Cristóbal Colón era gallego.
Vamos a hablar de Cristóbal Colón, y del conde de Caminha, quienes, según alguna gente entre la que nos encontramos, podrían ser la misma persona. Y de los motivos por los que en Galicia, para empezar por algún lado, el tema interesa mucho a la gente y poco a las instituciones.
Pedro Álvarez de Sotomayor, o Pedro "Madruga" fue aliado de Enrique IV de Castilla, quien, además de nombrarlo vizconde de Tui quiso también hacerlo arzobispo de Santiago. Pero derrotó a los Irmandiños, enviados por el propio Enrique IV para someter a la díscola nobleza gallega. Éste último hecho es obviado por los nacionalistas gallegos, quienes ven a los Irmandiños como unos heroes populares y revolucionarios. Por tanto, ven a Pedro Madruga como un tirano que sometía al pueblo. Los nacionalistas gallegos olvidan también que Pedro Madruga fue el mayor enemigo que tuvieron por un tiempo los Reyes Católicos, máximos exponentes del Imperio colonialista que ocupa nuestra patria, país, nación o comunidad autónoma, llámelo usted como le de la gana, que para eso sabe hablar.
Por su parte, los españolistas gallegos ven en Pedro Madruga al hombre luchó contra Castilla, aliándose con la corona portuguesa en apoyo de Juana la Beltraneja. El traidor que invadió Galicia bajo bandera portuguesa. Lo ven como a un independentista. Eso en cuanto a Pedro Madruga.
En cuanto a Colón, al Colón gallego, existen dos teorías. Una de ellas, formulada en su día por don Celso García de la Riega, dice que Colón era un marino judío de Porto Santo (Pontevedra), y está basada, entre otros, en los siguientes hechos demostrados:
- En Porto Santo existía el apellido de Colón. Hay innumerables pruebas documentales que lo demuestran.
- Colón bautizó un centenar de lugares descubiertos por él en América con nombres de la toponimia gallega. Está escrito en los diarios de a bordo del propio Colón, transcritos por fray Bartolomé de las Casas.
- La nao Santa María, llamada originalmente "La Gallega" fue construida en Pontevedra.
A finales de los años 70, surge una nueva vertiente de la teoría, con la que no todo el mundo está de acuerdo, o más bien una evolución de la misma que, sin desmentir del todo o en casi nada a la García de la Riega, sostiene que ese mismo Colón era en realidadel hijo bastardo de Fernán Yáñez de Sotomayor, quien al ser adptado por la noble familia de su padre pasó a llamarse Pedro Álvarez de Sotomayor, nuestro Pedro Madruga. Para no aburrir al lector con los detalles, aquellos que estén interesados, acudirán a:
http://cristobal-colon.com/
http://colon-gallego.com/
Las pruebas caligráficas a partir de 25 manuscritos vinculan a ambos personajes. Sería capaz de nombrar más de 80 localidades de la ría de Pontevedra? Pues son los nombres que emplea Colón para ir bautizando los puertos a su llegada a América. Es uno de los argumentos que esgrimen cada vez más investigadores para defender la teoría del Colón gallego, que se amplía con una segunda suposición aún más controvertida: el almirante y el noble Pedro Álvarez de Soutomaior podrían ser la misma persona. Y los peritos caligráficos parecen darles la razón.
S. R. - PONTEVEDRA Pedro Álvarez de Soutomaior es una de las figuras legendarias del medievo gallego; se desconoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que fue en Pontevedra mientras que su muerte en extrañas circunstancias se fecha en 1486 en Alba de Tormes. Hasta ahí, la historia oficial de este personaje al que otros investigadores añaden nueva vida: según esas teorías, el conde de Caminha no habría caído víctima de una enfermedad o de una emboscada sino que desapareció adoptando una nueva identidad, nada menos que la de Cristóbal Colón.
Las bases de esta teoría las sentó Celso de la Riega en el siglo XIX. El historiador defendió el origen gallego del navegante, una suposición que década a década ha ganado defensores y argumentos: aluden especialmente a "sus escritos plagados de giros en gallego", su exhaustivo conocimiento de la ría de Pontevedra o al hecho de que el que fue primer obispo de Santo Domingo y amigo personal de Colón lo situase en Galicia antes del primer viaje.
¿Y la vinculación con Pedro Madruga? Investigadores como Rodrigo Cota (autor de la obra "Colón, Pontevedra, Caminha") han añadido en los últimos años esta nueva posibilidad basándose en no menos sospechosas coincidencias: ambos personajes llaman igual a sus hijos, el cardenal Mendoza, protector de Pedro Madruga, lo fue también de Colón y el cronista Francesillo de Zúñiga menciona ya en el siglo XVI a Diego de Soutomaior (hijo de Pedro Madruga), como hijo de Colón.
Otro de los firmes defensores de esta teoría es Alfonso Philippot, que ayer presentó en las X Xornadas de Xenealoxía, Heráldica e Nobiliaria la ponencia "Cristóbal Colón y Pedro Madruga".
Pero si algún argumento sorprendió ayer fueron los presentados por la perito calígrafo y grafopsicológico Teresa Torres Legarreta.
Su investigación debe mucho a la casualidad. Carlos Acuña, presidente de la Asociación de Xenealoxía de Galicia, explica que "Teresa Torres era conocedora de la teoría y encontró 25 documentos muy especiales en el Archivo Nacional: son manuscritos de Pedro Madruga, un personaje del que apenas teníamos registros escritos con su letra, que sirvieron de base para el posterior estudio comparativo".
Durante su intervención en las Xornadas de Xenealoxía la perito calígrafo mostró con gráficos y superposiciones de escrituras como las formas de las letras son muy similares en ambos personajes, tantas coincidencias que para muchos son una prueba más de que se trata de la misma persona, muy a pesar de las reservas con las que otros estudiosos observan el tema.
"Es una teoría tan controvertida que a los mismos ponentes les resulta difícil explicarse lo que van encontrando, máxime cuando como en este caso se trata de algo no buscado intencionadamente sino una comprobación, por curiosidad, de lo que sólo se consideraba una suposición", indican los organizadores de las jornadas en las que se presentó el estudio.
Carlos Acuña subraya que las investigaciones de la perito "fueron comunicadas a la Universidad de Barcelona y otros expertos calígrafos coinciden en que aparecen todas esas similitudes entre las letras y sus formas".
Antes de hablar de nuestro protagonista, quisiera situar al lector en el entorno en el que se desarrollaron los acontecimientos, para que pueda forjar una idea más adecuada a la grandeza de los hechos y se comprenda mejor su méritos.
