hidráulica y mecánica, así como a diseñar y adquirir máquinas por encargo del ministro Floridablanca.


    Durante su estancia en París organizó un grupo de españoles con el que hizo la mejor colección de memorias, planos y documentos relacionados con la ingeniería civil de toda Europa, con la que, trasladada a Madrid en el verano de 1791, acabaría constituyendo la base del Real Gabinete de Máquinas: 270 modelos, 359 planos y 99 memorias, que fueron expuestos por primera vez en público el 1 de abril de 1792 en el palacio del Buen Retiro de Madrid.



    Además de sus trabajos de investigación y recopilación llevados a cabo en París, que contaron con la ayuda de científicos e ingenieros franceses, Betancourt llevó a cabo en Inglaterra labores de espionaje industrial al servicio de España. En su viaje a aquel país, en noviembre de 1788, visitó Birmingham para conocer al inventor Watt y a su socio, el constructor de maquinaria Boulton, que se negó a mostrarle sus prototipos. No obstante, en Londres pudo observar fugazmente una de dichas máquinas; suficiente para la perspicacia de Betancourt.


    A su regreso a París comenzó a trabajar en el diseño de estas nuevas máquinas de vapor, y un año más tarde, en diciembre de 1789, presentó a la Academia de Ciencias francesa su Mémoire sur une machine à vapeur à double effet. En el propio texto anunciaba la próxima presentación a la misma Academia de una Mémoire sur la force expansive de la vapeur de l’eau, que fue aprobada por ésta el 4 de septiembre y publicada a finales del año 1790.


    Pero Betancourt no se limitó a las memorias, y en 1790 presentaba la primera máquina para suministrar energía a unos molinos en la isla de los Cisnes, en el Sena. Y En 1792 diseñó un modelo de telar mecánico.





    De nuevo en España, en 1797, escribió su estudio sobre la manera de fundir y barrenar cañones de hierro y la Memoria sobre la draga mecánica para desaguar terrenos pantanosos, que finalmente acabaría construyendo en Kronstadt (Rusia) en 1812. En 1798 instaló un telégrafo óptico que comunicaba Madrid y Cádiz; organizó un cuerpo de ingenieros [¿ferroviarios?]; en 1802 fue promotor de la Escuela de Caminos.


    Sin embargo, en 1803 Betancourt se enfrentó a Godoy por la regulación del río Genil y acabó marchando otra vez a Francia, donde publicó el “ensayo sobre la composición de las máquinas”. Pero su patriotismo le hizo abandonar el territorio francés, encaminándolo a Rusia, donde fue nombrado director del Instituto de Ingenieros y acometió la construcción de importantes infraestructuras, urbanizó varias ciudades, entre ellas San Petersburgo, y construyó los primeros buques de paletas, que en 1821 comenzaron a navegar por el Volga.



    Y en España no lo conoce nadie.


    https://espanaenlahistoria.org/perso...ourt-y-castro/

  6. #6
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    Re: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    Fausto y Juan José Delhuyar Lubice

    Cesáreo Jarabo 15/07/2022





    Naturales de Logroño. Fausto nació el 11 de octubre de 1755 y falleció en Madrid el 6 de febrero de 1833, y Juan José nació el 15 de junio de 1754 y falleció en Bogotá el 20 de septiembre de 1796.

    Ambos hermanos son considerados como los científicos españoles más relevantes del siglo XVIII.

    Entre 1773 y 1777 estudiaron en París durante cinco años, atendiendo especialmente las matemáticas, medicina, física, química e historia natural.



    Por entonces el secretario de Estado de Marina, Pedro González de Castejón, había concebido el llamado Plan de espionaje científico tecnológico por Europa, con el propósito de copiar la fabricación de los cañones extranjeros para la corona española. El objetivo sería el espionaje de la fábrica de cañones de Carron, en Escocia.

    En 1778 se detectaron las cualidades de los hermanos Delhuyar, pero también sus necesidades de formación, centradas en el conocimiento en Ciencias Metálicas y fundiciones, que deberían ser adquiridas en el centro de estudios más prestigioso del mundo: el de Freiberg, en Sajonia. Y allí serían enviados con la intención de, una vez formados y con buen conocimiento del idioma alemán, trasladarse a Inglaterra, haciéndose pasar por alemanes, y llevar a cabo espionaje industrial centrado en la fabricación de los cañones.



    Para acceder a la escuela alemana, el Elector Federico Augusto de Sajonia daba su autorización, para que “…Faustus und Joseph Deluyar…” puedan asistir a las clases de la Bergakademie.

