«¡Yo no disparo contra España!». Luis Huelín Vallejo, mártir de la Tradición

Tal día como hoy, 2 de septiembre, en 1936, era asesinado por los rojos el jefe del requeté malagueño, el joven Luis María Huelín Vallejo.


Luis Huelín, «de palabra fogosa y vibrante, que entusiasma a las gentes» —como diría su compañero José María Vallejo— había fundado la Agrupación Escolar Tradicionalista (AET) de Málaga y era jefe del Requeté.

De familia tradicionalista, sus dotes oratorias se apreciaron pronto. El 25 de julio de 1934, día de Santiago, los tradicionalistas malagueños realizaron diversos actos, según daba cuenta El Siglo Futuro. Por la tarde tuvo lugar una velada, durante el transcurso de la cual el joven Luis hizo uso de la palabra, en nombre del Requeté, en un admirable discurso que fue interrumpido constantemente por las ovaciones entusiásticas del público. En él hizo un llamamiento a todos los jóvenes, ya obreros o de otra clase diferente, a ingresar en las fuerzas de nuestra Comunión, de las que hizo un cumplido elogio, así como de la bandera gloriosa que defienden.

El 19 de marzo de 1935 se constituía en Málaga la Agrupación Escolar Tradicionalista en los locales de la Juventud Tradicionalista, siendo Luis Huelín nombrado presidente de la agrupación (véase nota de prensa).

Como muestra de su actividad propagandística en pro de los ideales de la gloriosa Comunión Tradicionalista, podemos contar que el domingo 14 de abril de 1935, salió de Málaga en viaje de propaganda, acompañado por el obrero Juan Luque, con el propósito de visitar varios pueblos y ultimar en ellos la organización de Juventud y de Sección Obrera de la Comunión (véase nota de prensa).

En julio de 1935, el presidente de la AET granadina, Jacinto Martín Rodríguez, al ser preguntado por la mejor AET de su distrito en una entrevista a El Siglo Futuro (periódico de mayor tirada de la Comunión Tradicionalista), contestaba:

La de Málaga, gracias a su insustituible presidente, Luis Huelín Vallejo. Este es un muchacho muy trabajador, entusiasta y competentísimo. En la A. E. T. malagueña funcionan admirablemente la sección deportiva, que tiene frecuentes y afortunados encuentros con otros equipos, y la Delegación de Cultura, que hace poco organizó una conferencia a cargo del catedrático don Feliciano González Ruiz.

Cuenta con más de 200 afiliados. Además, Huelín Vallejo, siguiendo las instrucciones que le di cuando me visitó, ha fundado una A. E. T. en Antequera, presidida por Ramírez Moreno, y muy pronto fundará otra en Ronda. Por ley de justicia he de destacar que estos éxitos corresponden a Huelín, pues sin él nada o muy poco hubiéramos logrado en la ciudad hermana y su provincia.
El 2 de septiembre de 1935, justo un año antes de su asesinato, el joven estudiante y requeté escribía el siguiente artículo, aparecido en las columnas de El Siglo Futuro, en el que narraba el encuentro de los requetés malagueños con los de Burriana, Reinosa y Gijón:

ESTANCIA DE LOS REQUETÉS DE BURRIANA Y REINOSA EN MÁLAGA

Málaga, 2 de septiembre de 1935
El domingo, a las diez y media de la mañana, procedentes del vecino pueblo de Antequera, llegaron a nuestro Centro los valientes requetés burrianenses, que tan famosos se van haciendo en su atrevida vuelta a España.
Por no haber noticia alguna de su llegada, no había en ese momento ningún directivo en el Círculo: solamente se hallaban los simpáticos «Pelayos» celebrando sus ruidosas sesiones semanales, que recibieron a los expedicionarios con el consiguiente entusiasmo y alboroto.
Después de ser obsequiados y recorrer los diversos departamentos del Secretariado, marcharon en compañía del presidente de la A. E. T. a la Catedral a cumplir los deberes religiosos, admirando de paso la grandiosidad de la Basílica.
Antes del almuerzo tuvieron un cambio de impresiones con dicho presidente de la A. E. T., con el jefe de los requetés y con el presidente de la Juventud.
La tarde la dedicaron a contemplar las bellezas de la capital y sus alrededores, pasando después a entrevistarse con la Directiva de la Comunión.
A la mañana siguiente, y estando ultimando los preparativos de la marcha, nos vimos agradablemente sorprendidos con la también inesperada llegada de los no menos animosos y entusiastas requetés de Gijón y Reinosa, procedentes de Almería.
Fue realmente emocionante el encuentro de estos muchachos, que con tanto cariño por la Idea van sembrando el espíritu de sacrificio, tan necesario para nuestra organización.
Fueron asimismo atendidos debidamente por los socios que en ese momento se hallaban en el Centro. Allí acordaron marchar reunidos, y acompañados por varios directivos y numerosos jóvenes, hasta la carretera de Cádiz, emprendiendo de nuevo la penosa marcha, que sólo el Ideal bien sentido puede hacer agradable. Varios vivas alusivos fueron el adiós a estos queridos compañeros, que en su breve estancia en ésta han sabido de tal manera captarse nuestras simpatías.
Luis Huelín
Cabecera del diario tradicionalista de Málaga: Boinas Rojas (1937)

Al producirse el Movimiento Nacional del 18 de julio de 1936, los requetés de Málaga lo tenían todo preparado. Su misión inicial era ocupar el Ayuntamiento, Correos y Telégrafos. Luis Huelín actuó como enlace en los trabajos preparatorios entre Gra*nada y Málaga. Estuvieron esperando la orden de los mandos militares, pero la orden no llegó, así es que, dueños los rojos de la ciudad, vino la dispersión y cada uno hizo lo que pudo por su cuenta.

Luis se hospedó en la fronda de Valeriano Sanz, en Colmenar, según relata el libro República y Guerra Civil en la Axarquía. La mala fortuna quiso que el 25 de agosto los rojos registraran la casa, hallando en ella al joven requeté. El 2 de septiembre sería asesinado por negarse a disparar contra el ejército liberador de España.

Con motivo de su muerte, la publicación tradicionalista Boinas Rojas, de Málaga, dedicaba el siguiente artículo nuestro joven requeté, narrando su heroica muerte:

Hoy que los restos de Luis María Huelín Vallejo van a recibir cristiana sepultura en el panteón de su familia, en el cementerio de San Miguel de esta ciudad, queremos destacar el rasgo heroico que fue causa de su muerte.
Prisionero de los rojos, se hallaba en la mañana del 2 de septiembre del próximo pasado año en la avanzadilla del frente de Villanueva de Cauche, cuando los nuestros atacaron aquella posición.
Los milicianos que la guarnecían intentaron defenderla, y el jefe que los mandaba llamó a Luis y, entregándole un fusil, le ordenó hiciera fuego contra los soldados que avanzaban por la carretera de Antequera.
Luisito (era un muchacho de cara aniñada que acababa de cumplir los diecinueve años) no dudó ni un momento; miró a los nacionales, que se acercaban, y arrojando lejos de sí el fusil, gritó: «¡Yo no disparo contra España!»
Instantes después caía al suelo herido de dos balazos que le dispararon los rojos y moría como más de una vez había dicho a sus íntimos que deseaba morir: gritando ¡Viva Cristo Rey! y besando la medalla de congregante de la Santísima Virgen y de San Luis Gonzaga.
¡Hermosa y cristiana muerte, que nos complacemos en presentar, como modelo digno de ser imitado, a todos los malagueños, y de un modo especial a los amigos y compañeros del heroico Luis Huelín!
Un hermano de Luis, Guillermo María Huelín Vallejo, luchó valientemente como requeté desde que se liberó Málaga. Después se hizo Alférez provisional de infantería, y en la primavera de 1938 murió en las filas del Tercio Virgen de las Nieves. Siempre llevaba en sus bolsillos una tarjeta postal de aquel célebre dibujo de «Ante Dios nunca serás héroe anónimo», y en ella había escrito: «¡Viva la muerte pensando en Dios y en la Pa*tria! ¡Viva el Requete! ¡España por Santa María!».

Calle Alférez Huelín Vallejo en Málaga
imagen tomada de Mosaicos de Málaga



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