Así es Cómo se Gestó y Sostuvo el Imperio Español.
Año 1.599 de Nuestro Señor.
La nación española, tenía unos 9 millones de habitantes en la Península, lo que no impidió que durante 350 años fuera la mayor potencia mundial,
- potencia CULTURAL, era la nación más adelantada en ciencia, filosofía, literatura, pintura, arte.
- potencia Militar, sus tercios imbatidos durante 3 siglos y medio, no conocían la derrota ni ante Inglaterra, ni ante Francia, ni ante italianos, ni ante alemanes, ni ante turcos.
- potencia comercial, sus naves surcaban los 7 mares llevando el Evangelio y la Civilización (que no fuerzas militares) a los cinco continentes.
- potencia moral, un espejo en que se miraron todos los países y sociedades del momento, y a la que imitaban.
Como de bien nacido es ser agradecido, quiero desde estas humildes líneas rendir un tributo de homenaje a los miles y miles de soldados españoles anónimos que hoy no reciben alabanzas, o están olvidados o más bien son denigrados.
No hay estatuas que los recuerden, ni las plazas de nuestras ciudades y villas llevan sus nombres, ni las de sus INCREÍBLES GESTAS. Incluso los libros de ¿Historia? Vergonzosamente ocultan sus hechos, glorias y sacrificios abonados a las tesis y bulos de sus enemigos.
Gracias a ellos nuestra lengua y cultura no serían ni tan grandes ni tan universales, y lo que es peor, lo que hicieron carece de importancia salvo para los que nos lo afean a los que creen sus herederos.
Como presagiaba Antonio de Herrera en sus “Décadas” se cumple aquello de que: “... me temo que nuestros hechos heróicos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano sean negados por nuestros enemigos”.
LO TRISTE ES QUE SUS PROPIOS DESCENDIENTES LOS HAN OLVIDADO O INCLUSO MUCHOS SE HAN TRAGADO LOS BULOS DE LAS LEYENDAS NEGRAS Y SUCUMBEN A LOS INTERESES DE SUS ENEMIGOS.
Hombres a los que no pudiéndolos vencer cara a cara tuvieron que esconderlos tras montones de deformaciones de la verdad, de la Historia y bajo mentiras.
Si bien las guerras dieron mucho crédito a nuestros soldados de entonces, hoy sería de justicia reconocerles el provecho para nuestro pueblo, de antes y de AHORA.
Ellos lucharon, se sacrificaron y murieron anónimamente, pero extendieron la señal de identidad de lo español. Por ellos, por su sacrificio sin fin, la actual España significa algo en el mundo actual.
Su sacrificio lejano, anónimo, quizás olvidado por muchos y NEGADO POR SUS (nuestros) ENEMIGOS, tiene más valor cuando se descubre que lo hicieron en una época en que se precisaban más de 8 meses para enviar un mensaje (que no siempre llegaba) desde España a Perú; y cuando había guarniciones españolas en fuertes, todavía hoy tan alejados entre sí como Santa Teresa (Urugay) o el de Santo Domingo (Taiwán). Estremecedor también es saber que sus huesos están dispersos por todo el mundo.
No importa mucho que algunos de esos extraordinarios soldados fueran o no peninsulares porque TODOS eran soldados del Rey de entonces, es decir, en la práctica, del Estado español. Eran soldados del IMPERIO ESPAÑOL.
Y aunque estos HÉROES ANÓNIMOS ya no infunden respeto, ni siquiera reciben alabanzas, si acaso al contrario, hay que reconocerles que nuestra lengua y cultura no serían tan grandes ni universales sin su abnegado sacrificio.
La soberanía de aquellos reyes abarcaba mucho más de lo que hoy se califica como extranjero o no nacional, y había muchos más súbditos que los peninsulares pues las posesiones de ultramar no eran simples colonias, sino propiamente PROVINCIAS ESPAÑOLAS CON TODOS SUS DERECHOS Y DEBERES y sus hombres lucharon voluntariamente, como soldados españoles que eran, codo con codo con los de la Península.
Son esos soldados los que hicieron grande a esa España a lo largo de muchos años, unas quince generaciones, hasta que un día … un día dejaron de ser necesarios y desaparecieron.
EL PANORAMA INTERNACIONAL EN 1599.
El 13 de septiembre de 1598 fallecía Felipe II, un rey que se atrevió siempre a dirigir todo. Fue sucedido por su hijo Felipe III que nunca quiso dirigir si bien nació con el deber de hacerlo.
Durante su reinado la poderosa España va a seguir extendiendo su Imperio, poder y hegemonía por todo el mundo conocido.
El principal motor de la monarquía española y universal de Felipe III es el duque de Lerma. Uno de los 21 duques, 43 marqueses y 55 condes que componen la alta aristocracia española del momento.
Con unas finanzas agotadas y el cansancio general ante tanta guerra, Felipe III buscará y logrará una relativa paz con todos los antiguos enemigos europeos de España.
Decimos relativa porque aunque oficialmente hay paz no hay prácticamente un solo año sin algún conflicto bélico.
La política sigue siendo la misma de su padre: que franceses, ingleses, holandeses, alemanes sigan obligados a destinar sus energías en la conflictiva zona del norte centroeuropeo impidiéndoles así actuar más intensamente en otras áreas. Como decía Felipe II mientras España domine en Flandes será el árbitro entre todas las potencias.
Además siempre está presente el peligro turco del sur, normalmente aliado con los franceses y la piratería constante en cualquier océano o ruta comercial.
En 1599 la eterna enemiga: Francia aún persigue su sueño de romper el cerco territorial al que la tienen sometida los Habsburgo.
Inglaterra tiene que dedicar cada vez más energías y recursos militares para controlar militarmente a Irlanda, desatendiendo a su protegida República de las Siete Provincias Unidas de los Países Bajos (mal llamada Holanda) que intentan liberarse de España.