    Estudiaron las Ciencias Mineralógicas, dedicándose en particular a la metalurgia ó Arte de beneficiar los metales, con cuyo fin pasó al Instituto Metalúrgico de Freiberg, en el electorado de Sajonia. Pasó a la Bohemia en donde reconoció las principales minas y funderías de los metales, y lo mismo hizo después en Hungría.



    Tres años después, en 1781, Fausto propone la idea de trasladarse a Suecia para ampliar los conocimientos que le habían sido demandados, tras lo cual se trasladaría a las fábricas de Carron, objetivo marcado por el secretario de Estado, pero esta propuesta significó que González de Castejón los marginase, retirando la asignación por haber entendido que los cañones suecos eran más dignos de atención que los ingleses, para cuyo espionaje habían sido seleccionados.

    No obstante, por errores burocráticos recibieron permiso para trasladarse a Suecia, y fue en Uppsala donde Juan José supo de un mineral hoy llamado scheelita y que tradicionalmente se conocía como tungsten, o “piedra pesada”. A partir de este mineral se obtenía un ácido, del que sugerían que podría contener un nuevo metal.



    Al verse sin fondos, regresaron a España en 1781, pasando a dar clases en Bergara, donde dos años después, el 28 de septiembre de 1783 obtuvieron por fin el nuevo metal, al que llamaron volfram; hoy wolframio o tungsteno. Se trata de la principal ferroaleación empleada para la obtención de los aceros rápidos especiales. Este metal escaso y muy valioso fue el primer elemento químico descubierto sin ser extraído directamente de la naturaleza, ya que no existía en forma libre, sin combinar químicamente.

    Los dos hermanos obtuvieron el crédito del hallazgo según lo establecido para los nuevos elementos.

    En ese tiempo, el secretario de Indias José de Galvez, a petición del Virrey de la Nueva Granada, pidió personal técnico de minería y metalurgia. Los hermanos Eluyar serían los escogidos. Juan José fue a la Nueva Granada, y Fausto a la Nueva España.

    En julio de 1786, Fausto fue nombrado Director General de Minería de Nueva España, donde permanecería hasta 1819, tiempo en que se ocupó de la creación del Colegio de Minería y la construcción del Palacio de Minería, así como de la supervisión de la industria minera en la Nueva España. Sería el Colegio de Minería, donde Manuel del Río descubriría otro elemento, el Eritronio, que hoy es conocido como Vanadio.



    https://espanaenlahistoria.org/perso...lhuyar-lubice/

  7. #7
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    Re: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    Bartolomé Medina González, alma de la producción minera




    Cesáreo Jarabo 20/01/2023




    Bartolomé Medina González nació en Sevilla a comienzos del siglo XVI.

    Dedicado al comercio de tejidos y pieles, acumuló cierto capital que le permitió ejercer como agente de seguros marítimos.

    No era, por tanto, persona relacionada con la física ni con la minería. Sin embargo, sus contactos, y su curiosidad, lo llevaron a realizar experimentos para recuperar el oro y la plata de los tejidos. Y ahí destacaría virtud a que, mediado el siglo XVI, decaería notablemente la producción de plata, como consecuencia de los altos costos derivados del método de fundición, que además requería el consumo de enormes cantidades de leña, lo que estaba llevando a la deforestación de amplios territorios en la Nueva España.

    Los altos costos de la leña convertían en improductivas muchas minas de plata, que inexorablemente eran abandonadas. Esta situación abocó a la Corona a ofrecer premios a quienes lograsen un sistema que mejorase el existente para la obtención del metal.

    Y Bartolomé Medina, que no era especialista, pero que había tenido acceso al conocimiento de un método ya conocido en la Roma clásica, lo presentó. Se trataba de un procedimiento en frío consistente en mezclar el mineral, lavado y triturado, con mercurio y sal, a cuya mezcla se le daba forma de tortas y se añadía un compuesto de cobre y/o hierro, depositando la pasta en un patio enlosado donde se dejaba secar y se iba prensando.

    El método era conocido, pero no era utilizado, siendo que los expertos metalúrgicos del Renacimiento lo tenían sólo como un hecho curioso. Bartolomé Medina lo aplicaría en América por primera vez a escala industrial.

    Fue en 1553 cuando marchó a la Nueva España. A fines de 1554, tras haber realizado los necesarios experimentos de algo que Medina desconocía, el «beneficio de patio» demostró ser viable, y fue presentado el proyecto al virrey, que dio el visto bueno, siendo que a primeros de 1555 se estaba obteniendo plata por amalgamación.
    El método puesto en práctica por Medina era muy sencillo. Se molía el mineral y se esparcía en depósitos rectangulares de poca profundidad y se añadía agua, sal y azogue o mercurio en cantidades apropiadas. Así se formaba una torta de 20 a 30 cm de espesor, que era removida, con hombres o con ganado equino, para que la sal y el azogue se disolviese y mezclase perfectamente con el mineral.