A finales del siglo XV con el descubrimiento de las Indias occidentales el mundo se prepara para un cambio de dimensiones sin precedente, tanto en lo económico, social y político. Galicia a pesar de su contribución al descubrimiento, empezará a perder privilegios por lo extratégico de su situación durante siglos, en favor de las costas andaluzas y castilla. Aún así, no son pocos los que aseguran que los primeros brotes renancentistas surgieron en estas tierras, este movimiento cultural se produjo en Europa en los siglos XV y XVI. Galicia hasta este momento se situaba en el centro de las vias comerciales entre el mediterraneo y las costas de Inglaterra y el mar del norte, era parada obligada para unos y otros, además de contribuir al comercio con productos propios como el salazón de pescado, vinos del ribeiro, cebada y trigo de castilla; sus marineros ya pescaban cerca del nuevo mundo, en Terranova; y en sus astilleros se hacían las carabelas, las primeras embarcaciones trans-oceánicas que tanto contribuyeron a la posibilidad de establecer comunicaciones y rutas comerciales con el continente enfrentado, se puede decir, que una carabela sería antes lo que hoy es una nave espacial. No es de extrañar que sus gentes tuvieran noticias de otras tierras desde tiempo inmemorial. En las letras y las ciencias, Galicia era una potencia en el mundo conocido. El asentamiento de comerciantes foraneos en los puertos era normal, así como relaciones con vínculos comerciales entre familias de mercaderes gallegos y otros de tierras lejanas.
El sistema feudal significó un retroceso evolutivo si lo comparamos con el explendor griego y romano que le precedió, solo el mundo árabe hizo progresos en las ciencias y las letras durante este periodo de nuestra historia tan oscuro, hasta que en la llamada "alta edad media", el comercio del mediterraneo se abrió al atlántico costeando los reynos de Portugal, Galicia, Bretaña, Gascuña, ... y las cosas empezaron a cambiar, las ciudades costeras adquidieron la importancia según el enclave de sus puertos, se intensificó el comercio que permitía todo tipo de productos, como hasta ese momento nunca se había hecho, y entre estos productos había uno de suma transcendencia, "la cultura", la cultura que viajaba en cada uno de los barcos, que difería según el sitio de procedencia, y que en la historia de la humanidad, cuando se produce una mixtura cultural irremediablemente la sociedad receptora experimenta un progreso imparable.
Los puertos se rodean de ciudades, estas aumentan rápidamente de población, muchas veces a costa del sistema con el que todavía conviven, el feudal; resurgen los artesanos, comerciantes, como emprendedores autónomos y hombres libres, que no precisan de la protección de un señor, y la propiedad privada se convierte en objetivo, adquiriendo el nivel suficiente para estimular el interés propio, que ahora es el encargado de hacer progresar al conjunto.
Pero el mundo feudal, se resistirá a perder el control de sus privilegios e intentará protegerlos mietras le sea posible, tratará de quitar alguna tajada de esta situación entorpeciendo sin poder evitarlo la marcha de lo que ya es imparable, y es imparable, por que los Reyes hasta ahora los elegidos para garantir el sistema feudal, empiezan a ver en las ciudades una fuente de ingresos que no obtienen de manos de los nobles, que a pesar de acaparar la gran parte de los recursos, no consiguen estos, la eficiencia de estas sociedades libres, que tanto le ayudan a sufragar las guerras para ganar terreno a los árabes, e expandirse cada vez más por el mediterraneo.
El mundo feudal necesita privilegios para que funcione, y de hecho, mientras no se alteran las cosas funciona, es decir, la nobleza romana y sueva, se reparten los recursos y eligen entre ellos una línea con la estirpe más noble y que tenga más que perder, para que les garantice y defienda estos privilegios, y para ello le pagan via impuestos y pagando su sustento y su ejército que luego medie entre sus disputas. El poder demostrar sangre noble garantiza para tí y los tuyos la supervivencia, al poder tener exclusividad de acceso sobre los recursos, estos recursos atraen mano de obra, que hay que gestionar, y como todo en la vida, no hay nada fácil, unos siempre lo harán mejor que otros, y la mano de obra que busca su propia supervivencia buscará trabajar para el noble que mejor se la garantice, parecerá increible, pero un noble que vé como su explotación no prospera, competirá con la nobleza vecina para atraer siervos, bien, dándoles una casa en usufructo, arrendamiento de tierras para su trabajo, etc. y se produce una selección natural, los mejores hombres con sus familias se establecen en los lugares que le ofrecen mejores condiciones.
Con las ciudades, los nobles se ven todavía más obligados a mejorar sus ofertas, la casa en usufructo pasa a ser en propiedad, y el arrendamiento de las tierras también a cambio de impuestos (diezmos); los molinos, aguas, puentes, barcas, caminos, etc. bajan sus costos, o bien, pasan a ser de uso gratuito. Los nobles necesitan proteger sus posesiones del acoso de otros nobles, y requieren de muchos recursos para la defensa, manteniendo el mayor número posible de hombres de armas, mercenarios a su servicio. En Galicia esta situación se acentúa un poco más que otros lugares de la península, ya que la acción reguladora del Rey pierde peso por la leganía de la corte, que en Galicia es tanto de la corte Portuguesa como la de Castilla, dándose en el siglo XV una disputa entre los nobles con la idea de cubrir esta situación, con un posible Rey más cercano, que vele mejor por los intereses de todos ellos. Algunos proponen y llegan a conseguir por periodos cortos de tiempo, el impedir por ley, por ejemplo, la imposibilidad para que un siervo abandone a su señor, bajo pena de castigo grave. Los reyes de Castilla y Portugal, otorgan en ocasiones estas prevendas, para con ello amansar los ánimos y evitar enfrentamientos armados, que de tener que intervenir ellos, consumirian muchos recursos, que ahora quieren destinar a ensanchar fronteras expulsando a los árabes de la península.
Los Reyes Católicos intentan que ciertas ciudades estén únicamente bajo su autoridad, y les otorgan una gran autonomía, como es el caso de A Coruña, Betanzos, Baiona y Viveiro. El resto de las ciudades importantes como Pontevedra, santiago, Lugo y Ourense, consideraras las villas señoriales, existe el deseo de encontrar una liberación por medio de la obtención de una condición realenga como en las otras ciudades ya mencionadas. Es en estas ciudades donde se produce por su condición señorial, los primeros conatos de revueltas hirmandiñas. Baiona, a pesar de poseer realengo, Tui y Pontevedra son vigiladas muy de cerca por el atento control de los Sotomayor, los señores de estas tierras.
Según nuestros manuales de colegio, el descubridor de América era nativo de Génova, Italia, pero en realidad la cuna de Colón sigue siendo un misterio hasta nuestros días y son varios los origenes que se le atribuyen.