En 1599 la línea pacifista española aún no ha comenzado todavía pero estas tres potencias terminarán siendo obligados a aceptar la llamada Pax Hispánica con el predominio en el mundo civilizado de los vlaores: político-culturales españoles.
- con Francia se basa en el tratado de Vervins (1598), en el que España como señal de buena voluntad le devuelve todas las plazas que había ocupado militarmente (Châtelet, Calais y La Capelle, Ardres, Doullens, Blavet).
Los franceses no participarán abiertamente a favor de España pero darán su apoyo contra los enemigos de ésta hasta 1653.
El último intento de paz con Francia será en 1615 mediante el doble matrimonio de los futuros reyes franceses y españoles.
- con los británicos por el tratado firmado en Londres seis años después.
- con los “holandeses” por la tregua de 1609.
Pero todos saben que la paz en Europa, a largo plazo, es una quimera.
Pese a esta tendencia pacifista las tensiones brotan en suelo italiano, donde los Estados Pontificios, Venecia, Saboya, Módena, Toscana, Parma y Mantua que no están bajo influencia española.
En el virreinato español de Nápoles el primer acto del nuevo virrey hispano (Fernando Ruiz de Castro) es sofocar una conjura anti española en Calabria.
Pese a todo y a otros conflictos, la clave geopolítica de Europa siguen siendo los Países Bajos. En 1598 Felipe II ha tranferido, nominalmente la soberanía el Charolais, del Franco-Condado y los Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia que ha contraído matrimonio con su primo el archiduque Albrecht VII von Österreich. Y hace que su hermano, Felipe III, se case con la archiduquesa Margarete von Österreich (Austria).
Así, Flandes sigue siendo la base estratégica que permite a España mantener su papel preponderante en los conflictos en suelo europeo, si bien con un alto coste en sangre y medios.
Durante 1599 además España:
- conquista los actuales Estados Unidos,
- enfrenta una nueva rebelión en los Andes chilenos.
- sufre ataques holandeses en el cono suramericano.
- guerrea en las fronteras indias (Brasil).
- la fortaleza de Solor (Indonesia) que con 25 hombres al mando del capitán Antonio d'Andria es capaz de rechazar a unos 1.500 piratas. Ante la imposibilidad de sostener un asedio en situación de desventaja tan desproporcionada prepara una treta, simulan abandonar el fuerte, cuando los piratas entran creyéndolo abandonado todos los soldados penetran por una puerta falsa disparando matando medio centenar de piratas que ante la sorpresa no reaccionan y derrotados huyen hasta sus embarcaciones y abandonan la isla creyendo que los españoles son más de los que son o porque “no hay mayor dificultad que la poca voluntad” o ambas cosas.
EL PANORAMA INTERNACIONAL EN 1.600.
Hace muchas décadas que los Hasburgo son hegemónicos en Europa. En Alemania buscan crear un estado centralizado (pese a la oposición de las otras dinastías germanas que quieren un emperador: Káiser, un símbolo.
Al este se mantiene una larga y dura guerra contra el imperio turco, que pese a sus crisis interiores aún es un formidable adversario capaz de ampliar su dominio hacia el oeste. Han creado la provincia de Kanizsa Eyalet con partes de las actuales Hungría, Croacia y Eslovenia y capturan Nagykanizsa (puerta de Alemania al oeste del lago Balatón) que amenaza mortalmente a Steiermark (Estiria austríaca) del futuro Káises Ferdinand II).
Pero en otoño se abrirán nuevas oportunidades contra el turco tras la llegada de una embajada de persas, enemigos turcos, a Praga para entrevistarse con el káiser Rudolf II.
1.600 será un año de sangrientas guerras, atentados y conspiraciones, tanto para James VI de Inglaterra como para Henri IV de Francia (contra el rey inglés atenta el conde de Gowrie, y contra el francés salta el comlot del duque de Biron apoyado por los españoles a cambio de su compromiso de ayudar a España en Marsella y Metz).
Los ingleses prosiguen su control militar de Irlanda donde tienen que enviar cada vez más tropas pero sin poder avanzar ante la resistencia del Ulster que no podrán penetrar.
Los franceses son más belicosos, tras decidir atacar Saboya. Intrigan en Italia y Alemania contra España.
Por su parte Dinamarca y Suecia están enfrentadas por el dominio naval del Báltico y además Suecia inicia una larga hostilidad contra Polonia (hasta 1629 se enfrentarán en 4 guerras, entre Polonia-Lituania con 18 millones de habitantes y Suecia con 1, si bien los suecos son el único país del mundo donde los campesinos son obligados a servir en el ejército) y Suecia surgirá como poder emergente.
Entretanto la política exterior española es la de mantener sus territorios, mantener su prestigio como gran potencia hegemónica, DEFENDER LA CAUSA DE LA RELIGIÓN CATÓLICA y proteger su monopolio comercial y militar con América y Asia, si bien en éste último escenario los buques holandeses aparecen cada vez con mayor frecuencia.
Ingleses y holandeses están creando un grave problema estratégico en el sudeste asiático, y en primavera los holandeses empiezan a colonizar la Guayana (del Orinoco al Amazonas) y construyen fuertes en Nassau y Orange, en la costa atlántica en la actual villa brasileña de Porto de Moz.
En abril los holandeses llegan, por primera vez, a Japón (isla Kyushu) al mando de Janszoon Quaeckernaeck con cañones de bronce, balas y mosquetes que usarán en la decisiva batalla de Sekigahara que cambia la distribución de feudos en Japón al resultar vencedores los que apoyan al daimyio (señor feudal) Tokugawa Ieyasu con gran relevancia y protagonismo para los intereses españoles en el futuro.
El día de fin de año se crea en Londres la East Indian Company para comerciar con las Indisas Orientales (sudeste y sur de Asia: India y China).
Y aunque ese año los asentamientos de los súbditos de Felipe III en la bahía de Bengala alcanzan su apogeo territorial, especialmente en la primera década del siglo y parecen controlar las aguas del Índico los conflictos geográficos en la zona se multiplican.
