La Fe y la Tradición que evocaba Franco NO eran conciliables con la podredumbre de los partidos políticos ni de los constitucionalismos, manejados siempre por la masonería y los poderes ocultos de enemigos de España.
Franco en Navarra, en 1952, reiteraba la enemiga que los partidos políticos han presentado siempre en España, y nos decia:
“Nosotros NO tenemos partido. Nosotros somos un Movimiento; como el Tradicionalismo y la Falange no quisieron nunca ser partido. Aunque para la lucha aparecieron como tales, somos un Movimiento que hemos cogido de todos los españoles y de nuestras tradiciones aquello que nos es común, aquello que nos une y NO lo que nos divide.
Y en el mismo discurso evocaba a Vázquez de Mella, a Donoso Cortés, a Balmes, “pensadores del siglo XIX”, en la reivindicación de la vitalidad fecunda e inagotable que tiene la Tradición, sin las caricaturas de las momias de la democracia, incapaces de hacer otra cosa que VOLVER A LAS ANDADAS DE LOS QUE LLEVARON A ESPAÑA A LA CATASTROFE.
Continuaba Franco:
"NO DEJEIS jamás introducirse a los caciques, a la masonería, a las fuerzas del mal..”
Franco JAMAS imaginó que la monarquía que él fundaría, como fruto maduro de la Cruzada, la Monarquía del 18 de Julio (no la juancarlista traidora), pudiera convertirse en trampolín para VOLVER a la DECADENCIA de los partidos políticos: tal democracia “engendra en sus mismas entrañas una permanente guerra fría dentro del propio país; divide y enfrenta a sus ciudadanos; inevitablemente alimenta los gérmenes que mas tarde o más temprano desencadenan la lucha de clases; que disgrega la unidad nacional en facciones beligerantes; que en vez de constituir un sistema de frenos morales y de auxiliares colaboradores del gobierno, alimentan la posibilidad de socavar impunemente el principio de autoridad y el orden social.
Franco conocía muy bien la MENTIRA de los que sustentan que los partidos políticos son representantes de los intereses particulares.
Así declaró al diario mejicano “Excelsior” el 1-V-1959:
“Se confunde fuera de España la política nacional de unidad con la que llaman de partido único.
Si la política de partidos llevó a España en el siglo XIX a tres guerras civiles, y al estado gravísimo de la II República, es natural que busquemos sus soluciones políticas por otros cauces FUERA de lo ARTIFICIOSO de los PARTIDOS, que nosotros hemos conducido por el camino TRADICIONAL de las ORGANIZACIONES NATURALES de la FAMILIA, el MUNICIPIO y el SINDICATO.. Sin apenas medios hemos hecho resurgir la nación..y hemos elevado su nivel de vida.. Como Vd comprenderá, nos va demasiado bien para pensar en un suicidio colectivo."
Por otra parte, NO ES IMPERATIVO DE LA DEMOCRACIA QUE ESTA HAYA DE PRACTICARSE A TRAVES DE ARTIFICIALES PARTIDOS POLITICOS. Lo que a unos pueblos puede irles bien (se refiere a Gran Bretaña, EEUU, Suiza..), A OTROS COMO NOSOTROS, ESTÁ DEMOSTRADO NOS ERA FATAL..”
(de “La Monarquía que quiso Franco” de J. Tarragó , 1978)
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