¿Qué gobernante democrático europeo elogió a la División Azul?
La memoria histórica es como la vieja censura: no molestar los desayunos de los mandamases con hechos molestos.
PEDRO FERNÁNDEZ BARBADILLO 2015-08-23
Como parte de la campaña contra la figura de Franco y de su régimen, los partidarios de la memoria histórica afirman que no hay calles ni monumentos en Italia y Alemania a Mussolini ni a Hitler, ni a sus generales ni a unidades militares. La diferencia entre Hitler y Mussolini, por un lado, y Franco, por otro, es que los primeros estuvieron en guerra con los Aliados y perdieron, mientras que Franco fue neutral y murió 30 años más tarde del fin de la Segunda Guerra Mundial.
También hay que recordar que en los países que cayeron bajo el socialismo real en 1945 y se liberaron de él a partir de 1989 son frecuentes los homenajes a los militares y voluntarios que combatieron a Stalin, aunque fuese en el bando alemán. En Helsinki, la capital de Finlandia, hay una estatua ecuestre y un museo dedicados al mariscal Carl Gustaf Mannerheim, héroe de la independencia y jefe de las tropas que combatieron al Ejército Rojo en la Guerra de Invierno (1939-1940) y, después del ataque alemán a la URSS (1941-1944), en la Guerra de Continuación. En agosto de 1944 fue elegido por el Parlamento presidente del país, cargo que desempeñó hasta marzo de 1946, y en condición de tal aceptó las condiciones de Stalin para abandonar la alianza con Alemania. Y en Sofía, una de las principales avenidas de la capital búlgara lleva el nombre de Zar Boris III, forzado aliado de Hitler, pero a la vez protector de los judíos.
En junio de 2010, ABC publicó una carta al director del embajador Joaquín Martínez-Correcher, en la que daba cuenta de los elogios que hizo el canciller alemán Helmut Kohl a la División Azul. Andando el tiempo, Kohl fue luego el canciller democrático que más años gobernó Alemania (1982-1998) y también uno de los autores de la reunificación de su país.
Al hilo de la magnífica viñeta de Mingote en el ABC de hoy, "según el Museo del Ejercito, no existió la División Azul". En mayo de 1984, en mi calidad de Jefe de Protocolo del Estado, acompañé al canciller de la República Federal Alemana, Helmuth Kohl, a visitar Toledo según sus deseos.
(Viñeta de Mingote publicada en ABC el 20 de junio de 2010)
Los lugares de la visita habían sido cuidadosamente seleccionados, y al terminar la visita al Museo de Santa Cruz, subimos a pie hasta la plaza de Zocodover y, allí, tomando unas cervezas en plena plaza, me pregunta inocentemente el canciller federal, observando la mole del Alcázar: "Y eso ¿qué es?". El palacio del Emperador Carlos V, le contesté, "vamos, quiero verlo…".
Cuando llegamos a la puerta del Alcázar nos esperaba su director, de paisano, quien cuadrándose le dijo en correcto alemán al Canciller Kolh: "Sin novedad en el Alcázar señor canciller". Kohl asombrado le preguntó cómo hablaba tan correctamente su idioma, contestándole el director, "luché en la División Azul".
Kohl, emocionado, le abrazó diciéndole, "es usted la primera persona viva que conozco luchó con aquella heroica División". Y así, durante una hora, continuó en el bello idioma de Goethe, lo que no estaba programado.
Al senador del Reino de España Iñaki Anasagasti le disgustó tanto la carta que recurrió a su argumento favorito: llamar "franquista" y "carca" a todo el mundo.
"Este comentario tan laudatorio a la División Azul salió publicado el jueves 24 de junio en el impresentable diario carca, el ABC. Lo malo no es lo que dice, que es lo normal entre gentes llamadas azules, sino que lo firma una persona que ha sido embajador con los gobiernos democráticos. Ese es el servicio exterior que hemos tenido en estos años con muy gloriosas excepciones. Lamentable su comentario, Sr. Embajador franquista."
Anasagasti demostró que una cosa es ser licenciado universitario y otra comprender textos escritos, porque Martínez-Correcher se limita a narrar una anécdota, sin poner adjetivos. Pero sin duda lo que le disgustó es que uno de los supuestos aliados del PNV en la Internacional Democristiana como era Kohl admirase a una unidad militar promovida por el franquismo y que combatió al bolchevismo en su patria.
La memoria histórica es como la vieja censura: no molestar los desayunos de los mandamases con hechos molestos.
¿Qué gobernante democrático europeo elogió a la División Azul? - Libertad Digital - Cultura
Está claro que el "muy demócrata" del Sr. Anasagasti, que lleva desde 1980 viviendo del erario público español, o sea, 35 añazos de parásito social, a los que añadir la pensión a perpetuidad, adolece de ese mal que algunos profesores universitarios suelen definir como "Muchos pasan por la universidad, pero la universidad no pasa por ellos."
El personaje, del que se puede leer su biografía abreviada en la WIKI y de la que no pongo enlace por pura pereza y para no aburrir a nadie, resulta que ahora me entero es periodista y sociólogo aunque, que yo sepa, nunca ha ejercido ni una condición, ni la otra. En cambio, nació en Venezuela, de cuyo Estado sigue conservando la nacionalidad, porque su señor padre fue de los que salió por patas autoexiliado al perder la guerra su partido (cacho, trozo, división, fragmento, sector o sección de...) Claro que el mismo antes ya había perdido toda perspectiva cuando renegó de su propio fundador, de la división interna sufrida a raíz del Alzamiento cuando el Araba Buru Batzar se posicionó del lado nacional y cuando el Euzkadi Buru Batzar miraba para otra parte -concretamente hacia Inglaterra-, mientras que en el territorio que ellos democráticamente gobernaban se asesinaba a malsalva a todo "opositor" a su democracia (léase a toda persona no republicana-rojo-separatistoide) y ahí están los "BARCOS DE LA MUERTE DE BILBAO", o el asalto, incendio e intento de genocidio de los SECUESTRADOS en el Convento del Carmelo. Y, ¡oh sorpresa! que para esa escoria de criminales si hay calles y monumentos, y de los que el muy catolicorro de sacristía moderno-barata señor Anasagasti nada dice. Tiene guasa eso de los exiliados que salieron a toda pastilla, aunque no en patera porque todavía no se llevaba eso. Se largaban por algo, de ello que no quepa duda alguna, algo tenían en su haber de lo que no querían responder. Por eso hubo tanto autoexilio que finalizaba impepinablemente cuando vieron que el malísimo dictador hacía la vista gorda o directamente legislaba medidas de perdón y reconciliación. Volvían primero a pasar sus vacaciones, momento en el que había que aprovechar para interesarse p'or la situación de los bienes dejados atrás. Y, más tarde, ya iban volviendo poco a poco para reintegrarse en la vida habitual. Como afirmó el general DeGaulle en una ocasión "de los franceses espero todo menos agradecimiento", aquí viene al caso recordar lo de "cría cuervos, que te sacarán los ojos", vamos, una pena no haber dejado todo "ajustado y bien ajustado", cuántos problemas nos estaríamos evitando.
Así pues, este oscuro personaje adocele también del más mínimo sentido de la interpretación histórica y social, vamos que, como dice el autor del artículo "una cosa es ser licenciado universitario y otra comprender textos históricos, porque si fuese de otro modo, este personaje ya hace tiempo que habría comprendido dos verdades como puños: que todo el mundo sin excepción se equivoca, como se equivocó el PNV en 1936 pero para no hacerlo hay que ser coherente y pedir eso en el nacionalismo clásico vasco es pedir que en la Luna cultiven patatas, y la otra que el franquismo estuvo compuesto por Franco y el 90 % de los españoles.
Luego hay una tercera verdad, que todavía es más rara de encontrar: se llama decencia y que algunos hasta la denominan grandeza de espíritu, pero yo en la "hormiga nacional autóctona vasca" soy incapaz de encontrar el más mínimo rastro de ella.
Así pues, al Sr. ANASAGASTI, como vasco y como español, como hijo de secuestrado a sus 19 años de edad en el Aranzazumendi durante 147 días consecutivos desde el Kursaal hasta El Carmelo, le pido, le exijo que se vaya, que se calle y lo despido con un soberano corte de mangas. ¡¡¡ VIVA LA 250 DIVISIÓN !!!
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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