España estudia dos opciones para fijar a los holandeses a terreno europeo, y alejarlos de aguas oceánicas:
· bloquear los puertos holandeses con una potente escuadra en el río Escalda.
· potenciar la armada y combatir en alta mar. Se elegirá esta opción.
Como es imposible mantener tantos frentes internacionales abiertos, en mayo se abren dos líneas paralelas de conversaciones de paz con holandeses una y con ingleses otra.
Durante 1600:
España tiene que afrontar el peligro que surge del mar. Los ataques marítimos de bandoleros, piratas, corsarios, etc. que roban y saquean ciudades y puertos (Veracruz, San Francisco de Campeche, las costas de Honduras, Venezuela, Panamá y Nicaragua) así como los buque mercantes.
El Caribe es proclive a los asentamientos piratas y sus ataques continuos y sorpresivos.
Pese a todo España defiende Jamaica con tan solo 200 hombres organizados por el gobernador Fernando Melgarejo de Córdoba ante el inglés Christopher Newport con sus 16 buques cree que será fácil conquistar la isla debido a su gran superioridad. El inglés envía 3 buques (Little John, Margaret, y Golden Dragon) para que penetren rápidamente en la bahía y sorprender a los españoles. Disparan a los españoles de tierra para intimidarlos y desembarcan con bandera blanca ofreciendo rendición bajo amenaza de ser pasados a cuchillo.
Los españoles fingen desconocer el inglés y dilatan las capitulaciones ganando un tiempo precioso para la defensa. Cuando los ingleses descubren que es un engaño desembarcan 1.500 soldados en varias docenas de chalupas, llegan a la playa sin oposición, organizan 5 columnas e inician la marcha hacia la villa.
Los españoles no han perdido el tiempo, han juntado todo el ganado que encontraron y lo encierran en unos corrales cercanos al camino que va a la villa. Cuando está a punto de caer la noche (24 enero) saben por donde vienen los ingleses dirigiendo todo el ganado hacia ellos les prenden fuego nen antorchas colocadas en las cornamentas. El ganado enloquecido se avalanza sobre los británicos que sorprendidos por el estruendo, polvareda que no entienden y la embestida que no esperan.
Confundidos y aterrorizados por el ganado la vanguardia inglesa que no es arrollada duda y retrocede provoca una cascada desorganizativa en las siguientes líneas hacia retaguardia acabando en una huída con media centena de muertos por aplastamiento.
Al reagruparse en la playa están desmoralizados y desisten de avanzar de nuevo, sólo quieren reembarcar. Sin lograr hacer ni un solo disparo las pérdidas se les antojan excesivas. No saben qué ha sucedido pero están convencidos que los defensores pueden derrotarlos se hacen a la mar y abandonan definitivamente la isla.
Pero las grandes batallas de España, en 1.600 serán en Flandes, en el Mediterráneo con los piratas y con Francia.
FLANDES:
Los invasores holandeses ven una oportunidad ante el descontento y amotinamiento de los tercios que no reciben pagas desde …
Teóricamente los españoles cuentan con unos 9.000 hombres en el ejército de Flandes, pero su operatividad está bajo mínimos porque están paralizados y desorganizados.
Los holandeses creen que ha llegado el momento de expulsar, definitivamente, a los españoles de Flandes.
Presentan unos 12.000 soldados encuadrados en 80 compañías de infantería al mando de Maurits van Nassau. Zarpan el 20 marzo desde Rotterdam y Willemstadt.
El líder holandés Johan van Oldenbarnevelt juzga que el ejército español no es operativo. Sus espías le informan que está en gran parte amotinado y no pueden poner en orden de combate a más de 3.000 soldados.
El ejército español oficialmente cuenta con 60.000 infantes y 4.000 jinetes pero dos tercios de sus infantes (40.000) y 1.300 jinetes están en guarnición, imposibilitados de salir en campaña.
Los holandeses pretenden llevar sus tropas al sur, y atacar la retaguardia española.
Tras muchas escaramuzas al final en julio se enfrentan cara a cara. Los holandeses siempre han evitado estos choques frontales de grandes unidades pues se saben inferiores en experiencia, disciplina, capacidad de maniobra y táctica a los españoles, pero ahora no les queda otra.
Chocarán 7.100 infantes españoles y 1.200 jinetes. Tienen 6 cañones. Los holandeses presentan 9.500 infantes y 2.000 jinetes.
A las once de la mañana ataca la caballería ligera española y se inician escaramuzas, pero la maniobra de la flota holandesa que bombardea a los españoles hace que estos corrijan posiciones, luego corregirán los holandeses.
A las 3 de la tarde se reanuda la batalla.
La vanguardia española (500 arcabuceros se adelanta a paso ligero hacia el enemigo y se aleja del grueso del ejército). Los oficiales intentan detenerlos y reorganizarlos pero no los dan parado y se lanzan contra las dunas donde se atrincheran los ingleses de Horace Vere. La caballería del tercio intenta ayudarlos atacando el flanco de Vere que recibe refuerzos de infantes ingleses logrando mantener posiciones y rechazar la vanguardia española.
Pese a tener el sol y viento en contra la segunda línea española (tercios Zapena y Ávalos) ataca al regimiento de frisios que sucumbe ante el ímpetu español antes de que reciba socorro de valones y hugonotes franceses (segunda línea holandesa) pero logran parar la acometida y estabilizar el frente repeliendo a los españoles.
Las 8 compañías de caballería holandesa atacan y derrotan a los jinetes españoles que se dispersan y ya no volverán a entrar en combate. La caballería holandesa se reorganiza y carga contra el flanco español pero los mosqueteros de la tercera línea de infantería, apostados en las dunas, los rocían, sorpresivamente, de balas y les hacen batirse en retirada con fuertes pérdidas.
