A LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
A Bernardo López y a Ventura Ruiz Aguilera
Mamelucos cayeron, con lanceros de la Polonia,
Ante la furia del majismo y la manolería,
El Dos de Mayo significó la grave algarabía,
De un pueblo ardoroso que no soportó tal escoria,
Desde las Juntas de los Reynos del Andaluzía,
Hasta los confines de la Corona de Aragón,
Los Madriles significaron el centro alentador,
De un clamor de guerra que pronto estallaría,
La Monarquía de las Dos Sicilias se vio asaltada,
Los invasores se disfrazaban con trapo tricolor,
La que se suponía aristocracia, llena de pavor,
Se escondió en sus buhardillas, ensimismada….
Al pueblo tildábanlo de “ canalla “; y suyo fue el heroísmo,
Los nobles leales no por ello desfallecieron,
Y españoles de distintas sociedades juntos combatieron,
Por la libertad, por la independencia, por el patriotismo,
Un masón que buscó su corona, cual pérfido dictador,
De apellido itálico; natural de la corsa isla,
Envió a una Grand Armée como estandarte de su tiranía,
Inventándose una falsa e insoportable imposición,
Con sus malas artes y aprovechando la sinrazón,
Intentó enfrentar lo que debería ser nuestra hermandad,
Con el tristemente separado Reino de Portugal,
Repartido como si fuera de un pastel una porción,
¡ Pueblo, glorioso pueblo !, cual celtíberas hordas,
Otra vez se vio en la dura lid del combate,
Solo se sentía, mas no por ello fue cobarde,
Y la guerrillera tradición imprimió cual baleáricas hondas,
Invocaciones al Dios de las Batallas en todas las Juntas,
Por la memoria de los Almogávares y del Apóstol Santiago,
Trafalgar aún coleaba; como fue tan mal trago….
Mas; ¡ a por el gabacho fueron almas que no eran mudas !
Escopetas y navajas rugían de furia en féminas y varones,
Las bayonetas fueron utilizadas de mil maneras,
Los dragones se tragaban su propio fuego, y sus cadenas
Oprimir no pudieron la libertad de los españoles,
La Rusia Imperial combatía sabiendo de la existencia de Bailén,
Los tiroleses, acaudillados por Hofer, lucharon con no menos honor,
La difícil defensa del Parque de Artillería de Monteleón,
Una guerra que a la invasora Francia no ofreció cuartel,
Ahora bien, Rusia podía haber dejado a los polacos,
E irse más a por la Gran Gringada,
Polacos, nobles hermanos católicos, en confusa algarada,
Sufridores ante tantos desacatos,
Del Real Sitio de Aranjuez al orgullo de los catalanes....
Los madrileños obtuvieron una sublime primicia,
¡ Del Reino Sevillano Daoíz y Velarde del Reino de Castilla !
Navarra entera se entregó a la guerra con sus mejores credenciales,
Las gaditanas se hacían tirabuzones a costa de la fanfarronada,
Los cañones iban empujados por las mujeres que yacían roncas,
Se lanzaban hacia los caballos, sin miedo alguno a tan cruel bronca,
¡ A los vientos desafiaba la entonces marinera bandera rojigualda !
Volvió a alzarse la Borgoñona Cruz de San Andrés,
Mientras se forjaban grandes realistas, futuros genios del carlismo,
Zumalacárregui, Gómez Damas, el Cura Merino....