Poco se sabe de los primeros años de su vida. Según la biografía oficial su origen fue humilde, sus padres eran artesanos laneros dedicados al oficio de la tejeduría y habría nacido en Génova en el año 1451. De pequeño colaboró en la empresa familiar pero su gran aficción era la navegación siendo un autodidacta en esta materia. Sus primeras prácticas habrían sido al servicio de casas mercantiles. En el año 1476. siendo tripulante de un barco que naufragó cuando se dirigía a Flandes, quizás atacado por piratas o la flota francesa, salvó su vida casi milagrosamente nadando hacia la costa. Luego de ese episodio se radicó en Lisboa (Portugal) y allí se casó con Felipa Moñiz De Perestrello, cuyo padre se hallaba vinculado a las empresas descubridoras portuguesas quienes por aquel entonces trataban de encontrar un camino alternativo a la ruta por las especias. De alli, que Colón abandona el ámbito comercial, comienza a estudiar matemáticas, cartografía y astronomía, dejándose guiar por las ideas de Toscanelli sobre la esfericidad de la tierra. Era pobre, y para obtener los recursos necesarios, se dirigió a Génova, a Juan II de Portugal, a los Reyes de España y hasta envió a su hermano Bartolomé a la Corte de Enrique VII de Inglaterra y tal vez al rey de Francia.
Presentó al rey Juan II de Portugal un proyecto para alcanzar ese destino navegando hacia el occidente ya que al no tener conocimiento de otro continente (América) se pensaba que la ruta sería más corta. Como en Portugal no tuvo buena acogida se presentó en la Corte de Castilla, donde sí fue apoyado.
El descubridor partió de Huelva con tres embarcaciones llamadas Santa María, Pinta y Niña. El viaje resultó más largo de lo previsto, debido a la confusión geográfica inicial. En octubre del mismo año, la flotilla alcanzó las tierras de Guanahaní, en las Bahamas, isla que Colón bautizó como San Salvador; después arribaron a las islas Fernandina, Isabela, Santa María, Juana (Cuba) y La Española. En esta última Colón instaló un fuerte y dejó la nao Santa María. Regresó con las otras dos carabelas, que llegaron por separado, una a Galicia y la otra a Lisboa, hecho este que dio origen a una disputa diplomática entre Juan II de Portugal y los Reyes Católicos acerca de los derechos sobre las islas descubiertas.Entre 1493 y 1502 Colón realizó tres viajes más. Primero alcanzó Puerto Rico y Jamaica. En La Española, su fuerte había sido devastado por los indígenas, por lo que hubo de reconstruirlo. Después llegó a la desembocadura del Orinoco, a Trinidad y Venezuela. Por último, descubrió la costa de América Central, a la altura de Panamá, Veragua, Costa Rica y Nicaragua
No obstante, fracasó por completo como gobernador de aquellas tierras.
Cristóbal escribía en 1501: "De muy pequeña edad entré en la mar navegando, e lo he continuado fasta hoy... Ya pasan de cuarenta años que yo voy en este uso. Todo lo que fasta hoy se navega, todo lo he andado".
Se ha creído que el descubridor murió pobre y no fue así, ya que conservó de por vida sus privilegios
Colón quiso que fuese desconocido su origen y patria, así lo afirma su propia hijo Fernando colón y lo evidencia el hecho que se sepa tan poco a este respecto; Colón nunca escribió de puño y letra que el se llamaba Colón ni nada parecido, solo se tiene constancia que firmaba como "El Almirante" después de su famosa firma jeroglífica, en el significado de esta firma se encuentra posiblemente el enigma de su origen y la solución a la causa que provocó este secreto de estado.
Es evidente que Colón tenía un secreto y debía mantenerlo bien oculto, para ello realizó un cambio de identidad, que por supuesto era bien sabido por aquellos más cercanos, incluyendo a los Reyes Católicos y a los reyes portugueses Alfonso V y su hijo Joan II.
Hasta 1485 no tenemos apenas información sobre Colón y lo poco que aparece editado son puras especulaciones. Se desconoce prácticamente todo de su presunta estancia en Portugal, desde la batalla de San Vicente en las costas Portuguesas, se le supone una estancia en Portugal desde 1476 hasta 1485. En 1479 tiene lugar la batalla de San Vicente y para muchos historiadores esta fecha marca la llegada de Colón a Portugal que abandonará este territorio en 1485 para dirigirse al monasterio de la Rábida en Huelva. Por lo tanto el cambio de identidad tuvo que producirse entre 1476 y 1485 aproximadamente.
La tesis gallega resuelve su vida hasta 1476 donde está demostrado que hasta ese momento su identidad era la del noble gallego-portugués, Pedro Álvarez de Sotomayor conocido por "Pedro Madruga" aliado de Alfonso V de Portugal y enemigo de Isabel I de Castilla, noble que fue el azote de las revueltas irmandiñas en Galicia.
De su estancia en Portugal se ha escrito mucho, quizás demasiado y forma parte de los mitos colonianos y mitos colombinos, esta página tiene información no editable, por el momento, facilitada por el arquitecto e historiador portugués Antonio Pedro Sottomayor, quien en su próximo libro reconstruirá prácticamente estos nueve años en Portugal.
Un poco de historia:
Colón cayó en el olvido ya antes de su muerte hasta por lo menos principios del siglo XVIII, fueron sobre todo historiadores franceses los que recuperaron al personaje y le dieron la importancia que realmente tenía, prueba de ello es el nombre que se le dio al Nuevo Mundo, gracias al oportunismo de Amérigo Vespucci quien se aprovechó de esta circunstancia. Por otro lado los pleitos por la sucesión en el mayorazgo (1578 – 1606) no hicieron otra cosa que aportar más dudas a su vida, motivado por multitud de escritos falsos y adulterados aportados por los litigantes con la única intención de ganar un pleito ciertamente sabroso.
Antes del pleito por unos motivos de sobra conocidos y ocultados por su hijo Hernando y después del mismo por intereses dinásticos, lo cierto es que se crea una nebulosa que llega a nuestros días.
Tantas dudas existían que el municipio de Génova encarga catorce volúmenes entre 1892 y 1896, para así apuntalar la nacionalidad genovesa del almirante, es cuando aparece el “colombo” como solución a tanta desconfianza, mediáticamente resultó efectivo, sin embargo sigue sin encajar nada, siendo un verdadero despropósito, manteniéndose únicamente por una cuestión de fe.
Es en 1892 es cuando un intelectual gallego, Celso García de la Riega, repasando los apuntes de su tío abuelo ya fallecido, sobre el río Lérez y sus bellezas se encuentra unos testimonios de varias personas ancianas que aseguraban que cerca del arrabal de la moureira en Pontevedra, concretamente en la finca de “la puntada”, una casa que existía y aún existe cerca de un cruceiro (A casa da crus) había nacido el gran Almirante de las Indias, que así se lo habían transmitido durante generaciones de padres a hijos; este hecho fue comentado en el Café moderno de Pontevedra donde se juntaban los intelectuales del momento (Castro Sampedro Folgar, Valle-inclán, La condesa de Pardo Bazán, etc.), entre ellos se encontraba Antelo Carmelo Castiñeira (secretario de la sociedad arqueológica de Pontevedra), quien años más tarde encuentra el primer documento donde aparecía el apellido “Colon” se lo entrega a Don Celso (luego aparecerían muchos más), quien llevando tiempo dándole vueltas a las incongruencias manifiestas en la historia del almirante, empieza a ver con más claridad lo inverosímil de las fuentes oficiales.