Los ingleses se han hecho fuertes en sus dunas, ya han rechazado dos asaltos españoles (tercios Zapena y Avalos) por lo que se envían las reservas (regimientos de irlandeses y valones) que consiguen apoderarse de las cimas y desalojarlos poniendo en fuga varios batallones que retrocederán hasta la costa, su jefe, cae del caballo y está a punto de ser capturado.
La primera línea holandesa está cediendo y ahora los holandeses han de vérselas con los tercios veteranos de Monroy y Villar que hacen un nuevo asalto. Es el ataque definitivo. Pero es una apuesta a cara o cruz, son las últimas reservas españolas, la tercera y última línea española.
La segunda gran duna del dispositivo holandés cede y es conquistada por los piqueros de los tercios que desalojan a los enemigos de las cimas.
El repliegue holandés genera el caos en las filas holandesas, la retaguardia holandesa se mezcla con las columnas del tren de aprovisionamiento. Unos centenares de españoles les persiguen, otros capturan los cañones enemigos, la batalla se ha decidido para España y los holandeses están derrotados.
Convencidos de la victoria las agotadas tropas españolas rompen filas y se desordenan, llevan más de dos días sin dormir y apenas comer. Eso hace que cese la persecución de los enemigos.
Los holandeses se sorprenden que ya no sean perseguidos y se empiezan a reorganizar. Maurits ordena contraatacar y la caballería e infantería holandesa reordenada recibe a los 300 jinetes de la reserva que con su armadura completa ataca al trote con sus cortas espadas, el escuadrón de caballería español (de Pedro Gallego) que quiere oponérseles es emboscado por 500 franceses tras unas dunas que les envían una lluvia de balazos y los desorganizan y hacen huir.
Por suerte para los holandeses Francis Vere logra reagrupar a muchos fugitivos holandeses de la tercera línea y reúne a unos 800, además en el ala derecha los jinetes holandeses están haciendo retroceder a la infantería española a la que atacaron de flanco. Este permite que los holandeses ganen un precioso tiempo para seguir reorganizándose y recuperando fugitivos.
Son las seis de la tarde, la pleamar está en su cima. Para evitar que los tercios se retires el propio archiduque Albrecht desmonta y se apodera de una pica para dar ejemplo de su determinación de resistir, pero cae herido por un golpe de alabarda de un sargento enemigo que será ensartado por los españoles.
Al caer la tarde las tropas españolas están exhaustas tras los días sin descanso de marchas forzadas, casi sin alimentación, asaltos y contraataques de caballería por el flanco, y lo que es peor están desorganizadas.
Por suerte para los españoles que ya están en franca huída cae el manto protector de la noche que paraliza la persecución holandesa. Los 300 del archiduque han caído pasados a cuchillo por los escoceses a sangre fría tras haberse rendido. También la confusión y mala comunicación holandesa impide que el ejército español quede copado lo que hubiera significado su total exterminio.
Tras la batalla los holandeses pagan un tributo de 2.500 bajas, de ellas un millar de muertos son españoles (los amotinados que se pasaron al enemigo) pero el ejército holandés también está tocado, sin contar con otras bajas de escaramuzas previas (puente Leffing, por ejemplo) pierde unos 2.000 efectivos (más de 1.000 son muertos) más 800 bajas inglesas.
La victoria es pírrica pues el objetivo principal (puerto Dunquerque) sigue siendo español y sus barcos continuarán acosando a ingleses y holandeses. El golpe es tan importante que los holandeses desisten (6 julio) de más avances y se vuelven a Niewpoort para asediarlo.
Pero es una mala decisión, pues sólo cinco días después, Luis de Velasco logrará (11 julio) llevar un refuerzo de 2.000 efectivos con lo que la villa cuenta ahora con 3.000 defensores.
La campaña tan prometedora inicialmente para los holandeses, aprovechando los motines en el tercio y la superioridad numérica, y pese a su victoria, acaba sin frutos apreciables.
Maurits debe aceptar su fracaso, no ha alcanzado los objetivos y no le queda otra que reembarcarse desde Oostende hacia sus bases mientras sus convoyes son atacados por las galeras españolas.
Es el fin de la expansión holandesa en Flandes que sigue fiel a Felipe III y España.
PIRATAS DEL MEDITERRÁNEO.
Corre el 10 de mayo de 1600 en Scaleta (Italia).
Los piratas berrberiscos hacen un nuevo ataque a la costa italiana. Provienen básicamente de Argel (en la época cuenta con 60.000 habitantes y más de 20.000 cautivos cristianos), Túnez y Trípoli. Están amparados por el imperio turco pero gozando de gran autonomía.
Disponen de flotas de galeras y embarcaciones de alto bordo capaces de surcar todo tipo de mares. Armados y efectivos los buques piratas berberiscos no son demasiado grandes y livianos, atacan barcos y costas.
Nápoles está defendido por el tercio viejo (fijo) de Nápoles con 20 compañías de infantería (200 soldados cada una). Sicilia prácticamente está desprotegida por lo que se nombra a Antonio Fernández de Córdoba para que vuelva a instituir las antiguas unidades de caballería.
Es en el sur de Italia donde se centra el ataque corsario, al mando del renegado calabrés Sinan Cighala Kapudan Pasha, que cautivo de los moros se ha convertido al Islam para poder sobrevivir.
Los habitantes de las costas han construido torres de vigilancia para prevenir los ataques piratas. Para cuando los piratas anclan en puerto hace horas que ya han sido avistados y al desembarcar son embestidos por la caballería de Spinelli que los dispersa y caza uno a uno matando a unos 30 y capturando a medio centenar.
Derrotados y rechazados Sinan ordena retirada.
FRANCIA.
La larga disputa franco-saboyana inicia una nueva guerra en Italia, el pretexto el marquesado de Saluzzo (actual Cuneo).
Maximilien de Béthune (duque de Sully, príncipe d'Henrichemont y Bosibelle, marqués de Rosny y de Nogente-le-Rotrou, conde de Muret y de Villebon y vizconde de Meaux) principal ministro de Henry IV, envía una potente columna al mando de Charles de Gontaut, duque de Biron, con gran tren de artillería a invadir Bresse. Simulatáneamente otra columna al mando de François de Bonne invade la propia Saboya. Y se dirige un tercer ataque contra Niza con tropas al mando del duque Charles I de Guise, gobernador francés de la Provenza.