    La sencillez del proceso posibilitó que, de inmediato, hasta 126 productores de plata pusiesen en práctica el invento, haciendo posible el tratamiento de minerales de baja ley, lo que multiplicó espectacularmente la producción, y para 1562 el método era utilizado desde Pachuca hasta Guanajuato y Zacatecas, ampliándose su utilización al compás que descendía la ley del mineral.
    Y por supuesto, su aplicación no se limitó a la Nueva España. Desde 1571 sería también utilizada en el virreinato del Perú, lo que posibilitó el crecimiento de la minería en Potosí.

    A lo largo de los años, el método fue usado y mejorado, al objeto de mermar el uso del mercurio y el tiempo de producción, pero el método perduró, quedando claro que fue la innovación técnica más destacada y con mayor repercusión de esa época. Cabe señalar que este procedimiento pervivió, con leves modificaciones, hasta principios del siglo XX, y también fue utilizado en los Estados Unidos hasta su progresiva sustitución por la cianuración, surgida en la última década del siglo XIX. El procedimiento de Medina fue utilizado, así, a lo largo de trescientos cincuenta años.
    Pero la sencillez del proceso acabaría por privar a Medina de los beneficios que por lógica le correspondían. Para protegerlos, por real cédula del 4 de marzo de 1559 se le reconoció como descubridor de ella, y en 1616 la Audiencia concluyó que él había sido el inventor de sacar plata de los metales con azogue.

    El cobro de derechos sólo abarcó a los centros mineros próximos a la ciudad de México. Medina no estuvo exento de dificultades a la hora de cobrar esos derechos pues los propietarios de haciendas de beneficio se mostraron renuentes al pago de las cantidades requeridas. Medina no supo o no pudo aprovecharse económicamente de su descubrimiento, porque como tal podemos señalarlo a pesar de existir el método desde antiguo. La merced concedida por el virrey, que le atribuía un porcentaje sobre la plata producida por amalgamación no pudo hacerla efectiva, y un naufragio se llevó el privilegio que le había sido concedido, y que no le fue renovado. Volvió a trabajar como metalurgista en su hacienda de “Purísima Grande». Falleció en Pachuca en 1585. Lo perdió todo, hasta la gloria de haber descubierto su método de purificación de metales.


    https://espanaenlahistoria.org/perso...uccion-minera/

  8. #8
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    Re: Inventos y contribuciones científicas de España a la humanidad

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    MARCOS JIMÉNEZ DE LA ESPADA, NATURALISTA

    Ricardo Aller Hernández 09/12/2022





    Marcos Jiménez de la Espada y Evangelista

    (Carta fechada a 3 de mayo de 1866, prefacio de Breve descripción de los viajes hechos en América por la Comisión científica enviada por el gobierno durante los años de 1862 a 1866)

    Excelentísimo señor Marqués de la Vega de Armijo, ministro de Fomento:

    Con fecha 14 de marzo recibimos una Real Orden, que nos honra con el encargo de escribir una obra de grandes dimensiones y carácter puramente científico en la que se consignen los adelantos y descubrimientos hechos durante los tres años y medio que ha durado nuestro viaje en las comarcas de la América Austral.
    (…)
    En nuestra particular, y en nombre de las ciencias españolas, tenemos que agradecer y esperar mucho de VE. Durante vuestro ministerio se organizó esta Comisión, si bien pobre por las cualidades de sus encargados, quizás preludio de otras mejores encomendadas, que saquen a las ciencias españolas de su letargo lastimoso.
    (…)
    Las ciencias españolas, tan brillantes en otra época, atraían a nuestra patria a todos los que deseaban instruirse: Córdoba, la Sultana, era la residencia del saber del viejo mundo, y encontraban escuelas, con razón más afamadas que ninguna de las de la Europa moderna.

    EL PERSONAJE

    Marcos Jiménez de la Espada y Evangelista nació en Cartagena el 5 de marzo de 1831. Nacido en el seno de una familia de clase media, residió en Valladolid, Barcelona y Sevilla, donde concluyó su bachiller en Filosofía en 1850, orientándose posteriormente al estudio de las Ciencias Naturales.