Celso García de la Riega
En 20 de diciembre 1898 realiza una conferencia en la Sociedad Geográfica de Madrid. La conferencia tuvo un gran impacto por lo novedosa e innovadora pues hasta ese momento nadie discutía que Colón era genovés, aunque se sospechaba de muchos de esos documentos por falsos, la noticia de la nueva teoría llego hasta muchos países Americanos e incluso algunos cambiaron sus libros de texto diciendo que Colón era Gallego de Pontevedra, tuvo un gran éxito y todo el mundo esperaba la publicación del libro, el libro se publico en 1914 y D. Celso murió un mes después de la publicación a la edad de 70 años, curiosamente fue una vez muerto cuando empezaron a salir las impugnaciones y las descalificaciones del personaje, en vida su teoría fue elogiada y alabada aun habiendo sus dudas, desde la conferencia hasta la publicación del libro hubo cantidad de artículos en diversos periódicos nacionales e internacionales y se debatía el asunto, pero nunca hubo descalificaciones del autor ni mucho menos tacharlo de mentiroso, falsario, inventor de teorías basadas en la manipulación etc. Hay que ser cobarde y ruin para desprestigiar a un personaje después de muerto cuando ya no se puede defender.
Hoy en día es indiscutible con multitud de documentos que el apellido Colón existió en Pontevedra hasta finales del siglo XVIII, sin embargo se consiguió tapar esta prueba y con ello el asunto cayó en el olvido, a pesar del esfuerzo de otros muchos intelectuales no solo gallegos y españoles ( Lista defensores colonianos) en retomar la labor emprendida por Don Celso, fue tarea imposible por evitar la difamación. Lo que no consiguieron fue que Celso García de la Riega asestara un tremendo golpe a la teoría genovesa, la que quedó tocada y puesta en duda hasta nuestros días, prácticamente con los mismos argumentos esgrimidos por Don Celso en su conferencia y posterior libro.
A consecuencia de este duro golpe a la versión oficiosa, fueron muchos los que se preguntaron con más fuerza, donde había nacido y se había criado Colón, por el simple razonamiento básico, que en algún sitio tuvo que ser; todos ellos se hicieron la misma pregunta y llegaron al mismo razonamiento planteado por Celso García de la Riega:
¿Qué motivos tuvo Colón y sus allegados para querer ocultar de forma tan manifiesta su origen y patria?.
La única explicación que parecía verosímil es que fuera judío, teniendo en cuenta el odio que se les tenía en su época (hoy en día continua).
Aparecen teorías de todo tipo y todo el mundo reclama a Colón como suyo, ante la evidencia de una versión oficial tan puesta en duda y a la tesis gallega apartada de manera premeditada.
En 1977 Alfonso Philippot Abeledo publica en el Faro de Vigo su primer trabajo “Don Cristóbal Colón de Soutomaior”, con una teoría totalmente inédita, Colón y Pedro madruga el famoso noble feudal gallego y/o portugués son la misma persona. En principio parece una historia fantasiosa parecida a las teorías levantinas, pero resulta que las piezas del rompecabezas empiezan a encajar, el documental probatorio gallego crece sin parangón conocido y continúa.
Philippot nos dice: La importancia de estos hallazgos nos indujo a revisar el testimonio de Lucio Marineo Sículo, del año 1530, y de la propia Academia de la Historia, llegando a la conclusión de que su nombre de pila completo era Cristóbal Pedro, tal y como refleja la abreviatura del polémico documento de 1496: XPº de Colón. Por otra parte, la cita de Marineo, “Petrum Colonum”, viene corroborada por el reciente hallazgo de un texto del gran humanista y sacerdote portugués Gaspar Frutuoso (1522-1591) en su obra manuscrita “Saudades da Terra”, publicada hacia 1580.
Recientemente Rodrigo Cota, escribe su primer libro “COLÓN, PONTEVEDRA, CAMINHA”, donde aporta una visión esclarecedora de la verdad, pero entre todas las pruebas indiciarias que refleja en su libro hay una que todavía retumba en el oído de los sordos.
Rodrigo Cota: “Casi cinco siglos antes de que Celso García de la Riega presentara sus trabajos sobre el posible origen pontevedrés de Cristóbal Colón y Alfonso Philippot hablara de su teoría, que sostiene que el descubridor y Pedro Madruga eran una misma persona, ya circulaba en la corte un texto que mantenía exactamente la misma tesis.
A principios del siglo XVI, pocos años después de la muerte del almirante, el rey Carlos V recibió como regalo un manuscrito satírico realizado por Francesillo de Zúñiga, su bufón. Se trataba de una crónica burlesca sobre los personajes de la corte y en general de la nobleza española, se aireaban los trapos sucios de muchos de ellos y se hacían 'afortunadas' comparaciones entre personas y animales u objetos.
Los Bufones eran generalmente plebeyos y su trabajo consistía en entretener al rey y a sus cortesanos. Para ello contaban con licencia para decir las verdades que otros no podían, siempre que lo hicieran con gracia. Los problemas para Francesillo comenzaron a raíz de la obra que nos ocupa, pues muchos de los aludidos, lógicamente, no veían con buenos ojos saberse ridiculizados ante el rey por un bufón. Francesillo murió asesinado, según todas las fuentes, por orden de algún noble que le pudo perdonar que hubiera puesto por escrito información inconveniente.