Pero estas acciones en Saboya amenazan los intereses estratégicos españoles, su enemigo Francia se expande territorialmente en Italia. España debe evitar el derrumbe del Estado Saboyano, tapón entre españoles y franceses. Y el conde de Fuentes es nombrado nuevo gobernador del Estado de Milán para que socorra a Saboya.
Hace una leva en el Milanesado de 6.000 hombres y crea los tercios nuevos de Carlo Trivulzio, y de Barnabó Barbo con 15 compañías de 200 soldados cada una.
En agosto, Íñigo de Borja tomará el mando del tercio de Lombardía y marchará al Piamonte cuando en septiembre los franceses han iniciado el asedio a la ciudadela de Montmelian a la orilla del río Isère. Es un nudo de comunicaciones estratégico del collado andino, con el único puente sobre el Isère y paso casi obligado de las tropas españolas hacia Flandes.
A mediados de septiembre los españoles han terminado los preparativos (tercio Lombardía y tropas de Nápoles) para socorrer a los saboyanos. Dos semanas después se les unirá Carlo Spinelli con una compañía de 200 infantes napolitanos del tercio de Trivulzio que, finalmente, ha logrado completar su tercio.
La intervención militar española se inicia en noviembre cuadno los tercios cruzan el paso del Pequeño San Gotardo y Andermatt, junto las tropas reunidas por el duque Carlo Emanuele I y acuden a socorrer a la sitiada Montmélian. Pero llegan tarde y la ciudad se rinde unas horas antes (9 noviembre).
Conocida la noticia los españoles acampan en un valle cercano (Tarentaise) a la espera de órdenes y repelerán un tímido ataque francés ese mismo día. Las órdenes de Milán, son de ayuda totalmente defensiva, por lo que no se perseguirá ni acosará a los franceses.
Los ataques al Iperio español continúan, ahora en otro continente.
Maurits atacan el Callao (Chile), Filipinas, …
Se expanden en Birmania, se conquista Ceylán (actual Sri Lanka) ...
Así es Como se Gestó y Sostuvo el Imperio Español.
Año 1601
PANORAMA INTERNACIONAL EN 1.601:
Prosiguen los viejos conflictos en Europa. Los Habsburgo alemanes siguen combatiendo contra los turcos que amenaza penetrar en su casa: Austria donde se suceden las revueltas protestantes (serán sofocadas en 1.602)
Tras 13 años de conflictos, larvados o abiertos se firma la paz (17 enero) entre Francia y Saboya.
El tratado franco-saboyano supone, en la práctica, la desaparición del llamado CAMINO ESPAÑOL entre Milán y el Franco-Condado. Ahora España necesita abrir una nueva vía hacia Flandes a través de territorios suizos. El tratado permite a la república teocrática-calvinista de Ginebra, tierra de asilo para los anticatólicos, una frontera con Francia.
El nuevo Camino (pasa por Vachiavenna, el Alto Lario, los valles de la Valtelina, Engadina y lago Como. Hay tres pasos de montaña principales: Zernetz, Fraele y Spluga). Esta nueva ruta permite a la vez ir a Flandes y Alemania, pero supone un extraordinario rodeo para las fuerzas españoles.
Pese a todo España no considera que sea una ruta peor, es más segura y aumenta su control sobre Italia al perder los franceses la base de Saluzzo y pequeños estados italianos como el ducado de Toscana buscan acercarse a Valladolid (donde se ha trasladado la corte).
Lo malo es que la situación geopolítica ha cambiado y Saboya ya no podrá ser neutral en caso de conflicto España-Francia.
Respecto a Inglaterra la política de Felipe III no cambia, se apoya la sublevación de los católicos de Irlanda.
Una embajada persa parte desde el oriente del imperio español llegando el 13 agosto a Valladolid en 1.602 tras constatarse los deseos del sha Abbas I de debilitar al enemigo turco común. Más tarde se enviarán dos embajadas españolas a Irán.
INCURSIÓN INGLESA EN EL ISTMO DE PANAMÁ.
El Caribe empieza a recibir, cada vez con más frecuencia, la indeseada visita de buques ingleses y holandeses que desatan acciones piratas desde la isla de Santa Lucía (al sur de Martinica) y base ideal para hostigar el tráfico mercantil que llega desde la Península Ibérica.
Y a la amenaza pirata hay que sumar las desgracias civiles, como los fuertes temporales (cerca de Veracruz se perderán 14 naves con más de 1.000 hombres).
Los ingleses de William Parker, tras ser rechazados en la isla de Cozumel (a 50 kms. del actual Cancún) saquean la isla de Cubagua, pero pierden 30 hombres y se retiran a Margarita, los vientos contrarios les impiden progresar hacia el oeste y deciden atacar Portobelo, en la costa caribeña de Panamá (a 30 kms. actual Colón), que es el principal puerto de esa costa.
Aunque Parker sabe que Portobelo goza de nuevas fortificaciones (terminadas en 1600) y una guarnición (al mando del gobernador Pedro Meléndez), pero Parker cuenta con dos galeones (Prudence como nave capitana y elPeral de 60 toneladas, dos pinazas de 20 toneladas cada una, dos lanchas y tres buques menores capturados anteriormente)
Cuando llega ante la villa (7 noviembre) con 400 hombres hace ya dos días que ha partido hacia España una flotilla.
Antes de entrar en la bahía, Parker envía de noche una chalupa al puerto y al pasar ante el fuerte de San Felipe obliga a unos prisioneros españoles a hacerse pasar por mercaderes que navegan hacia Cartagena de Indias. El truco tiene éxito y consiguen permiso para anclar en la rada, ante el pequeño castillo de Santiago.