    Jiménez de la Espada se formó en la Universidad Central de Madrid en la década de 1850, bajo la dirección de Mariano de la Paz Graells, comenzando su vida profesional en el Museo de Ciencias Naturales, donde fue nombrado ayudante en 1857 en la impartición de clases de Mineralogía y Geología, así como profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias de la Universidad. Dos años más tarde fue nombrado primer ayudante del Museo, haciéndose cargo de las clases de Zoología y Anatomía Comparada, labor que compaginó con la dirección de un pequeño zoológico de aclimatación que Graells acababa de instalar en el Jardín Botánico de Madrid.

    1862. LA EXPEDICIÓN

    El 9 de julio de 1862 Jiménez de la Espada fue designado miembro de la Comisión Científica del Pacífico, nombre que recibió la expedición compuesta que el Gobierno español agregó a una expedición naval con el objetivo de recoger ejemplares de los tres reinos de la naturaleza para incrementar las colecciones del Museo de Ciencias Naturales de Madrid.

    La Comisión fue la expedición ultramarina española más importante durante la época isabelina y una de las tres expediciones enviadas a América a mediados del siglo XIX. Durante el siglo anterior España ya había organizado varias expediciones científicas importantes al continente americano: en 1777 al Virreinato del Perú, dirigida porHipólito Ruiz y José Pavón, en 1783 al Nuevo Reino de Granada por parte de Celestino Mutis y Bosio y en 1787 al Virreinato de Nueva España al mando de Martín de Sessé y José Mariano Moziño, aparte de la realizada por Alejandro Malaspina en 1789.

    Uno de los seis naturalistas que conformaban la Comisión (a la que se añadió un taxidermista y un fotógrafo-dibujante) fue Marcos Jiménez de la Espada, a quien le correspondió con apenas 31 años supervisar las recolecciones de mamíferos, aves y reptiles terrestres.

    A lo largo de cuatro años la Comisión recorrió tierras de los archipiélagos atlánticos de Canarias y Cabo Verde y exploró zonas de Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y El Salvador, realizando observaciones geológicas, zoológicas, antropológicas, etnológicas, botánicas y geográficas que el cartagenero recogió en un Diario.

    La Comisión Científica se vio afectada por el conflicto entre España y las repúblicas del Pacífico como Perú, Chile y Bolivia, que culminaron con el bombardeo de Valparaíso y Callao en 1866, aunque aquello no detuvo su investigación.

    Influido por Alexander von Humboldtt, Jiménez de la Espada realizó un importante estudio de la naturaleza y el paisaje de aquellos lugares, realizando especial hincapié en las fuerzas telúricas y los volcanes, seis de los cuales llegó a alcanzar la cima, como el Izalco en El Salvador o el Chimborazo y el Sumaco ecuatorianos, una aventura no exenta de riesgos, como cuando al descender al Pichincha anduvo perdido tres días.

    El volcán Pichincha, en cuyo inmenso cráter se perdió el señor Espada, quedando cuatro días sin comer, sufriendo aguaceros, nevadas y temblores de tierra; su salvación fue providencial (Manuel Almagro, compañero de expedición).
    Parte de sus observaciones geológicas sobre el vulcanismo andino las publicó en 1872 en su estudio sobre “El volcán de Ansango”.

    Pudo el señor Jiménez dela Espada traer 88 especies y 249 ejemplares de mamíferos; 1.117 y 3.478 de aves; 249 huevos de 84 especies de éstas; 150 especies y 087 ejemplares de reptiles; 49 huevos de 12 especies de éstos, y 786 ejemplares de 139 especies de anfibios; pero también hizo investigaciones geológicas en los volcanes americanos, cuyas erupciones son tan interesantes, como lo demostró publicando las reflexiones que le ocurrieron al visitar los restos eruptivos que se encuentran en la falda del nevado de Antisana, llamados Yana-volcán, Volcán de la Hacienda y Volcán de Ansango, y también no despreció nunca el estudio y recolección de objetos zoológicos de otras secciones de que no estaba encargado, y menos el de los etnográficos y el trato de los indios americanos, así como de sus hábitos (Francisco De Paula Martínez y Sáez. Nota biográfica leída en sesión pública en la Sociedad Geográfica de Madrid , celebrada el 6 de diciembre de 1898)

    A Jiménez de la Espada se le debe el primer envío a Europa de diversos ejemplares de la fauna americana, como la liebre de Patagonia, el guanaco, el cisne de cuello negro, el cóndor, un pavo silvestre del Perú y hasta dieciséis especies nuevas de ranas… Esa aportación le supuso el reconocimiento internacional: la Sociedad Imperial de Francia de Aclimatación le otorgó una medalla en su sesión plenaria anual de 23 de marzo de 1866.