Con el tiempo la crónica fue pasando de moda y las copias del explosivo manuscrito quedaron dormidas hasta el año 1855, en que el afamado editor Ribadeneyra incluyó el texto en un tomo recopilatorio titulado 'Curiosidades Bibliográficas'.
Entre otras referencias a la familia Sotomayor destaca el siguiente párrafo:
"Iba también con su majestad monsieur de laxao, e contábale como don Diego de Sotomayor é el clavero de Alcántara e Rodrigo Manrique no tenían justicia para pedirle la encomienda mayor de la dicha orden, que él era aficionado a ser de ella, y más si le daban la encomienda mayor. Decíale también que don Diego de Sotomayor parecía hijo bastardo de Colón el almirante de Indias, é solicitador de la mejorada..."
Es preciso aclarar que Diego de Sotomayor de quien se dice "parece hijo bastardo de Colón" era en realidad hijo de Pedro madruga, lo que, como mínimo, demuestra que Francesillo y Philippot, con cinco siglos de diferencia sostenían que Colón y Pedro madruga eran una misma persona. También resulta sorprendente que Colón fuera el "solicitador de la mejorada", es decir, que era quien en vida había intermediado para que se le concediera a Diego de Sotomayor un ascenso, pues ¿qué hacía Colón ocupándose de un hijo de Pedro Madruga?.
Aunque los más escépticos puedan pensar que el testimonio de Francesillo puede ser resultado de una bufonada, deben tener en cuenta que toda la información que proporciona la obra sobre hechos y personas y, que hasta el momento se ha podido comprobar, se ajusta a la realidad. Así, cuando afirma en otros casos que alguien "parece hijo bastardo de alguien las genealogías confirman que realmente lo era. También los hechos que se narran son ciertos. La intención de Francesillo al escribir su obra no era la de informar al rey sobre personas o circunstancias que el rey desconocía. El rey sabía de sobra quién era cada quién y lo que había hecho cada cual. Lo que Francesillo hizo fue contar con humor la realidad pues a fin de cuentas se trata de una crónica, aunque sea burlesca. y poca gracia hubiera tenido para Carlos V leer hechos inciertos.
Pero hay más. El noble real del bufón era Francés de Navarra. El apellido Zuñíga (stuñiga) lo había tomado del duque de Béjar, Álbaro De Zúñiga y Sotomayor, a cuyo servicio había estado hasta ser reclamado por el rey. Y este sotomayor era pariente cercano de Pedro Madruga, y además ocupaba un cargo relevante en la orden de Alcántara, la misma en la que Diego de Sotomayor aspiraba a un encomienda, por lo que la información además de llegarle al bufón por su presencia constante junto a Carlos V, la obtiene de su cercanía a la familia Sotomayor.” Vuelvo a recalcar un pequeño detalle, Colón tuvo que nacer en algún sitio, de las teorías que existen solo una puede ser válida y en todo caso ninguna, habrá que conocer la verdad de un personaje de la transcendencia de Colón por encima de intereses oscuros, de momento las pruebas de adn han descartado claramente a tres teorías (genovesa, levantina y portuguesa). No se quiere cotejar el adn con muestras gallegas, a falta de una imposible partida de nacimiento (no era uso en la época) el coteje del adn será quien nos dé la razón o nos la quite como a los demás.
Nosotros, hace tiempo que superamos el debate sobre su lugar de nacimiento, nuestro convencimiento es absoluto. Nos dimos cuenta que al buscar en el lugar correcto todo encaja y resulta más fácil.
La cantidad ingente de pruebas, coincidencias y testimonios que nutren la tesis gallega, son de por sí una prueba científica (empírica), más información en:
por Fernando Alonso Conchouso 09 de Septiembre de 2008
COLÓN CONQUENSE
La Voz de Cuenca .- 14 de octubre de 1929
Cada vez se complica y oscurece m´s la cuestión de cuál fué la patria de aquel famoso nauta a quien el honorable gramio de traperos del Rstro -según dice López Silva en su chispeante libro "Los Madriles"- atribuía el descubrimiento de las Grandiosas Américas, a uno y otro lado del la Ronda de Embajadores. Como quien dice: tanto de América Septentrional como de la América Meridional.
Sus biógrafos, sin discrepancia aparente, lo consideraron durante siglos nacido en la República de Génova, hasta que en 1898, se les ocurre a los gallegos disputar esa gloria al suelo italiano, diciendo que Cristóbal Colón -alque ellos llaman Cristóbal de Fonterosa- vió la luz primera en la costa de Pontevedra.
Muy extraño era el caso de aquel genovés que no conocía ni palabra del italiano, y en cambio, hablaba y escribía con gran perfección el español. Y aumenta la sospecha acerca de su origen, saber que sus presuntos compatriotas Gallo y Giustiniani y el florentino Toscanelli, lo tenían por nacido en Portugal. Si el milanés pedro Mártir de Anglería y otros cronistas de su época, le llaman "el hombre de la Liguria" no es porque tengan noticia cierta de la patria y del abolengo de Colón, sino que le oyeran decir a él que era de Génova.
