Los otros "Valle de los Caídos"
Son los que la izquierda y sus cómplices jamás mencionan. Hablar de cunetas es fácil, en general no hay muchos datos, apenas se sabe donde están, además si se abre alguna y se descubre que los restos encontrados tienen mezclados escapularios, rosarios o cualquier otro símbolo religioso, se vuelve a tapar y listo, "aquí no hay nada". Pero cuando el tema se refiere a lugares concretos, con asesinados que tenían nombre y apellidos, domicilio conocido, de los que se sabía cual era su condición, o a qué se dedicaban, o cuál era su orientación política o religiosa, la cosa cambia radicalmente. Entonces, en un nuevo repugnante e indignante ejercicio de cinismo puro, en el ejercicio de la ocultación rastrera y miserable, entonces hay que tapar el propio genocidio, el asesinato masivo que practicaron contra los españoles en nombre de su asquerosa república y su repugnante y satánica revolución. Lo malo de la memoria histórica es que la historia si tiene memoria, y, además, la historia ni se puede ocultar, ni se puede falsear. El problema actual radica en que las leyes del Régimen de Franco sobre delitos de sangre fueron derogadas por los propios vencedores, y hoy quienes deberían ser juzgados por apología de crímenes de lesa humanidad son los que claman exigiendo la cabeza -aunque sea simbólicamente-, de quienes en lugar de ser sus verdugos, como pasó con los nazis, fueron sus hermanos. Cuando se habla de la dictadura frente a la democracia, se tapa, se oculta, la verdadera historia del terrorismo rojo republicano.
https://laverdadofende.blog/2019/01/...reo-de-madrid/
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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