Ciertamente, pero utopía no significa imposibilidad absoluta, sino una gran dificultad para lograr algo y que, además, por mucho empeño que se ponga, nunca alcanzará la perfección si es que se logra llevar a cabo. Ya sabemos que de la teoría al hecho, media un gran trecho y por eso la utopía igualitarista, pese a las apariencias, no ha triunfado y, en efecto no triunfará, por la intervención que Cristo ha prometido. "Ora el labora" es un lema que todos deberíamos tener, todos los cristianos, pero que solamente mantiene una minoría, esperando esa "promesa divina de nuestro futuro triunfo socio-político", ante la cual, si nos va a venir dada, para qué mover un dedo. Y mientras tanto el Mal devorando a muchos.