En la oscuridad desembarcan 200 hombres, saquean todo lo que encuentran hasta llegar a Portobelo. En ese momento otros 150 ingleses penetran en la rada prendiendo fuego a todas las casas que encuentran.
Hay una feroz resistencia ante un número de atacantes superior. Los ingleses llevan 40 horas saqueando, logran conquistar la casa del gobernador que es herido varias veces en la lucha, ya cuerpo a cuerpo. Pero ante la superioridad inglesa deben retirarse a la casa del tesoro.
Pero los ingleses se convencen que su ataque no va a dar ya ningún fruto y al llegar refuerzos españoles se reembarcan (9 noviembre). Serán perseguidos por los españoles que les causan más bajas, hiriendo al propio Parker, pero logran escapardejando 40 bajas entre los atacantes por 5 españoles muertos y 22 heridos, el botín es prácticamente nulo.
INCURSIONES EN LAS FRONTERAS DE NUEVA ESPAÑA.
Una expedición de 75 soldados, 10 frailes y unos 50 colonos españoles, junto 150 guerreros y auxiliares indios, con 300 mulas y caballos, al mando de Juan de Oñate se adentran en las grandes praderas al este del actual Nuevo México.
Sufren varios pequeños asaltos de apaches atraviesan el Colorado y se topan con los indios kaw, tribu de unos 5.000 dedicados a la caza del bisonte que viven seminómadamente en unos 600 tipis. Los kaw están en guerra con otra tribu (los rayados), también de la gran tribu wichita situados cerca del río Arkansas.
Los kaw engañan a los españoles que les ofrecen ayuda para derrotar a los rayados, pero los kaw los rodearán (unos 1.500 guerreros) y tratarán de eliminarlos. Tras dos horas de batalla han caído 50 españoles y unos 300 indios. Aunque no son exterminados las bajas tan elevadas imposibilitan la expedicón que está acabada allí mismo, deben volve al sur, llegando a San Gabriel (México) el 24 de diciembre, tras pasar más de 6 meses en territorio indio.
MÉXICO, 14 diciembre, en TOPIA:
Los indios acaxees habitaban los actuales Sinaloa y Durango y están rebelados contra la dominación española desde 1591, pero es en 1601 cuando estalla una violenta revuelta general, dirigidos por el chamán que los españoles llamarán Perico, además la sublevación de los acaxees coinciden con la que efectúan los indiso guachiles (actualmente Jalisco, San Luis de Potosí y Zacatecas) guiados por una hechiceea de Tlaxcalilla que dice representar a los antiguos dioses.
Los indios sobaibos, uno de los más belicosos asalta (14 diciembre) sorpresivamente, de noche, el pueblo de Topia y matan más de 20 españoles, durante los meses siguientes asolaran la zona, matarán otros 50 españoles, destruirán más de 30 iglesias y arrasaran los asentamientos mineros (zona Durango).
La zona montañosa con sierras cubiertas de bosques permite una fácil ocultación en sus grandes cañadas y quebradas y las persecuciones españolas son infructuosas. Tras el fracaso de un intento pacífio para acabar con la revuelta (Alfonso Martínez, obispo Guadalajara) se efectúa una acción militar de pacificación.
El capitán español Francisco de Urdiñola con 60 soldados e indios aliados (tepehuánes y conchos) conseguirá la pacificación.
Al mismo tiempo los acaxees son atacados por sus acérrimos enemigos los xiximes (o chichimecas) y no podrán defenderse de los españoles y las tribus enemigas siendo vencidos.
Tras la pacificación (1604) el jesuíta Andrés Pérez empezará la cristianización en la zona convirtiendo a unos 10.000 indios ahomed y suaquid del norte de Sinaloa.
ATAQUE HOLANDÉS A LA CHINA DE FELIPE III:
Desgajado de la flota de Olivier van Noort, llega a la isla de Tidore el filibote holandés Trouw con apenas 25 supervivientes de los ataques a los asentamientos españoles en las costas del Pacífico, pero en la isla serán hechos prisioneros por la guarnición del Gobernador Rui González de Sequera y enviados a Goa.
Otros dos filibusteros llegan en junio a Ternate pero son rechazados. Son dos barcos de la flota de 6 buques y 600 hombres de Jacob Corneliszoon van Neck que en mayo intentaron conquistar Hitoe siendo repelidos con fuertes pérdidas.
Con los dos barcos reincorporados, la flota de Neck continúa hacia Macao, que presumen es una plaza mal defendida. Desde 1556 que la ocuparon los portugueses es un puerto estratégico (ruta comercial Malaca y Japón, además de base de operaciones para comerciar con China, especialmente con Cantón) también es la puerta de entrada del cristianismo en el imperio chino.
En la plaza hay medio millar de peninsulares y una importante población católica malaya e india y misioneros: franciscanos, agustinos y dominicos españoles.
El 8 de agosto aparece al completo la flota holandesa ante Macao donde, aprovechando la sorpresa capturan un mercante portugués en el muelle. Envalentonados ante lo que parece una fácil conquista deciden desembarcar unos 400 hombres en la costa. Mala decisiión, porque los apenas 200 defensores (contando religiosos y marinos españoles que están comerciando en el puerto) recuperados de la sorpresa se reorganizan y contraatacan causando unas 20 bajas antes de que los desembarcados se hayan organizado y avanzado hacia el puerto.
Los holandeses reembarcan dirección Malaca dejando en llamas la iglesia de Sao Paulo pero también 15 prisioneros.
Durante todo el tiempo en que Portugal pertenece al Imperio Español, Macao no pagará ningún tributo a China, y las autoridades chinas no permitiran a los holandesescomerciar con ellos, será a partir de 1670 cuando Portugal se independiza que empezará a pagar tributo a China por su presencia.
SUBLEVACIÓN EN LAS FILIPINAS.
