Durante los siglos XIX y XX los dirigentes de las Provincias Vascongadas se han beneficiado de todos los privilegios y prerrogativas de formar parte de España, sin participar en manera alguna al sostenimiento de sus cargas.

Los Conciertos Económicos, concedidos por D. Antonio Cánovas del Castillo en 1878, contribuyeron a consolidar de forma definitiva esta flagrante inmoralidad, un tremendo e injusto agravio comparativo con el resto de españoles.

El uso partidista del Concierto Económico por el Gobierno Vasco, secuestrado por el PNV, al que Aznar transfirió en 2002 TODOS los impuestos e incluso la capacidad NORMATIVA de muchos de ellos, permitirá a los separatistas manejar un presupuesto que, usado en dádivas y prebendas entre empresarios, profesores, ertzainas, médicos y funcionarios de Álava, Vizcaya y Guipuzcoa, les permita sostener una red clientelar y armar una fuerza invencible electoralmente.

Desde 2005 son los beneficios del saqueo histórico de la riqueza nacional lo que permitirá abrir las puertas de la independencia. Cumpliéndose la máxima marxista (que paguen la soga con la que les ahogaremos)


ALGO DE HISTORIA:
Ya el 10 de agosto de 1795, tras la firma del Tratado de Basilea, por el que España COMPRA las Provincias Vascongadas a los franceses. Uno de los negociadores del acuerdo: Francisco Zamora escribe al primer ministro Manuel Godoy: "a esta paz debe seguir la unión de las Provincias Vascongadas al resto de la nación, anulando las trabas forales que las separan y hacen de ellas casi un miembro muerto del reino de España. Es el momento de las grandes obras como hizo el Cardenal Cisneros o Felipe V ...
Hay fundamentos legales para esta operación. Las diputaciones forales han faltado a sus obligaciones y la recuperación por la Monarquía de las Vascongadas ha tenido sus coste ... Todo esto podría verificarse sin disparar un tiro ni hay quien se atreva a impugnarlo ...


La Monarquía española tuvo que entregar los terrenos de la provincia española de Santo Domingo con más de 90.000 españoles a Francia para recuperar las Provincias Vascongadas. Muchos españoles, criollos y nativos, se resistieron durante décadas a las tropas francesas y tras unas tres décadas de lucha, consiguieron reintegrarse VOLUNTARIAMENTE a España. Aunque unos años después, tras la derrota de 1898 ante USA, a España se le arrebató definitivamente esa provincia de ultramar.

La respuesta (13 de mayo de Godoy a su amigo) es entreguista y le responde: "quien tiene el derecho, tarde o temprano impondrá la Ley, aunque las Vascongadas se resistiesen. La precipitación no es buena consejera"

Aquí perdió España la oportunidad más clara de su historia de someter a los vascos a la unidad de la Corona y terminar con sus privilegios haciendo que paguen sus impuestos como los demás. A lo largo del XIX la ocasión se repetirá muchas veces.

Algunas de ellas fueron:

Aunque las diputaciones forales han aceptado como propias las Constituciones de 1812 y la de 1822/3 los vascos campan por sus respetos en materia fiscal. Los diputados forales se niegan a contribuir al servicio militar y a la "matrícula marítima".
Decidido a cortar por lo sano Fernando VII crea en 1815 la junta de Reforma de los Abusos de la Real Hacienda de las Provincias Vascongadas. Tras cuatro años de trabajos se le expone al monarca que: "es bien sabido la adoraciń que tributan a sus privilegios las Provincias Vascongadas, y que van recorridos ya muchos siglos en que la autoridad soberana de Su Majestad experimenta continuos desaires, al igual que los tribunales supremos del Reino

Parece que la diputación permanente de cada una de estas tres provincias se haya establecido para oponerse, constantemente, a las medidas del Gobierno. Se constata que la provincias vascongadas funcionan como un "paraíso fiscal" y los habitantes se creen superiores al resto de españoles. En sus palabras: "la hidalguía se pretende universal, y sus establecimientos suyos, y en el fin hasta el Gobierno es suyo. La Península está abierta a todos sus tráficos y negociaciones y son, los que logran mejores ventajas en el continente, pero los vascongaos están exentos de las contribuciones de Castilla y aún de las del catastro y equivalente de la Corona de Aragón, del servicio ordinario, de la contribución general o de los derechos de rentas provinciales, de los arbitrios, del crédito, del crédito público, y de los empréstitos y donaciones que han sido tan frecuentes y cuantiosos desde la revolución de Francia, y aún en los diezmos, subsidio eclesiástico y gracias apostólicas

Un estudio histórico-jurídico de la Junta de Reforma de los Abusos de la Real Hacienda en las Provincias Vascongadas se niega la supuesta independencia de ese territorio tras analizar concienzudamente sus fueros. y agrega: "Con casi nada contribuyen al Ejército de quien si reciben la protección. Se han hecho libres de quintas, milicias, utensilios, cuarteles y bagajes, de matrículas y expediciones marítimas, y de toda otra balea o servicio de guerra y del Rey y la Nación entera defiende allí su territorio y sus costas de las intrusiones enemigas.
Éste es el cuadro que presentan las Provincias Vascongadas en sí mismas y con respecto a la nación entera y Su Majestad, conducido por los principios de justicia y de conveniencia pública, que no permiten una desigualdad tan perjudicial en un mismo Estado, se ha propuesto poner el conveniente remedio. Qué sociedad es, pues, esta de las Provincias Vascongadas que está en los provechos y nunca a las cargas"
(El Gobierno y el Régimen Foral del Señorío de Vizcaya desde el reinado de Felipe II hasta la mayoría de edad de Isabel II, Fidel Sagarminaga, Tomo VII, Diputación de Vizcaya, 1892).