    De los ocho componentes de la expedición solo Francisco de Paula Martínez y Sáez, Jiménez de la Espada,Juan Iserny Manuel Almagro, intervinieron hasta el final. El resto abandonó.

    REGRESO A ESPAÑA

    Al finalizar la Comisión nuestro personaje continuó estudiando la fauna sudamericana; así, dio a conocer nuevas especies de mamíferos del área del alto Amazonas, y estudió en profundidad los setecientos ochenta y seis ejemplares de anfibios que habían recolectado durante la expedición.

    En el año 1871 promovió la constitución de la Sociedad Española de Historia Natural y en 1875 publicóVertebrados del viaje al Pacífico, en el que realizó un nueva descripción de dieciocho géneros y veinticuatro especies previamente conocidos, así como una relación detallada de otros dos géneros, doce especies y tres subespecies nuevos. Este libro se considera todo un texto básico de la literatura zoológica que la Society for the Study of Amphibians and Reptiles reeditó en 1978.

    Nombrado socio fundador de la Sociedad Geográfica de Madrid en 1876, también participó en la creación de la Asociación Española para la exploración del África (1877) y fue miembro de la Real Academia de la Historia, allá por 1883. Diez años más tarde se convirtió en miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, en 1895 de la Sociedad Española de Historia Natural y en 1898 fue nombrado catedrático de Anatomía Comparada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid.

    Los reconocimientos también se extendieron por el extranjero: fue nombrado socio de la Sociedad berlinesa de Antropología, Etnografía y Prehistoria, así como miembro de la Royal Geographical Society de Londres y de laSociété des Américanistes de París. La Academia de la Historia le concedió en 1897 el Premio Loubat, dotado con 3.300 pesetas, por su obra Relaciones Geográficas de Indias.

    La curiosidad innata de Jiménez de la Espada sobre América le llevó a activar en los primeros congresos sobre antiguas culturas americanas y las civilizaciones precolombinas, como los de Bruselas (1879), Madrid (1881), Turín (1886), Berlín (1888) o París (1890).

    Durante esos años Jiménez de la Espada dedicó gran parte de su tiempo a enmendar cuartillas, comprobar copias, acicalar textos, dando a conocer conceptos históricos y naturalistas de gran calado, tanto de las culturas africanas como americanas, particularmente andinas y amazónicas: editó libros de viajeros medievales, como las Andanzas de Pero Tafur, y el Libro del conocimiento, documentos relacionados con las expediciones científicas que se organizaron durante el siglo XVIII a diversas regiones de América, como la del médico y botánico José Celestino Mutis en el virreinato de Nueva Granada, la de los botánicos Hipólito Ruiz y José Pavón al virreinato de Perú, o la del marino Alejandro Malaspina de circunnavegación del globo.

    OBRAS MÁS DESTACADAS

    Entre sus publicaciones destacan las Relaciones Geográficas de Indias, correspondientes al virreinato del Perú, así como las Tres Relaciones de Antigüedades Peruanas o los relatos sobre Bernabé Cobo o Vaca de Castro. También resulta destacable el Vocabulario de la lengua general de los indios del Putumayo y Caquetá o De las antiguas gentes del Perú o revistas como El Centenario o Historia y Arte.

    Nada más sencillo ni de más primitiva estructura que los telares peruanos de las épocas prehispánicas. Allí se andarían los del tiempo del último Inca con el de Mama Ocllo Huaco , la primera mujer que urdió y tramó en dominios de su hermano y consorte Manco Cápac , según refiere Garcilaso…(Marcos Jiménez de la Espada, “El Cumpi-Uncu hallado en Pachacamac”, un estudio sobre esa pieza textil).

    MUERTE y LEGADO

    Marcos Jiménez de la Espada falleció en Madrid en octubre de 1898, dejando inacabado el estudio sobre la Expedición de Alejandro Malaspina.. A su muerte, amigos como Francisco Giner o Cesáreo Fernández Duro, con la excusa de promover una campaña de solidaridad económica con su familia, le convirtieron en un símbolo del regeneracionismo científico español.
    Durante el siglo xx su legado científico e historiográfico ha sido relevante: su colección de mamíferos fue estudiada a principios de la centuria por su discípulo Ángel Cabrera Latorre y su obra revivió en los años 20 gracias a los trabajos de Agustín Barreiro,. Por su parte, el espíritu aventurero inspiró el proyecto de expedición del capitán Francisco Iglesias Brage.





    https://espanaenlahistoria.org/perso...a-naturalista/

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