La revuelta de Magalat, cacique filipino puesto en libertad gracias a los dominicos y que tantas muertes a nativos ha causado junto con su hermano en la zona, hace ya cinco años que se cree pacificada por Pedro Chaves. Pero no es del todo cierto, en 1601 se extiende a las zonas contiguas y ahora son los igorrotes los que se rebelan ante la cristianización y atacando a los colonos españoles de las actuales Cordillera Central, Carballo y Sierra Madre (Luzón).
Las tribus igorrotes: ibaloyes, kankanaeyos, ilocos, ifugaos, apayaos, kalingas y bontoses, son todas cortadoras de cabezas.
Es enviado el capitán Mateo de Aranda a sofocar la revuelta, cuenta con solo 50 hombres armados, un pequeño destacamento mixto de españoles y filipinos que se adentran en las espesuras de la cerrada sierra para acabar con la revuelta.
Tras varias semanas buscando los escondites de los guerreros indígenas, consiguen derrotar (27 noviembre) una partida de 200 revoltosos, causándoles unas 100 bajas, lo que hace que remitan en sus ataques y a final de año puede darse la zona por pacificada de los feroces ataques de Igorot.
ENFRENTAMIENTO NAVAL EN AGUAS INDONESIAS.
En abril zarpan desde Goa hacia el este, al mando de André Furtado de Mendoça 4 galeones, una galera, 18 fustas con 1.000 marineros y soldados del virrey de la India y 1.500 hindúes de la zona de Malabar con el objeto de destruir los recientes asentamientos holandeses en Ambon y en las islas de Banda, (diez islas a 2.000 kms. Al este de Java).
En mayo un gran temporal separa la flota a la altura de Ceylán y hace naufragar además algunas fustas. De hecho sólo los galeones y una fusta (unos 600 hombres) logran alcanzar el 8 junio la costa de Aceh y anclar, finalmente, en Malaca el 25 de agosto.
Allí se juntarán 6 galeones, 2 galeotas, 2 fustas, y 8 lanchas a remo, vuelven a zarpar (3 diciembre) hacia la isla de Panaitan (estrecho entre Java y Sumatra) donde llegan dos semanas después.
En la isla, el 20 diciembre se les juntan otros 8 navíos del sultán aliado de Pandeglang (extremo más occidental de la isla de Sumatra y controlador del tráfico naval en el estrecho de Sunda).
La flotilla avista al día siguiente a los buques holandeses Midelburg y Zon, pero son más rápidos y maniobrables y consiguen darse a la fuga avisando al resto de holandeses.
Al amanecer de la Navidad, una armada de 5 filibotes (similres a los galeotes españoles, pero de cubierta más estrecha y mástil más alto, son más rápidos) holandeses, al mando de Wolfert Harmenszoon es avistada por los españoles.
Al ser descubiertos, los holandeses, ordenan el ataque. El combate es breve y esquivo porque los holandeses sufren certeros disparos en su buque que queda desarbolado en su trinquete, tienen más de 20 bajas y su cubierta está muy dañada.
Tras apenas una hora de combate se dan a la fuga derrotados cuando llega al teatro de la batalla Furtado con el resto de la armada. Los españoles se alinean y ordenan el ataque pero los holandeses logran mantenerse a 2 millas de distancia por su mayor velocidad. Furtado sabe que no puede alcanzarlos por lo que envía a André Rodríguez a la isla de Pandjang con una galeota, una fusta y cuatro lanchas que desde allí consiguen aprximarse a los holandeses a los que intentan abordar (27 diciembre).
Tras una salva de cañonazos se le aferran, abordan y suben a la cubierta holandesa donde empieza una feroz lucha cuerpo a cuerpo, pero ante la inferioridad numérica los españoles no pueden mantener el espíritu atacante y son rechazados.
Mientras otro grupo similar al mando de Francisco de Sousa ha atacado al Utrech por popa, pero tampoco consigue reducirlos.
Otro intento de aproximación se hace al día siguiente (28 diciembre) por la noche cuando dos brulotes intentan incendiar los barcos holandeses.
Pese a los fallidos ataques españoles los holandeses están agotados y no tienen intención de proseguir con los combates y tras cuatro días de lucha huyen (29 diciembre) de la zona hacia el oeste.
Sin posibilidad de alcanzarlos, Furtado se limita a perseguirlos de lejos verificando su huída definitiva.
CHILE.
Desde Chile se pide, insistentemente, ayuda militar a la Corte española ante la sublevación mapuche.
En mayo, Francisco del Campo ha decidido el traslado de los colonos de Osorno a Castro donde concentra todos los pobladores de la isla de Chiloé. Mientras reúne embarcaciones para cruzar a la isla. Un erro le cuesta la vida. Con 55 soldados ha llegado para preparar la evacuación de los colonos, mientras sus soldados buscan piraguas para cruzar el brazo de mar, Campo se queda en su campamento con unos pocos soldados, momento que aprovecha el mestizo, desertor, Lorenzo Baquero, para atacarlo con unos 800 indios.
Repentinamente los jinetes indios lanzan una lluvia de flechas y lanzas cargando contra el campamento español, sin apenas guarnición y al que arrasan tras una encarnizada y breve lucha de media hora.
Cuando los soldados alertados por los disparos regresan, ya es tarde, y aunque los indios huyen los hombres del campamento están muertos. Se arrojan los cadáveres al mar, atados con piedras para que los indios no puedan usar las cabezas como trofeos y se da por finalizada la misión.
En noviembre, hay unos 1.200 soldados españoles en Chile y el nuevo capitán general: Alonso de Ribera parte hacia el sur. Catorce días después (3 diciembre) llega a Concepción y construye el fuerte de Talcahuano para proteger la costa y otro fuerte en la orilla sur del río Lonquén asegurando las comunicaciones en la zona.
Desde Concepción han zarpado (9 septiembre) el buque La Pintadilla y la fragata de Francisco de Rosa rumbo a Valdivia, llevan 200 soldados. Tras anclar en Valdivia marchan los soldados a Osorno y a Chiloé, encontrándose en Carelmapu con el capitán Peraza, que desde Castro viene marchando hacia Osorno con unos 180 hombres.