Pero el misterio que Critóbal, sus hermanos y descendientes guardaron cuidadosamente acerca de esos interesantes promenores, con la excusa de que la razón dello, non es lícito de escribir aquí -como dice elcobdicilo de 1506- no llega a desvanecerse nunca.
Las ifructuosas investigaciones del hijo del almirante en Génova, Plasencia y Saona, para averiguar quientes fueron sus abuelos -terminando por afirmar qeu ignora la procedencia de su padre-y la misma ortograía del apellido italianizado durante algún tiempo "volvió a renovar" Columbus, según el hijo y a llamarse Colón como antes, tdo contribuyó a dar gran fuerza en 1914 a la opinión de don Celso García de la Riega acerca de su Colón gallego, hijo de Domingo Colón de Susana Fonterosa, ¿Que razones se deben para explicar esta ocultación de su cuna y parentesco?. Cualquiera de las que se aducen, es igualmente seria y verosímil.
¿Era de humilde origen, según insinua el propio hijo de Colón en su "historia del Almirante", circunstancia desfavorable pra medra en una época en que tanta importancia se daba al abolengo?. Por eso comienza a lamarse colombo, buscando la sombra del árbol familiar de un linaje patricio de la ligura, que nada tenía que ver con nuestro Colón, Pedro Mártir de Anglería -amigo y corresponsal del conquense Alonso de Valdés- que tuvo gran trato con colón, lo nombra siempre Colonus y on columbus en su epistolario.
Tampoco es extraño omita siempre del apellido materno tachado de procedencia judía, aparte de desfigurar el cognomen de su padre, también con nota en los Archivos de la Inquisición. Toda precaución sería poca cuando tan exaltada estaba la piedad de Fernando el Católico, que sobre sus regios hombres -según los panegiristas del monarca- llegó a pagar leña para quemar a los herejes o sospechosos de herejía.
No sería tampoco difícil se finquiera genovés como mayor garantía de su calidad de piloto, por la fama que gozaban los navegantes italianos; otros espñoles hicieron lo minso, entre ellos el burgalés bonifaz, al mediar el siglo XIII. En distintas épocas encontraron fácil empleo en España los extranjeros Bocanegra, Doria y Cabette.
Por último, se supone que a Colón le convenía ocultar que era gallego al presentarse ante los REyes Católicos, cuyo partido había sido tan combatido por sus coterráneos, capitaneados por aquel famoso mariscal Pardo de Cela y el indomable "Madruga" conde de Camiña, hasta el punto que aun estremecía el recuerdo de aquellos días de ferocidad y de anarquía.
como decíamos, fué debilitándose la creencia del origen genovés de Colón, pero nada ganó el problema en claridad; pues frente a la opinión de la Riega, Horta, Beltrán y Rózpide, Ramírez de Arellano, Arribas Turull y Anton de Olmet, surge la rivalidad de otras regiones españolas atribuyéndose la gloria de haber sido la verdadera cuna de Colón.
En relación de un auto de fé, celebrado en Tarragona el años de 1489 -entre cuyos condenados por judaizantes figura un Andrés Colón, su mujer... y su suegra se basa la tesis de un Colón agaronés o catalán, patrocinado poe el peruano Luis Ulloa (Cristofer Colom feu catalá, Barcelona 1920); y recientemente se vuelve a la idea de un "Colón extremeño" (Vicente Paredes y Guillén, Revista de Extremadura 1903) por el hallazgo de un cipo funerario en la Oliva, patido de jeréz de los Caballeros.
Cosa de película, parece la obtención de una impreta por la comisión de Monumentos Históricos de la provincia de Badajoz: se refier que el presbítero D.Andrés Sánchez logra esconder el cipo y otros documentos y parte coultamente para Roma.
Ante tan encontradas opiniones no ha de parecer muy descabellada la nuestra, ¿por qué no un colón conquense?. Paso a demostra que también nosotros somos o podemos ser parte en este pleito.
Para ello guiaremos al lector al corazón de la Sierra -por donde serpea el naciente Jucar- junto a la escondida calle del Río, en Tragacete, cuyo nombre parece indicio seguro de la hidrofilia de Cristóbal Colón.
¿Como no repararía en ello D. Enrique Arribas y Turull antes de tomar partido por el Colón gallego? Pues bien, de allí hace algunos años que partió otro Colón para ocupar un puesto subaltyerno en la Diputación Porvincial -del cual tenemos las más excelentes referencias- que no es un colón esporádico y sin arraigo en la provincia. Don mariano Clón, conserje de la Escuela de Artes y Oficios cuenta entres sus ascendientes con personas conocidísimas en la comarca, boticarios, secretaris de ayuntamiento, etcétera -del apellido colón recuerdo entre otros nombres a Vicente y Marcelino Colón Usón y a los hermanos Juan, Iólito y Mariano..., solo nos falta hallar su entronque con Bartolomé Colón, procurador de la cobradía de San Juan Bautista en 1428, hijo de Domingo coón el Viejo y según grandes porbabilidades tío de Cristóbal, Diego y Bartolomé Colón. El mayorazgo fundado por el Amirante en 1498, dice que podría heredar el vínculo algún varón que "aquí o en el otro cabo del mundo" se lamase Colón que reconoce ser el linaje "verdadero" para distinguirlo de los Colombos italianos que litigarían su herencia con menos títulos que éstos.
Colón Gallego. Algunos documentos.