Gentes que pusieron en la práctica el morir o el vencer,
Los burguesitos liberaloides intentaban las Cortes manipular,
Mientras los milicianos desarrollaban el arte de la guerra,
Las Provincias Vascongadas hervían cual artera,
Los Pirineos se fortificaban de la tierra a la mar,
Goya y Sorolla nos dejaron pictórica inmortalidad,
De los desastres de la guerra a la defensa artillera,
Una joven Manuela Malasaña cayó como leal guerrillera,
Las olas rugieron lastimosas en la ancha mar,
La Cruz y la Espada, Unidad de España,
El Altar y el Trono, su confirmación,
Eso reivindicaban aquellos patriotas de corazón,
En aquellas tan duras campañas,
El sol se ponía por los montes de Aragón,
Como ya se había puesto en Flandes hacía tiempo,
Al tiempo, Bernardo López dedicó su poesía, con buen tiento,
Del Reino de Jaén brilló su pluma, implorando guerra y pasión,
Ventura Ruiz Aguilera, a posteriori, de Patria nos hablaba,
Patria que fue defendida con uñas y dientes,
Sangre, sudor y lágrimas; defensas y ataques ardientes,
Indómita tierra; fiereza que nunca acaba,
Aprovechó el infame Reino Unido su protectorado,
Que ejercía en el Reino Portugués con malas artes,
La sangre heroica de los españoles, de Finisterre a las Baleares,
Del Cabo de Gata a Vigo en tanta lucha se ha demostrado,
Los frailes y los campesinos organizaban sus partidas,
¡ Guerra; guerra en las calles; guerra en los campos !
¡ Sangre y fuego ! ¡ Gloria a los Santos !
La Grande Armée se sentía desdichada, perdida,
¿ De qué imperio hablaban los viles gabachos….?
¡ Francia ladrona, que aún tierras nos debes !
¡ Algún día el tiempo te pasará factura; bien pudieses….
Devolver lo que no es tuyo; sin aire mamarracho !
Agustina de Saragossa i Doménech, como Agustina de Aragón;
Así pasó a la Historia; y bien que cundió su ejemplo,
Trabucos engalanados con sombra de bandoleros,
Las piedras solitas iban por la cabeza del invasor,
Zaragoza entera levantóse en armas,
Mientras el independentismo americano se fraguaba,
Nuestros malos gobiernos el Imperio debilitaban,
¡ Armas para el pueblo; por la victoria de Las Españas !
Con lo primero que se alcanzaba se iba a la guerra,
Mientras Pepe Botella se obnubilaba con nuestra orografía,
Quedóse impresionado con una suculenta morcilla,
¡ Sus masónicos papelotes ardieron en esta tierra !
Mascletá gorda vivióse en el Reino de Valencia,
En fallas verdaderas convirtieron a los franceses,
La Senyera Reial, orgullosa con creces…..
¡ Dios mío de mi alma, qué feroz resistencia !
Temblaron los malditos, como en Nápoles y en San Quintín,
Por el Bruch golpeó un tambor con aires de grandeza,
Dupont capitulaba ante Castaños con el rabo entre las piernas,
¡ Desde la Iglesia de Andújar partían los guerrilleros a morir !
Echevarri luchó con honor en el Puente de Alcolea; ¡ cuánta estima !
Pozos secretos se construían en los pueblos de Sevilla,
Los almonteños, encomendándose a la Blanca Paloma Divina,
Nunca vieron a los que supuestamente a masacrarlos iban,
Jotas y seguidillas, con el espanyolet, empezando por Cataluña,
Y terminando por los Reinos de Andalucía, por la gloria,
Se enseñoreaban con sus letras confiando en la victoria,
¡ La Fe de un pueblo que se defendió con dientes y uñas !
Como gatos panza arriba, la indomable e inflexible raza,
Así lo comprobó el corso tirano en sus propias carnes,
¡ Viva España; muera Napoleón ! se gritaba en las calles,
Quebranto de ese “ proyecto continental “ de idea insana,
“ Y sobre todo, nunca, nunca la guerra con España “;
De esta guisa testamentó el infeliz gran dictador,
Su sueño de una Europa artificial qué bien se truncó,
En la España, en la Rusia, en el Austria….¡¡ Por el mar y las montañas !!
Vengáronse violentamente en Córdoba los infames saqueos,
Iban las mujeres con sus botijos a socorrer a los soldados,
El canario Galdós nos dejó sus Episodios Nacionales, ¡ qué legado !