En diciembre los españoles han cruzado el río Bueno hacia el norte, desapareciendo, de facto, el corregimiento español de Chiloé.
LA INVASIÓN ESPAÑOLA DE IRLANDA.
Desde inicios de año recrudecen las tensiones anglo-españolas a lo que no es ajeno el fracaso, en Londres, de una sublevación (8 febrero) contra Elizabeth I, dirigida por el Conde de Essex que será ejecutado (25 marzo) tras ser acusado de querer instaurar en el trono inglés a una infanta española.
La rebelión en el Ulster, desde 1594 (guerra de los 9 años) está apunto de ser aplastada por Londres. Por lo que, incluso ingleses como William Parker, V barón de Monteagle, apoyan para convencer a la corte española para que invada Inglaterra en socorro de los irlandeses.
La última esperanza de los rebeldes es que España se implique más en el conflicto y les envíe tropas.
En 1601 la monarquía española ha virado su política y apoya, decididamente a los católicos irlandeses, y se piensa enviar una expedición militar a Irlanda aunque en la corte hay opositores a tal medida.
En julio tropas inglesas desembarcan en Derry para atacar a los irlandeses. Cuando la noticia llega a España se decide la invasión y se da la orden (8 agosto) de empezar la operación contra Inglaterra enviándose tropas de socorro a Irlanda.
Pertrechadas las tropas zarpan desde Lisboa (2 septiembre) hacia irlanda. Son 20 naves y 13 urcas al mando de los almirantes Diego Brochero y Pedro de Zubiaur, con 4.430 infantes (tercio de la Armada del Mar Oceáno) al mando de Feranndo Girón de Salcedo. El mando supremo de la expedición lo detenta Juan de Águila.
Los soldados embarcados son menos de los 6.000 que los irlandeses consideran mínimo imprescindible para un desembarco con éxito.
Desgraciadamente, una vez más, el mal tiempo se enfrenta a la invasión española. Fuertes vientos contraros evitan que la flota llegue a la costa irlandesa en cuatro semanas. Por fin llegan el 27 septiembre, frente a Brest, a la entrada sur del Canal de la Mancha.
Para mayor desgrcia el día siguiente (28 septiembre) se desata un fuerte temporal nocturno que separa los navíos de la flota, quedan separados 2 galeones (uno la capitana) y 7 urcas. Son más de 1.100 soldados que pierden el contacto con la expedición. Otras naos con 550 infantes aunque separados logran desembarcar en Baltimore.
Azotados por otra gran tormenta y vientos desfavorables, el reto de la flota, intenta entrar (2 octubre) de noche en la bahía de Cork, fuertemente guarnecida por ingleses y la tempestad vuelve a separar 2 galeones y 6 buques menores.
Pese a los contratiempos Águila ordena los preparativos para desembarcar a la mañana siguiente (3 octubre) en el pequeño puerto de Kinsale. Ante la llegada de españoles la reducida guarnición huye a Cork.
Sólo han pasado 10 años desde el fallido intento de invasión de Inglaterra por Felipe II y otro ejército español vuelve a intentarlo.
Las malas noticias para los españoles continúan, nada más desembarcar se enteran los españoles que varios cabecillas irlandeses han sido capturados por los ingleses y varios clanes han jurado luchar contra los españoles.
Entre tanto, Águila ha desembarcado 2.500 españoles, pero el almirante Brochero tiene que regresar a España (4 octubre) y el otro grupo naval, al mando de Zubiaur, aún sigue intentando el desembarco de las tropas que lleva. Los vientos le son desfavorables durante cinco días más y tendrá que volver a España, llegando el 22 de octubre a Ferrol, para colmo de males transporta la mayoría de las municiones de Águila y sus tropas que están a más de 1.000 kms.
Al ver el desembarco español, el líder rebelde Donell Cam O'Sullivan llevará 2.000 hombres, mil armados, para bloquear una posible llegada de tropas inglesas, pero Águila sospecha de O'Sullivan que ya ha jurado, en varias ocasiones, lealtad a los ingleses.
El 31 de octubre se unen a los españoles unos 900 irlandeses junto al río Bandon y construyen dos fortines exteriores al conocer que unos 7.000 ingleses al mando de George Carew han acampado (26 octubre) en Coolcarron, al norte de Kinsale.
Ahora la cabeza de puente española está, técnicamente, bloqueada por tierra, mientras que por mar una escuadra, al mando de Richard Levison acaba de bloquear la bahía aprovechando la partida de los buques españoles de Brochero.
Las perspectivas para los españoles son muy oscuras. Pero aún empeoran cuando en la primera semana de noviembre llegan refuerzos ingleses, 1.000 infantes y 100 jinetes.
Los ingleses deciden atacar, tras hacer una brecha en los muros con una mina, 2.000 ingleses asaltan y ocupan (10 noviembre) Dún Rí Shéamuis, uno de los baluartes españoles exteriores aunque pagan un alto precio, más de 200 muertos ingleses.
Cuando el otro fuerte, defendido por 150 españoles, es también tomado (12 noviembre) los españoles carecerán de posible salida a la bahía, bloqueada además por la escuadra inglesa.
La posición de Águila es insostenible de no recibir refuerzos.
Pero por una vez la ayuda llega desde el cielo, una gran tormenta, con fuertes vientos y abundante lluvia con olas muy violentas originan inundaciones y corrimientos de tierras en las obras de asedio inglesas.
Los españoles aprovecharán el deterioro en dichas fortificaciones para hacer una salida (12 diciembre) contra los sitiadores.
Unos 2.000 soldados destruyen las obras de los sitiadores a costa de un centenar de bajas pero los españoles causan más de 700 bajas e inutilizan más de 20 de sus cañones. Una victoria parcial que eleva la moral española.
Pero la alegría durará poco, una semana después los ingleses reciben refuerzos (18 diciembre) con 6.000 nuevos soldados y 500 jinetes, la suerte está echada.
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