Todos caemos en el error de pensar, cuando vemos la imagen superior por primera vez, que lo destacable son las tres elegantes personas que con admirable naturalidad nos sonríen. La fotografía, sin embargo, lo que pretende mostrarnos es el cruceiro. Se encontraba frente a la que, decimos, es la casa natal de Colón en Porto Santo, Poio (Pontevedra). Si ampliamos la imagen podremos ver la inscripción, reproducida abajo. Hoy el crucero se ha trasladado unos metros desde su emplazamiento original. Ya no podemos leer en él las letras porque alguien, hace ya años, tuvo la mala idea de borrarlas, precisamente para imposibilitar su lectura. Esta imagen y todas las que siguen, pertenecen a la obra de Prudencio Otero, autor de "España, Patria de Colón".



Reproducción de la inscripción anterior y transcripción del texto que presentaba hasta que el malnacido la cinceló para borrarla. Hoy arde en los infiernos con todo merecimiento. Era, sin duda, un seguidor de Ángel Altolaguirre, el mayor detractor del Colón Gallego. Hace ya varias décadas que se publicaron las pruebas de que Altolaguirre, que arde en los infiernos con el maldito cincelador, fue la persona contratada por Mussolini para desacreditar las tesis del Colón Gallego. Afortunadamente ya "casi" nadie hace caso a las obrillas de Altolaguirre. Digo "casi" porque unos blogueros portugueses intentan rescatarlo de su hoguera para atacar a los defensores del Colón Portugués, tan cercano al nuestro como ya hemos dicho. Solamente se me ocurren dos motivos por los que pueden hacerlo: uno, que no tienen ni la más remota idea de quién era Altolaguirre, por lo que van con décadas de retraso; dos, que saben perfectamente quién era Altolaguirre y están encantados de conocerlo.



Arriba, partida de defunción de María Benita Bargas y Colón, una de las muchas (y muchos) descendientes de Colón afincados en Pontevedra. La señora murió en 1773 y el documento pertenece al archivo de la Parroquia de San Bartolomé. Existen muchos otros documentos referidos a la descendencia de Colón en Pontevedra, aunque hoy nos limitamos a utilizar los presentados en la obra de Don Prudencio.



Miguel Colón de Portugal, residente en México, a quien se le otorga un foro sobre media casa en Pontevedra. Otro de los descendientes del descubridor.



1731. Joaquín Piñeiro, propietario del documento superior, compra a Catalina Colón de Portugal, los foros sobre tres casas en Pontevedra, dos de ellas en As Corbaceiras, frente al lugar de Porto Santo.



Juan de Colón y su mujer, Constanza de Colón. 1519. Finca en Andurique, San Salvador de Poio. El documento es propiedad de los descendientes del gran Celso García de la Riega, padre de la teoría del Colón Gallego. Es uno de los papeles que se salvó de la criba a la que fueron sometidos los documentos de Don Celso. En este caso, no hubo excusa para invalidar.



Uno de los documentos que demuestran que los Colón de Pontevedra eran navegantes. Antonio, o Alfonso, o Alonso de Colón, miembro de la Cofradía de San Miguel. Cartulario que cubre las fechas entre 1480-1490, y por tanto, anterior al descubrimiento de América. Era propiedad de la Sociedad Arqueológica que presidía Don Casto Sampedro, otro pontevedrés del que deberíamos hablar algún día.



Otro papel, en éste caso importantísimo. Visita del "Muy Magnífico y Reverendísimo Señor Maestro Cristóbal Colón" a la Cofradía de la Santísima Trinidad. Este tío era descendiente directo de Colón, con total probabilidad nieto. Diego Colón, hijo del descubridor y heredero de sus títulos tuvo tres hijos llamados Cristóbal Colón, de tres mujeres distintas. Este sería uno de ellos, parido por una tal Isabel Samba. Los tratamientos de "Maestro" y "Reverendísimo" nos revelan que pertenecía a alguna orden religiosa-militar.

A propósito de este asunto, nos escribe una persona que se dedicó en algún momento a investigar al Colón Gallego. Nos hace ver que Isabel Samba es citada en algunos textos como Isabel Gamboa. Le pedimos fuentes y va y nos las proporciona. Sostiene que la transformación del apellido Gamboa en Samba puede deberse a algún error de transcripción de algún documento original, pues las grafías son parecidas. Así pues, donde dice Isabel Samba, habremos de leer Isabel Samba o Gamboa. Y gracias a nuestro/a erudito/a comunicante anónimo/a.



Otra visita del mismo personaje, en esta ocasión realizada al Gremio de Mareantes.



Y otra, también al Gremio de Mareantes, en 1575. ¿Qué hace un nieto de Colón, establecido en Pontevedra durante varios meses, visitanto cofradías de navegantes? Lo explicaremos en otro momento.



Juan de Colón, cuyo nombre aparece también grabado en piedra en la Basílica de Santa María (visita recomendable, para leer con nuestros propios ojos la inscripción). Es uno de los personajes más documentados.



El mismo Juan de Colón se metió en algún lío del que lo tuvieron que sacar sus colegas, Juan Nieto (socio suyo además en un cerco de pesca, y cuyo nombre aparece también unido al de este Colón en la inscripción en piedra de Santa María), y Juan de Padrón, quienes tuvieron el gesto de pagarle la fianza para que hoy, cinco siglos después, podamos leer este papel.

Hagamos constar que todos los documentos aquí presentados suponen una pequeña parte de los existentes. Y resaltemos que ni uno sólo de todos estos papeles han sido jamás cuestionados ni invalidados. Existe la creencia de que la tesis del Colón Gallego estaba sustentada, en su origen, en unos pocos documentos retocados o adulterados. Algún día explicaremos los porqués de tan grave desinformación. Lo cierto es que apenas una pequeñísima parte de toda esa documentación fue en su día parcialmente invalidada. Todos los demás documentos, como los aquí reproducidos, son absolutamente auténticos, inmaculados, validados, certificados... y así lo han reconocido cuantos expertos los han visto y estudiado, sin excepción.

Saludos