Las Islas Afortunadas mostraron su lealtad con grandes hechos,
Las leonesas tierras se removieron; ¡ gran furia española !
Luchó el general Joaquín Blake-Ascendencia irlandesa-con envidiable lealtad,
Voluntarios de otras naciones aquí fueron a dar
Lección al francés, ¡ por el honor; por la gloria !
Teodoro Reding vino al mundo en la Suiza,
Firmeza y valor demostró el Regimiento de Irlanda,
Y el de las Órdenes Militares vivió en intensa fama,
Ante las valientes cuadrillas que batíanse sin pausa y con prisa,
Pepe Botella firmó una Constitución en Bayona,
Mientras los españoles empleaban las bayonetas,
De los púlpitos arengaban solas las prédicas correctas,
Ante una estirpe de la guerra campeona,
Del ejército de Benito San Juan cayeron muchos valientes,
Allá repartidos por la dureza de Somosierra,
Mas todo ello proporcionaba aún más enérgica fuerza,
A aquellas mesnadas que sentían su corazón hiriente,
Paseóse Bonaparte bien equipado por Chamartín,
Cruzando como señorito nuevo rico la Piel de Toro,
¡ Ay, cruel déspota, tanto que deseaste el oro….
Tu sucio catalejo verías lleno de hollín !
Lástima que al Conde de Toreno le molestaran,
Y qué bien lo dejó sentando Menéndez Pelayo,
La guerrilla popular, el espíritu campechano,
Hicieron posible Zaragoza, Gerona o Vizcaya,
¡ Vengan amenazas de Belliard y policía de Napoleón !
Borrachos y violadores se ensañaban con nuestra tierra,
Y hasta el inglés intoxicador que pedía justa defensa,
Venía a desmontar nuestro imperial colofón,
¡ Oh, noble; heroica-¿ salvaje ?- resistencia
la del General Álvarez de Castro !
Numancia repitió, aun lejos del Tajo,
La Cruzada Gerundense, colofón de la obediencia,
¿ Y la Cruzada del Obispado Gaditano ?
Ahí estuvo firme y altanera,
Mientras una minoría bien rastrera,
Conspiraba en las Cortes con sucias manos,
Las dos Extremaduras españolas se juntaban,
En defender a la patria por derecho,
Como el Reino de Mallorca, con fieles hechos,
Vibró por la Santa Causa de España,
Pueblo español, bravío y tradicional,
Tú que luchabas por Dios, la Patria y el Rey,
Masones y demás canallas, en falsa ley
Quisieron que tu destino fueras a desangrar,
Y así, a los Reinos de Indias traicionaron,
Mientras anglos y gabachos allá que se componían,
Para desordenarlo todo con su infame algarabía,
Queriendo borrar nuestro majestuoso pasado,
Cuánta garra, cuánto coraje,
Y qué mal que empezó el dichoso siglo,
Si algo buena nos queda para nuestros hijos,
Es ver que aún queda un buen andamiaje,
Guerra de la Independencia, sagrada gesta,
Épica revivida en patria inmortal,
Trompetas de alegría han de tronar,
Por honrar la memoria sincera,
¡ Que vuelvan esas alegrías gaditanas,
Con letras patrióticas y jaraneras !
España mía, que te quiero entera,
No dejes que invadan jamás el solar de tu raza,
Luchaste por un rey que no te demostró merecer,
Pero aun así, inmaculada se mantuvo lealtad,
Y aunque nos rompieron la Hispanidad,
Nadie nos dice que Dios no nos vuelva a enaltecer,
Ojalá venga, como quería Vázquez de Mella,
Después de un primero de Mayo terrible,
Un dos de mayo más glorioso....¡ Más temible !
Que aquel del Mil Novecientos Ocho....¡ ! Que venga !
El último verso es Mil Ochocientos Ocho....perdón por la chufa
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores